1 El reglamento sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco del distrito regional de la capital de Columbia Británica: una campaña de salud pública que tuvo éxito a pesar de la oposición de la industria J. Drope y S. Glantz Tobacco Control 2003; 12:264-268 Centro para la Investigación y la Educación en relación con el Control del Tabaquismo, Instituto de Estudios sobre Políticas Sanitarias e Instituto de Investigaciones Cardiovasculares, Universidad de California en San Francisco, San Francisco, California, Estados Unidos de América Dirigir la correspondencia a: Professor Stanton Glantz, University of California, San Francisco, Center for Tobacco Control Research and Education, 530 Parnassus Avenue, Room 366, San Francisco, CA 94143-1390, USA; [email protected] Recibido el 12 de septiembre de 2002. Aceptado el 24 de abril de 2003. RESUMEN Objetivo: Describir cómo el Distrito Regional de la Capital de Columbia Británica logró aprobar, aplicar y hacer cumplir un reglamento sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco en todos los lugares públicos, incluidos los restaurantes y los bares, a pesar de una dinámica campaña para derogarlo realizada por la industria tabacalera (que actuó por conducto del sector de hostelería). Métodos: Se obtuvieron los datos a partir de informes periodísticos, documentos internos de la industria tabacalera, informes, documentos públicos y entrevistas efectuadas a actores clave. Se tuvo acceso a documentos de la industria tabacalera entre febrero y abril de 2002. Este proyecto fue aprobado por el comité sobre investigaciones humanas de la Universidad de California en San Francisco. Resultados: Como en los Estados Unidos de América y otros lugares del mundo, la industria tabacalera de Columbia Británica, Canadá, reclutó y creó asociaciones de hostelería para luchar contra el reglamento del distrito sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco. Utilizaron la clásica retórica empresarial acerca de los derechos y las libertades individuales, la devastación económica y la ventilación como una solución. Las autoridades de salud pública pudieron contrarrestar las estrategias de la industria con una enérgica campaña de educación, reglamentos bien redactados y la aplicación persistente de medidas para hacerlos cumplir. 2 Conclusiones: Es posible superar la oposición seria orquestada por la industria tabacalera y elaborar y aplicar un reglamento que exija que en Canadá los entornos estén totalmente libres de humo de tabaco. Para lograrlo, es preciso prestar atención a los detalles al redactar el reglamento, así como organizar una campaña de educación del público sobre los peligros para la salud que representa la exposición pasiva al humo del tabaco y exigir el cumplimiento activo de las disposiciones con el fin de superar la resistencia organizada al reglamento. Las jurisdicciones que consideren la posibilidad de imponer un reglamento de ese tipo deben prever esta oposición cuando formulen y apliquen las disposiciones correspondientes. Palabras clave: Columbia Británica; reglamento sobre entornos libres de humo de tabaco; industria tabacalera A mediados de los años setenta, algunas jurisdicciones de los Estados Unidos de América comenzaron a imponer restricciones al consumo de tabaco en los lugares de trabajo y los lugares públicos, a pesar de la oposición de la industria tabacalera. La industria rechaza estas restricciones porque menguan la aceptabilidad social de fumar y hacen más fácil para los fumadores reducir el consumo de tabaco o abandonarlo por completo. Si bien estas disposiciones son evidentemente benéficas para la salud del público, originan pérdidas de ventas y de ganancias para la industria tabacalera y, por consiguiente, esta monta actividades muy importantes, a menudo por conducto del sector de la hostelería, con el propósito de oponerse a esas leyes. En Canadá, el Distrito Regional de la Capital de Columbia Británica fue la primera región del país que consiguió aprobar, aplicar y hacer cumplir un reglamento sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco que incluye todos los restaurantes y bares. Desde hace 20 años, se han elaborado en la región reglamentos para controlar la exposición al humo de tabaco ajeno (HTA) (cuadro 1 ). En este documento se describen la elaboración y la aplicación del reglamento; cómo se movilizaron contra él sus oponentes (un esfuerzo secretamente orquestado por la industria tabacalera canadiense y sus dueños extranjeros); cómo las autoridades de salud pública hicieron frente a esta oposición y la superaron; y, en última instancia, cómo el gobierno regional aprobó y aplicó con éxito un reglamento que exige que todos los lugares públicos, incluidos los restaurantes, bares, casinos y salas de lotería, estén libres de humo de tabaco. Este éxito fue resultado de una campaña educativa organizada y sistemática, una serie de disposiciones enérgicas redactadas con claridad, el reconocimiento de las tácticas de la industria tabacalera y un plan para contrarrestarlas y el cumplimiento riguroso y persistente de los reglamentos. 