Codazzi, la otrora capital del algodón en Colombia, pasó de la

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Las secuelas
del DBCP
Artículo Nº 04, 16 de junio/00.
Una tragedia impune
Unos 30 mil trabajadores bananeros en Costa Rica fueron seriamente
afectados en su salud después de aplicar en las plantaciones un
agroquímico llamado DBCP. Muchos años después de comprobados los
hechos, la tragedia sigue impune.1
P
or la "necesidad" de combatir los nematodos que afectaban las plantaciones de
banano y otros cultivos en todo el mundo, las empresas Shell Chemical Company y
Dow Chemical Company, luego de años de investigación, comenzaron a producir el
nematicida DBCP conocido comercialmente como "nemagón" o "fumazone", el cual se
puso a la venta en la década de los años sesenta.
Entre 1968 y 1979, miles de trabajadores bananeros en la Zona Atlántica y en la Zona Sur
de Costa Rica inyectaron en la tierra alrededor de las matas de banano unos 5 millones de
litros de DBCP, para combatir los microscópicos gusanillos que viven en tierras cultivadas.
Los trabajadores no usaban guantes, ropa protectora ni equipo de clase alguna que les
ayudara a evitar la absorción por medio de la piel o por inhalación.
Los obreros han alegado, además, que nunca se les explicó el riesgo a que estaban
sometidos. Eran contratados por empresas norteamericanas como Standard Fruit
Company, Chiquita Brands y Del Monte Fresh Produce, y por el mismo Estado
costarricense, por medio de la división del Proyecto Banano Comercial del Ministerio de
Agricultura y Ganadería, que poseía una finca productora de banano para la exportación en
la Estación Experimental Los Diamantes, en Guápiles, Pococí, provincia de Limón.
1
Publicado por el Foro Emaús, una alianza de organizaciones que se creó en 1992, y que surgió como un
instrumento de lucha para detener la expansión bananera y para luchar en contra de los problemas sociales y
ambientales que genera esa actividad en Costa Rica. El objetivo fundamental del Foro Emaús es humanizar la
actividad bananera, reduciendo o eliminando los impactos negativos que provoca a la salud, a la justicia social y al
ambiente.
1
En realidad, los trabajadores - al estar en
contacto con el DBCP durante meses o
años, varias horas al día – se exponían a
un grave peligro. Los vapores despedidos
por el DBCP permanecían retenidos
dentro de la bóveda vegetal formada por
las enormes hojas del banano,
prácticamente sin ventilación. Otro tipo de
exposición se produjo cuando preparaban
el producto en los estañones o barriles,
muchas veces a mano limpia o cuando
eran salpicados al rebotar el tóxico en
piedras u otros objetos.
Constatando la tragedia
"Estudios industriales... fueron ocultados a los
empleados locales de compañías de productos químicos
y a los agricultores (estadounidenses) que usaban DBCP
en las plantaciones. Ahora, trágicamente, veinte años
más tarde, la esterilización predicha por los exámenes
de laboratorio se ha transformado en una realidad: un
número creciente de trabajadores de las plantas
manufactureras y de plantaciones bananeras advierte
sobre la imposibilidad de tener niños. El Departamento
de Protección al Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en
inglés), finalmente prohibió el DBCP para casi todos los
usos agrícolas en Estados Unidos, pero entonces las
empresas descargaron todos sus excedentes de
producción en el extranjero, donde continuó siendo
utilizado. El resultado fue que más trabajadores
bananeros costarricenses quedaron estériles. La historia
del DBCP es horrenda”.
Se conocen también casos de accidentes
en los que literalmente el trabajador era
Senador Patrick J. Leahy.
bañado por el producto. También,
habitualmente los trabajadores vertían el producto sobre riachuelos para matar grandes
cantidades de peces que luego se consumían en su hogar. Eran tantas las cantidades de
DBCP absorbidas por el trabajador que, durante la noche, la orina tenía el olor
característico del tóxico. Las mujeres y niños que ingresaban a las áreas de aplicación para
llevar almuerzos permanecían mucho rato en exposición directa con los vapores. También
se sabe que las mujeres lavaban directamente las ropas impregnadas de DBCP sin ningún
tipo de protección.
