CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. SUSCITADA ENTRE EL SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO; Y EL SEGUNDO Y QUINTO TRIBUNALES COLEGIADOS, AMBOS EN MATERIA PENAL DEL MISMO CIRCUITO. Vo. Bo. PONENTE: MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA. SECRETARIO: HORACIO NICOLÁS RUIZ PALMA. México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día seis de junio de dos mil doce. V I S T O S los autos para resolver la contradicción de tesis 496/2011; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. Denuncia. **********, quejoso en el amparo indirecto **********, del índice del Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, mediante escrito recibido el ocho de diciembre de dos mil once en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, denunció la posible contradicción de tesis entre el criterio sustentado por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito al resolver el amparo en revisión **********; y el emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Materia Penal del mismo Circuito, al dictar la sentencia en el amparo directo **********; así como el pronunciado por el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del propio Circuito, en los fallos dictados respectivamente en el amparo directo ********** y en el amparo en revisión **********1. SEGUNDO. Trámite de la denuncia. El Subsecretario General de Acuerdos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, mediante oficio **********, envió a esta Primera Sala la contradicción de tesis 496/2011, al considerar que le corresponde el conocimiento del asunto en atención a la materia del mismo2. El Presidente de la Primera Sala de este Alto Tribunal en auto de cuatro de enero de dos mil doce, ordenó formar y registrar el expediente; estimó que toda vez que el denunciante fue parte quejosa en el amparo en revisión **********, del índice del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, se encuentra legitimado para plantear la contradicción de criterios, por lo que admitió a trámite la denuncia formulada; asimismo, con la finalidad de integrar el expediente requirió a los órganos jurisdiccionales en contienda que remitieran copia certificada de las ejecutorias pronunciadas en los expedientes de los amparos en revisión y juicios de amparo directo en los que sostuvieron los criterios relativos; el disquete o disco compacto con los archivos respectivos; así como una lista de los expedientes en los que hayan sustentado igual criterio; y en su caso, que informaran si en posterior ejecutoria se apartaron del mismo3. 1 Fojas de la 1 a la 10. Foja 74. 3 Fojas 75 y 76. 2 2 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. TERCERO. Integración del asunto. El Ministro Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en acuerdo de veintitrés de enero de dos mil doce, tuvo por integrada la contradicción de tesis; ordenó dar vista al Procurador General de la República a través del Director General de Constitucionalidad para que dentro del término de treinta días, en caso de estimarlo conveniente formulara su opinión sobre el tema; y dispuso turnar el asunto al Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, para la elaboración del proyecto correspondiente4. Por oficio ************, recibido el veintiuno de febrero de dos mil doce, en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de este Alto Tribunal, la agente del Ministerio Público de la Federación, designada por el Director General de Constitucionalidad de la Procuraduría General de la República, emitió su opinión en el sentido de que es inexistente la contradicción de tesis denunciada5. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es competente para conocer y resolver la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 197-A, de la Ley de Amparo; y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con los puntos segundo y cuarto del Acuerdo General 5/2001, del Pleno de la 4 5 Fojas 176 y 177. Fojas de la 183 a la 208. 3 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Suprema Corte de Justicia de la Nación, en virtud de que se trata de una denuncia de contradicción de tesis suscitada entre criterios de Tribunales Colegiados de Circuito, en un tema que, por su naturaleza penal, corresponde a la materia de la especialidad de esta Primera Sala. No pasa inadvertido que el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal, se reformó mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de junio de dos mil once, y actualmente establece que cuando los Tribunales Colegiados de un mismo Circuito (sin especialización o de una misma especialización) sustenten tesis contradictorias, la denuncia debe hacerse ante el Pleno de Circuito correspondiente, a fin de que sea éste el que decida cuál es la tesis que debe prevalecer; esta reforma entró en vigor el cuatro de octubre pasado, por disposición del artículo segundo transitorio del referido decreto. Sin embargo, lo anterior no implica que a la fecha, la Suprema Corte de Justicia de la Nación carezca de competencia para conocer y resolver el presente asunto, ya que a juicio de esta Primera Sala, las Salas de este Alto Tribunal conservan competencia por disposición expresa del artículo tercero transitorio del decreto aludido, el cual dispone que los juicios de amparo iniciados con anterioridad a la entrada en vigor del decreto de mérito, continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones aplicables vigentes a su inicio, salvo por lo que se refiere a las disposiciones relativas al sobreseimiento por inactividad procesal y caducidad de la instancia, así como el cumplimiento y ejecución de las sentencias de amparo. 4 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Ello es así porque si bien es cierto que las contradicciones de tesis no constituyen propiamente juicios de amparo, también lo es que los criterios en potencial contradicción, se generaron con la resolución de juicios de amparo; de ahí que realizando una interpretación armónica, sea posible establecer que el artículo tercero transitorio resulta aplicable a las contradicciones de tesis, cuyas demandas de amparo que dieron origen a los criterios en conflicto, se presentaron con anterioridad a la entrada en vigor del decreto de reforma constitucional; máxime que a la fecha no se ha integrado, formal ni materialmente, el Pleno del Primer Circuito. La anterior interpretación, es acorde a la garantía de tutela jurisdiccional prevista en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual implica que el poder público no puede supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna que resulte innecesaria, excesiva o carente de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los fines que lícitamente puede perseguir el legislador, en el caso concreto, la seguridad jurídica como consecuencia de la unificación de criterios; por lo que, de considerar que se actualiza una incompetencia constitucional, el conocimiento y la resolución de los asuntos de esta naturaleza estaría supeditado a la creación formal y material de los Plenos de Circuito, con el consecuente estado de indefinición de los criterios potencialmente contradictorios. En tales condiciones, aun cuando el texto del artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal vigente, estatuye la competencia exclusiva de los Plenos de Circuito para conocer y 5 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. resolver sobre contradicciones de tesis suscitadas entre Tribunales Colegiados de un mismo Circuito (no especializados o especializados en una misma materia), empero, acorde al artículo tercero transitorio del decreto publicado el seis de junio de dos mil once, en el Diario Oficial de la Federación y ante la inexistencia material y legal de los Plenos de Circuito, específicamente el correspondiente al Primer Circuito, es que esta Primera Sala conserva competencia transitoria para conocer y resolver la presente contradicción de tesis, en tanto que las demandas de amparo que dieron origen a los criterios en conflicto, fueron presentadas con anterioridad a la entrada en vigor del Decreto de reforma constitucional, además de que fue denunciada por parte legítima (como se aprecia en el apartado siguiente) y se ordenó su trámite e integración conforme con la competencia constitucional que de manera directa preveía el artículo 107, fracción XIII, de la Ley Fundamental, -antes de su reforma-; y con la competencia legal que todavía prevén a su favor los artículos 197-A de la Ley de Amparo, y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. SEGUNDO. Legitimación. La denuncia de contradicción de tesis proviene de parte legítima, en términos de lo previsto por los artículos 107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A, párrafo primero de la Ley de Amparo, pues fue denunciada por **********, parte quejosa en el juicio de amparo **********, del índice del Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, y recurrente en el expediente de revisión **********, del registro del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del 6 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Primer Circuito, quien se encuentra facultado para ello, toda vez que las partes que intervinieron en los juicios que dieron origen a los criterios en oposición, podrán denunciar la contradicción de tesis. TERCERO. Posturas contendientes. Las consideraciones de las ejecutorias pronunciadas por los Tribunales Colegiados de Circuito, que suscitaron la denuncia de contradicción de criterios, son las siguientes: I. El Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al resolver el amparo en revisión **********, sostuvo que el análisis conjunto de los artículos 100, 101, 102, 105 y 110 del Código Penal Federal, pone de relieve que la prescripción es una figura jurídica mediante la cual se extingue la acción penal por el sólo transcurso del tiempo; los citados numerales evidencian la forma en que empieza a correr la misma; la acción penal prescribe en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que se trata, pero en ningún caso será menor de tres años; de dichos preceptos se desprenden las causas que originan que se interrumpa dicho término. En la especie, el delito por el cual se le sigue proceso al inculpado es el de “enriquecimiento ilícito” previsto en el artículo 224 del Código Penal Federal6, mismo que establece una pena “ARTÍCULO 224.- Se sancionará a quien con motivo de su empleo, cargo o comisión en el servicio público, haya incurrido en enriquecimiento ilícito. Existe enriquecimiento ilícito cuando el servidor público no pudiere acreditar el legítimo aumento de su patrimonio o la legítima procedencia de los bienes a su nombre o de aquellos respecto de los cuales se conduzca como dueño, en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. 6 Incurre en responsabilidad penal, asimismo, quien haga figurar como suyos bienes que el servidor público adquiera o haya adquirido en contravención de lo dispuesto en la misma Ley, a sabiendas de esta circunstancia. Al que cometa el delito de enriquecimiento ilícito se le impondrán las siguientes sanciones: Decomiso en beneficio del Estado de aquellos bienes cuya procedencia no se logre acreditar de acuerdo con la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. 7 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. privativa de la libertad de dos a catorce años de prisión; en ese tenor, el término medio aritmético de la penalidad para ese antisocial es de ocho años; dicho delito es considerado como continuado, debido a que su consumación se agota en el momento en que cesa la conducta ilícita imputada; luego, para efecto de lo estatuido en la fracción III, del artículo 102 del referido código 7, la última conducta es la del último empleo del activo como servidor público, la cuál acontenció el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete. Ahora bien, si la última conducta se realizó en esa fecha y el término prescriptorio de la acción es de ocho años, entonces la acción penal prescribía el uno de enero de dos mil seis; sin embargo el Ministerio Público antes ejerció la acción penal, esto es, el veintiuno de febrero de dos mil tres; por tanto resulta inconcuso que la acción penal no prescribió. Dicho tribunal señaló que no era relevante establecer qué otras actuaciones podían interrumpir la prescripción de la acción penal en términos de los artículos 110 y 111 del Código Penal Federal, toda vez que el ejercicio de la acción penal se realizó antes de que transcurrieran los ocho años de cómputo; precisó que el término para que operara nuevamente la prescripción, Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito no exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de tres meses a dos años de prisión, multa de treinta a trescientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de tres meses a dos años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de dos años a catorce años de prisión, multa de trescientas a quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de dos años a catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos”. “ARTÍCULO 102.- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán: […] III.- Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito continuado…”. 8 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. comenzó de nuevo a partir de la notificación al Ministerio Público de la orden de aprehensión girada en su contra; estableció que la presentación de la denuncia no interrumpe la prescripción de la acción, ya que no se trata de una actuación idónea para tal efecto, pero si lo interrumpe el libramiento de la orden de aprehensión, pues si bien no es una causa establecida en el artículo 110 del Código Penal Federal8, como actuación practicada en averiguación del delito y de los delincuentes, si es una causa que suspende el procedimiento hasta en tanto sea detenido el inculpado, o bien transcurra el término de la prescripción. Como la orden de aprehensión en contra del quejoso fue notificada al agente del Ministerio Público el veintisiete de mayo de dos mil cuatro, es a partir de esa fecha en que iniciaría nuevamente el cómputo de la prescripción de la acción, el cual terminaría transcurridos los ocho años, es decir, hasta el veintisiete de mayo de dos mil doce. Los antecedentes relevantes del asunto son los siguientes: 1. El veintisiete de mayo de dos mil cuatro, en la causa penal **********, se libró por parte del Juez Décimo Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal, “ARTÍCULO 110.- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona determinada. 8 Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia. La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su entrega. La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código”. 9 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. orden de aprehensión en contra de **********, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de “enriquecimiento ilícito”, previsto en el artículo 224, párrafo primero del Código Penal y sancionado en el último párrafo de la citada codificación. 2. Dicha determinación fue combatida mediante el juicio de garantías **********, del índice del Juzgado Tercero de Distrito “B” de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, cuyo titular negó al quejoso la protección constitucional; resolución que fue impugnada y confirmada por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito; razón por la cual se certificó por parte de la secretaría del juzgado de la causa penal de origen, que la prescripción se computaba a partir del veinticuatro de enero de dos mil cinco, hasta el veinticinco de enero de dos mil trece, tomando en cuenta el delito por el cual se libró la orden de aprehensión. 3. El veintiséis de marzo de dos mil diez, **********, solicitó al juez de la causa que declarara prescrita la acción penal. El referido juzgador, por auto de treinta y uno de marzo siguiente, consideró improcedente tomar decisión alguna respecto de la solicitud de prescripción, por encontrarse suspendido el procedimiento. Dicho proveído fue combatido a través del juicio de amparo ********** del registro del Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal, cuyo titular otorgó al quejoso la protección constitucional, lo que originó –en cumplimiento a dicha 10 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. ejecutoria– que el juez de la causa dictara otro auto, el veinticuatro de junio de dos mil diez, en el que se pronunció en el sentido de que a la fecha todavía no operaba la prescipción de la acción penal, en relación con los hechos concretos materia de la causa. 4. Contra la resolución anterior se interpuso amparo indirecto, del que conoció el propio Juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, bajo el expediente **********; mismo que el uno de septiembre de dos mil diez determinó negar al quejoso ********** la protección de la Justicia de la Unión; resolución que fue confirmada el nueve de diciembre de dos mil diez, por el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, quien determinó en lo que al caso concierne, lo siguiente: “También son infundados los agravios hechos valer por el promovente del recurso mismos que se encuentran abreviados en los incisos B) y E), del considerando relativo, en los que aduce que la acción penal ha prescrito; lo anterior es así, por lo siguiente: El Código Penal Federal, en lo que aquí interesa establece: "Artículo 100. Por la prescripción se extinguen la acción penal y las sanciones, conforme a los siguientes artículos”. "Artículo 101. La prescripción es personal y para ella bastará el simple transcurso del tiempo señalado por la ley. Los plazos para la prescripción se duplicarán respecto de quienes se encuentren 11 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. fuera del territorio circunstancia no es nacional, posible si por esta integrar una averiguación previa, concluir un proceso o ejecutar una sanción. La prescripción producirá su efecto, aunque no la alegue como excepción el acusado. Los jueces la suplirán de oficio en todo caso, tan luego como tengan conocimiento de ella, sea cual fuere el estado del proceso." "Artículo 102. Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán: I. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuere instantáneo; II. A partir del día en que se realizó el último acto de ejecución o se omitió la conducta debida, si el delito fuere en grado de tentativa; III. Desde el día en que se realizó la última conducta, tratándose de delito continuado; y IV. Desde la cesación de la consumación en el delito permanente." "Artículo 105. La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que se trate, pero en ningún caso será menor de tres años." "Artículo 110. La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona determinada. Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el 12 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. día siguiente prescripción al de de las la última acciones diligencia. se La interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su entrega. La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código." Del análisis en su conjunto de los preceptos legales antes transcritos, se pone de relieve que la prescripción es una figura jurídica mediante la cual se extingue la acción penal por el sólo transcurso de tiempo; asimismo, se evidencia la forma en que empezará a correr la misma, y que la acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que se trate, pero en ningún caso será menor de tres años; 13 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. de igual forma se desprenden también las causas que pueden originar que se interrumpa dicho término. Ahora bien, en la especie al inculpado se le sigue el proceso por la comisión del delito de enriquecimiento ilícito, contenido en el artículo 224 del Código Penal Federal, el cual es del tenor siguiente: "Artículo 224. Se sancionará a quien con motivo de su empleo, cargo o comisión en el servicio público, haya incurrido en enriquecimiento ilícito. Existe enriquecimiento ilícito cuando el servidor público no pudiere acreditar el legítimo aumento de su patrimonio o la legítima procedencia de los bienes a su nombre o de aquellos respecto de los cuales se conduzca como dueño, en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Incurre en responsabilidad penal, asimismo, quien haga figurar como suyos bienes que el servidor público adquiera o haya adquirido en contravención de lo dispuesto en la misma Ley, a sabiendas de esta circunstancia. Al que cometa el delito de enriquecimiento ilícito se le impondrán las siguientes sanciones: Decomiso en beneficio del Estado de aquellos bienes cuya procedencia no se logre acreditar de acuerdo con la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito no exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de tres meses a 14 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. dos años de prisión, multa de treinta a trescientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de tres meses a dos años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos. Cuando el monto a que ascienda el enriquecimiento ilícito exceda del equivalente de cinco mil veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal, se impondrán de dos años a catorce años de prisión, multa de trescientas a quinientas veces el salario mínimo diario vigente en el Distrito Federal al momento de cometerse el delito y destitución e inhabilitación de dos años a catorce años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos." El artículo antes citado, establece en el caso una condena privativa de libertad de dos a catorce años de prisión, la que nos da un término medio aritmético de ocho años. Cabe señalar, de acuerdo a lo establecido en el artículo 7, fracción I, del Código Penal Federal, el tipo penal en comento es continuado, debido a que su consumación se agota en el momento en que cesa la conducta ilícita imputada. Asimismo, para efectos de lo previsto en la fracción III, del artículo 102, del Código Penal Federal, al estar ante la presencia de un delito continuado, se tendrá como última conducta, la de su último empleo, como servidor publico, la cual aconteció el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete. Ahora 15 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. bien, tomando en consideración que la ultima conducta se consideró realizada el treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete (último puesto) y considerando que el término prescriptorio es de ocho años, lógico es concluir que el ejercicio de la acción penal prescribió el primero de enero de dos mil seis. Sin embargo, al haberse ejercitado la correspondiente acción penal por parte del agente del Ministerio Público, el veintiuno de febrero de dos mil tres, e incluso haberse librado la orden de aprehensión el veintisiete de mayo de dos mil cuatro (actualmente rige la situación del ahora quejoso), resulta inconcuso que ésta no prescribió, pues tales acontecimientos se dieron antes de que feneciera dicho término, lo anterior es así, máxime cuando de actuaciones se advierte que para el computo de la prescripción aun no se ha tomado en cuenta la sanción correspondiente para los delitos continuados, lo cual evidentemente incrementaría dicho lapso prescriptorio. De ahí que resulte irrelevante establecer qué otras actuaciones, en términos del artículo 110 y 111 del Código Penal Federal, son las que interrumpieron la prescripción de la acción, pues como ya se mencionó, tal ejercicio de la acción penal e incluso el libramiento de la orden de aprehensión se realizaron antes de que transcurrieran ocho años, lo que evidentemente interrumpió la prescripción de la acción, lo que trae 16 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. como consecuencia que el término para que ésta opere, comenzó de nueva cuenta a correr a partir de la notificación de la orden de aprehensión al Ministerio Publico. También, no es correcto que la presentación de la denuncia interrumpió la prescripción de la acción, pues aunque le asiste la razón al recurrente, en términos de lo previsto en la jurisprudencia VII.P. J/32, sustentada por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Septimo Circuito, visible en la página quinientos treinta y ocho del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo VII, junio de mil novecientos noventa y ocho, Materia Penal, "PRESCRIPCIÓN Novena DE LA Época. Que ACCIÓN reza: PENAL. DENUNCIA NO CONSTITUYE UNA ACTUACIÓN IDÓNEA PARA INTERRUMPIRLA. La denuncia no constituye una actuación de autoridad competente que interrumpa la prescripción de la acción persecutoria, a que se refiere el artículo 98 del Código Penal del Estado, sino sólo consiste en la exposición de acontecimientos que el supuesto agraviado o el interesado considera configurativos de un delito, para el efecto de que el representante social efectúe las investigaciones necesarias para obtener la comprobación del delito y determine la probable responsabilidad del inculpado para que, en su caso, ejercite la acción penal. En el mismo orden de ideas, la Carta Magna y la legislación penal veracruzana contemplan dos casos, exclusivamente 17 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. de autoridades con capacidad investigatoria en materia de delitos, el Ministerio Público en la averiguación previa (artículos 21 constitucional, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 132, 133 y 134 del código adjetivo penal del Estado), y la autoridad judicial dentro del plazo constitucional (artículos 19, de la Constitución Federal y 157, 158 y 159 del Código de Procedimientos Penales del Estado), por lo que es claro que la titularidad de quien puede realizar los actos interruptores corresponde únicamente a estas autoridades, con independencia de que el denunciante tenga el carácter de autoridad administrativa y de que haya practicado la investigación relativa a la conducta de quien fungió como titular del Poder Ejecutivo Estatal, toda vez, que como antes quedó precisado, las actuaciones idóneas para interrumpir la prescripción deben ser practicadas por las autoridades competentes a las que se ha hecho mención."; en nada le favorecería que se tomara en cuenta dicha situación, pues tal pronunciamiento por parte del juez en nada perjudicó la situación que le rige al quejoso, de ahí que resulte fundado pero inoperante el agravio hecho valer en el inciso J). Igual calificación merecen los agravios hechos valer por el hoy recurrente mismos que se encuentran abreviados en los incisos K) y L), del considerando anterior, pues aunque le asiste la razón al establecer que el criterio de jurisprudencia únicamente hace alusión a 18 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. que en el termino de la prescripción también deben incluirse el delito y sus modalidades; no obstante lo anterior a nada nuevo ni benéfico nos conllevaría dar un trato diferente, a lo aquí analizado pues con base en lo ya narrado queda establecido que no está prescrita la acción penal. Así las cosas, es correcto lo determinado por el juez de garantías, en el sentido de que el término de ocho años no puede contarse del veintidós de marzo de dos mil dos, al veintidós de marzo de dos mil diez, pues el plazo prescriptorio se interrumpió con el libramiento de la orden de aprehensión de veintisiete de mayo de dos mil cuatro, pues en esa misma resolución se ordenó la suspensión del procedimiento, lo que si bien es cierto no es una causa establecida en el artículo 110, como actuación practicada en averiguación del delito y de los delincuentes, si es una causa que suspende el procedimiento hasta en tanto sea detenido el inculpado o bien transcurra el término de la prescripción, lo cual conlleva a calificar de infundado el agravio hecho valer por el quejoso mismo que se encuentra simplificado en el inciso F), del anterior considerando. Una vez precisado lo anterior, es oportuno tomar en cuenta que la orden de aprehensión Ministerio fue Público notificada al agente correspondiente, el del mismo veintisiete de mayo de dos mil cuatro, por lo que en esa fecha iniciaría el computo en cuestión, que terminaría ocho años después, es decir, el 19 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. veintisiete de mayo de dos mil doce. De igual forma resultan infundados los agravios hechos valer por el hoy recurrente mismos, que se encuentran abreviados en los incisos C) y D), del anterior considerando, en los que aduce que tomando en consideración que la última conducta se llevó a cabo en mil novecientos noventa y seis, la acción penal ya estaría prescrita; lo anterior, porque aun tomando en cuenta dicha data, la acción penal aun no prescribiría, pues el ejercicio de la acción penal y el libramiento de la orden de aprehensión que rige su situación actual, estarían resueltos dentro del termino de los ocho años, esto es, se tomaría como parámetro del primero de diciembre de mil novecientos noventa y siete al primero de diciembre de dos mil cinco. Asimismo, resultan infundados los agravios hechos valer por el recurrente, mismos que se encuentran sintetizados en los incisos G), H) e I), del apartado correspondiente, en los que aduce el juez constitucional omitió tomar en cuenta que del primero de marzo de mil novecientos ochenta al treinta y uno de mayo de mil novecientos ochenta y uno (primer trabajo que desempeñó en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público), los artículos 110 y 111 del Código Penal Federal tenían una normatividad diversa. En este orden de ideas, se estima que se trata de un delito continuado el cual comenzó el primero de marzo de mil novecientos ochenta y finalizó antes de mil novecientos noventa 20 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. y seis, durante ese período pasaron dieciséis años en los cuales se cambió lo dispuesto por los artículos antes aludidos, de esta manera, en mil novecientos ochenta y en ese lapso se modifican los preceptos aludidos en diversa fechas que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación, como son el veintitrés de diciembre de mil novecientos ochenta y cinco, se reformó el artículo 110 y el diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, se modificó el artículo 111, añadiéndose los párrafos tercero y cuarto al artículo 110; durante el período que estuvo trabajando en el gobierno se modificaron en diversas ocasiones los preceptos aludidos. No obstante lo anterior, el juez de amparo aplicó en forma indebida el contenido de los artículos tal y como se encuentran en la actualidad. En este orden de ideas, la ley más favorable es la que estaba en vigor en mil novecientos ochenta; también pasó inadvertido que el delito de enriquecimiento ilícito entró en vigor en el Diario Oficial de la Federación el cinco enero de mil novecientos ochenta y tres, por lo que las conductas delictivas por las que se giró la orden de aprehensión son indebidas, pues antes del cinco de enero de mil novecientos ochenta y tres ni siquiera existía el tipo penal; y, si bien se señala por el juez de amparo que el libramiento de la orden de aprehensión comprende de mil novecientos ochenta y cuatro a mil novecientos noventa y seis, no menos 21 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. cierto es que dentro de la orden de aprehensión se citan los trabajos que desempeñó de mil novecientos ochenta a mil novecientos noventa y seis, aclarando que el delito de enriquecimiento ilícito se crea en mil novecientos ochenta y tres; lo anterior es así, toda vez que contrario a lo que manifiesta el recurrente en sus motivos de inconformidad, los hechos que se le atribuyen datan de los años mil novecientos ochenta y cuatro a mil novecientos noventa y siete, y no así conductas de mil novecientos ochenta, de ahí que devengan incorrectos sus argumentos; por otra parte si bien es cierto los artículos relativos a las reglas de prescripción han sufrido adiciones o reformas; no menos cierto lo es también, que tales reformas no han cambiado o modificado dichas reglas en favor del recurrente”. II. El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al resolver el amparo en revisión penal **********, se pronunció en el sentido de otorgar al quejoso la protección constitucional solicitada, pues operó a su favor la prescripción de la acción penal. Argumentó, que en términos de los numerales 102, 105 y 110 del Código Penal para el Distrito Federal9, la interrupciones al plazo de la prescripción de la acción penal sólo pueden alargar el plazo de la misma hasta una mitad más. En apoyo a tal “Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en Materia de Fuero Federal”, aplicable en 2001. 9 22 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. disertación, invocó los trabajos preparatorios, la exposición de motivos y las discusiones parlamentarias que precedieron a la aprobación del nuevo texto del referido artículo 110. Sentó el criterio, de que dicho numeral establece un límite a la acción persecutoria del Estado; desde esa perspectiva expuso que el delito que se le imputó al quejoso fue el de “daño en propiedad ajena culposo”, previsto por los artículos 399 y 399 bis, de la codificación sustantiva penal para el Distrito Federal10 y sancionado en el numeral 60 de la propia legislación 11; realizó enseguida las operaciones aritméticas relativas y concluyó que la media aritmética de las penalidades aplicables al asunto en específico son de un año nueve meses de prisión, pero como el plazo de la prescripción en términos de la regla prevista en el numeral 105 de la codificación penal sustantiva12 no puede ser menor de tres años, estimó que en la especie debía atenderse a ésta última disposición para el cómputo respectivo. Así tomó entonces de referencia la fecha de la querella, veintidós de octubre de mil novecientos noventa y tres, como aquélla en la que se ocasionaron los daños materiales a las propiedades de los ofendidos, para luego discernir que si bien el 10 Articulo 399.- Cuando por cualquier medio se causen daño, destrucción o deterioro de cosa ajena, o de cosa propia en perjuicio de tercero, se aplicarán las sanciones del robo simple. Articulo 399 Bis.- Los delitos previstos en este título se perseguirán por querella de la parte ofendida cuando sean cometidos por un ascendiente, descendiente, cónyuge, parientes por consanguinidad hasta el segundo grado, concubina o concubinario, adoptante o adoptado y parientes por afinidad asimismo hasta el segundo grado. Igualmente se requerirá querella para la persecución de terceros que hubiesen incurrido en la ejecución del delito con los sujetos a que se refiere el párrafo anterior. Si se cometiere algún otro hecho que por sí solo constituya un delito, se aplicará la sanción que para éste señala la ley. Se perseguirán por querella los delitos previstos en los artículos 380 y 382 a 399, salvo el artículo 390 y los casos a que se refieren los dos últimos párrafos del artículo 395. 11 Artículo 60.- En los casos de delitos culposos se impondrá hasta la cuarta parte de las penas y medidas de seguridad asignadas por la ley al tipo básico del delito doloso, con excepción de aquéllos para los que la ley señale una pena específica. Además, se impondrá, en su caso, suspensión hasta de diez años, o privación definitiva de derechos para ejercer profesión, oficio, autorización, licencia o permiso…”. 12 Artículo 105.- La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que se trate, pero en ningún caso será menor de tres años. 23 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. agente del Ministerio Público encargado de la integración de la averiguación previa estuvo desahogando actuaciones tendientes a la averiguación del delito y de los “delincuentes” a partir de esa data y hasta el dos de agosto de mil novecientos noventa y nueve en la que ejerció la acción penal; empero, las interrupciones al plazo de la prescipción de la acción penal no podían alargarlo más de una mitad, en términos del plurimiencionado artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal13. Esto es, adujo que si el plazo para el cómputo de la prescripción de la acción penal de este asunto era de tres años, la integración de la averiguación previa hasta el ejercicio de la acción penal sólo podía incrementarse en un año y medio más. Consideró que el total de tiempo para computar la prescripción de la acción penal en este delito era de cuatro años y medio, contado desde el día siguiente de los hechos; así que al transcurrir seis años, nueve meses y veinte días era inconcuso que cuando se ejerció la acción penal la misma ya estaba prescrita; reiterando que el artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal establecía una regla para procurar la investigación de delitos sobre criterios de prontitud, celeridad, eficiencia y eficacia, para lograr las averiguaciones, por lo menos en el lapso 13 Artículo 110.- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona determinada. Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia. La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su entrega. La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código. 24 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. promedio y en su caso una mitad más, respecto de las penalidades con las que el legislador determinó sancionar cada uno de los delitos previstos en el código sustantivo. Destacó, que si bien los tres primeros párrafos del citado dispositivo estatuían las formas de la interrupción de la prescripción de la acción penal, el cuarto párrafo ponía un coto para esas interrupciones; así concluyó que en la especie el límite a la actividad persecutoria del ministerio público fue de cuatro años y medio no obstante que se hubieran realizado diligencias en averiguación “del delito y de los delincuentes”, pues si bien éstas podían interrumpir el transcurso del plazo de la prescripción y no sólo eso sino que de hecho provocaban que el lapso transcurrido se borrara del cómputo del plazo total dado que debía comenzarse a contar de nuevo desde la última diligencia; empero el citado cuarto párrafo resultaba un verdadero límite fatal a este curso de actividades; considerar lo contrario haría nugatoria la prescripción dado que las investigaciones de los delitos podrían prolongarse indefinidamente. Los antecedentes del acto reclamado en ese juicio de garantías son los siguientes: 1. **********, fue declarado formalmente preso el dieciocho de septiembre de dos mil, por el Juez Cuadragésimo Quinto de Paz Penal del Distrito Federal, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de daño en propiedad ajena culposo, cuya conducta en perjuicio de 25 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. terceros se verificó a juicio de la autoridad el veintidós de octubre de mil novecientos noventa y tres. 2. En contra de dicha determinación, el procesado interpuso juicio de garantías, que correspondió conocer a la Juez Segundo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal, dentro del expediente **********, la cual otorgó al quejoso la protección de la Justicia Federal, por indebida fundamentación y motivación del acto reclamado. 3. Dicha resolución fue impugnada por el quejoso a través del recurso de revisión, del que conoció el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en el expediente **********, quien en suplencia de la queja deficiente a favor del recurrente en términos del artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, sostuvo lo siguiente: “IV.- En el caso resulta innecesario hacer la mención de los conceptos de violación expresados por el quejoso, por hallarse en el caso actualizada una causa de extinción de la responsabilidad, que se hace valer de oficio en su favor y dará lugar a la anulación del acto reclamado, como se expresará a continuación. En efecto, en el presente caso, este tribunal advierte en uso de la facultad que le confiere el numeral 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, y 101, párrafo tercero, del Código Penal para el Distrito Federal, que ha operado la prescripción de la acción penal. Por ello, y toda vez 26 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. que la prescripción en el caso sólo opera en relación con la acción penal ejercida en la consignación de la averiguación previa, en el apartado anterior, sólo se hizo relación de las actuaciones realizadas en ese lapso por la autoridad investigadora, como una referencia de la fecha en que se hicieron y de su naturaleza dentro de la indagatoria. Los artículos del Código Penal para el Distrito Federal, que norman la prescripción de la acción penal, en lo relativo al presente caso, son los siguientes: “Artículo 102.- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán: I.- A partir del momento en que se consumó el delito, si fuere instantáneo…”. “Artículo 105.- La acción penal prescribirá en un plazo igual al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad que señala la ley para el delito de que se trate, pero en ningún caso será menor de tres años.” “Artículo 110.- La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las diligencias contra persona determinada.” “Si se dejare de actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia.” “La prescripción de las acciones se interrumpirá también por el requerimiento de auxilio en la 27 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega al inculpado que formalmente haga el Ministerio Público de una entidad federativa al de otra donde aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso también causarán la interrupción las actuaciones que practique la autoridad requerida y en el segundo subsistirá la interrupción hasta en tanto la autoridad requerida niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su entrega.” “La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este código.” Ahora bien, la autoridad responsable ordenadora no se ocupó de analizar la cuestión relativa a la prescripción de la acción penal, pero este tribunal lo realiza en acatamiento a las normas antes mencionadas. El delito que se le imputa al quejoso es el de homicidio culposo, que la autoridad responsable precisó se encuentra previsto y sancionado por los artículos “302 del Código Penal, en relación al 7°, fracción I (instantáneo), 8° (hipótesis de acción culposa), 9° párrafo segundo (hipótesis de el que produce un resultado típico que no previó siendo previsible, en virtud de la violación a un deber de cuidado que 28 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. debía y podía observar según las circunstancias y condiciones personales), y 13, fracción II (los que lo realicen por sí), del mismo ordenamiento legal invocado…”. En esta tesitura, dicho delito se encontraba sancionado por la ley, en la época de los hechos, de la siguiente forma: “Artículo 60.- Los delitos imprudenciales se sancionarán con prisión de tres días a cinco años y suspensión hasta de dos años…” (Texto anterior a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación del diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, en vigor desde el primero de febrero del mismo año). Así, si el artículo aplicable al caso, era el antes transcrito, por ser la pena más benéfica, como en su momento razonó la autoridad responsable ordenadora, la pena a imponer en el caso era de tres días a cinco años de prisión. La media aritmética correspondía a dos años seis meses un día de prisión, pero siguiendo la regla prevista en el numeral 105, no podrá ser menor de tres años, por lo que debe entenderse que esta regla opera en el caso, y entonces, el lapso de prescripción de la acción penal para el homicidio culposo atribuido al quejoso, era de tres años. Lo anterior, en la inteligencia de que dicho ilícito no tenía circunstancias modificativas. El ilícito fue considerado instantáneo por la sala responsable, con lo que concuerda este tribunal, ya que si bien el fallecimiento de la víctima se dio en un lugar diverso y en un momento posterior a los hechos, 29 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. fueron consecuencia inmediata y directa de la conducta culposa del sujeto activo. Así, la conducta culposa en cuestión, según la propia responsable, acaeció el “dos de junio de mil novecientos noventa y tres, a las trece horas”, como lo expresa en el acto reclamado en su capítulo de “hechos” y reitera en el de “circunstancias de lugar, tiempo, modo y ocasión.” Al tratarse de un delito instantáneo, el lapso de prescripción debe contarse a partir del momento mencionado. Sin embargo, es cierto que durante un tiempo considerable se estuvieron desahogando actuaciones tendientes a la averiguación del delito, dado que en relación al “delincuente”, ya se tenía noticia cierta acerca de a quien podría recaer la responsabilidad. Dichas actuaciones fueron capaces de interrumpir el lapso de prescripción, y éste debía comenzarse a contar a partir de cada una de ellas. Sin embargo, de acuerdo con lo previsto en el texto del párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, las mencionadas interrupciones al plazo, no podían alargar éste, en más de una mitad. Así, si el plazo era de tres años, en total la integración de la averiguación previa y la acción penal, sólo podría haber durado cuatro años y medio, contado desde el día de los hechos. En este sentido, la prescripción en el caso, operó desde el dos de diciembre de mil novecientos noventa y siete. Ello podría parecer en principio, 30 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. contradictorio con lo determinado por el mismo precepto, que autoriza a interrumpir el plazo prescriptivo, y a comenzar a contarlo de nuevo, a partir del día siguiente a la última diligencia. Como puede verse, se presenta en el caso la problemática de conocer el alcance y verdadero sentido del aludido artículo 110, párrafo cuarto, del Código Penal para el Distrito Federal, para lo cual se debe proceder a su interpretación. Ahora bien, para interpretar el alcance del precepto que nos ocupa, esto es, del cuarto párrafo del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, y desentrañar cuál fue la voluntad del legislador, pues la ley es expresión suya, debe atenderse a las formas de interpretación del derecho en general, que en su orden de importancia son: la auténtica o legislativa, derivada de la propia ley, la judicial o jurisprudencial y la doctrinal o privada, en la inteligencia de que en nuestro derecho sólo las dos primeras tienen validez oficial, en tanto que la última no, quedando a su vez expuesta a nueva interpretación y si se hace uso de ella es únicamente como material de apoyo para el estudio. Así, en el caso particular, la interpretación auténtica o legislativa no proporciona ninguna luz, a fin de desentrañar el alcance de aplicación del mencionado párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, dado que no existe regla legal alguna que explique la forma de 31 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. aplicación de dicho precepto. En cuanto a la segunda forma de interpretación, que es la judicial, corresponde a este tribunal establecer la interpretación del mismo, a fin de aplicarlo en el caso concreto que ahora nos ocupa. A su vez, debe considerarse que utilizando el método exegético, debe atenderse primeramente al sentido gramatical del texto legal; cuando éste sea claro, su interpretación no tendrá mayor problema. En el caso, el mencionado párrafo tiene una redacción gramatical con gramaticales conocidos, términos que, así, dicho y construcciones constituyen párrafo elementos expresa: “La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este código.” Por lo que de su lectura se advierte, no existe término alguno que no sea comprensible o que tenga un sentido normativo especializado o bien metajurídico cuyo significado no se conozca. En realidad, la discusión radica en el alcance lógico de su aplicación, por lo que para arribar a su interpretación lógica, debe estarse al examen de los trabajos preparatorios, exposición de motivos y discusiones parlamentarias, sin perder de vista su contenido histórico y evolutivo. Por último, debe estarse a las reglas de equidad y a los principios generales del derecho; así como a los principios del ejercicio de la jurisdicción con respeto a la ley 32 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. penal, y a la armonía que debe regir dentro de un mismo ordenamiento legal, por lo cual los preceptos deben interpretarse de forma que no se excluyan entre sí, lo que garantiza la pervivencia de toda la codificación y en específico de la figura jurídica a análisis, que es la prescripción. Así, debe partirse de que el artículo 110, en su párrafo cuarto, del Código Penal para el Distrito Federal, establece un límite a la acción persecutoria del Estado, desempeñada a través de la institución del Ministerio Público. En su contenido textual, dicho párrafo previene un tope temporal a la actuación de la representación social, lo cual parece contradecirse con la serie de reglas previstas en el mismo numeral, ya que, como puede verse en la transcripción hecha con antelación, mientras los primeros tres párrafos previenen formas de interrupción del plazo prescriptivo, en tanto que el último párrafo, establece que dichas interrupciones no tendrán más efecto que el de prolongar el lapso de prescripción a que se refieren los artículos 105, 106 y 107 del propio código, hasta en una mitad. Ahora bien, atendiendo a un sentido histórico, debe decirse que la materia relativa a la prescripción, siempre ha causado preocupación, por lo que el esfuerzo legislativo ha sido encaminado a tratar de esclarecer su operancia y alcance. Así, en la exposición de motivos de la iniciativa de reforma al diverso artículo 111 del Código Penal para el 33 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Distrito Federal, el catorce de diciembre de mil novecientos cincuenta, dirigida a la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión, el Ejecutivo Federal al respecto, expresó: “La extintiva de la acción penal denominada prescripción, es, desde la aparición del Código, materia de discrepancias por las vacilaciones que provocan la segunda parte del artículo 111 y del artículo 112. Para eliminar esta situación se suprime el citado segundo párrafo con una brevísima ampliación se perfecciona el artículo 112. Además, con el propósito de que los casos de impunidad se reduzcan, se fija en el 111 como término a partir del cual ya no se interrumpirá la prescripción sino con la aprehensión del inculpado, la mitad del lapso necesario para que opere aquélla.” Refuerza lo anterior, el que en cuanto al caso específico del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, en su texto original establecía: “La prescripción de las acciones se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque por ignorarse quiénes sean éstos no se practiquen las determinada.” “Si diligencias se dejare contra de persona actuar, la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia.” Como puede verse, en un origen, el aludido artículo preveía las causas de interrupción para el plazo de prescripción. Con motivo de la reforma publicada en 34 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. el Diario Oficial de la Federación el dieciséis de diciembre de mil novecientos ochenta y cinco, dicho artículo sufrió una modificación que afectó solamente su redacción, con intención de esclarecer el alcance. Sin embargo, en la iniciativa del Ejecutivo Federal, del veinticuatro de septiembre de ese año, dirigida a la misma legisladora que fungió como cámara de origen, se expresó una intención mayor, consistente en la adición de un tercer párrafo, de similar redacción y contenido que el actual, pero que no se admitió. De cualquier forma, la iniciativa expresaba: “Ameritan especial mención las disposiciones que se sugiere incorporar en los artículos 110 y 115, en lo que toca a la interrupción de la prescripción cuando el agente se encuentra fuera del país y no es posible, por ello, concluir la averiguación o el proceso, o bien, proceder a la captura. En estos casos, existe dificultad o imposibilidad material o jurídica para el ejercicio de la justicia. De ahí que se proponga el cambio de los artículos 110 y 115, sin que ello implique imprescriptibilidad. Es obvio que no pueden recibir igual tratamiento los casos de quien se encuentra dentro del territorio nacional y de quien, en cambio, se encuentra fuera de éste y, por ende, más allá del alcance directo de la autoridad nacional.” De lo anterior, se aprecia que la iniciativa intentó comprender las dificultades que para la autoridad persecutoria entrañaba el integrar las 35 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. averiguaciones previas cuando el inculpado estuviera fuera del territorio nacional o bien en una entidad federativa diferente, por lo que se optó por estimar que estas actuaciones también interrumpían lógicamente el transcurso del plazo de prescripción. Sin embargo, la propia iniciativa expresaba la preocupación fundamental de que a pesar de que se incluían como interrupciones, ciertos lapsos que podían ser bastante prolongados, de ninguna manera se pretendía que las acciones se volvieran imprescriptibles, y esa es la razón por la cual se expone una iniciativa de reforma tan antigua, porque de ella se colige que la intención legislativa nunca ha sido hacer nugatoria la figura de la prescripción, sino mantener ésta como una forma de extinción de la responsabilidad penal, y esclarecer lo más posible, su alcance. Lo cierto es que, como ya antes se dijo, esa reforma sólo modificó el párrafo segundo de dicho artículo 110, cambiando los términos: “la prescripción comenzará de nuevo desde el día siguiente a la última diligencia”, por la expresión: “la prescripción empezará a correr de nuevo desde el día siguiente al de la última diligencia”, con lo que realmente no se varió el alcance del aludido párrafo, pues “comenzar” y “empezar”, tienen realmente la misma connotación. Pero no se aceptó la inclusión del párrafo tercero que se proponía, para determinar también como causas de interrupción, los 36 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. procedimientos de extradición internacional o de entrega de inculpados entre entidades federativas; ya que lo relativo a esta determinación, contenida en el párrafo tercero, se incluyó hasta la reforma publicado en el Diario Oficial de la Federación, el diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro. De lo hasta aquí dicho, puede verse que la intención legislativa había sido incluir dentro del aludido artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, las causas de interrupción del plazo de prescripción, aunque desde luego, nunca fue la finalidad, tornar imprescriptible la acción penal. Ahora bien, en cuanto al surgimiento del párrafo cuarto del mismo artículo, existe a partir de la antes mencionada reforma de diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, y en ella se debe centrar el estudio. En la exposición de motivos de la iniciativa de esa reforma al entonces Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal, y otras leyes, el Ejecutivo federal realmente no proponía la inclusión del mencionado párrafo cuarto, por lo cual resultaba totalmente ajeno a dicha iniciativa. En esencia, lo que se proponía era la adición del párrafo tercero, que como ya se dijo, se había tratado de incluir en la iniciativa de reforma anterior (mil novecientos ochenta y cinco), pero no fue admitida, así como otras reglas complementarias en materia de querella. Así, la 37 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. iniciativa esta vez, dirigida ahora a la Cámara de Diputados como legislatura de origen, establecía que: “II. 6. 