1. ANTECEDENTES 1.1 ANTECEDENTES GENERALES Desde los inicios de la historia de la anestesia la posibilidad de que un paciente anestesiado tuviera recuerdo intraoperatorio ha sido motivo de preocupación (1). Misma que es compartida por los pacientes, de tal forma que el 54% de las personas que van a ser intervenidas manifiestan temor a estar conscientes durante la cirugía (2). El día 25 de Octubre del 2005 La “American Society of Anesthesiologists” (ASA) aprueba el documento “Practice Advisory for Intraopertative Awareness and Brain Function Monitoring” al resaltar la importancia del despertar intraoperatorio y establecer las aplicaciones de los monitores cerebrales de medición de la profundidad anestésica en la práctica clínica diaria. La información procedente sobre todo de la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA), estima una incidencia global de despertar intraoperatorio superior a un 0,1%, representando el 1,9% de las causas de reclamaciones por mala práctica (3). MONITORIZACION DE LA PROFUNDIDAD ANESTÉSICA La definición de profundidad anestésica ha ido variando con el transcurso del tiempo y con la aparición de nuevas drogas. Pese a numerosos esfuerzos, en la actualidad sigue existiendo poca claridad en la definición de este concepto (4). Monitorizar la profundidad anestésica tiene como primer objetivo ajustar en tiempo real las cantidades de fármacos administrados al paciente a sus necesidades reales. Por un lado, el nivel de anestesia tiene que ser lo suficientemente profundo como para impedir la conciencia del paciente (5). La mayoría de los dispositivos diseñados para monitorear la actividad eléctrica del cerebro tienen el propósito de evaluar el efecto anestésico por medio del registro electroencefalográfico, funciona en base a la actividad registrada por electrodos colocados en la frente. Los sistemas pueden ser subdivididos en los que monitorean el proceso actividad electroencefalográfica espontánea y la actividad electromiográfica, y los que adquieren respuestas evocados a los estímulos auditivos (AEPs) (6). Las señales de EEG contienen información que permite identificar diferentes estados de conciencia (o hipnóticos), tanto en condiciones de sueño, como bajo el efecto de drogas anestésicas, en este último caso para la determinación de la profundidad anestésica o plano anestésico. Para ello se utilizan numerosos parámetros, la mayoría de ellos orientados al registro e interpretación de los cambios fisiológicos y farmacológicos del EEG (BetaRatio, SynchFastSlow, PowerFastSlow, Bicoherencia, Entropías, etc. (7). La teoría de la entropía fue definida por primera vez por Shannon y Weaver en 1949 y posteriormente aplicada a un poder de espectro de señal por Jhonson y Shore en 1984. En éste contexto, la entropía describe las características de irregularidad, complejidad, o impredicibilidad de una señal (8). La Entropía es un concepto que específica aleatoriedad y predictibilidad en los sistemas físicos y se usa para caracterizar comportamientos caóticos en series temporales (9). Como los sistemas neuronales tienen un comportamiento no lineal y las ondas del EEG se comportan como un modelo caótico (10) se pueden aplicar métodos matemáticos de la teoría de la dinámica no lineal para analizar las señales del EEG (11). La entropía de espectro, un método de análisis del EEG, basado en la cuantificación de caos en el EEG, se desarrolló para controlar la profundidad anestésica. Al igual que con el BIS, también se utiliza una escala de 0 a 100. Por otra parte, se separa en dos tipos de seguimiento, Entropía del estado, que incluye las señales con frecuencias: Respuestas hasta 32 Hz (cuantifica la actividad cortical cerebral - la hipnosis) y la Entropía de respuesta que incluye las señales con frecuencias hasta 47 Hz (evalúa la actividad electromiográfica de superficie componente subcortical) (12). Los tiempos de respuesta de éstos índices pueden variar entre los 2 y los 15 segundos dependiendo de la frecuencia de onda analizada (ondas de frecuencia alta demoran menos en ser analizadas). Los valores de la entropía de respuesta varían entre 0 y 100 y los de entropía de estado entre 0 y 91. Sí la actividad muscular es bloqueada ambas entropías se igualan. Los valores recomendados en anestesia son iguales a los del BIS. Fig. 1 (4). 43 11. CONCLUSIONES 1.- Al tiempo de la incisión se encontró diferencia en la profundidad anestésica en la comparación de Sevoflurano con Desflurano siendo estadísticamente a favor de Sevoflurano. 2.- A los 30 minutos de la cirugía se encontró diferencia en la profundidad anestésica en la comparación de Sevoflurano con Desflurano siendo estadísticamente a favor de Sevoflurano. 3.- A los 60 minutos de la cirugía no se encontró diferencia estadística al relacionar la profundidad anestésica con ambos halogenados. 4.- A la síntesis de la cirugía se encontró diferencia en la profundidad anestésica en la comparación de Sevoflurano con Desflurano siendo estadísticamente a favor de Sevoflurano. 5.- Por lo anterior se demostró que el Sevoflurano mostro mas estabililidad en cuanto a la profundidad anestésica, sin embargo, ambos halogenados son seguros en el mantenimiento de la anestesia durante estos procedimientos quirúrgicos.