Múltiples y claras responsabilidades
L
os responsables de la tragedia del DBCP,
considerado por algunos especialistas como la
mayor tragedia de la medicina laboral del
mundo, son las empresas Dow Chemical Company,
Shell Oil Company, Occidental Chemical Corporation,
Standard Fruit Company, Standard Fruit and Steamship
Company, Dole Food Company, Inc., Dole Fresh Fruit
Company, Chiquita Brands, Inc. y Chiquita Brands
International, Inc., todas norteamericanas, y la empresa
estatal israelí Dead Sea Bromine Co.
Dow Chemical fue pionera en la fabricación del
nematicida, cuyo ingrediente activo es el 1,2-dibromo-3cloropropano (DBCP). Una circular confidencial para
sus gerentes explicaba en 1958 que se había detectado
que el plaguicida causaba atrofia testicular, esterilidad y
En 1975, Dow Chemical alertó
a uno de sus mayores
clientes, Standard Fruit
Company, sobre el efecto que
la aplicación indiscriminada
podría estar causando en los
trabajadores bananeros y
decidió no venderle más el
producto. La reacción de
Standard fue inmediata. Se
comprometió a hacerse cargo
de cualquier demanda futura a
cambio de no detener el
suministro del tóxico porque
su precio era muy atractivo.
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daños severos en pulmones y riñones de animales. A pesar de esto y de que el
Departamento de Agricultura de Estados Unidos mostró disconformidad con las medidas
mínimas de precaución propuestas por ésta y otras compañías, finalmente se autorizó su
venta y distribución en todo el mundo.
En 1975, Dow Chemical alertó a uno de sus mayores
clientes, Standard Fruit Company, sobre el efecto que la
aplicación indiscriminada podría estar causando en los
trabajadores bananeros y decidió no venderle más el
producto. La reacción de Standard fue inmediata. Se
comprometió a hacerse cargo de cualquier demanda
futura a cambio de no detener el suministro del tóxico
porque su precio era muy atractivo. A Standard le parecía
un buen negocio y a Dow también. Se pusieron de
acuerdo, firmaron un convenio de protección y, durante
cuatro años más, miles de seres humanos en los
bananales del Tercer Mundo fueron enfermando
lentamente, pues la producción y aplicación del DBCP no
se detuvo. A los trabajadores nunca se les alertó sobre el
peligro a que estaban siendo expuestos ni se les
suministró tampoco cualquier tipo de equipo protector.
Nunca se llegó a juicio y un
reducido grupo de
trabajadores ha recibido
arreglos extrajudiciales con
propuestas de indemnización
por sumas que califican de
ridículas, hasta de US$ 100,
siendo que en Estados
Unidos los agricultores y
obreros norteamericanos
afectados por el DBCP
reciben un promedio de US$
100.000 como
indemnización.
A los obreros que trabajaban directamente en los bananales hay que agregarle otro sector
de la población afectado, poco mencionado en la prensa. Son las mujeres que ingresaban
a las áreas de aplicación para llevar el almuerzo a sus compañeros y que en muchas
ocasiones, aplicaban ellas mismas el producto mientras el trabajador bananero ingería su
comida. Están también los niños, quienes, además de la tarea de dejar almuerzos,
permanecían horas dentro de la bóveda verde de los bananales.
Según estimaciones, el total de la población afectada por DBCP en Costa Rica asciende a
unas treinta mil personas, considerando que el tóxico se aplicó entre 1967 y 1979, y que se
importaron de Estados Unidos más de 5 millones de kilogramos de nemagón. No existen
cifras sobre la importación que se realizó de Israel.
Los daños provocados
L
a población afectada padece diferentes grados de esterilidad (azoospermia,
oligoospermia), atrofia y dolores testiculares, cáncer de hígado, riñones y estómago,
alergias severas, problemas en los huesos, deficiencias en la vista, alteraciones
menstruales y hormonales, hijos con muy serios problemas congénitos, daño moral y
psicológico.
