Valoracion sanitaria de los criaderos de aves ornamentales

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REDVET - Revista electrónica de Veterinaria - ISSN 1695-7504
Valoracion
sanitaria
de
los
criaderos
de
aves
ornamentales - Sanitary control in ornamental birds facilities
Dr. Carlos J. Soto Piñeiro. Dra. Elena Bert
Centro Veterinario Monviso. Torino Italia.
Contacto: [email protected]
Resumen
Tener una vision de prevencion sanitaria en criaderos de aves ornamentales
se ha ido conformando en la medida en que se ha comenzado a mutiplicar
este tipo de cria especializada, apoyadas por las investigaciones clinicas
sobre estas especies y aunque existen principios de control sanitarios
generales que podemos transpolar de la cria de animales de granja,
tambièn es necesario aplicar otros de acuerdo a las particularidades de este
tipo de instalaciones, especies aviares y enfermedades que estàn
propensas a padecer.
El objetivo del presente trabajo va direcionado en particular a divulgar
algunos aspectos no tenidos en cuenta muchas veces y desconocidos en
otras de los criaderos de estas especies, consientes que la aplicacion de
toda una serie de medidas de prevencion por muy costosas que parezcan
permiten preservar la salud, aumentar el nivel reproductivo y lograr una
gestion rentable.
Palabras claves: Psittacidas, loros, control sanitario, enfermedades
aviares, cuarentenas, enfermedades infecciosas.
Abstract
In the last decades the breeding of ornamental birds and parrots has
worldwide expanded and consequently increased the need to develop
management methods and meseaures to prevent the spread of diseases.
Generally the principles of sanitary surveillance of poultry farming were
applied, adding the changes required by the type of structure and species
bred.
The aim of this work is to expose the principles of higiene and quarantine in
the breeding facilities of ornamental birds. In particular we explain some
concepts that are often not considered or even not known in preventive
health of cage birds. Aware that the application of these preventive
measures allow an improvement of health,reproductive performance of
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birds and an improved management.
Keywords: psittacine birds, parrots,
infectious diseases, bird diseases.
I.
sanitary
control,
quarantine,
Introducción:
En muchas oportunidades, cuando se gestiona un criadero de aves
mascotas, los propietarios no tienen conocimiento de la importancia del
control sanitario y solo dirigen los esfuerzos priorizando otros temas más
palpables como la alimentación, la conformación de parejas, la
reproducción o la genética de especies criadas.
Esto provoca que la
cuestión
sanitaria
pase a un segundo
plano o sea ignorada,
ocasionando
que
comiencen
a
aparecer problemas
de salud en las aves
más a mediano que a
largo
plazo,
problemas que en la
mayoría de los casos
pudieron ser evitados
o
delimitado
su
efecto si se hubiera
realizado un buen
control sanitario.
En el presente trabajo intentamos explicar las condiciones constructivas de
manejo y de salud que deben existir en este tipo de instalaciones y dar una
visión de las enfermedades más comunes que afectan a las aves
ornamentales desde el ángulo de transmisión, formas de diseminación y
como evitarlas, aportando una visión sanitaria que permite a los
aficionados a la cría de estas aves comprender y conocer las medidas más
importantes de control en la transmisión de enfermedades.
Este tipo de articulo permite resaltar las metodologías generales y propicia
crear las particulares de cada centro de cría, pues concientizando al
propietario de la importancia que tienen las acciones sanitarias y los
riesgos de no realizarlas es la única y efectiva manera de actuar contra
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agentes infecciosos que son invisibles a su mirada.
II. Requisitos constructivos de los criaderos:
Las aves son especies muy sensibles a la relación de interacción con el
medio que las rodea, por esta causa tanto en vida libre como en cautividad
cambios en su entorno que afecten sus condiciones normales de vida
pueden ocasionar disminución de su capacidad de respuesta inmunitaria y
un rápido deterioro de salud que muchas veces se comienza a manifestar
con apatía y disminución de la reproducción o cambios de carácter frente a
sus congéneres, llegando hasta mostrar agresividad como es el caso de las
psitácidas.
La diversidad de aves en un criadero, a pesar de pertenecer al mismo
género, indica una variabilidad no solo en la dieta, si no demás de
condiciones de la jaula, espacio vital, alimentación, tipo de nidos y
atención sanitaria, factor en el que se debe pensar al acondicionar las
instalaciones pues los criaderos deben garantizar un nivel de bienestar a
las aves que les permita realizar sin dificultad sus funciones vitales, lo que
garantizará un nivel de respuesta inmunitaria adecuado frente a posibles
microorganismos que puedan estar en contacto con ellas.
Si se desea tener éxitos en la reproducción de una especie aviar,
independientemente de los años que esta especie se encuentre en
cautividad, debemos crear una ambientación lo más cercana a la que
debieran tener en el medio para el cual evolucionaron por millones de
años, entonces los resultados reproductivos serán mejores y tanto el
bienestar como la salud de la especie se beneficiará.
Hablar de control sanitario sin valorar realmente las condiciones adecuadas
en que deben vivir las aves en un criadero es una visión simplista pues,
aunque se tomen todas las medidas sanitarias de higiene y desinfección
más actuales y científicamente basadas, las aves no gozarán de una buena
salud por ser reducida su capacidad de respuesta frente a la cotidiana
interacción con el medio, ya que su fisiologismo está presionado por
inadecuadas condiciones de vida. Si este aspecto lo pasamos por alto los
resultados serán desalentadores.
1.
Iluminación necesaria:
Una adecuada iluminación en el criadero es indispensable para el buen
funcionamiento del fisiologismo aviar, permitiendo las radiaciones
ultravioletas del sol la síntesis de la Vitamina D, el desencadenamiento de
funciones hormonales y estimulando a las aves a realizar todas sus
funciones vitales, mostrándose estas vivaces, alegres y con mejor colorido.
Pero, cuanta intensidad de luz es necesaria para permitir el normal
funcionamiento orgánico aviar y desencadenar el instinto reproductivo de
estas? Debemos conocer la diversidad de lugares en que viven, unas en
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condiciones de una gran actividad solar en llanuras y sabanas mientras
otras viven en el sotobosque donde el intenso follaje no permite tanto el
paso de las radiaciones solares.
Unido a esto en los últimos años se ha profundizado mucho en el estudio
de la visión de las aves y la forma en que el ojo aviar lleva los estímulos
originados por la luz natural y artificial a su cerebro, muy diversa a nuestra
propia percepción de la luz.
Hoy se conoce que las aves diurnas pueden ver un espectro mayor de la
luz del que pensábamos pudiendo percibir hasta la luminosidad ultravioleta
reflejada de los rayos solares, lo que les permite ver colores que para
nosotros están vedados y cuando se hallan sometidas a fuentes de luz
artificial como puede ser en los criaderos o en las casas, la frecuencia de
onda de luces artificiales de neón son percibidas por el cerebro aviar como
una luz intermitente cual un dancing, factores a valorar si pensamos en
proporcionarles una adecuada iluminación.
El verdadero confort reproductivo y fisiológico lo obtendrán las aves
cuando el nivel de iluminación dentro de la estancia artificial sea lo más
parecido al medio donde se desarrolla la especie en vida libre, por lo que
en criaderos especializados regulan la intensidad lumínica con tapacetes a
especies que viven bajo árboles frondosos en bosque tupidos y facilitan la
luz a las que se reproducen en bosques ralos con mayor iluminación
natural.
Alargar las horas luz en los criaderos con la iluminación artificial en la
estación reproductiva puede ser un método de estímulo de la reproducción,
permitiendo un mayor nivel de liberación hormonal, mayor tiempo de luz
de interacción entre parejas y de alimentación de las crías, pero debe ser
regulado el horario y utilizar las lámparas adecuadas.
Por ultimo diremos que una buena iluminación en el criadero también
permite al cuidador de las aves la visualización rápida de problemas que
puedan existir en estas con lo que se gana tiempo en la atención de salud
pues muchas veces en estas especies los síntomas de enfermedad no son
muy evidentes.
2.
Temperatura adecuada:
Las aves son animales homeotermicos, de muy alta temperatura corporal
(por encima de 41 °C), eliminan este calor producido durante el
metabolismo por la respiración, radiación y con los excrementos, si a este
factor natural de especie unimos la elevada humedad ambiental que puede
estar presente en los locales entonces se creará un ambiente insostenible
intentando con el jadeo, apertura de alas y un mayor consumo de agua,
las aves equilibrar su temperatura corporal.
