A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 27 de abril de 2011, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo de 2078, conformidad que deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Genoud, de Lázzari, Pettigiani, Suprema Soria, Corte pronunciar se de reúnen Justicia los sentencia en señores acuerdo definitiva en la jueces de ordinario causa C. la para 96.086, "Asociación Mutual Supervisores Ferroviarios. Homologación acuerdo preventivo extrajudicial". A N T E C E D E N T E S La Sala II de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de San Martín declaró nulo lo actuado en autos a partir de fs. 12.523, disponiendo el promovido en efectos. Impuso rechazo, autos y las el sin más cese costas trámite, de a sus la del proceso correspondientes Asociación Mutual Supervisores Ferroviarios. Se interpuso, por la asociación deudora, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: 1. La Cámara dispuso el rechazo, sin más trámite, del proceso promovido en autos y el cese de sus correspondientes efectos. Lo hizo fundado en que: a) Lo que se pone en tela de juicio en el recurso del acreedor apelante es, sin más, la posibilidad de dar inicial curso al trámite de este proceso, por no hallarse reunidos los recaudos para su apertura (fs. 13.454); b) la singular estructura del presente proceso homologatorio y los [señalados] efectos expansivos que le atribuye la ley, tanto en lo que respecta a la suspensión de las acciones o de los actos ejecutorios sobre el patrimonio proyección del del quirografarios deudor, acuerdo no como en lo homologado adherentes, hace que atañe sobre que deba a la acreedores apreciarse estrictamente la satisfacción de los recaudos que habilitan a la presentación (fs. 13.456); c) en el caso no está cumplido, en debida forma el requisito del art. 72 inc. 2 de la ley 24.522 (fs. 13.457 vta.); d) la correcta realización de la labor certificatoria profesional se torna elemento vital, pues sólo así sería posible insuflar verosimilitud al detalle aportado por el deudor (fs. 13.458); e) esa labor profesional deviene insuficiente a los efectos estatuidos por el art. 72 inc. 2, dado que para reunir una mínima relevancia a los efectos probatorios, ella debió realizarse sobre los asientos de libros de la asociación, con los cuales debió cotejarse la documentación suministrada fundamentalmente, vertida, a la dictaminarse por la luz de la sobre la eventual deudora información en y, ellos inexistencia de otros acreedores ajenos a los enunciados en los listados (fs. 13.459); f) la certificación no está basada en la contabilidad asentada en los libros de la obligada (fs. 13.459 vta.); g) fuera de lo que concierne estrictamente al plano de arguciones recursivas, se desprende del análisis precedente un factor de singular relevancia, que fluye de aspectos fácticos ya referidos, cuya consideración no puede soslayarse, aún a falta de planteo puntual, pues se vincula con la improponibilidad objetiva del presente proceso homologatorio, basado en razones de orden público (fs. 13.460 vta.); h) según expresara la misma deudora, sus abultados pasivos provienen de la captación de depósitos de sus asociados, que canalizara hacia asistencias financieras también a favor de asociados ... La propia deudora puso de relieve la aplicar, a resolución las reprogramación de la asociaciones de depósitos autoridad mutuales, que rigen de las contralor normas respecto de sobre de las entidades financieras autorizadas, por lo que considera que ellas rigen en la especie (fs. 13.460 vta./13.461); i) en el contexto de las asociaciones mutuales, el decreto 1367/1993 atribuye al Banco Central, en el marco de sus atribuciones derivadas de la ley de entidades financieras y de su carta orgánica, competencia para fiscalizarlas en lo concerniente a la actividad que comprende al ahorro de sus asociados y la utilización de esos fondos para prestaciones mutuales (fs. 13.461 vta.); j) al margen de la regularidad o no de la actividad normativa desarrollada específica por que la la deudora, rige, lo conforme cierto es que la la sujeción al régimen de contralor genérico de la autoridad de aplicación prohibición de de la ley solicitar 21.526 la torna formación operativa de la concurso preventivo que establece su art. 50. Transitivamente, se ve impedido de requerir la homologación del acuerdo preventivo extrajudicial, dado que solo cabe considerar legitimados para impelerlo a aquellos sujetos habilitados para requerir su concurso preventivo, careciendo las entidades financieras de esa aptitud (fs. 13.461 vta.); k) la inclusión genérica de las asociaciones mutuales en el plexo legal concursal, por disposición de la ley 25.374 que reformara el art. 37 de la ley 