SEGURO DE DAÑOS, VALOR DE LA INDEMNIZACIÓN Concepto Nº 94015102-4. Agosto 2 de 1994. SÍNTESIS: Factores determinantes. Valor asegurado. Valor real. Perjuicio. Valor de reposición. Reparación. Infraseguro. [§ 0235] EXTRACTOS.-«(...) En tratándose de los seguros de daños el valor de la indemnización a cancelar por parte del asegurador se encuentra delimitado por tres factores, a saber: el valor asegurado, el valor real del bien y el perjuicio efectivamente sufrido por el asegurado. El primero de éstos representa una suma fija llamada a regir durante la vigencia del contrato, que cuantifica la protección que requiere el asegurado, de la cual tiene pleno conocimiento y que se erige en el límite máximo de la indemnización en caso de siniestro, tal como lo dispone el artículo 1079 del Código de Comercio cuando señala: "El asegurador no estará obligado a responder sino hasta concurrencia de la suma asegurada... ". Los otros dos factores se enuncian en el texto del artículo 1089 del mismo ordenamiento de la siguiente manera: "Dentro de los límites indicados en el artículo 1079 la indemnización no excederá, en ningún caso, del valor real del interés asegurado en el momento del siniestro, ni del monto efectivo del perjuicio patrimonial sufrido por el asegurado o el beneficiario...". En este orden, el valor real se define como el que registran los bienes en el estado en que se presentan el día del siniestro, equivalente al valor de adquisición menos el demérito por su uso, mientras que el segundo factor lo único que hace es subrayar el carácter meramente indemnizatorio de los seguros de daños, los cuales en virtud del artículo 1088 del estatuto mercantil no pueden constituirse en fuente de enriquecimiento respecto del asegurado. Ahora bien, el concepto del valor real antes aludido debe distinguirse del que trae el artículo 1090 del Código de Comercio. En efecto, esta norma señala: "Lo dispuesto en el artículo anterior no obsta para que las partes, al contratar el seguro, acuerden el pago de la indemnización por el valor de reposición o de remplazo del bien asegurado, pero sujeto, si a ello hubiere lugar, al límite de la suma asegurada". De esta manera se consagra la figura del seguro de valor a nuevo, entendido este como el que registra los bienes de igual clase, en el momento del siniestro pero, a diferencia del concepto de valor real, en estado nuevo, es decir sin demérito alguno, que no conlleva enriquecimiento injusto a favor del asegurado, pues únicamente se limita a reconocer el valor real del bien amparado más el monto de su vetustez y su obsolescencia. Se trata, como subraya el tratadista J. Efrén Ossa, de "un contrato indemnizatorio por el solo ministerio de la ley, que entiende que el asegurado no deriva una ganancia, que no se enriquece si recibe, con ocasión del siniestro, el valor nuevo de los bienes asegurados (art. 1088), y que este provee al resarcimiento de un daño emergente que, para el efecto, se identifica con su necesidad financiera surgida del infortunio, de atender a la restauración de la instalación asegurada sin la erogación económica a que daría origen su demérito". (Teoría general del seguro. El contrato. Editorial Temis Bogotá, 2ª edición, pág. 140). A la luz de esta disposición y teniendo en cuenta lo establecido en el artículo 1089 del Código de Comercio. la indemnización en este tipo de seguro no excederá del valor a nuevo del interés asegurado al momento del siniestro, ni del monto efectivo del perjuicio patrimonial sufrido por el asegurado, entendido éste como el valor sin aplicación de demérito alguno, en caso de una reparación por pérdida parcial. De otra parte, frente a la previsión contenida en el artículo 1110 del Código de Comercio, en el sentido de que la indemnización a cargo del asegurador se pagará en dinero o mediante la reposición, reparación o reconstrucción de la cosa asegurada a opción de éste, es pertinente aclarar que la norma simplemente señala las varias alternativas de pago de la indemnización con ocasión de la ocurrencia del siniestro, pero de manera alguna se puede traducir en instrumento para desconocer lo pactado en el contrato de seguro sea éste de valor real o de valor a nuevo. Así, en tratándose del primero, la opción que brinda el artículo precitado es la de restablecer