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Además, un importante sector de esta población ha sido
víctima de otra dolorosa experiencia. Contrataron
abogados costarricenses y norteamericanos para
presentar demandas en las cortes norteamericanas
contra las empresas responsables. Nunca se llegó a
juicio y un reducido grupo de trabajadores ha recibido
arreglos extrajudiciales con propuestas de indemnización
por sumas que califican de ridículas, hasta de US$ 100,
siendo que en Estados Unidos los agricultores y obreros
norteamericanos afectados por el DBCP reciben un
promedio de US$ 100.000 como indemnización.
La Defensoría de los
Habitantes de Costa Rica
emitió un informe que es
muy claro al señalar la
responsabilidad de las
empresas fabricantes, de las
bananeras y del Estado
costarricense por la
exposición de los
trabajadores al DBCP.
El 17 de noviembre de 1998, los trabajadores afectados agrupados en CONATRAB
realizaron una marcha por las principales calles de San José, exigiendo solución a sus
demandas. La solución a este problema toca varios aspectos. Uno de ellos plantea la
necesidad que el Estado costarricense destine suficientes recursos para dar atención
médica y científica a los afectados hombres, mujeres y niños. A la fecha no existe un solo
programa médico diseñado para esta población, a pesar de que la responsabilidad del
Estado en los hechos fue demostrada en el Informe Final de Defensoría de los Habitantes,
documentado en el Expediente 250-23- octubre 1998. También la Defensoría de los
Habitantes de Costa Rica ha insistido en la implementación de un programa de pensiones.
La principal demanda de los afectados es el pago de una suma por indemnización, que
necesariamente deben aportar las compañías fabricantes de agrotóxicos y bananeras
responsables del problema.
Hechos categóricos
L
a Defensoría de los Habitantes de Costa Rica emitió un informe que es muy claro al
señalar la responsabilidad de las empresas fabricantes, de las bananeras y del
Estado costarricense por la exposición de los trabajadores al DBCP. El informe
señala que existen miles de personas que no han recibido indemnización y que, además,
requieren de atención médica y sicológica. Hizo una serie de recomendaciones al Poder
Ejecutivo, dentro de las cuales destacan la necesidad de abrir los espacios necesarios con
las empresas para que los trabajadores reciban una justa indemnización. Además, solicita
atención médica especializada y pensiones.
Por otra parte, gracias a la lucha de los afectados, el gobierno actual emitió un decreto
ejecutivo que creó una Comisión Interinstitucional, integrada por representantes del
Instituto Nacional de Seguros, la Caja Costarricense del Seguro Social, el Ministerio de
Salud, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Esta Comisión realizó, durante once
meses (diciembre 1998 - octubre 1999), una investigación detallada sobre el problema del
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DBCP, después de lo cual tiene la obligación de presentar ante el Poder Ejecutivo un
informe con recomendaciones. El viernes 29 de noviembre de 1999, la Comisión rindió un
resumen verbal a dirigentes de CONATRAB en el que se expusieron los principales
componentes de la investigación, así como sus recomendaciones. En este informe se
confirmó y amplió lo expuesto en el Informe de la Defensoría de los Habitantes e incluye
recomendaciones al Poder Ejecutivo, básicamente en las tres áreas reivindicadas
permanentemente por CONATRAB: pensiones, atención médica especializada y creación
de un fondo indemnizatorio, establecido con recursos aportados por las empresas
bananeras y fabricantes.
El informe completo junto con sus recomendaciones, debe haber sido entregado al
Presidente de la República justamente en los días en que esta edición está saliendo al
público. Es necesario esperar lo que decida hacer el Presidente, así como la reacción que
tendrán las empresas. Se espera que este Informe ayude a resolver en grado importante el
grave daño causado a miles de personas. CONATRAB está preparado, en todo el país,
para asegurarse que las recomendaciones de la Comisión sean cumplidas.
