INTERVENCIÓN EN EL CENTRO La intervención se realiza a tres niveles, por resolver de la manera más eficaz posible la problemática del niño, las dudas y preocupaciones de los padres respeto el desarrollo de sus hijos. * Exploración, derivación para diagnóstico y terapia que lo realizará un profesional externo al centro docente. * Asesoramiento a los padres * Coordinación con el tutor/a y equipo docente En el caso de los adolescentes es necesario tratar las dificultades que se presentan en esta etapa y que pueden reconducirse mediante una atención especializada, hacia una buena entrada en el mundo adulto. Bajo rendimiento académico Bajo estado de ánimo Miedos y fobias infantiles Baja autoestima e inseguridad Timidez Conflictividad familiar Problemas de comportamiento Desorientación profesional Dificultades con la identidad sexual Primeros contactos con drogas y otras adicciones Desórdenes alimentarios Bajo rendimiento académico Son muchas las causas que hacen que un niño, tenga dificultades de rendimiento, por lo tanto lo primero que debemos es explorar el origen del problema. A veces es por premura de motivación, a veces hay problemas de concentración y atención, en ambos casos incidiríamos en el área de aprendizaje. También puede haber una fobia escolar debido a que el chico o chica tenga problemas de adaptación a la escuela, ya sea por “conflicitivitat” con los profesores o por un problema de relación con sus iguales. Del mismo modo, un problema familiar puede estar interfiriendo directamente en el rendimiento escolar. Para ello, cada caso se estudia de forma personalizada mediante entrevistas con los padres, los profesores y una exploración con el niño o adolescente. Después se incide en la dificultad desde la vertiente pedagógica en el caso de que el problema tenga una base en el aprendizaje o desde el plano psicológico si el caso lo requiere. Bajo estado de ánimo La depresión infantil o juvenil, no siempre se manifiesta con tristeza, sino que puede haber otros signos indicativos de que el niño está pasando por un mal momento. Un bajo rendimiento académico, irritabilitat, agresividad, pérdida de apetito, disminución en la comunicación... pueden ser factores que apunten al mismo problema. Este trastorno puede originarse en las relaciones familiares, en el ámbito escolar o en el social, por esto en el tratamiento se exploran y se trabajan las áreas afectadas. Miedos y fobias infantiles El miedo se considera una reacción normal que forma parte del desarrollo del niño y a menudo son miedos pasajeros y temporales. Estos miedos juegan un papel importante, pues dotan al niño de habilidades por hacer frente a situaciones vitales amenazantes. Pero cuando el miedo es desproporcionado respeto la situación, es fantasioso y se empiezan a evitar situaciones dónde se pueda exponer en un supuesto peligro, es cuando se considera una fobia porque interfiere en la vida del niño. Existen en la infancia diversas fobias y miedos específicos cómo: * Miedos relacionados con el mal físico y la muerte * Miedo a los animales * Miedo a aquello desconocido * Miedo a los fenómenos naturales * Miedo a lugares cerrados y oscuros * Miedo a las aglomeraciones de gente * Miedo a objetos cotidianos En todos los casos, la terapia pretende potenciar los recursos del niño para que en un espacio seguro pueda exponerse a las situaciones temidas en lugar de evitarlas y consiga así, superar la dificultad. Baja autoestima e inseguridad El niño y el adolescente construyen su personalidad por la vía de las experiencias y la lectura que se le dan a sus aciertos y fracasos. Si un niño, no puede leer sus experiencias positivas como aciertos y habilidades, y sólo es capaz de ver sus errores, puede configurar una personalidad insegura y baja autoestima. Es importante, mejorar la autoestima pues es el eje vertebrador que facilita construir una personalidad segura y válida. La terapia, ayuda al niño o adolescente a ganar confianza en su persona, a tolerar mejor los errores no como fracasos sino como una oportunidad por aprender y fomenta el autoconocimiento como herramienta por ganar seguridad en un mismo. Timidez La timidez es una actitud de retraimiento y temor frente a una situación que el niño considera peligrosa por desconocida. Es natural que el niño se muestre tímido ante de situaciones sociales nuevas, pero la timidez se convierte en problemática cuando el niño vive en un estado constante de miedo a la crítica. Además suelen ser niños muy autoexigentes y perfeccionistas y por esto tienen tanto miedo al ridículo y se reprochan. En estos casos, utilizamos el refuerzo positivo, incidiendo en la autoestima del niño y potenciamos sus habilidades