calendarios

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Calendarios
¿De dónde viene el calendario qué usamos actualmente?
Un calendario es una manera de medir el tiempo, una manera inventada, por supuesto, por los
humanos. Así, actualmente, el tiempo se divide, por conveniencia, en días, semanas, meses y
años. Casi cada cultura ha diseñado su propio calendario, pero casi todos los que han existido
se basan en los movimientos de la Tierra y una de sus consecuencias más
importantes en lo que a la medición del tiempo se refiere: las apariciones
regulares del Sol y de la Luna.
Actualmente usamos el Calendario Gregoriano, ¿quieres conocer su historia?
Así empieza la historia...
Los historiadores piensan que para el año 4241 a.C., los egipcios usaban ya el calendario más
exacto de la antigüedad. Tenían un año que estaba dividido en 12 meses cada uno de 30 días y
tenían además 5 días adicionales.
Por otro lado, los romanos habían introducido, hacia el siglo VII a.C., un calendario
en el que el año duraba 304 días divididos en 10 meses. En este calendario, el año
comenzaba en el mes de Marzo. Como la duración del año era muy distinta al
tiempo que en realidad tarda la Tierra en dar una vuelta alrededor del Sol, sucedía
que las estaciones no se repetían en las mismas fechas de un año para otro. Por eso, también
en el siglo VII a.C. se decidió añadir dos meses más, Enero y Febrero, al final de cada año. A
partir de esta modificación, el año romano quedó compuesto por doce "meses lunares", los
llamaban así porque la duración de un mes era el tiempo que transcurría entre una luna llena y
la siguiente (este periodo es de aproximadamente 29 días y medio) tiempo que ellos
calcularon de 30 días.
Así los doce meses del primer calendario romano eran: Martius, Aprilis, Maius, Iunius,
Quintilis, Sextilis, September, October, November, December, Ianuarius y Februarius.
Después de este primer calendario, el imperio romano se guió por el calendario Juliano que
entró en vigor el 1° de enero del año 45 a.C. Este calendario debe su nombre al emperador
Julio César quién mandó a sus astrónomos diseñarlo para corregir todos los errores que se
tenían con el antiguo calendario romano. El astrónomo que dirigió el proyecto fue Sosígenes
de Alejandría. El calendario fue establecido en todo el Imperio Romano y realmente logró
resolver los problemas que se tenían; sin embargo Julio César pudo disfrutarlo muy poco pues
un año después de que se adoptara este nuevo calendario, él fue asesinado.
Para que el nuevo calendario realmente coincidiera con la entrada de las estaciones se
ampliaron a 15 los meses del año 45 a.C. Esto fue necesario para corregir el retraso de tres
meses que se había acumulado con el calendario anterior. El año 45 a.C. fue llamado el "año
de la gran confusión" por lo largo que fue y porque nadie sabía exactamente en qué día vivía;
sin embargo, gracias a este año tan largo se logró resolver el desorden que se tenía. A partir
del año siguiente se instauraron años de 12 meses con el nuevo Calendario Juliano.
El Calendario Juliano se basaba en el año egipcio que tenía 365 días más 1/4. Cada cuatro
años se intercalaba un día (éste es el origen de los años bisiestos) y el año se dividió en 12
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meses de distinta duración, puesto que 365 no es divisible por 12. En honor de César se dio el
nombre de Julius al mes Quintilis.
Después del asesinato de Julio César, su sucesor Augustus mandó perfeccionar aún más el
nuevo calendario y fue entonces cuando se estableció que el primer mes del año sería enero y
el segundo febrero. El Senado romano cambió el nombre del mes Sextilis por el de Augustus.
Los nombres de los meses que tenemos actualmente provienen del Calendario Juliano y su
origen es el siguiente:
1. Enero (en latín "Ianuarius") El nombre procede de Jano, el dios romano de las puertas y los
comienzos. En el antiguo calendario romano, Enero era el onceavo mes del año. En el siglo I
a.C., con el Calendario Juliano, pasó a ser considerado como el primer mes. El 1 de enero, los
romanos ofrecían sacrificios a Jano para que diera un buen comienzo al nuevo
año. Su símbolo era una cabeza con dos caras, una que miraba al Este y otra que
miraba al Oeste.
2. Febrero (en latín "Februarius") El nombre procede de la palabra latina "februa", que se
refería a los festivales de la purificación que se celebraban en la antigua Roma durante este
mes.
