Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas

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República de Colombia
Tribunal Administrativo de Antioquia
Sala Segunda de Oralidad
Magistrada Ponente: Beatriz Elena Jaramillo Muñoz
Medellín,
REFERENCIA:
DEMANDANTE:
DEMANDADO
RADICADO:
INSTANCIA:
PROVIDENCIA:
DECISIÓN:
ASUNTO:
ACCIÓN DE TUTELA – APELACIÓN DE
SENTENCIA
NATALIA ANDREA RODRIGUEZ
UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL
PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN
INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS
05001-33-31-014-2014-00434-01
SEGUNDA
Sentencia
Confirma decisión
Derecho de Petición – Proyecto
Productivo
Procede la Sala a resolver la impugnación interpuesta por la
entidad accionada Unidad para la Atención y Reparación
Integral a las Victimas, contra la sentencia proferida por el
Juzgado Catorce (14) Administrativo del Circuito de Medellín,
el 20 de junio de 2014, por medio de la cual se decidió
conceder la tutela de los derechos fundamentales
invocados por la accionante, Natalia Andrea Rodriguez.
ANTECEDENTES
la señora Natalia Andrea Rodriguez actuando en nombre
propio y en ejercicio de la acción de tutela, manifiesta que
es desplazada desde el año 2001, motivo por el cual los días
2 de abril y 12 de mayo de 2014 elevó solicitudes ante el
Departamento Administrativo para la Prosperidad Social y
ante la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las
Victimas un proyecto productivo auto sostenible, sin
embargo, los funcionarios afirmaron que debía acudir al
Ministerio del Trabajo.
PETICIÓN
La señora Natalia Andrea Rodríguez pretende con la
presente acción de tutela, la protección de sus derechos
fundamentales al trabajo y a la igualdad y en consecuencia
ordenar que en un término mínimo, se le haga entrega del
proyecto productivo auto sostenible, al cual tiene derecho,
para así poder lograr una estabilización socioeconómica.
Acervo probatorio
Al escrito de la acción de tutela anexó copia de las
solicitudes presendas1, copia de la cédula de ciudadanía de
la accionante2 y cotizaciones3.
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
La Unidad Administrativa Especial de Atención y Reparación
Integral a las Víctimas, mediante escrito de fecha 18 de junio
de 2014, indicó que la competencia de generación de
ingresos para la población desplazada no es exclusiva de la
Unidad Administrativa Especial de Atención a las Víctimas
puesto que corresponde a todas las entidades que
conforman el Sistema Nacional de Atención y Reparación
Integral a las Víctimas –SNARIV-, por lo que la accionante
debe acercarse a cada una de las entidades para acceder
a la oferta institucional.
Respecto del derecho de petición, indica que la entidad dio
respuesta de fondo al mismo, mediante comunicación N°
20137208447221 de fecha 06 de junio de 2014, por lo que
considera se configuró un hecho superado y de esta manera
debe negarse las peticiones incoadas por la accionante,
pues no se vulneró derecho fundamental alguno.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar – ICBF- manifestó
que no ha incurrido en acción u omisión frente a los hechos
y medios probatorios aportados por la accionante y que la
Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Victimas
recibió, caracterizó la solicitud presentada por Natalia
Andrea Rodríguez y su núcleo familiar, encontrando que fue
víctima del desplazamiento forzado hace más de diez (10)
años, en consecuencia, conforme a lo dispuesto en el
artículo 112 del Decreto 4800 de 2011 no se encuentra en
etapa de transición.
1
Folios 6 a 9
Folio 10
3
Folios 11 a 15
2
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El Juzgado catorce (14) Administrativo del Circuito de
Medellín mediante sentencia del 20 de junio de 2014, tuteló
el derecho fundamental de petición a la accionante,
teniendo en cuenta que elevó dos peticiones y pese a que
la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las
Victimas manifestó haber brindado una respuesta, no aportó
prueba de ello, por lo que la posibilidad de
autosostenimiento de la accionante que le permite tener
acceso a un mínimo vital, se ha visto irrazonablemente
prolongada y en consecuencia, la Unidad Administrativa
Especial de Atención y Reparación Integral a las Víctimas
deberá comunicar una respuesta de fondo a lo solicitado por
la accionante.
“PRIMERO: TUTELAR el derecho fundamental de petición de la
señora NATALIA ANDREA RODRÍGUEZ, identificada con cédula de
ciudadanía 43.878.041 de Envigado (Ant.), vulnerado por la
UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA ATENCIÓN Y
REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS.