10. En la reforma propuesta de los artículos 107 y 111 se presenta una nueva regla que evitará confusiones en cuanto a la prescripción de la acción penal, cuando ya se haya presentado la querella o satisfecho cualquier requisito equivalente a ésta; y en los artículos 110 y 111 se introducen nuevas reglas sobre interrupción de la acción con motivo de las solicitudes de investigación de delitos o de los probables responsables, o de la entrega de éstos, que el Ministerio Público de una entidad federativa pueda dirigir al de otra u otras, apoyándose en convenios de colaboración que ahora permite el párrafo primero del artículo 119 constitucional.” Así, en la iniciativa nunca se aludió al párrafo cuarto del artículo 110, ni a incluir un tope para la acción persecutoria del Ministerio Público. Por tanto, la “nueva regla” de la que hablaba y que supuestamente “evitaría confusiones”, no es a la que alude el párrafo cuarto actual. Dentro del proceso legislativo, dicha iniciativa se turnó a las “Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Justicia” de la mencionada Cámara de Diputados, para su estudio. Por la importancia y trascendencia de la aludida iniciativa, las Comisiones Unidas antes mencionadas a su vez acordaron invitar a la Comisión de Derechos Humanos de la misma cámara a participar. Según se 38 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. establece en los antecedentes del dictamen de todas esas Comisiones Unidas, en reunión de trabajo del veinticinco de noviembre de mil novecientos noventa y tres, determinaron que por la amplitud del proyecto de reforma, que incluyó diversas leyes y códigos, se constituyeran tres subcomisiones para hacer el análisis y estudio del mismo, por “paquetes”. Así, a la primera subcomisión, le correspondió hacer el estudio y análisis de las modificaciones propuestas para el Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal. El resultado del aludido estudio se turnó a las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales, de Justicia y de Derechos Humanos en que se procedió a la discusión de los “paquetes” respectivos. A su vez, sostuvieron reuniones con senadores de la República, otras comisiones “funcionarios de de la cámara diversas colegisladora, dependencias y especialistas en la materia”. Al término de las discusiones del Pleno, se nombró una diversa subcomisión con integrantes de las mencionadas tres Comisiones Unidas, para la elaboración del dictamen respectivo. Pudo haber sido del estudio de la primera subcomisión y su discusión posterior, que surgiera la inclusión del párrafo cuarto del aludido artículo 110 del Código Penal, con lo que realmente se generó un “cambio” en la iniciativa 39 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. presidencial, ya que en el dictamen de la subcomisión dictaminadora, se expresó: “c) … En materia de prescripción, resultan acertados los cambios que se sugieren para los artículos 107, 110, 111 y 115 del Código Penal, por la mayor precisión que encierran y por la utilidad práctica que tienen las nuevas reglas sobre interpretación de la prescripción, tanto de la acción penal como de la pena privativa de libertad y la reparación del daño.” Como puede verse, se hablaba de “nuevas reglas”, entre las que ahora sí, bien podía quedar incluida la expresada en el párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal. Sin embargo, dentro del dictamen no se hizo mayor razonamiento sobre el particular, dado que al parecer la atención de los legisladores se centró en otros temas de evidente relevancia y preocupación, como los relativos a la “delincuencia organizada”, “delitos contra la salud”, conceptos de “dolo y culpa”, criterios de “peligrosidad, temibilidad, culpabilidad”, mejoramiento de algunos tipos, incremento de penas en otros, precisión de algunos delitos como “graves”, etcétera. Por lo que a pesar de la gran importancia que tenía en el caso la adición del párrafo cuarto al artículo 110 mencionado, no recibió mayor atención en la discusión procedente, así como tampoco se conservó en el archivo de la cámara legislativa, memoria alguna sobre el verdadero origen de la mencionada regla, ni la razón por la cual se estimó 40 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. idóneo incluirla en el artículo 110 del Código Penal. Corrobora lo anterior, el hecho de que en la discusión del veinte de diciembre de mil novecientos noventa y tres, el diputado ********** (integrante de las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y la de Justicia), en que se inconformó de que: “se vienen a dar puntos de vista que no conocieron las comisiones; hubo tres subcomisiones en donde incluso se suscribieron algunos de otros partidos. Se destinó material para que trabajaran las tres subcomisiones. En la comisión “a” que es prácticamente donde estribó el grueso del trabajo de la Comisión o de las dos comisiones, se debería encargar de presentar todos sus puntos de vista, todas sus aportaciones para conjuntarse en sesiones plenarias de las dos comisiones, y nunca lo hicieron…”. De este modo, y sin que aparezca registro alguno sobre la razón específica para ello, la mencionada subcomisión de dictamen, propuso agregar “un cuarto párrafo” al artículo 110 del cuerpo legal en cita, que textualmente establece: “La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta la mitad los plazos señalados en los artículos 105, 106 y 107 de este Código.” En el debate interno sobre el mencionado dictamen, no se discutió en nada la adición mencionada; tampoco en las propuestas y comentarios de las diversas facciones parlamentarias se aprecia alusión alguna al 41 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. respecto. A su vez, dicho dictamen fue finalmente aprobado y remitido a la Cámara de Senadores, como revisora. Las Comisiones Unidas de Justicia y de Estudios Legislativos de esta cámara, también se centraron sobre la discusión de los temas relativos principalmente al delito contra la salud, y en relación con la prescripción, sólo se dijo: “Se plantean nuevas reglas para la procedencia de la prescripción de la acción penal y sobre interrupción de la misma, así como sobre interrupción de la prescripción de penas privativas de libertad.” Con lo que igualmente se le dio el tratamiento de “nueva regla”, lo que significa que implicaba innovación en el sistema penal. Y aunque en el Senado se habló inclusive expresamente y punto por punto, de las “modificaciones” introducidas a la iniciativa presidencial por parte de la Cámara de Diputados, no se hizo especial mención en cuanto al cuarto párrafo adicionado al artículo 110 ya transcrito. Por lo demás, el dictamen de las Comisiones Unidas de la Cámara de Senadores, aceptó en sesión pública ordinaria del veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y tres, la adición del aludido párrafo, sin modificación ni comentario alguno, ni tampoco a propuesta de las diversas facciones parlamentarias. Ahora bien, si se parte del hecho de que el presente caso se trata de la imputación de un delito de homicidio culposo, correspondiente al orden común, el código aplicable en el caso, lo es el 42 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. actual Código Penal para el Distrito Federal, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el diecisiete de septiembre de mil novecientos noventa y nueve, y, republicado en el Diario Oficial de la Federación el treinta del mismo mes, y en vigor a partir del primero de octubre del mismo año. Sin embargo, debe decirse que este nuevo código de aplicación local, no hace sino recoger las determinaciones en materia de prescripción, como la que en el caso nos ocupa, del anterior Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal, tal como aparecía en su texto ya antes mencionado y que continúa incólume a la fecha. La razón de ello es que en realidad, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal no pretendió elaborar un “nuevo” Código Penal, en el que analizara cada uno de los artículos y determinara la razón por la cual algunos de ellos deberían adoptarse sin modificación alguna y por qué otros debían ser sustancialmente cambiados; sino que lo que se hizo fue escoger de todo el cuerpo legal ya existente, los preceptos que a su juicio tenían relevancia no sólo con la materia local, sino también con otras aspiraciones y necesidades, sobre todo de tipo político y social, con la población del Distrito Federal. En este orden de ideas, la “reforma” consistió no en un nuevo código, sino en la modificación de algunos artículos, entre los que no 43 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. estaba contemplado el numeral 110 que ahora nos ocupa. Por tal razón, ni en la exposición de motivos de la iniciativa proveniente de diversos miembros de la I legislatura local, ni en los debates y propuestas subsecuentes, se hace alusión o se toca en forma alguna, lo preceptuado por ese artículo. Por ello, tampoco el acto legislativo mencionado arroja luz alguna sobre el alcance del aludido numeral. En tal virtud, tal como este tribunal lo aprecia, debe dejarse claramente establecido, que en tanto los primeros tres párrafos del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, previenen formas de interrupción de la prescripción, el cuarto párrafo establece un tope para esas interrupciones, pues determina que sí son capaces de suspender el transcurso del plazo de prescripción, y de reiniciar su cómputo nuevamente, pero también dispone que sólo podrán alargar el total del aludido término, en una mitad. Ello implica un verdadero tope a la actividad persecutoria del Ministerio Público, pues en total, sólo goza de un plazo igual al término medio aritmético aplicable al delito de que se trata, más una mitad, que en ningún caso podrá ser inferior a cuatro años y medio (esto es, la regla genérica mínima de tres años a que se refiere el artículo 105 del mismo Código, más una mitad), para integrar la averiguación previa correspondiente, y ejercer en su caso, la acción penal. Ahora bien, dentro del contexto histórico de 44 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. la prescripción, debe destacarse la situación que prevalecía cuando dicho tope no existía. Conviene citar al caso, lo expresado por el licenciado Sergio Vela Treviño, en su obra “La Prescripción en Materia Penal” (Editorial Trillas, México, 1995, páginas 277 y 278): “En relación directa con las cuestiones relativas a la interrupción del curso de la prescripción de la acción persecutoria, se plantea constantemente si la posibilidad de que opere la interrupción es limitada o ilimitada, en orden al tiempo. En efecto, es motivo permanente de inquietud el que pueda aceptarse una posibilidad de interrupciones ilimitadas, porque ello daría al traste con todo el instituto de la prescripción, al volver imprescriptible la acción persecutoria por la constante práctica de actos interruptores… Nuestra ley, como otras tantas, es omisa (en ese entonces lo era), en lo que se refiere a esta particular cuestión, por lo que estamos obligados a buscar, a nivel doctrinario y de interpretación, el verdadero contenido de las normas rectoras… existen dos diferentes sistemas a este respecto: uno en el que por falta de disposición expresa en la ley la cuestión se deja a la interpretación de los tribunales, como acontece en el código argentino o el alemán; el otro, en el que la propia ley es la que establece la limitación, como ocurre en el código italiano, el yugoslavo y el francés… Sí existe, como lo indicamos, la tesis doctrinaria francesa que al decir 45 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. de Oretolán ‘permite prolongar a un doble, cuando más, el tiempo asignado a la existencia de la acción pública’ cuando las causas de interrupción aparecen durante la primera mitad del tiempo necesario para que opere la prescripción… Es de equidad una posición como la que se adopta, aun cuando pueda no estar plenamente apoyada en el texto de la ley, ya que, de no ser ésta la posición aceptable, se caería exactamente en volver imprescriptible la acción persecutoria, acabando así, por la interpretación restrictiva de un concepto, con toda una institución como la que nos ocupa.” Transcrito lo anterior se advierte que la preocupación principal del mencionado jurista, era que precisamente en la legislación no existía un límite temporal mientras cada para vez se la acción agregaban persecutoria, causas de interrupción de la prescripción, que hacía que las investigaciones de delito se pudieran prolongar indefinidamente en claro perjuicio del indiciado y haciendo nugatoria la figura de la prescripción, puesto que ésta nunca llegaba a operar. En efecto, con las reglas establecidas por el mismo artículo 110, en sus párrafos primero y segundo, en cuanto a que las diligencias en averiguación “del delito y de los delincuentes”, eran capaces de interrumpir el transcurso del plazo de prescripción y que no sólo lo suspendían para su posterior reanudación, sino que de hecho, hacían que el lapso transcurrido se 46 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. borrara del cómputo del plazo total, dado que la prescripción debía comenzarse a contar de nuevo desde la última diligencia; traía como consecuencia, que bastaba con que nunca se dejara de actuar por un lapso de por lo menos cuatro años y medio, para que la averiguación se prolongara indefinidamente en el tiempo, para hacer imprescriptible la acción penal. Al respecto, el artículo 111, introdujo la primera regla de limitación para esa actividad, puesto que previó que transcurrida la primera mitad del plazo de prescripción, en principio, sólo la aprehensión del inculpado interrumpiría ya la prescripción, y últimamente se ha suprimido esta última hipótesis, para determinar que las actuaciones que se practiquen después, ya no podrán interrumpir el plazo. Sin embargo, así redactado dicho precepto, no se establecía con claridad cuál era la duración total que podía tener el plazo de prescripción, con todas sus interrupciones y reinicios de cómputo, incluidas. Por tanto, se aprecia que primeramente en las reformas el legislador, se preocupó por señalar causas para la interrupción de la prescripción, y en algún momento, se previó la necesidad de frenar el posible abuso colocando límites. Sin embargo, como ya se ha visto, el tiempo propuesto por el artículo 111, no debió ser suficiente, porque fue necesario generar el párrafo cuarto del artículo 110 del propio ordenamiento, que vino a colocar un 47 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. límite temporal claro y fatal, a la liberalidad de actuación ministerial en la integración de averiguaciones previas. También se advierte que las determinaciones establecidas en los tres primeros párrafos del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, que tornaba interminable las interrupciones, encontraron un tope lógico en el párrafo cuarto, de modo que podían aplicarse siempre y cuando no transcurriera el lapso total establecido en el cuarto párrafo mencionado. De interpretar lo contrario, esto es, que la regla que debe prevalecer es la contenida en los dos primeros párrafos del mencionado artículo 110 del código punitivo local, por la cual las actuaciones en averiguación del delito y de los delincuentes, siempre interrumpen el transcurso del plazo para la prescripción y que siempre se debe contar de nuevo el término a partir de la última actuación, así como estimar que el párrafo cuarto no es un verdadero límite fatal a este curso de actividades, haría nugatoria la prescripción; lo que sería contrario a las reglas de interpretación mencionadas al principio, dado que un precepto debe interpretarse de tal forma que en lo posible sea coherente y congruente con el restante articulado de la codificación, en este caso, el Código Penal para el Distrito Federal y específicamente el Título Quinto del Libro Primero, que se refiere a las formas de extinción de la responsabilidad penal, y sobre todo, 48 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. el Capítulo VI, que es el que contempla la prescripción. De lo hasta aquí dicho, pueden derivarse varias conclusiones: 1°. Es evidente que la adición del párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, que nos ocupa, tuvo una razón de ser. No se trató de un acto de ligereza por parte de los legisladores, puesto que no existía en principio y surgió de pronto con una redacción distinta y clara. Por lo tanto, puede decirse que fue voluntad deliberada del legislador la creación de dicho párrafo. 2°. Se trató de una “nueva regla” o innovación dentro de nuestro sistema penal. Era deseable desde tiempo atrás, la existencia de un límite que diera fin y fijeza a la acción persecutoria del Estado. 