CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. CONTRADICCIÓN DE

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
SUSCITADA
ENTRE
EL
SÉPTIMO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
PENAL DEL PRIMER CIRCUITO; Y EL
SEGUNDO Y QUINTO TRIBUNALES
COLEGIADOS, AMBOS EN MATERIA
PENAL DEL MISMO CIRCUITO.
Vo. Bo.
PONENTE: MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA.
SECRETARIO: HORACIO NICOLÁS RUIZ PALMA.
México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día
seis de junio de dos mil doce.
V I S T O S los autos para resolver la contradicción de tesis
496/2011; y,
R E S U L T A N D O:
PRIMERO. Denuncia. **********, quejoso en el amparo
indirecto **********, del índice del Juzgado Décimo de Distrito de
Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, mediante escrito
recibido el ocho de diciembre de dos mil once en la Oficina de
Certificación Judicial y Correspondencia de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, denunció la posible contradicción de tesis
entre el criterio sustentado por el Séptimo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito al resolver el amparo en revisión
**********; y el emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Materia Penal del mismo Circuito, al dictar la sentencia en el
amparo directo **********; así como el pronunciado por el Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Penal del propio Circuito, en los
fallos dictados respectivamente en el amparo directo ********** y en
el amparo en revisión **********1.
SEGUNDO. Trámite de la denuncia. El Subsecretario
General de Acuerdos de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, mediante oficio **********, envió a esta Primera Sala la
contradicción de tesis 496/2011, al considerar que le corresponde
el conocimiento del asunto en atención a la materia del mismo2.
El Presidente de la Primera Sala de este Alto Tribunal en
auto de cuatro de enero de dos mil doce, ordenó formar y registrar
el expediente; estimó que toda vez que el denunciante fue parte
quejosa en el amparo en revisión **********, del índice del Séptimo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, se
encuentra legitimado para plantear la contradicción de criterios,
por lo que admitió a trámite la denuncia formulada; asimismo, con
la finalidad de integrar el expediente requirió a los órganos
jurisdiccionales en contienda que remitieran copia certificada de
las ejecutorias pronunciadas en los expedientes de los amparos
en revisión y juicios de amparo directo en los que sostuvieron los
criterios relativos; el disquete o disco compacto con los archivos
respectivos; así como una lista de los expedientes en los que
hayan sustentado igual criterio; y en su caso, que informaran si en
posterior ejecutoria se apartaron del mismo3.
1
Fojas de la 1 a la 10.
Foja 74.
3
Fojas 75 y 76.
2
2
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
TERCERO. Integración del asunto. El Ministro Presidente
de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
en acuerdo de veintitrés de enero de dos mil doce, tuvo por
integrada la contradicción de tesis; ordenó dar vista al Procurador
General de la República a través del Director General de
Constitucionalidad para que dentro del término de treinta días, en
caso de estimarlo conveniente formulara su opinión sobre el tema;
y dispuso turnar el asunto al Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
para la elaboración del proyecto correspondiente4.
Por oficio ************, recibido el veintiuno de febrero de dos
mil doce, en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia
de este Alto Tribunal, la agente del Ministerio Público de la
Federación,
designada
por
el
Director
General
de
Constitucionalidad de la Procuraduría General de la República,
emitió su opinión en el sentido de que es inexistente la
contradicción de tesis denunciada5.
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, es competente para conocer y
resolver la presente denuncia de contradicción de tesis, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos;
197-A, de la Ley de Amparo; y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial de la Federación, en relación con los puntos
segundo y cuarto del Acuerdo General 5/2001, del Pleno de la
4
5
Fojas 176 y 177.
Fojas de la 183 a la 208.
3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en virtud de que se trata
de una denuncia de contradicción de tesis suscitada entre criterios
de Tribunales Colegiados de Circuito, en un tema que, por su
naturaleza penal, corresponde a la materia de la especialidad de
esta Primera Sala.
No pasa inadvertido que el artículo 107, fracción XIII, de la
Constitución Federal, se reformó mediante decreto publicado en el
Diario Oficial de la Federación el seis de junio de dos mil once, y
actualmente establece que cuando los Tribunales Colegiados de
un mismo Circuito (sin especialización o de una misma
especialización) sustenten tesis contradictorias, la denuncia debe
hacerse ante el Pleno de Circuito correspondiente, a fin de que
sea éste el que decida cuál es la tesis que debe prevalecer; esta
reforma entró en vigor el cuatro de octubre pasado, por disposición
del artículo segundo transitorio del referido decreto.
Sin embargo, lo anterior no implica que a la fecha, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación carezca de competencia
para conocer y resolver el presente asunto, ya que a juicio de esta
Primera Sala, las Salas de este Alto Tribunal conservan
competencia por disposición expresa del artículo tercero transitorio
del decreto aludido, el cual dispone que los juicios de amparo
iniciados con anterioridad a la entrada en vigor del decreto de
mérito, continuarán tramitándose hasta su resolución final
conforme a las disposiciones aplicables vigentes a su inicio, salvo
por lo que se refiere a las disposiciones relativas al sobreseimiento
por inactividad procesal y caducidad de la instancia, así como el
cumplimiento y ejecución de las sentencias de amparo.
4
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Ello es así porque si bien es cierto que las contradicciones de
tesis no constituyen propiamente juicios de amparo, también lo es
que los criterios en potencial contradicción, se generaron con la
resolución de juicios de amparo; de ahí que realizando una
interpretación armónica, sea posible establecer que el artículo
tercero transitorio resulta aplicable a las contradicciones de tesis,
cuyas demandas de amparo que dieron origen a los criterios en
conflicto, se presentaron con anterioridad a la entrada en vigor del
decreto de reforma constitucional; máxime que a la fecha no se ha
integrado, formal ni materialmente, el Pleno del Primer Circuito.
La anterior interpretación, es acorde a la garantía de tutela
jurisdiccional prevista en el artículo 17 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, la cual implica que el poder
público no puede supeditar el acceso a los tribunales a condición
alguna
que
resulte
innecesaria,
excesiva
o
carente
de
razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que
lícitamente puede perseguir el legislador, en el caso concreto, la
seguridad jurídica como consecuencia de la unificación de
criterios; por lo que, de considerar que se actualiza una
incompetencia constitucional, el conocimiento y la resolución de
los asuntos de esta naturaleza estaría supeditado a la creación
formal y material de los Plenos de Circuito, con el consecuente
estado
de
indefinición
de
los
criterios
potencialmente
contradictorios.
En tales condiciones, aun cuando el texto del artículo 107,
fracción XIII, de la Constitución Federal vigente, estatuye la
competencia exclusiva de los Plenos de Circuito para conocer y
5
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
resolver
sobre
contradicciones
de
tesis
suscitadas
entre
Tribunales Colegiados de un mismo Circuito (no especializados o
especializados en una misma materia), empero, acorde al artículo
tercero transitorio del decreto publicado el seis de junio de dos mil
once, en el Diario Oficial de la Federación y ante la inexistencia
material y legal de los Plenos de Circuito, específicamente el
correspondiente al Primer Circuito, es que esta Primera Sala
conserva competencia transitoria para conocer y resolver la
presente contradicción de tesis, en tanto que las demandas de
amparo que dieron origen a los criterios en conflicto, fueron
presentadas con anterioridad a la entrada en vigor del Decreto de
reforma constitucional, además de que fue denunciada por parte
legítima (como se aprecia en el apartado siguiente) y se ordenó su
trámite e integración conforme con la competencia constitucional
que de manera directa preveía el artículo 107, fracción XIII, de la
Ley Fundamental, -antes de su reforma-; y con la competencia
legal que todavía prevén a su favor los artículos 197-A de la Ley
de Amparo, y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación.
SEGUNDO. Legitimación. La denuncia de contradicción de
tesis proviene de parte legítima, en términos de lo previsto por los
artículos 107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A, párrafo primero
de la Ley de Amparo, pues fue denunciada por **********, parte
quejosa en el juicio de amparo **********, del índice del Juzgado
Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito
Federal, y recurrente en el expediente de revisión **********, del
registro del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Primer Circuito, quien se encuentra facultado para ello, toda vez
que las partes que intervinieron en los juicios que dieron origen a
los criterios en oposición, podrán denunciar la contradicción de
tesis.
TERCERO. Posturas contendientes. Las consideraciones
de las ejecutorias pronunciadas por los Tribunales Colegiados de
Circuito, que suscitaron la denuncia de contradicción de criterios,
son las siguientes:
I. El Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al resolver el amparo en revisión **********, sostuvo que el
análisis conjunto de los artículos 100, 101, 102, 105 y 110 del
Código Penal Federal, pone de relieve que la prescripción es una
figura jurídica mediante la cual se extingue la acción penal por el
sólo transcurso del tiempo; los citados numerales evidencian la
forma en que empieza a correr la misma; la acción penal prescribe
en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa
de la libertad que señala la ley para el delito de que se trata, pero
en ningún caso será menor de tres años; de dichos preceptos se
desprenden las causas que originan que se interrumpa dicho
término. En la especie, el delito por el cual se le sigue proceso al
inculpado es el de “enriquecimiento ilícito” previsto en el artículo
224 del Código Penal Federal6, mismo que establece una pena
“ARTÍCULO 224.- Se sancionará a quien con motivo de su empleo, cargo o comisión en el servicio público, haya incurrido
en enriquecimiento ilícito. Existe enriquecimiento ilícito cuando el servidor público no pudiere acreditar el legítimo aumento de
su patrimonio o la legítima procedencia de los bienes a su nombre o de aquellos respecto de los cuales se conduzca como
dueño, en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
6
Incurre en responsabilidad penal, asimismo, quien haga figurar como suyos bienes que el servidor público adquiera o haya
adquirido en contravención de lo dispuesto en la misma Ley, a sabiendas de esta circunstancia.
Al que cometa el delito de enriquecimiento ilícito se le impondrán las siguientes sanciones:
Decomiso en beneficio del Estado de aquellos bienes cuya procedencia no se logre acreditar de acuerdo con la Ley Federal
de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
privativa de la libertad de dos a catorce años de prisión; en ese
tenor, el término medio aritmético de la penalidad para ese
antisocial es de ocho años; dicho delito es considerado como
continuado, debido a que su consumación se agota en el momento
en que cesa la conducta ilícita imputada; luego, para efecto de lo
estatuido en la fracción III, del artículo 102 del referido código 7, la
última conducta es la del último empleo del activo como servidor
público, la cuál acontenció el treinta y uno de diciembre de mil
novecientos noventa y siete.
Ahora bien, si la última conducta se realizó en esa fecha y el
término prescriptorio de la acción es de ocho años, entonces la
acción penal prescribía el uno de enero de dos mil seis; sin
embargo el Ministerio Público antes ejerció la acción penal, esto
es, el veintiuno de febrero de dos mil tres; por tanto resulta
inconcuso que la acción penal no prescribió.
Dicho tribunal señaló que no era relevante establecer qué
otras actuaciones podían interrumpir la prescripción de la acción
penal en términos de los artículos 110 y 111 del Código Penal
Federal, toda vez que el ejercicio de la acción penal se realizó
antes de que transcurrieran los ocho años de cómputo; precisó
que el término para que operara nuevamente la prescripción,
Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito no exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo
diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de tres meses a dos años de prisión, multa de treinta a trescientas veces el
salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de tres
meses a dos años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos.
Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo diario
vigente en el Distrito Federal, se impondrán de dos años a catorce años de prisión, multa de trescientas a quinientas veces el
salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de dos
años a catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos”.
“ARTÍCULO 102.- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con
sus modalidades, y se contarán:
[…] III.- Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito continuado…”.
8
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
comenzó de nuevo a partir de la notificación al Ministerio Público
de la orden de aprehensión girada en su contra; estableció que la
presentación de la denuncia no interrumpe la prescripción de la
acción, ya que no se trata de una actuación idónea para tal efecto,
pero si lo interrumpe el libramiento de la orden de aprehensión,
pues si bien no es una causa establecida en el artículo 110 del
Código
Penal
Federal8,
como
actuación
practicada
en
averiguación del delito y de los delincuentes, si es una causa que
suspende el procedimiento hasta en tanto sea detenido el
inculpado, o bien transcurra el término de la prescripción.
Como la orden de aprehensión en contra del quejoso fue
notificada al agente del Ministerio Público el veintisiete de mayo de
dos mil cuatro, es a partir de esa fecha en que iniciaría
nuevamente el cómputo de la prescripción de la acción, el cual
terminaría transcurridos los ocho años, es decir, hasta el
veintisiete de mayo de dos mil doce.
Los antecedentes relevantes del asunto son los siguientes:
1. El veintisiete de mayo de dos mil cuatro, en la causa penal
**********, se libró por parte del Juez Décimo Cuarto de
Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal,
“ARTÍCULO 110.- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación
del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona
determinada.
8
Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia.
La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del
delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega
del inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se
localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las
actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad
requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su
entrega.
La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los
artículos 105, 106 y 107 de este Código”.
9
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
orden de aprehensión en contra de **********, por su probable
responsabilidad
en
la
comisión
del
delito
de
“enriquecimiento ilícito”, previsto en el artículo 224, párrafo
primero del Código Penal y sancionado en el último párrafo
de la citada codificación.
2. Dicha determinación fue combatida mediante el juicio de
garantías **********, del índice del Juzgado Tercero de Distrito
“B” de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, cuyo
titular negó al quejoso la protección constitucional; resolución
que fue impugnada y confirmada por el Séptimo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito; razón por la
cual se certificó por parte de la secretaría del juzgado de la
causa penal de origen, que la prescripción se computaba a
partir del veinticuatro de enero de dos mil cinco, hasta el
veinticinco de enero de dos mil trece, tomando en cuenta el
delito por el cual se libró la orden de aprehensión.
3. El veintiséis de marzo de dos mil diez, **********, solicitó al
juez de la causa que declarara prescrita la acción penal. El
referido juzgador, por auto de treinta y uno de marzo
siguiente, consideró improcedente tomar decisión alguna
respecto de la solicitud de prescripción, por encontrarse
suspendido el procedimiento. Dicho proveído fue combatido
a través del juicio de amparo ********** del registro del
Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal del
Distrito Federal, cuyo titular otorgó al quejoso la protección
constitucional, lo que originó
–en cumplimiento a dicha
10
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
ejecutoria– que el juez de la causa dictara otro auto, el
veinticuatro de junio de dos mil diez, en el que se pronunció
en el sentido de que a la fecha todavía no operaba la
prescipción de la acción penal, en relación con los hechos
concretos materia de la causa.
4. Contra la resolución anterior se interpuso amparo indirecto,
del que conoció el propio Juez Décimo de Distrito de Amparo
en Materia Penal en el Distrito Federal, bajo el expediente
**********; mismo que el uno de septiembre de dos mil diez
determinó negar al quejoso ********** la protección de la
Justicia de la Unión; resolución que fue confirmada el nueve
de diciembre de dos mil diez, por el Séptimo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, quien
determinó en lo que al caso concierne, lo siguiente:
“También son infundados los agravios hechos valer
por el promovente del recurso mismos que se
encuentran abreviados en los incisos B) y E), del
considerando relativo, en los que aduce que la
acción penal ha prescrito; lo anterior es así, por lo
siguiente: El Código Penal Federal, en lo que aquí
interesa
establece:
"Artículo
100.
Por
la
prescripción se extinguen la acción penal y las
sanciones, conforme a los siguientes artículos”.
"Artículo 101. La prescripción es personal y para
ella bastará el simple transcurso del tiempo
señalado por la ley. Los plazos para la prescripción
se duplicarán respecto de quienes se encuentren
11
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
fuera
del
territorio
circunstancia
no
es
nacional,
posible
si
por
esta
integrar
una
averiguación previa, concluir un proceso o ejecutar
una sanción. La prescripción producirá su efecto,
aunque no la alegue como excepción el acusado.
Los jueces la suplirán de oficio en todo caso, tan
luego como tengan conocimiento de ella, sea cual
fuere el estado del proceso." "Artículo 102. Los
plazos para la prescripción de la acción penal serán
continuos; en ellos se considerará el delito con sus
modalidades, y se contarán: I. A partir del momento
en que se consumó el delito, si fuere instantáneo; II.
A partir del día en que se realizó el último acto de
ejecución o se omitió la conducta debida, si el delito
fuere en grado de tentativa; III. Desde el día en que
se realizó la última conducta, tratándose de delito
continuado;
y
IV.
Desde
la
cesación
de
la
consumación en el delito permanente." "Artículo
105. La acción penal prescribirá en un plazo igual al
término medio aritmético de la pena privativa de la
libertad que señala la ley para el delito de que se
trate, pero en ningún caso será menor de tres
años."
"Artículo
110.
La
prescripción
de las
acciones se interrumpirá por las actuaciones que se
practiquen en averiguación del delito y de los
delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean
éstos no se practiquen las diligencias contra
persona determinada. Si se dejare de actuar, la
prescripción empezará a correr de nuevo desde el
12
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
día
siguiente
prescripción
al
de
de
las
la
última
acciones
diligencia.
se
La
interrumpirá
también por el requerimiento de auxilio en la
investigación del delito o del delincuente, por las
diligencias que se practiquen para obtener la
extradición internacional, y por el requerimiento de
entrega del inculpado que formalmente haga el
Ministerio Público de una entidad federativa al de
otra donde aquél se refugie, se localice o se
encuentre detenido por el mismo o por otro delito.
