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Artigas, encarnación de lo plebeyo y la patria grande en la revolución*
Por Juan Esteban Godoy**
Como sabemos la denominada “historia oficial”, con Mitre a la cabeza nos ha
entregado la imagen de una Revolución de Mayo separatista de España, un San Martín
enfrentado a Bolívar, y a un Artigas déspota, dictador, asesino, prócer del Uruguay, el
cual ya desde sus primeros años demostraba que era un travieso, esquivo a la autoridad,
que pretendía quebrar la disciplina, ambicioso (Mitre, Obras completas). En Mitre hay
una clara impronta en el carácter personal de Artigas lo traslada al “campo político”,
dicho autor utiliza reiteradamente este recurso. Pero, ¿es éste el verdadero Artigas?
Consideramos que se ha desfigurado su figura, y se lo ha silenciado y expatriado en
tanto héroe del Uruguay.
Podemos ver, como ejemplo del ensañamiento sobre el caudillo, que más allá de
las diferencias por el método para construir la historia entre el “Padre de la Historia” y
Vicente Fidel López (la historia documentada y la oral), el primero le dice en carta al
segundo: “ambos hemos tenido las mismas repulsiones contra los bárbaros
desorganizadores como Artigas, a quienes hemos enterrado históricamente”. (Palacio,
La historia falsificada)
Alberdi tempranamente nos dará otra visión de la naturaleza del caudillismo,
bien diferente a la de Mitre. Así, el autor que denunciara las atrocidades de la guerra de
la triple infamia, sostenía que los caudillos eran la representación de la democracia,
pues son los elegidos por el pueblo, “la voluntad de la multitud popular, la elección del
pueblo. Es el jefe de las masas, elegido directamente por ellas (…) el caudillo supone
democracia, es decir, que no hay caudillo popular sino donde el pueblo es soberano”
(Alberdi, Grandes y pequeños hombres del Plata, pág. 129).
Así el caudillo aparece como la expresión más genuina del pueblo, como su
personificación, “Artigas, López, Güemes, Quiroga, Rosas, Peñaloza, como jefes, como
cabezas y autoridades, son obra del pueblo, su personificación más espontánea y
genuina” (Alberdi, Grandes y pequeños hombres del Plata, pág. 130). De esta forma
argumentará que denominar a la democracia del pueblo como bárbara (como lo hace
Mitre) es llamar bárbaro a todo el pueblo de nuestras tierras. En la Oración de Abril
(1813) Artigas va a resaltar que él se encuentra al frente por el voto popular, su
autoridad emana únicamente del pueblo, y cesa cuando éste lo desee.
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El líder de la revolución de mayo, Mariano Moreno, pretendía, en su plan
revolucionario de operaciones, atraer a José Gervasio Artigas (y a otros que luego
también serían jefes de la insurrección artiguista como Valdenegro, los hermanos Ojeda,
etc.) a la revolución dada su influencia en la Banda Oriental. No se equivocaba Moreno
en cuento al ascendiente de Artigas sobre las masas populares en dicha región. Éste
había comenzado tanto en su participación en el cuerpo de blandengues, como en la
colaboración con el programa de población y desarrollo económico desarrollado por
Félix de Azara (que incluía el reparto de tierras a indios y gauchos, y la confiscación de
tierras improductivas). Vivian Trías sostiene que “existe una figura fundamental del
federalismo popular y nacional, que llegó a ser la expresión de las clases explotadas,
José Gervasio Artigas”. (Trías, Juan Manuel de Rosas, págs. 82-83)
Veamos algunas acciones del caudillo de la Banda Oriental para poder observar
la concepción de éste acerca de lo necesario para orientar la revolución, su base social,
y su concepción de patria.
Así vemos que éste iba a enviar a diputados a la Asamblea del año XIII, y en sus
instrucciones a éstos establecía, entre otros puntos, un sistema de confederación para el
pacto recíproco entre las provincias, una liga de amistad entre éstas para la defensa
común, el no cobro de tasas entre las provincias, etc. De esta forma, podemos ver cómo
Artigas concebía a la Banda Oriental en tanto parte integrante de las Provincias unidas
del Río de La Plata, la protección de las manufacturas locales, a la vez que las diferentes
provincias se integraran en pie de igualdad bajo una concepción de Patria Grande
donde se tiendan lazos para afianzar la liberación de nuestros pueblos.
Artigas aparece como parte del federalismo, de la unidad latinoamericana.