Todos los meses, en los diferentes lugares del país donde funcionan los Comités de
CONATRAB, centenares de trabajadores afectados por el nemagón se reúnen para
escuchar las últimas noticias sobre el avance de su lucha y hacer los preparativos
necesarios para demostrar su voluntad de seguir adelante. Ellos, con su movilización
permanente, son la garantía para que la tragedia del DBCP no quede impune.
Daños al ser humano y al ambiente
asociados a la exposición al DBCP
Esterilidad
Los trabajadores expuestos sufren varios tipos de esterilidad. Aplasia de célula germinal,
no producen espermatozoides (azoospermia). Otros producen una cantidad inferior al nivel
normal (oligospermia), y también hay hombres que presentan niveles altos o normales,
pero de carácter deforme, por ejemplo espermatozoides con movilidad limitada
(teratospermia). En todos estos casos es casi imposible que los hombres puedan
engendrar. Esa esterilidad constituye fisiológicamente la castración química de miles de
hombres.
Cáncer
Se ha comprobado que el DBCP causa cáncer testicular y estomacal. Entre los
trabajadores que fueron expuestos al DBCP se manifestaron casos de cáncer testicular, en
los riñones y en el duodeno.
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Problemas Degenerativos
Algunos hombres manifiestan daños diversos, como problemas del sistema nervioso
central, procesos degenerativos como pérdidas de dientes, dolores musculares y pérdida
de visión y ceguera.
Aflicciones Genealógicas
Muchas mujeres de la región donde se aplicó el DBCP no han podido ser madres porque
abortan a las pocas semanas de gestación. Otras han confirmado padecer tumores,
dolencias en los huesos y atrofias musculares. También sufren trastornos hormonales y
otras alteraciones en sus ciclos menstruales.
Malformaciones Genéticas
En los casos de las personas expuestas al DBCP que posteriormente pudieron engendrar,
sus hijos manifiestan problemas genéticos. Por ejemplo, un niño nació con un serio
problema de glóbulos rojos en la sangre y debe recibir transfusiones semanales. La víctima
sufre mareos, se acalora y camina con dificultad. Hay cientos de niños con problemas
mentales y físicos.
Problemas Sicológicos
La incapacidad de engendrar ha llevado a repercusiones graves, incluyendo impotencia,
depresión severa, pesadumbre y confusión. Estas aflicciones han resultado en pérdida de
trabajos, alcoholismo y amenazas de suicidio. Algunas de estas víctimas requieren de
ayuda psiquiátrica.
Rechazo Social
Las personas afectadas y sus familias son víctimas del aislamiento social. Muchos fueron
abandonados por sus cónyuges. Algunos matrimonios acordaron buscar otros hombres sin
problemas para embarazar a la mujer, causando desequilibrios matrimoniales y
separaciones. Los hombres estériles son el blanco del ridículo social, ya que en la cultura a
la que pertenecen, mucho del valor de un hombre se mide por su virilidad, que se evidencia
engendrando. Los hijos de los afectados que padecen de malformaciones o enfermedades
sufren humillaciones en manos de otros niños.
Medio Ambiente
El DBCP es considerado altamente persistente y móvil. Su descomposición es lenta en el
suelo. Se puede filtrar a través de ciertas tierras. Es un contaminador de la tierra y del agua
de superficie.
Rel-UITA
Secretaría Regional Latinoamericana de la Unión Internacional de Trabajadores
de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines.
Wilson Ferreira Aldunate 1229/201, C.P. 11.100
Montevideo, Uruguay
Teléfonos: (5982) 9007473 / 9021048
Fax: (5982) 9030905
E-mail: [email protected]
Internet: http://www.rel-uita.org
Autor: Orlando Barrantes Cartín
Revista Foro, Nº 2, enero 2000
Publicación anual del Foro Emaús
Trascripción: Gerardo Iglesias
Diagramación: Gabriel Balla
Corrección: Elizabeth Bermúdez
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