3 Cuadro 1 Disposiciones del reglamento que restringe el consumo de tabaco en el Distrito Regional de la Capital de Columbia Británica (porcentaje de espacio libre de humo de tabaco) Año Lugares de Trabajo 1984 1986 Tiendas al por menor y locales públicos Areas de no fumado Areas de no fumado designadas Salones de bingo Centros para el cuidado de extendido y de largo plazo Pistas de boliche 25% 100%* 50% 100% 100% 25% Areas de no fumado designadas 1991 1992 Restaurantes y locales públicos 50% 100% 30% 1993 35% 1994 1999 100% 100% 60% 40% 100% 100% * Se permitían áreas de fumado ventiladas separadamente. Los porcentajes se obtuvieron de los reglamentos decretados cada año MÉTODOS Obtuvimos los datos a partir de informes periodísticos, documentos internos de la industria tabacalera proporcionados como resultado de litigios entablados en los Estados Unidos de América, informes, documentos públicos y entrevistas efectuadas a actores clave (en agosto de 2001), grabadas y transcritas después de obtener su consentimiento. Seleccionamos a los entrevistados sobre la base del registro escrito y mediante la técnica de la bola de nieve. Este proyecto fue aprobado por el comité sobre investigaciones humanas de la Universidad de California en San Francisco. RESULTADOS Elaboración y aprobación del reglamento Ya en 1993, el funcionario de salud del distrito, Shawn Peck, propuso establecer una región libre de humo de tabaco. La propuesta fue rápidamente abandonada ante las vehementes objeciones de la Asociación de Restaurantes y Establecimientos de Comidas de la región. Durante los dos años siguientes, Peck y su personal siguieron promoviendo los lugares totalmente libres de humo de tabaco en los medios de difusión y entre el público mediante la publicación de un folleto sobre casi 100 restaurantes (de unos mil que había en la región) que voluntariamente habían declarado sus instalaciones libres de humo de tabaco. En 1995, armado con pruebas crecientes de que el HTA es peligroso, Peck recomendó al consejo del distrito y su comité de salud que se enmendara el Reglamento sobre Aire Limpio de la región con el fin de exigir que todos los espacios interiores estuvieran libres de humo de tabaco a partir de enero de 1998. Poco después, Richard Stanwick se hizo cargo del puesto y propuso que se aplicara el reglamento desde 1996, pero la oposición 4 rápidamente convenció al comité de salud del consejo de la necesidad de efectuar más consultas. Entretanto, se entabló un debate similar en Vancouver, la ciudad más grande de Columbia Británica. Como se pensaba que Vancouver se convertiría en la primera ciudad en adoptar un reglamento sobre entornos libres de humo de tabaco que incluyera los restaurantes y los bares, la oposición de la industria tabacalera se intensificó y se concentró en este lugar. Cuando el distrito empezó a celebrar reuniones, quienes se oponían a los reglamentos en Vancouver y en el distrito trabajaron juntos. Uno de los opositores clave en ambos lugares fue Bruce Clark, dueño de un bar en Vancouver, que representaba al recién formado Grupo de Establecimientos de Hostelería del Área Continental Meridional, financiado por la industria tabacalera. Usando la retórica común de la industria tabacalera, Clark sostuvo que un reglamento que exigiera lugares totalmente libres de humo de tabaco provocaría la devastación económica y las actividades de la hostelería se reducirían entre 15% y 50%. La coalición de Clark contrató al Grupo de Consultoría CCG de Vancouver, que estimó que la exigencia de que los restaurantes estuvieran libres de humo de tabaco causaría la pérdida de 2 700 puestos de trabajo en la ciudad. La industria tabacalera no participó en forma directa en los debates públicos. Después de que el comité de salud del distrito solicitó consultas adicionales, Stanwick y su personal se reunieron con representantes de los establecimientos de Victoria autorizados a vender bebidas alcohólicas. La única solución que estaban dispuestos a aceptar muchos de los representantes del sector de hostelería fue la "solución de la tolerancia" propuesta por la