Informe fitotoxicidad de dicamba en soja ENERO 2011

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Daño a cultivos de soja por deriva de vapores de dicamba
Ing. Agr. Jorgelina C. Montoya
EEA Anguil, INTA
Ing. Agr. Andrés Corró Molas
UEyDT Gral Pico, INTA
Ing. Agr. Gabriel Garnero
Asesor Privado
Durante los últimos 20 días se han recibido diversas consultas acerca de la
aparición de síntomas de fitotoxicidad en cultivos de soja. Los síntomas son
característicos del daño producido por herbicidas hormonales, específicamente por
dicamba.
Los síntomas pueden describirse como arrugamiento de hojas, hoja “cucharita”,
hoja “pata de rana”. Los folíolos toman un color blanquecino debido a las células no
expandidas y densificación de los pelos en la superficie. Otros factores tales como
pulgones, virus, residuos de herbicidas hormonales (clopiralid, picloram) también
producen daños similares a los mencionados por lo tanto pueden confundirse. Sin
embargo, en la mayoría de los casos estos síntomas responden al daño producido por
dicamba en postemergencia del cultivo de soja. La soja es sumamente sensible a este
herbicida. Abajo pueden observarse fotos ilustrativas.
Los daños en soja por dicamba pueden ser producto de la contaminación del
caldo de pulverización, deriva de gotas o deriva de vapores.
Contaminación del caldo de pulverización es una fuente de daño. La
contaminación puede proceder del tanque por aplicaciones previas con tanques mal
lavados, bidones reutilizados con presencia de residuos, jarras medidoras sucias, etc. Se
ha reportado que la presencia de 0.01% de dicamba en el caldo de pulverización
produce síntomas menores en el cultivo de soja.
La deriva de gotas es otra fuente de daño y es el movimiento de arrastre de las
partículas producido por el viento. En general, a nivel de lote, los síntomas presentan un
gradiente claro desde el origen de la deriva desapareciendo gradualmente con la
distancia. Generalmente se presentan los daños en lotes linderos a cultivos de maíz,
sorgo o donde haya sido aplicado el dicamba. Las derivas originadas por viento tienen
un efecto a corta distancia y pueden ser minimizadas en primera instancia pulverizando
con condiciones de viento menor a 10 km/h, regulando presión, tamaño de gota y
dejando una distancia de aproximadamente 60 m respecto a los lotes sensibles.
La deriva de vapores se da con ciertos herbicidas únicamente y bajo condiciones
ambientales específicas. El comportamiento de los herbicidas en el ambiente está
regulado por sus propiedades físico-químicas, el medio (suelo, agua) y las condiciones
climáticas. En este caso, la propiedad que nos interesa en particular es la volatilidad. Se
refiere a la tendencia que posee la molécula a pasar a estado de vapor; y la presión de
vapor (PV) expresada en mm de Hg a 25 ºC es el índice de este fenómeno.
Dicamba posee un índice de volatilidad moderadamente alto. Bajo condiciones
climáticas predisponentes las aplicaciones en lotes vecinos de maíz o sorgo pueden
alcanzar lotes de soja produciendo daño. Estas derivas pueden alcanzar los 1500 m. En
la tabla 1 pueden observarse algunos herbicidas de uso frecuente durante la temporada
de verano en cultivos de maíz y soja con sus respectivos valores de presión de vapor y
en la tabla 2 se muestra la clasificación según el índice de volatilidad (Weber 1994).
Tabla 1. Indice de volatilidad para algunos Tabla 2. Clasificación de los Indices de
herbicidas.
volatilidad
Herbicidas
Indice de Volatilidad
Atrazina
Clopiralid
2,4-D éster
2,4-D sal amina
PV (mm Hg x 10-6)
0.6
12
8
No volátil
Dicamba
Picloram
Clorimuron
Glifosato
Imazetapir
33.7
0.2
<0.001
<1
<0.01
Clasificación
muy bajo
bajo
moderado
alto
muy alto
Indice de Volatilidad
PV (mm Hg x 10-6)
25 ºC
<1
1-10
10-102
102-103
>103
Puede observarse que el dicamba posee un valor moderadamente alto. Si bien
todas las formulaciones de dicamba se volatilizan; hay trabajos que demuestran que la
sal dimetilamina presenta un mayor riesgo de producir vapores que la sal sódica
(Behrens Lueschen 1979).
Las condiciones climáticas predisponentes para la volatilización son
temperaturas superiores a 30 ºC y humedad relativa inferior a 50 %. Con las
observaciones a campo y los datos de las condiciones meteorológicas del mes de
diciembre concluimos que el daño en cultivos de soja se debe en la mayoría de las
situaciones analizadas a un fenómeno de deriva de vapor de dicamba.
Durante el mes de diciembre, una vasta zona de la provincia mantuvo
temperatura diarias superiores a los 30 ºC. Dado que la mayoría de las consultas
recibidas provienen de la zona de Colonia Hilario Lagos se analiza dicha información
zonal a modo de ejemplo. En ese área en particular durante los días 14, 15 y 16 se
superaron temperaturas de 30 ºC a partir de las 9:30 hs y se mantuvieron hasta las 20:00
hs, alcanzando temperaturas máximas a las 16:30 hs de aproximadamente 38, 36 y 35ºC
(en abrigo meteorológico). Sumado a ello, se registraron importantes amplitudes
térmicas con mínimas de 13 ºC. Los registros de humedad relativa muestran valores tan
bajos como 9 % (Se adjunta archivo con las figuras correspondientes). Estas
condiciones de elevada temperatura diurna y baja humedad relativa son propicias para la
volatilización de herbicidas con un alto índice de volatilidad tales como dicamba. Puede
observarse en la figura correspondiente que la velocidad del viento en general durante
diciembre fue inferior a los 10 km/h. Por lo tanto, pequeñas térmicas o leves brisas
podrían desplazar la “nube” de dicamba fuera del área de pulverización. Las bajas
temperaturas nocturnas registradas favorecieron la deposición de la “nube”.