SEGUNDO: ORDENAR a la UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL
PARA LA ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS,
que dentro los CUARENTA Y OCHO (48) HORAS siguientes a la
comunicación de esta decisión, RESUELVA DE FONDO, DE FORMA
CLARA, PRECISA Y CONGRUENTE las peticiones radicadas el 2 de
abril y 12 de mayo de 2014, relacionadas con la asesoría e
inclusión en un proyecto productivo.
TERCERO: ÍNSTESE a la UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL PARA LA
ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS para que
BRINDE UNA ASESORIA INTEGRAL, no sólo limitándose a exponer
cuáles son las diferentes alternativas de restablecimiento
económico que existen, sino haciendo un seguimiento de la
atención que las entidades oferentes le brinden para que ésta
sea efectiva.”4
LA IMPUGNACIÓN
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las
Victimas impugno la decisión de primera instancia, escrito
mediante el cual la entidad accionada reiteró todos y cada
uno de los argumentos expuestos en el escrito de
contestación a la acción de tutela.
4
Folio 39
CONSIDERACIONES
Competencia:
Por ser superior jerárquico del despacho judicial que profirió
la sentencia impugnada por la entidad accionada Unidad
para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, el
Tribunal Administrativo de Antioquia es el competente para
adelantar el trámite de impugnación, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 32 del Decreto 2591 de 1991.
Problema jurídico
La Sala procederá a estudiar de fondo la tutela impetrada
por la señora Natalia Andrea Rodriguez, para lo cual se
analizará si se presentó vulneración a derecho fundamental
alguno por parte de la entidad demandada al no brindarle
respuesta a su solicitud de asignación de proyecto
productivo.
La acción de tutela:
La acción de tutela está encaminada a obtener la
protección efectiva de los derechos fundamentales cuando
los mismos se encuentran amenazados o vulnerados por las
autoridades públicas, o por los particulares, en los casos
previstos por la ley; con tal fin se consagra en el artículo 86 de
la Constitución Política, debidamente reglamentada en los
Decretos 2591 de 1991 y 306 de 1992.
La acción de tutela establece en el artículo 86 de la
Constitución Política, reglamentada mediante el Decreto
2591 de 1991, que en el artículo 1° establece:, "Toda persona
tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en
todo momento y lugar, mediante un procedimiento
preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe en su
nombre, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos
resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión
de cualquier autoridad pública o de los particulares en los
casos que señala este decreto" (resalto fuera del texto), la
cual procederá cuando el afectado no disponga de otro
medio de defensa judicial, salvo que se utilice como
mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable.
En materia de desplazados, la Corte Constitucional en
múltiples pronunciamientos5 ha reiterado que la acción de
tutela se configura como el mecanismo judicial apropiado
para solicitar el amparo de los derechos fundamentales de
la población desplazada. Ello, por el hecho de predicarse la
titularidad de una especial protección constitucional ante las
circunstancias particulares de vulnerabilidad, indefensión y
debilidad manifiesta en la que se encuentran por ser víctimas
del desplazamiento forzado.
En ese sentido la Corte Constitucional manifestó que resulta
contrario a los postulados del Estado Social de Derecho exigir
el agotamiento previo de acciones y recursos al interior de la
jurisdicción ordinaria como condición para la procedencia
del mecanismo de amparo constitucional. Y así lo indicó:
“Debe quedar claro que, debido a la gravedad y a la extrema
urgencia a la que se ven sometidas las personas desplazadas,
no se les puede someter al trámite de las acciones judiciales
para cuestionar los actos administrativos de la Red, ni a la
interposición de interminables solicitudes a la coordinadora del
Sistema. Aquello constituye la imposición de cargas
inaguantables, teniendo en cuenta las condiciones de los
connacionales desplazados, y son factores que justifican la
procedencia de la acción de tutela. En este contexto, se ha
admitido que cuando quiera que en una situación de
desplazamiento forzado una entidad omita ejercer sus deberes
de protección para con todos aquellos que soporten tal
condición, la tutela es un mecanismo idóneo para la protección
de los derechos conculcados”. 6
El desplazamiento forzado y los derechos fundamentales de
los desplazados
Sin entrar a desconocer los diferentes criterios que en relación
con el concepto de “desplazados internos” han expresado
las distintas organizaciones nacionales e internacionales que
se ocupan del tema, de conformidad con lo preceptuado
en la ley7 y la jurisprudencia constitucional8, puede afirmarse
que se encuentra en condición de desplazado toda persona
que se ve obligada a abandonar intempestivamente su lugar
de residencia y sus actividades económicas habituales,
debiendo migrar a otro lugar dentro de las fronteras del
territorio nacional, por causas imputables a la existencia de
5
Al respecto, ver entre otras, las sentencias T-327 de 2001, T-098 de 2002, T-419 de 2003, T-985 de
2003, T-740 de 2004, T-813 de 2004, T-1094 de 2004, T-1144 de 2005, T-086 de 2006, T-496 de 2007 y
T-821 de 2007.
