negativa para dictar la excención de prisión por la gravedad del delito

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NEGATIVA PARA DICTAR LA EXCENCION DE PRISION
GRAVEDAD DEL DELITO
POR LA
EXENCION DE PRISION. Denegación. Gravedad del delito (evasión fiscal
agravada). Rebeldía declarada con posterioridad a que se dictara el
procesamiento y prisión preventiva. Circunstancias que impiden
conceder la exención de prisión. RECURSO EXTRAORDINARIO.
PROCEDENCIA. ARBITRARIEDAD. Omisión de pronunciamiento de
cuestiones oportunamente planteadas y pertinentes para resolver.
Derecho a permanecer en libertad mientras dure el proceso
S.C.M. 1207, L.XLIII - "Maihlos, Jorge Pablo s/recurso de casación e
inconstitucionalidad" – CSJN – 15/12/2009
S u p r e m a C o r t e Argentina :
I
La juez de primera instancia subrogante a cargo del Juzgado Nacional en lo
Penal Económico Nº 4, denegó la exención de prisión solicitada a favor de
Jorge Pablo Maihlos, en la causa que se le instruye junto a Horacio Carlos
Irigoyen por los delitos previstos en los artículos 1 y 2, inciso a)), de la ley
24.769. Sostuvo que al no resultar irrazonable, en principio, la calificación
provisoria de los hechos investigados, la escala penal de la segunda de esas
normas impedía la concesión del beneficio, toda vez que excede el máximo
admitido a tal efecto en el artículo 316, segundo párrafo, del Código Procesal
Penal y, a su vez, tampoco permitiría la aplicación de una condena de
ejecución condicional, supuesto en el que el legislador presume que el
imputado no () se someterá a la acción de la justicia por la gravedad de la
condena que se pronostica en función de los hechos que se le atribuyen (fs.
17/18).//Por su parte, la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal
Económico, al confirmar dicha resolución, advirtió sobre la voluntad del
imputado de no someterse a la acción de la justicia, con base en la rebeldía
declarada a su respecto (fs. 55/69, considerando 32º del voto de los doctores
Grabivker y Pizzatelli, y considerando 16º del voto del doctor Hornos).Ante el rechazo de los recursos de casación e inconstitucionalidad deducidos
por la asistencia técnica de Maihlos por las razones que lucen a fojas 125/127,
se articuló la pertinente queja (fs. 162/205), que si bien la Sala II de la Cámara
Nacional de Casación Penal declaró formalmente procedente (fs. 213), en
definitiva no hizo lugar a tales recursos en cuanto al fondo y confirmó la
resolución que homologó lo resuelto en primera instancia.Para arribar a ese temperamento, sus integrantes coincidieron en señalar que
no sólo el delito de evasión agravada reprochado impedía conceder la exención
de prisión de acuerdo con las hipótesis previstas en el artículo 316 del código
ritual, sino que también la rebeldía de Maihlos, declarada con posterioridad a
que se dictara su procesamiento y prisión preventiva, constituía un obstáculo
para hacer lugar a dicho beneficio, porque es uno de los peligros que esa
medida cautelar tiende a neutralizar, al procurar la presencia del imputado
durante el juicio. Agregaron que no era posible convalidar "... que la
comparecencia del encausado y su sujeción al proceso quede a su exclusivo
arbitrio, dejando en sus manos la decisión de estar o no a derecho..." (fs.
