Las estrellas: Soles distantes

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ARTICULO INFANTIL
Las estrellas: Soles distantes.
Por Pablo Lonnie Pacheco Railey
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¿Cuántas veces has salido al campo, de noche? Lejos de la luz que los coches producen en la ciudad, en un cielo
limpio, despejado y sin Luna, el paisaje nocturno de una noche estrellada es fantástico. Miles de estrellas
parpadean, como si nos saludaran desde una gran distancia, sacudiendo un pañuelo invisible. El viento que corre y
empuja las nubes es el que provoca que las estrellas titilen. La luz de las estrellas es constante y si la ves parpadear,
eso es sólo porque hay mucho viento en la atmósfera.
Parece increíble que esas diminutas luces sean en realidad enormes soles parecidos al nuestro, aunque –a decir
verdad- todas las estrellas que puedes ver a simple vista son más grandes y más brillantes que el Sol, y aunque no
sentimos calor desde las estrellas, muchas de ellas son más calientes que el Sol. Su luz nos llega muy débil porque
están muy lejos. Un astronauta podría subirse en la nave espacial más veloz que existe y viajar toda su vida, y ni así
llegaría a ninguna estrella. Están tan lejos que su luz se tarda años en llegar hasta nosotros (¡y eso que la luz viaja
rapidísimo!, a casi 300,000 kilómetros por segundo).
Las estrellas –como el Sol- son esferas de gas muy caliente, y tampoco se están quemando. El gas es caliente
porque en su interior –en el centro- acontecen reacciones nucleares tan explosivas como las de una bomba atómica.
Si las estrellas no explotan es sólo porque la gravedad las mantiene unidas. Sin embargo, hay estrellas que tienen
demasiado gas y no pueden con su propio peso. Las estrellas de peso completo son frecuentemente azules y viven
poco tiempo (5 a 10 millones de años). Su sobrepeso las obliga a explotar en forma de una supernova. El estallido
es tan luminoso que sobrepasa al brillo de todas las estrellas de la galaxia juntas. Afortunadamente la Tierra está
muy lejos de estas estrellas, así que no hay nada que temer.
La explosión de una estrella es sumamente raro. Muy pocas estrellas de las que vemos a simple vista explotarán.
De hecho la mayoría de las estrellas de la Galaxia son tan pequeñitas que ni las vemos. Resulta que por cada
estrella que vemos en el cielo a simple vista, puede haber hasta 100 estrellas a la misma distancia, pero no las
vemos porque son muy tímida. Estas estrellas son llamadas enanas rojas: su luz es muy débil, contienen poco
material y tienen la mitad de la temperatura que el Sol. La estrella más cercana después del Sol se llama Próxima
Centauri y es tan débil su luz que sólo se puede ver con telescopio.
Las estrellas enanas rojas pueden vivir muchos miles de millones de años, pues consumen su combustible muy
lentamente. El Sol –por su cuenta- habrá de vivir unos 5,000 millones de años más para después inflarse y devolver
al espacio una gran nube de gas. Estos gases se combinarán con otras nubes y tarde o temprano formarán una
nueva estrella. Así el material de Sol se reciclará una y otra vez, dando vida a muchas estrellas más.
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