Comunicar la diferencia. Bases para el periodismo intercultural.

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COMUNICAR LA DIFERENCIA.
BASES PARA EL PERIODISMO INTERCULTURAL
Estrella Israel Garzón
Profesora de Periodismo. Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Universidad Cardenal Herrera-CEU. Valencia (España)
Comunicar la diferencia es un proceso complejo que requiere la voluntad
de interacción y, especialmente, la superación de prejuicios y estereotipos. En
una sociedad global, es necesaria la comunicación intercultural para hacer un
periodismo de calidad.
La incorporación de la transversalidad intercultural en el currículo de los
estudiantes de Periodismo se centra en el talante pluralista intrínseco a las
realidades que cubre el informador y a la naturaleza diversa de las modernas
sociedades en las que la comunicación intercultural es una necesidad.
Los periodistas en el relato del acontecer desarrollan la denominada
persuasión cognoscitiva, es decir hacen saber lo que sucede en su entorno o
en el mundo. Esta narración de la actualidad condiciona la percepción pública
de los acontecimientos.
En el proceso que se desarrolla desde el acontecimiento hasta su
emisión codificada como información periodística entran en juego los valores
culturales del emisor, los criterios de noticiabilidad y las rutinas productivas.
Kintto Lucas en una ponencia sobre Medios de Comunicación e
Interculturalidad en Ecuador1 se refiere a los avances experimentados respecto
a la visibilidad del movimiento indígena. “Entre esas conquistas está, no solo
1 Ponencia presentada el 24 de octubre de 2001 en Quito, en el ciclo "Ecuador 2002 - ComunicaciònIncomunicación", organizado por Diálogo 2l (del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), la
Asociación de Prensa Extranjera, la Universidad Andina Simón Bolívar y el Colegio de Periodistas de
Pichincha
ser reconocidos por los medios de comunicación sino lograr que algún día los
medios apuesten por un fluido intercambio entre quienes integran los distintos
pueblos que conforman el Ecuador. En condiciones equitativas en la
participación y el tratamiento. Tal vez ahí recién podremos hablar de medios de
comunicación interculturales, antes no”.
El periodista tendría que sacar a la luz ese ambiente, romperlo mediante
el debate y así aportar a construir una sociedad más transparente, según
Lucas.
En esta apuesta por la interculturalidad, como sustrato del ejercicio
profesional entran en acción valores como la coexistencia, la tolerancia y la
interacción entre los seres humanos.
Cuestionar el relato de los medios y detectar ruidos periodísticos es el
camino. Se trata de un nuevo dispositivo para mejorar el quehacer profesional
en la difícil tarea de narrar la actualidad con honestidad, equilibrio y respetando
las reglas del juego.
“El gran reto de los medios que quieren generar una propuesta
intercultural, es acortar las distancias entre el mirar y el hacer, y comenzar a
construir lo verdaderamente intercultural junto a los diferentes actores que
integran la sociedad ecuatoriana, renunciando a hablar en nombre de ésta
desde "el lugar del saber". Su aporte a los cambios sociales indispensables es
descubrir junto a esa sociedad pluricultural y multiétnica, en forma activa y
colectiva, el sentido histórico de los hechos”, según Lucas.
Distorsiones en la producción periodística
En la apuesta por un periodismo intercultural aparece un primer esfuerzo
de detección de las distorsiones que se producen en la producción informativa.
La noción de ruido, en un contexto intercultural equivale a
estigma,
desviación e interpretación negativa. Jandt enumera seis barreras para una
comunicación intercultural: ansiedad, la no asunción de las diferencias,
etnocentrismo,
estereotipos,
prejuicios,
interpretaciones
no
verbales
y
disparidad lingüística.
Las noticias que pueden ser procesadas desde la perspectiva de ruidos
interculturales abarcan diferencias espaciales, de origen, de género, de edad,
de clase social, de etnia, de tendencia sexual, de creencias religiosas, entre
otras.
El concepto de ruido intercultural en la información periodística se pone
en relación con tópicos y asociaciones negativas en la representación de los
otros, de los diferentes, cuando no coinciden con el modelo mayoritario o con el
patrón cultural del emisor.
Estos problemas no sólo aparecen en las distorsiones que se producen
en la representación informativa de los otros, sino en la propia selección de los
acontecimientos protagonizados por otros pueblos u otras culturas es decir en
la construcción informativa de la diferencia.