industria tabacalera, en la cual se seguiría permitiendo fumar en sitios con ventilación especial o en habitaciones separadas asignadas a los fumadores. Con el propósito de investigar si la solución de ventilación propuesta protegería la salud, la oficina de Stanwick contrató a un ingeniero consultor de Victoria para calcular el grado de ventilación necesaria para proporcionar protección sanitaria contra los elementos tóxicos del HTA. El ingeniero calculó que el número de recambios del aire por hora que se requerirían para proteger la salud de las personas en los sitios donde se permitiera fumar sería equivalente a permanecer en un túnel de viento de 20 km/h y determinó que no había ninguna solución sanitaria viable basada en la ventilación. Conforme a esta investigación y las crecientes pruebas científicas de que no había ningún nivel seguro de exposición al HTA, Stanwick se negó a aceptar cualquier solución de ventilación. Cuando se hizo evidente que no se llegaría a un acuerdo, se interrumpieron las reuniones y el comité de salud solicitó audiencias públicas. Se coordinaron 10 horas de audiencias, que fueron transmitidas en vivo por las emisoras de radio locales. Hablaron más de 90 personas, muchas de las cuales se habían opuesto al reglamento en Vancouver. Un sondeo de la opinión encargado por la oficina de Stanwick mostró que 61% de la población apoyaba un reglamento que exigiera entornos totalmente libres de humo de tabaco. Con este apoyo, Stanwick decidió que el mes de enero de 1998 sería un plazo razonable para la aplicación, la misma fecha planificada en Vancouver. La rama regional 5 de la Asociación de Restaurantes y Establecimientos de Comidas estuvo de acuerdo en que los restaurantes se convirtieran en entornos libres de humo de tabaco, pero alegaron que la fecha debía postergarse hasta 2000. El presidente de la asociación, Don Monsour, quería que en todos los establecimientos se adoptaran al mismo tiempo las disposiciones porque temía que hubiera pérdidas si se exigía acatar el reglamento a los restaurantes, pero no a los bares. En Columbia Británica, las leyes sobre bebidas alcohólicas exigen que los restaurantes sirvan bebidas alcohólicas sólo si el cliente se propone comer, mientras que los bares pueden servir las bebidas alcohólicas con o sin alimentos. Como todas las tabernas en la región sirven alimentos, Monsour temía que las personas sencillamente cambiarían de lugar para poder fumar, lo cual sería desastroso para los restaurantes pequeños. También le preocupaban las secciones para fumadores y otras soluciones de ventilación que promovían los dueños de tabernas porque el capital y los costos de operación eran prohibitivos para la mayoría de los restaurantes y las normas de ventilación podrían cambiar con el transcurso del tiempo. A pesar de la oposición, el comité de salud en forma unánime recomendó que se exigiera que todos los lugares públicos fueran entornos libres de humo de tabaco para el 1° de enero de 1998. En la reunión del consejo de todo el distrito, se propuso una fórmula conciliatoria que retrasaba un año la aplicación del reglamento. Monsour aceptó la fórmula conciliatoria y garantizó la cooperación total de los restaurantes siempre que los bares acataran al mismo tiempo las disposiciones. En respuesta, el consejo sancionó un reglamento que exigió que todos los lugares públicos estuvieran libres del humo de tabaco a más tardar el 1° de enero de 1999. Entretanto, en Vancouver, el cabildeo intenso del sector de hostelería derrotó las disposiciones del reglamento propuesto concernientes a los bares. El nuevo reglamento establecía que todos los restaurantes debían estar libres del humo de tabaco, pero se excluía a los bares y tabernas. El distrito fue repentinamente la primera jurisdicción municipal en Canadá que exigió que todos los espacios públicos estuvieran libres del humo de tabaco. Preparación para la aplicación Para 1998, los opositores locales empezaron a organizarse con el fin de presionar a los políticos y las autoridades sanitarias regionales para que derogaran el reglamento. (La industria tabacalera no desempeñó ningún papel público en la oposición.) Don Rittaler, dueño de un bar, inició un recurso judicial de inconstitucionalidad del reglamento. Los documentos que presentó al tribunal y sus declaraciones en los medios de difusión repitieron los clásicos argumentos de la industria tabacalera sobre los derechos y libertades individuales, la ventilación como una solución y las nefastas consecuencias económicas de un reglamento que exigiera entornos libres del humo de tabaco. La industria ofreció