En el primer caso también causarán la interrupción
las
actuaciones
que
practique
la
autoridad
requerida y en el segundo subsistirá la interrupción
hasta en tanto la autoridad requerida niegue la
entrega o en tanto desaparezca la situación legal del
detenido, que dé motivo al aplazamiento de su
entrega. La interrupción de la prescripción de la
acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad
los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107
de este Código." Del análisis en su conjunto de los
preceptos legales antes transcritos, se pone de
relieve que la prescripción es una figura jurídica
mediante la cual se extingue la acción penal por el
sólo transcurso de tiempo; asimismo, se evidencia
la forma en que empezará a correr la misma, y que
la acción penal prescribirá en un plazo igual al
término medio aritmético de la pena privativa de la
libertad que señala la ley para el delito de que se
trate, pero en ningún caso será menor de tres años;
13
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
de igual forma se desprenden también las causas
que pueden originar que se interrumpa dicho
término. Ahora bien, en la especie al inculpado se le
sigue el proceso por la comisión del delito de
enriquecimiento ilícito, contenido en el artículo 224
del Código Penal Federal, el cual es del tenor
siguiente: "Artículo 224. Se sancionará a quien con
motivo de su empleo, cargo o comisión en el
servicio público, haya incurrido en enriquecimiento
ilícito. Existe enriquecimiento ilícito cuando el
servidor público no pudiere acreditar el legítimo
aumento de su patrimonio o la legítima procedencia
de los bienes a su nombre o de aquellos respecto
de los cuales se conduzca como dueño, en los
términos de la Ley Federal de Responsabilidades de
los Servidores Públicos. Incurre en responsabilidad
penal, asimismo, quien haga figurar como suyos
bienes que el servidor público adquiera o haya
adquirido en contravención de lo dispuesto en la
misma Ley, a sabiendas de esta circunstancia. Al
que cometa el delito de enriquecimiento ilícito se le
impondrán las siguientes sanciones: Decomiso en
beneficio del Estado de aquellos bienes cuya
procedencia no se logre acreditar de acuerdo con la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores
Públicos. Cuando el monto a que ascienda el
enriquecimiento ilícito no exceda del equivalente de
cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en
el Distrito Federal, se impondrán de tres meses a
14
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
dos años de prisión, multa de treinta a trescientas
veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito
Federal al momento de cometerse el delito y
destitución e inhabilitación de tres meses a dos
años para desempeñar otro empleo, cargo o
comisión públicos. Cuando el monto a que ascienda
el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente de
cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en
el Distrito Federal, se impondrán de dos años a
catorce años de prisión, multa de trescientas a
quinientas veces el salario mínimo diario vigente en
el Distrito Federal al momento de cometerse el
delito y destitución e inhabilitación de dos años a
catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o
comisión
públicos."
El
artículo
antes
citado,
establece en el caso una condena privativa de
libertad de dos a catorce años de prisión, la que nos
da un término medio aritmético de ocho años. Cabe
señalar, de acuerdo a lo establecido en el artículo 7,
fracción I, del Código Penal Federal, el tipo penal en
comento
es
continuado,
debido
a
que
su
consumación se agota en el momento en que cesa
la conducta ilícita imputada. Asimismo, para efectos
de lo previsto en la fracción III, del artículo 102, del
Código Penal Federal, al estar ante la presencia de
un delito continuado, se tendrá como última
conducta, la de su último empleo, como servidor
publico, la cual aconteció el treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y siete. Ahora
15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
bien, tomando en consideración que la ultima
conducta se consideró realizada el treinta y uno de
diciembre de mil novecientos noventa y siete
(último puesto) y considerando que el término
prescriptorio es de ocho años, lógico es concluir
que el ejercicio de la acción penal prescribió el
primero de enero de dos mil seis. Sin embargo, al
haberse ejercitado la correspondiente acción penal
por parte del agente del Ministerio Público, el
veintiuno de febrero de dos mil tres, e incluso
haberse
librado
la
orden
de
aprehensión
el
veintisiete de mayo de dos mil cuatro (actualmente
rige
la
situación
del
ahora
quejoso),
resulta
inconcuso que ésta no prescribió, pues tales
acontecimientos se dieron antes de que feneciera
dicho término, lo anterior es así, máxime cuando de
actuaciones se advierte que para el computo de la
prescripción aun no se ha tomado en cuenta la
sanción
correspondiente
para
los
delitos
continuados, lo cual evidentemente incrementaría
dicho lapso prescriptorio. De ahí que resulte
irrelevante establecer qué otras actuaciones, en
términos del artículo 110 y 111 del Código Penal
Federal, son las que interrumpieron la prescripción
de la acción, pues como ya se mencionó, tal
ejercicio de la acción penal e incluso el libramiento
de la orden de aprehensión se realizaron antes de
que transcurrieran ocho años, lo que evidentemente
interrumpió la prescripción de la acción, lo que trae
16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
como consecuencia que el término para que ésta
opere, comenzó de nueva cuenta a correr a partir de
la notificación de la orden de aprehensión al
Ministerio Publico. También, no es correcto que la
presentación
de
la
denuncia
interrumpió
la
prescripción de la acción, pues aunque le asiste la
razón al recurrente, en términos de lo previsto en la
jurisprudencia VII.P. J/32, sustentada por el Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Septimo Circuito,
visible en la página quinientos treinta y ocho del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
tomo VII, junio de mil novecientos noventa y ocho,
Materia
Penal,
"PRESCRIPCIÓN
Novena
DE
LA
Época.
Que
ACCIÓN
reza:
PENAL.
DENUNCIA NO CONSTITUYE UNA ACTUACIÓN
IDÓNEA PARA INTERRUMPIRLA. La denuncia no
constituye una actuación de autoridad competente
que
interrumpa
la
prescripción
de
la
acción
persecutoria, a que se refiere el artículo 98 del
Código Penal del Estado, sino sólo consiste en la
exposición de acontecimientos que el supuesto
agraviado o el interesado considera configurativos
de un delito, para el efecto de que el representante
social efectúe las investigaciones necesarias para
obtener la comprobación del delito y determine la
probable responsabilidad del inculpado para que,
en su caso, ejercite la acción penal. En el mismo
orden de ideas, la Carta Magna y la legislación penal
veracruzana contemplan dos casos, exclusivamente
17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
de autoridades con capacidad investigatoria en
materia de delitos, el Ministerio Público en la
averiguación previa (artículos 21 constitucional,
124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 132, 133 y 134
del código adjetivo penal del Estado), y la autoridad
judicial dentro del plazo constitucional (artículos 19,
de la Constitución Federal y 157, 158 y 159 del
Código de Procedimientos Penales del Estado), por
lo que es claro que la titularidad de quien puede
realizar
los
actos
interruptores
corresponde
únicamente a estas autoridades, con independencia
de que el denunciante tenga el carácter de autoridad
administrativa
y
de
que
haya
practicado
la
investigación relativa a la conducta de quien fungió
como titular del Poder Ejecutivo Estatal, toda vez,
que como antes quedó precisado, las actuaciones
idóneas para interrumpir la prescripción deben ser
practicadas por las autoridades competentes a las
que se ha hecho mención."; en nada le favorecería
que se tomara en cuenta dicha situación, pues tal
pronunciamiento por
parte
del
juez en nada
perjudicó la situación que le rige al quejoso, de ahí
que resulte fundado pero inoperante el agravio
hecho valer en el inciso J). Igual calificación
merecen los agravios hechos valer por el hoy
recurrente mismos que se encuentran abreviados
en los incisos K) y L), del considerando anterior,
pues aunque le asiste la razón al establecer que el
criterio de jurisprudencia únicamente hace alusión a
18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
que en el termino de la prescripción también deben
incluirse el delito y sus modalidades; no obstante lo
anterior a nada nuevo ni benéfico nos conllevaría
dar un trato diferente, a lo aquí analizado pues con
base en lo ya narrado queda establecido que no
está prescrita la acción penal. Así las cosas, es
correcto lo determinado por el juez de garantías, en
el sentido de que el término de ocho años no puede
contarse del veintidós de marzo de dos mil dos, al
veintidós de marzo de dos mil diez, pues el plazo
prescriptorio se interrumpió con el libramiento de la
orden de aprehensión de veintisiete de mayo de dos
mil cuatro, pues en esa misma resolución se ordenó
la suspensión del procedimiento, lo que si bien es
cierto no es una causa establecida en el artículo
110, como actuación practicada en averiguación del
delito y de los delincuentes, si es una causa que
suspende el procedimiento hasta en tanto sea
detenido el inculpado o bien transcurra el término
de la prescripción, lo cual conlleva a calificar de
infundado el agravio hecho valer por el quejoso
mismo que se encuentra simplificado en el inciso
F), del anterior considerando. Una vez precisado lo
anterior, es oportuno tomar en cuenta que la orden
de
aprehensión
Ministerio
fue
Público
notificada
al
agente
correspondiente,
el
del
mismo
veintisiete de mayo de dos mil cuatro, por lo que en
esa fecha iniciaría el computo en cuestión, que
terminaría
ocho
años
después,
es
decir,
el
19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
veintisiete de mayo de dos mil doce. De igual forma
resultan infundados los agravios hechos valer por
el hoy recurrente mismos, que se encuentran
abreviados en los incisos C) y D), del anterior
considerando, en los que aduce que tomando en
consideración que la última conducta se llevó a
cabo en mil novecientos noventa y seis, la acción
penal ya estaría prescrita; lo anterior, porque aun
tomando en cuenta dicha data, la acción penal aun
no prescribiría, pues el ejercicio de la acción penal y
el libramiento de la orden de aprehensión que rige
su situación actual, estarían resueltos dentro del
termino de los ocho años, esto es, se tomaría como
parámetro
del
primero
de
diciembre
de
mil
novecientos noventa y siete al primero de diciembre
de dos mil cinco. Asimismo, resultan infundados los
agravios hechos valer por el recurrente, mismos
que se encuentran sintetizados en los incisos G), H)
e I), del apartado correspondiente, en los que aduce
el juez constitucional omitió tomar en cuenta que
del primero de marzo de mil novecientos ochenta al
treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y
uno (primer trabajo que desempeñó en la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público), los artículos 110 y
111
del
Código
Penal
Federal
tenían
una
normatividad diversa. En este orden de ideas, se
estima que se trata de un delito continuado el cual
comenzó el primero de marzo de mil novecientos
ochenta y finalizó antes de mil novecientos noventa
20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
y seis, durante ese período pasaron dieciséis años
en los cuales se cambió lo dispuesto por los
artículos antes aludidos, de esta manera, en mil
novecientos ochenta y en ese lapso se modifican
los preceptos aludidos en diversa fechas que fueron
publicadas en el Diario Oficial de la Federación,
como son el veintitrés de diciembre de mil
novecientos ochenta y cinco, se reformó el artículo
110 y el diez de enero de mil novecientos noventa y
cuatro, se modificó el artículo 111, añadiéndose los
párrafos tercero y cuarto al artículo 110; durante el
período que estuvo trabajando en el gobierno se
modificaron en diversas ocasiones los preceptos
aludidos. No obstante lo anterior, el juez de amparo
aplicó en forma indebida el contenido de los
artículos tal y como se encuentran en la actualidad.
En este orden de ideas, la ley más favorable es la
que estaba en vigor en mil novecientos ochenta;
también
pasó
inadvertido
que
el
delito
de
enriquecimiento ilícito entró en vigor en el Diario
Oficial de la Federación el cinco enero de mil
novecientos
ochenta
y
tres,
por
lo
que
las
conductas delictivas por las que se giró la orden de
aprehensión son indebidas, pues antes del cinco de
enero de mil novecientos ochenta y tres ni siquiera
existía el tipo penal; y, si bien se señala por el juez
de amparo que el libramiento de la orden de
aprehensión comprende de mil novecientos ochenta
y cuatro a mil novecientos noventa y seis, no menos
21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
cierto es que dentro de la orden de aprehensión se
citan
los
trabajos
que
desempeñó
de
mil
novecientos ochenta a mil novecientos noventa y
seis, aclarando que el delito de enriquecimiento
ilícito se crea en mil novecientos ochenta y tres; lo
anterior es así, toda vez que contrario a lo que
manifiesta
el
recurrente
en
sus
motivos
de
inconformidad, los hechos que se le atribuyen datan
de los años mil novecientos ochenta y cuatro a mil
novecientos noventa y siete, y no así conductas de
mil novecientos ochenta, de ahí que devengan
incorrectos sus argumentos; por otra parte si bien
es cierto los artículos relativos a las reglas de
prescripción han sufrido adiciones o reformas; no
menos cierto lo es también, que tales reformas no
han cambiado o modificado dichas reglas en favor
del recurrente”.
II. El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al resolver el amparo en revisión penal **********, se
pronunció en el sentido de otorgar al quejoso la protección
constitucional solicitada, pues operó a su favor la prescripción de
la acción penal.
Argumentó, que en términos de los numerales 102, 105 y
110 del Código Penal para el Distrito Federal9, la interrupciones al
plazo de la prescripción de la acción penal sólo pueden alargar el
plazo de la misma hasta una mitad más. En apoyo a tal
“Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en Materia de Fuero
Federal”, aplicable en 2001.
9
22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
disertación, invocó los trabajos preparatorios, la exposición de
motivos y las discusiones parlamentarias que precedieron a la
aprobación del nuevo texto del referido artículo 110.
Sentó el criterio, de que dicho numeral establece un límite a
la acción persecutoria del Estado; desde esa perspectiva expuso
que el delito que se le imputó al quejoso fue el de “daño en
propiedad ajena culposo”, previsto por los artículos 399 y 399
bis, de la codificación sustantiva penal para el Distrito Federal10 y
sancionado en el numeral 60 de la propia legislación 11; realizó
enseguida las operaciones aritméticas relativas y concluyó que la
media aritmética de las penalidades aplicables al asunto en
específico son de un año nueve meses de prisión, pero como el
plazo de la prescripción en términos de la regla prevista en el
numeral 105 de la codificación penal sustantiva12 no puede ser
menor de tres años, estimó que en la especie debía atenderse a
ésta última disposición para el cómputo respectivo.
Así tomó entonces de referencia la fecha de la querella,
veintidós de octubre de mil novecientos noventa y tres, como
aquélla en la que se ocasionaron los daños materiales a las
propiedades de los ofendidos, para luego discernir que si bien el
10
Articulo 399.- Cuando por cualquier medio se causen daño, destrucción o deterioro de cosa ajena, o de cosa propia en
perjuicio de tercero, se aplicarán las sanciones del robo simple.
Articulo 399 Bis.- Los delitos previstos en este título se perseguirán por querella de la parte ofendida cuando sean
cometidos por un ascendiente, descendiente, cónyuge, parientes por consanguinidad hasta el segundo grado, concubina o
concubinario, adoptante o adoptado y parientes por afinidad asimismo hasta el segundo grado. Igualmente se requerirá
querella para la persecución de terceros que hubiesen incurrido en la ejecución del delito con los sujetos a que se refiere el
párrafo anterior. Si se cometiere algún otro hecho que por sí solo constituya un delito, se aplicará la sanción que para éste
señala la ley.
Se perseguirán por querella los delitos previstos en los artículos 380 y 382 a 399, salvo el artículo 390 y los casos a que se
refieren los dos últimos párrafos del artículo 395.
11
Artículo 60.- En los casos de delitos culposos se impondrá hasta la cuarta parte de las penas y medidas de seguridad
asignadas por la ley al tipo básico del delito doloso, con excepción de aquéllos para los que la ley señale una pena
específica. Además, se impondrá, en su caso, suspensión hasta de diez años, o privación definitiva de derechos para ejercer
profesión, oficio, autorización, licencia o permiso…”.
12
Artículo 105.- La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad
que señala la ley para el delito de que se trate, pero en ningún caso será menor de tres años.
23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
agente del Ministerio Público encargado de la integración de la
averiguación previa estuvo desahogando actuaciones tendientes a
la averiguación del delito y de los “delincuentes” a partir de esa
data y hasta el dos de agosto de mil novecientos noventa y nueve
en la que ejerció la acción penal; empero, las interrupciones al
plazo de la prescipción de la acción penal no podían alargarlo más
de una mitad, en términos del plurimiencionado artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal13.
Esto es, adujo que si el plazo para el cómputo de la
prescripción de la acción penal de este asunto era de tres años, la
integración de la averiguación previa hasta el ejercicio de la acción
penal sólo podía incrementarse en un año y medio más.
Consideró que el total de tiempo para computar la
prescripción de la acción penal en este delito era de cuatro años y
medio, contado desde el día siguiente de los hechos; así que al
transcurrir seis años, nueve meses y veinte días era inconcuso
que cuando se ejerció la acción penal la misma ya estaba
prescrita; reiterando que el artículo 110 del Código Penal para el
Distrito Federal establecía una regla para procurar la investigación
de delitos sobre criterios de prontitud, celeridad, eficiencia y
eficacia, para lograr las averiguaciones, por lo menos en el lapso
13
Artículo 110.- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del
delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona
determinada.
Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia.
La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del
delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega
del inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se
localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las
actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad
requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su
entrega.
La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en
los artículos 105, 106 y 107 de este Código.
24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
promedio y en su caso una mitad más, respecto de las
penalidades con las que el legislador determinó sancionar cada
uno de los delitos previstos en el código sustantivo.
Destacó, que si bien los tres primeros párrafos del citado
dispositivo estatuían las formas de la interrupción de la
prescripción de la acción penal, el cuarto párrafo ponía un coto
para esas interrupciones; así concluyó que en la especie el límite a
la actividad persecutoria del ministerio público fue de cuatro años y
medio no obstante que se hubieran realizado diligencias en
averiguación “del delito y de los delincuentes”, pues si bien éstas
podían interrumpir el transcurso del plazo de la prescripción y no
sólo eso sino que de hecho provocaban que el lapso transcurrido
se borrara del cómputo del plazo total dado que debía comenzarse
a contar de nuevo desde la última diligencia; empero el citado
cuarto párrafo resultaba un verdadero límite fatal a este curso de
actividades; considerar lo contrario haría nugatoria la prescripción
dado que las investigaciones de los delitos podrían prolongarse
indefinidamente.
Los antecedentes del acto reclamado en ese juicio de
garantías son los siguientes:
1. **********, fue declarado formalmente preso el dieciocho de
septiembre de dos mil, por el Juez Cuadragésimo Quinto
de Paz Penal del Distrito Federal, por su probable
responsabilidad en la comisión del delito de daño en
propiedad ajena culposo, cuya conducta en perjuicio de
25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
terceros se verificó a juicio de la autoridad el veintidós de
octubre de mil novecientos noventa y tres.
2. En contra de dicha determinación, el procesado interpuso
juicio de garantías, que correspondió conocer a la Juez
Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el
Distrito Federal, dentro del expediente **********, la cual
otorgó al quejoso la protección de la Justicia Federal, por
indebida fundamentación y motivación del acto reclamado.
3. Dicha resolución fue impugnada por el quejoso a través
del recurso de revisión, del que conoció el Quinto Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en el
expediente **********, quien en suplencia de la queja
deficiente a favor del recurrente en términos del artículo 76
bis, fracción II, de la Ley de Amparo, sostuvo lo siguiente:
“IV.- En el caso resulta innecesario hacer la
mención de los conceptos de violación expresados
por el quejoso, por hallarse en el caso actualizada
una causa de extinción de la responsabilidad, que
se hace valer de oficio en su favor y dará lugar a la
anulación del acto reclamado, como se expresará a
continuación. En efecto, en el presente caso, este
tribunal advierte en uso de la facultad que le
confiere el numeral 76 bis, fracción II, de la Ley de
Amparo, y 101, párrafo tercero, del Código Penal
para
el
Distrito
Federal,
que
ha
operado
la
prescripción de la acción penal. Por ello, y toda vez
26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
que la prescripción en el caso sólo opera en
relación con
la
acción
penal
ejercida
en la
consignación de la averiguación previa, en el
apartado anterior, sólo se hizo relación de las
actuaciones realizadas en ese lapso por la autoridad
investigadora, como una referencia de la fecha en
que se hicieron y de su naturaleza dentro de la
indagatoria. Los artículos del Código Penal para el
Distrito Federal, que norman la prescripción de la
acción penal, en lo relativo al presente caso, son los
siguientes: “Artículo 102.- Los plazos para la
prescripción de la acción penal serán continuos; en
ellos se considerará el delito con sus modalidades,
y se contarán: I.- A partir del momento en que se
consumó el delito, si fuere instantáneo…”. “Artículo
105.- La acción penal prescribirá en un plazo igual al
término medio aritmético de la pena privativa de la
libertad que señala la ley para el delito de que se
trate, pero en ningún caso será menor de tres
años.” “Artículo 110.- La prescripción de las
acciones se interrumpirá por las actuaciones que se
practiquen en averiguación del delito y de los
delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean
éstos no se practiquen las diligencias contra
persona determinada.” “Si se dejare de actuar, la
prescripción empezará a correr de nuevo desde el
día siguiente al de la última diligencia.” “La
prescripción
de
las
acciones
se
interrumpirá
también por el requerimiento de auxilio en la
27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
investigación del delito o del delincuente, por las
diligencias que se practiquen para obtener la
extradición internacional, y por el requerimiento de
entrega al inculpado que formalmente haga el
Ministerio Público de una entidad federativa al de
otra donde aquél se refugie, se localice o se
encuentre detenido por el mismo o por otro delito.
En el primer caso también causarán la interrupción
las
actuaciones
que
practique
la
autoridad
requerida y en el segundo subsistirá la interrupción
hasta en tanto la autoridad requerida niegue la
entrega o en tanto desaparezca la situación legal del
detenido, que dé motivo al aplazamiento de su
entrega.” “La interrupción de la prescripción de la
acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad
los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107
de
este
código.”
Ahora
bien,
la
autoridad
responsable ordenadora no se ocupó de analizar la
cuestión relativa a la prescripción de la acción
penal, pero este tribunal lo realiza en acatamiento a
las normas antes mencionadas. El delito que se le
imputa al quejoso es el de homicidio culposo, que la
autoridad
responsable
precisó
se
encuentra
previsto y sancionado por los artículos “302 del
Código
Penal,
en
relación
al
7°,
fracción
I
(instantáneo), 8° (hipótesis de acción culposa),
9° párrafo segundo (hipótesis de el que produce un
resultado típico que no previó siendo previsible, en
virtud de la violación a un deber de cuidado que
28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
debía y podía observar según las circunstancias y
condiciones personales), y 13, fracción II (los que lo
realicen por sí), del mismo ordenamiento legal
invocado…”. En esta tesitura, dicho delito se
encontraba sancionado por la ley, en la época de
los hechos, de la siguiente forma: “Artículo 60.- Los
delitos imprudenciales se sancionarán con prisión
de tres días a cinco años y suspensión hasta de dos
años…” (Texto anterior a la reforma publicada en el
Diario Oficial de la Federación del diez de enero de
mil novecientos noventa y cuatro, en vigor desde el
primero de febrero del mismo año). Así, si el artículo
aplicable al caso, era el antes transcrito, por ser la
pena más benéfica, como en su momento razonó la
autoridad
responsable
ordenadora,
la
pena
a
imponer en el caso era de tres días a cinco años de
prisión. La media aritmética correspondía a dos
años seis meses un día de prisión, pero siguiendo
la regla prevista en el numeral 105, no podrá ser
menor de tres años, por lo que debe entenderse que
esta regla opera en el caso, y entonces, el lapso de
prescripción de la acción penal para el homicidio
culposo atribuido al quejoso, era de tres años. Lo
anterior, en la inteligencia de que dicho ilícito no
tenía circunstancias modificativas. El ilícito fue
considerado instantáneo por la sala responsable,
con lo que concuerda este tribunal, ya que si bien el
fallecimiento de la víctima se dio en un lugar
diverso y en un momento posterior a los hechos,
29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
fueron consecuencia inmediata y directa de la
conducta culposa del sujeto activo. Así, la conducta
culposa en cuestión, según la propia responsable,
acaeció el “dos de junio de mil novecientos noventa
y tres, a las trece horas”, como lo expresa en el acto
reclamado en su capítulo de “hechos” y reitera en el
de “circunstancias de lugar, tiempo, modo y
ocasión.” Al tratarse de un delito instantáneo, el
lapso de prescripción debe contarse a partir del
momento mencionado. Sin embargo, es cierto que
durante un tiempo considerable se estuvieron
desahogando
actuaciones
tendientes
a
la
averiguación del delito, dado que en relación al
“delincuente”, ya se tenía noticia cierta acerca de a
quien podría recaer la responsabilidad. Dichas
actuaciones fueron capaces de interrumpir el lapso
de prescripción, y éste debía comenzarse a contar a
partir de cada una de ellas. Sin embargo, de
acuerdo con lo previsto en el texto del párrafo
cuarto del artículo 110 del Código Penal para el
Distrito Federal, las mencionadas interrupciones al
plazo, no podían alargar éste, en más de una mitad.
Así, si el plazo era de tres años, en total la
integración de la averiguación previa y la acción
penal, sólo podría haber durado cuatro años y
medio, contado desde el día de los hechos. En este
sentido, la prescripción en el caso, operó desde el
dos de diciembre de mil novecientos noventa y
siete.
Ello
podría
parecer
en
principio,
30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
contradictorio con lo determinado por el mismo
precepto, que autoriza a interrumpir el plazo
prescriptivo, y a comenzar a contarlo de nuevo, a
partir del día siguiente a la última diligencia. Como
puede verse, se presenta en el caso la problemática
de conocer el alcance y verdadero sentido del
aludido artículo 110, párrafo cuarto, del Código
Penal para el Distrito Federal, para lo cual se debe
proceder a su interpretación. Ahora bien, para
interpretar el alcance del precepto que nos ocupa,
esto es, del cuarto párrafo del artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal, y desentrañar
cuál fue la voluntad del legislador, pues la ley es
expresión suya, debe atenderse a las formas de
interpretación del derecho en general, que en su
orden de importancia son: la auténtica o legislativa,
derivada
de
la
propia
ley,
la
judicial
o
jurisprudencial y la doctrinal o privada, en la
inteligencia de que en nuestro derecho sólo las dos
primeras tienen validez oficial, en tanto que la
última no, quedando a su vez expuesta a nueva
interpretación y si se hace uso de ella es
únicamente como material de apoyo para el estudio.
Así, en el caso particular, la interpretación auténtica
o legislativa no proporciona ninguna luz, a fin de
desentrañar
el
alcance
de
aplicación
del
mencionado párrafo cuarto del artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal, dado que no
existe regla legal alguna que explique la forma de
31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
aplicación de dicho precepto.
En cuanto a la
segunda forma de interpretación, que es la judicial,
corresponde
a
este
tribunal
establecer
la
interpretación del mismo, a fin de aplicarlo en el
caso concreto que ahora nos ocupa. A su vez, debe
considerarse que utilizando el método exegético,
debe atenderse primeramente al sentido gramatical
del
texto
legal;
cuando
éste
sea
claro,
su
interpretación no tendrá mayor problema. En el
caso, el mencionado párrafo tiene una redacción
gramatical
con
gramaticales
conocidos,
términos
que,
así,
dicho
y
construcciones
constituyen
párrafo
elementos
expresa:
“La
interrupción de la prescripción de la acción penal,
sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos
señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este
código.” Por lo que de su lectura se advierte, no
existe término alguno que no sea comprensible o
que tenga un sentido normativo especializado o
bien metajurídico cuyo significado no se conozca.
En realidad, la discusión radica en el alcance lógico
de su aplicación, por lo que para arribar a su
interpretación lógica, debe estarse al examen de los
trabajos preparatorios, exposición de motivos y
discusiones parlamentarias, sin perder de vista su
contenido histórico y evolutivo. Por último, debe
estarse a las reglas de equidad y a los principios
generales del derecho; así como a los principios del
ejercicio de la jurisdicción con respeto a la ley
32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
penal, y a la armonía que debe regir dentro de un
mismo
ordenamiento
legal,
por
lo
cual
los
preceptos deben interpretarse de forma que no se
excluyan entre sí, lo que garantiza la pervivencia de
toda la codificación y en específico de la figura
jurídica a análisis, que es la prescripción. Así, debe
partirse de que el artículo 110, en su párrafo cuarto,
del Código Penal para el Distrito Federal, establece
un límite a la acción persecutoria del Estado,
desempeñada
a
través
de
la
institución
del
Ministerio Público. En su contenido textual, dicho
párrafo previene un tope temporal a la actuación de
la
representación
social,
lo
cual
parece
contradecirse con la serie de reglas previstas en el
mismo numeral, ya que, como puede verse en la
transcripción hecha con antelación, mientras los
primeros
tres
párrafos
previenen
formas
de
interrupción del plazo prescriptivo, en tanto que el
último párrafo, establece que dichas interrupciones
no tendrán más efecto que el de prolongar el lapso
de prescripción a que se refieren los artículos 105,
106 y 107 del propio código, hasta en una mitad.
Ahora bien, atendiendo a un sentido histórico, debe
decirse que la materia relativa a la prescripción,
siempre ha causado preocupación, por lo que el
esfuerzo legislativo ha sido encaminado a tratar de
esclarecer su operancia y alcance. Así, en la
exposición de motivos de la iniciativa de reforma al
diverso artículo 111 del Código Penal para el
33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Distrito Federal, el catorce de diciembre de mil
novecientos cincuenta, dirigida a la Cámara de
Senadores del Congreso de la Unión, el Ejecutivo
Federal al respecto, expresó: “La extintiva de la
acción penal denominada prescripción, es, desde la
aparición del Código, materia de discrepancias por
las vacilaciones que provocan la segunda parte del
artículo 111 y del artículo 112. Para eliminar esta
situación se suprime el citado segundo párrafo con
una brevísima ampliación se perfecciona el artículo
112. Además, con el propósito de que los casos de
impunidad se reduzcan, se fija en el 111 como
término a partir del cual ya no se interrumpirá la
prescripción sino con la aprehensión del inculpado,
la mitad del lapso necesario para que opere
aquélla.” Refuerza lo anterior, el que en cuanto al
caso específico del artículo 110 del Código Penal
para el Distrito Federal, en su texto original
establecía:
“La prescripción de las acciones se
interrumpirá por las actuaciones que se practiquen
en averiguación del delito y de los delincuentes,
aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se
practiquen
las
determinada.”
“Si
diligencias
se
dejare
contra
de
persona
actuar,
la
prescripción empezará a correr de nuevo desde el
día siguiente al de la última diligencia.”
Como
puede verse, en un origen, el aludido artículo
preveía las causas de interrupción para el plazo de
prescripción. Con motivo de la reforma publicada en
34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
el Diario Oficial de la Federación el dieciséis de
diciembre de mil novecientos ochenta y cinco,
dicho artículo sufrió una modificación que afectó
solamente
su
redacción,
con
intención
de
esclarecer el alcance. Sin embargo, en la iniciativa
del Ejecutivo Federal, del veinticuatro de septiembre
de ese año, dirigida a la misma legisladora que
fungió como cámara de origen, se expresó una
intención mayor, consistente en la adición de un
tercer párrafo, de similar redacción y contenido que
el actual, pero que no se admitió. De cualquier
forma, la iniciativa expresaba: “Ameritan especial
mención
las
disposiciones
que
se
sugiere
incorporar en los artículos 110 y 115, en lo que toca
a la interrupción de la prescripción cuando el
agente se encuentra fuera del país y no es posible,
por ello, concluir la averiguación o el proceso, o
bien, proceder a la captura. En estos casos, existe
dificultad o imposibilidad material o jurídica para el
ejercicio de la justicia. De ahí que se proponga el
cambio de los artículos 110 y 115, sin que ello
implique imprescriptibilidad. Es obvio que no
pueden recibir igual tratamiento los casos de quien
se encuentra dentro del territorio nacional y de
quien, en cambio, se encuentra fuera de éste y, por
ende, más allá del alcance directo de la autoridad
nacional.” De lo anterior, se aprecia que la iniciativa
intentó comprender las dificultades que para la
autoridad persecutoria entrañaba el integrar las
35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
averiguaciones
previas
cuando
el
inculpado
estuviera fuera del territorio nacional o bien en una
entidad federativa diferente, por lo que se optó por
estimar que estas actuaciones también interrumpían
lógicamente el transcurso del plazo de prescripción.
Sin embargo, la propia iniciativa expresaba la
preocupación fundamental de que a pesar de que se
incluían como interrupciones, ciertos lapsos que
podían ser bastante prolongados, de ninguna
manera se pretendía que las acciones se volvieran
imprescriptibles, y esa es la razón por la cual se
expone una iniciativa de reforma tan antigua,
porque de ella se colige que la intención legislativa
nunca ha sido hacer nugatoria la figura de la
prescripción, sino mantener ésta como una forma
de
extinción
de
la
responsabilidad
penal,
y
esclarecer lo más posible, su alcance. Lo cierto es
que, como ya antes se dijo, esa reforma sólo
modificó el párrafo segundo de dicho artículo 110,
cambiando
los
términos:
“la
prescripción
comenzará de nuevo desde el día siguiente a la
última diligencia”, por la expresión: “la prescripción
empezará a correr de nuevo desde el día siguiente
al de la última diligencia”, con lo que realmente no
se varió el alcance del aludido párrafo, pues
“comenzar” y “empezar”, tienen realmente la misma
connotación. Pero no se aceptó la inclusión del
párrafo tercero que se proponía, para determinar
también
como
causas
de
interrupción,
los
36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
procedimientos de extradición internacional o de
entrega de inculpados entre entidades federativas;
ya que lo relativo a esta determinación, contenida
en el párrafo tercero, se incluyó hasta la reforma
publicado en el Diario Oficial de la Federación, el
diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro.