6
Sentencia T- 086 de 2006.
7
Confrontar Ley 387/97 artículo 1
8
Al respecto, ver sentencias: T-327/01, T-227/97 y SU 1150/00
un conflicto armado interno, a la violencia generalizada, a la
violación de los derechos humanos o del derecho
internacional humanitario y, en fin, a determinados factores
que pueden llegar a generar alteraciones en el orden
público-económico interno.
El problema del desplazamiento en Colombia presenta
relevancia en el contexto de la situación nacional actual, ya
que afecta o vulnera el núcleo esencial de los derechos
fundamentales y sociales de las personas que lo padecen,
entre otros, sus derechos a la vida, a la integridad personal,
al trabajo, a la dignidad humana, a la libertad de
locomoción, a la salud, a la educación y, en consecuencia,
a la vida en condiciones dignas.
El desplazamiento forzado y las consecuencias que este
fenómeno produce en torno al ejercicio legítimo de los
derechos fundamentales, le impone a la administración
pública, en el contexto de los postulados constitucionales
que consagran el Estado Social de Derecho, la obligación de
brindar una adecuada atención a los desplazados, en
procura de cesar la amenaza o violación de sus derechos y
de asegurarles unas mínimas condiciones de vida digna y de
bienestar. El cumplimiento de estos objetivos, tal y como lo
ha dicho la Corte Constitucional, encuentra un claro
fundamento, entre otros, en el artículo 2° de la Carta
Fundamental que, por un lado, define como fines esenciales
del Estado “servir a la comunidad, promover la prosperidad
general y garantizar la efectividad de los principios, derechos
y deberes consagrados en la Constitución Política”, Y, por el
otro, les impone a las autoridades de la República el deber
de “proteger a todas las personas residentes en Colombia,
en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y
libertades...”.
Para garantizar las condiciones anteriores, la Ley 387 de 1997
adoptó medidas para prevenir el desplazamiento forzado y
la atención, protección, consolidación y estabilización
socioeconómica de la población desplazada, ésta ley fue
reglamentada por el Decreto 2569 de 2000, por medio del
cual se delegó en la Unidad Para la Atención Y Reparación a
las Víctimas, la coordinación del sistema nacional de
información y atención integral a la población desplazada
por la violencia, al igual que el manejo del registro único de
la Población desplazada. El artículo 1 del Decreto 2569
señala como funciones de esta Entidad las siguientes:
“Promover ante las Entidades Estatales que integran el
sistema nacional de atención para la población desplazada;
el diseño y la elaboración de programas y proyectos
encaminados a prevenir y brindar atención integral a los
afectados por el desplazamiento” así como, “promover y
coordinar la adopción por parte de las autoridades
nacionales y locales de medidas humanitarias, de manera tal
que se brinde oportunamente atención humanitaria de
emergencia, protección y condiciones de estabilización y
consolidación a la población desplazada”.
Así es como, al Estado le corresponde, a través de la Unidad
Para la Atención Y Reparación de las Víctimas, asegurar a la
población desplazada su protección, proporcionarles las
condiciones necesarias para su subsistencia, como son un
albergue provisional compatible con la dignidad de todo ser
humano y la ayuda humanitaria, así como vincularla a los
programas de salud, educación, vivienda y créditos
productivos.
Incorporación en Proyectos Productivos
El artículo 17 de la Ley 387 de 1997, estableció las acciones
por medio de las cuales el Gobierno Nacional generará
condiciones de sostenibilidad en la población desplazada,
así dicho artículo señala:
“El Gobierno Nacional promoverá acciones y medidas de
mediano y largo plazo con el propósito de generar condiciones
de sostenibilidad económica y social para la población
desplazada en el marco del retorno voluntario o el
reasentamiento en otras zonas rurales o urbanas.
