SINOPSIS DE LOS TRATADOS

SINOPSIS DE LOS TRATADOS
Tratado primero:
Lazarillo es hijo de un moro que trabajaba en un molino y a quien descubrieron robando
harina de los sacos de los clientes ("achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en
los costales de los que allí a moler venían") y fue preso y luego murió. Su madre llevó a
Lazarillo con ocho años a vivir en la ciudad donde ella se amancebó con un africano,
llamado "moreno" en el texto. Este cuidaba animales, y para mantener a su familia, que
además de Lazarillo incluía un hijo natural que había tenido con ella, se dio a robar, por
lo cual fueron los dos castigados severamente. La madre se fue a trabajar en un mesón,
donde vino a parar un ciego que le pidió que le diera a Lazarillo como ayudante. Así fue
como Lazarillo empezó a servir y llevar una vida picaresca.
El ciego es sumamente cruel con Lázaro, a pesar de enseñarle muchas cosas que
encontraría útil en años venideros. De las muchas faltas del ciego, la avaricia y
mezquindad eran las peores. Por ejemplo, guardaba su pan bajo candado en un fardel, y
Lazarillo fue inventando modos de sacarle comida y bebida al ciego, quien al fin se dio
cuenta de las trampas de Lazarillo y lo castigó severamente. Lazarillo, para castigar al
ciego lo llevaba por los peores caminos, y al fin, después de hacerle una mala jugada-aunque bien merecida--lo abandonó.
Tratado segundo: Lázaro pasa a servir a un cura que resulta ser más cruel y avaro que el
ciego. El cura prácticamente mata a Lazarillo de hambre. Su avaricia llega a tal extremo
que guarda su pan en un arca con candado. Un día un calderero le hace una llave a
Lazarillo para abrir el arca, y Lázaro empieza a robar pan. El cura, creyendo que es un
ratón y luego una culebra, fortifica el arca. Su objeto en cazar el animal que le come el
pan se convierte en una pasión que raya en la demencia.
Una noche el cura oye un silbido, y es la llave la cual Lázaro esconde en su boca cuando
duerme y que, con sus ronquido, hace un ruido. El cura, al descubrir el truco de Lazarillo,
le da tantos golpes en la cabeza, que el niño tarda dos semanas en recuperarse. Cuando
está mejor, el cura despide a Lazarillo.
Tratado tercero:
Lazarillo pasa a servir a un escudero que por su buen vestir y apariencia le da a entender
que ha tenido buena suerte. Pero el escudero, aunque bueno con Lazarillo, no tiene
ningún dinero y pasa hambre. Ahora, Lazarillo tiene que salir a pedir comida y luego, de
su propia voluntad, la comparte con su amo. El escudero le cuenta que salió de su tierra
por una disputa que tuvo con un caballero que no se quitaba su bonete al saludarlo.
Un día vienen a cobrar el alquiler, y el escudero sale para conseguir el dinero, pero nunca
vuelve. Toman a Lazarillo preso por las faltas de su amo, pero luego le dan la libertad.
Tratado cuarto:
Ahora Lazarillo pasa a servir a un fraile de la Merced, quien parece ser poco religioso, y
a quién le gusta la vida andariega. Este le da a Lazarillo su primer par de zapatos, pero sin
decirnos por qué, rápidamente abandonó a este amo.
Tratado quinto:
El quinto amo de Lázaro fue un bulero. Estos religiosos iban de pueblo en pueblo
vendiendo bulas, que eran documentos religiosos que podían servir para probar la
sinceridad de la fe de una persona. En este tratado, el bulero, al ver que los del pueblo no
le estaban comprando las bulas, monta una escena dramática de mucho engaño para
convencer a los parroquianos que las burlas son auténticas para que las compren.
Mientras el bulero da un sermón en la iglesia, su asistente entra diciendo que lo que dice
es pura mentira. El bulero ruega a Dios que castigue al aguacil si lo que dice es falso, y el
aguacil finge un ataque, con el cual convence a los parroquianos que las bulas son
auténticas.
Tratado sexto:
Después de asistir a un pintor, Lazarillo consiguió un puesto de vender agua por la
ciudad. Le daba todo lo que ganaba al capellán, quien lleva este negocio, pero se podía
quedar con lo que ganaba los sábados. Después de cuatro años de ahorros, Lazarillo se
pudo comprar ropa decente, aunque muy de segunda mano.
Tratado séptimo:
Después de trabajar de asistente a un alguacil, dejó el puesto por ser demasiado peligroso.
Fue entonces que consiguió otro puesto como pregonero, que eran personas que iban por
la ciudad pregonando noticias y hasta los precios de los vinos.
Luego, un arzobispo lo casó con una criada suya e hizo que alquilara una casita junto a la
suya. La gente empezó a hablar de que la mujer de Lazarillo era la amante del arzobispo
y que le había parido tres hijos, pero el arzobispo le asegura a Lazarillo que todo es
mentira.
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