De lo hasta aquí dicho, puede verse que la intención
legislativa había sido incluir dentro del aludido
artículo 110 del Código Penal para el Distrito
Federal, las causas de interrupción del plazo de
prescripción, aunque desde luego, nunca fue la
finalidad, tornar imprescriptible la acción penal.
Ahora bien, en cuanto al surgimiento del párrafo
cuarto del mismo artículo, existe a partir de la antes
mencionada reforma de diez de enero de mil
novecientos noventa y cuatro, y en ella se debe
centrar el estudio. En la exposición de motivos de la
iniciativa de esa reforma al entonces Código Penal
para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común
y para toda la República en Materia de Fuero
Federal, y otras leyes, el Ejecutivo federal realmente
no proponía la inclusión del mencionado párrafo
cuarto, por lo cual resultaba totalmente ajeno a
dicha iniciativa. En esencia, lo que se proponía era
la adición del párrafo tercero, que como ya se dijo,
se había tratado de incluir en la iniciativa de reforma
anterior (mil novecientos ochenta y cinco), pero no
fue
admitida,
así
como
otras
reglas
complementarias en materia de querella. Así, la
37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
iniciativa esta vez, dirigida ahora a la Cámara de
Diputados como legislatura de origen, establecía
que: “II. 6. 10. En la reforma propuesta de los
artículos 107 y 111 se presenta una nueva regla que
evitará confusiones en cuanto a la prescripción de
la acción penal, cuando ya se haya presentado la
querella o satisfecho cualquier requisito equivalente
a ésta; y en los artículos 110 y 111 se introducen
nuevas reglas sobre interrupción de la acción con
motivo de las solicitudes de investigación de delitos
o de los probables responsables, o de la entrega de
éstos, que el Ministerio Público de una entidad
federativa
pueda
dirigir
al
de
otra
u
otras,
apoyándose en convenios de colaboración que
ahora permite el párrafo primero del artículo 119
constitucional.” Así, en la iniciativa nunca se aludió
al párrafo cuarto del artículo 110, ni a incluir un tope
para la acción persecutoria del Ministerio Público.
Por tanto, la “nueva regla” de la que hablaba y que
supuestamente “evitaría confusiones”, no es a la
que alude el párrafo cuarto actual. Dentro del
proceso legislativo, dicha iniciativa se turnó a las
“Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos
Constitucionales y de Justicia” de la mencionada
Cámara de Diputados, para su estudio. Por la
importancia y trascendencia de la aludida iniciativa,
las Comisiones Unidas antes mencionadas a su vez
acordaron invitar a la Comisión de Derechos
Humanos de la misma cámara a participar. Según se
38
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
establece en los antecedentes del dictamen de
todas esas Comisiones Unidas, en reunión de
trabajo
del
veinticinco
de
noviembre
de
mil
novecientos noventa y tres, determinaron que por la
amplitud del proyecto de reforma, que incluyó
diversas leyes y códigos, se constituyeran tres
subcomisiones para hacer el análisis y estudio del
mismo,
por
“paquetes”.
Así,
a
la
primera
subcomisión, le correspondió hacer el estudio y
análisis de las modificaciones propuestas para el
Código Penal para el Distrito Federal en Materia de
Fuero Común y para toda la República en Materia de
Fuero Federal. El resultado del aludido estudio se
turnó a las Comisiones Unidas de Gobernación y
Puntos Constitucionales, de Justicia y de Derechos
Humanos en que se procedió a la discusión de los
“paquetes” respectivos. A su vez, sostuvieron
reuniones con senadores de la República, otras
comisiones
“funcionarios
de
de
la
cámara
diversas
colegisladora,
dependencias
y
especialistas en la materia”. Al término de las
discusiones del Pleno, se nombró una diversa
subcomisión con integrantes de las mencionadas
tres Comisiones Unidas, para la elaboración del
dictamen respectivo. Pudo haber sido del estudio
de la primera subcomisión y su discusión posterior,
que surgiera la inclusión del párrafo cuarto del
aludido artículo 110 del Código Penal, con lo que
realmente se generó un “cambio” en la iniciativa
39
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
presidencial,
ya
que
en
el
dictamen
de
la
subcomisión dictaminadora, se expresó: “c) … En
materia de prescripción, resultan acertados los
cambios que se sugieren para los artículos 107, 110,
111 y 115 del Código Penal, por la mayor precisión
que encierran y por la utilidad práctica que tienen
las nuevas reglas sobre interpretación de la
prescripción, tanto de la acción penal como de la
pena privativa de libertad y la reparación del daño.”
Como puede verse, se hablaba de “nuevas reglas”,
entre las que ahora sí, bien podía quedar incluida la
expresada en el párrafo cuarto del artículo 110 del
Código Penal. Sin embargo, dentro del dictamen no
se hizo mayor razonamiento sobre el particular,
dado que al parecer la atención de los legisladores
se centró en otros temas de evidente relevancia y
preocupación, como los relativos a la “delincuencia
organizada”, “delitos contra la salud”, conceptos de
“dolo
y
culpa”,
criterios
de
“peligrosidad,
temibilidad, culpabilidad”, mejoramiento de algunos
tipos, incremento de penas en otros, precisión de
algunos delitos como “graves”, etcétera. Por lo que
a pesar de la gran importancia que tenía en el caso
la adición del párrafo cuarto al artículo 110
mencionado, no recibió mayor atención en la
discusión
procedente,
así
como
tampoco
se
conservó en el archivo de la cámara legislativa,
memoria alguna sobre el verdadero origen de la
mencionada regla, ni la razón por la cual se estimó
40
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
idóneo incluirla en el artículo 110 del Código Penal.
Corrobora lo anterior, el hecho de que en la
discusión
del
veinte
de
diciembre
de
mil
novecientos noventa y tres, el diputado **********
(integrante de las comisiones de Gobernación y
Puntos Constitucionales y la de Justicia), en que se
inconformó de que: “se vienen a dar puntos de vista
que no conocieron las comisiones; hubo tres
subcomisiones en donde incluso se suscribieron
algunos de otros partidos. Se destinó material para
que trabajaran las tres subcomisiones. En la
comisión “a” que es prácticamente donde estribó el
grueso del trabajo de la Comisión o de las dos
comisiones, se debería encargar de presentar todos
sus puntos de vista, todas sus aportaciones para
conjuntarse en sesiones plenarias de las dos
comisiones, y nunca lo hicieron…”. De este modo, y
sin que aparezca registro alguno sobre la razón
específica para ello, la mencionada subcomisión de
dictamen, propuso agregar “un cuarto párrafo” al
artículo
110
del
cuerpo
legal
en
cita,
que
textualmente establece: “La interrupción de la
prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar
hasta la mitad los plazos señalados en los artículos
105, 106 y 107 de este Código.” En el debate interno
sobre el mencionado dictamen, no se discutió en
nada la adición mencionada; tampoco en las
propuestas y comentarios de las diversas facciones
parlamentarias
se
aprecia
alusión
alguna
al
41
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
respecto. A su vez, dicho dictamen fue finalmente
aprobado y remitido a la Cámara de Senadores,
como revisora. Las Comisiones Unidas de Justicia y
de Estudios Legislativos de esta cámara, también se
centraron sobre la discusión de los temas relativos
principalmente al delito contra la salud, y en
relación con la prescripción, sólo se dijo:
“Se
plantean nuevas reglas para la procedencia de la
prescripción de la acción penal y sobre interrupción
de la misma, así como sobre interrupción de la
prescripción de penas privativas de libertad.” Con
lo que igualmente se le dio el tratamiento de “nueva
regla”, lo que significa que implicaba innovación en
el sistema penal. Y aunque en el Senado se habló
inclusive expresamente y punto por punto, de las
“modificaciones”
introducidas
a
la
iniciativa
presidencial por parte de la Cámara de Diputados,
no se hizo especial mención en cuanto al cuarto
párrafo adicionado al artículo 110 ya transcrito. Por
lo demás, el dictamen de las Comisiones Unidas de
la Cámara de Senadores, aceptó en sesión pública
ordinaria
del
veintiuno
de
diciembre
de
mil
novecientos noventa y tres, la adición del aludido
párrafo, sin modificación ni comentario alguno, ni
tampoco a propuesta de las diversas facciones
parlamentarias. Ahora bien, si se parte del hecho de
que el presente caso se trata de la imputación de un
delito de homicidio culposo, correspondiente al
orden común, el código aplicable en el caso, lo es el
42
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
actual Código Penal para el Distrito Federal,
publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el
diecisiete de septiembre de mil novecientos noventa
y nueve, y, republicado en el Diario Oficial de la
Federación el treinta del mismo mes, y en vigor a
partir del primero de octubre del mismo año. Sin
embargo, debe decirse que este nuevo código de
aplicación
local,
no
hace
sino
recoger
las
determinaciones en materia de prescripción, como
la que en el caso nos ocupa, del anterior Código
Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero
Común y para toda la República en Materia de Fuero
Federal, tal como aparecía en su texto ya antes
mencionado y que continúa incólume a la fecha. La
razón de ello es que en realidad, la Asamblea
Legislativa
del
Distrito
Federal
no
pretendió
elaborar un “nuevo” Código Penal, en el que
analizara cada uno de los artículos y determinara la
razón por la cual algunos de ellos deberían
adoptarse sin modificación alguna y por qué otros
debían ser sustancialmente cambiados; sino que lo
que se hizo fue escoger de todo el cuerpo legal ya
existente, los preceptos que a su juicio tenían
relevancia no sólo con la materia local, sino también
con otras aspiraciones y necesidades, sobre todo
de tipo político y social, con la población del Distrito
Federal. En este orden de ideas, la “reforma”
consistió no en un nuevo código, sino en la
modificación de algunos artículos, entre los que no
43
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
estaba contemplado el numeral 110 que ahora nos
ocupa. Por tal razón, ni en la exposición de motivos
de la iniciativa proveniente de diversos miembros
de la I legislatura local, ni en los debates y
propuestas subsecuentes, se hace alusión o se toca
en forma alguna, lo preceptuado por ese artículo.
Por ello, tampoco el acto legislativo mencionado
arroja luz alguna sobre el alcance del aludido
numeral. En tal virtud, tal como este tribunal lo
aprecia, debe dejarse claramente establecido, que
en tanto los primeros tres párrafos del artículo 110
del Código Penal para el Distrito Federal, previenen
formas de interrupción de la prescripción, el cuarto
párrafo establece un tope para esas interrupciones,
pues determina que sí son capaces de suspender el
transcurso del plazo de prescripción, y de reiniciar
su cómputo nuevamente, pero también dispone que
sólo podrán alargar el total del aludido término, en
una mitad. Ello implica un verdadero tope a la
actividad persecutoria del Ministerio Público, pues
en total, sólo goza de un plazo igual al término
medio aritmético aplicable al delito de que se trata,
más una mitad, que en ningún caso podrá ser
inferior a cuatro años y medio (esto es, la regla
genérica mínima de tres años a que se refiere el
artículo 105 del mismo Código, más una mitad),
para
integrar
la
averiguación
previa
correspondiente, y ejercer en su caso, la acción
penal. Ahora bien, dentro del contexto histórico de
44
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
la prescripción, debe destacarse la situación que
prevalecía cuando dicho tope no existía. Conviene
citar al caso, lo expresado por el licenciado Sergio
Vela Treviño, en su obra “La Prescripción en
Materia Penal” (Editorial Trillas, México, 1995,
páginas 277 y 278): “En relación directa con las
cuestiones relativas a la interrupción del curso de la
prescripción de la acción persecutoria, se plantea
constantemente si la posibilidad de que opere la
interrupción es limitada o ilimitada, en orden al
tiempo. En efecto, es motivo permanente de
inquietud el que pueda aceptarse una posibilidad de
interrupciones ilimitadas, porque ello daría al traste
con todo el instituto de la prescripción, al volver
imprescriptible
la
acción
persecutoria
por
la
constante práctica de actos interruptores… Nuestra
ley, como otras tantas, es omisa (en ese entonces lo
era), en lo que se refiere a esta particular cuestión,
por lo que estamos obligados a buscar, a nivel
doctrinario
y
de
interpretación,
el
verdadero
contenido de las normas rectoras… existen dos
diferentes sistemas a este respecto: uno en el que
por falta de disposición expresa en la ley la cuestión
se deja a la interpretación de los tribunales, como
acontece en el código argentino o el alemán; el otro,
en el que la propia ley es la que establece la
limitación, como ocurre en el código italiano, el
yugoslavo y el francés… Sí existe, como lo
indicamos, la tesis doctrinaria francesa que al decir
45
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
de Oretolán ‘permite prolongar a un doble, cuando
más, el tiempo asignado a la existencia de la acción
pública’
cuando
las
causas
de
interrupción
aparecen durante la primera mitad del tiempo
necesario para que opere la prescripción… Es de
equidad una posición como la que se adopta, aun
cuando pueda no estar plenamente apoyada en el
texto de la ley, ya que, de no ser ésta la posición
aceptable,
se
caería
exactamente
en
volver
imprescriptible la acción persecutoria, acabando
así, por la interpretación restrictiva de un concepto,
con toda una institución como la que nos ocupa.”
Transcrito
lo
anterior
se
advierte
que
la
preocupación principal del mencionado jurista, era
que precisamente en la legislación no existía un
límite
temporal
mientras
cada
para
vez
se
la
acción
agregaban
persecutoria,
causas
de
interrupción de la prescripción, que hacía que las
investigaciones de delito se pudieran prolongar
indefinidamente en claro perjuicio del indiciado y
haciendo nugatoria la figura de la prescripción,
puesto que ésta nunca llegaba a operar. En efecto,
con las reglas establecidas por el mismo artículo
110, en sus párrafos primero y segundo, en cuanto
a que las diligencias en averiguación “del delito y
de los delincuentes”, eran capaces de interrumpir el
transcurso del plazo de prescripción y que no sólo
lo suspendían para su posterior reanudación, sino
que de hecho, hacían que el lapso transcurrido se
46
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
borrara del cómputo del plazo total, dado que la
prescripción debía comenzarse a contar de nuevo
desde la última diligencia; traía como consecuencia,
que bastaba con que nunca se dejara de actuar por
un lapso de por lo menos cuatro años y medio, para
que la averiguación se prolongara indefinidamente
en el tiempo, para hacer imprescriptible la acción
penal. Al respecto, el artículo 111, introdujo la
primera regla de limitación para esa actividad,
puesto que previó que transcurrida la primera mitad
del plazo de prescripción, en principio, sólo la
aprehensión del inculpado interrumpiría ya la
prescripción, y últimamente se ha suprimido esta
última
hipótesis,
para
determinar
que
las
actuaciones que se practiquen después, ya no
podrán interrumpir el plazo.
Sin embargo, así
redactado dicho precepto, no se establecía con
claridad cuál era la duración total que podía tener el
plazo de prescripción, con todas sus interrupciones
y reinicios de cómputo, incluidas. Por tanto, se
aprecia que primeramente en las reformas el
legislador, se preocupó por señalar causas para la
interrupción
de
la
prescripción,
y
en
algún
momento, se previó la necesidad de frenar el
posible abuso colocando límites. Sin embargo,
como ya se ha visto, el tiempo propuesto por el
artículo 111, no debió ser suficiente, porque fue
necesario generar el párrafo cuarto del artículo 110
del propio ordenamiento, que vino a colocar un
47
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
límite temporal claro y fatal, a la liberalidad de
actuación
ministerial
en
la
integración
de
averiguaciones previas. También se advierte que las
determinaciones establecidas en los tres primeros
párrafos del artículo 110 del Código Penal para el
Distrito Federal, que tornaba interminable las
interrupciones, encontraron un tope lógico en el
párrafo cuarto, de modo que podían aplicarse
siempre y cuando no transcurriera el lapso total
establecido en el cuarto párrafo mencionado. De
interpretar lo contrario, esto es, que la regla que
debe prevalecer es la contenida en los dos primeros
párrafos del mencionado artículo 110 del código
punitivo local, por la cual las actuaciones en
averiguación del delito y de los delincuentes,
siempre interrumpen el transcurso del plazo para la
prescripción y que siempre se debe contar de nuevo
el término a partir de la última actuación, así como
estimar que el párrafo cuarto no es un verdadero
límite fatal a este curso de actividades, haría
nugatoria la prescripción; lo que sería contrario a
las
reglas
de
interpretación
mencionadas
al
principio, dado que un precepto debe interpretarse
de tal forma que en lo posible sea coherente y
congruente
con
el
restante
articulado
de
la
codificación, en este caso, el Código Penal para el
Distrito Federal y específicamente el Título Quinto
del Libro Primero, que se refiere a las formas de
extinción de la responsabilidad penal, y sobre todo,
48
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
el Capítulo VI, que es el que contempla la
prescripción. De lo hasta aquí dicho, pueden
derivarse varias conclusiones: 1°. Es evidente que
la adición del párrafo cuarto del artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal, que nos
ocupa, tuvo una razón de ser. No se trató de un acto
de ligereza por parte de los legisladores, puesto que
no existía en principio y surgió de pronto con una
redacción distinta y clara. Por lo tanto, puede
decirse que fue voluntad deliberada del legislador la
creación de dicho párrafo. 2°. Se trató de una
“nueva regla” o innovación dentro de nuestro
sistema penal. Era deseable desde tiempo atrás, la
existencia de un límite que diera fin y fijeza a la
acción persecutoria del Estado. 3°. Al colocar dicha
“nueva regla” en la parte final del artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal, se pretendía
que se integrara al contenido de los primeros tres
párrafos, de donde se colige que el precepto que
establece las formas de interrupción del plazo de
prescripción también expresa el alcance de esas
interrupciones. También es innegable que en ella
se quiso establecer un límite temporal a la actividad
persecutoria, rescatando la certeza de la figura de la
prescripción, que después de todo, no es otra cosa
que la preclusión fatal en sentido aritmético del
término para el ejercicio de la acción penal, por el
mero transcurso del tiempo, que había visto
disminuida su eficacia y aplicación, a partir de
49
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
haber establecido tantas “causas de interrupción”
válidas para la ley. Por otra parte, y también como
un mero apoyo, resulta prudente atender a otras
codificaciones, tanto extranjeras como de otros
estados de la República Mexicana, en relación con
la misma cuestión. Así, en el Código Penal para la
República de Paraguay, el artículo 104, dispone:
“Artículo 104.- Interrupción “1º La prescripción será
interrumpida por: un auto de instrucción sumarial;
una citación para indagatoria del inculpado; un auto
de declaración de rebeldía y contumacia; un auto de
prisión preventiva; un auto de elevación de la causa
al estado plenario; un escrito de fiscal peticionando
la investigación; y una diligencia judicial para actos
de investigación en el extranjero. “2º Después de
cada interrupción, la prescripción correrá de nuevo.