Estas medidas deberán permitir el acceso directo de la
población desplazada a la oferta social del gobierno, en
particular a los programas relacionados con:
1. Proyectos productivos.
2. Sistema Nacional de Reforma Agraria y de Desarrollo Rural
Campesino.
3. Fomento de la microempresa.
4. Capacitación y organización social.
5. Atención social en salud, educación y vivienda urbana y
rural, la niñez, la mujer y las personas de la tercera edad, y
6. Planes de empleo urbano y rural de la Red de Solidaridad
Social”.
De igual forma, la Corte Constitucional en múltiples ocasiones
ha señalado que los componentes de la ayuda integral son
implementados tanto por Acción Social, como por diferentes
entidades de componen el SNAIPD. En cuanto al accedo a
dichos programas ha indicado:
“(…) Es razonable que sean las personas en condición de
desplazamiento las que acudan ante la entidades encargadas
de los programas de ayuda y que, cumplan con los trámites
requeridos para ellos pues, la atención integral cuenta con
componentes muy específicos que son adelantados por
distintas entidades del Estado”9
Asimismo, dicha Corporación ha señalado que es deber de
Acción Social, brindar una asesoría y un acompañamiento a
las personas en situación de desplazamiento que pretendan
un restablecimiento económico y mejorar sus condiciones,
motivo por el cual, se constituye como obligación brindar
toda la información necesaria para acceder a los
componentes y ayudas necesarias.
El derecho de petición:
Ha sido considerado tradicionalmente, como un instrumento
que garantiza a los particulares obtener información de las
autoridades, y hoy en día, a la luz de la normatividad
constitucional, se ha convertido además, en un medio para
conocer la razón de las decisiones de las entidades públicas
e inclusive, contar con un sustento jurídico, que le permita
fiscalizar sus actos.
El núcleo esencial del citado derecho fundamental, radica
no solo en la posibilidad de que las personas puedan dirigirse
a las autoridades públicas en interés particular y general, sino
básicamente a que se dé una respuesta clara y precisa del
asunto sometido a su consideración dentro de los términos
legalmente previstos para ello, lo cual se constituye en su
verdadero espíritu. Las dilaciones indebidas en la tramitación
y respuesta de una petición constituyen una vulneración del
mismo.
La tutela del derecho de petición, así pues, no puede consistir
en una orden judicial que resuelva sobre el fondo de las
pretensiones contenidas en la solicitud, puesto que para ello
el ordenamiento jurídico ha previsto otros procedimientos, si
no la exigencia de un pronunciamiento oportuno.
9
Corte Constitucional, Sentencia T-497 de 2010.
La Sala advierte que el derecho fundamental de petición se
consagra como tal en el artículo 23 de la Constitución
Nacional que establece:
“Toda persona tiene derecho a presentar peticiones
respetuosas a las autoridades por motivos de interés general o
particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá
reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para
garantizar los derechos fundamentales” (Subrayas fuera del
texto)
De la norma constitucional trascrita se observa que la
formulación de una petición implica correlativamente para
la autoridad ante la cual se presenta, la obligación de dar
respuesta oportuna y de fondo a la solicitud del peticionario,
pues “de nada serviría la posibilidad de dirigirse a la
autoridad si ésta no resuelve o se reserva para sí el sentido de
lo decidido”10.
Para que la respuesta sea efectiva debe cumplir con los
siguientes requisitos: 1. oportunidad; 2. debe resolver de
fondo la petición, ser clara, precisa y congruente con lo
solicitado; 3. debe ser puesta en conocimiento del
peticionario11. El no cumplimiento de estos requisitos implica
la vulneración del derecho fundamental de petición.
La respuesta no implica aceptación de lo solicitado, pues la
competencia del juez de tutela se limita a la verificación de
los términos establecidos legalmente para dar respuesta a las
solicitudes elevadas por los peticionarios.12
Por su parte el artículo 14° del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, indica que
las peticiones elevadas a las autoridades públicas se
resolverán dentro de los quince (15) días siguientes a la fecha
de su recibo.
