La familia universal que abarca el Cielo y la Tierra. (Extraido de Cheon Song Gyon Libro XVI 4.2.1): A. La base de la familia universal es la familia. La humanidad descendiente de la multiplicación de Adán y Eva como verdaderos padres habría formado una familia universal, y, por tanto, el mundo de paz de la esfera de la cultura Adánica. En función de este principio, al final de la historia de la restauración se establecerá una familia verdadera centrada en los verdaderos padres y en el verdadero amor, quienes se harán responsables de que todo llegue a cumplirse. Esta verdadera familia, que será el centro en este tiempo actual, es la esperanza de la humanidad y al mismo tiempo es la esperanza de Dios. Esta familia servirá como la fuente original de la que nacerán el verdadero amor y la verdadera vida, y el punto de comienzo de la paz y la felicidad de toda la humanidad. Cuando decimos "formar una gran familia universal que abarque el Cielo y la Tierra, el ideal original de la creación", esta familia universal es una gran familia. Es una familia que se crea a través de la esfera de la Familia Real que no ha caído, ¿no es cierto? Sin embargo, todo esto no se ha realizado. Los miembros de la Familia Real, a través del estándar de paz que les conecta, deben convertirse en una tribu que tenga el amor y la amistad de grandes hermanos y hermanas cósmicos. Dicho brevemente, deben formar la familia universal que abarque el Cielo y la Tierra. Entonces, ya que al fin se habrá formado esta familia universal, Dios también disfrutará de libertad y de paz. Ni Dios ni los hijos ni las hijas de Dios se verán bloqueados por nada. La libertad y la paz no experimentarán tampoco bloqueo alguno. Después, tampoco la unificación se verá bloqueada. ¿Y qué viene a continuación? Prometéis completar un mundo de felicidad, ¿no? Ahí se encuentran todas las respuestas. Sin embargo, incluso después de haberlo construido, queda por realizar el mundo celestial. Los antepasados caídos siguen sin tener una conexión de corazón. ¿En qué consiste el apartado número 4? Se trata de la familia universal que abarque el Cielo y la Tierra. El mundo consiste de hermanos y hermanas, de una sola sangre. Tenéis que protegerlo como Dios lo hace. Aunque estemos sentados en el palacio Real de Dios, tenemos que realizar este apartado número cuatro. Debemos construir la familia universal que abarque el Cielo y la Tierra, y realizar el mundo de libertad, paz, unidad y felicidad. Ese es mi corazón. Yo abogo por la familia universal que abarque el Cielo y la Tierra. Debemos plantar libertad, felicidad, unidad y paz. ¿Qué significa? Significa revelar mi historia. Mi historia es el título. ¡Sabedlo claramente! Necesitamos de un modelo de abuelo y de abuela, de madre y de padre, de un modelo de marido y de esposa, y de un modelo de hijos, porque estamos tratando de establecer el estándar que demandan el cielo y la tierra, centrándonos en la familia establecida por Dios. Corea viene perpetuando un antiguo sistema de parentescos familiares. Debéis construir una historia de tradición en la que siete generaciones vivan en el mismo hogar, y en el que cientos y miles de personas vivan como una única familia. No sé cómo encaja todo esto exactamente con la providencia de los mesías tribales de la Iglesia de la Unificación. De esta manera, viene el tiempo en el que familias muy numerosas competirán en todo el mundo y las que ganen recibirán grandes bendiciones y mucho dinero. Todas estas personas serán Familias Reales. Cuando se dice, "formar una gran familia universal que abarque el Cielo y la Tierra, el ideal original de la creación", significa que debemos realizar una familia universal y que ésa es la Voluntad de Dios. Si es así, no podemos abandonar al mundo satánico. Aunque tengamos la soberanía Real y todo lo demás, nos falta aún la soberanía de la familia de Adán; por lo tanto, si hemos de representar la soberanía de quienes no han caído, debemos aglutinar a todos lo que viven en el mundo satánico como la familia universal de la que hablamos, y llevarles a un lugar de libertad, de paz, de unidad y de felicidad. Allí es donde surgirán finalmente la libertad y la paz, la unificación y la paz. Nuestro ideal es la unificación pacífica. Debemos entender claramente que la paz se realizará únicamente cuando