Sin
embargo,
operará
la
prescripción,
independientemente de las interrupciones, una vez
transcurrido el doble del plazo de la prescripción.”
En dicha codificación, se contiene la misma regla
que la prevista por nuestro artículo 110, párrafo
cuarto, del código del fuero local, con la variación
de que el plazo total de prescripción puede
aumentarse sólo en una mitad y no al doble. Similar
situación acontece con el Código Penal para la
República del Perú, en cuyo artículo 83, dispone:
“Artículo 83o.- La prescripción de la acción se
interrumpe por las actuaciones del Ministerio
Público o de las autoridades judiciales, quedando
50
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
sin efecto el tiempo transcurrido. “Después de la
interrupción comienza a correr un nuevo plazo de
prescripción, a partir del día siguiente de la última
diligencia.
“Se
interrumpe
igualmente
la
prescripción de la acción por la comisión de un
nuevo delito doloso. “Sin embargo, la acción penal
prescribe,
en
todo
caso,
cuando
el
tiempo
transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo
ordinario de prescripción.” En este caso, en que el
límite es similar al de nuestra legislación, se alude
incluso a que esa mitad debe ser del “plazo
ordinario”, esto es que para nuestra regla genérica,
sería la del medio aritmético de la pena, más una
mitad. En el caso del Código Penal para la
República de Portugal, el artículo 3, previene que:
“3.- A prescrição do procedimento criminal tem
sempre lugar quando, desde o seu início e
ressalvado o tempo de suspensão, tiver decorrido o
prazo normal de prescrição acrescido de metade.
Quando, por força de disposição especial, o prazo
de prescrição for inferior a 2 anos o limite máximo
da prescrição corresponde ao dobro desse prazo.”
“La prescripción del procedimiento criminal tendrá
lugar en todo caso, cuando contado desde el inicio,
y exceptuado el tiempo de suspensión, haya
transcurrido el plazo
normal de prescripción,
aumentado en una mitad. Cuando por orden de
disposición especial, el plazo de prescripción fuera
inferior a dos años, el límite máximo de prescripción
51
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
corresponde al doble de ese plazo”. (Diccionario
Michaelis Soft Portugués español).
En el caso
aludido, se establece expresamente que los lapsos
de
prescripción,
aunque
interrumpidos,
deben
sumarse y sólo podrán constituir el plazo total
ampliado en una mitad. En el caso de que el plazo
fuera menor de dos años, el límite máximo sería el
doble. Ello constituye una doble regla para el
tratamiento de la cuestión. Sin embargo, en nuestra
legislación no se computan los lapsos transcurridos
entre una interrupción y otra, del plazo prescriptivo,
sino que se habla de plazo total, como en la
segunda hipótesis del artículo comentado. En
cuanto
a
nuestra
legislación
mexicana,
las
entidades federativas han dado un tratamiento
diverso a la figura de la prescripción en sus
respectivos códigos penales. Sin embargo, hay
algunos que han adoptado el límite temporal que se
analiza, con algunas variaciones: Código Penal para
el Estado de Nuevo León: “Artículo 132.- … Si se
dejara de actuar, la prescripción comenzará de
nuevo desde el día de la última diligencia. No
obstante lo anterior, el término total para que opere
la prescripción, nunca podrá exceder del que
corresponda según el Artículo 139 y una mitad
más.” Ello en la inteligencia de que el numeral 139,
a su vez previene el plazo original de prescripción,
pues dispone: “Artículo 139.- Para la prescripción
de las acciones penales se tendrá como base el
52
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
término medio aritmético de la sanción señalada al
delito de que se trate, pero en ningún caso bajará de
tres años.” Código Penal para el Estado de Sonora:
“Artículo 107.- La prescripción de la acción penal se
interrumpirá por las actuaciones que se practiquen
en averiguación del delito y delincuente, aunque,
por ignorarse quienes sean éstos, no se practiquen
las diligencias contra persona determinada.” Si se
dejare de actuar, la prescripción comenzará de
nuevo al día siguiente de la última diligencia.” “La
prescripción de la acción penal se interrumpirá,
también, por el requerimiento de auxilio en la
investigación del delito o del delincuente, por las
diligencias que se practiquen para obtener la
extradición internacional, y por el requerimiento de
entrega del inculpado que, formalmente, haga el
Ministerio Público a otra entidad federativa, donde
aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido
por el mismo o por otro delito. En el primer caso,
también causarán la interrupción, las actuaciones
que practique la autoridad requerida y, en el
segundo, subsistirá la interrupción, hasta en tanto
dicha autoridad niegue la entrega o en tanto
desaparezca la situación legal del detenido, que dé
motivo
al
aplazamiento
de
su
entrega.”
“La
interrupción de la prescripción de la acción penal,
sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos
señalados en los artículos 100, 102 y 103 de este
Código.” Código Penal para el Estado de Tabasco:
53
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
“Artículo 105. La interrupción de la prescripción de
la pretensión punitiva, sólo podrá ampliar hasta una
mitad más los plazos de prescripción señalados en
el artículo 102.” De lo anterior, se deriva que la regla
es similar, en cuanto a establecer un límite a la
actividad
indagatoria
del
Ministerio
Público
consistente en el plazo normal de prescripción, más
una mitad, con lo que se advierte que nuestra
legislación local no es la única que contiene ese
precepto y que su interpretación debe atender a la
exégesis del propio artículo y del cuerpo legal en
que se haya inmerso. En este orden de ideas, debe
decirse entonces, que en estricta interpretación del
artículo 110 del Código Penal para el Distrito
Federal, contiene reglas relativas a la “interrupción”
del plazo de prescripción, esto es, tanto qué
actuaciones pueden interrumpir el transcurso del
plazo, como que la suspensión del mismo implica
borramiento
del
tiempo
transcurrido
y
nueva
cuenta, pero siempre y cuando, no aumente el plazo
original en una mitad. Por otro lado, como ya se
dijo, dicho precepto se encuentra inmerso en la
codificación penal local (al menos respecto del
asunto que ahora nos interesa), y aún dentro del
capítulo relativo a las formas de “extinción de la
responsabilidad
penal”,
debe
considerarse
entonces, que la idea original del Constituyente fue
la de establecer los siguientes puntos: 1°. El
ejercicio de la acción penal no es una facultad
54
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
irrestricta, ni indefinida, sino que siempre se tiende
a una constante búsqueda de equilibrio entre el
interés persecutorio del Estado, y el interés
particular del inculpado. 2°. Lo anterior es así,
porque atiende a la naturaleza y finalidad de la
figura misma de la prescripción, la cual también fue
una institución querida y creada por el legislador.
En principio, ya se sabe que el Estado está plena y
auténticamente interesado en la represión de los
delitos, pero también es incuestionable que no
todos los ilícitos ameritan la inversión del esfuerzo
persecutorio por siempre. En por eso que existe la
figura de la prescripción, dado que hay casos en
que el interés persecutorio se debilita, es decir,
pierde fuerza, ejemplo: cuando se decreta una ley
de amnistía, con lo que se “olvida” el agravio
inferido; cuando el ofendido del delito otorga el
perdón al activo, demostrando la falta de intención
en su persecución, siempre y cuando se trate de un
delito que sólo afecte su interés particular; por la
supresión del tipo penal por una ley posterior; o
bien por la prescripción, es decir, cuando por el
simple transcurso del tiempo, debe considerarse
que el agravio inferido por el delito se diluye o se
olvida, claro está, sobre un mecanismo lógico y
eficiente, en el que el tiempo para el olvido, está en
proporción
directa
con
la
importancia
y
trascendencia de la afectación causada por el delito,
pues se computa sobre la pena que el mismo
55
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
legislador previó, para cada uno de los ilícitos. 3°.
En virtud de la figura de la prescripción, ya se dijo
que en principio y como regla general, el paso del
tiempo llega a borrar el interés del Estado (o del
particular), en la persecución del ilícito. Entonces,
sólo como reglas de excepción, la ley reconoce que
existen casos en que el tiempo es apremiante para
la integración de algunas averiguaciones previas,
que hacen que la indagación se prolongue sin
concretarse el ejercicio de la acción penal, pero que
no implica definitivamente falta de interés, sino
dificultad en la investigación. Estos casos de
excepción, deben como tales estar establecidos
expresamente en la ley, y a ello se refieren los
primeros tres párrafos del artículo 110 del Código
Penal para el Distrito Federal. 4°. No obstante que
se trata de normas de excepción, las prevenciones
mencionadas no fueron concebidas desde inicio
con un debido tope temporal, lo que podía dar
causa fácilmente a abusos de poder o falta de
expeditez o de eficiencia en la averiguación de
delitos. Por lo que era menester imponerles un
límite temporal, esto es, lo que conformó el párrafo
cuarto
del
mismo
precepto
invocado,
que
claramente establece que si bien hay causas que
interrumpen el lapso de prescripción, éste no podría
alargarse
indefinidamente
en
perjuicio
del
inculpado. Lo anterior es así, porque es cierto que
la sociedad tiene interés en la persecución de los
56
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
delitos,
y
ese
interés
se
demuestra
en
las
actuaciones de averiguación, por lo que al realizar
aquéllas relativas a la investigación del ilícito, debe
entenderse que se interrumpe el lapso prescriptivo.
Sin embargo, también la ley reconoce en el caso, la
garantía de seguridad jurídica en el probable
responsable, en tanto que es evidente que el
legislador no encontró una razón válida para que la
integración
de
una
averiguación
prolongara
indefinidamente
en
previa
el
se
tiempo,
presionando de este modo el derecho de seguridad
del indiciado, por lo que tampoco podía permitir que
en aras de la investigación de un delito, se le
causaran actos de molestia durante toda su vida.
Esa es la razón, por la cual el legislador estimó
prudente
actuación
establecer
ese
persecutoria
alargamiento
tope
del
injustificado
de
temporal,
Estado,
la
a
la
pues
el
averiguación
evidencia finalmente, que se debilitó el interés que
la sociedad pudo tener en un principio sobre el
caso. Dicho tope o límite quedó establecido en el
artículo 110, párrafo cuarto, adicionado por decreto
publicado el diez de enero de mil novecientos
noventa y cuatro, en que se determinó integrar al
fenómeno jurídico de la prescripción, un límite
claro, que antes no tenía. Debe decirse además, que
el plazo “ampliado” a que se refiere el mencionado
párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal
para el Distrito Federal, alude a la ampliación de los
57
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
plazos originales, o naturales, previstos a su vez en
los artículos 105, 106 y 107 del mismo código, es
decir, al término medio aritmético de la pena
privativa de libertad; al plazo mínimo de tres años;
al término de dos años, para cuando el delito sólo
tenga prevista pena de destitución, suspensión,
privación de derecho o inhabilitación; o bien el
plazo de un año tratándose de delitos perseguibles
por querella y la subsecuente regla de los tres años,
una vez deducida ésta o fuera de esta circunstancia.
Esto es, que el párrafo cuarto del artículo en
cuestión,
nunca
hace
alusión
al
plazo
de
prescripción ampliado por alguna interrupción, o
bien contado a partir de la última actuación
interruptora, pues aparte de que el numeral no
distingue especialmente dicha hipótesis y cuando la
ley no distingue el intérprete no tiene por qué
hacerlo; debe considerarse que se trata de la
ampliación en una mitad, del plazo original, porque
si no fuera así, el aludido límite o tope se volvería
nuevamente nugatorio y perdería su razón de ser
como tal, además de que se caería en un círculo sin
fin que diera lugar al reinicio indefinidamente entre
lapsos de aplicación de la aludida regla y lapsos de
suspensión,
lo
que
nunca
fue
intención
del
Constituyente. Por último, refuerza la aplicación e
interpretación de dicho precepto por parte de este
tribunal, el hecho de que, volviendo al motivo de la
reforma que dio origen a la adición del párrafo
58
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
cuarto, en la iniciativa presidencial se hizo alusión a
la modificación de otras leyes, respecto de las
cuales dejó claramente establecido su intención de
enmarcar la actividad del Ministerio Público en su
tarea de persecución de delitos, a fin de evitar
abusos de poder. Y si bien no aludió a la reforma
del muchas veces mencionado artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal, sí evidenció
una intención manifiesta, dentro de lo que se
denominó la “reforma penal integral”, la que se
invoca también solamente en apoyo del presente
estudio. Dicha intención se dejó entrever cuando la
iniciativa expuso que: “… Se precisan reglas
dirigidas
a
dar
disposiciones,
debido
cumplimiento
construyendo
un
a
marco
esas
de
seguridad jurídica para quienes figuren como
indiciados en la averiguación previa…”. “A su vez
conviene
agilizar
los
procedimientos
de
averiguación previa y los procesos, a fin de llegar lo
más pronto posible a la solución que convenga a
los fines de seguridad y de Justicia en cada caso,
en beneficio de quienes sean sujetos procesales y
de la sociedad, y también para abatir cargas de
trabajo en los órganos públicos que se ocupan de
esos asuntos.” Asimismo, en el dictamen de la
subcomisión
de
las
Comisiones
Unidas
de
Gobernación y Puntos Constitucionales, Justicia y
Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, se
aludió en general a que “la propuesta del Ejecutivo
59
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Federal contribuye a dar una mejor agilidad a los
mecanismos de investigación y aprehensión…”. De
lo que se deriva que el párrafo cuarto del artículo
110 del Código Penal para el Distrito Federal, que se
estudia, no sólo previene una norma de seguridad
jurídica del gobernado, sino también una regla para
procurar la investigación de delitos, sobre criterios
de prontitud, celeridad, eficiencia y eficacia, que
lleven a la institución del Ministerio Público a lograr
integrar las averiguaciones previas, por lo menos,
en el lapso promedio y una mitad más, con que el
propio legislador determinó sancionar cada uno de
los delitos previstos en el código sustantivo. Por lo
hasta aquí precisado, y referidos nuevamente al
caso específico que nos ocupa, atendiendo a la
interpretación que se ha dado al artículo 110 párrafo
cuarto, del Código Penal para el Distrito Federal,
para su aplicación, se advierte que en la especie la
acción penal prescribió, dado que el delito de
homicidio culposo, siendo instantáneo, se consumó
el dos de junio de mil novecientos noventa y tres;
en tanto que hubieron actuaciones en averiguación
del delito que desde luego interrumpieron el
transcurso del plazo de prescripción, pero se
cumplió el lapso total previsto por la ley para el
caso específico, que como ya se había indicado, era
de cuatro años y medio, dado que la acción penal se
ejerció hasta el treinta y uno de agosto de mil
novecientos noventa y nueve, esto es, cuando ya
60
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
había transcurrido con exceso, el lapso de tres
años, más una mitad, o sea de cuatro años y medio,
dado que habían pasado para entonces, seis años,
dos meses, veintinueve días. Por tanto, para cuando
se ejerció la acción penal, ésta ya estaba prescrita,
por lo que la responsabilidad penal que pudiera
resultarle a **********, a su vez estaba extinta. Como
consecuencia, el fallo condenatorio emitido en su
contra, deviene violatorio de garantías y ello amerita
la concesión del amparo en forma total.”