asistencia a Rittaler para exponer su caso en los medios, pero este nunca llevó el caso a los tribunales. A fines de 1998, el distrito enfrentó un nuevo reto cuando el Consejo para la Indemnización de los Trabajadores de la provincia anunció que iba a introducir disposiciones que protegerían a los trabajadores de la EPT en todos los lugares de trabajo de Columbia Británica. Los opositores al reglamento del distrito sugirieron que el consejo del distrito esperara para ver lo que sucedería, pero el consejo anunció que las 6 disposiciones no entrarían en vigor hasta el 1° de enero de 2000, un año después de la aplicación efectiva del reglamento del distrito. Los representantes del Consejo para la Indemnización de los Trabajadores explicaron que sus disposiciones estaban encaminadas a complementar los reglamentos locales, no a reemplazarlos. Las disposiciones del consejo eran menos rigurosas que el reglamento del distrito porque permitían que hubiera salas para fumar. Entretanto, un grupo, que públicamente reveló que estaba integrado principalmente por dueños de bares y tabernas, creó la Coalición Empresarial de Victoria Age of Majority para impedir que entrara en vigor el reglamento. Sus miembros realizaron una activa campaña de relaciones públicas comunicando su mensaje mediante las emisoras de radio, la publicidad impresa, etiquetas adhesivas para los paragolpes de los automóviles y sesiones de información al público. Hicieron hincapié en los mensajes de la industria tabacalera acerca de la libertad de elección, las soluciones de ventilación y la pérdida de empleos en el sector de la hostelería. También alegaron que las disposiciones pendientes del Consejo para la Indemnización de los Trabajadores hacían innecesario y demasiado restrictivo el reglamento del distrito. Ese mismo año, representantes de la recién organizada Región Sanitaria de la Capital (RSC) y Monsour viajaron a California para observar el funcionamiento de la ley estatal sobre bares libres de humos de tabaco, que había estado vigente desde enero de ese año. Monsour, que se había mostrado renuente a ir, se sorprendió al ver lo bien que funcionaba la ley de California. Este reconocimiento fomentó una relación de franqueza y confianza entre Monsour y la RSC. El grupo también invitó a dos dueños de bares de California a ir a Victoria para refutar las afirmaciones de que un reglamento que exigiera entornos libres de humo de tabaco perjudicaría a la industria de la hostelería y el turismo. Aplicación y cumplimiento La RSC creó una estrategia integral de comunicación para asegurar que todos, especialmente aquellos directamente afectados, comprendieran el reglamento. Los funcionarios de salud enviaron una carpeta con información a todos los establecimientos de hostelería, que contenía una copia del reglamento, sugerencias para los empleados sobre cómo tratar a los clientes, información sobre los efectos en la salud causados por el HTA y los programas para dejar de fumar, posavasos de obsequio y letreros que prohibían fumar. La RSC estableció líneas telefónicas para que el público en general pudiera llamar y presentar quejas; se hizo publicidad mediante letreros en los bares y anuncios que se publicaron cada dos días en el Victoria Times-Colonist y el News Group durante un año. El reglamento hacía responsable al fumador individual y el plan de para hacer cumplir el reglamento consideraba expedir citatorios a quienes se encontrara fumando. Durante las primeras semanas, se distrajo de otras obligaciones a los oficiales de salud ambiental para que ayudaran a un equipo de vigilancia del cumplimiento del reglamento a responder a las quejas y efectuar inspecciones ordinarias. 7 Una minoría de los dueños de bares se negaron a cooperar y desafiaron abiertamente la ley. Brian Mayzes, el portavoz principal de la Coalición Empresarial, administraba uno de los bares más infractores. Colocó carteles en todo su bar para decir a los clientes que era un establecimiento donde se podía fumar y apareció muchas veces en los medios de difusión manifestando que fumar era una elección de sus clientes. El grado de hostilidad fue tan alto que hubo que llamar a la policía para imponer el cumplimiento de la ley. Las boletas de infracciones no lo disuadieron. Mayzes les dijo a los reporteros que no garantizaba la seguridad y la salud de los funcionarios si trataban de hacer cumplir la ley. Sus clientes recibieron a los oficiales con consignas y saludos nazis. Hubo acontecimientos similares en unos cuantos bares más. En la elección de alcalde de 1999, Mayzes convirtió el reglamento en un tema político