3°. Al colocar dicha “nueva regla” en la parte final del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, se pretendía que se integrara al contenido de los primeros tres párrafos, de donde se colige que el precepto que establece las formas de interrupción del plazo de prescripción también expresa el alcance de esas interrupciones. También es innegable que en ella se quiso establecer un límite temporal a la actividad persecutoria, rescatando la certeza de la figura de la prescripción, que después de todo, no es otra cosa que la preclusión fatal en sentido aritmético del término para el ejercicio de la acción penal, por el mero transcurso del tiempo, que había visto disminuida su eficacia y aplicación, a partir de 49 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. haber establecido tantas “causas de interrupción” válidas para la ley. Por otra parte, y también como un mero apoyo, resulta prudente atender a otras codificaciones, tanto extranjeras como de otros estados de la República Mexicana, en relación con la misma cuestión. Así, en el Código Penal para la República de Paraguay, el artículo 104, dispone: “Artículo 104.- Interrupción “1º La prescripción será interrumpida por: un auto de instrucción sumarial; una citación para indagatoria del inculpado; un auto de declaración de rebeldía y contumacia; un auto de prisión preventiva; un auto de elevación de la causa al estado plenario; un escrito de fiscal peticionando la investigación; y una diligencia judicial para actos de investigación en el extranjero. “2º Después de cada interrupción, la prescripción correrá de nuevo. Sin embargo, operará la prescripción, independientemente de las interrupciones, una vez transcurrido el doble del plazo de la prescripción.” En dicha codificación, se contiene la misma regla que la prevista por nuestro artículo 110, párrafo cuarto, del código del fuero local, con la variación de que el plazo total de prescripción puede aumentarse sólo en una mitad y no al doble. Similar situación acontece con el Código Penal para la República del Perú, en cuyo artículo 83, dispone: “Artículo 83o.- La prescripción de la acción se interrumpe por las actuaciones del Ministerio Público o de las autoridades judiciales, quedando 50 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. sin efecto el tiempo transcurrido. “Después de la interrupción comienza a correr un nuevo plazo de prescripción, a partir del día siguiente de la última diligencia. “Se interrumpe igualmente la prescripción de la acción por la comisión de un nuevo delito doloso. “Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción.” En este caso, en que el límite es similar al de nuestra legislación, se alude incluso a que esa mitad debe ser del “plazo ordinario”, esto es que para nuestra regla genérica, sería la del medio aritmético de la pena, más una mitad. En el caso del Código Penal para la República de Portugal, el artículo 3, previene que: “3.- A prescrição do procedimento criminal tem sempre lugar quando, desde o seu início e ressalvado o tempo de suspensão, tiver decorrido o prazo normal de prescrição acrescido de metade. Quando, por força de disposição especial, o prazo de prescrição for inferior a 2 anos o limite máximo da prescrição corresponde ao dobro desse prazo.” “La prescripción del procedimiento criminal tendrá lugar en todo caso, cuando contado desde el inicio, y exceptuado el tiempo de suspensión, haya transcurrido el plazo normal de prescripción, aumentado en una mitad. Cuando por orden de disposición especial, el plazo de prescripción fuera inferior a dos años, el límite máximo de prescripción 51 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. corresponde al doble de ese plazo”. (Diccionario Michaelis Soft Portugués español). En el caso aludido, se establece expresamente que los lapsos de prescripción, aunque interrumpidos, deben sumarse y sólo podrán constituir el plazo total ampliado en una mitad. En el caso de que el plazo fuera menor de dos años, el límite máximo sería el doble. Ello constituye una doble regla para el tratamiento de la cuestión. Sin embargo, en nuestra legislación no se computan los lapsos transcurridos entre una interrupción y otra, del plazo prescriptivo, sino que se habla de plazo total, como en la segunda hipótesis del artículo comentado. En cuanto a nuestra legislación mexicana, las entidades federativas han dado un tratamiento diverso a la figura de la prescripción en sus respectivos códigos penales. Sin embargo, hay algunos que han adoptado el límite temporal que se analiza, con algunas variaciones: Código Penal para el Estado de Nuevo León: “Artículo 132.- … Si se dejara de actuar, la prescripción comenzará de nuevo desde el día de la última diligencia. No obstante lo anterior, el término total para que opere la prescripción, nunca podrá exceder del que corresponda según el Artículo 139 y una mitad más.” Ello en la inteligencia de que el numeral 139, a su vez previene el plazo original de prescripción, pues dispone: “Artículo 139.- Para la prescripción de las acciones penales se tendrá como base el 52 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. término medio aritmético de la sanción señalada al delito de que se trate, pero en ningún caso bajará de tres años.” Código Penal para el Estado de Sonora: “Artículo 107.- La prescripción de la acción penal se interrumpirá por las actuaciones que se practiquen en averiguación del delito y delincuente, aunque, por ignorarse quienes sean éstos, no se practiquen las diligencias contra persona determinada.” Si se dejare de actuar, la prescripción comenzará de nuevo al día siguiente de la última diligencia.” “La prescripción de la acción penal se interrumpirá, también, por el requerimiento de auxilio en la investigación del delito o del delincuente, por las diligencias que se practiquen para obtener la extradición internacional, y por el requerimiento de entrega del inculpado que, formalmente, haga el Ministerio Público a otra entidad federativa, donde aquél se refugie, se localice o se encuentre detenido por el mismo o por otro delito. En el primer caso, también causarán la interrupción, las actuaciones que practique la autoridad requerida y, en el segundo, subsistirá la interrupción, hasta en tanto dicha autoridad niegue la entrega o en tanto desaparezca la situación legal del detenido, que dé motivo al aplazamiento de su entrega.” “La interrupción de la prescripción de la acción penal, sólo podrá ampliar hasta una mitad los plazos señalados en los artículos 100, 102 y 103 de este Código.” Código Penal para el Estado de Tabasco: 53 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. “Artículo 105. La interrupción de la prescripción de la pretensión punitiva, sólo podrá ampliar hasta una mitad más los plazos de prescripción señalados en el artículo 102.” De lo anterior, se deriva que la regla es similar, en cuanto a establecer un límite a la actividad indagatoria del Ministerio Público consistente en el plazo normal de prescripción, más una mitad, con lo que se advierte que nuestra legislación local no es la única que contiene ese precepto y que su interpretación debe atender a la exégesis del propio artículo y del cuerpo legal en que se haya inmerso. En este orden de ideas, debe decirse entonces, que en estricta interpretación del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, contiene reglas relativas a la “interrupción” del plazo de prescripción, esto es, tanto qué actuaciones pueden interrumpir el transcurso del plazo, como que la suspensión del mismo implica borramiento del tiempo transcurrido y nueva cuenta, pero siempre y cuando, no aumente el plazo original en una mitad. Por otro lado, como ya se dijo, dicho precepto se encuentra inmerso en la codificación penal local (al menos respecto del asunto que ahora nos interesa), y aún dentro del capítulo relativo a las formas de “extinción de la responsabilidad penal”, debe considerarse entonces, que la idea original del Constituyente fue la de establecer los siguientes puntos: 1°. El ejercicio de la acción penal no es una facultad 54 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. irrestricta, ni indefinida, sino que siempre se tiende a una constante búsqueda de equilibrio entre el interés persecutorio del Estado, y el interés particular del inculpado. 2°. Lo anterior es así, porque atiende a la naturaleza y finalidad de la figura misma de la prescripción, la cual también fue una institución querida y creada por el legislador. En principio, ya se sabe que el Estado está plena y auténticamente interesado en la represión de los delitos, pero también es incuestionable que no todos los ilícitos ameritan la inversión del esfuerzo persecutorio por siempre. En por eso que existe la figura de la prescripción, dado que hay casos en que el interés persecutorio se debilita, es decir, pierde fuerza, ejemplo: cuando se decreta una ley de amnistía, con lo que se “olvida” el agravio inferido; cuando el ofendido del delito otorga el perdón al activo, demostrando la falta de intención en su persecución, siempre y cuando se trate de un delito que sólo afecte su interés particular; por la supresión del tipo penal por una ley posterior; o bien por la prescripción, es decir, cuando por el simple transcurso del tiempo, debe considerarse que el agravio inferido por el delito se diluye o se olvida, claro está, sobre un mecanismo lógico y eficiente, en el que el tiempo para el olvido, está en proporción directa con la importancia y trascendencia de la afectación causada por el delito, pues se computa sobre la pena que el mismo 55 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. legislador previó, para cada uno de los ilícitos. 3°. En virtud de la figura de la prescripción, ya se dijo que en principio y como regla general, el paso del tiempo llega a borrar el interés del Estado (o del particular), en la persecución del ilícito. Entonces, sólo como reglas de excepción, la ley reconoce que existen casos en que el tiempo es apremiante para la integración de algunas averiguaciones previas, que hacen que la indagación se prolongue sin concretarse el ejercicio de la acción penal, pero que no implica definitivamente falta de interés, sino dificultad en la investigación. Estos casos de excepción, deben como tales estar establecidos expresamente en la ley, y a ello se refieren los primeros tres párrafos del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal. 4°. No obstante que se trata de normas de excepción, las prevenciones mencionadas no fueron concebidas desde inicio con un debido tope temporal, lo que podía dar causa fácilmente a abusos de poder o falta de expeditez o de eficiencia en la averiguación de delitos. Por lo que era menester imponerles un límite temporal, esto es, lo que conformó el párrafo cuarto del mismo precepto invocado, que claramente establece que si bien hay causas que interrumpen el lapso de prescripción, éste no podría alargarse indefinidamente en perjuicio del inculpado. Lo anterior es así, porque es cierto que la sociedad tiene interés en la persecución de los 56 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. delitos, y ese interés se demuestra en las actuaciones de averiguación, por lo que al realizar aquéllas relativas a la investigación del ilícito, debe entenderse que se interrumpe el lapso prescriptivo. Sin embargo, también la ley reconoce en el caso, la garantía de seguridad jurídica en el probable responsable, en tanto que es evidente que el legislador no encontró una razón válida para que la integración de una averiguación prolongara indefinidamente en previa el se tiempo, presionando de este modo el derecho de seguridad del indiciado, por lo que tampoco podía permitir que en aras de la investigación de un delito, se le causaran actos de molestia durante toda su vida. Esa es la razón, por la cual el legislador estimó prudente actuación establecer ese persecutoria alargamiento tope del injustificado de temporal, Estado, la a la pues el averiguación evidencia finalmente, que se debilitó el interés que la sociedad pudo tener en un principio sobre el caso. Dicho tope o límite quedó establecido en el artículo 110, párrafo cuarto, adicionado por decreto publicado el diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, en que se determinó integrar al fenómeno jurídico de la prescripción, un límite claro, que antes no tenía. Debe decirse además, que el plazo “ampliado” a que se refiere el mencionado párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, alude a la ampliación de los 57 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. plazos originales, o naturales, previstos a su vez en los artículos 105, 106 y 107 del mismo código, es decir, al término medio aritmético de la pena privativa de libertad; al plazo mínimo de tres años; al término de dos años, para cuando el delito sólo tenga prevista pena de destitución, suspensión, privación de derecho o inhabilitación; o bien el plazo de un año tratándose de delitos perseguibles por querella y la subsecuente regla de los tres años, una vez deducida ésta o fuera de esta circunstancia. Esto es, que el párrafo cuarto del artículo en cuestión, nunca hace alusión al plazo de prescripción ampliado por alguna interrupción, o bien contado a partir de la última actuación interruptora, pues aparte de que el numeral no distingue especialmente dicha hipótesis y cuando la ley no distingue el intérprete no tiene por qué hacerlo; debe considerarse que se trata de la ampliación en una mitad, del plazo original, porque si no fuera así, el aludido límite o tope se volvería nuevamente nugatorio y perdería su razón de ser como tal, además de que se caería en un círculo sin fin que diera lugar al reinicio indefinidamente entre lapsos de aplicación de la aludida regla y lapsos de suspensión, lo que nunca fue intención del Constituyente. Por último, refuerza la aplicación e interpretación de dicho precepto por parte de este tribunal, el hecho de que, volviendo al motivo de la reforma que dio origen a la adición del párrafo 58 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. cuarto, en la iniciativa presidencial se hizo alusión a la modificación de otras leyes, respecto de las cuales dejó claramente establecido su intención de enmarcar la actividad del Ministerio Público en su tarea de persecución de delitos, a fin de evitar abusos de poder. Y si bien no aludió a la reforma del muchas veces mencionado artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, sí evidenció una intención manifiesta, dentro de lo que se denominó la “reforma penal integral”, la que se invoca también solamente en apoyo del presente estudio. Dicha intención se dejó entrever cuando la iniciativa expuso que: “… Se precisan reglas dirigidas a dar disposiciones, debido cumplimiento construyendo un a marco esas de seguridad jurídica para quienes figuren como indiciados en la averiguación previa…”. “A su vez conviene agilizar los procedimientos de averiguación previa y los procesos, a fin de llegar lo más pronto posible a la solución que convenga a los fines de seguridad y de Justicia en cada caso, en beneficio de quienes sean sujetos procesales y de la sociedad, y también para abatir cargas de trabajo en los órganos públicos que se ocupan de esos asuntos.” Asimismo, en el dictamen de la subcomisión de las Comisiones Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales, Justicia y Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, se aludió en general a que “la propuesta del Ejecutivo 59 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Federal contribuye a dar una mejor agilidad a los mecanismos de investigación y aprehensión…”. De lo que se deriva que el párrafo cuarto del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal, que se estudia, no sólo previene una norma de seguridad jurídica del gobernado, sino también una regla para procurar la investigación de delitos, sobre criterios de prontitud, celeridad, eficiencia y eficacia, que lleven a la institución del Ministerio Público a lograr integrar las averiguaciones previas, por lo menos, en el lapso promedio y una mitad más, con que el propio legislador determinó sancionar cada uno de los delitos previstos en el código sustantivo. Por lo hasta aquí precisado, y referidos nuevamente al caso específico que nos ocupa, atendiendo a la interpretación que se ha dado al artículo 110 párrafo cuarto, del Código Penal para el Distrito Federal, para su aplicación, se advierte que en la especie la acción penal prescribió, dado que el delito de homicidio culposo, siendo instantáneo, se consumó el dos de junio de mil novecientos noventa y tres; en tanto que hubieron actuaciones en averiguación del delito que desde luego interrumpieron el transcurso del plazo de prescripción, pero se cumplió el lapso total previsto por la ley para el caso específico, que como ya se había indicado, era de cuatro años y medio, dado que la acción penal se ejerció hasta el treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa y nueve, esto es, cuando ya 60 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. había transcurrido con exceso, el lapso de tres años, más una mitad, o sea de cuatro años y medio, dado que habían pasado para entonces, seis años, dos meses, veintinueve días. Por tanto, para cuando se ejerció la acción penal, ésta ya estaba prescrita, por lo que la responsabilidad penal que pudiera resultarle a **********, a su vez estaba extinta. Como consecuencia, el fallo condenatorio emitido en su contra, deviene violatorio de garantías y ello amerita la concesión del amparo en forma total.” De la anterior ejecutoria derivó la tesis aislada, cuyo rubro es: “PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. EL ARTÍCULO 110, PÁRRAFO CUARTO, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL, IMPIDE AL MINISTERIO PÚBLICO PRORROGAR INDEFINIDAMENTE EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PERSECUTORIA.”14 Novena Época; registro “189002”; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XIV, correspondiente al mes de agosto de 2001; materia penal; tesis I.5o.P.14 P; página 1389, cuyo texto es el siguiente: 14 “El citado precepto legal, en su párrafo cuarto, establece un límite a la acción persecutoria del Estado, desempeñada a través de la institución del Ministerio Público, es decir, para integrar la averiguación previa correspondiente y ejercer éste, en su caso, la acción penal, goza únicamente de un plazo igual al término medio aritmético aplicable al delito de que se trata, más una mitad, que en ningún caso podrá ser inferior a cuatro años y medio (regla genérica mínima de tres años a que se refiere el artículo 105 del Código Penal para el Distrito Federal), lo cual no contraviene lo establecido en los primeros tres párrafos del mismo artículo, que regulan formas de interrupción del plazo prescriptivo, ya que determina que dichas interrupciones no tendrán más efecto que el de prolongar el lapso de prescripción a que se refieren los numerales 105, 106 y 107 del propio código, hasta en una mitad más. Por tanto, el último párrafo del numeral 110 del ordenamiento legal de que se trata, rescata la certeza de la figura de la prescripción, que no es otra cosa que la preclusión fatal del término para el ejercicio de la acción penal, por el mero transcurso del tiempo y la cual había disminuido su eficacia y aplicación, a partir del establecimiento de tantas causas de interrupción válidas para la ley. Por lo que la adición de este párrafo a dicho precepto, mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, es evidente que tuvo la específica finalidad de regular que el lapso de prescripción no se extienda indefinidamente en perjuicio del indiciado, ya que aun cuando la sociedad tiene interés en la persecución de los delitos, el cual se demuestra en las actuaciones de averiguación, sin embargo, éstas se realizan a discreción del Ministerio Público, para interrumpir el lapso prescriptivo, lo cual de no atender al límite a que se refiere el párrafo cuarto del artículo 110 analizado, podría prolongarse indefinidamente, en perjuicio del probable responsable del delito, con los consecuentes actos de molestia y la afectación a su garantía de seguridad jurídica.” Amparo directo 6235/2000. 