El preso Cruz, con el pómulo roto tras una paliza

El preso Cruz, con el pómulo roto tras una paliza
PAT - Presoen Aldeko Taldeak :: 04/03/2005
Funcionarios de la cárcel francesa de Osny le rompieron el pómulo al preso hernaniarra Anjel
Cruz Arrospide, según denunció ayer Askatasuna. Precisó que los hechos ocurrieron el
domingo tras un incidente desencadenado al tratar de ducharse sin llevar encima el permiso
pertinente. El martes lo llevaron, esposado de manos y pies, al hospital.
El preso político de Hernani Anjel Cruz Arrospide sufrió una agresión por parte de los funcionarios
de la cárcel parisina de Osny que el pasado domingo le rompieron el pómulo, según difundió
Askatasuna. Explicó que los hechos ocurrieron cuando Cruz Arrospide se dirigió a las duchas
después de haber realizado ejercicios de musculación, al igual que otros presos. La normativa
penitenciaria obliga a los presos a solicitar un permiso para poder lavarse, aunque, normalmente,
tras haber hecho gimnasia suelen ducharse sin necesidad de reclamarlo, explicó el organismo
antirrepresivo. El domingo, en cambio, los funcionarios le dijeron que les mostrara el aval. El
prisionero político respondió que no lo tenía. Al parecer, a consecuencia de ello se desencadenó una
discusión en la que los funcionarios comenzaron a golpearle en la cara, según subrayó Askatasuna
en una nota. El trato tampoco fue mucho mejor durante el traslado al hospital, que no se llevó a cabo
hasta el martes. El organismo antirrepresivo remarcó que lo llevaron esposado de pies y manos y
que, en todo momento, estuvo rodeado por diez agentes con el fin de que «nadie pudiera ver las
marcas causadas por la agresión». Incidió además en que ni siquiera le quitaron las esposas para
practicarle las radiogra- fías. «Como en ese estado no podían hacérselas bien, los funcionarios se
abalanzaron sobre él y así se las sacaron». Tras esta prueba médica le diagnosticaron rotura de
pómulo. Cruz Arrospide tendrá que volver al centro sanitario dentro de diez días para evaluar el
estado de las lesiones. Sus abogados interpondrán una denuncia judicial por lo ocurrido. Ayer
compareció ante la Comisión Disciplinaria «con marcas en la cara y los ojos hinchados» y se le
impuso un parte de castigo de veinte días en mitard. No obstante, la dirección de Osny decidió
levantarle la sanción debido a sus «problemas de salud». Askatasuna destacó que «tales problemas
de salud no son más que consecuencia de la agresión». Denunció que «una vez más han agredido a
un preso político vasco y, encima, le castigan a él en vez de a los funcionarios». En 2004, cuarenta
presos vascos sufrieron alguna agresión en cárceles de los estados español y francés, según detalla.
En algunos casos, se limitó a un empujón o un golpe, pero en otros, las lesiones fueron de mayor
gravedad. Los momentos de mayor tensión se vivieron tras el 11-M. Organismos que trabajan por los
derechos de los presos resaltan el «tremendo desgaste sicológico derivado de estas situaciones».
Presoen Aldeko Taldeak (PAT) www.pat-eh.org
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