sociales. También damos pautas a los padres porque actúen como refuerzo con sus hijos y faciliten así, su desarrollo. Conflictividad familiar La familia se susceptible de cambiar constantemente porque sus miembros pasan por etapas muy diferentes. Los niños o adolescentes necesitan una adaptación familiar constante, del mismo modo, que cualquier otro cambio de la familia, (una separación, un cambio de residencia, la pérdida de alguien querido...) afecta a su estabilidad. A estos cambios constantes de la familia, el niño o adolescente puede responder adaptándose, desarrollando un síntoma (agresividad, tristeza, ansiedad...), presentando dificultades en el área escolar o incluso manifestando una conducta de riesgo: trastornos alimentarios, consumo de substancias... La terapia familiar pretende que la familia aprenda a reorganizarse delante de cada crisis, garantizando el bienestar de todos sus miembros y facilitando un espacio seguro porque cada parte pueda expresarse y la familia pueda volver a funcionar sin problemas. Problemas de comportamiento Irritabilitat Agresividad Conductas disrruptives A veces, los niños o adolescentes tienen una gran dificultad por expresar sus emociones y canalizarlas de forma óptima. Así, si se encuentran preocupados o enfadados, los es más fácil responder con una actitud agresiva que habla del que realmente los pasa. El trabajo terapéutico está dirigido a averiguar y poder entender qué los pasa realmente, enseñarlos a tolerar mejor la frustración y a conocer las posibles emociones ante de los diferentes estímulos. También se los enseñan habilidades de comunicación y estrategias de enfrentamiento más asertivas. Desorientación profesional Es el paso al mundo laboral o son muchos los adolescentes que al llegar el momento de escoger una especialidad de bachillerato o una carrera, tienen dificultades porque se encuentran confundidos o no saben realmente qué los gusta. A través de pruebas de personalidad, inteligencia, aptitudes y preferencias se diseña un perfil y se trabaja la motivación y el autoconocimiento porque puedan dirigirse cabeza a sus objetivos. Dificultades con la identidad sexual Durante la adolescencia se está construyendo la identidad de la persona y con esta, la identidad sexual, es habitual que en este periodo aparezcan dudas sobre su orientación sexual. Aunque esta confusión puede ser propia de la edad y muchos golpes se diluye con las primeras experiencias sexuales y con la propia maduración personal, puede pasar que el chico o chica sufran si su orientación no se la establecida socialmente y necesiten un espaldarazo psicológico que los tranquilice y los ayude a definirse. Primeros contactos con drogas y otras adicciones La adolescencia es una etapa difícil porque la persona no ha adquirido todavía los suficientes recursos por hacer frente a las dificultades del mundo adulto con el que empiezan a relacionarse. Es frecuente, que empiecen a jugar con conductos de riesgo como una solución fácil pero al mismo tiempo peligrosa por hacer frente a sus problemas. Por este motivo, es importante detectar estas conductas por poderlas trabajar a tiempo y prevenir un problema mayor. En el trabajo terapéutico, se asesora a los padres y se incide en la conducta de riesgo facilitando al chico o chica los recursos necesarios por no recurrir a estas conductas como medio por sentirse mejor, se potencia la autoestima, se los enseña a canalizar sus emociones y se trabaja el autoconocimiento. Últimamente, han aparecido nuevas adicciones como la adicción a internet, las compras compulsivas, la adicción al móvil y a los videojuegos que cumplen una función parecida al consumo de drogas y por esto las tratamos de forma similar. Desórdenes alimentarios Restringir la alimentación, provocarse vómitos o ingerir compulsivamente los alimentos con atracones, responden a un rechazo por ganar peso y a una insatisfacción corporal. Los adolescentes, son cada vez más propensos a sufrir trastornos de la alimentación, puede que la presión social sobre el cuerpo perfecto sea una de las causas responsables, pero también existen otros factores que favorecen su aparición. Es importante que el tratamiento se centre en los factores que han activado el trastorno, que pueden ser factores personales (perfeccionismeo, excesiva autocrítica, inseguridad, baja autoestima, introversión), factores sociales (ruptura de la primera relación, probar de ser aceptado por el grupo, carencia de habilidades sociales), o familiares (padres intransigentes o demasiados protectores) además de las condiciones particulares de cada persona. En algunos casos, el tratamiento se complementa con una coordinación médica y nutricional.