Este tipo de estrés térmico puede bajar las posibilidades inmunológicas del
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ave y encuentra una excelente condición para la fermentación de los
alimentos y heces depositadas en el fondo de la jaula, creándose un caldo
de cultivo ideal para la sobrevivencia en el medio y multiplicación de
gérmenes con potencialidad patógena. Es por estas razones que los locales
en que se encuentren viviendo aves deben estar bien ventilados consientes
los diseñadores de estos de las dificultades de estas especies en la
disipación del calor.
Las aves tienen una gran capacidad de soportar las bajas temperaturas
protegidas por el fuerte aislamiento térmico de sus plumas pero debemos
pensar que aves tropicales como las psitácidas, a excepción de unas pocas
especies, no están habituadas en su naturaleza evolutiva a tener que
soportar las bajas temperaturas.
Bajas temperaturas en extremo pueden ocasionar el congelamiento de
dedos y patas cuando son utilizadas perchas metálicas, el agua se congela
en las noches en los bebederos y es necesario cambiarla en las mañanas y
aves debilitadas, mal emplumadas o enfermas pueden morir.
Cuando existen además corrientes de aire unidas a bajas temperaturas
afectando a las aves entonces la temperatura corporal baja aun más y el
efecto sobre el metabolismo y salud del ave es aun más negativo; Las aves
responderán entonces frente a estas bajas temperaturas permaneciendo
inmóviles, aglomeradas unas sobre otras para mantener el calor por ellas
producido o acercándose a fuentes de calor artificial como bombillas
incandescentes.
3.
Ventilación correcta:
Una buena y controlada ventilación en el interior del criadero permite la
renovación del aire y expulsión de olores desagradables y gases dañinos
que se puedan formar en el proceso de descomposición de los alimentos y
heces.
Es conveniente que pueda controlarse el nivel de ventilación sea con
ventanales o extractores que se puedan abrir o activar en dependencia de
la necesidad de circulación del aire en la instalación y permitan purificar el
aire, eliminando además las partículas de polvo ambiental garantizando
una buena calidad del aire inspirado por las aves y la no difusión de
microorganismos por las micro partículas de polvo que pueden estar
flotando en el ambiente.
También una buena ventilación permite establecer la regulación de la
temperatura dentro del criadero en los momentos estacionales más
cálidos.
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4.
Dimensiones y tipos de jaulas:
Las jaulas deben ser construidas
con elementos resistentes a la
corrosión, no tóxicos para las
aves, que soporten bien la
limpieza mecánica y la acción de
desinfectantes
sobre
ellos,
variando sus dimensiones de
acuerdo a la especie que viva en
ellas y al objetivo funcional que
persiga la jaula; Si es de
reproducción, si es un voladero o
si es una jaula de preparación del
ave para concurso.
Las jaulas deben estar colocadas
de forma tal que se faciliten las
labores de alimentación, limpieza
y revisión de nidos. En muchos casos se opta por jaulas levantadas del piso
para las aves no tengas acceso a lugares donde queden cumulados detritos
de la alimentación, restos de semillas y heces, donde luego se
multiplicarán los microorganismos del medio. Una de las especies que más
atención se debe prestar en este sentido son los loriquetos pues el gran
desperdicio de miel y frutas que hacen, ensucian los alambres y perchas de
las jaulas creando condiciones para la multiplicación de microorganismos
en estos puntos.
Las distancias entre jaulas deben
ser prudenciales para evitar que
aves de una jaula puedan
lesionar a través de las mallas a
aves de la jaula contigua,
disminuyendo
además
la
posibilidad de transmisión de
infecciones por contacto directo.
.
5.
Instalación que evite la fuga de animales:
La colocación de malla metálica en las ventanas evita no solo el escape de
aves que de forma accidental hayan salido de su jaula si no la entrada al
criadero de aves de vida libre que se intentan introducir para comer
alimentos de las aves del criadero portando con ellas presuntas
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enfermedades.
Si el criadero se encuentra en una zona de gran proliferación de mosquitos
es aconsejable la colocación de mallas milimétricas anti-mosquitos para
evitar estos vectores puedan atacar a las aves durante la noche.
6.
Pisos de fácil higienización:
Con suelos de fácil limpieza se logra la rápida remoción de partículas de
alimentos, heces, plumas y otras sustancias que facilitan la proliferación de
microorganismos con potencialidad infecciosa evitando se creen capas de
residuales bajo las cuales los microorganismos pueden mantenerse vivos y
en otros casos proliferar por un largo periodo.
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7.
Ambientación ideal:
La ambientación con plantas de los criaderos semitechados no solo da una
buena imagen y sensación de libertad a los visitantes a las instalaciones si
no también a las propias aves, pudiendo inclusive colocar plantas con las
cuales estas aves tienen una relación directa en vida libre y en otros casos
con algunas que pueden servir de alimentos, existiendo el pequeño
inconveniente anexo de la atención a las plantas.
Es importante conocer que a la hora de acondicionar con plantas las
instalaciones que alojan aves se deben realizar estudios de que especies
utilizar ya que muchas de las hoy conocidas como plantas de jardín pueden
ser tóxicas para las aves, pudiendo ocurrir envenenamientos indeseados al
ser ingeridas.
III. Control de las aves del criadero:
1.
Control del espacio vital de las aves:
El espacio vital que tendrá cada ave en el criadero estará en dependencia a
la especie en cuestión, el fin que persigue la instalación y de las aves que
se alojen en ella. En las instalaciones productivas se trata de tener una
adecuada utilización del espacio de acuerdo a la especie a reproducir, para
hacer un mayor aprovechamiento de la instalación y aumentar su
rentabilidad, pero sin olvidar el bienestar de las aves alojadas las cuales
reciprocarán con una eficiente reproducción.
El tamaño de las especies no siempre es directamente proporcional al
espacio vital necesario para su mantenimiento, especies como los Colibríes
necesitan un extenso espacio vital para realizar su vuelo y fisilogismo
normal por esta razón son mantenidas en instalaciones con árboles
medianos como los de cítricos en su interior cubiertos de mallas, mientras
algunas rapaces pueden pasar la mayor parte del día posadas en una
percha.
Las instalaciones deben ser creadas de acuerdo al requerimiento de
espacio vital de las especies que las ocuparán, no ajustar estas a un
espacio ya existente que por lo general no coincide con sus necesidades.
Sobrepoblar las instalaciones también tiene como riesgo aumentar las
posibilidades de transmisión de enfermedades por lo que puede estas
sobre-poblaciones ser el detonante para desencadenar infecciones ocultas.
2.
Manejo de diversas especies.
Es muy común durante las reorganizaciones del criadero, por
desconocimiento se unan en la misma jaula aves de especies diversas sin
verificar si estas especies pueden ser compatibles, ocurriendo con el cursar
de los días luchas territoriales por el dominio de espacio vital; Estas peleas
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si no son detectadas en tiempo pueden ocasionar graves lesiones en estas
especies de piel tan delicada armadas de tan potente pico.
Las competencias por edades (entre Adultos y Pichones) también es
necesario comprenderlas, ya que hasta los padres en determinados
momentos rechazan a los pichones para que estos se independicen y poder
emprender una nueva cría, si el espacio vital es reducido y no se extraen
los pichones en tiempo, entonces estos padres pueden considerarlos como
invasores a su territorio y atacarlos.
Un caso clásico es cuando alojamos aves de diversas edades dentro de la
misma jaula, las que dependerán del mismo bebedero, comedero y
posaderos comenzando rivalidades por la posesión de estos lugares vitales;
Luchas en las que como es lógico las más jóvenes tienen mayor posibilidad
de perder.
Las posibles rivalidades territoriales entre los machos es un factor a
considerar en algunas especies, existiendo en el año en temporada
reproductiva momentos muy tensos cuando los machos luchan por las
hembras y territorios para la reproducción. Si se cría en colonias y no hay
una adecuada relación de pareja o proporción macho-hembra con un el
espacio vital reducido puede ser común encontrar aves heridas por ataques
de este tipo.
Conocer el manejo especifico de cada especie evitará muchas penurias
para las aves y desilusiones al criador; No se nos debe ocurrir que por
comodidad nuestra en el trabajo en el criadero queramos cambiar modos
de comportamientos particulares de evolución de la especie.
Las características de manejo propia de cada especie se pueden flexibilizar
pero no se pueden doblar haciendo cambios radicales en su forma de
alimentación,
dimensiones
de
jaulas,
nidos
y
esperando
un
comportamiento diverso al propio.
3.
Identificación de las aves:
Cualquier registro de las aves en un criadero comienza por la identificación
individual de cada ave a través de microchip o anilla, luego esta
identificación individual puede venir complementada con los documentos
de procedencia, atenciones veterinarias realizadas al ave, sexado y su
registro reproductivo.