20.321, con posibilidad de acceder a los institutos que él regula, no permite desvirtuar el factor de exclusión específico que se configura en la especie, por estar alcanzada su actividad por la ley 21.526 (fs. 13.462); l) a la faz cualitativa conformada por la actividad de intermediación financiera que esencialmente despliega la deudora, se suma la cuantitativa derivada del ingente giro operacional, llevado a cabo a través de múltiples delegaciones diseminadas en distintos puntos del territorio del país (fs. 13.462 vta.); ll) recuerda que la magnitud del giro es una pauta que toma en cuenta el art. 3° de la ley 21.526 para hacer extensiva su aplicación a entidades no comprendidas expresamente en monetaria crediticia y ella, por que el él compromiso puede de la aparejar política (fs. 1462 vta.); m) todas esas circunstancias revelan el marcado interés público que reviste la cuestión, como así también la objetiva improponibilidad de la pretensión que la asociación deudora ha encarrilado a través de este proceso (fs. 13.463). 2. asociación Contra mutual dicho deudora pronunciamiento recurso dedujo extraordinario la de inaplicabilidad de ley, en el que denuncia la infracción de las disposiciones de la ley 21.526 y de los arts. 69 a 76 de la ley 24.522. Alega a modo de fundamentos suficientes que: a) Por extensión de una arbitraria analogía aplica a la asociación mutual la Ley de Entidades Financieras 21.526, que en el conjunto de su articulado jamás se encuentran elementos que puedan siquiera establecer algún vínculo con ella (fs. 13.474 vta.); b) se agravia cuando de los 3621 asociados y acreedores, sólo 37 impugnaron el acuerdo preventivo extrajudicial, alegando que lleva un año y medio cumpliendo con los acuerdos logrados. Dice que se coloca a la entidad mutual bajo un régimen legal previsto para las entidades financieras que le resulta totalmente extraño, por el solo hecho del volumen de cuentas con estímulos que llevaba (fs. 13.474 vta.); c) dice que se la agravia al desconocerse que los servicios fines a sus que tal mutual asociados, tales persigue como (los farmacia precisa: mutual, turismo, servicios médicos, proveeduría, ayuda económica) son distintos a los que sigue una entidad financiera (fs. 13.474 vta.); d) se le aplica la normativa propia de los procesos concursales cuando en realidad lo que existe es un acuerdo preventivo extrajudicial, instituto distinto que la ley regula específicamente, y al cual no se le pueden "cargar" los mismos recaudos o presupuestos que al proceso concursal propiamente dicho (fs. 13.476); e) la oposición formulada por el acreedor se produce una vez vencido el plazo legal (fs. 13.476); f) los órganos de control de las mutuales son la A.F.I.P. y el Instituto Nacional de Ayuda y Economía Social, órganos estos que jamás observaron y/o cuestionaron la constitución, fines y/o actividades que desarrolla, de manera tal de considerarla una entidad financiera (fs. 13.477 vta.). 3. Como vimos, la Cámara comenzó su discurrir afirmando que lo que se denuncia en los recursos planteados es la ausencia de los recaudos que exige la ley para poder acuerdo imprimir preventivo curso al trámite extrajudicial (art. homologatorio 72, ley del 24.522). Agregó que la controversia versa sobre la viabilidad del proceso desde su mismo origen, a la luz de los elementos adosados a la presentación, y no ya sobre la aptitud de acoger la pretensión del deudor, una vez sustanciada ésta. Desde esta postura inicial, luego de señalar los efectos expansivos que la ley le atribuye al proceso homologatorio, tanto en lo que respecta a la suspensión de las acciones o de los actos ejecutorios sobre el patrimonio del deudor, acuerdo como en homologado lo que sobre atañe a acreedores la proyección del quirografarios no adherentes, concluyó que los recaudos exigidos por el art. 72 en su inc. 2° no estaban cumplidos. Sin embargo, como ya se dijera, el a quo aclaró que: "... fuera de lo que concierne estrictamente al plano de las arguciones recursivas, se desprende del análisis precedente un factor de singular relevancia, que fluye de aspectos fácticos ya referidos, cuya consideración no puede soslayarse, aún a falta de planteo puntual, pues se vincula con la improponibilidad objetiva del presente proceso homologatorio, basado en razones de orden público" (v. fs. 13.460 vta.). A la luz de estas consideraciones el tribunal fundamentó minuciosamente y en forma oficiosa (por constituir -alega- una cuestión de orden público) las razones por las que consideraba que la actividad de la mutual deudora estaba alcanzada por la ley 21.526 y sujeta a las potestades que ese ordenamiento provee a su autoridad de aplicación; lo que la condujo finalmente a concluir en la objetiva improponibilidad de la presente pretensión. Concluye, en definitiva, en la ausencia del presupuesto subjetivo que viabilice lo pedido, pues -diceel giro o actividad desarrollada por la mutual adscribe a los lineamientos de la ley 21.526 de entidades financieras. De lo cual se queja precisamente la recurrente. 