Causa P.117.495

Anuncio
Secretaría Suprema Corte
Registrado bajo el N° 617
P. 117.495 - “Augusto Gandolfi, José María
s/ Recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley en
causa Nº 50.602 del Tribunal
de Casación Penal, Sala II”.
///PLATA, 27 de junio de 2012.
AUTOS Y VISTOS:
La presente causa P. 117.495, caratulada: “Augusto Gandolfi,
José María s/ Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en causa Nº
50.602 del Tribunal de Casación Penal, Sala II”,
Y CONSIDERANDO:
I. Que la Sala Segunda del Tribunal de Casación Penal, mediante
pronunciamiento dictado el 29 de noviembre de 2011, declaró inadmisible el
habeas corpus articulado in forma pauperis ante dicho órgano por José
María Augusto Gandolfi (fs. 8/10 y vta.).
II. Contra esa decisión se alzó el Defensor Oficial ante la aludida
instancia, merced al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 30/34 y
vta.).
En punto a la admisibilidad, adujo que la impugnada es una
sentencia definitiva ya que el agravio es irreparable ulteriormente, en tanto “...
el traslado de una unidad en forma arbitraria e intempestiva provoca al interno
un agravamiento en las condiciones de detención...” (fs. 30 vta.). Por otra parte,
sostuvo que en el caso “... aparece inobservada la ley sustantiva y adjetiva,
puesto que se han afectado los derechos constitucionales y convencionales
como ser el derecho a la educación y al trato digno...” (fs. cit.). Denunció la
arbitrariedad del pronunciamiento por indebida fundamentación (arts. 18, 19, 33
y 75 inc. 22 de la C.N., 8 de la C.A.D.H. y 14 del P.I.D.C. y P.). -fs. 31-. En
virtud de las cuestiones federales que consideró en juego, de lo resuelto por la
Corte federal in re “Strada”, “Di Mascio” y “Christou”, y del ejercicio del control
de constitucionalidad difuso impuesto por el art. 31 de la C.N., solicitó la
intervención de este Tribunal y dejó planteada, a todo evento, la
1
inconstitucionalidad de los arts. 482 y 494 del C.P.P. (v. fs. 31/32).
En lo que hace a la procedencia, alegó la inobservancia de la
doctrina legal de esta Corte en las causas P. 105.104, sent. 05-V-2010 y P.
113.417, sent. 12-X-2011, al declarar inadmisible la acción de habeas corpus
formulada a favor de Augusto Gandolfi por haber sido interpuesta en forma
originaria. Sostuvo que “... el tribunal recurrido prescindió de compatibilizar la
hermenéutica de las cláusulas constitucionales y supranacionales -arts. 43,
C.N. y 20.1, Const. Prov. y 7.6 de la C.A.D.H.- con las reglas de orden local
destinadas a habilitar con el mayor rendimiento y efectividad posible el
encauzamiento de ese tipo de reclamos, en pos de garantizar adecuadamente
el acceso a la justicia...” (fs. 34).
III. Que el pronunciamiento del Tribunal de Casación satisface en
este legajo el recaudo de definitividad previsto en el art. 482 del Código
Procesal Penal, de conformidad con el criterio reiteradamente vertido por este
órgano en Ac. 100.384, del 22-VIII-2007; Ac. 101.080, del 31-VIII-2007; Ac.
102.060, del 19-III-2008; y Ac. 105.104, del 12-XI-2008, entre muchas otras.
Y, si bien la vía recursiva prevista en el citado art. 494 sólo
procede en los casos en que la sentencia definitiva, por inobservancia o
errónea aplicación de la ley sustantiva o doctrina legal, revoque una sentencia
absolutoria o imponga una pena de reclusión o prisión superior a diez años;
ese principio debe ceder en supuestos excepcionales si se ha puesto en tela de
juicio una típica cuestión federal (art. 18, C.N.; conf. doct. 97.508, 29-VIII-2007
y sus citas; Ac. 89.048, 12-XII-2007; Ac. 88.037, 19-XII-2007).
En ese sentido, conforme lo ha establecido el máximo Tribunal
nacional (Fallos 308:490, “Strada” y Fallos 311:2478, “Di Mascio”, en especial,
respecto de este último, consid. 9, segundo párrafo), esta Suprema Corte
constituye el superior tribunal de la causa a efectos de resolver este tipo de
cuestiones.
En
el
caso,
en
tanto
los
planteos
reseñados
quedan
comprendidos en los supuestos indicados previamente, corresponde admitir el
recurso para garantizar el adecuado tránsito de la causa a la competencia de la
2
P. 117.495
Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el marco de los arts. 31 de la
Constitución Nacional y 14 de la ley 48 (conf. doct. C.S.J.N. cit.).
IV. Ahora bien, en el sub lite se advierte un déficit de magnitud tal
que obstaculiza el examen de la procedencia de los reclamos y conduce a la
anulación oficiosa del pronunciamiento recurrido.
Con ese norte, resulta propicio traer a colación algunas de las
particularidades de estos actuados.
1. En primer lugar, cabe referir que José María Augusto Gandolfi
efectuó in forma pauperis una presentación ante el Tribunal de Casación
Penal, que tituló “habeas corpus” (fs. 1/3) con cita de los arts. 405 del Código
Procesal Penal, 43 y 20 inc. 1 Const. prov.