Siguiendo a Kirk y Talbot2 cuando se refieren a la distorsión de la
información
reconocen
tres
supuestos:
distorsión
sistemática
o
por
estiramiento, distorsión por niebla y distorsión por espejismo. En el primer caso
hay falta de habilidad por desconocimiento del informador; en el segundo se
produce confusión al mezclar datos y en la distorsión por espejismo se incluyen
las estrategias desinformativas de maximización, minimización y cambio de
sentido del acontecimiento.
Por tanto, la presencia de grupos minoritarios en los medios ha estado
históricamente reproduciendo determinados patrones vigentes, definidos como
2
KIRK, John-TALBOT, George La distorsión de la información en SMITH, A.G. Comunicación y
Cultura 2. Sintáctica, Nueva Visión, Buenos Aires, 1977,pags 221-239.
prejuicios y estereotipos negando, ridiculizando y obviando el derecho a la
diferencia.
El proceso de selección o gatekeeping informativo depende de la
posición política y social de los responsables y/o propietarios de los medios de
comunicación. A éstos se les conoce como ruidos de influencia en la cobertura
tanto de la actualidad internacional como de la representación de grupos
minoritarios; entre ellos encontramos, los intereses de las fuentes que influyen
voluntaria o involuntariamente en el comunicador para distorsionar el mensaje
dando más importancia a unos elementos o actores informativos que a otros.
También se considera la ecuación personal del redactor que determina ruidos
por ignorancia, desconocimiento o comprensión parcial del tema, así como por
prejuicios o partidismos del periodista.
Finalmente, las presiones ideológicas, económicas y políticas se
convierten en ruidos si provocan alteraciones manifiestas en el mensaje.
En los análisis de la representación informativa de la diferencia 3 hemos
establecido varias categorías de ruidos interculturales, en función de su ámbito
de producción: la primera afecta al proceso de selección en el ámbito de los
gatekeepers, la segunda aborda los prejuicios y estereotipos en el emisor, la
tercera abarca el fenómeno de la conceptualización; el cuarto se refiere a la
asociación temática de los acontecimientos y en el quinto a la argumentación.
La contribución de Cohen y Roeh4, en su estudio sobre la narración de
la Intifada con 10 narraciones del mismo acontecimiento en cinco países
distintos no deja lugar a dudas respecto a la intencionalidad del emisor. Los
autores señalan que las informaciones televisivas son casi siempre modificadas
o domesticadas por las cadenas importadoras, en el sentido de hacerlas más
relevantes o comprensibles para la audiencia del país importador.
3
ISRAEL, E. Comunicación y Periodismo en una sociedad global. Trillas, México, 2001.
COHEN, A-ROEH, I. When fiction and news cross over the border, en KORZENNY-G TOOMEY
Mass Media Effects across cultures, p. 28 y ss.
4
El acontecimiento, aunque proceda de una agencia internacional, no es
simplemente puesto en pantalla tal y como ha sido servido, al contrario,
atraviesa un complejo proceso de edición y producción.
En un mundo lleno de complejidades y ambigüedades, estamos
constantemente buscando caminos para confrontar y simplificar la confusión de
la vida cotidiana. Se dice que participamos en el proceso de estereotipación
cuando incluimos en nociones preconcebidas las informaciones sobre otros
grupos. Estamos ante los ruidos interculturales por estereotipos y prejuicios.
Los estereotipos también constituyen un modo económico de ver y de
narrar el mundo. Goffmann se refiere a los estigmas en la vida cotidiana. El
estereotipo no es neutral, por ello afecta a nuestras percepciones de la realidad
e históricamente ha constituido una importante fuente de control social.
Las prácticas y valores periodísticos están condicionados por motivos de
índole económico-comercial y motivos profesionales. El discurso informativo
puede ser considerado como una "práctica significante" y como tal procede
mediante una formalización de la realidad y una producción social del sentido
Los medios de comunicación tienen un papel importante a la hora de
generar actitudes positivas o negativas hacia otras culturas5. La mayor parte de
nuestro conocimiento social y político y de nuestras opiniones sobre el mundo
proceden de las docenas de reportajes e informaciones que leemos o vemos
cada día.
El uso de estereotipos puede resultar especialmente peligroso cuando
se trata de una simplificación radical y sistemática, de manera que ha
desembocado en dicotomías trágicas que abundan en la historia.