250/252).Por tal motivo concluyeron, con fundamento en el artículo 319 del código
adjetivo, que resultaba irrelevante cualquier consideración acerca de las
circunstancias personales del imputado invocadas por la defensa, así como
también se tornaba abstracto el análisis sobre la inconstitucionalidad de la
interpretación asignada en las instancias anteriores al mencionado artículo 316
del mismo cuerpo legal.Contra este pronunciamiento se interpuso recurso extraordinario, que fue
concedido a fojas 280.II
En su presentación de fojas 257/269, los letrados del prevenido sostienen que
lo resuelto por el a quo exhibe fundamentos aparentes y contradictorios, sin
tratar cuestiones oportunamente invocadas y esenciales para la correcta
solución del caso, todo ello, en detrimento de las garantías constitucionales del
debido proceso, defensa en juicio y del principio de inocencia.En este sentido, criticaron lo resuelto por la Cámara tanto al denegar el
beneficio impetrado como al confirmar el auto de procesamiento y prisión
preventiva, pues dogmáticamente se recurrió a una "fórmula vacía que no se
corresponde con el estado del proceso ni con la realidad de los hechos...", en la
medida que no se tuvo en cuenta que el imputado no se encontraba prófugo al
solicitar su exención de prisión. Ello implicó, a su juicio, un claro cercenamiento
a su derecho constitucional de permanecer en libertad con anterioridad al fallo
final de la causa, ocasionándole un perjuicio de imposible reparación ulterior al
exigírsele un encarcelamiento previo para impugnar la interpretación de las
normas que regulan esa situación procesal amparada constitucionalmente.Agregaron que el auto de mérito en el que se sustenta la denegatoria de la
exención de prisión, ha sido dictado sobre la base de una interpretación
arbitraria de las normas aplicables, a partir de una calificación jurídica que no
se corresponde con una adecuada y razonable valoración de las pruebas
reunidas. Afirmaron que también se sustentó en una norma federal -art. 2,
inciso a), de la ley 24.769- cuya constitucionalidad cuestionaron por violar el
principio de proporcionalidad.Destacaron también la contradicción en la que incurrió el a quo al habilitar, por
un lado, los recursos oportunamente deducidos contra ese auto de
procesamiento y prisión preventiva -aluden también a la queja por casación
denegada del coprocesado Irigoyen, cuya acumulación requirieron- con cita en
la jurisprudencia sentada por V.E. en Fallos: 314:85, y también por otros
tribunales, para luego evitar su trata miento por hallarse prófugo el imputado,
circunstancia que implicaba desnaturalizar la reglamentación legal del derecho
a permanecer en libertad durante la sustanciación del proceso, al obligarlo a
presentarse en detención para discutir la fundamentación de dicha medida
cautelar.III
El análisis de las diferentes constancias que la defensa invocó en su recurso
extraordinario y cuya remisión entendí indispensable solicitar (fs. 286), torna
necesario efectuar, previo a expedirme sobre los agravios expuetos, una
síntesis de los antecedentes del caso para su mejor comprensión.Ante todo, corresponde señalar que siendo sustancialmente análoga la
situación procesal como la discusión en torno a Horacio Carlos Irigoyen -causa
I. 163, XLIII, en vista también ante esta Procuración General- a la que se
origina en autos, considero conveniente su tratamiento conjunto.Como ya adelanté, una vez denegadas las exenciones de prisión de los
imputados (ver también fojas 35/36 de la causa ut supra citada), se dictó su
procesamiento y prisión preventiva al considerarlos, en su carácter de
secretario del directorio y presidente de la firma "Garantía Cía. Argentina de
Seguros S.A.", respectivamente, coautores de los delitos que se les endilgan.
Al declararse posteriormente su rebeldía, se dispuso tener presente los
recursos de apelación y nulidad articulados contra dicho pronunciamiento, lo
que motivó que la defensa dedujera sendas quejas (fs. 2/6, 7/10, 12/15 y 20 del
expte.Nº 55.537 y fs. 2/6, 7/10, 12/15 y 23 de la causa Nº 7432, que corren por
cuerda separada).Ante su rechazo por la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Penal Económico, se interpusieron recursos de casación con sustento, en
sustancia, en un argumento que mantienen sus letrados en esta instancia
federal, es decir, en la grave contradicción que significó confirmar por ese
mismo tribunal la denegatoria de las exenciones de prisión en razón de la
calificación legal de los hechos, e impedir precisamente determinar si dicha
resolución de mérito que la defensa considera arbitraria, se encuentra ajustada
a derecho y a las constancias de la causa (fs. 25/37 de la causa Nº 7433 y fs.