la humanidad comparta y practique de manera unida el verdadero amor de Dios, desde la familia hasta la sociedad, la nación y el mundo; debemos entender que la humanidad somos todos hermanos y hermanas, y hemos de construir una sociedad que sea una familia universal en la tierra. B. El amor es la esencia de la sociedad de la interdependencia, de la prosperidad mutua y de los valores compartidos universalmente. Una sociedad o una nación ideal es aquella en la que todo el mundo vive feliz, trascendiendo fronteras y razas, implicándose en cooperar con los demás, y creando armonía. Esta sociedad es una familia universal en la que sus componentes se han dado cuenta de que son hijos e hijas del mismo y único Dios, en la que se han unido como hermanos y hermanas, centrándose en verdaderos padres; un lugar donde las familias bendecidas que han restaurado su linaje de sangre, su derecho a la propiedad, y su corazón, forman un mundo de libertad, de paz, de unidad y de felicidad bajo el idioma de los verdaderos padres y la cultura de los verdadero padres. Es la gente que vivirá una vida de interdependencia, de prosperidad mutua y de valores compartidos universalmente. Económicamente, el mundo ideal es una sociedad que cumple el ideal de la interdependencia, políticamente el ideal de la prosperidad mutua, y éticamente el ideal de compartir los mismos valores universales. La esencia del ideal de la interdependencia es la propiedad común, basada en el verdadero amor de Dios. El modelo básico de la sociedad de la interdependencia es la familia. No se trata únicamente de compartir una propiedad material, sino de una propiedad común basada en el amor de Dios. En una familia, aunque todas sus posesiones estén registradas legalmente a nombre de los padres, en realidad son compartidas en conjunto por los padres y los hijos, es decir, por toda la familia. Al mismo tiempo, cada miembro de la familia tiene su propia habitación, su propia ropa o su propio dinero de bolsillo. De esta manera, en la familia el propósito del conjunto y el del individuo están armonizados. Cuando esta forma ideal de propiedad de la familia basada en ese amor se extiende a la sociedad, a la nación y al mundo, se convierte en la forma de propiedad de la sociedad ideal. La relación original entre Dios y la humanidad es la que está centrada en el verdadero amor. Hay muchas situaciones y casos, como la propiedad que compartimos Dios y yo, la que compartimos el conjunto y yo, o la que compartimos mis vecinos y yo, pero se supone que debemos plantear una propiedad compartida con un corazón agradecido, centrado en el verdadero amor de Dios. En la sociedad ideal construida por personas que han perfeccionado el amor de Dios, el propósito del conjunto y el del individuo se armonizan de forma natural. Puesto que los seres humanos tienen también deseos personales y autonomía en el amor, tienen también derecho a propiedades individuales y a sus propios fines individuales. Sin embargo, no codiciarán posesiones individuales ilimitadas, ni perseguirán propósitos individuales que pongan en peligro el propósito del conjunto (bien público). Un ser humano perfecto coge y posee la cantidad de bienes adecuada a su posición y a sus circunstancias, siguiendo su conciencia y su mente original. Y en especial, puesto que las actividades económicas de una persona ideal, cuyo carácter es el de un verdadero señor de todas las cosas en virtud del verdadero amor, y se basa en el amor y en la gratitud, no mostrará nunca una codicia excesiva ni corrupta. Al mismo tiempo, no se pueden apoyar intereses locales o nacionales que vayan en contra del bien del conjunto, por lo que las actividades económicas pondrán su interés y su enfoque no tanto en los beneficios sino en el bienestar de todo el mundo y de todas las cosas. El ideal de la prosperidad mutua es una filosofía que busca ejercer una política consistente en que la gente participe de manera generalizada, basándose en el verdadero amor de Dios, y realice el ideal de la libertad, de la igualdad y de la felicidad. La participación en la política colectiva se escenifica en la elección de representantes. Sin embargo, si comprendemos que los grupos políticos son una extensión de la relación familiar centrada en el amor, los distintos candidatos no pueden tratarse como