También podemos detectar ruidos interculturales por asociación
temática. Según Van Dijk, las noticias relacionadas con minorías se vinculan
5
VAN DIJK, Racismo y desigualdad,en Estudios de Periodismo, Facultad de Ciencias de la Información,
La Laguna, 1992
generalmente a violencia, especialmente revueltas y otros tipos de conflicto;
crimen, especialmente los relacionados con drogas, asaltos, robo o
prostitución; relaciones raciales, especialmente discriminación y conflicto racial;
Inmigración; diferencias culturales y desviación, deportes y cultura popular
Hasta hace poco tiempo era habitual encontrar la palabra inmigrante en
las páginas de sucesos. Más recientemente,
los inmigrantes se están
convirtiendo en víctimas habituales para esta sección. Apaleamientos,
incendios y crímenes con trasfondo racista sacuden a Europa. Las minorías
aparecen asociadas temáticamente a problemas y "amenazas".
Al hablar de la prensa española ante el pueblo gitano, Juan de Dios
Ramírez Heredia dice que la utilización del término gitano es perversa en
muchas ocasiones. Se identifica al presunto autor de una acción punible por la
ley como gitano. Con ello se generaliza de tal manera que se extiende la idea
de que todos los gitanos se encuentran en la misma situación y que el hecho
de que se vean envueltos en problemas con la policía es algo frecuente.
En general en el discurso sobre minorías y refugiados -especialmente en
las informaciones sobre minorías- el uso de la palabra "ilegal" no significa sólo
estar fuera de la ley, sino que se relaciona con la delincuencia.
Por su parte, Pablo del Río ha estudiado la vinculación de los grupos
minoritarios con problemas sociales: que van de la ancianidad, delincuencia y
vandalismo, discapacidad, drogadicción, enfermedad, homosexualidad, malos
tratos, mendicidad, racismo y sexo-infancia.
Los ruidos interculturales en la nominación-conceptualización se
producen cuando, de acuerdo con la teoría del etiquetaje se nombra a una
persona mencionando su pertenencia étnica, su país de origen, el color de su
piel, su cultura y ello no es necesario. Puede resultar espectacular pero no es
informativo. En ocasiones para evitar los ruidos cabe plantearse la siguiente
disyuntiva el perjuicio que causa a la noticia no dar esos datos, por un lado y
por otro el “problema” que puede producir al interesado y a su grupo si se
menciona.
Los titulares suelen ser generalmente los espacios más frecuentes para
esta distorsión que incluso aumenta con calificativos que no definen el
acontecimiento sino que lo evalúan
Finalmente,
podemos
encontrar
ruidos
interculturales
en
la
argumentación y, de un modo particularmente eficaz en la distinción
nosotros/ellos. En conflictos bélicos internacionales la polarización es evidente
y la toma de posición de los medios de comunicación. Pero también en las
informaciones sobre minorías se traza una barrera en la que a un lado se
sitúan los ciudadanos, la Policía, el orden y la seguridad y en la otra los
diferentes relacionados con problemas, desorden, violencia...
Distorsiones simbólicas en una sociedad global
El 11 de septiembre de 2001 se produjo un acontecimiento que refuerza
la necesidad de poner en primer plano de la esfera sociopolítica la
interculturalidad, no como una simple declaración de intenciones, sino con una
apuesta clara en el terreno educativo para una sociedad global.
La globalización mediática ya se ha alcanzado, sin embargo,
desgraciadamente sirve para retransmitir acciones de guerra y de terror que
sacuden la convivencia.
Criterios espaciales como la proximidad, temporales como la inmediatez,
o de interés público como la novedad, el peligro,
el interés humano y el
conflicto en mayor o menor grado aparecen en la mayoría de las informaciones
relatadas por periodistas. A ellos habría que unir estrategias editoriales y
empresariales y rutinas productivas propias de organización informativa que
sumadas a argumentos de cultura profesional dan como resultado las prácticas
periodísticas actuales.
Los criterios relativos al tiempo, magnitud, proximidad, interés, drama,
protagonistas,
conflicto,
equilibrio,
rareza,
análisis
e
interpretación,
visualización y audiencia se mantienen.
Como diría Ramonet en la planificación mediática, es evidente que los
autores de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, idearon la
puesta en escena televisiva: “lo que estaban buscando es un efecto mediático
atacando primero a símbolos, el Pentágono y después las Torres Gemelas en
la que secuencian el segundo ataque de manera que es captado en directo. A
la victoria sobre los símbolos se une la victoria mediática porque imponen al
mundo la imagen de las Torres en llamas.6
La cronología de los acontecimientos lo confirma. Esta es la narración de
Raul Trejo: “ En esos 18 minutos las cadenas de televisión fijaron la imagen de
la primera torre en llamas y sus espectadores en todo el mundo tuvieron tiempo
para encender los receptores y presenciar un incidente que al principio parecía
ser el resultado de una enorme equivocación. Los terroristas atraparon la
atención planetaria para entonces horrorizarla con el segundo choque”.
