Entrevista Gerardo González, ex empleado Economax: prácticas antisindicales en supermercados economax: ¡¡cómo yo lo quiero!! www.observatoriolaboralcut.cl / 6-7-2006 Al ingresar a la página web de Supermercados Economax (www.economax.cl), nos encontramos con que para promocionar su imagen corporativa, la empresa utiliza la frase, “¡¡Cómo yo lo quiero!!”, en alusión a las bondades que un cliente puede encontrar en sus locales. Sin embargo, esta frase no sólo es aplicada por la empresa como una estrategia de marketing, sino que también la hace efectiva en la relación laboral con sus más de 1.500 trabajadores y trabajadoras, ya que desde hace algún tiempo, Economax está haciendo literalmente: ¡lo que quiere!. Primero, a través de la prensa escrita nos enteramos de que desde hace algún tiempo la empresa realiza inventarios de noche, dejando encerrados a sus trabajadores. En tanto, hoy se despidió a un trabajador cinco días antes de que salga electo secretario del sindicato. Para hacer pública esta situación, el Observatorio Laboral conversó con Gerardo González, trabajador despedido recientemente por Supermercados Economax. Economax es una empresa que lleva en el mercado 23 años. Sus supermercados están ubicados principalmente en las periferias de la Región Metropolitana y aún no se ha expandido a provincias. El dueño es Carlos Montrone Plá, quien además tiene vínculos familiares con los dueños de Supermercados Unimarc. Montrone inició su actividad en 1973 con un supermercado muy pequeño llamado El Molino, el cual pronto empezó a crecer y hoy ya son 13 locales, contando la central, lugar donde llegan los productos que serán transportados a cada local. Observatorio Laboral: ¿Hace cuánto tiempo que trabajas en Economax? Gerardo González: Desde hace un año dos meses y postulé a ser dirigente sindical hace aproximadamente un mes, donde salí electo como secretario del único sindicato que existe en la empresa, el que está afiliado a la Federación Nacional de Trabajadores de Supermercados de Chile, FENATRASUP. Llegué a la empresa el 20 de mayo de 2005, específicamente a la recepción de vegetales. En esta labor tenía amplia experiencia, ya que había trabajado siete años en otros supermercados cumpliendo la misma función. Pasado un año, me dieron ganas de ser postulante a dirigente sindical y por ello me inscribí en la Escuela Sindical de la Universidad de Chile en la Facultad de Derecho, en la cual todavía estoy participando. El 13 de junio se presentaron las postulaciones a la Inspección del Trabajo y se notificó que habría votaciones para elegir la directiva sindical el 21 del mismo mes, a la cual yo postulé sin ningún problema. Sin embargo, cinco días antes de las votaciones me sacaron de la empresa, despidiéndome bajo la causal de “necesidades de la empresa”, aludiendo al Artículo Nº 161 del Código del Trabajo. Pero lo que pasó fue que se filtró de que estaba postulando a ser dirigente y ellos optaron por despedirme. O.L: ¿Estaríamos enfrente de una práctica antisindical? G.G: En mi opinión sí corresponde a una práctica antisindical, ya que otros compañeros que también estaban postulando a ser dirigentes, fueron despedidos antes, hace más de dos meses, obviamente con causales diferentes a las de necesidades de la empresa, que es lo más utilizado para despedir a la gente. O.L: ¿Ésta es una situación reiterada en Economax? G.G: Sí, la empresa ya tiene dos prácticas antisindicales. Además a los socios muchas veces se les presiona para que dejen de pertenecer al sindicato, y a las personas que son contratadas se les recomienda no incorporarse a éste. Existe una presión, una intimidación hacia el trabajador O.L: ¿Cuántos trabajadores y trabajadoras hay en Economax? G.G: Aproximadamente 1.500 trabajadores, de los cuales un 11% está sindicalizado. Ha costado bastante que el sindicato crezca, porque la empresa le ha puesto miles de obstáculos; dirigentas anteriores y actuales han sufrido muchas prácticas antisindicales: no las dejan trabajar