CONTRATOS - INCUMPLIMIENTO - GARANTIAS ¿Por qué se garantiza un contrato? En la ejecución de los contratos estatales pueden presentarse distintas situaciones que significan un riesgo de pérdida para la Entidad. Con el propósito de asegurar el buen manejo de los recursos públicos y la protección del interés general en la ejecución de los contratos estatales, la ley obliga a que los contratistas aseguren el cumplimiento de las obligaciones principales del contrato, especialmente la de cumplir con el objeto contratado, hacerlo completamente, hacerlo con calidad, hacerlo en el plazo pactado. Adicionalmente, de un contrato surgen obligaciones secundarias o conexas que pueden incidir en el desarrollo de la ejecución, y por ese motivo se exige garantizar otro tipo de obligaciones relacionados con el manejo de los dineros públicos (cuando por ejemplo se otorga un anticipo) o las obligaciones que por la ejecución del contrato pueda contraer el contratista con terceras personas (por ejemplo sus trabajadores). De ese modo, se garantiza un contrato porque es necesario asegurar que se cumpla y que durante su ejecución no se ocasionen perjuicios a las entidades públicas. Como la Entidad corre el riesgo de que con el incumplimiento se ocasione perjuicios materiales y económicos, debe asegurar que el contratista responda por ellos en el evento de ocurrir alguno de los hechos que se hayan previsto como riesgos y que otorgue la garantía de que va a asumir la responsabilidad por ellos. ¿Para qué se garantizan los contratos? Garantizar un contrato es darle a la Entidad la seguridad de que no se le ocasionarán perjuicios, y que en caso de ocasionarlos ella contará con mecanismos ágiles para que los daños sean reparados prontamente, para proteger los intereses y dineros públicos. La garantía de cumplimiento respalda el cumplimiento de todas y cada una de las obligaciones que surjan a cargo de los contratistas frente a las entidades estatales, por la celebración ejecución y la liquidación de los contratos, ya que para el contratista surgen obligaciones en cualquiera de esas etapas de conformidad con el contrato. Por lo anterior, de acuerdo con el contrato, la garantía de cumplimiento debe cubrir cualquier hecho que en el evento de suceder constituya incumplimiento de las obligaciones a cargo del contratista. ¿En qué consiste la garantía de cumplimiento? La garantía de cumplimiento es una póliza de seguros que constituye el contratista a favor de la Entidad, en la que se incluyen los amparos que de conformidad con la naturaleza del objeto se hayan pactado en el respectivo contrato. Los amparos son los riesgos de incumplimiento que existen en la ejecución del contrato. El alcance de la cobertura de la póliza sobre los riesgos que puedan derivarse para la Entidad por la ejecución del contrato, el incumplimiento total o parcial, el cumplimiento en condiciones inferiores a las exigidas, hace parte de los estudios previos técnicos y económicos de la contratación. Tipos de amparo: casos en que se exigen, su valor y plazo de cobertura. Cada contrato exige su propia garantía, y según la naturaleza del objeto o las condiciones de riesgo en que se ejecute, la entidad podrá solicitar los amparos que considere necesarios. Sin embargo, en todo contrato lo mínimo que debe pedirse es la garantía de cumplimiento. Algunas condiciones mínimas sobre los riesgos amparados en las garantías son las siguientes: Cumplimiento: La garantía de cumplimiento del contrato es la principal. Por esa razón, se exige en todos los contratos, independientemente de la naturaleza del objeto y del valor. El amparo de cumplimiento es principal y acompaña a todos los contratos, en tanto los demás amparos se exigen de acuerdo con el objeto contratado o por las necesidades que pueda identificar la Entidad. El valor del amparo no puede ser inferior al diez (10%) por ciento del valor total del contrato. Tampoco puede ser inferior al valor total de la cláusula penal pecuniaria. De esa manera, si el 10% del valor total del contrato es inferior a la cláusula penal pecuniaria, se tomará como mínimo éste valor. El plazo del amparo de cumplimiento debe ser el del contrato y seis (6) meses más. Si el contrato se prorroga o se suspende y se extiende por esa razón su vigencia, deben también adecuarse los plazos de todos los amparos. Modificaciones al plazo o vigencia del contrato. Como efecto de las prórrogas, las adiciones o las suspensiones, los plazos contractuales para la ejecución pueden extenderse. En esos eventos, siempre que el plazo del contrato se extienda, el contratista tiene la obligación de reajustar y ampliar los plazos de los amparos a las nuevas condiciones temporales del contrato. En todo caso, siempre que exista debida justificación, la Entidad puede solicitar la ampliación de los plazos de cobertura, siempre que identifique la existencia de un mayor riesgo. A propósito del tema es pertinente recordar que el incumplimiento, como fenómeno jurídico generador de responsabilidad, debe aparecer sustentado en los hechos de ejecución o de no ejecución del contrato.Se necesita en orden a la configuración de este hecho, arrimar prueba detallada de la falta de ejecución de la prestación y ello comportaba, no solamente determinar espacial y temporalmente la época del incumplimiento, sino adicionalmente sus especificaciones técnicas.