De la anterior ejecutoria derivó la tesis aislada, cuyo rubro es:
“PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. EL ARTÍCULO 110,
PÁRRAFO CUARTO, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL, IMPIDE AL MINISTERIO PÚBLICO PRORROGAR
INDEFINIDAMENTE
EL
EJERCICIO
DE
LA
ACCIÓN
PERSECUTORIA.”14
Novena Época; registro “189002”; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XIV, correspondiente al mes de
agosto de 2001; materia penal; tesis I.5o.P.14 P; página 1389, cuyo texto es el siguiente:
14
“El citado precepto legal, en su párrafo cuarto, establece un límite a la acción persecutoria del Estado, desempeñada
a través de la institución del Ministerio Público, es decir, para integrar la averiguación previa correspondiente y
ejercer éste, en su caso, la acción penal, goza únicamente de un plazo igual al término medio aritmético aplicable al
delito de que se trata, más una mitad, que en ningún caso podrá ser inferior a cuatro años y medio (regla genérica
mínima de tres años a que se refiere el artículo 105 del Código Penal para el Distrito Federal), lo cual no contraviene
lo establecido en los primeros tres párrafos del mismo artículo, que regulan formas de interrupción del plazo
prescriptivo, ya que determina que dichas interrupciones no tendrán más efecto que el de prolongar el lapso de
prescripción a que se refieren los numerales 105, 106 y 107 del propio código, hasta en una mitad más. Por tanto, el
último párrafo del numeral 110 del ordenamiento legal de que se trata, rescata la certeza de la figura de la
prescripción, que no es otra cosa que la preclusión fatal del término para el ejercicio de la acción penal, por el mero
transcurso del tiempo y la cual había disminuido su eficacia y aplicación, a partir del establecimiento de tantas
causas de interrupción válidas para la ley. Por lo que la adición de este párrafo a dicho precepto, mediante decreto
publicado en el Diario Oficial de la Federación de diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, es evidente que
tuvo la específica finalidad de regular que el lapso de prescripción no se extienda indefinidamente en perjuicio del
indiciado, ya que aun cuando la sociedad tiene interés en la persecución de los delitos, el cual se demuestra en las
actuaciones de averiguación, sin embargo, éstas se realizan a discreción del Ministerio Público, para interrumpir el
lapso prescriptivo, lo cual de no atender al límite a que se refiere el párrafo cuarto del artículo 110 analizado, podría
prolongarse indefinidamente, en perjuicio del probable responsable del delito, con los consecuentes actos de
molestia y la afectación a su garantía de seguridad jurídica.”
Amparo directo 6235/2000. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Hernández Reyes. Secretaria:
Beatriz Moguel Ancheyta.
Amparo en revisión 345/2001. 9 de abril de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Hernández Reyes. Secretario:
Pedro Carbajal Jiménez.
61
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Similares
consideraciones
sostuvo
el
referido
tribunal
colegiado, al resolver el amparo directo **********, mismas que
para evitar repeticiones innecesarias no se sintetizan.
III. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito, al emitir sentencia en el amparo directo **********,
consideró que en el asunto puesto a su potestad, operó la
prescripción de la acción penal, toda vez que el Ministerio Público
no realizó las diligencias tendentes a “la investigación del delito y
del
delincuente”
necesarias
para
interrumpir
el
término
prescriptorio, tal como lo establece el artículo 110 del Código
Penal para el Distrito Federal15.
Señaló que los hechos delictivos consistentes en el robo de
partes automotrices en perjuicio de los ofendidos, se conocieron
por el agente del Ministerio Público el quince de diciembre de mil
novecientos noventa y seis; el quince
de diciembre de mil
novecientos noventa y siete, se practicó la última diligencia
realizada “en investigación del delito”, dado que se emitió
dictamen que determinó el monto de lo robado; el veintinueve de
octubre de dos mil uno, el Representante Social ejerció acción
penal en contra de **********, al considerarlo probable responsable
en la comisión del delito de robo calificado.
A juicio del citado órgano jurisdiccional, no se practicaron
actuaciones idóneas para interrumpir el curso de la prescripción de
la acción persecutoria, ya que las que se verificaron se refieren a
un robo diverso; tribunal que se apoyó en el criterio intitulado:
15
Ver, pie de página 13.
62
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
“PRESCRIPCIÓN
EN
MATERIA PENAL. NATURALEZA DE
LAS ACTUACIONES REALIZADAS POR EL MINISTERIO
PÚBLICO, NECESARIAS PARA INTERRUMPIR EL TÉRMINO
DE LA (ARTÍCULO 110 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL
DISTRITO FEDERAL EN MATERIA COMÚN Y PARA TODA LA
REPÚBLICA EN MATERIA FEDERAL)16”; asimismo, adujo que
las diligencias en las que se solicitó la investigación de la policía
judicial en relación con el hecho denunciado, tampoco podían
tener un efecto interruptor, cuenta habida que nada se informó al
respecto, en ese sentido mencionó que no podía quedar al arbitrio
del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción
con sólo solicitar a la policía judicial en forma periódica la
investigación de los hechos y que éstos rindieran su respectivo
informe, ya que esa circunstancia antentaría contra la seguridad
jurídica de los gobernados.
Como colofón, sostuvo que la prescripción de la acción penal
en términos del artículo 102 del Código Penal para el Distrito
Federal17, empezó a correr el diecisiete de diciembre de mil
novecientos noventa y siete, por tanto, para
cuando
se
Novena Época; registro “201219”; Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito; Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta; tomo IV, correspondiente al mes de octubre de 1996; materia penal; tesis VIII.2o.11 P; página 586; cuyo texto es
del tenor literal siguiente:
16
“Las actuaciones idóneas para interrumpir el curso de la prescripción de la acción persecutoria son aquellas que se
practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque no se lleven a cabo contra persona determinada
por ignorarse su nombre, y por los hechos de los que derive el ilícito atribuido al indiciado; es decir, si la
averiguación previa se inicia por un delito específico y no se realiza ninguna actuación referente a un diverso delito,
que haya cometido otra persona relacionada con esos hechos, pero que no es la denunciada o aquella en contra de
la que se ejercitó la acción penal, las actuaciones referidas al primer delito no interrumpen la prescripción en
relación al segundo ilícito, ya que el carácter personal de ésta, exige que tenga un titular o hechos individualizados,
y la misma razón jurídica rige en cuanto a los actos interruptivos. Lo anterior en virtud de que el artículo 110 del
Código Penal Federal, sólo se refiere a que se ignore quiénes son los delincuentes, pero no los hechos de donde
deriva el delito que se le imputa, lo que induce a estimar que el legislador, con criterio amplio, omitió tomar en
cuenta actuaciones inútiles o meramente formulistas o que no fueran exclusivamente en averiguación del delito o
del delincuente.”
Amparo en revisión 335/96. **********. 29 de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Elías H. Banda Aguilar.
Secretaria: Elda Mericia Franco Mariscal.
17
“Artículo 102.- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con
sus modalidades, y se contarán:
I. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuera instantáneo…”.
63
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
cumplimentó la orden
de aprehensión –veintiséis de julio de
dos mil dos–, ya se había actualizado la prescripción, cuenta
habida que el delito atribuido al quejoso fue el de robo calificado
sancionado en los numerales 370, párrafo primero y 381, fracción
XI, y penúltimo párrafo, ambos del código antes invocado 18, cuya
penalidad a imponer por el delito en cuestión va de tres días a
siete años de prisión, luego, con base en el arábigo 105 del código
punitivo en mención19, el término para que procediera la
prescripción era de tres años, seis meses y tres días, que
corresponde al término medio aritmético de la pena privativa de la
libertad; por otro lado, aún cuando posteriormente se practicaron
diversas diligencias, ninguna de ellas podía interrumpir el lapso
prescriptorio ya que sólo la aprehensión del autor del evento
delictivo era eficaz, pues con fundamento en los ordinales 110 y
111 del ordenamiento sustantivo plurimencionado, ya había
transcurrido la mitad del lapso necesario para la prescripción20, la
cual se ejecutó el veintiséis de julio de dos mil dos, por
consiguiente para ese momento ya habían transcurrido cuatro
años, siete meses y nueve días, lo cual excedía el referido término
prescriptorio.
Tales consideraciones dieron lugar a la tesis aislada, bajo el
rubro siguiente: "PRESCRIPCIÓN. ACTUACIONES QUE NO LA
INTERRUMPEN"21.
“Artículo 370. Cuando el valor de lo robado no exceda de cien veces el salario, se impondrá hasta dos años de prisión y
multa de hasta cien veces el salario…”.
18
“Artículo 381. Además de la pena que le corresponde conforme a los artículos 370 y 371, se aplicarán al delincuente hasta
cinco años de prisión en los casos siguientes: […]
XI. Cuando se trate de partes de vehículos estacionados en la vía pública o en otro lugar destinado a su guarda o
reparación.”
19
Ver, pie de página 12.
20
Respecto al artículo 110 del código punitivo en mención, ver a pie de página nota 13, en relación con el artículo 111 de la
misma legislación, este dispone lo siguiente: “ARTÍCULO 111. Las prevenciones contenidas en los dos primeros párrafos y
en el primer caso del tercer párrafo del artículo anterior, no operararán cuando las actuaciones se practiquen después de que
haya transcurrido la mitad del lapso necesario para la prescripción…”.
64
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Los antecedentes de ese asunto son:
1. La Juez Cuadragésimo Octavo Penal del Distrito
Federal, el dos de diciembre de dos mil dos, dictó
sentencia condenatoria en la causa penal ********** de
su
índice,
en contra
de
**********, al
estimarlo
plenamente responsable en la comisión del delito de
“robo calificado”, previsto y sancionado en el artículo
220, fracción II, en relación con el 223, párrafo inicial y
fracción II, del Código Penal para el Distrito Federal.
2. La resolución fue apelada por el sentenciado; recurso
que correspondió conocer a la Sexta Sala Penal del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, la cual
en el toca **********, modificó dicha determinación en
cuanto al grado de culpabilidad apreciado por la
juzgadora de primer grado, para imponerle una pena
privativa de la libertad de solamente un año tres meses
y veintidós días, así como multa por la cantidad de tres
Novena época; registro “183456”; Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito; Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta; tomo XVIII, correspondiente al mes de agosto de 2003; materia penal; tesis I.2o.P.74 P; página
1797; texto del tenor siguiente:
21
“El término prescriptorio de la pretensión punitiva es continuo y únicamente será interrumpido con las diligencias
tendentes a la investigación del delito y del delincuente, de conformidad con lo que establecen los artículos 102 y
110 del Código Penal para el Distrito Federal de 1931 (abrogado y el 108, párrafo inicial, y 114, primer párrafo, del
actual código), por lo que si el Ministerio Público gira diversos oficios de investigación así como de localización y
presentación, y tiene por recibidos los informes -en los que no se hizo comunicación alguna respecto del delito y del
delincuente-, si además dicta acuerdos de remisión a otras oficinas ministeriales así como de radicación y apertura,
debe concluirse que estas actuaciones no tienen efecto interruptor, porque en ellas nada se informa respecto del
evento delictivo ni de los intervinientes, además de que no puede quedar al arbitrio del Ministerio Público la
interrupción del lapso de la prescripción, pues bastaría que en forma periódica solicitara a elementos de la policía
judicial que investigaran, éstos rindieran su respectivo informe y después se asentara razón de ello, al igual que
continuamente se remitiera la averiguación previa a otras oficinas ministeriales y en éstas se radicara, para que se
tornara imprescriptible cualquier delito, lo que atenta contra la garantía de seguridad jurídica de los gobernados.”
Amparo directo 1042/2003. 26 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Escobar Ángeles. Secretario:
Ricardo Delgado Quiroz.
65
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
mil doscientos cincuenta y tres pesos con treinta y cinco
centavos, moneda nacional.
3. La sentencia de apelación fue controvertida mediante
juicio de amparo directo, del que conoció el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito; los razonamientos de la ejecutoria emitida por
el
citado
órgano
jurisdiccional
son
los
que
a
continuación se reproducen:
“Se advierte que ha operado la prescripción de la
acción penal, pues el Ministerio Público no realizó
las diligencias tendentes a la investigación del
delito y del delincuente que interrumpieran el
término prescriptorio, tal como lo estatuye el
artículo 110 del Código Penal para el Distrito
Federal vigente al día del evento. Ciertamente, los
hechos consistieron sustancialmente en que el
quince de diciembre de mil novecientos noventa y
siete, aproximadamente a las doce horas, **********
dejó estacionado y cerrado su automóvil de la
marca **********, tipo **********, color **********, modelo
**********, placas de circulación **********, en la calle
de ********** casi esquina con **********, colonia
**********, y aproximadamente a las trece horas con
diez minutos, se percató que dos personas del sexo
masculino se acercaban a su coche y comenzaban a
quitarle los faros, por lo que de inmediato le
comunicó a ********** lo que pasaba y éste le dijo
66
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
‘vamos a agarrarlos’, por lo que estos dos subieron
al automotor ********** y comenzaron a seguir a los
sujetos activos, quienes ya habían subido al
vehículo de la marca **********, tipo **********, color
**********, placas ********** y circulaban sobre la
avenida **********, con dirección al ********** y al
llegar a la calle ********** dieron vuelta a la izquierda,
hacia el oriente, hasta llegar a ********** , en donde
dieron vuelta hacia el **********, enseguida llegaron a
**********, en donde se detuvieron debido a que el
semáforo que regía su circulación les marcó luz
roja, por lo que descendieron del ********** y
corrieron en direcciones opuestas, por lo que el
ofendido y acompañante, que los perseguían,
igualmente
bajaron
de
su
automotor
para
detenerlos, lo que no pudieron lograr, por lo que
esperaron y pasaron elementos de la policía
preventiva, a quienes solicitaron auxilio y les
pidieron que trasladaran el ********** al Ministerio
Público, en cuyo interior se encontraban las dos
unidades de luz robadas, así como la credencial del
********** a favor del amparista, a quien el ofendido
como su acompañante reconocieron como la
persona que desprendió los faros y quien al huír
viajaba en el **********, en el lado del copiloto.
Respecto a tal evento cabe precisar lo siguiente:
A. Estos hechos fueron conocidos por el Ministerio
Público desde el quince de diciembre de mil
novecientos noventa y siete, porque en esta data
67
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
realizó las siguientes diligencias: Mediante nota de
remisión se dejó a su disposición el vehículo
**********, tipo **********, placas ********** (foja 7).
Recabó las declaraciones de **********, policía
preventivo remitente (foja 9 a 12), así como el
denunciante ********** (foja 14 a la 18) y ********** (foja
19 a 23). Giró oficio al Director de la Policía Judicial
del Distrito Federal, solicitando informara si el
vehículo tipo **********, se encontraba reportado
como robado o relacionado con otra averiguación e
investigaran, localizaran y ubicaran a los probables
responsables (foja 24). ********** agente de **********,
rindió informe señalando que el automotor **********,
precitado, no había sido reportado como robado y
no obtuvo información respecto a los hechos (foja
28). Dio fe de objetos (dos unidades de luz,
desarmadores y pinzas), documentos (entre ellos la
credencial expedida a favor del ahora amparista),
vehículos (**********) y llaves (fojas 29 a 32). Giró
nuevo oficio al Director de la Policía Judicial del
Distrito Federal, solicitando informara si el vehículo
tipo ********** referido, se encontraba reportado
como robado o relacionado con otra averiguación e
investigara en relación a los hechos y localizara a
los probables responsables (foja 32). El dieciséis de
diciembre de mil novecientos noventa y siete, las
diligencias que la Representación Social realizó
consistieron en: Hizo constar que el perito en
mecánica no se presentó (foja 32). Devolvió al
68
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
ofendido el vehículo tipo ********** cuestionado y los
faros recuperados (foja 34). Abrió la indagatoria y se
comunicó a la Oficina de Servicios Periciales,
informándosele que los peritos en mecánica y
valuación se presentarían más tarde (foja 36). El
personal del Ministerio Público se trasladó a las
oficinas de Servicios Periciales de dicha institución,
en donde ********** manifestó que los peritos en
mecánica y valuación ya habían intervenido, pero
los
dictámenes
estaban
en
la
oficina
del
Subdelegado y éste no se encontraba (foja 37). Las
diligencias del diecisiete siguiente consistieron en:
Giró oficio al Subdelegado Administrativo de la
Dirección Iztacalco a fin de que solicitara una grúa y
trasladara el **********, al corralón ubicado en
‘**********’
(foja
40).
Llamó
telefónicamente
al
personal de Servicios Periciales, recibiendo como
respuesta que la solicitud relativa a la intervención
de peritos en mecánica y valuación, ya había sido
atendida y los peritos eran ********** y **********, en
tanto que los dictámenes serían enviados por medio
de ‘control de documentos’ (foja 42). Envió la
averiguación previa a la Coordinación de Robo de
Vehículos para su prosecución y perfeccionamiento
(foja 43). Consta dictamen en materia de valuación
de quince de ese mes, en el que se determinó el
monto de lo robado (foja 48) (la que se estima es la
última diligencia realizada en la investigación del
delito, porque en base en éste se determinó el
69
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
monto de lo robado). El veintitrés de diciembre de
mil novecientos noventa y siete, el Ministerio
Público Adscrito a la Coordinación General de
Investigación de Robo de Vehículos recibió y radicó
la
averiguación
previa
novecientos
noventa
consistieron
en:
El
y
(foja
47).
ocho
diecinueve
las
de
B.
