Los grandes cambios científicos

Anuncio
Los grandes cambios científicos




Pasteur y la medicina
Darwin y la explicación de la evolución
Mendel y la genética
Los avances de la química

La física y la electricidad
PASTEUR Y LA MEDICINA
Antes del siglo XIX el índice de
mortalidad era muy elevado. Esto se debía
a que la mayoría de las enfermedades eran
desconocidas; no se sabía por qué se
originaban ni con qué medicinas podían
combatirse, además de que estas últimas
no eran abundantes.
Pero en el siglo XIX las investigaciones
y experimentos de médicos y biólogos como Luis Pasteur (1822-1895), Joseph Lister (1827-1912)
y Robert Koch (1843-1910) transformaron las cosas radicalmente.
Se cuenta que, siendo niño, Pasteur preguntó a su padre: "¿Por qué tienen rabia los perros?"
Éste le contestó: "Porque quizá se les ha metido el demonio". En aquella época era frecuente dar
explicaciones como esa, sin fundamento científico, a fenómenos naturales.
Años después, luego de muchos experimentos, Pasteur pudo dar una respuesta científica a su
pregunta. Desarrolló la vacuna contra la rabia y explicó las causas
de numerosos hechos que, hasta entonces, eran desconocidos.
Pasteur descubrió que, calentando el vinagre o los vinos a una
temperatura de 50°C o 60°C, los microbios desaparecían. Este
proceso, conocido ahora como pasteurización (en honor a aquel
científico), se aplica prácticamente a todos los alimentos
envasados. También descubrió que algunos insectos transmiten
enfermedades como la fiebre amarilla y el paludismo.
Los estudios de Pasteur llevaron a Lister a establecer medidas
higiénicas en las salas de operaciones. Con el fin de evitar
infecciones, introdujo técnicas para esterilizar los instrumentos
quirúrgicos.
La inmunización, unida a condiciones de vida y de trabajo más
higiénicas, logró reducir las enfermedades epidémicas en unos
cuantos años.
Las investigaciones de científicos posteriores a Pasteur
contribuyeron a aumentar nuestro conocimiento sobre las
enfermedades. Tal es el caso de Robert Koch, quien descubrió el bacilo de la tuberculosis en 1882.
Estos avances contribuyeron al bienestar de la sociedad, pues disminuyeron los índices de
mortalidad y aumentó la esperanza de vida. En 1864 moría 45% de los pacientes operados, pero
entre 1867 y 1869 ese porcentaje ya se había reducido a 15%.
Las cirugías de esófago, estómago, intestino, cerebro y apéndice se volvieron cada vez más
comunes y salvaron millones de vidas. En el siglo XIX se inició la era moderna de la medicina
científica, debido a que esa disciplina se apoyó en el desarrollo de las ciencias físicas y químicas.
DARWIN Y LA EXPLICACIÓN DE LA EVOLUCIÓN
Carlos Darwin fue un científico que hizo investigaciones muy
importantes en el siglo XIX, conocer su vida es entrar en contacto
con los conocimientos y métodos de investigación de ese siglo.
Nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, Gran Bretaña,
donde cursó los primeros grados de primaria. Estudió en
Edimburgo la carrera de medicina; después inició la carrera
eclesiástica, pero no sintió que esa fuera su vocación.
Desde joven se sintió atraído por la naturaleza; le gustaba
coleccionar insectos y animales, observarlos y anotar sus
características. Leía obras científicas y tenía un grupo de amigos
con quienes se reunía para charlar sobre esos temas. Uno de ellos,
botánico, con el tiempo lo convenció de que se dedicara a estudios
geológicos en el campo.
Durante su viaje en el Beagle, Darwin quedó sorprendido por los
restos fósiles que encontró. Registró semejanzas y diferencias
entre las especies de las islas Galápagos, pertenecientes a Ecuador, como las que existen entre
los pájaros pinzones, que poseen picos largos o cortos debido al tipo de alimentos que consumen.
Esto despertó su interés por investigar la causa de las variaciones en las especies.
Llegó a la conclusión de que los seres vivos evolucionan lentamente de acuerdo con el medio
donde crecen; sobreviven los que mejor se adaptan a éste, los que desarrollan cambios o
mutaciones que les permiten sobrevivir si las condiciones del medio varían. En otras palabras, la
naturaleza escoge o selecciona a los seres más fuertes o aptos, que son los sobrevivientes, y
mueren aquellos que no logran adaptarse. A este proceso lo llamó selección natural.
Darwin publicó sus ideas en el libro El origen de las especies, que dio lugar a mucha polémica.
Sin embargo, la obra que más discusiones causó y que aún las genera es El origen del hombre,
