Textos comentados JRJ

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Selección de Poemas de Juan Ramón Jiménez
El proceso evolutivo de su obra está marcado por una fuerte tendencia a la interiorización y por una búsqueda
incansable y casi enfermiza de la expresión desnuda, hacia una poesía “pura” que sea capaz de dar forma a sus
inquietudes y experiencias íntimas. A lo largo de su vida fue modificando una y otra vez lo que él consideró su
Obra, de forma q
JRJ dedicó uno de sus poemas a analizar su trayectoria estilística:
Texto 1:
Vino, primero, pura,
►Poesía adolescente (neorromántica)
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
►Modernismo intimista, simbolista
Época sensitiva
Y la fui odiando, sin saberlo.
Llegó a ser una reina,
►Modernismo formal
fastuosa de tesoros…
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
…Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
►Poesía desnuda o pura (Época intelectual)
Y se quitó la túnica,
►Poesía desnuda (Época suficiente o verdadera)
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
ÉPOCA SENSITIVA: POESÍA MODERNISTA (1900- 1916)
Texto 2: Río de cristal dormido
Río de cristal, dormido
y encantado; dulce valle,
dulces riberas de álamos
blancos y de verdes sauces.
-El valle tiene un ensueño
y un corazón; sueña y sabe
dar con su sueño un son lánguido
de flautas y de cantares.
Río encantado; las ramas
soñolientas de los sauces,
en los remansos caídos,
besan los claros cristales.
Y el cielo es plácido y blando,
un cielo bajo y flotante
que con su bruma de plata
va acariciando los árboles.
-Mi corazón ha soñado
con la ribera y el valle,
y ha llegado hasta la orilla
serena para embarcarse;
pero, al pasar por la senda,
lloró de amor, con un aire
viejo, que estaba cantando
no sé quien, por otro valle.
Arias tristes (1903)
En toda la poesía de JRJ está presente la huella del Modernismo, al menos en esa búsqueda de la belleza que
alienta todos sus poemas. Sin embargo, él fue el artífice de la ruptura con este movimiento y el gran renovador
de la poesía española. Este poema se caracteriza por una luminosidad tenue (río de cristal, claros cristales, el
cielo bajo…) y un colorido suave (álamos blancos, verdes sauces); el paisaje es idealizado, velado por el sueño, en
sintonía con los sentimientos del poeta (Mi corazón ha soñado/ con la ribera y el valle/); la musicalidad cobra
gran importancia y está conseguida por las aliteraciones (los claros cristales), las anáforas, el uso de palabras de
significado musical (son, flautas, cantares), y en general, por una selección del vocabulario por sus cualidades
eufónicas. Las sinestesias son también frecuentes y reflejan la huella de la poesía simbolista francesa, que el
poeta conoció directamente en su primer viaje a París (son triste, cielo dulce). El sentimiento que transmite el
poema es de melancolía asociado a una naturaleza dulce y soñolienta. El ensueño es un motivo claramente
modernista, que aquí colabora intensamente a la interiorización del paisaje (Río de cristal, dormido, el valle
tiene un ensueño, las ramas/ soñolientas, etc.). Se trata de un paisaje subjetivo, emocional, intimista (influencia
de Bécquer y Rosalía de Castro). Se observa, asimismo, el influjo de la poesía popular en el uso del romance y en
el tono empleado. La Generación del 27, de la que él fue maestro, heredará y potenciará al máximo esta
tendencia de nuestra literatura a la incorporación de lo popular y tradicional.
ÉPOCA INTELECTUAL: POESÍA DESNUDA O PURA (1917-1936)
Texto 3. El Otoñado
Estoy completo de naturaleza
en plena tarde de áurea madurez
alto viento en lo verde traspasado.
Rico fruto recóndito, contengo
lo grande elemental en mí (la tierra,
el fuego, el agua, el aire), el infinito.
Chorreo luz: doro el lugar oscuro,
trasmino olor: la sombra huele a dios,
emano son: lo amplio es honda música,
filtro sabor: la mole bebe mi alma,
deleito el tacto de la soledad.