Esta visualización de la tragedia genera un sentimiento de empatía,
sobraban las palabras, el ser testigo directo del acontecimiento nos transforma
en coparticipes y de la incredulidad se pasa al deseo de saber más, de
encontrar explicaciones a la sinrazón.
Del mismo modo que existe coincidencia en torno a la planificación
mediática, la puesta en escena pretelevisiva de la que nos habla Umberto Eco,
la reflexión se orienta también a la fuerza del directo.
Un segundo aspecto relevante fue el debate inmediato sobre las
imágenes, si debían aparecer los cadáveres, heridos, incluso se llega a señalar
Ignacio Ramonet “Manejo de la información en el actual contexto de crisis mundial” en Sala de Prensa.
Nº40, Febrero 2oo2, Año III, Vol.2 http://www.saladeprensa.org
6
que la pérdida de imagen de los EEUU se debió a que “no mostró a sus
muertos”.
El drama como valor noticia se ha situado en nuestras retinas y es
tremendamente significativo que en los actuales conflictos internacionales en
muchos casos la opinión prevalente sobre el conflicto se centre en la
visualización de las víctimas.
La tercera consideración es precisamente el papel jugado por Internet,
cuando la sociedad quiere saber más sobre la tragedia, sobre las personas
desaparecidas. El consumo de información en tiempo real: inmediatez e
interactividad tras el impacto inicial.
En la sociedad de la información, si algo no circula por la red de
conexiones agencias-redacciones-bancos de datos, su noticiabilidad disminuye
visiblemente o incluso es nula. Por ejemplo, se ha observado que durante la
cobertura del conflicto en la ex-Yugoslavia, otros conflictos incluso más
cruentos fueron completa o sustancialmente ignorados por los medios de
comunicación, como por ejemplo Afganistán (1.000 muertos en Kabul en una
semana), Angola, Liberia con 150.000 muertos en una guerra civil que duraba
desde 1990, Ruanda y Colombia. Uno es el mapa del mundo y otro el mapa de
la actualidad periodística.
Todo esto nos muestra cómo se han reducido -aunque ampliado por
otros factores- los límites de la noticiabilidad. Ampliados, porque los archivos
informatizados y los bancos de datos permiten el acceso a muchísimas
informaciones para contextualizar los acontecimientos; reducidos y, en
sustancia, empobrecidos, porque en la práctica las redacciones raramente
solicitan a esas áreas que les suministren un plus complementario de
información. 7
7
WOLF, M. Los emisores de noticias en la investigación sobre comunicación, en Revista de Estudios
sobre comunicación ZER, número 3, noviembre 1997.
Otro fenómeno significativo que apunta Pedro Gómez García es que, al
conectarse con la red mundial, al dar y recibir información, las gentes de
diferentes sociedades y culturas rompen el aislamiento y comienzan a derribar
las barreras seculares que se erguían entre ellas. La interconexión pasa por
encima no sólo las barreras geográficas, sino de las «raciales» y «étnicas», de
las religiosas, de las lingüísticas... Las culturas entrecruzan informaciones cada
vez más. Se va disipando el espejismo de los presuntos derechos de las
identidades culturales sobre los individuos. Avanza la idea de que son los
individuos los únicos que tienen derecho a conformar culturalmente su vida y a
ejercer sus libertades políticas como ciudadanos.
Cuando Castells8 se refiere a la contribución específica de Internet al
nuevo modelo de empresa apunta , entre otras, la interactividad, la flexibilidad,
y la personalización.
Precisamente, los acontecimientos del 11 de septiembre y la existencia
de conflictos interculturales son un desafío para trabajar en horizontes de paz,
el ejercicio periodístico vuelve a alcanzar el protagonismo si se resitúa en una
sociedad global, no para reforzar las distancias, sino para aproximar
posiciones, ya que la interculturalidad estriba en saber hacer compatible una
dimensión universalista abierta con la existencia de identidades culturales
diversas.
8
CASTELLS, Manuel .La Galaxia Internet, Plaza y Janés, Barcelona, 2001, p 93-94
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