porque contradice la idea de la creación divina difundida por la Biblia. Darwin intentó demostrar que
el hombre, al igual que los seres vivos actuales, evolucionó de otras especies y, por selección
natural, llegó a la etapa de desarrollo en la que se encuentra actualmente. Es importante aclarar
que Darwin no dijo que el hombre descendiera del mono, sino que ambos tienen un antecesor
común, a partir del cual se desarrollaron las dos especies.
Las ideas evolucionistas contradijeron muchos de los planteamientos religiosos y filosóficos de
la época. Por eso fueron atacadas y Darwin fue ridiculizado en muchas caricaturas de aquel
tiempo. Sin embargo, la teoría evolutiva dio paso a nuevas formas de pensar y revolucionó la
ciencia del siglo XIX.
MENDEL Y LA GENÉTICA
Otro científico que cambió la ciencia del siglo XIX fue el religioso austriaco Gregorio Mendel
(1822-1884), quien realizó importantes experimentos sobre la herencia. Utilizó plantas de
chícharos con flores rojas y blancas, las mezcló repetidas veces y observó las semejanzas entre
las plantas originales y sus descendientes. De sus investigaciones derivó leyes que explican cómo
los caracteres de los padres permanecen en los hijos, desaparecen en una generación y pueden
reaparecer en otra. Concluyó que los rasgos de la herencia se transmiten por medio de las células
sexuales y no por la sangre, como se creía anteriormente.
Las leyes de Mendel son la base de la genética moderna; han sido completadas y ampliadas,
pero sus fundamentos permanecen.
LOS AVANCES DE LA QUÍMICA
El químico ruso Dimitri Ivanovich Mendeleiev (1834-1907) publicó en 1869 la tabla periódica de
símbolos que sirvió de base para ordenar los elementos químicos y que, posteriormente, fue
adoptada por todo el mundo. La tabla facilitó el manejo de diversas sustancias y la combinación de
elementos, lo cual permitió la creación de productos farmacéuticos e industriales que se aplicaron
en todos los ámbitos. Por ejemplo, se comenzaron a emplear fertilizantes minerales en la
agricultura y, en la segunda mitad del siglo, se fundó en Alemania el primer laboratorio
experimental. Lo mismo sucedió con los colorantes químicos, elaborados para la industria textil.
Más tarde, diversas empresas vieron la necesidad de mejorar sus productos por medio de la
investigación científica y crearon laboratorios especializados.
LA FÍSICA Y LA ELECTRICIDAD
En el siglo XIX, todos los campos de la ciencia se desarrollaron ampliamente. La física no fue la
excepción. En 1837, el estadounidense Samuel Morse (1791-1872) mejoró la transmisión de
mensajes empleando un alfabeto o clave formado con impulsos eléctricos. Después, junto con Vail,
inventó el telégrafo submarino. En 1866 se instaló un cable en el océano Atlántico, que comunicó
las ciudades de Nueva York y Londres. Por otra parte, Enrique Hertz descubrió un nuevo tipo de
ondas —llamadas hertzianas en su honor— y Guillermo Marconi las aplicó a la telegrafía sin hilos.
De esta manera, los hechos ocurridos en
un lugar podían conocerse de inmediato en
todo el mundo, sin importar las distancias.
Los primeros intentos por establecer la
telegrafía inalámbrica tropezaron con
dificultades para conseguir aparatos y
materias primas adecuadas, pero también
con la oposición vigorosa de mucha gente.
En 1849, al sur de Kentucky los habitantes
destruyeron una línea telegráfica porque
creían que robaba electricidad al aire,
evitaba las lluvias y echaba a perder las
cosechas.
En 1876 el estadounidense Alejandro Graham Bell perfeccionó un aparato inventado por el
italiano Antonio Meucci. Así apareció el teléfono, que pronto empezó a ser instalado en comercios,
hogares, fábricas y oficinas públicas.
Se debe a Andrés María Ampère la demostración de que la luz y el calor son esencialmente
iguales; en su honor, se llamó amperio a la unidad de intensidad de la corriente eléctrica.
Tomas Alva Edison creó el fonógrafo, los discos y el foco eléctrico, que sustituyó el alumbrado
de gas. Jorge Simon Ohm descubrió la ley de la resistencia eléctrica, por lo que la unidad de
resistencia se conoce con el nombre de ohmio.
Michel Faraday demostró que el magnetismo es capaz de producir corriente y que, como la luz,
la electricidad y el calor, es una manifestación de energía natural.
Otros inventos del siglo XIX son el arado mecánico de John Fowler y el automóvil con motor de
gasolina (1886), de Gottlieb Daimier.
Descargar