El origen de la vida desde la perspectiva cosmológica

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El origen de la vida desde la perspectiva cosmológica
Desde su formulación en el siglo XIX la teoría de la evolución de Darwin se ha
ido revisando una y otra vez, de tal forma que su estudio se ha extendido en la
actualidad a los más diversos campos de las ciencias biológicas y cosmológicas. En este
sentido, podemos hablar de las siguientes teorías:

La teoría del equilibrio punteado: Uno de los aspectos fundamentales de la teoría
de Darwin fue el gradualismo, es decir, la evolución gradual y lenta de las especies,
por lo que generalmente no hay grandes saltos en la evolución. Este aspecto fue
recogido por la teoría sintética
y provocó intensos debates en la comunidad
científica en el último tercio del siglo XX.
Algunos científicos criticaron que la teoría sintética afirmará, sin pruebas, el
gradualismo darvinista cuando la evidencia del registro fósil claramente lo
contradecía. Así, se observa que muchos organismos permanecen inalterables
durante millones de años y desaparecen bruscamente, dando paso a la aparición
repentina de nuevos organismos. Apoyándose en esta evidencia algunos
científicos propusieron la teoría puntuacionista, la cual entiende el proceso
evolutivo, no como un cambio lento y constante, sino como cambios bruscos y
rápidos, que rompen, de forma puntual, períodos muy largos de inmovilidad
evolutiva.

La teoría endosimbiótica: Esta teoría afirma que el mecanismo fundamental de la
evolución no son las mutaciones en el genoma, sino la unión entre organismos
distintos, generándose de esta manera una endosimbiosis a partir de la cual los dos
organismos salen beneficiados. La asociación entre bacterias (células procariotas =
células que no tiene núcleo y cuyo material genético está disperso en el citoplasma)
fue la causa que dio origen a las células eucariotas, es decir, aquellas células cuyo
material genético está incluido en un núcleo y la unión de éstas suscitó, a su vez, la
complejidad y diversidad de todos los organismos. Este planteamiento permitía a los
defensores de esta teoría afirmar que la vida independiente tiende a juntarse y a
resurgir como un nuevo todo en un nivel superior y más amplio de organización.
La teoría sintética y la teoría endosimbiótica se diferencian en que para la
primera la mutación de los genes determina los nuevos organismos, mientras que
para la teoría endosimbiótica, los organismos, al unirse por su mutuo beneficio,
generan los cambios genéticos más importantes de la especie. Las mutaciones
aleatorias, sean nocivas, beneficiosas o neutras, son, según esta teoría, cambios que
afectan a los individuos, pero que no son el origen de nuevas especies.

Hipótesis de Gaia: Considera la Tierra como un único organismo, un
macroorganismo, resultante de la interacción de los todos los seres que lo integran,
siendo esa interacción la que mantiene el equilibrio del planeta y posibilita las
condiciones que en cada momento requiere la vida. Esta hipótesis científica pone en
tela de juicio el principio darvinista de la adaptación de los seres vivos al medio. No
es la vida la que se adapta al medio, sino la vida misma, la biosfera, la que a partir
de la interacción de unos seres con otros, genera y regula las condiciones que hacen
que el medio sea adecuado a la vida.
Las teorías anteriormente expuestas vienen a afirmar que la evolución es un
proceso en el que la vida se encuentra íntimamente relacionada con la materia. En
1860 Louis Pasteur había demostrado de modo irrefutable que ningún microbio podía
originarse por generación espontánea, sino que provenía de gérmenes precedentes. Sus
experimentos habían logrado superar la teoría de la generación espontánea, vigente
desde Aristóteles. Sin embargo, también reforzaban la explicación tradicional que,
basándose en las propias palabras de Aristóteles, defendían el origen divino de la vida.
La teoría de la evolución había logrado probar la falsedad de la teoría fixista en
relación con los seres vivos y había demostrado que el creacionismo era una explicación
inadecuada. No obstante, iniciado el siglo XX, ambas teorías, fixismo y creacionismo,
siguieron manteniendo la fuerza explicativa en relación con el origen del universo y de
la vida. Estas teorías no acabarían de superarse hasta la formulación de la teoría del
origen inorgánico de la vida y de la teoría del big-bang.