27 de febrero de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Hernández Reyes. Secretaria: Beatriz Moguel Ancheyta. Amparo en revisión 345/2001. 9 de abril de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Fernando Hernández Reyes. Secretario: Pedro Carbajal Jiménez. 61 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Similares consideraciones sostuvo el referido tribunal colegiado, al resolver el amparo directo **********, mismas que para evitar repeticiones innecesarias no se sintetizan. III. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al emitir sentencia en el amparo directo **********, consideró que en el asunto puesto a su potestad, operó la prescripción de la acción penal, toda vez que el Ministerio Público no realizó las diligencias tendentes a “la investigación del delito y del delincuente” necesarias para interrumpir el término prescriptorio, tal como lo establece el artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal15. Señaló que los hechos delictivos consistentes en el robo de partes automotrices en perjuicio de los ofendidos, se conocieron por el agente del Ministerio Público el quince de diciembre de mil novecientos noventa y seis; el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, se practicó la última diligencia realizada “en investigación del delito”, dado que se emitió dictamen que determinó el monto de lo robado; el veintinueve de octubre de dos mil uno, el Representante Social ejerció acción penal en contra de **********, al considerarlo probable responsable en la comisión del delito de robo calificado. A juicio del citado órgano jurisdiccional, no se practicaron actuaciones idóneas para interrumpir el curso de la prescripción de la acción persecutoria, ya que las que se verificaron se refieren a un robo diverso; tribunal que se apoyó en el criterio intitulado: 15 Ver, pie de página 13. 62 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. “PRESCRIPCIÓN EN MATERIA PENAL. NATURALEZA DE LAS ACTUACIONES REALIZADAS POR EL MINISTERIO PÚBLICO, NECESARIAS PARA INTERRUMPIR EL TÉRMINO DE LA (ARTÍCULO 110 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA COMÚN Y PARA TODA LA REPÚBLICA EN MATERIA FEDERAL)16”; asimismo, adujo que las diligencias en las que se solicitó la investigación de la policía judicial en relación con el hecho denunciado, tampoco podían tener un efecto interruptor, cuenta habida que nada se informó al respecto, en ese sentido mencionó que no podía quedar al arbitrio del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción con sólo solicitar a la policía judicial en forma periódica la investigación de los hechos y que éstos rindieran su respectivo informe, ya que esa circunstancia antentaría contra la seguridad jurídica de los gobernados. Como colofón, sostuvo que la prescripción de la acción penal en términos del artículo 102 del Código Penal para el Distrito Federal17, empezó a correr el diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y siete, por tanto, para cuando se Novena Época; registro “201219”; Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo IV, correspondiente al mes de octubre de 1996; materia penal; tesis VIII.2o.11 P; página 586; cuyo texto es del tenor literal siguiente: 16 “Las actuaciones idóneas para interrumpir el curso de la prescripción de la acción persecutoria son aquellas que se practiquen en averiguación del delito y de los delincuentes, aunque no se lleven a cabo contra persona determinada por ignorarse su nombre, y por los hechos de los que derive el ilícito atribuido al indiciado; es decir, si la averiguación previa se inicia por un delito específico y no se realiza ninguna actuación referente a un diverso delito, que haya cometido otra persona relacionada con esos hechos, pero que no es la denunciada o aquella en contra de la que se ejercitó la acción penal, las actuaciones referidas al primer delito no interrumpen la prescripción en relación al segundo ilícito, ya que el carácter personal de ésta, exige que tenga un titular o hechos individualizados, y la misma razón jurídica rige en cuanto a los actos interruptivos. Lo anterior en virtud de que el artículo 110 del Código Penal Federal, sólo se refiere a que se ignore quiénes son los delincuentes, pero no los hechos de donde deriva el delito que se le imputa, lo que induce a estimar que el legislador, con criterio amplio, omitió tomar en cuenta actuaciones inútiles o meramente formulistas o que no fueran exclusivamente en averiguación del delito o del delincuente.” Amparo en revisión 335/96. **********. 29 de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: Elías H. Banda Aguilar. Secretaria: Elda Mericia Franco Mariscal. 17 “Artículo 102.- Los plazos para la prescripción de la acción penal serán continuos; en ellos se considerará el delito con sus modalidades, y se contarán: I. A partir del momento en que se consumó el delito, si fuera instantáneo…”. 63 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. cumplimentó la orden de aprehensión –veintiséis de julio de dos mil dos–, ya se había actualizado la prescripción, cuenta habida que el delito atribuido al quejoso fue el de robo calificado sancionado en los numerales 370, párrafo primero y 381, fracción XI, y penúltimo párrafo, ambos del código antes invocado 18, cuya penalidad a imponer por el delito en cuestión va de tres días a siete años de prisión, luego, con base en el arábigo 105 del código punitivo en mención19, el término para que procediera la prescripción era de tres años, seis meses y tres días, que corresponde al término medio aritmético de la pena privativa de la libertad; por otro lado, aún cuando posteriormente se practicaron diversas diligencias, ninguna de ellas podía interrumpir el lapso prescriptorio ya que sólo la aprehensión del autor del evento delictivo era eficaz, pues con fundamento en los ordinales 110 y 111 del ordenamiento sustantivo plurimencionado, ya había transcurrido la mitad del lapso necesario para la prescripción20, la cual se ejecutó el veintiséis de julio de dos mil dos, por consiguiente para ese momento ya habían transcurrido cuatro años, siete meses y nueve días, lo cual excedía el referido término prescriptorio. Tales consideraciones dieron lugar a la tesis aislada, bajo el rubro siguiente: "PRESCRIPCIÓN. ACTUACIONES QUE NO LA INTERRUMPEN"21. “Artículo 370. Cuando el valor de lo robado no exceda de cien veces el salario, se impondrá hasta dos años de prisión y multa de hasta cien veces el salario…”. 18 “Artículo 381. Además de la pena que le corresponde conforme a los artículos 370 y 371, se aplicarán al delincuente hasta cinco años de prisión en los casos siguientes: […] XI. Cuando se trate de partes de vehículos estacionados en la vía pública o en otro lugar destinado a su guarda o reparación.” 19 Ver, pie de página 12. 20 Respecto al artículo 110 del código punitivo en mención, ver a pie de página nota 13, en relación con el artículo 111 de la misma legislación, este dispone lo siguiente: “ARTÍCULO 111. Las prevenciones contenidas en los dos primeros párrafos y en el primer caso del tercer párrafo del artículo anterior, no operararán cuando las actuaciones se practiquen después de que haya transcurrido la mitad del lapso necesario para la prescripción…”. 64 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Los antecedentes de ese asunto son: 1. La Juez Cuadragésimo Octavo Penal del Distrito Federal, el dos de diciembre de dos mil dos, dictó sentencia condenatoria en la causa penal ********** de su índice, en contra de **********, al estimarlo plenamente responsable en la comisión del delito de “robo calificado”, previsto y sancionado en el artículo 220, fracción II, en relación con el 223, párrafo inicial y fracción II, del Código Penal para el Distrito Federal. 2. La resolución fue apelada por el sentenciado; recurso que correspondió conocer a la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, la cual en el toca **********, modificó dicha determinación en cuanto al grado de culpabilidad apreciado por la juzgadora de primer grado, para imponerle una pena privativa de la libertad de solamente un año tres meses y veintidós días, así como multa por la cantidad de tres Novena época; registro “183456”; Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XVIII, correspondiente al mes de agosto de 2003; materia penal; tesis I.2o.P.74 P; página 1797; texto del tenor siguiente: 21 “El término prescriptorio de la pretensión punitiva es continuo y únicamente será interrumpido con las diligencias tendentes a la investigación del delito y del delincuente, de conformidad con lo que establecen los artículos 102 y 110 del Código Penal para el Distrito Federal de 1931 (abrogado y el 108, párrafo inicial, y 114, primer párrafo, del actual código), por lo que si el Ministerio Público gira diversos oficios de investigación así como de localización y presentación, y tiene por recibidos los informes -en los que no se hizo comunicación alguna respecto del delito y del delincuente-, si además dicta acuerdos de remisión a otras oficinas ministeriales así como de radicación y apertura, debe concluirse que estas actuaciones no tienen efecto interruptor, porque en ellas nada se informa respecto del evento delictivo ni de los intervinientes, además de que no puede quedar al arbitrio del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción, pues bastaría que en forma periódica solicitara a elementos de la policía judicial que investigaran, éstos rindieran su respectivo informe y después se asentara razón de ello, al igual que continuamente se remitiera la averiguación previa a otras oficinas ministeriales y en éstas se radicara, para que se tornara imprescriptible cualquier delito, lo que atenta contra la garantía de seguridad jurídica de los gobernados.” Amparo directo 1042/2003. 26 de junio de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Escobar Ángeles. Secretario: Ricardo Delgado Quiroz. 65 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. mil doscientos cincuenta y tres pesos con treinta y cinco centavos, moneda nacional. 3. La sentencia de apelación fue controvertida mediante juicio de amparo directo, del que conoció el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito; los razonamientos de la ejecutoria emitida por el citado órgano jurisdiccional son los que a continuación se reproducen: “Se advierte que ha operado la prescripción de la acción penal, pues el Ministerio Público no realizó las diligencias tendentes a la investigación del delito y del delincuente que interrumpieran el término prescriptorio, tal como lo estatuye el artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal vigente al día del evento. Ciertamente, los hechos consistieron sustancialmente en que el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, aproximadamente a las doce horas, ********** dejó estacionado y cerrado su automóvil de la marca **********, tipo **********, color **********, modelo **********, placas de circulación **********, en la calle de ********** casi esquina con **********, colonia **********, y aproximadamente a las trece horas con diez minutos, se percató que dos personas del sexo masculino se acercaban a su coche y comenzaban a quitarle los faros, por lo que de inmediato le comunicó a ********** lo que pasaba y éste le dijo 66 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. ‘vamos a agarrarlos’, por lo que estos dos subieron al automotor ********** y comenzaron a seguir a los sujetos activos, quienes ya habían subido al vehículo de la marca **********, tipo **********, color **********, placas ********** y circulaban sobre la avenida **********, con dirección al ********** y al llegar a la calle ********** dieron vuelta a la izquierda, hacia el oriente, hasta llegar a ********** , en donde dieron vuelta hacia el **********, enseguida llegaron a **********, en donde se detuvieron debido a que el semáforo que regía su circulación les marcó luz roja, por lo que descendieron del ********** y corrieron en direcciones opuestas, por lo que el ofendido y acompañante, que los perseguían, igualmente bajaron de su automotor para detenerlos, lo que no pudieron lograr, por lo que esperaron y pasaron elementos de la policía preventiva, a quienes solicitaron auxilio y les pidieron que trasladaran el ********** al Ministerio Público, en cuyo interior se encontraban las dos unidades de luz robadas, así como la credencial del ********** a favor del amparista, a quien el ofendido como su acompañante reconocieron como la persona que desprendió los faros y quien al huír viajaba en el **********, en el lado del copiloto. Respecto a tal evento cabe precisar lo siguiente: A. Estos hechos fueron conocidos por el Ministerio Público desde el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, porque en esta data 67 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. realizó las siguientes diligencias: Mediante nota de remisión se dejó a su disposición el vehículo **********, tipo **********, placas ********** (foja 7). Recabó las declaraciones de **********, policía preventivo remitente (foja 9 a 12), así como el denunciante ********** (foja 14 a la 18) y ********** (foja 19 a 23). Giró oficio al Director de la Policía Judicial del Distrito Federal, solicitando informara si el vehículo tipo **********, se encontraba reportado como robado o relacionado con otra averiguación e investigaran, localizaran y ubicaran a los probables responsables (foja 24). ********** agente de **********, rindió informe señalando que el automotor **********, precitado, no había sido reportado como robado y no obtuvo información respecto a los hechos (foja 28). Dio fe de objetos (dos unidades de luz, desarmadores y pinzas), documentos (entre ellos la credencial expedida a favor del ahora amparista), vehículos (**********) y llaves (fojas 29 a 32). Giró nuevo oficio al Director de la Policía Judicial del Distrito Federal, solicitando informara si el vehículo tipo ********** referido, se encontraba reportado como robado o relacionado con otra averiguación e investigara en relación a los hechos y localizara a los probables responsables (foja 32). El dieciséis de diciembre de mil novecientos noventa y siete, las diligencias que la Representación Social realizó consistieron en: Hizo constar que el perito en mecánica no se presentó (foja 32). Devolvió al 68 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. ofendido el vehículo tipo ********** cuestionado y los faros recuperados (foja 34). Abrió la indagatoria y se comunicó a la Oficina de Servicios Periciales, informándosele que los peritos en mecánica y valuación se presentarían más tarde (foja 36). El personal del Ministerio Público se trasladó a las oficinas de Servicios Periciales de dicha institución, en donde ********** manifestó que los peritos en mecánica y valuación ya habían intervenido, pero los dictámenes estaban en la oficina del Subdelegado y éste no se encontraba (foja 37). Las diligencias del diecisiete siguiente consistieron en: Giró oficio al Subdelegado Administrativo de la Dirección Iztacalco a fin de que solicitara una grúa y trasladara el **********, al corralón ubicado en ‘**********’ (foja 40). Llamó telefónicamente al personal de Servicios Periciales, recibiendo como respuesta que la solicitud relativa a la intervención de peritos en mecánica y valuación, ya había sido atendida y los peritos eran ********** y **********, en tanto que los dictámenes serían enviados por medio de ‘control de documentos’ (foja 42). Envió la averiguación previa a la Coordinación de Robo de Vehículos para su prosecución y perfeccionamiento (foja 43). Consta dictamen en materia de valuación de quince de ese mes, en el que se determinó el monto de lo robado (foja 48) (la que se estima es la última diligencia realizada en la investigación del delito, porque en base en éste se determinó el 69 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. monto de lo robado). El veintitrés de diciembre de mil novecientos noventa y siete, el Ministerio Público Adscrito a la Coordinación General de Investigación de Robo de Vehículos recibió y radicó la averiguación previa novecientos noventa consistieron en: El y (foja 47). ocho diecinueve las de B. En mil diligencias enero, el Ministerio Público ordenó al Comandante de la Policía Judicial verificara la autenticidad de la factura **********, que amparaba la propiedad del automotor ********** y ese mismo día se informó que era auténtica (fojas 48 a 51). El veintiséis de mayo, solicitó copia del dictamen en materia de valuación (foja 53). Al día siguiente solicitó se le enviara la averiguación previa **********, toda vez que se encontraba relacionada con los hechos materia de