Para simplificar los controles necesarios de los criaderos se han creado
programas computarizados para este fin, permitiendo a través de esta
estadística seleccionar inclusive los mejores reproductores, las aves que
deben ser dadas de baja de la reproducción por ser viejas o ineficientes y
de las aves jóvenes los posibles candidatos a reemplazar a estos por su
posible capacidad genética heredada de los padres.
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IV. Control de la alimentación de las aves del criadero:
Hablar de la alimentación de las aves mascotas es tan complicado como
para dedicar varios capítulos; En el mercado existen innumerables firmas
de alimentos, vitaminas e integradores por un lado y por el otro infinidad
de recetas caseras realizadas por los avicultores unas más afortunadas que
otras, pero todas defendidas con gran fervor por sus creadores.
No obstante a esto creemos necesario resaltar algunos puntos que pueden
ser claves en la alimentación en este tipo de instalaciones.
Se debe visualizar la actividad sanitaria relacionada con la alimentación
desde dos ángulos conectados pero diversos; Uno de la posibilidad de
vehiculización de enfermedades a través de los alimentos y sus residuales
y el otro que con una alimentación errada la salud de las aves se verá
afectada y con esto la posibilidad de enfrentamiento a las enfermedades.
Conocer las cantidades necesarias de consumo diario y tipos de alimentos
en dependencia a la especie criada es fundamental para lograr resultados
reproductivos y las aves gocen de buena salud evitando problemas
metabólicos y obesidad en especies que por la cautividad presentan poco
nivel de ejercicio confrontado a dietas muy energéticas.
El conocimiento de la calidad biológica de los alimentos a distribuir, su
correcto balance alimentario, la higiene de la estancia, los implementos de
preparación y los comederos es clave para que las aves reciban una
alimentación sana.
En muchas ocasiones se sirve un
exceso de alimentos o se utilizan
comederos de tolva, quedando
acumulados en el comedero
alimentos por días que tienden a
contaminarse
con
los
microorganismos presentes y si
esto es válido para las mezclas
de
semillas,
estrusos
y
peletizados, más aun para las
frutas y verduras que luego de
estar tres horas en el comedero
ya están colonizadas por los
microorganismos convirtiéndose en un excelente medio de proliferación y
bomba biológica.
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Los niveles de invasión de los
microorganismos del medio a los
alimentos pueden ser disminuidos
teniendo una estancia adecuada
para almacenamiento donde no
sean
atacados
por
ratones,
insectos ni hongos; Luego los
alimentos que se consumirán en
el día pasarán a un local acorde
para el primario procesamiento,
creación de mezclas de semillas,
preparación de frutas y verduras,
cocinado de algunos granos y
donde se puede anexar vitaminas
y minerales a las dietas.
Estos locales por sus características deben tener un control sanitario
estricto realizando limpieza y desinfección de instalación y utensilios de
forma periódica para evitar la difusiòn de enfermedades en el criadero a
través de los alimentos.
V.
Control sanitario del criadero:
1.
Cuarentena para incorporación de nuevas aves:
La etimología de la palabra Cuarentena proviene de tiempos posteriores,
en el siglo XIV cuando surgen epizootias como la Peste humana y el Cólera
estableciéndose una serie de medidas restrictivas a los barcos en los
puertos Europeos para detectar si existían problemas de salud en sus
tripulaciones, permaneciendo 40 días confinados el los barcos los
tripulantes antes de poder bajar a tierra.
Es indiscutible el conocimiento que existía ya en aquella época de la
posibilidad de transmisión de enfermedades a través de personas
aparentemente sanas, hecho que es valido para animales y entre ellos las
aves.
En muchos aficionados a la cría y reproducción de aves ornamentales vive
el espíritu del coleccionista de nuevas mutaciones y especies originando un
trasiego constante de aves entre un aviario y otro, en oportunidades
injustificado ya que las aves del aviario de destino pudieran tener hasta
mejor calidad genética y de salud que las nuevas a incorporar.
Dentro de cada aviario sano existe un equilibrio epizoótico en el cual las
aves han alcanzado un nivel de inmunidad y resistencia hacia los agentes
patógenos que están circulando en su lugar de origen y al incorporar aves
de diferentes aviarios se romperá este equilibrio. Por esta razón muchas de
las nuevas enfermedades que aparecen en los criaderos o aviarios
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ocurren un tiempo después de haber sido incorporadas nuevas aves a
ellos.
Conociendo que muchas de las enfermedades entran al aviario por esta
vía, es de gran importancia que entre los requisitos que deben tener los
criaderos, sea prevista la presencia de un área para hacer cuarentenas a
aves a incorporar y que estas sean mantenidas a distancia de las del
aviario por un periodo de tiempo en el que serán inspeccionadas
clínicamente.
Las aves que se encuentran en estas cuarentenas se recomiendan sean las
últimas atendidas en el día por parte del cuidador y de ser posible se
podría utilizar un obrero para esta actividad o que estas sean las únicas
aves con las que esté en contacto directo el mismo en su labor diaria.
A las aves que estén en cuarentena se deben realizar las siguientes
labores:
•
•
•
•
•
•
2.
Inspección inicial al arribo.
Inspección diaria.
Adaptación gradual a la dieta establecida en su nuevo aviario.
Desparasitación contra ecto y endoparásitos.
Chequeo veterinario y realización de tomas de muestras.
Incorporación al aviario después de un tiempo prudencial
determinado por el Veterinario luego de obtener los resultados
de laboratorio, por lo general un tiempo mínimo de 6 semanas.
Adecuada rutina sanitaria de higiene.
Las aves son animales rutinarios, basta cambiar la rutina de trabajo en un
criadero para notar cambios en el comportamiento de las aves. Cambiar el
orden de atención a las aves, utilizar un nuevo obrero o cambios en el
entorno a las jaulas pueden desencadenar desde el menor consumo de
alimentos hasta aumento de la agresividad y abandono de los nidos de
algunas parejas.
Complementar la rutina de trabajo de criadero a la que están
acostumbradas las aves a una serie de nuevas rutinas en el trabajo que
eviten la circulación de agentes infecciosos entre las diversas zonas es una
necesidad si se quieren obtener reales resultados de salud en las aves. Una
adecuada rutina de trabajo establecerá un orden de prioridades de
atención de las áreas más importantes y claves en el funcionamiento del
criadero hasta las menos importantes, evitándose pasen durante la labor
las posibles infecciones de un área a otra al tomarse medidas de
desinfección en manos, zapatos y utensilios cuando se transite de una zona
a otra.
Implementar con una visión sanitaria las diversas rutinas de trabajo en las
zonas más sensibles de un criadero como pueden ser el área de
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incubación, el área de alimentación artificial de pichones, la enfermería o el
área de cuarentena es determinante para evitar que entren en algunos
casos y salgan en otros microorganismos infectivos de dichas áreas.
3.
Pruebas para determinación de enfermedades más comunes.
En muchos casos las enfermedades aviares cursan de forma subclínica
quedando como enfermedades latentes o se originan individuos portadores
de la enfermedad encargados de su diseminación con el tiempo, por lo que
no es tan fácil hacer un diagnostico y control de una enfermedad que
circula en un criadero como piensa el propietario.
El Veterinario aviar como un detective debe ir encajando pieza a pieza en
el rompecabezas que formará el camino hacia un diagnostico definitivo de
la enfermedad, enfermedad que muchas veces no tiene síntomas claros ni
manifiestos y debe ir seleccionando que tipo de muestra tomar, hacia
donde enviarlas y que mandar a investigar de dicha muestra.
Si deseamos en un criadero poder tener una valoración sanitaria cabal
debemos realizar toda una serie de pruebas en animales claves como
pueden ser los reproductores y sus descendencias, para tener una clara
idea de las posibilidades de transmisión de enfermedades y medidas a
tomar para evitarlas.
Entre los chequeos de rutina de los criaderos de psitácidas se hallan los
muestreos serológicos para determinación de Circovirus, Polyomavirus,
Clamidia, Virus de la Enfermedad de Pacheco y pruebas especificas para
descartar la Proventriculitis dilatativas, que deben ser realizados a los
reproductores y a los nuevos reproductores a incorporar.
Para todas las especies aviares se consideran importantes los exámenes de
las heces. Los muestreos coprológicos para pesquisaje parasitológicos
deben ser tomados una o dos veces al año a las especies más sensibles y
en grandes jaulas de vuelo donde las aves tienen acceso al piso.
Realizar pruebas de control microbiológico en incubadoras, nidos y área de
cría artificial permitirá detectar en tiempo microorganismos potencialmente
dañinos para las crías en una etapa en que todavía no han desarrollado
bien su sistema inmunitario.
4.
Revisión periódica de todas las aves.