En algunos lotes, no pudo observarse un patrón de afectación claro sino que el
daño respondió simplemente al contacto del dicamba en estado de vapor desplazándose
sobre el cultivo de soja intensificándose el daño el las zonas aledañas al lote
pulverizado. Mientras que en otros casos, donde las aplicaciones coincidieron con
posteriores importantes amplitudes térmicas (más de 20 ºC) y los lotes presentaron
topografía desuniforme, pudo observarse que el daño era más manifiesto en los bajos.
Esto se corresponde con que la masa de aire fría se deposita en los bajos y el efecto de
los vapores de dicamba fueron más manifiestos. Todo esto magnificado por las
importantes amplitudes térmicas dadas.
Este fenómeno se define como inversión térmica. Se presenta cuando en las
noches despejadas el suelo ha perdido calor por radiación, y las capas de aire cercanas a
él se enfrían más rápidamente que las capas superiores, lo cual genera un gradiente
positivo de temperatura con la altitud. Esto constituye un fenómeno contrario al que se
presenta normalmente, donde la temperatura disminuye con la altitud (Figura 1a). Esto
provoca que la capa de aire caliente quede atrapada entre las dos capas de aire frío sin
poder circular (Figura 1b). La presencia de una capa de aire frío cerca del suelo le da
gran estabilidad a la atmósfera porque así prácticamente no se produce convección
térmica, ni fenómenos de transporte y difusión de gases. Esto hace que disminuya la
velocidad de mezclado vertical entre la región que hay entre las dos capas frías de aire.
La inversión térmica se presenta normalmente en las mañanas frías de escasa
circulación de aire. Generalmente, la inversión térmica se termina (se rompe) cuando se
calienta el suelo y vuelve a emitir calor, lo cual restablece la circulación normal en la
atmósfera.
a
b
Figura 1.- Efecto de la inversión térmica
El problema se presenta cuando se emiten contaminantes al aire en condiciones
de inversión térmica, ya que éstos se acumulan localmente debido a que los fenómenos
de transporte y difusión ocurren de forma demasiado lenta, comprimiendo la capa de
aire frío a la capa inferior con los contaminantes contra el suelo, con lo cual la
concentración de los gases tóxicos puede llegar a alcanzar valores hasta 14 veces por
encima de los normales (Higueras, Oyarzun 2011).
Otro factor que interviene en el grado de volatilización es la superficie a la que
se realiza la pulverización. Es mayor la volatilización cuando se pulveriza un cultivo ya
emergido que cuando la aplicación se hace en un lote con poca presencia de follaje y
alta proporción de suelo desnudo. Por lo tanto, el estado fenológico del cultivo tendrá
una relación casi directa con el grado de volatilización. Cuanto más avanzado esté el
desarrollo del cultivo mayor será la posibilidad de volatilización ya que el follaje tiene
un menor coeficiente de adsorción que el suelo. Por este motivo, también, el proceso de
volatilización puede darse hasta varios días luego de pulverizado el producto en el lote.
La ocurrencia de precipitaciones tan sólo de 1 mm puede reducir fuertemente la
volatilización.
Los síntomas pueden aparecer luego de 7 a 14 días de realizada la aplicación.
Las hojas totalmente expandidas no mostrarán síntomas sin embrago las nuevas hojas lo
expresarán. Dependiendo de la dosis que alcanzó el cultivo, en general, las cuatro hojas
trifoliadas que se desarrollen a posteriori de la pulverización mostrarán síntomas de
fototoxicidad, a partir de la quinta hoja podrá continuar su crecimiento y desarrollo
alcanzando un tamaño y forma normal.
El nivel de pérdida de rendimiento dependerá de la dosis que alcanzó al cultivo y
el estado fenológico del mismo. En general, los daños producidos durante etapas
vegetativas no producen pérdidas de rendimiento. Sin embrago, en la medida que el
cultivo alcance los estados reproductivos la merma puede ser mayor.
Bibliografía consultada
- WEBER, J.B. 1994. Properties and behavior of pesticides in soil. In: Honeycutt, R.C.
and Schabacker, D.J. eds. Mechanisms of Pesticides Movement into Ground
Water. CRC Pess, Inc. 2000 Corporate Blvd., N. W. Boca Raton, Fl, USA, pp.
15-41.
- BEHRENS, R. y W. E. LUESCHEN. 1979. Dicamba volatility. Weed Sci. 27:486493
- HIGUERAS P, R OYARZUN. 2011. Curso de Minería y Medio Ambiente
www.uclm.es/users/higueras/mam/MMAM2.htm
- PROOOST R. y BOERBOOM C. 2004. Dicamba Injury to Soybeans. Nutrient and
Pest Management University of Wisconsin – Madison.
http://soybean.uwex.edu/library/soybean/grain/Weed_Contol/dicamba2004.pdf.p
df
Se agradece la colaboración del Ing. Agr. Luis Mulatero (Agroncontacto SRL) por los
datos meteorológicos brindados y a los productores agropecuarios que colaboraron
con INTA para la identificación del problema.
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