25, 30/41 de la causa Nº 7432). Cabe recordar que con una antelación de poco
más de un mes, contra la confirmación del rechazo de las exenciones de
prisión también se dedujeron por iguales motivos recursos de casación e
inconstitucionalidad, tal como lo expuse en el apartado I del presente,
cuestionándose además la interpretación otorgada a los artículos 316, párrafo
segundo y 317, inciso 1º, del Código Procesal Penal, así como también la
omisión de analizar las circunstancias personales de los imputados (ver
también fs. 75/120 y fs. 66/80, 86/132 de la causa I. 163, XLIII).Por su parte, el a quo hizo lugar a las quejas deducidas con motivo del rechazo
de los recursos mencionados en el párrafo que antecede contra ambas
resoluciones (ver también fs. 1, 3/21 de la causa Nº 7433;; fs. 46, 67/86 de la
causa Nº 7432; y fs.138/140, 177/221 de la causa I. 163, XLIII), cuyos
fundamentos, al igual que el temperamento que consecuentemente adoptó
para impedir la revisión del auto de procesamiento y prisión preventiva,
merecen destacarse, ante la particular relevancia y vinculación que guardan
con los agravios invocados en esta instancia excepcional. En efecto, acerca de
los recursos de hecho relacionados con el rechazo de las exenciones de
prisión, la Cámara sustentó su procedencia en la naturaleza de los agravios y
en su adecuada fundamentación (fs. 213 ya citada y fs. 230 de la causa I. 163,
XLIII). Con motivo del posterior rechazo de los recursos de casación e
inconstitucionalidad, se articularon los recursos extraordinarios respecto de los
cuales se me corre vista.Iguales razones argumentó el mismo tribunal acerca de las quejas por casación
denegada deducidas en el trámite recursivo del procesamiento y prisión
preventiva de Maihlos e Irigoyen. Pero, además, agregó que cabía hacer lugar
a tal reclamo por el perjuicio irreparable que podrían causar dichas
resoluciones al restringir su libertad con anterioridad al fallo final, y por
encontrarse también en discusión ante la misma Sala la procedencia de las
exenciones de prisión de los nombrados (fs. 44 de la causa Nº 7433 y fs. 111
de la causa N??7432, respectivamente). Sin embargo, finalmente el a quo
decidió también rechazar los recursos de casación y, de esa forma, privó a la
defensa de la revisión del auto de procesamiento, pues si bien reconoció a los
imputados su derecho de recurrir la exención de prisión a pesar de encontrarse
rebeldes, concluyó que al confirmarse ese mismo día su rechazo conservaban
su condición de prófugos, situación que impedía considerar la viabilidad de los
agravios invocados respecto de aquél auto de mérito (fs. 71 y fs. 138/139,
ídem).IV
La Corte ha resuelto reiteradamente que las decisiones como las impugnadas,
que deniegan la excarcelación ó exención de prisión, en tanto restringen la
libertad del imputado con anterioridad al fallo final de la causa, se equiparan a
una sentencia definitiva en los términos del artículo 14 de la ley 48, ya que
pueden ocasionar un perjuicio de imposible reparación ulterior al afectar un
derecho que requiere tutela inmediata (Fallos: 307:359 y 1132; 308:1631;
310:2245;
311:358;
316:1934;
317:1838,
entre
otros).Sin embargo, también ha establecido que ese sólo aspecto no resulta suficiente
para habilitar la instancia extraordinaria, pues para ello se requiere además que
se halle involucrada una cuestión federal o que el agravio se funde en la
arbitrariedad (Fallos: 306:262; 314:451), o en los graves defectos del
pronunciamiento (Fallos: 314:791, y sus citas; 321:1328; 322:1605), tal como a
mí modo de ver sucede en el sub júdice.Pienso que ello es así, pues los recurrentes no se limitaron a tachar como
contrarios a la Constitución Nacional y a las normas internacionales que
invocaron, la interpretación y aplicación realizada en las diferentes instancias
de las normas procesales que regulan la excarcelación, sino que también
intentaron demostrar la arbitrariedad de la calificación provisoria de los hechos
que se le reprochan a los imputados y la inconstitucionalidad de una de esas
normas, sobre cuya base se analizó la posibilidad de otorgar las exenciones de
prisión solicitadas en su beneficio.-
La necesidad de resolver conjuntamente tales agravios no sólo fue reclamada
por la defensa, sino que también lo reconoció el a quo al sostener su