Independientemente que se realice una inspección visual diaria a todas las
aves del criadero durante la rutina de trabajo del obrero o la inspección
diaria del encargado, es importante recordar que estas especies tratan de
enmascarar cuando sienten algún síntoma de enfermedad por lo que en
oportunidades llegamos a darnos cuenta cuando ya no pueden esconder
estos síntomas.
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Uno de los mejores momentos para realizar la inspección visual de las aves
es temprano en la mañana cuando comienzan los cantos de delimitación
territorial, los cortejos de las parejas y cuando se les sirve la alimentación,
pudiéndose valorar si los comportamientos son normales en estos
momentos.
La revisiones individuales, luego de la captura, para determinar estado de
salud, toma de alguna muestra y desparasitaciones deben ser realizadas
mínimo dos veces al año de ser posible con la cooperación de un
veterinario, recomendándose como posibles fechas antes de comenzar la
temporada reproductiva y luego de terminada esta. Esto permitirá valorar
las posibilidades reales que tiene el ave de afrontar dos periodos difíciles
de la vida; La reproducción y el invierno, permitiéndonos tomar medidas
para preservar la salud del ave y pueda afrontar estas etapas, evitándose
además que el ave adulta pueda transmitir parásitos portados por ella a
sus crías que por ser más jóvenes soportarán menos la invasión
parasitaria.
5.
Desinfección de jaulas e instalación.
No es hasta mediado del siglo XIX con los aportes de Joseph Lister, el
padre de la antisepsia en la cirugía, que se pone de manifiesto la necesidad
de desinfectar las heridas con sustancias con propiedades antisépticas. El
científico basó sus teorías basándose en los descubrimientos del sabio
francés Pasteur en los que exponía la presencia de microorganismos en el
medio.
A partir de entonces fue un progreso constante en el descubrimiento de
nuevos microorganismos, sus formas de transmisión, su resistencia en el
medio y sus acciones sobre la salud de los animales y el hombre.
Antes de analizar el término de desinfección es necesario comprender un
concepto más amplio que es el conocido como Saneamiento dentro del
cual se encuentran las medidas de desinfección; El saneamiento agrupa
una serie de acciones encaminadas a reducir y destruir los agentes
etiológicos fuera de los animales vivos, reducción de los vectores biológicos
y animales reservorios de estos agentes.
Por lo que a la hora de realizar un trabajo efectivo de protección biológica
de una instalación productiva, en este caso los criaderos o aviarios de aves
ornamentales, no debemos afrontar el problema solamente desde el punto
de vista de la desinfección sino desde un ángulo mucho más amplio con la
visión de saneamiento de las instalaciones y modificando estas acciones en
dependencia a las condiciones reales de cada instalación para que en
realidad el objetivo perseguido de control y destrucción de agentes
infecciosos, sus reservorios y vectores sea realmente efectivo.
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Entre las medidas generales de saneamiento se hallan:
•
Las medidas contra vectores: Van encaminadas a la realización de
un estudio de la presencia de vectores dentro de la instalación,
recurriéndose en muchos casos a la utilización de mallas antimosquitos, desinsectaciones a través de fumigación de instalaciones
y aves. Estableciéndose planificaciones de fumigaciones periódicas y
una serie de medidas para evitar la introducción de vectores de
forma accidental al aviario o criadero entre las que se encuentran las
cuarentenas y tratamiento de aves de nueva incorporación a la
instalación.
•
Las medidas contra reservorios: La utilización dentro de los
aviarios o criaderos de una serie de medidas encaminadas a evitar la
entrada y proliferación de animales que pueden ser reservorios de
enfermedades muchas veces se logra a través de la utilización de
mallas y construcciones anti-pájaros o anti-roedores pero en
oportunidades es necesario recurrir periódicamente a la utilización de
técnicas en el control de estos vectores para lo que se recurre a
métodos mecánicos, químicos e inclusive biológicos.
•
Las medidas respecto a la disposición de residuales y
cadáveres: Si en la instalación no existen correctas medidas para la
disposición de los residuales que se van creando durante el día o de
los cadáveres que se originen se puede ocasionar sobre estos
materiales una elevada multiplicación de microorganismos y la
creación de las condiciones idóneas para que reservorios y vectores
se multipliquen dentro de la instalación. Por lo que en grandes
instalaciones la utilización de crematorios y contenedores apropiados
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para la basura es un mecanismo adecuado para disponer de estos
residuales.
•
Las medidas de desinfección: A través de la desinfección se logra
la reducción de la carga de microorganismos patógenos en el
ambiente por su destrucción o desvitalización. Dependiendo la
efectividad de una desinfección de las propiedades del
microorganismo circulante, de la presencia de sustancias que lo
protejan, la resistencia al agente utilizado en la desinfección y del
tiempo y concentración en que se utilizó la sustancia desinfectante.
Es conocido que los microorganismos patógenos tienen un tiempo de
permanencia viable fuera del organismo animal, este factor es muy
utilizado en la avicultura comercial por lo que se utilizan en muchos países
en la cría de pollos de forma comercial el método de explotación TODO
DENTRO TODO FUERA, en el que luego de una crianza se desactiva la
instalación, se desinfecta y se espera un lapso prudencial para la
autodepuración de la instalación de los microorganismos que pudieron
haber escapado o resistido a la desinfección; Este método de crianza no es
valido para los criaderos de aves ornamentales pero puede ser útil
conocerlo, pues secciones del criadero luego de la temporada reproductiva
pueden ser dejadas vacías, desinfectadas y dejar por un periodo de tiempo
inactivas para complementar la acción del desinfectantes con la
autodepuración.
Métodos de desinfección más utilizados:
La calidad de la desinfección de un criadero dependerá de la correcta
elección del desinfectante de acuerdo a los microorganismos actuantes, la
labor de limpieza previa a la aplicación, su preparación (concentración), la
forma de aplicación (atomización, inmersión, vertido), el tiempo de
exposición del producto y las labores de neutralización de residuos del
mismo antes que entren en contacto con el hombre o animales que
pudieran afectar.
No todos los métodos de desinfección se utilizan de igual manera en los
criaderos de aves pues muchas veces se realizan desinfecciones con aves
dentro del criadero o en las proximidades de la zona a desinfectar y no
debe recurrirse a sustancias muy cáusticas ni irritantes que puedan
afectarlas.
La Limpieza mecánica: Es el método de desinfección más utilizado en los
criaderos caracterizándose por disminuir la carga de microorganismos a
través del barrido, lavado, cepillado con agua, agua a presión, agua
caliente o anexando algún detergente como sustancia química que facilita
el desprendimiento de las partículas cargadas de microorganismos.
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La Desinfección por métodos químicos: Es también muy utilizada en
los criaderos pero muchas veces se desconoce la adecuada forma de
aplicación y no existe una correcta selección del desinfectante. Dentro a
este grupo se encuentran una gama de sustancias que en dependencia de
su acción contra un agente etiológico determinado pueden ser definidos,
Bactericidas, Fungicidas y destructores de Virus.
Desinfección por métodos Físicos: Este método no es muy aplicado
sobre las jaulas por la capacidad corrosiva, aunque en el último tiempo
con la creación de limpiadoras domésticas de vapor se ha venido
extendiendo esta modalidad de desinfección; Es más utilizado sobre
algunos alimentos pues al cocinar algunos indirectamente se logra no solo
facilitar su digestión si no eliminar cualquier microorganismo que pueda
estar presente en los granos. El método se basa en la utilización de Calor
seco (Esterilizadora); Calor húmedo (Vapor, Pasteurización); Ebullición,
Flameo, Radiaciones Ultravioletas; Ultrasonido.
Desinfección por métodos biológicos: en este tipo de desinfección se
recurre a la utilización de microorganismos o sustancias producidas por
ellos en la neutralización y destrucción de microorganismos patógenos o
potencialmente patógenos presentes en el medio. Este método presenta en
la actualidad muchas ventajas ya que son sustancias degradables que no
provocan contaminación al medio.
En las desinfecciones es muy común la conjugación de dos o más de estos
métodos de desinfección con lo que se garantiza una mayor efectividad en
la misma llegando incluso a necesitarse una menor cantidad de sustancias
químicas para lograr el mismo efecto de destrucción de los
microorganismos.
Para lograr un efecto adecuado se debe comprender que cada producto
desinfectante requiere de un periodo de tiempo mínimo de exposición en
las superficie aplicada para completar su acción pudiendo variar el mismo
en dependencia del tipo de superficie, tipo de producto, concentración,
temperatura en que se aplicó y resistencia del microorganismo a
neutralizar.
6.
Tener un área delimitada para enfermería.
