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P. Francisco María de la Cruz Jordán SDS
Breve reseña biográfica
Nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil (Alemania). Falleció el 8 de septiembre
de 1918 en Tafers (Suiza). Sacerdote, Fundador de la Sociedad del Divino
Salvador (Salvatorianos), de la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador
(Salvatorianas), así como del movimiento de Laicos Salvatorianos (Comunidad
internacional del Divino Salvador).
El Padre Francisco María de la Cruz Jordán nació el 16 de junio de 1848 en
Gurtweil, cerca de Waldshut, y, al ser bautizado, recibió el nombre de Juan
Bautista. Desde la Primera Comunión, que fue acompañada por una experiencia
espiritual extraordinaria, experimentó un cambio fundamental en su vida cristiana y
fue creciendo en él el deseo de ser sacerdote. Después de varios años de
aprendizaje y pasantías como pintor, se decidió definitivamente a seguir el llamado
del Señor que ya sentía desde hacía tiempo.
Padre Jordán
Culminado el bachillerato en Constanza, y debido a sus extraordinarios talentos, comenzó a
aprender idiomas. En 1874 inició la carrera de Filosofía y Teología en la Universidad Friburgo, en
Brisgovia. En 1877 entró en el Seminario Diocesano de San Pedro y se ordenó sacerdote el 21 de julio de
1878. Su obispo le mandó a Roma para que siguiera con estudios lingüísticos en el Seminario San
Apolinar. Se dedicó al estudio de idiomas orientales.
En el verano del 1877, Jordán
había tenido todavía como
estudiante,
una
experiencia
profunda de Dios. A partir de ese
momento sintió también un
llamado de oponerse a la
creciente pérdida de fe que se
estaba manifestando en Europa.
En los años siguientes se
preguntaba cada vez más, si
Casa en la que nació el P. Jordán
Dios no lo estaba llamando para
que fundara una Sociedad Apostólica.
El pueblecito Gurtweil
Después de un viaje que hizo por encargo de Propaganda Fide (Congregación por la
Evangelización de los Pueblos), que lo llevó también a Tierra Santa, presentó sus planes al Papa León
XIII, de quien recibió la bendición, el 6 de septiembre de 1880. Un año más tarde fundó la Sociedad
Apostólica Instructiva. A ella, en un primer grado pertenecerían sobre todo hombres y mujeres que
optaban por vivir según los consejos evangélicos. El día de la fundación de la rama masculina es el 8 de
diciembre de 1881 y ésta, poco después, se transformó en
una comunidad religiosa. Jordán escogió el nombre
religioso de: Francisco María de la Cruz, donde refleja sus
tres grandes devociones. Al mismo tiempo hizo el intento
de fundar la rama femenina con la Hermana Francisca
Streitel.
Fallido el intento, poco después lo intentó con la
ayuda de Teresa von Wüllenweber, lo cual llegó a feliz
término, con lo que el 8 de diciembre de 1888 quedaron
fundadas las Salvatorianas. El intento de reunir a
académicos, en defensa de la fe, en un segundo
grado, no le resultó. Sin embargo, pudo animar y
Castillo Sant´Angelo y Basílica de San Pedro en Roma
reunir, sobre todo en los espacios de habla alemana,
a muchos Laicos a fin de trabajar apostólicamente
inspirados por él. Es lo que hoy llamamos la tercera Rama de la Familia Salvatoriana: Los Laicos
Salvatorianos. Estos se formaban por medio de la revista “El Misionero”. En 1884 el P. Jordán empezó
incluso con la “Liga del Ángel de la Guarda” una institución juvenil y para niños, que también tenía su
vehículo de comunicación y formación: la revista “Manna”.