4. Entiendo que asiste razón a la quejosa. Para dilucidar la cuestión, varias notas han de tenerse en cuenta: En primer lugar debe tenerse presente que la ley 20.321 en su art. 2° dispone que son asociaciones mutuales las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y espiritual mediante una contribución periódica. A su vez el art. 4° de la ley enumera, en forma no exhaustiva, las denominadas prestaciones mutuales, definiéndolas como aquéllas que tienen por objeto la satisfacción de necesidades de los socios ya sea mediante asistencia médica, farmacéutica, otorgamiento de subsidios, préstamos, seguros, construcción y compraventa de viviendas, promoción prestación cualquier cultural, de otra educativa, servicios que tenga material y espiritual. deportiva fúnebres, por fin como y turística, así alcanzarles también bienestar En segundo lugar, debemos tener presente que estamos en autos (así se presenta) frente a un A.P.E., instituto concursal que consiste en un acuerdo celebrado por un deudor en estado de cesación de pagos o con dificultades económicas o financieras, con parte de sus acreedores, homologado judicialmente con las mayorías requeridas, y oponible (una vez homologado) a todos los acreedores anteriores a la presentación (Graziabile, Darío J., “Sobre los conflictos teóricos del A.P.E. Naturaleza jurídica y presupuestos”, "La Ley", 2006-E, 1253). Son sus presupuestos: el objetivo, el estado de cesación financieras de de pagos carácter o dificultades general del económicas deudor (art. o 69, L.C.Q.); el subjetivo, y en lo que nos interesa, comprende a las mutuales (art. 37, ley 20.321, ref. por el art. 1° ap. "d" de la ley 25.374 del 28-XII-2000, publicada el 2-I2001). A su vez, el art. 36 de la ley 20.321 dispone que la liquidación judicial o extrajudicial de las asociaciones Nacional de Asociativismo mutuales, Acción y estará Mutual Economía a (hoy, cargo del Instituto Social Instituto Nacional –I.N.A.E.S.-, de dec. 721/2000). Las notas antedichas permitirían encausar el pedimento de la deudora dentro de las previsiones que, a tales fines, establecen las leyes 20.321 y 25.374. Sin embargo el (rectius, subjetiva) a quo, define la objetiva improponibilidad de dar curso favorable a lo pedido fundado en que el decreto 1367/1993 asigna al Banco Central, en el marco de sus atribuciones derivadas de la Ley de Entidades Financieras y de su carta orgánica, competencia para fiscalizar las asociaciones mutuales en lo concerniente a la actividad que comprende al ahorro de sus asociados y la utilización de esos fondos para prestaciones mutuales; lo que deriva en la prohibición de solicitar la formación de concurso preventivo que establece su art. 50. Transitivamente, dice, se ve impedida la deudora preventivo cuantitativa de requerir la extrajudicial; derivada a del homologación esos datos ingente del suma giro acuerdo la nota operacional, advirtiendo a su vez que la magnitud del giro es una pauta que toma en cuenta el art. 3 de la ley 21.526. Todo lo cual, reitero, lo lleva a definir la improponibilidad del pedimento, rechazando sin más el proceso promovido en autos. Considero que asiste razón a la recurrente en cuanto denuncia que existe una irrazonable (dice “arbitraria”) aplicación analógica de la ley de entidades financieras 21.526 a lo actuado por ella, fundado tan sólo en la letra del decreto 1367/1993 y el volumen de cuentas con estímulos que la deudora llevaba, desconociéndose -por un lado- los fines específicos que tal mutual persigue (fs. 11.548) y soslayando (dato principal) que es el Instituto Nacional de contralor Ayuda para y Economía fiscalizar la Social el organismo constitución, de fines y/o actividades que aquélla desarrolla (art. 35 bis, ap. 2 de la ley 25.374). Y digo que no es razonada la aplicación de la ley 21.526 al caso de autos pues (más allá de los cuestionamientos que pudiera recibir el decreto 1367/1993, reglamentario de la actividad financiera de las asociaciones mutuales, en virtud del cual se le atribuyó competencia al Banco Central para fiscalizar las entidades mutuales y por el cual se transforma el régimen de ayuda económica en contraposición con lo resuelto por la autoridad de control de las mutuales), las comunicaciones A 2257, A 2387 y A 2805 dictadas por el Banco Central, en cuya virtud el servicio de ayuda económica que prestan las entidades mutuales puede constituirse en intermediación financiera, destacan