Todo criadero debe tener un área bien delimitada y alejada de las otras
aves a donde serán llevadas las aves que presenten los primeros síntomas
de enfermedad. En muchas ocasiones hemos podido ver como por no
existir esta áreas en el criadero las aves enfermas permanecen más tiempo
que el prudencial compartiendo la jaula con animales sanos, se espera a
mañana pues se piensa que mejorará y lo que se está permitiendo a una
mayor difusión del agente infeccioso en el área.
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En otros casos el ave enferma se aleja de las sanas pero se coloca en un
local en el que no existen las condiciones para su mantenimiento y
recuperación, garajes, cuartos y hasta locales que no cuentan con las
mejores condiciones higiénicas, temperatura adecuada y atención
profesional.
Un área de enfermería debe estar bien delimitada con tapete de
desinfección de pies a la entrada, ventanas con malla anti-mosquitos, tener
un control de temperatura adecuado, con la posibilidad de lámparas
térmicas para calentar más la jaula del ave enferma o jaulas de enfermería
con regulación térmica incorporada, paredes y pisos fáciles de limpiar,
buena iluminación, fregadero, un botiquín con los medicamentos
necesarios, instrumentos adecuados como sondas de alimentación
artificial, jeringuillas y aplicadores y la posibilidad de desinfección fácil del
área.
7.
Mantener un botiquín de medicamentos más comunes a utilizar.
Todo criadero necesita la existencia de un botiquín para poder realizar una
asistencia primaria de las aves que cría, pero cuando se habla de
asistencia primaria no significa la medicación del ave con antibióticos
antifúngicos o antinflamatorios sin tener una orientación facultativa que en
general a la larga ocasiona más daños que beneficios, no solo por darse
dosis inadecuadas si no por también dificultar el verdadero transito a la
cura por alterar los procesos biológicos normales en el ave, su flora
intestinal, hacer más resistente los microorganismos a los antibióticos y
alterar los resultados de una posible toma de muestra.
8.
Conocimiento del personal de las medidas de bioseguridad.
Las medidas de bioseguridad son todas aquellas que pueden ser
implementadas en un criadero para evitar la difusión de agentes
infecciosos de un área a otra del criadero, la salida de dichos agentes del
criadero e inclusive evitar que las personas que trabajen en el criadero
puedan ser infectadas por enfermedades que puedan estar circulando en
las aves.
Es importante que el obrero del criadero conozca cuales son estas medidas
y por que causa se implementan pues si bien estamos hablando de agentes
no visibles o palpables, el obrero que trasiega con instrumentos, comida y
se encarga de la limpieza es un eslabón clave en la cadena de transmisión
de muchos agentes infecciosos. Si el trabajador del criadero está consiente
de esto y toma toda una serie de medidas la posibilidad de difundirse
enfermedades en el criadero se minimizará.
Entre las medidas de bioseguridad más utilizadas están las de tener una
ropa adecuada para trabajar en el criadero que queda en este cuando se
sale, que se desinfecten el calzado y las manos antes de entrar a las
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diversas áreas del criadero, que las aves sospechosas y enfermas sean
atendidas de último, y que se mantenga una adecuada higiene.
9.
Hacer revisiones veterinarias periódicas.
Las revisiones veterinarias planificadas pueden ser muy importantes en el
criadero en épocas que son necesarias: realizar una directa valoración
clínica de cada ave como pueden ser antes de la etapa reproductiva y
luego de este periodo, antes del invierno.
En estos momentos claves se pueden determinar valoraciones generales
del estado de salud de cada ave, que aves están prontas para la
reproducción y cuales sus reales potencialidades reproductivas, se pueden
aconsejar tratamientos reconstituyentes y estimuladores y sugerir medidas
de manejo de los reproductores.
También se pueden
bacteriológicos para
enfermedades.
realizar muestreos serológicos,
determinar las aves posibles
coprológicos y
portadoras de
VI. Particularidades en la transmisión de las enfermedades más
comunes de los criaderos:
1.
•
Enfermedades Virales.
Poxvirus (Viruela)
La transmisión de esta enfermedad ocurre fundamentalmente por la
picadura de mosquitos que inoculan el virus del ave enferma a aves sanas,
se plantea la capacidad infectante del mosquito de hasta 56 días después
de haber picado a un ave enferma. Entre las especies de mosquitos los
más importantes en la transmisión del virus se han detectado, Aedes
aegypti, Culex quinquefasciatus y Culex tarsanii.
En los Psitácidos en cautividad el picaje entre animales, cuando el espacio
vital es reducido, juega un papel muy importante pudiendo constituir la vía
fundamental de transmisión al provocarse puertas de entradas para el
virus por las lesiones.
La contaminación de utensilios, comederos y bebederos es posible pero
para que se produzca la invasión del animal sano debe existir un contacto
del virus con una puerta de entrada como una herida, una lesión cutánea y
de las mucosas.
La posible presencia de portadores dentro de los aviarios es un tema de
debate en el caso de los Psitácidos. Algunos autores plantean la capacidad
de transmitir la enfermedad de 3-5 años después de haberla adquirida.
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•
Paramixovirus:
Es un virus de la familia Paramixoviridae el cual ha sido aislado en todo el
mundo existiendo diversas variante serológicas:
Paramixovirus 1 (PMV-1) de la Enfermedad de Newcastle, aislado de
casi 100 especies de aves; Paramixovirus 1 (PMV-1) Palomas: Palomas
domesticas y silvestres.
Paramixovirus 2 (PMV-2) Paseriformes, Pavos, Pollos y Psitaciformes.
Paramixovirus 3 (PMV-3) Pavos y Psitaciformes.
Paramixovirus 4 (PMV-4) Patos y Gansos.
Paramixovirus 5 (PMV-5) Pericos de Australia.
Paramixovirus 6, 7, 8, 9. Otras aves.
Enfermedad de Newcastle: entre los posibles hospederos que afecta esta
variante serológica se incluyen un centenar de especies de aves
pertenecientes a 27 órdenes.
La transmisión ocurre por la ingestión de alimentos y agua contaminados
con heces fecales, con secreciones de ojos, nariz y boca de aves infestadas
o por la inhalación del polvo de heces.
Los reservorios de la enfermedad en vida libre lo constituyen aves
acuáticas, Psitaciformes y algunos Paseriformes los cuales también pueden
padecer la enfermedad.
•
Influenza aviar:
Este virus de la familia Orthomyxoviridae es distribuido por el mundo en
una gran diversidad de hospederos entre los que se encuentran patos,
incluyendo los migratorios, pollos, gansos, codorniz, faisán, varias especies
de Psitaciformes y Paseriformes. Aunque estos dos últimos grupos han sido
menos afectados clínicamente presentan también la capacidad de
difundirlo.
Desde los años 1960, los brotes de Influenza Aviar han ocasionado costos
millonarios a la avicultura mundial por el gran número de aves muertas y
sacrificadas para controlar la enfermedad.
La enfermedad es distribuida por todo el mundo con las migraciones de
muchas especies de aves.
Las aves infestadas pueden excretar el
respiratorias, conjuntivales y heces fecales.
virus
por
las
secreciones
La transmisión puede ocurrir por contacto directo o indirecto; aves de vida
libre han sido capaces de transmitir la enfermedad a otras de granja
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como pollos y pavos.
•
Enfermedad de Pacheco:
Esta enfermedad es provocada por un DNA Virus de la familia
Herpesviridae, es una enfermedad oriunda del Brasil, estando en la
actualidad distribuida en todo el mundo producto al comercio primario de
aves procedentes de esta región.
Dentro de las especies en que se ha aislado más el virus se encuentran
Psitácidos de los géneros Guacamayos, Amazonas, Agapornis, Cacatillos y
Cacatúas.
La vía de transmisión más importante de este virus es la aerógena. Al
producirse la diseminación del mismo con el polvo producto a las heces
fecales secas el que puede ser ingerido e inhalado por aves sanas de
especies susceptibles, pudiendo sobrevivir este virus en las heces hasta 48
horas. Las descargas nasales de las aves afectadas también pueden ser
otra fuente de infección contaminado utensilios, comederos y bebederos.
La intensidad y curso de la enfermedad depende de la susceptibilidad de la
especie, pudiendo cursar con un cuadro agudo de fiebre, erizamiento,
temblores y muerte.
Especies muy susceptibles como los pericos Australianos han sido
utilizadas como centinelas biológicas en importaciones de aves procedentes
de zonas afectadas.
•
Poliomavirus:
La enfermedad es conocida como la Muda Francesa del perico de Australia.
Es ocasionada por un virus perteneciente a la familia Papovaviridae, pero
puede afectar con esos mismos síntomas a otras especies de psitácidos.