la cosa asegurada a un estado similar o razonablemente idéntico al que registraba con inmediata anterioridad al siniestro, en el cual como ha quedado visto se tiene en cuenta el elemento del demérito. mientras que en el segundo, o sea en el seguro de valor a nuevo, en el evento de un daño irreparable, su obligación será la de reconocer el valor en estado nuevo del bien o, si ejerce la opción del artículo 1110, dicha obligación "se limita a colocar una 'cosa nueva' (de igual naturaleza y tipo) en lugar de la destruida (indemnización en especie) o, si fuere el caso, a reparar la cosa averiada o dañada en forma tal que quede ofreciendo plena garantía de seguridad, capacidad y rendimiento o a pagar el valor correspondiente para esta clase de reparación" (J. Efrén Ossa. Ob. cit. pág. 142) sin tener en cuenta, como anteriormente se indicó el demérito por el uso de los bienes asegurados. Así las cosas, conviene señalar que la aplicabilidad de la cláusula de seguro por valor a nuevo estaría determinada por la intención inequívoca de las partes de asegurar la maquinaria por su valor de reposición, de forma tal que de acuerdo con lo establecido en el numeral 2° de la condición séptima de la póliza de seguro para todo riesgo de contratistas, la suma asegurada estuviera en consonancia con el valor de reposición de la maquinaria en todo momento; eventualidad ésta que tendría operancia en tratándose de pérdidas parciales de acuerdo con lo estipulado en el numeral 4° de la condición octava de la póliza. Ahora bien, en el caso de pérdida total la cláusula décima de la póliza en comento, establece que la "reclamación deberá comprender el valor real de la propiedad inmediatamente antes de ocurrir el siniestro, menos el deducible especificado", de modo que se incorpora. como ha quedado visto, el factor del demérito por uso de la maquinaria, toda vez que se hace referencia al concepto de valor real de la maquinaria con anterioridad a la ocurrencia del siniestro; en consecuencia, para efectos de la liquidación de la indemnización no se debe partir de la base del valor a nuevo de la misma, tal como se ilustra en la consulta cuando dentro de la reclamación se adjunta la cotización de un tractor nuevo: en su lugar, debe tomarse como base el valor asegurado, el cual se presume como valor real del interés asegurado en los términos del artículo 1089 del Código de Comercio, y a éste se le aplica el deducible pactado. De otra parte, es menester tener en cuenta que si la suma asegurada no corresponde, por ser inferior, al valor real del interés asegurado, estaríamos frente al concepto de infraseguro, debiendo aplicarse en tal sentido para efectos de indemnización la regla proporcional consagrada por el artículo 1102 del Código de Comercio, en virtud de la cual el asegurador sólo se obliga a indemnizar el daño a prorrata entre la cantidad asegurada y la que no lo esté. Regla que es de carácter supletivo, toda vez que las partes al tenor de la norma citada "podrán estipular que el asegurado no soportará parte alguna de la pérdida o deterioro Sino en el caso de que el monto de éstos exceda de la suma asegurada" En todo caso, resulta importante aclarar tal como lo subraya el tratadista J. Efrén Ossa que "sólo la pérdida parcial, reclama la aplicación de la fórmula que recoge en su expresión matemática, la cláusula-de prorrateo, porque la indemnización de la pér- dida total, en el seguro insuficiente, encuentra su tope natural en la suma asegurada, en exceso de la cual no está obligado a responder el asegurador (art. 1079)". (Ob. cit., pág. 230) ». VÉASE ADEMÁS: Sobre contrato de seguro. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil y Agraria. M.P. Pedro Lafont Pianetta. Sentencia del 4 de abril de 1997. Publicada en Jurisprudencia Financiera (1994-1998). Superbancaria-Legis 1999 § 0013. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil v Agraria, M.P. Carlos Esteban Jaramillo Schloss, Sentencia del 12 de agosto de 1998, Expediente 4894, Publicada en Jurisprudencia Financiera (1994-1998), Superbancaria-Legis 1999 § 0016. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria, M.P. Carlos Esteban Jaramillo Schloss, Sentencia del 29 de enero de 1998, Publicada en Jurisprudencia Financiera (1994-1998), Superbancaria-Legis 1999 § 0014.