EL CASO CONCRETO
La señora Natalia Andrea Rodriguez en nombre propio, por
medio y en ejercicio de la acción de tutela pretende en
concreto la protección de sus derechos fundamentales
invocados que considera vulnerados por la Unidad
10
Corte Constitucional, Sentencia T-1150 de 2004, MP: HUMERTO ANTONIO SIERRA PORTO, 17 de
noviembre de 2004, Exp. T - 961534
11
Corte Constitucional, Sentencia T-1160ª de 2001, M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
12
Ver, entre otras, las Sentencias T-131 y T-169 de 1.996, MP. Vladimiro Naranjo Mesa y la T-206 de
1.998, MP. Fabio Morón Díaz.
Administrativa Especial para la Atención y Reparación
Integral a las Víctimas al no dar respuesta a la solicitud de
asignación de proyecto productivo, radicado en esa
entidad desde el 2 de abril y 12 de mayo de 2014.
La petición es del siguiente tenor:
2 abril de 2014:
“(…)
Solicito
muy
respetuosamente
al
DEPARTAMENTO
ADMINISTRATIVO PARA LA PROSPERIDAD SOCIAL Y A LA UNIDAD
DE ATENCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL A LAS VICTIMAS QUE por
favor me sea asignado el proyecto productivo auto sostenible
equivalente a los 19 salarios mínimos vigentes
Debido a que en mi negocio actual no tengo una estabilidad
socioeconómica sostenible.
(…)”
12 de mayo de 2014:
“(…) por ello de manera respetuosa le solicito SEÑOR (A)
COORDINADOR (A) DEL PROGRAMA DE ATENCIÓN A LO
POBLACIÓN DESPLAZADA – UNIDAD TERRITORIAL DE ANTIOQUIA
DE LA AGENCIA PRESIDENCIAL Y AL MINISTERIO DE TRABAJO A LA
SECRETARIA DE BIENESTAR SOCIAL Y AL DPS, se sirva ordenar a
quien corresponda y se me asigne la reparación del proyecto
productivo equivalente a los 19 salarios mínimos vigentes.
(…)13” Como consecuencia de lo anteriormente escrito y de
conformidad con lo establecido en el artículo 3 de la Ley 1448
de 2011 con el debido respeto solicito señor Director Nacional
de la Unidad Administrativa Especial para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas que de manera INMEDIATA y
sin ningún tipo de dilaciones se sirva ordenar a quien
corresponda y se me asigne un PROYECTO PRODUCTIVO de
generación de INGRESOS…”14
Es de observar que esta última petición se encuentra dirigida
a otra entidad diferente a la Unidad para la Atención y
Reparación Integral a las Victimas, sin embargo, la misma fue
presentada ante esta entidad el 12 de mayo de la presente
anualidad.
No existe prueba en el expediente de que a las solicitudes
presentada por la parte accionante se le haya brindado
respuesta alguna, puesto que pese a que la Unidad para la
13
14
Folio 8
Folio 9
Atención y Reparación Integral a las Victimas informó haber
respondido la solicitud mediante comunicación N°
20147208447221 del 06 de junio de 2014, no fue allegada
prueba alguna de ello.
Pese a la falta de respuesta a la solicitud de la accionante,
en el escrito de contestación a la acción de tutela, la Unidad
para la Atención y Reparación Integral a las Victimas, afirmó
que la competencia de generación de ingresos no es
exclusiva de la Unidad para la Atención y Reparación
Integrla a las Victimas y que le corresponde en general a
todas las entidades que conforman el ahora Sistema
Nacional de Atención y Reparación Integral a las Victimas de
la Violencia – SNARIV-,
Argumentos que fueron expuestos en el escrito de
contestación, precisando que la respuesta que se da al Juez
de tutela no puede entenderse como respuesta a la solicitud
que presenta el peticionario, así lo ha dicho la Corte
Constitucional en sentencia T - 283 de 2003:
“2. La respuesta que la entidad demandada dio a la petición del
demandante a través del escrito de contestación de la acción
de tutela, no se compadece con los criterios resaltados por ésta
Corte en los acápites anteriores. Según lo tiene establecido la
Corte una respuesta dirigida al juez de tutela no constituye una
respuesta clara y oportuna notificada al interesado. Si la
Secretaría de Educación es de la opinión que no tiene
competencia para resolver el asunto para el cual se le ha
peticionado, debe responder en este sentido. Guardar silencio y
adelantar una respuesta únicamente tras haber sido notificada
del proceso judicial en su contra, es a todas luces violatorio del
derecho de petición del demandante.15
No es de recibo, entonces, el argumento del juez de instancia
para denegar la acción de tutela de la referencia, pues es deber
de las entidades demandadas resolver de fondo las solicitudes
ante ellas presentadas”16.
