ASTEROIDE PARA EL 2019 Un asteroide susceptible de provocar daños sin precedentes tiene una oportunidad en 60.000 de chocar con la Tierra el 1 de febrero de 2019, según estudios de científicos estadounidenses y británicos. El asteroide bautizado 2002 NT7, fue identificado el 5 de julio pasado por un programa de vigilancia astronómica estadounidense, el Linear Observatory, instalado en el Estado de Nuevo México. Los astrónomos estadounidenses calcularon que el asteroide tiene un diámetro de 2 a 4 Km. Los cálculos muestran hoy que existe un riesgo en 60.000 de que el asteroide choque con la Tierra", comentó el científico británico Alan Fitzsimmons, de la Queen's University de Belfast, citado el miércoles por el periódico The Guardian. Un diputado británico que se apasiona por el tema, Lembit Opik, pidió a los poderes públicos en el mundo que no minimicen el riesgo. Hay una fuerte posibilidad de que este objeto no nos golpee, pero sabemos que tarde o temprano será el caso. Esta es la amenaza más cercana que hayamos conocido hasta hoy, afirmó este diputado del partido de la oposición demócrata-liberal. Esto se parece a ciencia ficción, y seguramente les hago pensar que me parezco a uno de esos tipos que caminan en las calles con un cartel anunciando el fin del mundo, pero el final está efectivamente muy cerca, agregó. ¿SE PODRÁ DESVIAR EL ASTEROIDE? Podrían pasar varias semanas y hasta meses antes de que los científicos puedan calcular con precisión si el asteroide 2002 NT7 chocará o no con la Tierra a principios de 2019. Cuando contemos con mejores observaciones, probablemente descubramos que pasará muy cerca pero no chocará con la Tierra, le dijo a la BBC el catedrático Mark Bailey, director del Observatorio de Armagh en Irlanda del Norte. En el poco probable caso de que 2002 NT7 sí vaya a chocar con nuestro planeta, los astrónomos tendrán suficiente tiempo para hacer predicciones más exactas de la hora y el lugar de impacto y, de ser posible, establecer un plan para evitar la colisión. No se trata de restos espaciales con una forma irregular y dando tumbos. En esos casos, incluso horas antes del impacto no se sabe con exactitud cuándo y dónde va a caer, señaló Bailey. El impacto de un asteroide se parece más al del cometa Shoemaker-Levy 9 con Júpiter en 1994. En esa ocasión, pudimos calcular el tiempo exacto del impacto hasta el segundo en que ocurrió. Debido a los enormes daños que un choque de esa naturaleza podría causar, sería necesario hacer todo lo posible por desviar al asteroide. Como orbita cada 2,2 años alrededor del Sol, existirán varias oportunidades de tener una cita con él. Se podrá evaluar su composición, si lo forman rocas y hielo, o hierro, si se trata de un montón de escombros o de un cuerpo sólido, asegura Bailey. Sería muy sensato poner un faro en su superficie para conocer su órbita con gran precisión. No existen muchos planes detallados para desviar un asteroide, pero debido a la frecuencia con que 2002 NT7 orbita y los años que faltan para su posible impacto, un empujoncito podría hacerlo cambiar de rumbo. Si se realizan desviaciones relativamente benignas con varios años de antelación, éstas se magnifican cada vez que el asteroide gire alrededor del Sol. Es de esperar que esto bastaría para transformar un impacto proyectado en una aproximación sin colisión, explicó el científico. ALGUNAS IDEAS Es posible imaginarse un aterrizaje en su superficie y el lanzamiento de un cohete. Algunas personas ya han hablado de utilizar una catapulta electromagnética para romper trozos de roca y lanzarlos al espacio. Incluso la utilización de una vela solar podría ser una posibilidad, señaló Bailey. Esta tecnología se basa en el uso de velas ultraligeras que se asemejan a un espejo y atrapan partículas de la luz solar. La pequeña, pero constante presión de la luz del sol se podría utilizar para impulsar al asteroide en otra dirección. EL ASTEROIDE QUE NADIE PREDIJO El 18 de Marzo aproximadamente a las 2 de la madrugada pasó solamente a 42.500 Km. de la tierra un pequeño asteroide de un diámetro cercano a los 30 metros. Esta distancia corresponde a casi un noveno de la distancia a la luna, y a unos mil Km, más allá de las órbitas de los satélites de comunicación actualmente en uso. A manera de tranquilidad se sabe que la órbita de este asteroide en su perihelio (distancia más cercana al sol) esta dentro de la órbita de venus y en su afelio (distancia más alejada del sol) esta más afuera de la órbita de la tierra. Gira en torno al sol cada nueve meses