En
mil
diligencias
enero,
el
Ministerio Público ordenó al Comandante de la
Policía Judicial verificara la autenticidad de la
factura **********, que amparaba la propiedad del
automotor ********** y ese mismo día se informó que
era auténtica (fojas 48 a 51). El veintiséis de mayo,
solicitó copia del dictamen en materia de valuación
(foja 53). Al día siguiente solicitó se le enviara la
averiguación previa **********, toda vez que se
encontraba relacionada con los hechos materia de
estudio (foja 52); esta indagatoria se le remitió el
quince de junio (foja 62) y contenía la denuncia de
**********, quien el quince de diciembre de mil
novecientos noventa y siete, a las veintitrés horas
con
cuarenta
y
seis
minutos,
compareció
a
denunciar el robo del vehículo marca **********,
placas **********, ya que ese día como a las doce
horas, cuando lo lavaba fuera de su domicilio, tres
individuos armados la amagaron, le pidieron las
llaves y se lo llevaron (cabe destacar que la
denunciante era la esposa del ahora amparista). El
cinco de junio, dio fe de la averiguación previa
********** y la agregó a la indagatoria primordial. El
70
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
siete de septiembre de mil novecientos noventa y
ocho, el Ministerio Público citó a ********** para que
acreditara la propiedad del vehículo ********** (foja
66) y solicitó al Director General de la Policía
Judicial del Distrito Federal, presentara al quejoso
(foja 64). El ocho de ese mes, ********** compareció a
declarar y agregó que tenía conocimiento, por
rumores, que a dos calles de donde le fue robado su
automóvil, al mismo se subió el que era su esposo
(ahora quejoso); también acreditó la propiedad del
automotor y solicitó se les tomara la declaración a
dos testigos de propiedad (foja 67); posteriormente
se dio fe de los documentos exhibidos y se agregó
el informe de esta data, rendido por elementos de la
policía
judicial.
comparecieron
El
**********
diez
de
y
**********,
septiembre,
personas
ofrecidas por ********** como testigos de propiedad
(foja 74) y se acordó devolverle el **********, de su
propiedad (foja 79). C. En mil novecientos noventa y
nueve: El tres de agosto, se radicó la averiguación
previa en la Unidad Investigadora de Iztacalco (foja
82). D. En dos mil: El quince de febrero, el Ministerio
Público reabrió dicha indagatoria y solicitó al
Comandante de la Policía Judicial del Distrito
Federal, investigara los hechos y a los probables
testigos (fojas 83 y 84). El cuatro de abril de dos mil,
nuevamente reabrió la averiguación previa (foja 85)
y agregó informe de la policía judicial, en el que se
expuso que los resultados de la investigación eran
71
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
negativos (foja 86).
El cuatro de
agosto, la
Licenciada **********, Ministerio Público, reabrió la
indagatoria y por reestructuración, la remitió a la
‘Unidad de Investigación’ correspondiente, en el
sector ‘oriente’ (foja 88). E. En dos mil uno: El
treinta y uno de enero, la profesionista aludida
radicó la averiguación previa **********, pero ahora
en la Unidad Investigadora ********** de la **********
agencia de ********** (foja 89). El siete de marzo, la
Ministerio Público giró oficio al Comandante de la
Policía Judicial del Distrito Federal, a fin de que
investigara los hechos (foja 90 y 91) y el veinte
siguiente
recibió
el
informe
respectivo
con
resultados negativos (foja 92). El once de mayo, la
Licenciada **********, acordó la entrega de las
averiguaciones previas rezagadas del ********** (foja
94). El veintisiete de septiembre, el Ministerio
Público que recibió dicha indagatoria, la redicó
nuevamente (foja 95). El cinco de octubre, citó a
********** a fin de que ampliara su declaración, lo que
ésta realizó el veintidós de ese mes, y exhibió acta
de matrimonio, además agregó que no sabía el
nombre de las personas que le dijeron que su
esposo se subió a su vehículo, ignoraba quienes se
lo robaron y no los recordaba físicamente (fojas 96
a 100). El veintinueve de ese mes, el Ministerio
Público ejerció acción penal en contra del ahora
amparista al considerarlo probable responsable de
la comisión del delito de robo calificado que se
72
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
conoce (foja 102). La Juez Cuadragésimo Octavo
Penal del Distritro Federal en la causa **********,
resolvió el veintiuno de noviembre, negar el
libramiento
de
la
orden
de
aprehensión
por
considerar que había prescrito la acción penal (fojas
109 a 118) y el Ministerio Público apeló el veintiséis
siguiente. F. En dos mil dos: El dieciocho de
febrero, la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal, revocó la resolución
controvertida al estimar que eran fundados los
agravios del inconforme, por lo que determinó que
no estaba prescrita la acción penal (fojas 125 a 130);
entonces el Juez de la causa libró la orden de
aprehensión en contra del ahora quejoso, el
veintiséis de ese mes (fojas 133 a 150) y la misma
se cumplimentó el veintiséis de julio (foja 152).
Ahora bien, después de analizadas las diligencias
realizadas por el Ministerio Público, se advierte que
las
actuaciones
posteriores
al
diecisiete
de
diciembre de mil novecientos noventa y siete, no
fueron
en
investigación
del
evento
delictivo
mencionado y tampoco en la de los probables
responsables, pues la última diligencia ministerial
en tal tenor consistió en agregar el dictamen en
materia de valuación (foja 46), mediante el cual se
determinó el monto de lo robado, en tanto que las
subsecuentes actuaciones ministeriales no fueron
en investigación del delito ni de los autores del
mismo, pues cabe recordar que el evento delictivo
73
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
consistió en el robo de los faros del vehículo
**********, placas de circulación **********, modelo
**********, por parte del amparista y otra persona. Por
tanto, es evidente que las actuaciones ministeriales
realizadas en mil novecientos noventa y ocho, que
se
refieren
a
la
acumulación
de
la
diversa
indagatoria ********** a la principal, son relativas al
robo del vehículo de la marca **********, tipo
**********, placas de circulación **********, propiedad
de **********, esposa del ahora quejoso, asimismo, la
posterior comparecencia de ésta como de ********** y
**********, se realizó con el fin de obtener la
liberación de dicho automotor; la investigación
sobre si la factura exhibida por dicha ofendida era
original, que sí lo fue, tampoco tuvo relación con el
delito de robo de autopartes que se le atribuyó al
quejoso y mucho menos con la intervención de éste
en el evento que se analiza, al igual que la fe
ministerial de documentos, por tanto, no tienen
eficacia a fin de interrumpir el término prescriptorio,
pues los actos interruptivos se refieren a hechos
concretos. En tal tenor tiene aplicación la tesis
VIII.2o.11 P, sustentada por el Segundo Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito, consultable en la
página 586, del Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, Octubre de
1996, que este Tribunal comparte y a la letra dice:
‘PRESCRIPCIÓN
NATURALEZA
EN
DE
MATERIA
LAS
PENAL.
ACTUACIONES
74
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
REALIZADAS
POR
EL
MINISTERIO
NECESARIAS PARA INTERRUMPIR
PÚBLICO,
EL TÉRMINO
DE LA (ARTÍCULO 110 DEL CÓDIGO PENAL PARA
EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA COMÚN Y
PARA
TODA
FEDERAL)’
(se
LA
REPÚBLICA
transcribe).
En
EN
MATERIA
cuanto
a
las
diligencias relativas a la solicitud de investigación o
presentación hecha a elementos de la policía
judicial o la petición de copia del dictamen en
materia de valuación, así como los respectivos
informes realizados, tampoco podrían tener dicho
efecto, porque en ellos nada se informa respecto del
hecho ni de los probables responsables, además de
que tales actuaciones ministeriales no pueden tener
dicho alcance, pues no puede quedar al arbitrio del
Ministerio Público la interrupción del lapso de la
prescripción, pues bastaría que en forma periódica,
se solicitara a elementos de la policía judicial que
investigaran y a su vez que estos rindieran su
respectivo informe, como en la especie ocurrió,
para que se tornara imprescriptible cualquier delito,
lo que por supuesto atentaría contra la garantía de
seguridad jurídica de los gobernados. Las restantes
diligencias consistentes en radicaciones, aperturas
de la indagatoria, remisiones a otro Ministerio
Público u otras oficinas, tampoco interrumpen la
prescripción, pues no reúnen los requisitos del
artículo 110 del Código Penal para el Distrito
Federal vigente al día del evento. En tal sentido
75
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
resulta aplicable la tesis 1a.XLIV/2001, que sostiene
la Primera Sala del Máximo tribunal del País, visible
en la página 245, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII,
Junio de 2001, que a la letra dice: ‘PRESCRIPCIÓN
DE LA ACCIÓN PENAL. EL ARTÍCULO 110 DEL
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL QUE
PREVÉ
SU
INTERRUPCIÓN
CUANDO
PRACTIQUEN
CIERTOS
PROCEDIMENTALES,
NO
GARANTÍAS
SEGURIDAD
DE
SE
ACTOS
TRANSGREDE
LAS
JURÍDICA
CONSAGRADAS EN LOS ARTÍCULOS 14 AL 23 DE
LA CONSTITUCIÓN FEDERAL’. (se trascribe). Ahora
bien, tal como ha quedado precisado, el evento
delictivo por el cual se dictó sentencia condenatoria
en contra del amparista, aconteció el quince de
diciembre de mil novecientos noventa y siete, y el
diecisiete siguiente comenzó a correr el término
prescriptorio, por lo que entonces se arriba
a la
conclusión que cuando se cumplimentó la orden de
aprehensión (veintiséis de julio de dos mil dos), ya
se había actualizado la prescripción de la acción
penal a favor del ahora quejoso. Ciertamente, para
concluir en lo anotado, debe señalarse que el
ordinal 102 del Código Sustantivo en la materia y
fuero, aplicable al día del evento (quince de
diciembre de mil novecientos noventa y siete),
disponía que: (se transcribe). Enseguida, para
determinar cuál es el término prescriptorio, se debe
76
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
tomar en consideración lo que estatuyen los
numerales 370, párrafo primero y 381, fracción XI, y
penúltimo párrafo, ambos del Código Penal vigente
al día del evento y que eran del tenor literal
siguiente: (se transcriben). De lo anterior se advierte
que la pena a imponer por el delito de Robo era de
tres días a dos años de prisión (con independencia
de la pecuniaria), misma que se debería aumentar
en su plazo máximo en cinco años, lo que hace que
la pena a imponer al quejoso por el delito de ROBO
CALIFICADO que se le imputó, era de seis días
como
mínimo
y
como
máximo
siete
años;
incremento que fue realizado conforme lo establecía
el numeral 51, párrafo segundo, del Código Penal
vigente para el Distrito Federal el día del evento, en
el tenor literal siguiente: (se trascribe). Por tanto, si
la pena de prisión a imponer era de seis días a siete
años, en consecuencia, el lapso necesario para que
procediera la prescripción era de tres años seis
meses tres días, ya que éste es el término medio
aritmético de la pena privativa de libertad a imponer,
lo que encuentra sustento en lo que disponía el
precepto 105 del Código Punitivo en mención: (se
trascribe). Igualmente, el ordenamiento sustantivo
en comento también establecía en sus ordinales 110
y 111 que: (se trascriben). Por consiguiente,
debemos dividir el término prescriptorio (tres años
seis meses tres días) a la mitad y así tenemos dos
etapas, cada una de ellas por un lapso de un año
77
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
nueve meses, la primera puede interrumpirse por la
realización
de
diligencias
tendentes
a
la
investigación del delito y del delincuente, sin
embargo, en la especie ello no sucedió debido a que
si bien es cierto los hechos acontecieron el quince
de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y
se denunciaron ese mismo día, por lo que quedó
precisado desde ese momento cuál era el evento
delictivo y que el ahora quejoso era uno de los
intervinientes en su comisión (ya que él fue quien
desprendió los faros, objeto del delito), entonces las
diligencias
realizadas
posteriormente
(salvo el
recabar el dictamen en materia de valuación que fue
el diecisiete de ese mes) no se dirigieron a
investigar los hechos materia de estudio ni a los
autores de los mismos, por consiguiente, no tenían
eficacia para interrumpir el término prescriptorio.
Ahora bien, en la segunda etapa también se
realizaron
diversas
diligencias,
sin
embargo,
ninguna de ellas podría interrumpir el lapso
prescriptorio, pues en esta etapa únicamente sería
eficaz la aprehensión del autor del evento delictivo,
empero, en el caso concreto, tal mandamiento
judicial (la orden de aprehensión se dictó el
veintiséis de febrero de dos mil dos, actuación que
no interrumpió la prescripción) se ejecutó el
veintiséis de julio de ese año, o sea, si el hecho
ílicito fue materializado el quince de diciembre de
mil novecientos noventa y siete, y el diecisiete de
78
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
ese
mes
se
investigación
realizó
del
la
última
delito,
diligencia
entonces
en
habían
transcurrido cuatro años siete meses nueve días, lo
cual excedía el término prescriptorio (tres años seis
meses tres días), por lo que resulta incuestionable
que a la fecha de la ejecución de la orden de
aprehensión aludida (veintiséis de julio de dos mil
dos), la acción penal que nació de la comisión del
delito en estudio ya había prescrito. No pasa
inadvertido
para
este
Tribunal
que
la
Sala
responsable resolvió el dieciocho de febrero de dos
mil dos, que la acción penal no había prescrito
debido a que el Ministerio Público había realizado
una serie de diligencias tendentes a la averiguación
del delito y del delincuente, entre las que destaca la
declaración de la denunciante **********, realizada el
ocho de septiembre de mil novecientos noventa y
ocho, quien ratificó su declaración ministerial en la
cual había denunciado el delito de robo cometido en
su
agravio,
sin
embargo,
aún
tomando
en
consideración tal fecha para los efectos de la
prescripción, igualmente se llega a la conclusión de
que la misma se había actualizado, pues de tal data
al veintiséis de julio de dos mil dos, habían
transcurrido tres años diez meses dieciocho días,
es decir, habían excedido los tres años seis meses
tres días para que prescribiera, sin que se hubieran
realizado diligencias en averiguación del delito y del
delincuente”.
79
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
CUARTO.
Inexistencia
de
la
contradicción.
De
conformidad con lo establecido por el Tribunal Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, la nueva mecánica para
abordar la procedencia de las contradicciones de tesis no requiere
del cumplimiento irrestricto de las exigencias establecidas en la
tesis de jurisprudencia P./J. 26/2001, emitida por el propio Tribunal
Pleno, cuyo rubro dice: “CONTRADICCIÓN DE TESIS DE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS
PARA SU EXISTENCIA”22, debido a que el citado criterio fue
interrumpido.
Una nueva forma de aproximarse a los problemas que
plantean los tribunales colegiados en este tipo de asuntos, radica
en la necesidad de unificar criterios y no comprobar que se
satisfagan ciertas características determinadas respecto de los
casos resueltos por los tribunales colegiados.
Para que una contradicción de tesis sea procedente, es
indispensable determinar si existe una necesidad de unificación;
es decir, una posible discrepancia en el proceso de interpretación
más que en el producto del mismo. Dicho de otra manera, para
determinar si existe o no una contradicción de tesis es necesario
analizar detenidamente cada uno de los procesos interpretativos
involucrados ―no tanto los resultados que ellos arrojen― con el
objeto de identificar si en algún tramo de los respectivos
razonamientos
se
tomaron
decisiones
distintas
―no
necesariamente contradictorias en términos lógicos― legales o no.
22
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página 76.
80
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Bajo ese orden de ideas, si la finalidad de la contradicción de
tesis es la unificación de criterios, y si el problema radica en los
procesos
de
interpretación
adoptados
por
los
tribunales
contendientes —no en los resultados—, entonces es posible
afirmar que para que una contradicción de tesis sea procedente es
necesario que se cumplan las siguientes condiciones:
1. Los tribunales contendientes tienen que haber resuelto
alguna cuestión litigiosa, en la que se vieron en la
necesidad de hacer uso de su arbitrio judicial a través de
un ejercicio interpretativo, mediante la adopción de algún
método, cualquiera que fuese.
2. Entre los ejercicios interpretativos respectivos se debe
encontrar algún punto de toque; es decir, existir al menos
un tramo de razonamiento en el que la interpretación gire
en torno a un mismo tipo de problema jurídico: ya sea el
sentido gramatical de una norma, el alcance de un
principio, la finalidad de una determinada institución o
cualquier otra cuestión jurídica en general.
Lo discernido se apoya en el criterio sustentado por el
Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
la tesis de jurisprudencia 72/2010, de rubro: “CONTRADICCIÓN
DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES
COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS
CRITERIOS JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO
PUNTO DE DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS
81
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
CUESTIONES
FÁCTICAS
QUE
LO
RODEAN
NO
SEAN
EXACTAMENTE IGUALES”23, además lo complementa.
Conviene mencionar, que no es indispensable que los
criterios sustentados por los tribunales contendientes constituyan
jurisprudencia debidamente integrada, pues tampoco es requisito
indispensable para proceder a su análisis y establecer si existe la
contradicción planteada y en su caso, el criterio que debe
prevalecer. Es aplicable al respecto la tesis L/94, de rubro:
“CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES
NECESARIO QUE SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS”, emitida
por el Pleno de esta Suprema Corte24.