La Corte Constitucional en sentencia T - 915 de 2004, reiteró
su posición sobre el derecho de petición de la siguiente
manera.
“Al no estar acreditado que la accionante fue realmente
enterada de las respuestas a su solicitud y teniendo en cuenta
que, conforme se ha explicado en este providencia, la respuesta
15
Argumento similar se utilizó en un caso similar decidido en la sentencia T-1105 de
2002 M. P. Manuel José Cepeda Espinosa.
16
Corte Constitucional, sentencia T- 283 del 3 de abril de 2003, Magistrado Ponente. Álvaro Tafur
Galvis
dada al juez de tutela no satisface el derecho de petición resulta
incorrecta la decisión de los jueces de instancia de haber
denegado el amparo constitucional, bajo un supuesto hecho
superado, cuando lo que se encuentra demostrado es que la
accionante no ha obtenido respuesta a sus pedimentos.
Desde esta perspectiva, hace parte del núcleo esencial del
derecho fundamental consagrado en el artículo 23 Superior, el
hecho de que la respuesta se ponga en conocimiento del
solicitante, pues no puede tenerse como real contestación la que
sólo es conocida por la persona o entidad de quien se solicita la
información.
Tampoco constituye respuesta la contestación dada al Juez con
ocasión de la acción de tutela que se interpone para la protección
del derecho de petición, dado que las informaciones que el
accionado brinda al funcionario judicial tienen como finalidad
lograr la defensa de sus intereses en el trámite de la acción de
amparo constitucional, circunstancia que no releva al
demandado de su deber de notificar la decisión de la solicitud al
peticionario que es el legítimo destinatario de la misma.”17
En consecuencia, no pueden tenerse los argumentos
expuestos en el escrito de contestación de la acción de
tutela como una respuesta al derecho de petición, pues
según los lineamientos que ha fijado la Corte Constitucional,
para entenderse protegido este derecho la respuesta debe
ser oportuna, de fondo y debe darse a conocer en debida
forma al peticionario, es decir, debe ser notificada a la
accionante; motivo por el cual se hace necesaria la
protección de derecho fundamental constitucional de
petición, pues no se vislumbra en el presente caso que la
señora Rodríguez haya recibido respuesta a sus solicitudes.
Reiterada ha sido la jurisprudencia constitucional, al señalar
cómo se debe proteger el derecho fundamental de petición,
entre otras cosas ha establecido que la respuesta debe ser
de fondo, clara y precisa, resolver lo planteado por el censor,
sin rodeos ni evasivas, en forma directa. La información sobre
el trámite no satisface el derecho de petición.
“Para la Corte, tal y como lo ha señalado hasta el momento18, el
núcleo esencial del derecho fundamental de petición reside en
la resolución pronta y oportuna de la cuestión planteada en la
solicitud. De ahí que la respuesta deba cumplir con estos
requisitos: i) oportunidad ii) Debe existir resolución de fondo,
clara, precisa y de manera congruente con lo solicitado iii) Debe
darse a conocer al peticionario. Por lo tanto, si no se cumple con
17
Corte Constitucional, sentencia T 915 del 13 de septiembre de 2004, Magistrado Ponente. Jaime Córdoba
Triviño
18 Pueden consultarse las sentencias T-12 de 1992, T-419 de 1992, T-172 de 1993, T-306 de 1993, T-335 de 1993,
T-571 de 1993, T-279 de 1994, T-414 de 1995, T-529 de 1995, T-604 de 1995, T-614 de 1995, SU-166 de 1999,
T-307 de 1999, entre muchas otras.
estos requisitos se incurre en una vulneración del derecho
constitucional fundamental de petición.