al contender con el alcalde en ejercicio, Franco Leonard, quien abogaba por el reglamento en el distrito. Leonard consiguió una aplastante victoria electoral. El personal de la RSC no había previsto la hostilidad que enfrentarían, de manera que reemplazaron el procedimiento original de visita de los inspectores sanitarios, que concurrían solos a los establecimientos, por otro en el cual iban acompañados de oficiales regionales de vigilancia del reglamento, con un adiestramiento adecuado para tales situaciones; se continuó usando este procedimiento hasta 2001, cuando disminuyeron los problemas. Durante el período previo a la aplicación y en las primeras semanas siguientes a esta, Stanwick estuvo disponible para todos los medios de difusión 24 horas al día, siete días a la semana, con el propósito de responder a las preguntas y contrarrestar información falsa difundida por los opositores del sector de hostelería. Los medios informaban sobre los 50 bares que no acataban la ley y no sobre los 1 250 establecimientos que la cumplían, con lo cual daban la impresión de que el incumplimiento era generalizado. Los periodistas se concentraron en el carácter contencioso de la legislación y la posibilidad de violencia. El personal que vigilaba el cumplimiento pronto se dio cuenta de que no estaba funcionando el sistema de multar a los fumadores individuales. Se debía hacer responsables a los operadores y los dueños de los establecimientos. Una decisión de los tribunales de Vancouver, que dictaminó que era razonable hacer que los dueños prohibieran fumar en sus instalaciones, alentó al consejo a modificar el reglamento con el fin de entregar citatorios a los operadores y los dueños además a de los fumadores. La modificación del mecanismo establecido en el reglamento para hacer cumplir sus disposiciones brindó otra oportunidad para que los miembros de la Coalición para la Libertad de Elección (la anterior Coalición Empresarial) expresaran su acérrima oposición. A pesar de las intensas presiones, en 1999 el distrito votó en favor de la enmienda del reglamento. Los funcionarios encargados de vigilar el cumplimiento del reglamento ahora podrían entregar citatorios tanto a los dueños como a los fumadores individuales. 8 El reglamento perfeccionado La modificación de las medidas coercitivas rápidamente redujo de 50 a 30 el número de bares infractores. El personal de la RSC reconoció que se necesitarían medidas más estrictas para los restantes bares y sus dueños, quienes sencillamente consideraban los 100 dólares (canadienses) de la multa como un costo del negocio. El personal de la RSC decidió usar mandatos judiciales civiles contra cualquier negocio que desafiara reiteradamente el reglamento, ya que el hecho de ser encontrados culpables en el tribunal daría lugar a sanciones mucho más graves. Después de que la RSC decidió que la vía del mandato judicial era la mejor solución, se hizo entrega de emplazamientos judiciales a los seis bares peores infractores. Sólo uno de estos corrió el riesgo de incurrir en desacato a la autoridad. El proceso de obtener pruebas se prolongó durante un año, pero cuando se vio la causa, el abogado del distrito solicitó una multa de 75 000 dólares. La amenaza de una sanción tan alta impulsó al bar a aceptar obedecer el reglamento y pagar una sanción de 15 000 dólares. El número de bares que desafiaban la ley mermó rápidamente. Durante esta época también entraron en vigor las disposiciones del Consejo para la Indemnización de los Trabajadores. Esto quitó parte de la presión ejercida sobre el personal del distrito encargado de vigilar el cumplimiento porque las multas fijadas por el Consejo para la Indemnización de los Trabajadores iban de 1 500 a 4 000 dólares, en contraste con las multas de 100 dólares establecidas en el reglamento. No obstante, en enero de 2000 la Asociación de Minoristas y Establecimientos con Licencia para la Venta de Bebidas Alcohólicas de Columbia Británica, una organización vinculada con la industria del tabaco, presentó una demanda ante la Suprema Corte de Columbia Británica afirmando que el consejo no había seguido el procedimiento adecuado de audiencias públicas antes de prohibir el consumo de tabaco en todos los lugares de trabajo. Después de sólo 10 semanas, el tribunal declaró nulas y sin valor las nuevas disposiciones del Consejo de Indemnización. En 2001, el Consejo de Indemnización reintrodujo las disposiciones, que inspiraron una última embestida de los opositores encaminada a inducir al Consejo del Distrito Regional de la Capital a considerar la posibilidad de sustituir el reglamento