enemigos. Se convertirán en candidatos sintiendo que su misión es servir, con la recomendación que, a su vez, viene de la relación con sus hermanos y hermanas que sirven a un solo Dios como padres. Y una vez realizadas las fases iniciales de las elecciones, la decisión final debe tomarse de acuerdo a la Voluntad de Dios, y en ella no pueden implicarse condiciones artificiales. Dicho de otro modo, según este método el vencedor se decide finalmente mediante una lotería (sacando un nombre azar), realizada en oración y siguiendo una solemne ceremonia. Puesto que la decisión se toma por y para la Voluntad de Dios y la fortuna celestial, todo el mundo se sentirá agradecido y aceptará el resultado con un corazón alegre. El ideal de los valores compartidos universalmente se refiere a una filosofa en la cual la gente respeta la ética y la moral universales, centrados en el verdadero amor, y buscan llevar una vida de bondad y justicia. Se trata de un ideal que buscará realizar una sociedad moral, en la cual todo el mundo practicará de manera universal la ética y la moralidad, bajo el valor absoluto basado en el verdadero amor de Dios. El mundo ideal presupone la existencia de familias ideales y de personas ideales. La armonía unificada de los padres ideales, del marido y la esposa ideales, y de los hijos ideales, en consonancia con el verdadero amor, se convierte en el requerimiento sine qua non de la familia ideal. Además, una persona perfecta se convierte en alguien cuya mente y cuyo cuerpo han logrado una unión armoniosa a través del verdadero amor. El mundo ideal es el mundo del amor más elevado, un mundo de moralidad en el cual las personas que se han perfeccionado de esta forma practican de manera autónoma la bondad y la justicia en su vida familiar, como base del verdadero amor, y en su vida en la sociedad como una extensión de su vida familiar. Las principales instituciones y organizaciones del mundo y la nación ideales se armonizan ejerciendo una acción de dar y recibir fluida y mutua, bajo un propósito común. Es como los distintos órganos del cuerpo humano cooperando de manera autónoma, siguiendo una finalidad común y bajo la dirección del cerebro. 3. El mundo de libertad, paz, unidad y felicidad. A. Nuestro ideal es un mundo unificado. El apartado número 4 de la promesa de la familia dice que nos convertiremos en la familia mundial y universal de Dios, y que realizaremos un mundo de libertad, felicidad, unidad y paz. Cuando nos convirtamos en una familia representativa lo unificaremos todo. Eso significa el concepto de las Cuatro Grandes Dimensiones del Corazón. ¡Nos envía fuera! Aún cuando hayamos realizado las cuatro grandes dimensiones del corazón, ahí no se acabará todo. Nuestra responsabilidad es recuperar el mundo entero a través de esta familia. Debemos preocuparnos de las inseguridades y ansiedades del mundo, del caos del mundo satánico, y del medioambiente actual, infeliz y esclavizado. En eso consiste este apartado número 4, que dice, "Nuestra familia promete, centrándose en el verdadero amor, formar una gran familia universal que abarque el Cielo y la Tierra, el ideal original de la creación, perfeccionando un mundo de libertad, paz, unidad y felicidad". El apartado número 4 de la promesa de la familia dice, "Nuestra familia promete, centrándose en el verdadero amor, formar una gran familia universal que abarque el Cielo y la Tierra, el ideal original de la creación, perfeccionando un mundo de libertad, paz, unidad y felicidad". Aquí es donde aparece la Federación de Familias. Cada una de ellas debe completar las cuatro grandes dimensiones del corazón, los tres grandes dominios reales y la soberanía de la Familia Real. Ahora, la gente del mundo tipo Caín están en la posición de hermano menor, y vosotros sois quienes debéis enseñarles correctamente, desde la posición del primogénito y establecer la buena tradición. Sólo entonces el lado satánico será restaurado a la esfera de dominio de la Familia Real. Restauraremos la primogenitura que perdimos y les salvaremos. Al establecerles a ellos como segundos príncipes, puedo entrar en la nación celestial con el derecho del príncipe heredero. Cuando ambos hagan ésto, se restaurará la esfera de la Familia Real. Sin hacerlo, no se restaurarán ni la primogenitura ni la esfera de la Familia Real.