Desde 1890, lleno de ánimo y dejándose guiar por el Espíritu, comenzó a expandir las dos
comunidades religiosas, empezando por Asam (India), después en diversos países Europeos como
también en América del Norte y del Sur. Su apostolado personal consistía cobre todo en el
acompañamiento espiritual y formación apostólica de los cohermanos jóvenes, así como en la
coordinación de la Sociedad. A partir de 1902 se dedicó más y más a consolidar internamente sus
fundaciones. En 1915 se vio obligado a mudarse con el Generalato a Suiza, país neutral, a causa la
Primera Guerra Mundial. En ese mismo año se celebró el III Capítulo General y, a petición propia, se
retiró de la dirección general de la
Sociedad, ocupándose de ello el P.
Pancracio Pfeiffer (1872 – 1945). El P.
Francisco María de la Cruz falleció,
después de haber padecido mucho, el 8 de
septiembre de 1918 en Tafers, cerca de
Friburgo, con fama de santidad. En 1956
se trasladaron sus restos a la Casa Madre
de su “Sociedad del Divino Salvador”, Via
della Conciliazione, en Roma.
Su tumba no es visitada únicamente
por sus hijos e hijas espirituales, sino
también por gente de todas partes del
mundo, donde trabajan los Salvatorianos y
Salvatorianas. Su Santidad Juan Pablo II
también visitó la Casa Madre y oró delante
de la tumba del Fundador. En el año 2002
se colocaron de manera solemne reliquias
de la primera Beata de la Familia
Salvatoriana en la capilla del Fundador. Se
trata de la Beata María de los Apóstoles (Teresa von Wüllenweber), que junto con el P. Jordán, fundó la
Congregación de las Hermanas del Divino Salvador, mejor conocidas como las Salvatorianas.
Profundamente interpelado e inspirado por la cita del Evangelio según San Juan: “En esto consiste
la vida eterna: en conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesús el Mesías”, Jordán
experimentaba en sí una inquietud apostólica apasionada. Se sentía llamado, como instrumento de la
Divina Providencia, a colaborar en la salvación de todos. Los Salvatorianos y las Salvatorianas deben
anunciar a Jesucristo por medio de la palabra y de escritos – “con todos los medios y formas que el amor
a Cristo inspire”.
Para llevar a cabo la obra de Dios, Jordán, como persona humilde y consciente de sus
limitaciones, se dejaba guiar por una profunda confianza en el Señor y buscaba con sincero corazón
cumplir Su voluntad. En toda su sencillez se mostraba siempre dispuesto a aceptar, por el Evangelio, los
sacrificios que fueran necesarios. En su pequeñez, Dios se hizo grande. Se caracterizaba por su gran
fidelidad a la Iglesia, que amaba como a su propia madre. Su proceso de canonización, que fue iniciado
en el 1942, está muy abanzado.
El Padre Jordán nos dejó, como una expresión válida de su espiritualidad, su Diario Espiritual, que
inició como estudiante el 1º de julio 1875 y terminó pocos meses antes de regresar a la Casa del Padre
eterno. En este Diario encontramos reflexiones, oraciones y comentarios que anota en 14 idiomas
distintos. Sobre todo cuando estaba estudiando en el Seminario Diocesano de San Pedro anotaba
muchos textos espirituales de ambos milenios cristianos, que le ayudaban a desarrollar su propia
espiritualidad. El Diario Espiritual contiene también huellas de sus propias experiencias espirituales, tanto
en tiempos difíciles, como también en tiempos de alegría y prosperidad. Da testimonio de una profunda
búsqueda espiritual y de una inquietud apostólica ardiente. El Diario Espiritual está traducido en distintos
idiomas, entre ellos también en español. El P. Jordán, por medio de su Diario Espiritual y por su vida, es
un verdadero guía que nos muestra el camino de entrega apostólica y la búsqueda de la santidad a la que
todos los cristianos estamos llamados.
Texto: P. Stephan Horn SDS, Vicepostulador
Dibujos: P. Markward Probst SDS
Traducción: P. Agustín Van Baelen, Superior del Vicariato de Venezuela
Contacto:
P. Agustín Van Baelen sds
Teléfono: 0212/870.35.16
[email protected]
http://www.salvatorianos.org.ve
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