vinculación en torno a la restricción de libertad de los encausados, tal como
surge de la reseña de los antecedentes efectuada en al apartado III del
presente.Sin embargo, lejos de darle adecuado tratamiento a dichas cuestiones, la
Cámara fundó su decisión en su rebeldía -condición adquirida luego de dictarse
sus procesamientos y prisión preventiva, encontrándose aún en trámite de
revisión la denegatoria de las exenciones de prisión- con sustento en lo
dispuesto en el artículo 319 del código ritual, lo que implicó desconocer el
criterio establecido por V.E. para situaciones excepcionales como las que se
presentan en el sub júdice a partir de Fallos: 314:85.Adviértase que el defecto lógico por contradicción que presenta ese
razonamiento, adquiere mayor trascendencia en el caso si se repara en que a
pesar de que dicha doctrina fue invocada por el propio tribunal al pronunciarse
sobre aquel auto de mérito, no admitió su revisión por mantener los procesados
su condición de prófugos, precisamente, como consecuencia del rechazo de
las exenciones de prisión. No cabe duda que ello importa en definitiva, tal como
lo señalan los recurrentes, exigir a los imputados que se constituyan detenidos
para discutir su libertad.En estas condiciones, si bien no desconozco que la Corte ha establecido que
los jueces no están obligados a tratar todos y cada uno de los argumentos de
las partes, sino sólo aquellos que estimen pertinentes para la resolución del
tema (Fallos: 300:522; 301:602; 302:1191; 306:444; 307:951, entre otros),
también ha resuelto que son descalificables como actos judicales válidos
aquellas sentencias que omitan pronunciarse sobre cuestiones oportunamente
propuestas y conducentes para ello, o lo hacen mediante breves afirmaciones
genéricas sin referencia a los temas legales suscitados y concretamente
sometidos a su apreciación (Fallos: 320:2451; 321:1385, 3363 y 325:1549), en
tanto conducen a una violación de las reglas del debido proceso.Este criterio resulta de aplicación más rigurosa aún en casos como el presente,
en que los agravios se encuentran vinculados a resoluciones que deciden
sobre el derecho a permanecer en libertad mientras dure el proceso (Fallos:
307:549; 311:652; 312:185; 314:85; 317:1838; 320:2105; 322:2683), al que
V.E. le ha reconocido jerarquía constitucional (Fallos: 102:219; 280:297;
300:642; 301:664; 308:631; 310:1835, 2245;; 321:3630).Por tal motivo, la omisión por el a quo de toda consideración de aspectos
atinentes para decidir sobre la procedencia de las exenciones de prisión, con
argumentos que implicaron ignorar un derecho que la propia Cámara
reconoció, no constituye fundamento válido de la decisión, lo que impone su
descalificación con base en la doctrina de la arbitrariedad.V
Por lo tanto, sin perjuicio de la resolución que pueda adoptarse acerca de la
procedencia o no del beneficio solicitado, opino que V.E. debe revocar el fallo
apelado en autos para que, por intermedio de quien corresponda, se dicte uno
nuevo conforme a derecho.Buenos Aires, 12 de mayo de 2009.Fdo.: EDUARDO EZEQUIEL CASAL
Buenos Aires, 15 de diciembre de 2009
Vistos los autos: "Maihlos, Jorge Pablo s/ recurso de casación e
inconstitucionalidad".Considerando: Que esta Corte comparte lo expuesto por el señor Procurador
Fiscal en su dictamen, a cuyos términos se remite por razones de brevedad.Por ello, se declara procedente el recurso extraordinario y se deja sin efecto la
sentencia apelada. Hágase saber y vuelvan los autos al tribunal de origen a fin
de que se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo a lo expuesto.Fdo.: RICARDO LUIS LORENZETTI - ELENA I. HIGHTON de NOLASCO CARLOS S. FAYT - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI - JUAN CARLOS
MAQUEDA - E. RAUL ZAFFARONI - CARMEN M. ARGIBAY (en disidencia).DISIDENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M.
ARGIBAY
Considerando:
Que el recurso extraordinario concedido a fs. 280 es inadmisible (art. 280 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).Por ello, habiendo dictaminado el señor Procurador Fiscal, se lo declara mal
concedido. Hágase saber y devuélvanse las actuaciones principales al tribunal
de origen.Fdo.: CARMEN M. ARGIBAY.//-
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