El virus puede permanecer de forma asintomático en aviarios. Aves adultas
asintomáticas pueden ser las encargadas de infectar a las jóvenes, que
desarrollan los síntomas clínicos y mueren intermitentemente.
Los datos experimentales sugieren la transmisión vertical y horizontal. Los
padres pueden transmitir el virus a sus crías en la regurgitación, replicando
el virus en las células epiteliales o del folículo de las plumas trayendo como
consecuencia la presencia de virus en el cañón de las plumas.
El virus puede penetrar en el ave susceptible a través de la vía digestiva o
aerógena ya que ha sido aislado también en pulmones. Los jóvenes
seronegativos pueden ser infestados por contacto con perchas, utensilios,
comederos e inclusive la mano del criador contaminada en otros nidos.
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Los
pericos
afectados
pueden
morir
rápidamente sin síntomas clínicos. Los
sobrevivientes con más de 15 días de
nacidos pueden exhibir plumas anormales
simétricas caracterizadas por distrofia de
plumas primarias y cola (Muda Francesa).
En el aviario juegan un importante papel en
la transmisión de la enfermedad las aves
portadoras
asintomáticas
que
pueden
excretar el virus de forma intermitente o por un periodo largo.
•
Papilomavirus:
Es una enfermedad ocasionada por un Virus de la familia Papovaviridae
responsable de formación de tumoraciones benignas en forma de
papilomas en la piel y mucosas actuando con especificidad de especie. Esta
enfermedad ha sido asociada con algunos crecimientos de tipo proliferativo
en la piel de algunas aves y en algunos
casos se han podido localizar a nivel del
tracto gastrointestinal fundamentalmente
en Orofaringe y Cloaca.
La transmisión por contacto directo ha sido
reportada y dentro de esta la cópula.
Algunos autores sugieren otros factores
como predisponentes a la aparición de la
enfermedad entre los que pueden estar el
nivel inmunitario del ave.
Es importante la revisión clínica de la cloaca de nuevos reproductores a
incorporar al criadero para determinar si hay presencia de papilomas.
•
Circovirus:
Es una enfermedad crónica caracterizada por distrofia simétrica y perdida
de las plumas desarrollando deformidades en el pico, uñas y muerte final
con disminución paulatina del sistema inmunológico del ave afectada. Ha
sido reportada en numerosas especies de psitaciformes y tiene una
difusión mundial con el comercio de aves. También variantes del virus han
sido halladas en psitácidas de vida libre y otras especies aviares
(Paseriformes, Anseriformes).
Esta enfermedad causada por un virus de la familia Circoviridae es
conocida como enfermedad del pico y las plumas de los psitácidos (PBFDPsittacine Beak and Feather Disease) y hasta el momento ha sido
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reportada en todo el mundo en más de 42 especies de papagayos, la
existencia de la enfermedad es común en Psitácidas originarias de
Australia.
La transmisión del virus es tanto vertical como horizontal. Las aves
susceptibles pueden infestarse por vía oral, respiratoria o intracloacal, de
padres a hijos el virus puede ser transmitido en la regurgitación. Altos
niveles virales han sido demostrados en los cañones de las plumas de aves
infectadas pudiendo ser esta una vía de excreción más importante junto a
las heces fecales; El virus puede resistir largo tiempo en el medio
ambiente.
Es una enfermedad progresiva con remisión temporal y la ocurrencia de
nuevas lesiones en el periodo de rebrote. La mayoría de las aves afectadas
sobreviven de 6 meses hasta un año después de la aparición de los
síntomas.
•
Enfermedad de dilatacion proventricular (PDD):
Esta enfermedad fue descrita por vez
primera a finales de la época de los
70 primeramente en Guacamayos
pero luego se viò que también
afectaba
a
otras
especies
de
psitácidas
como
Loros
grises
africanos,
Amazonas,
Eclectus,
Periquitos de Australia y Cacatúas;
En Gansos, Halcones y otras aves se
ha determinado su existencia más
recientemente.
Muchos autores exponen que es una enfermedad muy común siendo muy
difícil que un gran criadero no tenga algún ave con esta afectación, pero se
plantea que en los criaderos cerrados la incidencia es mayor por lo que se
piensa que las condiciones ambientales juegan un papel fundamental en la
difusión del virus; Aunque su transmisión no es bien descrita se supone
sea por contacto directo y
evoluciona en el animal en
dependencia de las condiciones
imperantes
La
enfermedad
tiene
una
etiología viral estimándose que
es ocasionada por un virus del
grupo Borna virus, se estima que
el periodo de incubación de esta
enfermedad es variable pudiendo
demorar
años
hasta
que
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aparezcan los primeros síntomas, pero es una enfermedad mortal con
perdida de peso progresiva e invasión de agentes oportunista al tracto
digestivo como pueden ser hongos o bacterias (Clostridium).
La inflamación provocada a nivel de proventrículo por esta enfermedad
origina que los granos no se ablanden al pasar por este órgano y luego no
puedan ser triturados en la molleja no pudiendo ser bien digeridos por lo
que son expulsados enteros o partidos en las heces.
No existe en la actualidad vacunación ni cura especifica frente a esta
enfermedad por lo que se recurre a tratamiento paliativo con
antinflamatorios no esterioidales que disminuyen la reacción local.
2. Enfermedades Bacterianas.
•
Salmonelosis:
Esta enfermedad ocasionada por bacterias del genero Salmonella se
caracteriza por tener una gran cantidad de serotipos capaces de infectar a
las aves; La enfermedad se encuentra extendida por todo el mundo
pudiendo existir de forma subclínica y propagarse por aves migratorias,
fundamentalmente aves acuáticas. Puede ser de relativa frecuencia su
presentación en aviarios de aves ornamentales y en palomares en el
trópico, cuando las medidas de higiene y desinfección no son buenas en
estos.
Los roedores como ratas y ratones pueden ser reservorios de la
enfermedad y contribuir a su propagación en la naturaleza y los aviarios.
Las aves de rapiña que se alimentan de ratones por lo general son muy
resistentes a la Salmonella tiphimurium por un mecanismo evolutivo.
La enfermedad se transmite de animales portadores o enfermos a sanos a
través de la contaminación con heces fecales de estos a los alimentos y
agua. Roedores y aves de vida libre también pueden provocar esta forma
de transmisión. Los insectos pueden actuar como transmisores mecánicos
de la infección.
Otra forma de transmisión es través del huevo de animales portadores de
la enfermedad el cual se contamina a nivel del oviducto o en el pasaje por
la cloaca contaminada con heces fecales con el microorganismo.
Provocando una alta mortalidad embrionaria o a los pocos días de nacidos.
•
Colibacilosis:
La enfermedad es causada por el bacilo Gram negativo Escherichia coli,
esta bacteria por lo general se encuentra formando parte de la flora
intestinal normal de las aves sin causar alteraciones en las mismas.
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Factores predisponentes como estrés, baja inmunidad el ave,
enfermedades primarias y la presencia de cepas de la bacteria más
agresivas pueden originar el cuadro clínico.
Esta enfermedad es considerada como la primera causa de muerte de
juveniles de muchas especies de aves criadas en cautividad entre las que
se encuentran canarios, jilgueros y algunos pinzones.
La transmisión ocurre de forma feco-oral al ingerir las aves,
fundamentalmente jóvenes con un bajo nivel inmunitario, alimentos
contaminados con heces fecales de aves enfermas o portadoras.
Las aves adultas muchas veces portan la bacteria pero presentan cierto
nivel de inmunidad no desarrollando la enfermedad, siendo responsables
de la difusión de la misma.
En otros casos la bacteria puede atravesar la cáscara del huevo y matar al
embrión durante la incubación.
Los tratamientos indiscriminados con antibióticos pueden llevar a la
creación de cepas más resistentes y con mayor poder patógeno, por lo que
las medicaciones continuas de los mismos pueden ser un factor
desencadenante si no existe una buena apreciación de los medicamentos
empleados.
•
Tuberculosis:
La tuberculosis aviar se encuentra distribuida por todo el mundo, muchas
veces trasladada de un país a otro por especies migratorias y presentando
picos en la recurrencia de casos clínicos. Entre las aves de vida libre los
gorriones pueden actuar como diseminadores de la enfermedad.
El agente etiológico causante de esta enfermedad es el Mycobacterium
avium, ocurriendo la diseminación de la infección por contaminación de los
alimentos, agua y suelos por las heces y orina del ave enferma.
La tuberculosis aviar se diferencia de la tuberculosis en los mamíferos por
los síntomas predominantes que son típicamente digestivos por lo que las
aves adultas usualmente desarrollan cuadros diarreicos crónicos asociados
que permiten diseminar la infección; La vía de transmisión aerógena a
través del polvo de las heces secas también es posible pero no es muy
común en la tuberculosis aviar.