por las disposiciones del Consejo para la Indemnización de los Trabajadores. Los opositores usaron los costos elevados de vigilar el cumplimiento como argumento, pero el nuevo comité ejecutivo de la RSC decidió que poner en práctica el reglamento era una cuestión de interés sanitario y destinó 50 000 dólares al esfuerzo. Con este respaldo financiero, el consejo decidió que el reglamento no sería modificado. Con la aprobación del consejo, la RSC entregó citatorios a 12 de los restantes bares transgresores. Sólo dos establecimientos decidieron defenderse en los tribunales, donde alegaron que el reglamento del distrito era demasiado amplio y no daba instrucciones claras a los dueños y los operadores sobre cómo controlar el tabaquismo en sus establecimientos. La Suprema Corte de Justicia de Columbia Británica respondió otorgando al distrito un mandato judicial que plantea muy específicamente cuáles establecimientos se debe esperar que controlen el tabaquismo en sus instalaciones. 9 La función de la industria tabacalera Debido a su falta de credibilidad, la industria tabacalera hace uso de la práctica bien establecida de permanecer en las sombras y trabajar por conducto de grupos pantalla. La industria tabacalera promueve la "tolerancia" y las soluciones de ventilación y recluta a organizaciones locales de hostelería o, cuando es necesario, crea otras nuevas. Cómo la industria tabacalera recluta secretamente al sector de hostelería con el propósito de lograr la derogación del reglamento en Victoria está descrito en un memorando de 1998 de la Asociación Canadiense de Fabricantes de Productos de Tabaco (ACFPT). El memorando reveló que cuatro establecimientos "nuevos" en el área de Victoria se habían unido al programa de "tolerancia" llamado Cortesía de Elegir para contrarrestar el reglamento sobre el consumo de tabaco. Los establecimientos nuevos eran el Red Lion Inn, el Victoria Plaza, el Westwind Plaza y el Don Rittaler’s Sooke River Hotel. El memorando también explicaba que, después de haber tratado el recurso judicial de Rittaler con él, "le estamos ofreciendo proporcionarle adiestramiento para el trabajo con los medios y apoyo para sus próximas entrevistas". El memorando también describió las estrategias que estaban usando para ayudar a los hoteles locales a promover el conocimiento del público acerca de una solución de "elección y ventilación" y cómo "recalcaban la importancia del ‘poder de la mayoría’ para combatir el inminente reglamento”. Otros dos memorandos de 1998 también indicaron que mediante el programa de Cortesía de Elegir, la ACFPT financió una estrategia para promover la ventilación como una solución para reglamentos sobre entornos libres de humo de tabaco. Uno de los memorandos de una consultora de relaciones públicas de la asociación, Susan Walsh, enviado a Matt Winokur, director de asuntos reglamentarios mundiales en Philip Morris, Estados Unidos de América, describió una reunión para "consultores en ventilación que trabajaban en el problema del sector de hostelería directamente o mediante programas como el de Cortesía de Elegir". Walsh también coordinó una reunión para quienes "ayudaban a organizar la lucha contra las prohibiciones de fumar en el sector de hostelería". Algunos de los temas que se analizarían eran los problemas de cumplimiento e imposición del reglamento, las repercusiones económicas y un centro de recursos en relación con la prohibición de fumar para uso de los oponentes. Se sugería que asistieran a la reunión "los empleados de la industria tabacalera involucrados en los sectores de hostelería" y “los consultores que trabajaban con la industria para luchar contra la prohibición de fumar, en particular todo consultor regional que pudiera ser un contacto actual en su área". El grupo incluía a la Asociación de Hoteles de Canadá, Rothmans, Benson & Hedges, RJR MacDonald Inc, Imperial Tobacco, Philip Morris, RJ Reynolds, Dasko Communications Group e individuos como el consultor de la industria tabacalera John Luik, que viajaron a Victoria para discutir con Stanwick el reglamento propuesto, y Tim Crowhurst, consultor de relaciones públicas cuyos vínculos con la industria tabacalera fueron revelados durante su campaña contra las disposiciones del Consejo para la Indemnización de los Trabajadores. Si bien no pudimos identificar pruebas documentales específicas de que la industria tabacalera estaba orquestando y financiando la Coalición Empresarial de Victoria Age of Majority (también conocida como Coalición para la Libertad de Elección), las 10 características de la oposición eran similares a las del Grupo