3. Marzo (en latín "Martius"): Para los antiguos romanos, esencialmente guerreros, este mes
consagrado al dios de la guerra, Marte, era el primero del año, fue con el Calendario Juliano,
cuando se estableció que Enero sería el primer mes del año, cuando Marzo pasó a ser el
tercero.
4. Abril (en latín "Aprilis"): El nombre de este mes se deriva de la palabra latina "aperire" que
significa "abrir". Los romanos eligieron el nombre de abril probablemente porque comenzaba
la estación en que la naturaleza comenzaba de nuevo a "abrirse".
5. Mayo (en latín "Maius"): Era el tercer mes en el antiguo calendario romano y
tradicionalmente se acepta que debe su nombre a Maia, la diosa romana de la primavera y los
cultivos. Las celebraciones en honor de Flora, la diosa de las flores, alcanzaban su punto
culminante en la antigua Roma el 1 de mayo. En Europa se levantaban mayos (palos de mayo)
en las aldeas adornados con espinos en flor el 1 de mayo.
6. Junio (en latín "Iunius"): Hay distintas versiones sobre la etimología del mes de junio.
Algunos historiadores piensan que el nombre de este mes proviene del nombre de la diosa
romana Juno, la diosa del matrimonio. Otros autores proponen, en cambio, que el origen del
nombre de este mes proviene de la palabra latina "iuniores" (jóvenes) en oposición a maiores
(mayores) para el mes de mayo, quedando así los dos meses dedicados a la juventud y a la
vejez respectivamente.
7. Julio (Quíntilis): Era el quinto mes del año en el calendario romano primitivo y por eso fue
llamado Quintilis, o quinto mes, por los romanos. Fue el mes en el que nació Julio César, y en
el 44 a.C., año de su asesinato, el mes recibió el nombre de julio en su honor.
8. Agosto (Sextilis): Dado que era el sexto mes del calendario romano, que comienza en
marzo, fue originalmente llamado "Sextilis" (en latín, "sextus", que quiere decir "sexto"). Se
le dio el nombre de agosto en honor al emperador romano César Octavio Augusto.
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9. Septiembre (September): Era el séptimo mes del calendario romano y toma su nombre de la
palabra latina "septem", que significa "siete".
10. Octubre (October): Octubre era el octavo mes del antiguo calendario romano (en latín
"octo", que significa "ocho"),
11. Noviembre (November): Entre los romanos era el noveno mes del año (en latín, "novem").
12. Diciembre (December): Diciembre era el décimo mes (en latín, "decem", significa "diez")
en el calendario romano.
Parece ser que Julio César deseaba que el año nuevo comenzara con el equinoccio de
primavera, o con el solsticio de invierno, pero el Senado Romano, que tradicionalmente
utilizaba el 1 de Enero como comienzo de su año oficial, se opuso a César e impuso esa fecha
como la del comienzo del año. Esta es la razón por la que aún hoy en día nuestro año nuevo
comienza en un punto arbitrario de la órbita de la Tierra.
Además, originalmente el mes de Febrero tenía 29 días los años normales y 30 los bisiestos.
Pero al haber sido los meses del antiguo calendario Quíntilis y Séxtilis renombrados como
Julio y Agosto, en honor de Julio César y César Augusto respectivamente, se decidió que el
mes de Agosto tuviera 31 días en vez de los 30 que originalmente tenía Séxtilis. Para ello se
le quitó un día a Febrero. Para el Senado era muy importante que César Augusto no se
considerara inferior a Julio César por lo que "su mes", debía de tener la misma cantidad de
días que "el mes de Julio César".
El sistema de numerar los años a partir del nacimiento de Jesucristo, de la indicación A. D.
(Anno Domini, año del Señor), se debe a Dionisio el Exiguo en el siglo VI.
Concretamente fue en el año 525 de nuestra era, cuando el monje Dionisio el Exiguo
introdujo el calendario cristiano, al afirmar que Jesús había nacido el Sábado 25 de Diciembre
del año 753 a.u.c. El clero cristiano se apresuró a difundirlo entre la población y situaron el
principio de la nueva era, el A.D. 1 (Anno Domini 1) comenzando el Sábado 1 de Enero del
año 754 a.u.c. que era el comienzo del primer año tras el nacimiento de Jesús.