•
Pasterelosis:
Las bacterias de la especie Pasteurella son divididas basadas
serológicamente en 16 endotoxinas y 4 polisacáridos capsulares. Los
serotipos 1 y 3 y cápsulas A y D son los más comúnmente aislados en
pájaros.
Los portadores asintomáticos pueden alojar la infección en la cavidad
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nasal, senos y cohanas, la transmisión puede ocurrir por contacto directo a
través de aerosoles, o vectores mecánicos. Roedores infestados y aves de
vida libre son considerados reservorios importantes.
La Pasterelosis se aísla casi exclusivamente en el tracto respiratorio
superior, en las heces es rara de encontrar. Los estados virulentos la
Pasteurella multocida causa septicemia aguda y muerte. La infección
invade Pulmones, Hígado, Riñón, Bazo y Corazón en estos casos. En los
casos localizados cursa generalmente con enfermedad respiratoria crónica.
•
Micoplasmosis:
En contraste con las bacterias, los Micoplasmas presentan una membrana
celular con tres capas lo cual los hace resistentes a muchos antibióticos de
utilización ordinaria y que se utilizan para inhibir el desarrollo celular de
otras bacterias.
Estos microorganismos tienen una relativa baja infectibilidad, dependiendo
de una serie de factores de predisposición para su penetración,
multiplicación en el organismo y difusión posterior por lo que este tipo de
infecciones son más comunes en poblaciones de aves hacinadas.
Los aerosoles de estornudos de aves enfermas contaminan el alimento,
agua y jaulas realizando el agente su penetración por vía respiratoria,
pudiendo penetrar hasta los sacos aéreos abdominales invadiéndolos e
inclusive afectar a ovarios por contigüidad.
La transmisión por regurgitación de alimentos puede ser posible en
especies como palomas. La transmisión a través del huevo tiene una
importancia relativa ya que varia de acuerdo a la especie pudiendo oscilar
de un 0,1 % en el pollo hasta un 25 % en el Pavo
•
Estaphilococosis:
Existen 21 especies de Staphilococcus, cocos Gram-positivo, que pueden
ser patógenos primarios o secundarios; Las especies más aisladas en las
aves son S. xylosis, S. sciuri y S. aureus.
Estos microorganismos pueden ser muy comunes en países de climas
templados.
La transmisión ocurre por contacto con el microorganismo el cual se
encuentra sobre las aves y medio ambiente, pudiendo ser trasladado por el
polvo con el viento, encontrando una puerta de entrada y de existir las
condiciones invadir al nuevo huésped.
El Staphilococcus aureus se puede establecer en grandes cantidades en el
aire y el polvo, el puede ser frecuentemente aislado en la piel, mucosas del
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tracto digestivo y respiratorio de aves clínicamente sanas. Esta y otras
especies de Staphilococcus son relativamente estables en el medio y
pueden establecer la infección por largos periodos de tiempo en el lugar
donde se asienten.
•
Estreptococosis:
Es una enfermedad provocada por microorganismos del grupo de
Streptococcus,
cadena de cocos Gram-positivos, muchas veces
considerados inofensivos, hallándose en repetidas oportunidades en el
medio, polvo y en el aire pudiendo en algunos estados sobrevivir largos
periodos de tiempo siendo sensibles a la utilización de desinfectantes
comunes.
Al encontrarse comúnmente este microorganismo en el medio, el aire,
alimentos, jaulas y entorno puede ser considerado como parte de la flora
normal de la piel, las superficies mucosas, el tracto respiratorio, digestivo y
reproductor de las aves. Pero en un momento determinado puede ejercer
acción patógena penetrando al organismo por vía digestiva, respiratoria u
heridas en piel.
Estas bacterias en muchos casos pueden permanecer durante semanas o
meses en el medio con capacidad invasiva
•
Clamidiosis:
El género Chlamydia presenta tres especies, la C. trachomatis y C.
pneumoniae, presentes en los mamíferos, y la C. psittaci la cual afecta a
un gran número de aves y puede provocar la enfermedad en el hombre,
siendo considerada una zoonosis.
El agente etiológico de esta enfermedad es nuevamente llamado
Chlamydia psittaci, ya que por un tiempo se llamó Clamydiophila psittaci,
tipo de bacterias próximas en la escala filogenética a las Rikettsias, siendo
una
bacteria
Gram-negativa
intracelular obligada.
En más de 130 especies no
psitaciformes
y
muchas
Psitaciformes ha sido aislado el
microorganismo,
pudiendo
afectar además mamíferos como
caballos, bovinos, gatos, cerdos,
perros y humanos.
La excreción primaria del agente
etiológico ocurre por las heces
las cuales dispersadas en el
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polvo son fuente de transmisión, La transmisión vertical a través del huevo
también ha sido descrita en pato domésticos, grullas y pericos de Australia.
La Clamidia ha sido detectada en la heces fecales hasta 10 días antes de la
aparición de los síntomas, pudiendo ser encontrada de forma irregular o
intermitente en heces, orina, fluidos lagrimales, descarga nasal, mucus de
la cavidad oral y faringe. Los Cacatillos son frecuentemente afectados por
Clamidia pudiendo excretarla por las heces por más de un año.
En algunos casos las aves portadoras no presentan síntomas hasta la
aparición de condiciones estresantes.
3.
•
Enfermedades ocasionadas por hongos:
Aspergilosis:
El Aspergillus fumigatus es el más común de los hongos de este grupo que
afectan a las aves mascotas, seguido con frecuencia por el A. flavus y el A.
níger. La infección por Aspergillus puede ser crónica e insidiosa y en
algunos casos puede ser sobreaguda y mortal.
Dentro de las aves de compañía los loros grises africanos, los Mynha y las
Amazonas son muy susceptibles. En palomas se registra en algunos
lugares una alta prevalencia. Dentro de las gallináceas las codornices
pueden ser muy infectadas.
La infección ocurre al inhalar las esporas del hongo que pueden estar fijas
a los alimentos; Alimentos mal almacenados y húmedos o picados por
insectos son propensos a que el hongo se multiplique en ellos y aumente la
carga de esporas y con ello la capacidad de diseminación, volando con el
aire en los locales.
En investigaciones de la difusión de este tipo de microorganismo se ha
demostrado en algunos casos que especies de aves sometidas a una
elevada concentración de esporas no desarrollan la enfermedad lo que ha
servido para sugerir que eventos secundarios de inmunosupresión pueden
determinar el desencadenamiento de la enfermedad.
Entre los factores que influencian la susceptibilidad de las aves se
encuentran el hacinamiento, los traslados, la edad, la malnutrición, la
administración de antibióticos por largo tiempo, la administración de
corticoesteroides, la acción de sustancias irritantes en vías respiratorias e
infecciones concomitantes. La infección por lo general provoca afectación
en un sistema, progresando luego si el animal no tiene defensas para
detenerla.
Un curso más rápido de la enfermedad ocurre cuando germinan las esporas
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en un área particularmente vital. Una sola lesión en sacos aéreos puede
tener un curso prolongado mientras que una lesión única en traquea puede
ser fatal al obstruir la normal circulación de aire.
El periodo de incubación de la enfermedad varía en dependencia al tipo de
exposición a las esporas. La infección de sacos aéreos en aves adultas
puede progresar muy lentamente con la formación de granulomas.
•
Candidiasis:
La Cándida albicans es un microorganismo oportunista que puede causar
variedad de problemas asociados con el tracto digestivo aviar, estando
frecuentemente relacionada con casos de ingluvitis, pudiendo ser un
agente patógeno primario o secundario. La Candidiasis es una enfermedad
muy común en aves ornamentales fundamentalmente cuando existen
problemas en la calidad de la alimentación con déficit de vitamina A e
higiene.
Esta levadura puede ser un habitante normal del tracto digestivo de las
aves; la disminución de la flora bacteriana por la utilización de antibióticos,
entre otras causas, puede provocar la multiplicación excesiva de esta
levadura pudiendo convertirse en patógena causando gran afectación en
aves con inmunodepresión, aves jóvenes y adultas enfermas.
La transmisión de este microorganismo es oral al ingerir alimentos
contaminados o al entrar en contacto el ave con utensilios de las jaulas
infectados.
•
Megabacteriosis:
Es una enfermedad de curso generalmente crónico que se caracteriza por
la perdida progresiva de peso del ave acompañada con problemas
digestivos, producida por una levadura muy parecida a los lacto bacilos, en
su forma microscópica, pero de mayor tamaño.
La Megabacteriosis es una enfermedad que se ha diagnosticando en los
últimos años en casi todos los países que realizan crías de aves
ornamentales.