de Establecimientos de Hostelería del Área Continental Meridional creado por Clark, que fue financiado por la industria para oponerse al reglamento de Vancouver y que recibió el asesoramiento estratégico de la ACFPT. En los archivos de Winokur, el ya mencionado ejecutivo de Philip Morris, se encontró una copia de una propuesta de reglamento sobre entornos libres de humo de tabaco presentada al Ayuntamiento de Vancouver por el Grupo de Establecimientos de Hostelería, la cual se había hecho llegar a empresas tabacaleras en Vancouver, Ottawa y Toronto. El abogado Timothy Williamson, que representó a los dos últimos bastiones de Victoria en el tribunal, también representaba a la Asociación de Minoristas y Establecimientos con Licencia para la Venta de Bebidas Alcohólicas de Columbia Británica, que tenía vínculos con la industria tabacalera cuando impugnó y en último término logró que se revocaran las disposiciones sobre el consumo de tabaco establecidas por el Consejo para la Indemnización de los Trabajadores. El grupo de consultoría CCG, la empresa de Vancouver que Bruce Clark contrató para evaluar las repercusiones financieras de un reglamento sobre entornos libres de humo de tabaco, también preparó un informe similar para el sector de hostelería y restaurantes en Toronto, que pronosticaba consecuencias económicas negativas, una predicción que no se materializó. En ambos informes, CCG obtuvo datos de Insight Research Canada Ltd, una organización que en 1995 también realizó una encuesta sobre establecimientos de comidas de Vancouver en nombre del Grupo del Sector de Hostelería. Esta encuesta fue ubicada en los anteriormente secretos documentos sobre el tabaco de Philip Morris. Desde 1995, la ACFPT ha financiado a la Asociación Canadiense de Hoteles con 800 000 dólares al año para poner en práctica el programa de Cortesía de Elegir, que moviliza al sector de hostelería contra las restricciones al consumo de tabaco. DISCUSIÓN El reglamento del Distrito Regional de la Capital sobre entornos libres de humo de tabaco en restaurantes y bares se sancionó y aplicó con éxito porque las autoridades sanitarias tuvieron cuidado de redactar una ley enérgica y tomaron el cumplimiento con seriedad. El hecho de que las autoridades sanitarias pudieran contar con la cooperación de la Asociación de Restaurantes y Establecimientos de Comida del distrito al llevar a su presidente, Monsour, a California para ver que la ley estaba funcionando bien allí y gozaba del apoyo de la Asociación de Restaurantes de California, contribuyó a disipar el mito, perpetuado por la industria tabacalera, de que los reglamentos sobre entornos libres de humos de tabaco eran perjudiciales para el negocio de hostelería y ganó un aliado inestimable para la causa. Tres años después de que entró en vigor el reglamento, una encuesta de Ipsos Reid demostró que ningún tipo de lugar de reunión y entretenimiento experimentó una disminución de su clientela. Además, en nombre del Consejo para la Indemnización de 11 los Trabajadores, Pacific Analytics, una organización independiente, fue contratada para analizar los efectos económicos del reglamento de Victoria. Llegaron a la conclusión de que no había ninguna repercusión económica. Como en otras localidades donde la industria tabacalera estaba trabajando por conducto de intermediarios para estimular la oposición a la ley y promover la no observancia de esta, conseguir el cumplimiento de una minoría pequeña pero vocinglera de bares y cantinas se volvió una de las batallas más arduas para la RSC. Como en California, estos pequeños problemas de cumplimiento fueron ampliamente divulgados por los medios de difusión. El personal de la RSC se dio cuenta de que ingenuamente habían pensado que el estatuto era un tema de salud y no estaban preparados para la desafiante minoría; no obstante, reconocieron rápidamente este hecho y adaptaron sus políticas. En su consulta con californianos, habían sido advertidos acerca de algunos problemas que enfrentaba el personal encargado de vigilar el cumplimiento, pero prefirieron pensar que, como el distrito era una región diferente, con una cultura distinta, estos problemas no surgirían o no serían los mismos. Estaban equivocados. El hecho de que el personal de la RSC comprendió esto y actuó con decisión para hacer cumplir la ley eliminó con el tiempo estos problemas. Es importante que todo municipio que se proponga implantar un reglamento sobre entornos libres de humo de tabaco planifique activas campañas educativas y de coacción para contrarrestar cualquier oposición orquestada que se pueda presentar. Como