Así pues, una respuesta de fondo es una resolución material de lo
planteado, por lo que “no se admiten respuestas evasivas, o la
simple afirmación de que el asunto se encuentra "en trámite",
pues ello no se considera una respuesta”19. Por consiguiente, “la
respuesta aparente pero que en realidad no niega ni concede
lo pedido, desorienta al peticionario y le impide una mínima
certidumbre acerca de la conducta que debe observar frente a
la administración y respecto de sus propias necesidades o
inquietudes: no puede hacer efectiva su pretensión, pero
tampoco tiene la seguridad de que ella sea fallida”20
Ahora bien, la Sala advierte que el derecho fundamental de
petición se consagra como tal en el artículo 23 de la
Constitución Política, que establece:
“Toda persona tiene derecho a presentar peticiones
respetuosas a las autoridades por motivos de interés general
o particular y a obtener pronta resolución. El legislador podrá
reglamentar su ejercicio ante organizaciones privadas para
garantizar los derechos fundamentales” (Subraya fuera
del texto)
Por su parte el artículo 14° del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, indica
que las peticiones elevadas a las autoridades públicas se
resolverán dentro de los quince (15) días siguientes a la
fecha de su recibo.
Reiterada ha sido la jurisprudencia constitucional, al indicar
cómo se debe proteger el derecho fundamental de petición.
1. Para que se considere protegido el derecho de petición se
debe dar una respuesta en término oportuno.
2. La respuesta debe ser de fondo, clara y precisa, debe
resolver lo planteado por el censor, sin ningún tipo de rodeos
ni evasivas, en forma directa. La información sobre el trámite,
no satisface el derecho de petición.
3. Por último, la decisión que decide de fondo lo solicitado,
de manera oportuna, debe ser notificada al interesado. Al
respecto se dijo, en la sentencia T-779 de 2000, M.P. Alejandro
Martínez Caballero:
19
20
Sentencia T-165 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo
Sentencia T-206 de 1997. M.P. José Gregorio Hernández Galindo
“1. Alcance del derecho de petición. La autoridad no lo
satisface limitándose a actuar dentro de su competencia.
Debe comunicar la respuesta al solicitante.
(…)
Pero además debe distinguirse entre el derecho que tiene el
peticionario a la respuesta, en virtud de la garantía
constitucional, y el desarrollo interno que, en las dependencias
de la Administración, tenga el curso de la petición formulada.
En efecto, si la petición busca que la autoridad actúe en el
ámbito de sus atribuciones o deberes, cumple su función
obrando de inmediato, pero eso no la libera de su obligación
de informar al peticionario sobre lo actuado y acerca de los
resultados de la actividad emprendida.
Desde luego, como ya lo ha señalado la Corte, esto no es
aplicable a las autoridades judiciales en el curso de los
procesos, ya que éstos se rigen por las normas legales propias
de cada uno, sin que sea lo adecuado impulsarlos mediante la
formulación de peticiones en cada uno de los momentos
procesales21. (Resalto del despacho)
Por otro lado, no puede pasarse por alto que la Unidad para
la Atención y Reparación Integral a las Victimas en el escrito
de contestación, expuso como se argumentó con
anterioridad su falta de competencia frente al tema y que
no es su competencia exclusiva lo que tiene que ver con la
generación de ingresos para la población desplazada, por lo
que dicha situación debió haber sido informada de manera
clara y precisa a la señora Natalia Andrea Rodríguez, pues si
bien la solicitud presentada el 12 de mayo de 2014 fue
dirigida a entidad diferente a la Unidad para la Atención y
Reparación Integral a las Victimas, el sello muestra que el
escrito fue entregado a esta entidad nuevamente, por lo
que, al observar su falta tal situación debe remitirse a la
entidad responsable y hacer saber esta situación a la
peticionaria.
Al respecto la Corte Constitucional en sentencia T – 219 del
22 de febrero de 2001, Magistrado Ponente, Fabio Morón
Díaz, sobre el tema de falta de competencia de quien se le
dirige una petición manifestó lo siguiente:
“La falta de competencia de la entidad ante quien se plantea
el derecho de petición no la exonera del deber legal de
responderlo. En ese caso, la respuesta válida del derecho de
petición obliga a remitir la solicitud al funcionario competente
y a cumplir con el deber de así comunicárselo al peticionario
21
Sentencia T-178/00. Magistrado Ponente: José Gregorio Hernández Galindo
dentro del término legal. Reiteración de jurisprudencia…”
(Resaltos del texto)
Esta Sala reitera entre otras, las Sentencias T-131/96, T-129/96,
T-454/95 así como su más reciente pronunciamiento
consignado en la Sentencia (Exp. T-332455 M.P. Dr. Alejandro
Martínez Caballero) en el que, a propósito de un caso
idéntico, la Sala Sexta de Revisión fue categórica en señalar
que:
"El señalamiento de la remisión a la entidad competente para
responder el derecho de petición elevado sí es respuesta de
recibo.