Sin embargo, Dionisio cometió varios errores. El primero de ellos fue no incluir el año cero
que debería situarse entre el año 1 a.C. y el año 1 d.C. Realmente no es muy justo atribuir este
error a Dionisio, pues el cero era un concepto matemático desconocido en aquella época en su
entorno. Pero también cometió el error de olvidar los cuatro años en los que el Emperador
Augusto gobernó bajo su propio nombre: Octavio. De este modo el error sería de 5 años en
total.
Al durar el año juliano aproximadamente 11 m y 14 s más que el año trópico (tiempo que
tarda la Tierra en dar una vuelta completa al Sol), acumula un error de un día cada 128 años.
En 1477 el equinoccio de primavera se había adelantado al 11 de marzo. A la Iglesia preocupó
este error que afectaba a la celebración de la Pascua de Resurrección y otras fiestas movibles
que dependen de ella.
Para corregir el error, el papa Gregorio XIII, nombró una comisión de astrónomos y
matemáticos para que revisaran el calendario juliano. Así las dos personas que terminaron de
diseñar el calendario que usamos actualmente fueron: Luigi Lilio Ghiraldi (o Aloysius Lilius),
médico de Verona, quien ideó el nuevo sistema y Cristóbal Clavius, astrónomo, matemático y
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físico de Nápoles, quien hizo todos los cálculos necesarios. En marzo de 1582 fue abolido el
calendario juliano por decreto del Papa Gregorio XIII y se estableció el calendario gregoriano.
El calendario juliano había acumulado un error de diez días con respecto al año trópico por lo
que estos días tuvieron que restarse de forma arbitraria; así en el año 1582, el día siguiente del
jueves 4 de octubre fue el viernes 15 de octubre. Este ajuste logró que en el año 1583 el
equinoccio de primavera sucediera el 21 de marzo.
En nuestro calendario actual, el Calendario Gregoriano los años bisiestos se calculan de
distinta manera a como se calculaban en el Calendario Juliano.
Un año es bisiesto si las dos últimas cifras son divisibles entre 4, excepto cuando ambas son
cero. Sin embargo cuando las cuatro cifras, es decir, el número completo del año, es divisible
entre 400 entonces el año sí es bisiesto aunque sus dos últimas cifras sean ceros.
Así, por ejemplo, 1944 fue un año bisiesto pues no termina en ceros y sus dos últimas cifras
son divisibles entre 4; 1900 no fue bisiesto pues acaba en dos ceros. Sin embargo, el año 2000
aún y cuando termina en dos ceros si fue bisiesto pues el número 2000 es divisible entre 400.
En 400 años se producen, por lo tanto, 97 años bisiestos en lugar de 100, cómo se generaban
en el Calendario Juliano.
El Calendario Gregoriano, que acumula un error de un día en 3226 años, fue adoptado por
todos los países católicos y la mayoría de los protestantes, aunque algunos de éstos no lo
adoptaron inmediatamente. Inglaterra, por ejemplo, no remplazó el Calendario Juliano por el
Gregoriano sino hasta el año 1752, para hacerlo tuvo que hacer un ajuste: el día siguiente al
miércoles 2 de Septiembre de 1752 según el calendario Juliano, fue el jueves 14 de
Septiembre de ese mismo año 1752, según el Calendario Gregoriano. La confusión fue total y
aún hoy en día hay fechas que los historiadores no pueden determinar con certeza. Como
consecuencia del cambio de calendarios, resulta que aunque tanto Cervantes como
Shakespeare murieron el martes 23 de Abril de 1616 en España e Inglaterra respectivamente,
en el caso de Cervantes se aplicaba ya el Calendario Gregoriano, mientras que en el de
Shakespeare la fecha corresponde al Calendario Juliano. Así pues, Shakespeare murió el
martes 3 de Mayo de 1616 según el calendario Gregoriano, por lo que no murió el mismo día
que Cervantes.
Rusia, probó entre 1923 y 1940 diversos calendarios y en 1940 adoptó oficialmente el
Calendario gregoriano. Antes de la Revolución Bolchevique que dio lugar al nacimiento de la
Unión Soviética, se utilizaba en Rusia el Calendario Juliano, por lo que dicha Revolución se
llamó la Revolución de Octubre, ya que se inició el martes 24 y el miércoles 25 de Octubre de
1917 según el Calendario Juliano, pero estos días corresponden a los días martes 6 y
miércoles 7 de Noviembre de 1917 en el Calendario Gregoriano y son, de hecho, las fechas en
las que actualmente se conmemora la Revolución Rusa.
La mayoría de los países utilizan hoy el Calendario Gregoriano
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