Soy tesoro supremo, desasido,
con densa redondez de limpio iris,
del seno de la acción. Y lo soy todo.
Lo todo que es el colmo de la nada,
el todo que se basta y que es servido
de lo que todavía es ambición.
La estación total (1946)
Este poema pertenece a la época intelectual en la que cultiva la poesía desnuda o “pura”, que cultivó a partir de
1917 (Diario de un poeta recién casado). Se trata de la Poesía esencial, desprovista de anécdota,
sentimentalismo, ornamento, biografismo. Se caracteriza por su sencillez formal y su hermetismo conceptual.
Prescinde de la rima.
En estos versos el poeta se identifica claramente con la naturaleza. El título es significativo: no el otoño, sino “el
otoñado”; es decir, él mismo en el otoño o madurez de su vida. El Absoluto que buscaba ansiosamente parece
haberlo encontrado dentro de sí mismo (Rico fruto recóndito, contengo) y por ello dice contener el infinito, todo
lo elemental o esencial, representado en la enumeración de los cuatro elementos, el fuego, el agua, el aire), el
infinito, que los filósofos presocráticos consideraban principio de todo. Se siente colmado, emanando todas las
sensaciones posibles: luz, olor, son, sabor, tacto, en una especie de ósmosis entre su alma y la realidad. Su
perfección interior trasciende fuera y sale a diluirse en el universo (chorreo, transmino, emano, filtro, deleito).
En cuanto a la forma, ruptura con la lógica en los desplazamientos significativos basados en la sinestesia
(chorreo luz, la sombra huele a dios), en las metáforas visionarias (lo amplio es honda música); paralelismo
sintáctico (trasmino olor; emano son)…
La complejidad conceptual de todo el poema es un signo evidente de la complejidad de la experiencia íntima
que el poeta quiere expresar. En estos poemas se ha querido descubrir una especie de misticismo cósmico que
podría tener huellas en la poesía oriental, concretamente en Rabrindanah Tagore, bien conocido por JRJ.
Al encontrar lo Absoluto, la Belleza, lo esencial, supera la misma muerte que tanto le obsesionó a lo largo de su
vida. La Obra poética alcanza así una trascendencia existencial que convierte en inmortal el alma del poeta.
Texto 4: Intelijencia
¡Inteligencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
… Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Inteligencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!
Eternidades (1918)
El tema es la búsqueda de la palabra creadora de una nueva realidad. Se sitúa también en la época intelectual de
poesía desnuda o pura.
ÉPOCA SUFICIENTE O VERDADERA: ETAPA FINAL (1937-1958)
Texto 5: Conciencia plena
Tú me llevas, conciencia plena, deseante dios,
por todo el mundo.
En este mar tercero,
casi oigo tu voz;
tu voz del viento
ocupante total del movimiento;
de los colores, de las luces
eternos y marinos.
Tu voz de fuego blanco
en la totalidad del agua, el barco, el cielo,
lineando las rutas con delicia,
grabándome con fúljido mi órbita segura
de cuerpo negro
con el diamante lúcido en su dentro.
Animal de fondo (1949)
Supone una depuración máxima de la poesía y un absoluto hermetismo. Las dificultades expresivas las resuelve
con un lenguaje sencillo. Él decía que la perfección está en la “espontaneidad, la sencillez del espíritu cultivado”.
Bajo la aparente sencillez léxica se esconde un contenido casi indescifrable. El dios, con mayúscula o con
minúscula es la Poesía como Belleza suprema, como verdad esencial y eterna encontrada en sí mismo a través
del proceso de introspección, que caracteriza toda su obra poética. JRJ creó recursos lingüísticos o expresivos
inexplorados hasta entonces. Abrió nuevos caminos a la poesía española.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
VARIOS: Introducción a la literatura española a través de los textos (El siglo XX hasta la Generación del 27).
Madrid, Ediciones Istmo, 1979.
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