Si al recibir un derecho de petición, la entidad se percata de su
falta de competencia, es deber comunicárselo al peticionario
dentro del término legal previsto y remitir la solicitud al
funcionario competente. De esa manera se da una respuesta
válida al derecho de petición. Sin embargo, la responsabilidad
de dar una respuesta de fondo no desaparece. Es la entidad a
la cual se le remitió la petición la que, en virtud de su
competencia, debe dar una contestación satisfactoria dentro
de los quince días posteriores al recibo de la remisión de la
solicitud."
Se observa, entonces que la Unidad Administrativa Especial
para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas no
emitió pronunciamiento alguno que le resolviera a la
accionante sus solicitudes, o al menos le indicara de no ser
esta la entidad responsable esta situación como y ante quien
debe dirigirse la solicitud, esto frente a la petición del 02 de
abril de 2014, pues frente a la presentada el 12 de mayo de
la misma anualidad ante la misma entidad, esta debió
dirigirse a la entidad competente al vislumbrar que no era la
Unidad de Victimas a quien se dirigía la solicitud, y de ello
igualmente se debía proceder a informar a la accionante,
todo con el fin de salvaguardar su derecho fundamental de
petición, motivo por el cual, en el caso concreto se vulnera
tal garantía constitucional se hace necesario su protección,
pues es obligación de la entidad accionada responder los
escritos a ella presentados.
Pues bien, vale la pena recordar que la Corte Constitucional
en muchas ocasiones, ha señalado como un deber de la
Unidad brindar asesoría y acompañamiento a aquellas
personas que por cualquier motivo se hayan desplazado y las
cuales pretendan mejorar sus condiciones de vida. Por ello es
obligación de la entidad ofrecer la información necesaria
para que las personas que se encuentran en dicha condición
puedan acceder a las ayudas, programas y componentes
que requieran.
Así las cosas, de conformidad con lo ya expuesto, de
acuerdo con lo estipulado en la Ley 387 de 1997 y el Decreto
2569 de 2000 en su artículo 1º, La Unidad Administrativa
Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas
es la entidad encargada de ejercer la labor de coordinación
del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población
Desplazada SNAIPD, hoy Sistema Nacional de Atención y
Reparación Integral a las Víctimas -SNARIV- creada mediante
el Decreto 790 de abril de 2012, por el cual se trasladan las
funciones del Sistema Nacional de Atención Integral a la
Población Desplazada por la Violencia – SNAIPD, al Sistema
Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas y
del Consejo Nacional de Atención Integral a la Población
Desplazada – CNAIPD, al Comité Ejecutivo para la Atención
y Reparación Integral a las Víctimas22.
En ese orden de ideas la sentencia de primera instancia
proferida por el Juzgado Catorce (14) Administrativo del
Circuito de Medellín el 20 de junio de 2014 será confirmada,
según lo aquí expuesto.
En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE
ANTIOQUIA, SALA SEGUNDA DE ORALIDAD, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley.
FALLA
PRIMERO.- CONFIRMAR el fallo proferido por el Juzgado
Catorce Administrativo del Circuito de Medellín el día veinte
(20) de junio de dos mil catorce (2014), que concedió la
tutela del derecho fundamental de petición a la señora
Natalia Andrea Rodríguez, por las razones expuestas en la
parte motiva de esta providencia.
SEGUNDO: ORDENAR que esta decisión se notifique a las
partes, accionante y accionada por el medio más eficaz y
expedito, de conformidad con el artículo 30 del decreto
2591 de 1991, por medio de la Secretaría de la Corporación.
22
Artículo 1°. A partir de la expedición del presente decreto, el Sistema Nacional de Atención y
Reparación Integral a las Víctimas cumplirá todas las funciones asignadas al Sistema Nacional de
Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia.
TERECERO: Dentro de los diez (10) días siguientes a la
ejecutoria de esta providencia, envíese el expediente a la
Corte Constitucional, para su eventual revisión.
Envíese copia de esta providencia al Juzgado de origen.
NOTIFÍQUESE, CÚMPLASE Y DEVUÉLVASE.
Esta providencia se discutió y aprobó en Sala de la fecha
como consta en el Acta N°
Los magistrados
BEATRIZ ELENA JARAMILLO MUÑOZ
GONZALO J. ZAMBRANO VELANDIA
GLORIA MARÍA GÓMEZ MONTOYA
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