tranquilas, las sacan de los locales, les sacan los diarios murales que contienen información sindical y siempre están colocando obstáculos al sindicato. Creo que ellos quieren eliminarlo. O.L: ¿Cómo son las condiciones laborales en Supermercados Economax? G.G: La empresa no acata las normas que contiene el Reglamento Interno que son las que debieran beneficiar al trabajador. Un ejemplo, es el cambio de uniforme que hubo, donde se entregaron a los trabajadores camisas muy delgadas que no cumplen la función de abrigar cuando se trabaja en las cámaras de frío, como lo estipula el Código del Trabajo y el reglamento interno de la empresa, donde dice que el empresario tiene que preocuparse del bienestar y salud del trabajador. O.L: ¿Qué sucede con las remuneraciones? G.G: Son bajas. Yo trabajé en los supermercados ex-Montecarlo, en donde obtenía más beneficios, me pagaban más, tenía bonos de vacaciones, mejor gratificación, incentivos, lo cual acá no pasa. Además, en ciertas secciones no se respeta la jornada de trabajo, por ejemplo, en algunos locales, las cajeras se retiran media o una hora más tarde y nadie se hace cargo de ese sobretiempo de trabajo. En Economax, el promedio de salarios es de $150.000 y estamos hablando de personas que llevan 7, 8 o 10 años en la empresa y que están ganando $180 mil; ellos son padres, madres, con hijos, que trabajan 45 horas a la semana. O.L: ¿Existen trabajadores y trabajadoras subcontratados en Economax? G.G: Existe simulación de contrato. Hay una empresa que se llama Servimark, que provee con guardias, personal de aseo y reponedores, cuyo dueño es el mismo de Economax. Incluso funciona en el mismo lugar físico, bajo las mismas reglas y ocupando el mismo casino, uniforme y todo igual que los trabajadores de planta de Economax. No hay ninguna diferencia, la única diferencia es el nombre. Próximos pasos a seguir O.L: ¿Cuáles serán tus pasos a seguir, dado que Economax te ha despedido? G.G: En estos momentos, coloqué en la Inspección del Trabajo una demanda por práctica antisindical, porque la empresa no me reconoce como dirigente. Sin embargo, la Dirección del Trabajo si me reconoce, ya que está todo certificado y dentro de lo legal. Además, voy a poner otra demanda, ya que no estoy de acuerdo con mi despido, es un despido injustificado. Dudo que haya necesidades de la empresa, porque no han bajado las ventas. Estoy seguro que en 1 o 2 meses más va a llegar otro trabajador en mi lugar, por lo que no se entiende cuál es la necesidad de la empresa. De hecho, hay planes de construir dos supermercados más en la zona norte; la empresa sigue creciendo. Por último, también me acercaré a la Organización Internacional del Trabajo OIT, donde tengo una reunión este lunes. O.L: ¿Qué resultados esperas de estas gestiones? G.G: Mi objetivo es que me reintegren al trabajo, que me den las facilidades para funcionar como dirigente sindical y así poder ayudar a los compañeros trabajadores a defender sus derechos, porque me he dado cuenta que hoy en día, los empresarios, los empleadores, están pasando a llevar demasiado a los trabajadores, están pasando a llevar la justicia, a los sindicatos y nadie dice nada, nadie dice: ¡Pare!. Con la flexibilidad laboral al interior de un supermercado, un trabajador puede ser contratado como reponedor o cajero, o sea, tiene varias funciones dentro del local. Con esto no estoy de acuerdo, ya que si yo soy reponedor de vegetales, no tengo porqué ir a hacer labores de caja, a pesar de que está escriturado en el contrato. Además, existe mucha presión entre los trabajadores y trabajadoras que laboran en los supermercados. Los trabajos son muy precarios. La situación en los supermercados está muy complicada. Tenemos que hacer algo para que esto salga a la luz pública o cambie de una vez por todas. Tenemos intención, de aquí a 3 o 4 meses más, de hacer una marcha nacional de los trabajadores y trabajadoras de supermercados. Es una idea que hay que trabajar en conjunto con la CUT.