Adujo que acudía a esa vía a los efectos de hacer cesar el
“agravamiento arbitrario en las condiciones de detención ilegal” provocado en
virtud del traslado dispuesto por el Servicio Penitenciario Bonaerense a la
Unidad para penados Nº 30 de General Alvear, en inobservancia de la
resolución del Ministerio de Justicia Nº 1938, en tanto el mismo refiere ser
estudiante universitario de la Facultad de Periodismo. En definitiva, solicitó el
traslado a la Unidad Penitenciaria Nº 9 de La Plata (fs. 1 y vta.).
Iniciado el trámite ante la Sala II del órgano casatorio, se dispuso
la notificación de la radicación de los autos en los términos de los arts. 113, 121
y ccdtes. del Código de Procedimiento Penal, y se libraron cédulas a la Fiscalía
y a la Defensoría de Casación (fs. 5/7).
Finalmente, el 29 de noviembre de 2011 el a quo rechazó -por
inadmisible- la pretensión, con fundamento en que “… el art. 417 del C.P.P.
otorga a [ese] Tribunal […] una función revisora de las resoluciones adoptadas
por las Cámaras de Garantías en materia de Hábeas Corpus, y, siendo así, no
resulta admisible la interposición originaria de tal acción ante [esa] sede,
cuando no existan motivos de excepcionalidad que la autoricen…” (fs. 9).
2. El relato expuesto da cuenta de una situación excepcional de
incompatibilidad con el debido proceso, en tanto, frente a la presentación
efectuada por Augusto Gandolfi desde su lugar de detención, el órgano a quo
3
omitió garantizar el patrocinio que, como derivación necesaria del derecho de
defensa en juicio, demanda el art. 18 de la Constitución Nacional.
En efecto, la falta de vista a la Defensa Oficial para que
encauzara y apuntalara técnicamente la petición del mencionado imputado,
importó un inadmisible menoscabo a la mentada garantía; toda vez que -a ese
fin- no resulta suficiente la notificación instrumentada a fs. 6, pues su objeto fue
poner en conocimiento de esa parte la radicación de las actuaciones en la Sala
II, sin hacer referencia siquiera a que ellas se habían iniciado merced a una
petición de habeas corpus impetrada in forma pauperis (nótese que tampoco
se acompañaron copias de lo hasta allí actuado).
Al respecto, ha resuelto la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, criterio compartido por este cuerpo en numerosos precedentes (conf.
Ac. 91.684, res. del 4-X-2006; P. 82.833, sent. del 7-II-2007; P. 83.530, sent.
del 18-VI-2008, entre muchos otros), que los reclamos de quienes se
encuentran privados de su libertad, más allá de los reparos formales que
pudieran merecer, deben ser considerados como una manifestación de
voluntad de interponer los recursos de ley, y que es obligación de los tribunales
suministrar la debida asistencia letrada que permita ejercer la defensa
sustancial que corresponda (Fallos 308:1386; 310:492; 311:2502; 324:3545).
También ha dicho ese Tribunal que la garantía que consagra la
Ley Fundamental (art. 18, C.N.) requiere que ella sea observada algo más que
formalmente para que una persona cuente con el asesoramiento legal que
reclama el derecho a una defensa técnica, el que debe estar en condiciones de
ser efectivo (C.S.J.N., “Fallos”, 189:34; 279:27; 310:192; 311:2502; 319:192 y
320:854) y cierto, de modo tal que quien sufre un proceso penal ha de sea
provisto de un adecuado asesoramiento legal, que asegure la realidad
sustancial de la defensa en juicio (Fallos: 5:459; 237:158; 327:5095; y M. 599.
XLI “Montenegro, Raúl Alberto s/ presentación”, sent. del 17-X-2007, por
remisión al dictamen del Procurador Fiscal).
3. En consecuencia, la omisión de subsanar la deficiencia de la
presentación informal realizada por el encausado desde su lugar de
4
P. 117.495
alojamiento importó -en el caso- un inadmisible menoscabo del debido proceso
y de la garantía de defensa en juicio, que impone la anulación oficiosa de lo
resuelto y la devolución de los autos a la instancia anterior a fin de que,
integrada con jueces hábiles, dicte un nuevo fallo ajustado a derecho, previo
garantizar la efectiva asistencia técnica de José María Augusto Gandolfi.
Por ello, la Suprema Corte de Justicia,
RESUELVE:
I. Conceder el recurso de inaplicabilidad de ley deducido a fs.
20/34 y vta. (arts. 486 y 494, C.P.P.).
II. Declarar -de oficio- la nulidad de la sentencia de fs. 8/10 y vta.
y devolver la presente al Tribunal de Casación Penal a fin de que, integrado
con jueces hábiles, dicte un nuevo fallo ajustado a derecho, previo garantizar la
efectiva asistencia técnica de José María Augusto Gandolfi.
Regístrese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase.-
Daniel Fernando Soria
Luis Esteban Genoud
Hilda Kogan
Eduardo Julio Pettigiani
R. Daniel Martínez Astorino - Secretario
5
Descargar