que ello es así salvo que se dé una serie de actividad requisitos, principal a de saber: la a) que asociación, no para constituya lo cual la los recursos afectados a ese fin no deben exceder el treinta por ciento del total; b) que los beneficiarios sean únicamente los asociados con antigüedad mayor a un año y otras mutuales, salvo que se trate de socios activos o adherentes en relación de parentesco en primer grado o sus sucesores; c) que los demandarse de los socios tipifica; activos d) que ingrese contribución establecen un una fondos regular tope por y a pueden activos, porción aportes sólo concepto tasa a de o caracterización sustancial adecuada la cuya recibirse de de los cuota sus socios social ingresos; interés. o e) Finalmente, disponen la aplicación de los arts. 1, 3 y 38 de la Ley de Entidades Financieras y las sanciones por incumplimiento del art. 41, a las entidades mutuales que no observen esas restricciones (dec. 1367/1993, comunicaciones A 2257, A 2387 y A 2805; C.S.J.N. in re "Federación de Entidades Mutualistas Brigadier Estanislao López y otra c. B.C.R.A.", Fallos 324:3213). Sin embargo, la aplicación automática por parte del a quo de las previsiones del citado decreto, para concluir en la definición de lo actuado en base al sometimiento a la Ley de Entidades Financieras (ley 21.526, ref. por la ley 25.780) evidencia que lo decidido lo fue con una plena desconsideración a la existencia o no de los requisitos que el citado decreto impone verificar para, en su caso, exceptuar a la asociación de la aplicación de sus normas. Debió también tenerse en cuenta que las disposiciones de la Ley de Entidades Financieras podrán aplicarse a personas y entidades públicas y privadas no comprendidas expresamente en ellas, cuando a juicio del Banco Central lo aconsejen el volumen de sus operaciones y razones de política monetaria y crediticia (art. 3, ley 21.526, t.o. quedando dec. 13/1995; limitada la el resaltado intervención de me pertenece); cualquier otra autoridad a los aspectos que no tengan relación con las disposiciones de la ley (art. 5). Por otra parte, las propias previsiones de la Carta Orgánica del Banco Central, obstan proceder del modo resuelto. Así, el art. 46 inc. a de la ley 24.144 dispone que le corresponde al Superintendente de Entidades Financieras y Cambiarias calificar a las entidades financieras a los fines de la Ley de Entidades Financieras; como también privativa en le corresponde la materia) (determina declarar la la incumbencia extensión en la aplicación de la Ley de Entidades Financieras a personas no comprendidas en ella, cuando así lo aconsejen el volumen de sus operaciones y razones de política monetaria, cambiaria o crediticia, previa consulta con el presidente del Banco. Visto lo cual se advierte, de un lado, que no sólo el volumen de operaciones será dato a considerar para aplicar Financieras: las previsiones razones de de política la Ley monetaria, de Entidades cambiaria o crediticia justificarán la adopción de tal decisión; por el otro, la falta de de las competente actuación por privativas parte de facultades la autoridad que le son reconocidas impide resolver la cuestión del modo definido. Motivos todos que me persuaden de la razón que asiste al recurrente. Por todo lo expuesto considero que debe prosperar el recurso traído, revocándose la sentencia del a quo que dispuso el rechazo, sin más trámite, del proceso promovido Cámara, en autos, devolviéndose con nueva integración, la causa resuelva para que el la recurso interpuesto contra el auto de fs. 13.023 (hoy fs. 12.967) el cual, declarado abstracto por el a quo, cobra plena operatividad por lo aquí fallado. Y se defina, en su tiempo, el pedido del acreedor obrante a fs. 13.386. En virtud de que la sentencia que propongo revocar fue fundada en un argumento que trae de modo oficioso el a quo, las costas han de ser impuestas por su orden (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores de Lázzari, Pettigiani y Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Genoud, votaron también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso traído, se revoca la sentencia impugnada devolviéndose la causa para que la Cámara, con nueva integración, resuelva el recurso interpuesto contra el auto de fs. 13.023 (hoy fs. 12.967) el cual, declarado abstracto por el a quo, cobra plena operatividad por lo aquí fallado. Y se defina, en su tiempo, el pedido del acreedor obrante a fs. 13.386. Costas por su orden (art. 68, 2da. parte y 289, C.P.C.C.). Los depósitos previos efectuados restituirán al interesado (art. 293, C.P.C.C.). Notifíquese. EDUARDO JULIO PETTIGIANI EDUARDO NESTOR DE LAZZARIDANIEL FERNANDO SORIA se LUIS ESTEBAN GENOUD CARLOS E. CAMPS Secretario