la gran mayoría de los establecimientos acata la ley, unas pocas acciones coercitivas bastan para que todos obedezcan. Los defensores de la salud decidieron que un solo grupo, el Grupo de Estudio sobre Entornos Libres de Humo de Tabaco del Distrito, actuara como vocero de todos los partidarios del reglamento, mientras que los grupos grandes establecidos para el fomento de la salud sólo promovieron la difusión de materiales didácticos sobre los efectos causados por el HTA. Los grupos de voluntarios promotores de la salud, como la Liga contra el Cáncer, la Fundación de Lucha contra las Enfermedades Cardíacas y los Accidentes Cerebrovasculares y la Asociación contra las Enfermedades Pulmonares, gozan de una mayor credibilidad del público y tienen más autoridad que una coalición desconocida o un grupo de estudio. Algunos de los partidarios del reglamento en Victoria (y las mismas organizaciones) pensaban que mantener un perfil bajo era una buena estrategia; sin embargo, la bibliografía indica que es más eficaz que los encargados de formular las políticas cuenten con diferentes defensores de la causa que sean reconocidos y gocen de gran credibilidad entre el público, quienes deben reiterar continuamente por separado y con su propia voz los argumentos en apoyo del control del tabaco y los datos científicos que sustentan ese control. Conclusiones Como ha sucedido con otras ordenanzas locales sobre el consumo de tabaco instauradas en los Estados Unidos de América y en todo el mundo, no resultó sencillo proponer y poner en práctica una ley sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco. Al igual que grupos similares de Estados Unidos con vínculos comprobados con la industria tabacalera, los grupos de hostelería locales se opusieron al estatuto. Cuando el distrito aprobó su reglamento en 1996, había habido un proceso de más de 10 años de 12 disposiciones progresivamente más enérgicas (cuadro 1 ), que constituyeron la base para un sólido y bien redactado reglamento sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco. El éxito logrado por el distrito al sancionar, aplicar y hacer cumplir este reglamento fue resultado de la labor de un equipo pequeño de dedicados profesionales de la salud, abogados y políticos, que idearon una vigorosa campaña educativa para contrarrestar las estrategias de la industria tabacalera, redactaron disposiciones estrictas y perseveraron cuando la aplicación del reglamento se tornó difícil y contenciosa. La historia de los reglamentos contra el tabaquismo en el Distrito Regional de la Capital ilustra cómo tener éxito para otras jurisdicciones que están considerando o han puesto en marcha una iniciativa para lograr que los lugares públicos estén totalmente libres de humo de tabaco. Lo que agrega este documento Aun cuando la industria tabacalera moviliza la oposición a políticas sobre entornos libres de humo de tabaco trabajando por conducto del sector de hostelería en los Estados Unidos de América, los defensores de la salud pública han podido superar esta oposición y aprobar y aplicar políticas que exigen entornos totalmente libres de humo de tabaco. A pesar de las diferencias de las estructuras de gobierno y las tradiciones culturales existentes en Canadá, la industria usa estrategias similares a las empleadas en los Estados Unidos y las medidas para contrarrestarlas tomadas por los funcionarios canadienses de salud son las mismas. Es posible superar la oposición seria orquestada por la industria tabacalera y elaborar y aplicar un reglamento sobre entornos totalmente libres de humo de tabaco en Canadá. Para lograrlo, se requiere prestar atención a los detalles al redactar el reglamento, así como una campaña de educación pública sobre los peligros para la salud que entraña la exposición al humo del tabaco de los fumadores y medidas coercitivas para superar la resistencia organizada al reglamento. Las jurisdicciones que consideran la posibilidad de implantar reglamentos sobre entornos libres de humo de tabaco deben prever esta oposición cuando elaboren y apliquen sus reglamentos. AGRADECIMIENTOS Agradecemos a Richard Stanwick y Dianne Stevenson su minuciosa revisión de un 13 borrador anterior del artículo, y a Cynthia Callard sus comentarios y su ayuda para localizar los documentos de la industria tabacalera. Este trabajo contó con las subvenciones CA-61021 y CA-87472 del Instituto Nacional de Cancerología. REFERENCIAS 1. Balbach E, Glantz S. Tobacco wars: inside the California battles. Berkeley: University of California Press; 2000. 2. Heironimus J. 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