estudio (foja 52); esta indagatoria se le remitió el quince de junio (foja 62) y contenía la denuncia de **********, quien el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, a las veintitrés horas con cuarenta y seis minutos, compareció a denunciar el robo del vehículo marca **********, placas **********, ya que ese día como a las doce horas, cuando lo lavaba fuera de su domicilio, tres individuos armados la amagaron, le pidieron las llaves y se lo llevaron (cabe destacar que la denunciante era la esposa del ahora amparista). El cinco de junio, dio fe de la averiguación previa ********** y la agregó a la indagatoria primordial. El 70 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. siete de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, el Ministerio Público citó a ********** para que acreditara la propiedad del vehículo ********** (foja 66) y solicitó al Director General de la Policía Judicial del Distrito Federal, presentara al quejoso (foja 64). El ocho de ese mes, ********** compareció a declarar y agregó que tenía conocimiento, por rumores, que a dos calles de donde le fue robado su automóvil, al mismo se subió el que era su esposo (ahora quejoso); también acreditó la propiedad del automotor y solicitó se les tomara la declaración a dos testigos de propiedad (foja 67); posteriormente se dio fe de los documentos exhibidos y se agregó el informe de esta data, rendido por elementos de la policía judicial. comparecieron El ********** diez de y **********, septiembre, personas ofrecidas por ********** como testigos de propiedad (foja 74) y se acordó devolverle el **********, de su propiedad (foja 79). C. En mil novecientos noventa y nueve: El tres de agosto, se radicó la averiguación previa en la Unidad Investigadora de Iztacalco (foja 82). D. En dos mil: El quince de febrero, el Ministerio Público reabrió dicha indagatoria y solicitó al Comandante de la Policía Judicial del Distrito Federal, investigara los hechos y a los probables testigos (fojas 83 y 84). El cuatro de abril de dos mil, nuevamente reabrió la averiguación previa (foja 85) y agregó informe de la policía judicial, en el que se expuso que los resultados de la investigación eran 71 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. negativos (foja 86). El cuatro de agosto, la Licenciada **********, Ministerio Público, reabrió la indagatoria y por reestructuración, la remitió a la ‘Unidad de Investigación’ correspondiente, en el sector ‘oriente’ (foja 88). E. En dos mil uno: El treinta y uno de enero, la profesionista aludida radicó la averiguación previa **********, pero ahora en la Unidad Investigadora ********** de la ********** agencia de ********** (foja 89). El siete de marzo, la Ministerio Público giró oficio al Comandante de la Policía Judicial del Distrito Federal, a fin de que investigara los hechos (foja 90 y 91) y el veinte siguiente recibió el informe respectivo con resultados negativos (foja 92). El once de mayo, la Licenciada **********, acordó la entrega de las averiguaciones previas rezagadas del ********** (foja 94). El veintisiete de septiembre, el Ministerio Público que recibió dicha indagatoria, la redicó nuevamente (foja 95). El cinco de octubre, citó a ********** a fin de que ampliara su declaración, lo que ésta realizó el veintidós de ese mes, y exhibió acta de matrimonio, además agregó que no sabía el nombre de las personas que le dijeron que su esposo se subió a su vehículo, ignoraba quienes se lo robaron y no los recordaba físicamente (fojas 96 a 100). El veintinueve de ese mes, el Ministerio Público ejerció acción penal en contra del ahora amparista al considerarlo probable responsable de la comisión del delito de robo calificado que se 72 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. conoce (foja 102). La Juez Cuadragésimo Octavo Penal del Distritro Federal en la causa **********, resolvió el veintiuno de noviembre, negar el libramiento de la orden de aprehensión por considerar que había prescrito la acción penal (fojas 109 a 118) y el Ministerio Público apeló el veintiséis siguiente. F. En dos mil dos: El dieciocho de febrero, la Sexta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, revocó la resolución controvertida al estimar que eran fundados los agravios del inconforme, por lo que determinó que no estaba prescrita la acción penal (fojas 125 a 130); entonces el Juez de la causa libró la orden de aprehensión en contra del ahora quejoso, el veintiséis de ese mes (fojas 133 a 150) y la misma se cumplimentó el veintiséis de julio (foja 152). Ahora bien, después de analizadas las diligencias realizadas por el Ministerio Público, se advierte que las actuaciones posteriores al diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y siete, no fueron en investigación del evento delictivo mencionado y tampoco en la de los probables responsables, pues la última diligencia ministerial en tal tenor consistió en agregar el dictamen en materia de valuación (foja 46), mediante el cual se determinó el monto de lo robado, en tanto que las subsecuentes actuaciones ministeriales no fueron en investigación del delito ni de los autores del mismo, pues cabe recordar que el evento delictivo 73 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. consistió en el robo de los faros del vehículo **********, placas de circulación **********, modelo **********, por parte del amparista y otra persona. Por tanto, es evidente que las actuaciones ministeriales realizadas en mil novecientos noventa y ocho, que se refieren a la acumulación de la diversa indagatoria ********** a la principal, son relativas al robo del vehículo de la marca **********, tipo **********, placas de circulación **********, propiedad de **********, esposa del ahora quejoso, asimismo, la posterior comparecencia de ésta como de ********** y **********, se realizó con el fin de obtener la liberación de dicho automotor; la investigación sobre si la factura exhibida por dicha ofendida era original, que sí lo fue, tampoco tuvo relación con el delito de robo de autopartes que se le atribuyó al quejoso y mucho menos con la intervención de éste en el evento que se analiza, al igual que la fe ministerial de documentos, por tanto, no tienen eficacia a fin de interrumpir el término prescriptorio, pues los actos interruptivos se refieren a hechos concretos. En tal tenor tiene aplicación la tesis VIII.2o.11 P, sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, consultable en la página 586, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, Octubre de 1996, que este Tribunal comparte y a la letra dice: ‘PRESCRIPCIÓN NATURALEZA EN DE MATERIA LAS PENAL. ACTUACIONES 74 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. REALIZADAS POR EL MINISTERIO NECESARIAS PARA INTERRUMPIR PÚBLICO, EL TÉRMINO DE LA (ARTÍCULO 110 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA COMÚN Y PARA TODA FEDERAL)’ (se LA REPÚBLICA transcribe). En EN MATERIA cuanto a las diligencias relativas a la solicitud de investigación o presentación hecha a elementos de la policía judicial o la petición de copia del dictamen en materia de valuación, así como los respectivos informes realizados, tampoco podrían tener dicho efecto, porque en ellos nada se informa respecto del hecho ni de los probables responsables, además de que tales actuaciones ministeriales no pueden tener dicho alcance, pues no puede quedar al arbitrio del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción, pues bastaría que en forma periódica, se solicitara a elementos de la policía judicial que investigaran y a su vez que estos rindieran su respectivo informe, como en la especie ocurrió, para que se tornara imprescriptible cualquier delito, lo que por supuesto atentaría contra la garantía de seguridad jurídica de los gobernados. Las restantes diligencias consistentes en radicaciones, aperturas de la indagatoria, remisiones a otro Ministerio Público u otras oficinas, tampoco interrumpen la prescripción, pues no reúnen los requisitos del artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal vigente al día del evento. En tal sentido 75 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. resulta aplicable la tesis 1a.XLIV/2001, que sostiene la Primera Sala del Máximo tribunal del País, visible en la página 245, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, Junio de 2001, que a la letra dice: ‘PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. EL ARTÍCULO 110 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL QUE PREVÉ SU INTERRUPCIÓN CUANDO PRACTIQUEN CIERTOS PROCEDIMENTALES, NO GARANTÍAS SEGURIDAD DE SE ACTOS TRANSGREDE LAS JURÍDICA CONSAGRADAS EN LOS ARTÍCULOS 14 AL 23 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL’. (se trascribe). Ahora bien, tal como ha quedado precisado, el evento delictivo por el cual se dictó sentencia condenatoria en contra del amparista, aconteció el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y el diecisiete siguiente comenzó a correr el término prescriptorio, por lo que entonces se arriba a la conclusión que cuando se cumplimentó la orden de aprehensión (veintiséis de julio de dos mil dos), ya se había actualizado la prescripción de la acción penal a favor del ahora quejoso. Ciertamente, para concluir en lo anotado, debe señalarse que el ordinal 102 del Código Sustantivo en la materia y fuero, aplicable al día del evento (quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete), disponía que: (se transcribe). Enseguida, para determinar cuál es el término prescriptorio, se debe 76 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. tomar en consideración lo que estatuyen los numerales 370, párrafo primero y 381, fracción XI, y penúltimo párrafo, ambos del Código Penal vigente al día del evento y que eran del tenor literal siguiente: (se transcriben). De lo anterior se advierte que la pena a imponer por el delito de Robo era de tres días a dos años de prisión (con independencia de la pecuniaria), misma que se debería aumentar en su plazo máximo en cinco años, lo que hace que la pena a imponer al quejoso por el delito de ROBO CALIFICADO que se le imputó, era de seis días como mínimo y como máximo siete años; incremento que fue realizado conforme lo establecía el numeral 51, párrafo segundo, del Código Penal vigente para el Distrito Federal el día del evento, en el tenor literal siguiente: (se trascribe). Por tanto, si la pena de prisión a imponer era de seis días a siete años, en consecuencia, el lapso necesario para que procediera la prescripción era de tres años seis meses tres días, ya que éste es el término medio aritmético de la pena privativa de libertad a imponer, lo que encuentra sustento en lo que disponía el precepto 105 del Código Punitivo en mención: (se trascribe). Igualmente, el ordenamiento sustantivo en comento también establecía en sus ordinales 110 y 111 que: (se trascriben). Por consiguiente, debemos dividir el término prescriptorio (tres años seis meses tres días) a la mitad y así tenemos dos etapas, cada una de ellas por un lapso de un año 77 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. nueve meses, la primera puede interrumpirse por la realización de diligencias tendentes a la investigación del delito y del delincuente, sin embargo, en la especie ello no sucedió debido a que si bien es cierto los hechos acontecieron el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y se denunciaron ese mismo día, por lo que quedó precisado desde ese momento cuál era el evento delictivo y que el ahora quejoso era uno de los intervinientes en su comisión (ya que él fue quien desprendió los faros, objeto del delito), entonces las diligencias realizadas posteriormente (salvo el recabar el dictamen en materia de valuación que fue el diecisiete de ese mes) no se dirigieron a investigar los hechos materia de estudio ni a los autores de los mismos, por consiguiente, no tenían eficacia para interrumpir el término prescriptorio. Ahora bien, en la segunda etapa también se realizaron diversas diligencias, sin embargo, ninguna de ellas podría interrumpir el lapso prescriptorio, pues en esta etapa únicamente sería eficaz la aprehensión del autor del evento delictivo, empero, en el caso concreto, tal mandamiento judicial (la orden de aprehensión se dictó el veintiséis de febrero de dos mil dos, actuación que no interrumpió la prescripción) se ejecutó el veintiséis de julio de ese año, o sea, si el hecho ílicito fue materializado el quince de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y el diecisiete de 78 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. ese mes se investigación realizó del la última delito, diligencia entonces en habían transcurrido cuatro años siete meses nueve días, lo cual excedía el término prescriptorio (tres años seis meses tres días), por lo que resulta incuestionable que a la fecha de la ejecución de la orden de aprehensión aludida (veintiséis de julio de dos mil dos), la acción penal que nació de la comisión del delito en estudio ya había prescrito. No pasa inadvertido para este Tribunal que la Sala responsable resolvió el dieciocho de febrero de dos mil dos, que la acción penal no había prescrito debido a que el Ministerio Público había realizado una serie de diligencias tendentes a la averiguación del delito y del delincuente, entre las que destaca la declaración de la denunciante **********, realizada el ocho de septiembre de mil novecientos noventa y ocho, quien ratificó su declaración ministerial en la cual había denunciado el delito de robo cometido en su agravio, sin embargo, aún tomando en consideración tal fecha para los efectos de la prescripción, igualmente se llega a la conclusión de que la misma se había actualizado, pues de tal data al veintiséis de julio de dos mil dos, habían transcurrido tres años diez meses dieciocho días, es decir, habían excedido los tres años seis meses tres días para que prescribiera, sin que se hubieran realizado diligencias en averiguación del delito y del delincuente”. 79 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. CUARTO. Inexistencia de la contradicción. De conformidad con lo establecido por el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la nueva mecánica para abordar la procedencia de las contradicciones de tesis no requiere del cumplimiento irrestricto de las exigencias establecidas en la tesis de jurisprudencia P./J. 26/2001, emitida por el propio Tribunal Pleno, cuyo rubro dice: “CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA”22, debido a que el citado criterio fue interrumpido. Una nueva forma de aproximarse a los problemas que plantean los tribunales colegiados en este tipo de asuntos, radica en la necesidad de unificar criterios y no comprobar que se satisfagan ciertas características determinadas respecto de los casos resueltos por los tribunales colegiados. Para que una contradicción de tesis sea procedente, es indispensable determinar si existe una necesidad de unificación; es decir, una posible discrepancia en el proceso de interpretación más que en el producto del mismo. Dicho de otra manera, para determinar si existe o no una contradicción de tesis es necesario analizar detenidamente cada uno de los procesos interpretativos involucrados ―no tanto los resultados que ellos arrojen― con el objeto de identificar si en algún tramo de los respectivos razonamientos se tomaron decisiones distintas ―no necesariamente contradictorias en términos lógicos― legales o no. 22 Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Novena Época, Tomo XIII, abril de 2001, página 76. 80 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Bajo ese orden de ideas, si la finalidad de la contradicción de tesis es la unificación de criterios, y si el problema radica en los procesos de interpretación adoptados por los tribunales contendientes —no en los resultados—, entonces es posible afirmar que para que una contradicción de tesis sea procedente es necesario que se cumplan las siguientes condiciones: 1. Los tribunales contendientes tienen que haber resuelto alguna cuestión litigiosa, en la que se vieron en la necesidad de hacer uso de su arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo, mediante la adopción de algún método, cualquiera que fuese. 2. Entre los ejercicios interpretativos respectivos se debe encontrar algún punto de toque; es decir, existir al menos un tramo de razonamiento en el que la interpretación gire en torno a un mismo tipo de problema jurídico: ya sea el sentido gramatical de una norma, el alcance de un principio, la finalidad de una determinada institución o cualquier otra cuestión jurídica en general. Lo discernido se apoya en el criterio sustentado por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis de jurisprudencia 72/2010, de rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS 81 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN EXACTAMENTE IGUALES”23, además lo complementa. Conviene mencionar, que no es indispensable que los criterios sustentados por los tribunales contendientes constituyan jurisprudencia debidamente integrada, pues tampoco es requisito indispensable para proceder a su análisis y establecer si existe la contradicción planteada y en su caso, el criterio que debe prevalecer. Es aplicable al respecto la tesis L/94, de rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS”, emitida por el Pleno de esta Suprema Corte24. 