La teoría del origen inorgánico de la vida: fue defendida por Alexander Oparin y
afirma que la vida surgió de la materia inerte a partir de las condiciones que había
en la tierra y en la atmósfera primitivas. A mediados del siglo XX Stanley Millar la
confirmó, aunque sólo parcialmente de forma experimental. Simuló en el laboratorio
las condiciones de la Tierra en sus orígenes e identificó la presencia de los primeros
elementos necesarios para la vida, los aminoácidos. Si bien todos los intentos de
construir la vida en el laboratorio han resultado estériles hasta hoy, la teoría del
origen inorgánico de la vida ha logrado establecer en buena medida la certeza de que
la vida es el resultado de la evolución química superando así la explicación
creacionista de su origen.

La teoría del big-bang: Afirma que el universo es una realidad espaciotemporal
que surgió hace 13.500 millones de años a partir de una gran explosión conocida
como big-bang. En expansión desde su inicio, el universo no ha cesado de propicias,
a partir de realidades simples, la emergencia de realidades cada vez más complejas
hasta hoy.
Actualmente, la química prebiótica (parte de la química que estudia la materia
inorgánica), parece la ciencia más capacitada para responder a muchas de las incógnitas
que guarda el origen de la vida. Alguna de sus respuestas contemplan su posible origen
en la materia arcillosas; otras, en las fuentes cálidas de los fondos oceánicos; y otras,
como en la hipótesis de la panspermia que afirma que la vida se encuentra diseminada
en el universo, y que al desplazar al espacio su procedencia, posponen el problema de su
origen real. A falta de conocer el ¿cómo sucedió?, hay la ciencia nos lleva a la
convicción de la respuesta sobre ¿qué sucedió?
El origen de la materia y la evolución cósmica
Todas las respuestas acerca del origen de la vida parecen confirmar que procede
de la materia. Así, las preguntas por el origen y la naturaleza del ser humano -¿qué
somos?¿de qué estamos hechos?¿de dónde venimos?- han pasado del ámbito de las
ciencias biológicas a las físicas, además de generar un apasionado debate filosófico,
especialmente al considerar dichas teorías científica en relación con los argumentos
filosóficos.
Hoy en día sabemos que todo lo que existe en el universo emergió de la materia,
pero su origen no son los átomos, ni los quarks, las partículas más elementales
conocidas. Según Frank Wilczek, premio Nobel de Física 2004, analizar la materia en
condiciones extremas nos permite estudiar los principios del universo y ello nos
conduce a una comprensión más profunda del mundo en el que vivimos, en el cual el
origen último de la materia y de la energía sería el mismo.
Todas las explicaciones que del universo nos proporcionan las ciencias físicas y
cosmológicas se vertebran alrededor de la teoría del big-bang y presentan la evolución
como un fenómeno dinámico que, con sus propias leyes, caracteriza el universo como
una realidad en movimiento.
De la teoría del big-bang y de los datos aportados por la física y la cosmología se
pueden deducir, al menos en grandes líneas, los acontecimientos que sucedieron a lo
largo del proceso evolutivo del universo.

En la explosión inicial se originó toda la energía del universo de la que una
parte, al expandirse y al enfriarse, se transformo en materia organizada.

Más tarde, de una parte de la materia, de las estructuras más complejas,
surgió la vida: las protocélulas.

Después, una parte mínima de la vida adoptó la complejidad suficiente para
llegar a alcanzar la conciencia, es decir, para reconocer el mundo en el que
vive.

Finalmente, también a partir de una parte muy pequeña del mundo de la
conciencia
emergió la autoconciencia, con capacidad de reconocer el
universo y de reconocerse a sí misma, generando el mundo de la cultura.
Hoy tenemos la certeza de que el ser humano es el último escalón
aparecido en la escala evolutiva, aunque no el último posible, con el cual el universo ha
comenzado a adquirir conciencia de sí mismo. Esto significa que la evolución en la
actualidad se sitúa en un mundo evolutivo diferente, el mundo de la cultura, que se
inició sólo cuando la vida animal adquirió la complejidad suficiente para que emergiera
la autoconciencia, es decir, los seres humanos.
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