23
Novena Época; registro 164120; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XXXII, correspondiente al mes de
agosto de dos mil diez; materia común; tesis P./J. 72/2010; página 7; cuyo texto es el siguiente: “De los artículos 107,
fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo, se
advierte que la existencia de la contradicción de criterios está condicionada a que las Salas de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las sentencias que pronuncien sostengan "tesis
contradictorias", entendiéndose por "tesis" el criterio adoptado por el juzgador a través de argumentaciones lógicojurídicas para justificar su decisión en una controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se actualiza
cuando dos o más órganos jurisdiccionales terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo
punto de derecho, independientemente de que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales,
pues la práctica judicial demuestra la dificultad de que existan dos o más asuntos idénticos, tanto en los problemas
de derecho como en los de hecho, de ahí que considerar que la contradicción se actualiza únicamente cuando los
asuntos son exactamente iguales constituye un criterio rigorista que impide resolver la discrepancia de criterios
jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en detectar las diferencias entre los asuntos y no en
solucionar la discrepancia. Además, las cuestiones fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto
del cual se sostienen criterios opuestos y, consecuentemente, se denuncian como contradictorios, generalmente
son cuestiones secundarias o accidentales y, por tanto, no inciden en la naturaleza de los problemas jurídicos
resueltos. Es por ello que este Alto Tribunal interrumpió la jurisprudencia P./J. 26/2001 de rubro: "CONTRADICCIÓN
DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.", al resolver la
contradicción de tesis 36/2007-PL, pues al establecer que la contradicción se actualiza siempre que "al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios
jurídicos discrepantes" se impedía el estudio del tema jurídico materia de la contradicción con base en "diferencias"
fácticas que desde el punto de vista estrictamente jurídico no deberían obstaculizar el análisis de fondo de la
contradicción planteada, lo que es contrario a la lógica del sistema de jurisprudencia establecido en la Ley de
Amparo, pues al sujetarse su existencia al cumplimiento del indicado requisito disminuye el número de
contradicciones que se resuelven en detrimento de la seguridad jurídica que debe salvaguardarse ante criterios
jurídicos claramente opuestos. De lo anterior se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la
discrepancia de criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se extraen de
asuntos que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas, lo cual es congruente con la finalidad
establecida tanto en la Constitución General de la República como en la Ley de Amparo para las contradicciones de
tesis, pues permite que cumplan el propósito para el que fueron creadas y que no se desvirtúe buscando las
diferencias de detalle que impiden su resolución."
El Tribunal Pleno, el doce de julio en curso, aprobó, con el número 72/2010, la tesis jurisprudencial que antecede. México,
Distrito Federal, a doce de julio de dos mil diez.
24
Octava Época; registro 205420; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; tomo 83, correspondiente a noviembre de
mil novecientos noventa y cuatro; materia común; página 35; texto que se invoca a continuación:
“Para la procedencia de una denuncia de contradicción de tesis no es presupuesto el que los criterios contendientes
tengan la naturaleza de jurisprudencias, puesto que ni el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal ni el
artículo 197-A de la Ley de Amparo, lo establecen así”.
Contradicción de tesis 8/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito (en la actualidad Tribunal Colegiado en Materia Penal). 13 de
abril de 1994. Unanimidad de veinte votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo.
82
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Con base en lo anterior, esta Primera Sala estima que en el
asunto
que
se
pone
a
su
consideración
no
existe
la
contradicción de criterios entre el Segundo, Quinto y Séptimo
Tribunales Colegiados, todos en Materia Penal del Primer Circuito,
debido a que no se satisfacen todos los presupuestos necesarios
para ello, a saber:
Primer
judicial.
A
requisito:
ejercicio
juicio
esta
de
interpretativo
Primera
Sala,
los
y
arbitrio
tribunales
contendientes al resolver las cuestiones litigiosas presentadas
ante su potestad, se vieron en la necesidad de plasmar su arbitrio
judicial a través de un ejercicio interpretativo para llegar a una
solución determinada, como se desprende de las ejecutorias que
se detallaron en el considerando tercero de la presente resolución.
Segundo requisito: razonamiento y diferendo de criterios
interpretativos. Esta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación considera que ciertamente los ejercicios interpretativos
realizados por los tribunales colegiados se orientan a analizar el
tema de la prescripción de la acción penal.
Sin embargo, no existe un diferendo de criterios entre dichos
tribunales
colegiados,
porque
sus
consideraciones
y
razonamientos gravitan en relación con fases específicamente
diferenciadas unas de otras y por tanto no hay necesidad de
unificar criterios.
83
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Es decir, deviene manifiesto que ciertamente todos se
pronunciaron sobre la prescripción de la acción penal, pero
respecto de distintos momentos.
Un extracto de lo que cada tribunal sostuvo permite validar el
anterior aserto.
El Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al resolver el amparo en revisión **********, sostuvo
toralmente que era irrelevante establecer en el caso que
actuaciones interrumpen la prescripción de la acción penal en
términos de los artículos 110 y 111, del Código Penal Federal,
dado que el ejercicio de la acción penal se realizó antes de que
transcurrieran los ocho años de cómputo de la prescripción,
en ese sentido, no operó la citada prescripción. En cuanto a los
aspectos que cimentaron la resolución, el Tribunal Colegiado
solamente precisó que la denuncia de hechos no interrumpía la
prescripción, aunque sí la emisión de la orden de aprehensión; ello
lo sostuvo para significar que a partir de que se le notifica al
Ministerio Público el dictado de la referida orden de aprehensión,
nuevamente empieza a correr el lapso de la prescripción de la
acción penal.
El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al resolver el amparo en revisión penal **********, sostuvo
que operó a favor del quejoso la prescripción de la acción penal
porque en términos de los numerales 102, 105 y 110 del
84
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Código Penal para el Distrito Federal25, las interrupciones al
plazo de la prescripción de la acción penal sólo lo podían
alargar hasta una mitad más. Indicó que las penalidades
aplicables al asunto en específico eran de un año nueve meses de
prisión, pero al tomar en cuenta que el invocado numeral 105
prevé que el lapso de la prescripción no puede ser inferior a los
tres años, entonces el total de tiempo para computar la
prescripción de la acción penal en el delito en cuestión era de
cuatro años y medio, contado desde el día siguiente de los
hechos; al transcurir seis años, nueve meses y veinte días para
que se ejerciera la acción penal, resultó inconcuso que la misma
ya estaba prescrita, pues aunque el agente del Ministerio
Público encargado de la integración de la averiguación previa
hubiera estado desahogando actuaciones tendientes a la
averiguación
del
delito
y
de
los
“delincuentes”,
las
interrupciones al citado plazo de la prescipción podían
alargarlo sólo hasta una mitad más en términos del referido
arábigo 110 del Código Penal para el Distrito Federal; destacó
que si bien los tres primeros párrafos del citado dispositivo
establecían formas de interrupción de la prescripción, el cuarto
párrafo disponía un coto para esas interrupciones; considerar lo
contrario
hacía
investigaciones
nugatoria
de
los
la
prescripción
delitos
dado
podrían
que
las
prolongarse
indefinidamente.
El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, al emitir sentencia en el amparo directo **********, resolvió
que en el asunto puesto a su consideración, el Ministerio Público
“Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en Materia de Fuero
Federal”, aplicable en 2001.
25
85
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
no realizó las diligencias tendentes a “la investigación del
delito y del delincuente” necesarias para interrumpir el
término prescriptorio, tal como lo establece el artículo 110 del
Código Penal para el Distrito Federal. Valoró que durante la
averiguación previa no se practicaron actuaciones idóneas para
interrumpir el curso de la prescripción de la acción persecutoria,
porque unas se referían a un robo diverso, mientras que otras,
como las diligencias en las que se solicitó la investigación de la
Policía Judicial en relación con el hecho denunciado, las mismas
no podían tener un efecto interruptor, cuenta habida que nada se
informó al respecto; precisó que no podía quedar al arbitrio del
Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción
con sólo solicitar a la policía judicial en forma periódica la
investigación de los hechos y que éstos rindieran su
respectivo informe, ya que esa circunstancia antentaría contra
la seguridad jurídica de los gobernados; destacó que como ya
había transcurrido la mitad del lapso necesario para que
operara la prescripción, sólo la aprehensión del autor del
evento delictivo era eficaz para interrumpirla con fundamento
en los ordinales 110 y 111 del ordenamiento sustantivo
plurimencionado; por consiguiente, cuando sucedió lo anterior,
ya habían transcurrido cuatro años, siete meses y nueve días, lo
cual excedía el término prescriptorio.
Cómo se puede apreciar de las resumidas consideraciones,
los señalados órganos jurisdiccionales parten de un elemento en
común: la prescripción de la acción penal. Pero sus resoluciones
no llevan a justificar la necesidad de unificar determinaciones
opuestas, porque a juicio de esta Primera Sala:
86
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
 Uno sostuvo que el ejercicio de la acción penal se
desahogó antes de que transcurriera el término
prescriptivo.
 Otro adujo que operó la prescripción de la acción penal,
porque si bien hubo interrupciones al plazo, ya que el
agente del Ministerio Público estuvo desahogando
actuaciones tendientes a la averiguación del delito, sin
embargo, el cuarto párrafo del artículo 110 del código
sustantivo penal aplicable, disponía un coto para esas
interrupciones, que era hasta una mitad más del
cómputo del plazo.
 El último de los órganos jurisdiccionales, adujo que el
Ministerio Público no realizó las diligencias tendentes a
“la investigación del delito y del delincuente” necesarias
para interrumpir el término prescriptorio, y destacó que
no podía quedar al arbitrio del Ministerio Público la
interrupción del lapso de la prescripción con sólo
solicitar a la policía judicial en forma periódica la
investigación de los hechos y que éstos rindieran su
respectivo informe, ya que esa circunstancia atentaría
contra la seguridad jurídica de los gobernados.
Lo asentado con antelación, permite concluir que los
tribunales colegiados arribaron a determinaciones condicionadas
por las particularidades de los asuntos sometidos a sus potestad
que en ningún caso son opuestas. Ello lleva a resaltar que en la
especie es inexistente la contradicción de tesis propuesta.
87
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Por las razones que lo informan, se considera aplicable el
criterio emitido por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, mismo
que se comparte y enseguida se transcribe26:
“CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES INEXISTENTE SI
LOS
CRITERIOS
DIVERGENTES
TRATAN
CUESTIONES ESENCIALMENTE DISTINTAS. Para
que se configure la contradicción de tesis a que se
refiere el artículo 197-A de la Ley de Amparo, es
menester que las resoluciones pronunciadas por
los Tribunales Colegiados que sustenten criterios
divergentes
traten
cuestiones
jurídicas
esencialmente iguales; por tanto, si la disparidad de
criterios
proviene
de
temas
diferentes,
la
contradicción es inexistente”.
Además robustece lo razonado, la jurisprudencia 37/9327 y la
tesis CLXXIII/8928 de la anterior Tercera Sala de esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación, que establecen respectivamente lo
siguiente:
“CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES IMPROCEDENTE
LA DENUNCIA QUE SE FORMULA RESPECTO DE
RESOLUCIONES EN LAS QUE EL PROBLEMA
JURÍDICO ABORDADO ES DIFERENTE Y DE LO
SOSTENIDO
EN
ELLAS
NO
DERIVA
26
Novena Época; registro 200766; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo II; correspondiente al mes de julio
de 1995; materia común; tesis 2a./J. 24/95; página 59.
Octava Época; registro “206668”; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; tomo 72; correspondiente al mes de
diciembre de 1993; materia común; página: 44.
27
Octava Época; registro “207254”; Semanario Judicial de la Federación; tomo IV, Primera Parte; correspondiente a los
meses de julio a diciembre de 1989; materia común; página 218.
28
88
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
CONTRADICCIÓN
ALGUNA.
Los
artículos
107,
fracción XIII, constitucional y 197-A de la Ley de
Amparo, regulan la contradicción de tesis sobre una
misma cuestión jurídica como forma o sistema de
integración de jurisprudencia, entendiendo por tesis
el criterio jurídico de carácter general que sustenta
el órgano jurisdiccional al examinar un punto de
derecho controvertido en el asunto que se resuelve.
Consecuentemente,
debe
considerarse
improcedente la denuncia que se formula respecto
de resoluciones que, aunque genéricamente, se
hayan referido a un problema de similar naturaleza,
en forma específica aborden cuestiones diversas y
de lo sostenido en ellas no se derive contradicción
alguna, pues no existe materia para resolver en la
contradicción denunciada”.
“CONTRADICCIÓN DE TESIS. IMPROCEDENCIA DE
LA DENUNCIA QUE SE FORMULA RESPECTO DE
RESOLUCIONES
COLEGIADOS
JURÍDICO
DICTADAS
EN
LAS
POR
QUE
ESPECÍFICAMENTE
EL
TRIBUNALES
PROBLEMA
ABORDADO
ES
DIFERENTE, AUNQUE GENÉRICAMENTE SEAN DE
SIMILAR NATURALEZA. Si lo que regulan los
artículos 107, fracción XIII, constitucional y 197-A de
la Ley de Amparo, es la contradicción de tesis sobre
una misma cuestión jurídica como forma o sistema
de integración de jurisprudencia, entendiendo por
"tesis" a la posición que asume el juzgador en la
89
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
solución del negocio jurídico que se le ha planteado
y que se manifiesta en una serie de proposiciones
que se expresan con el carácter de propias;
consecuentemente,
el
que
para
un
Tribunal
Colegiado, la equivocación del notario en el número
de hojas que certificó como integrantes de un
testimonio de escritura pública, no represente un
vicio que afecte el valor probatorio esencial de
dicho documento y para otro órgano colegiado, la
omisión total del fedatario de señalar de cuántas
hojas consta el documento certificado por él, así
como la de firmar y colocar su sello en cada una de
ellas, sí afecte el valor demostrativo de ese
documento, no constituye materialmente hablando
contradicción de tesis alguna, porque aunque
genéricamente se hayan referido a un problema de
similar naturaleza, la realidad es que en forma
específica se trata de cuestiones diversas en cada
caso”.
Conviene señalar que esta Primera Sala, no dejó de observar
que el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito dijo que “…el plazo prescriptorio se interrumpió con el
libramiento
de
la
orden
de
aprehensión…”29,
lo
cual
aparentemente también lo dio a entender en forma meridiana el
Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia del referido
circuito, al mencionar literalmente: “…en la segunda etapa
también se realizaron diversas diligencias, sin embargo,
29
Página 30, segundo párrafo, amparo directo en revisión 227/2010 de su índice.
90
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
ninguna de ellas podría interrumpir el lapso prescriptorio,
pues en esta etapa únicamente sería eficaz la aprehensión del
autor del evento delictivo…”30. Tales discernimientos correctos o
incorrectos no entraron en conflicto, así que para esta Primera
Sala, dichos pronunciamientos no pueden dar cabida a la
existencia de la contradicción de tesis.
Por último, no se opone a la conclusión alcanzada que el
promovente de la presente denuncia de contradicción de criterios
solicite a este Alto Tribunal de la Nación, que dirima cuáles
actuaciones son las que interrumpen el término para que opere la
prescripción de la acción penal.
Su petición es inoperante, a partir de que deviene inexistente
la presente contradicción; es cierto, el denunciante es parte en el
juicio de amparo en el que el Tribunal Colegiado dictó la sentencia
relativa al asunto de su interés, pero habrá que enfatizar que el
citado órgano jurisdiccional con toda claridad adujo que en el caso
específico resultaba irrelevante establecer qué actuaciones
interrumpieron la prescripción de la acción penal; por otro lado, los
otros dos tribunales contendientes, aunque destacaron algunas
peculiaridades
en
relación
con
ciertas
actuaciones
que
interrumpían y otras que no el término de la citada prescripción,
sus decisiones no fueron opuestas.
Es tentador pronunciarse sobre temas jurídicos de naturaleza
relevante;
sin
embargo,
el
mecanismo
de
resolución
de
contradicciones de tesis se deformaría si oficiosamente esta
30
Página 24, segundo párrafo de la resolución del amparo directo penal 1042/2003, de su registro.
91
CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
Primera Sala estudiara puntos que no se contradicen ni siquiera
en un punto de toque.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
ÚNICO. No existe la contradicción de tesis a que este
expediente se refiere.
Notifíquese; y, en su oportunidad, archívese el toca de la
contradicción.
Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores
Ministros: Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Presidente en funciones Ministro Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia (Ponente), en contra del emitido por el Ministro
José Ramón Cossío Díaz, por lo que hace a la competencia, y por
unanimidad de cuatro votos en cuanto al fondo del asunto. Estuvo
ausente el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Firman el Ministro Presidente en funciones de la Sala y
Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe.
PRESIDENTE EN FUNCIONES
DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE:
MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011.
SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA SALA:
LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES.
En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18 de la
Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental,
en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.
HNRP/olr’mjas.
93
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