23 Novena Época; registro 164120; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XXXII, correspondiente al mes de agosto de dos mil diez; materia común; tesis P./J. 72/2010; página 7; cuyo texto es el siguiente: “De los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo, se advierte que la existencia de la contradicción de criterios está condicionada a que las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las sentencias que pronuncien sostengan "tesis contradictorias", entendiéndose por "tesis" el criterio adoptado por el juzgador a través de argumentaciones lógicojurídicas para justificar su decisión en una controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se actualiza cuando dos o más órganos jurisdiccionales terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, independientemente de que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales, pues la práctica judicial demuestra la dificultad de que existan dos o más asuntos idénticos, tanto en los problemas de derecho como en los de hecho, de ahí que considerar que la contradicción se actualiza únicamente cuando los asuntos son exactamente iguales constituye un criterio rigorista que impide resolver la discrepancia de criterios jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en detectar las diferencias entre los asuntos y no en solucionar la discrepancia. Además, las cuestiones fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto del cual se sostienen criterios opuestos y, consecuentemente, se denuncian como contradictorios, generalmente son cuestiones secundarias o accidentales y, por tanto, no inciden en la naturaleza de los problemas jurídicos resueltos. Es por ello que este Alto Tribunal interrumpió la jurisprudencia P./J. 26/2001 de rubro: "CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.", al resolver la contradicción de tesis 36/2007-PL, pues al establecer que la contradicción se actualiza siempre que "al resolver los negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios jurídicos discrepantes" se impedía el estudio del tema jurídico materia de la contradicción con base en "diferencias" fácticas que desde el punto de vista estrictamente jurídico no deberían obstaculizar el análisis de fondo de la contradicción planteada, lo que es contrario a la lógica del sistema de jurisprudencia establecido en la Ley de Amparo, pues al sujetarse su existencia al cumplimiento del indicado requisito disminuye el número de contradicciones que se resuelven en detrimento de la seguridad jurídica que debe salvaguardarse ante criterios jurídicos claramente opuestos. De lo anterior se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la discrepancia de criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se extraen de asuntos que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas, lo cual es congruente con la finalidad establecida tanto en la Constitución General de la República como en la Ley de Amparo para las contradicciones de tesis, pues permite que cumplan el propósito para el que fueron creadas y que no se desvirtúe buscando las diferencias de detalle que impiden su resolución." El Tribunal Pleno, el doce de julio en curso, aprobó, con el número 72/2010, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a doce de julio de dos mil diez. 24 Octava Época; registro 205420; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; tomo 83, correspondiente a noviembre de mil novecientos noventa y cuatro; materia común; página 35; texto que se invoca a continuación: “Para la procedencia de una denuncia de contradicción de tesis no es presupuesto el que los criterios contendientes tengan la naturaleza de jurisprudencias, puesto que ni el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal ni el artículo 197-A de la Ley de Amparo, lo establecen así”. Contradicción de tesis 8/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito (en la actualidad Tribunal Colegiado en Materia Penal). 13 de abril de 1994. Unanimidad de veinte votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos Cruz Razo. 82 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Con base en lo anterior, esta Primera Sala estima que en el asunto que se pone a su consideración no existe la contradicción de criterios entre el Segundo, Quinto y Séptimo Tribunales Colegiados, todos en Materia Penal del Primer Circuito, debido a que no se satisfacen todos los presupuestos necesarios para ello, a saber: Primer judicial. A requisito: ejercicio juicio esta de interpretativo Primera Sala, los y arbitrio tribunales contendientes al resolver las cuestiones litigiosas presentadas ante su potestad, se vieron en la necesidad de plasmar su arbitrio judicial a través de un ejercicio interpretativo para llegar a una solución determinada, como se desprende de las ejecutorias que se detallaron en el considerando tercero de la presente resolución. Segundo requisito: razonamiento y diferendo de criterios interpretativos. Esta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que ciertamente los ejercicios interpretativos realizados por los tribunales colegiados se orientan a analizar el tema de la prescripción de la acción penal. Sin embargo, no existe un diferendo de criterios entre dichos tribunales colegiados, porque sus consideraciones y razonamientos gravitan en relación con fases específicamente diferenciadas unas de otras y por tanto no hay necesidad de unificar criterios. 83 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Es decir, deviene manifiesto que ciertamente todos se pronunciaron sobre la prescripción de la acción penal, pero respecto de distintos momentos. Un extracto de lo que cada tribunal sostuvo permite validar el anterior aserto. El Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al resolver el amparo en revisión **********, sostuvo toralmente que era irrelevante establecer en el caso que actuaciones interrumpen la prescripción de la acción penal en términos de los artículos 110 y 111, del Código Penal Federal, dado que el ejercicio de la acción penal se realizó antes de que transcurrieran los ocho años de cómputo de la prescripción, en ese sentido, no operó la citada prescripción. En cuanto a los aspectos que cimentaron la resolución, el Tribunal Colegiado solamente precisó que la denuncia de hechos no interrumpía la prescripción, aunque sí la emisión de la orden de aprehensión; ello lo sostuvo para significar que a partir de que se le notifica al Ministerio Público el dictado de la referida orden de aprehensión, nuevamente empieza a correr el lapso de la prescripción de la acción penal. El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al resolver el amparo en revisión penal **********, sostuvo que operó a favor del quejoso la prescripción de la acción penal porque en términos de los numerales 102, 105 y 110 del 84 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Código Penal para el Distrito Federal25, las interrupciones al plazo de la prescripción de la acción penal sólo lo podían alargar hasta una mitad más. Indicó que las penalidades aplicables al asunto en específico eran de un año nueve meses de prisión, pero al tomar en cuenta que el invocado numeral 105 prevé que el lapso de la prescripción no puede ser inferior a los tres años, entonces el total de tiempo para computar la prescripción de la acción penal en el delito en cuestión era de cuatro años y medio, contado desde el día siguiente de los hechos; al transcurir seis años, nueve meses y veinte días para que se ejerciera la acción penal, resultó inconcuso que la misma ya estaba prescrita, pues aunque el agente del Ministerio Público encargado de la integración de la averiguación previa hubiera estado desahogando actuaciones tendientes a la averiguación del delito y de los “delincuentes”, las interrupciones al citado plazo de la prescipción podían alargarlo sólo hasta una mitad más en términos del referido arábigo 110 del Código Penal para el Distrito Federal; destacó que si bien los tres primeros párrafos del citado dispositivo establecían formas de interrupción de la prescripción, el cuarto párrafo disponía un coto para esas interrupciones; considerar lo contrario hacía investigaciones nugatoria de los la prescripción delitos dado podrían que las prolongarse indefinidamente. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, al emitir sentencia en el amparo directo **********, resolvió que en el asunto puesto a su consideración, el Ministerio Público “Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para toda la República en Materia de Fuero Federal”, aplicable en 2001. 25 85 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. no realizó las diligencias tendentes a “la investigación del delito y del delincuente” necesarias para interrumpir el término prescriptorio, tal como lo establece el artículo 110 del Código Penal para el Distrito Federal. Valoró que durante la averiguación previa no se practicaron actuaciones idóneas para interrumpir el curso de la prescripción de la acción persecutoria, porque unas se referían a un robo diverso, mientras que otras, como las diligencias en las que se solicitó la investigación de la Policía Judicial en relación con el hecho denunciado, las mismas no podían tener un efecto interruptor, cuenta habida que nada se informó al respecto; precisó que no podía quedar al arbitrio del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción con sólo solicitar a la policía judicial en forma periódica la investigación de los hechos y que éstos rindieran su respectivo informe, ya que esa circunstancia antentaría contra la seguridad jurídica de los gobernados; destacó que como ya había transcurrido la mitad del lapso necesario para que operara la prescripción, sólo la aprehensión del autor del evento delictivo era eficaz para interrumpirla con fundamento en los ordinales 110 y 111 del ordenamiento sustantivo plurimencionado; por consiguiente, cuando sucedió lo anterior, ya habían transcurrido cuatro años, siete meses y nueve días, lo cual excedía el término prescriptorio. Cómo se puede apreciar de las resumidas consideraciones, los señalados órganos jurisdiccionales parten de un elemento en común: la prescripción de la acción penal. Pero sus resoluciones no llevan a justificar la necesidad de unificar determinaciones opuestas, porque a juicio de esta Primera Sala: 86 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Uno sostuvo que el ejercicio de la acción penal se desahogó antes de que transcurriera el término prescriptivo. Otro adujo que operó la prescripción de la acción penal, porque si bien hubo interrupciones al plazo, ya que el agente del Ministerio Público estuvo desahogando actuaciones tendientes a la averiguación del delito, sin embargo, el cuarto párrafo del artículo 110 del código sustantivo penal aplicable, disponía un coto para esas interrupciones, que era hasta una mitad más del cómputo del plazo. El último de los órganos jurisdiccionales, adujo que el Ministerio Público no realizó las diligencias tendentes a “la investigación del delito y del delincuente” necesarias para interrumpir el término prescriptorio, y destacó que no podía quedar al arbitrio del Ministerio Público la interrupción del lapso de la prescripción con sólo solicitar a la policía judicial en forma periódica la investigación de los hechos y que éstos rindieran su respectivo informe, ya que esa circunstancia atentaría contra la seguridad jurídica de los gobernados. Lo asentado con antelación, permite concluir que los tribunales colegiados arribaron a determinaciones condicionadas por las particularidades de los asuntos sometidos a sus potestad que en ningún caso son opuestas. Ello lleva a resaltar que en la especie es inexistente la contradicción de tesis propuesta. 87 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Por las razones que lo informan, se considera aplicable el criterio emitido por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, mismo que se comparte y enseguida se transcribe26: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES INEXISTENTE SI LOS CRITERIOS DIVERGENTES TRATAN CUESTIONES ESENCIALMENTE DISTINTAS. Para que se configure la contradicción de tesis a que se refiere el artículo 197-A de la Ley de Amparo, es menester que las resoluciones pronunciadas por los Tribunales Colegiados que sustenten criterios divergentes traten cuestiones jurídicas esencialmente iguales; por tanto, si la disparidad de criterios proviene de temas diferentes, la contradicción es inexistente”. Además robustece lo razonado, la jurisprudencia 37/9327 y la tesis CLXXIII/8928 de la anterior Tercera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, que establecen respectivamente lo siguiente: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES IMPROCEDENTE LA DENUNCIA QUE SE FORMULA RESPECTO DE RESOLUCIONES EN LAS QUE EL PROBLEMA JURÍDICO ABORDADO ES DIFERENTE Y DE LO SOSTENIDO EN ELLAS NO DERIVA 26 Novena Época; registro 200766; Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo II; correspondiente al mes de julio de 1995; materia común; tesis 2a./J. 24/95; página 59. Octava Época; registro “206668”; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación; tomo 72; correspondiente al mes de diciembre de 1993; materia común; página: 44. 27 Octava Época; registro “207254”; Semanario Judicial de la Federación; tomo IV, Primera Parte; correspondiente a los meses de julio a diciembre de 1989; materia común; página 218. 28 88 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. CONTRADICCIÓN ALGUNA. Los artículos 107, fracción XIII, constitucional y 197-A de la Ley de Amparo, regulan la contradicción de tesis sobre una misma cuestión jurídica como forma o sistema de integración de jurisprudencia, entendiendo por tesis el criterio jurídico de carácter general que sustenta el órgano jurisdiccional al examinar un punto de derecho controvertido en el asunto que se resuelve. Consecuentemente, debe considerarse improcedente la denuncia que se formula respecto de resoluciones que, aunque genéricamente, se hayan referido a un problema de similar naturaleza, en forma específica aborden cuestiones diversas y de lo sostenido en ellas no se derive contradicción alguna, pues no existe materia para resolver en la contradicción denunciada”. “CONTRADICCIÓN DE TESIS. IMPROCEDENCIA DE LA DENUNCIA QUE SE FORMULA RESPECTO DE RESOLUCIONES COLEGIADOS JURÍDICO DICTADAS EN LAS POR QUE ESPECÍFICAMENTE EL TRIBUNALES PROBLEMA ABORDADO ES DIFERENTE, AUNQUE GENÉRICAMENTE SEAN DE SIMILAR NATURALEZA. Si lo que regulan los artículos 107, fracción XIII, constitucional y 197-A de la Ley de Amparo, es la contradicción de tesis sobre una misma cuestión jurídica como forma o sistema de integración de jurisprudencia, entendiendo por "tesis" a la posición que asume el juzgador en la 89 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. solución del negocio jurídico que se le ha planteado y que se manifiesta en una serie de proposiciones que se expresan con el carácter de propias; consecuentemente, el que para un Tribunal Colegiado, la equivocación del notario en el número de hojas que certificó como integrantes de un testimonio de escritura pública, no represente un vicio que afecte el valor probatorio esencial de dicho documento y para otro órgano colegiado, la omisión total del fedatario de señalar de cuántas hojas consta el documento certificado por él, así como la de firmar y colocar su sello en cada una de ellas, sí afecte el valor demostrativo de ese documento, no constituye materialmente hablando contradicción de tesis alguna, porque aunque genéricamente se hayan referido a un problema de similar naturaleza, la realidad es que en forma específica se trata de cuestiones diversas en cada caso”. Conviene señalar que esta Primera Sala, no dejó de observar que el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito dijo que “…el plazo prescriptorio se interrumpió con el libramiento de la orden de aprehensión…”29, lo cual aparentemente también lo dio a entender en forma meridiana el Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia del referido circuito, al mencionar literalmente: “…en la segunda etapa también se realizaron diversas diligencias, sin embargo, 29 Página 30, segundo párrafo, amparo directo en revisión 227/2010 de su índice. 90 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. ninguna de ellas podría interrumpir el lapso prescriptorio, pues en esta etapa únicamente sería eficaz la aprehensión del autor del evento delictivo…”30. Tales discernimientos correctos o incorrectos no entraron en conflicto, así que para esta Primera Sala, dichos pronunciamientos no pueden dar cabida a la existencia de la contradicción de tesis. Por último, no se opone a la conclusión alcanzada que el promovente de la presente denuncia de contradicción de criterios solicite a este Alto Tribunal de la Nación, que dirima cuáles actuaciones son las que interrumpen el término para que opere la prescripción de la acción penal. Su petición es inoperante, a partir de que deviene inexistente la presente contradicción; es cierto, el denunciante es parte en el juicio de amparo en el que el Tribunal Colegiado dictó la sentencia relativa al asunto de su interés, pero habrá que enfatizar que el citado órgano jurisdiccional con toda claridad adujo que en el caso específico resultaba irrelevante establecer qué actuaciones interrumpieron la prescripción de la acción penal; por otro lado, los otros dos tribunales contendientes, aunque destacaron algunas peculiaridades en relación con ciertas actuaciones que interrumpían y otras que no el término de la citada prescripción, sus decisiones no fueron opuestas. Es tentador pronunciarse sobre temas jurídicos de naturaleza relevante; sin embargo, el mecanismo de resolución de contradicciones de tesis se deformaría si oficiosamente esta 30 Página 24, segundo párrafo de la resolución del amparo directo penal 1042/2003, de su registro. 91 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. Primera Sala estudiara puntos que no se contradicen ni siquiera en un punto de toque. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: ÚNICO. No existe la contradicción de tesis a que este expediente se refiere. Notifíquese; y, en su oportunidad, archívese el toca de la contradicción. Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros: Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente en funciones Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia (Ponente), en contra del emitido por el Ministro José Ramón Cossío Díaz, por lo que hace a la competencia, y por unanimidad de cuatro votos en cuanto al fondo del asunto. Estuvo ausente el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Firman el Ministro Presidente en funciones de la Sala y Ponente con el Secretario de Acuerdos, que autoriza y da fe. PRESIDENTE EN FUNCIONES DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE: MINISTRO GUILLERMO I. ORTIZ MAYAGOITIA 92 CONTRADICCIÓN DE TESIS 496/2011. SECRETARIO DE ACUERDOS DE LA SALA: LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES. En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. HNRP/olr’mjas. 93