Como un personaje que aboga por la unidad y por la no creación de múltiples
“republiquetas” débiles. Él va a rechazar la propuesta de una Banda Oriental
independiente, y pretende la integración una confederación con el resto de las
Provincias Unidas del Río de la Plata.
Luego de la insurrección de Álvarez Thomas en Fontezuela, Artigas se
consolida en el litoral, y entre febrero de 1815 y agosto de 1816 (aproximadamente un
año y medio) lleva a cabo una serie de disposiciones que se pueden considerar como su
programa de gobierno. Bajo tal concepción, podemos observar que el Protector de los
Pueblos Libres (título otorgado por las provincias de Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos,
Misiones y Córdoba) aboga por la democracia y el igualitarismo, pues la relación de
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gobierno se termina si es perjudicial para los intereses comunes, además va a disponer
la gratuidad de la justicia; la protección de la industria local, en base al no cobro de
impuestos entre las provincias, debiendo velar porque no se perjudiquen nuestras artes o
fábricas; la apertura de puertos para quebrar el monopolio porteño (tres puertos, a saber:
Montevideo, Maldonado y Colonia). (Galasso, Artigas y las masas populares en la
revolución).
En relación al monopolio portuario Vivian Trías argumenta que “Inglaterra
estaba muy satisfecha con el régimen del puerto único y opresor, cuando la clase
dominante que lo controlaba practicó la libre importación. Su afán por abrir la
navegación de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay y de quebrar el monopolio
portuario de la provincia-metrópoli, sobreviene después que Rosas comienza a aplicar
el proteccionismo aduanero. Artigas al reclamar la libre navegación de los ríos cuando
los unitarios ejercían el liberalismo económico desde el puerto único, no sólo ataca a la
burguesía intermediaria porteña, sino al sistema, en su conjunto, que tiene su eje en
Gran Bretaña”. (Trías, Juan Manuel de Rosas, pág. 102)
En el Reglamento de Tierras para el Fomento de la Campaña (1815), establece
que el alcalde puede, además del uso de sus facultades, distribuir terrenos y éste velará
porque “los más infelices sean los más privilegiados”, así los negros zambos, indios,
etc. podrán tener estancia, a éstos se les dará lo que necesiten y si les sobrara estará
disponible para otros. En el camino del éxodo al Ayuí también repartirá tierras. De esta
forma en el programa artiguista se concibe una política integradora con el indio, una
lucha por la unidad nacional, el fomento de la industria, y el cuestionamiento de la
propiedad de la tierra.
Así, en relación a su base social Norberto Galasso sostiene que se trataba de
peones, gauchos, indios, negros, y hacendados (aunque solo en la primera época)
(Galasso, Artigas y las masas populares en la revolución). En relación a los hacendados
Jorge Abelardo Ramos dirá que para éstos era insoportable el reparto de tierras
pretendido por Artigas, quien bajo la concepción del mismo autor, “es el único caudillo
de las guerras de la independencia que combina en su lucha la unidad de la Nación con
la revolución agraria y el proteccionismo industrial en los territorios bajo su mando”
(Ramos, Historia de la Nación Latinoamericana, pág. 224).
El Artigas que nos trae Mitre como un ignorante, bruto, bárbaro empieza a
quedar de lado, ¿cierto, mi querido lector? Veamos ahora cómo Shumway da cuenta que
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Artigas estaba al tanto de las corrientes del pensamiento político democráticos, y su
archivo ya lleva más de veinte volúmenes. (Shumway, La invención de la Argentina)
Luego de la traición a Artigas por parte del caudillo entrerriano “Pancho”
Ramírez”, del exilio al Paraguay en el cual gobernaba Francia (Mitre va a sostener, en
su poca seriedad con los documentos, a pesar de pretender ser impuesto como el
historiador serio, documentado, que Artigas estableció contacto con Paraguay- pues los
unía odio por Bs. As.-, intercambió cartas con su gobierno, las cuales a pesar de que no
las conocemos dice Mitre, seguro marcan una buena relación, una relación armoniosa),
y de la balcanización impuesta sobre la Banda Oriental con el influjo (cuándo no)
británico, se lo invitará a Artigas a que gobierne la “nueva Nación” a lo que él
responderá: “yo ya no tengo patria”.
*Publicado originalmente en Revista Reseñas y debates. Mayo 2011, Nº 65.
** Licenciado en Sociología, Universidad de Buenos Aires (UBA)
[email protected]
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