Inicialmente se creyó que el agente etiológico era una bacteria y se le
denominó Megabacteria, nombre con el que todavía se le conoce pero en
años más recientes se demostró que el microorganismo es una levadura
del género Ascomiceto, anamórfica, proponiéndosele el nombre de
Macrorabdo ornithogaster.
La transmisión de este microorganismo ocurre por la contaminación con
heces fecales de aves infectadas de comederos y bebederos siendo
ingeridas con los alimentos por las aves y llegando a colonizar de esta
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forma Buche, Proventrículo e Intestino pero en particular el Proventrículo.
4.
Enfermedades ocasionadas por parásitos:
La presencia de los parásitos es tan común en las aves que esta lucha de
contrarios entre hospedero y parásito lleva millones de años sin resolverse;
los hospederos adoptan nuevas formas de defensa y los parásitos nuevas
formas de invasión y a pesar que en la actualidad la lucha se inclina a favor
de las aves con la utilización de nuevas formas de diagnóstico de parásitos,
medicamentos y desinfectantes que los destruyen, en vida libre se
provocan condiciones como sequías,
inundaciones y otros cambios
globales que permiten una rápida ventaja a los parásitos por su capacidad
de adaptación y actuar sobre aves que se encuentran debilitadas o
sometidas a un estrés de adaptación por las nuevas condiciones
imperantes, rompiéndose así un equilibrio natural de millones de años. Por
otra parte en cautividad las condiciones de sobrepoblación, salud, higiene y
ambientales pueden facilitar estas invasiones, con la consiguiente
multiplicación excesiva de estos parásitos y provocando una grave
afectación para la salud del ave pudiendo provocar la muerte
•
Ectoparásitos:
La posibilidad que un ave ornamental pueda tener ectoparásitos siempre
puede estar latente, pero una elevada intensidad de infección con
consecuencias negativas de esta para su salud aparecen cuando existen
condiciones ideales para la multiplicación de dichos parásitos, mala
higiene, no revisión periódica de las aves, acceso al criadero de aves de
vida libre o no se realizan fumigaciones periódicas con insecticidas.
Entre los parásitos externos más comúnmente encontrados en los
criaderos tenemos:
Piojos: Los Piojos Malófagos están caracterizados por una gran cabeza y
un potente aparato masticador para poder triturar plumas y detritos
celulares de la piel. Estos ectoparásitos viven y se reproducen sobre el
hospedero, afectan el ave sobretodo por su acción irritativa por su alta
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movilidad sobre el ave causando escozor en estas, intranquilidad y
disminución del consumo de alimentos.
La transmisión está en dependencia del contacto directo entre aves y de la
posibilidad que piojos vuelen con el viento a un nuevo hospedador.
Dípteros: Moscas y Tábanos presentan una gran movilidad con el vuelo
pudiendo su radio de acción ser grande, ellas pueden actuar picando a las
aves y succionándoles la sangre, siendo muy común hallar entre el plumaje
de palomas escondida la mosca Pseudolynchia canariesis que además de
provocar el daño de la picadura y succión de la sangre puede actuar como
vector de hemoparásitos.
Parásitos del orden Acarina: Entre los miembros de este orden se
encuentran las garrapatas como representantes de las especies de mayor
tamaño alcanzando las hembras adultas entre 7-10mm de longitud y 5-6
de anchura y numerosas especies de ácaros diminutos hallándose entre los
de mayor talla en este grupo los del género Dermanyssus con 1,5 mm de
longitud; ellos en su fase adulta presentan cuatro pares de patas y un
aparato bucal bien especializado respecto al tipo de nutrición que tienen.
Estos ácaros al alimentarse de sangre pueden ser vectores de parásitos
hemáticos.
Existe una especie en particular Sternostoma traqueacolum que se ha
adaptado a vivir en el sistema respiratorio de las aves provocando una
enfermedad conocida como Acariasis respiratoria, ellos pueden alimentarse
de descamaciones y detritos o sangre a través de su picadura en
dependencia de la especie actuante.
La transmisión de estos ácaros puede ser por contacto directo con aves
que los presenten o en otros casos por la capacidad de movilización que
tienen estos se desplazan a jaulas cercanas.
Entre los ácaros que afectan a las aves ornamentales es muy común ver el
Cnemidocoptes spp. causante de la sarna en patas y en cara de varias
especies de aves entre las que se destacan los Canarios, Pericos
Australianos y Cacatillos. Se ha podido determinar la importancia de un
complemento inmunitario para se desarrollen los síntomas clínicos pero la
higiene, desinfección y fumigaciones programadas tienen un importante
valor en el control de esta enfermedad y las otras producidas por ácaros.
Otros insectos parásitos: Mosquitos, Chinches y Pulgas también pueden
parasitar a las aves muchas veces de forma ocasional, ejerciendo su
función hematófaga y posible vector de enfermedades además de la acción
irritativa sobre la piel con el consiguiente malestar en el ave. Criaderos
sucios, mal organizados, sin mallas anti-mosquito y con presencia de
vectores en el interior pueden propiciar la presencia de estos insectos.
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•
Endoparásitos:
En los parásitos internos o endoparásitos encontramos diversos grupos de
parásitos que son clasificados no solo por su morfología y su ciclo biológico
si no por el lugar que se asientan en el organismo. La acción de los
endoparásitos sobre las aves no solo se basa en aprovechar o sustraer
productos alimentarios de ellas, además de esto ocasionan reacciones
toxicas, daños epiteliales, obstrucciones y afecciones en órganos y tejidos.
Nematodos:
Los Nematelmintes son un grupo de parásitos filiformes caracterizados por
su gran difusión mundial y diversidad de especies utilizadas como
hospederos, pudiendo depender
los
niveles
de
parasitismo
encontrado en las aves no solo de
las
condiciones
higiénicas
sanitarias encontradas en un
criadero y del acceso al suelo por
parte de las aves sino del propio
estado inmunitario del ave.
La diversidad en su localización en
el ave da una clara idea de la
capacidad evolutiva de este grupo
de parásitos al adaptarse a
diversas
regiones
del
ave
hospedero.
Dentro de los parasitismos ocasionados por nemátodos más encontrados
en aves se hallan las Ascaridiasis, siendo muy común ver elevadas
intensidades de invasión de este parásito en Gallinas (Ascaridia galli) y en
palomas (Ascaridia columbae) pudiendo ocasionar cuadros diarreicos,
reacciones toxicas y obstrucción
intestinal
en
estas
aves;
Las
Capillarias son de común detección
en criaderos en que las aves tienen
acceso al suelo, los adultos se
localizan en el intestino delgado donde
roban los nutrientes al ave. Otros
nematodos
pueden
tener
otras
localizaciones como es el caso de la
Oxispirura en la conjuntiva ocular
puede
ocasionar
cuadros
de
conjuntivitis y la Singamosis en la
traquea disneas y tos.
En casos más raros las Filarias adultas pueden ser encontradas a nivel
subcutáneo, sacos aéreos y cavidades corporales de aves de vida libre y
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Falconiformes, encargándose de su difusión mosquitos y otros insectos
hematófagos a través de sus picaduras.
Trematodos:
Es una familia de parásitos aplanados, no segmentados, que presentan un
aparato succionador para fijarse pudiendo sen hallados fundamentalmente
a nivel hepático siendo conocidos como Fasciolas encontrando en este
grupo a Platynosomun, Dicrocoelilium, Lyperosomun y Brachytecithun los
cuales se localizan en los canalículos biliares hepáticos. Pudiendo, cuando
existen infecciones intensas, provocar daños en la función hepática con un
aumento en sangre de las enzimas hepáticas, malestar general del ave y
muerte.
Por depender un ciclo biológico complejo con la necesidad de hospederos
intermediarios la infección de aves con este tipo de parásitos en los
criaderos es más difícil si se toman toda una serie de medidas de higiene,
desinfección y control de vectores.
Cestodos:
Los Cestodos son parásitos aplanados en forma de cinta segmentados
siendo conocidos como Tenias, ellas se fijan a la mucosa del intestino
delgado con ganchos o rostellum los que ocasionan lesiones a este nivel,
son hermafroditas liberando los proglótides o segmentos fecundos maduros
en las heces fecales del ave parasitada, estos segmentos rompen ya en el
exterior dejando liberados los huevos almacenados en su interior.
Necesitando este tipo de parásitos también de hospedero intermediario que
ingiera estos huevos para completar su ciclo biológico, por lo general un
insecto o molusco.
•
Hemoparásitos:
Dentro de este grupo de parásitos que invaden la sangre y provocan
diverso daño y destrucción a las células sanguíneas se encuentra todo un
grupo de protozoo transmitidos por la picada de insectos, dípteros y ácaros
que pueden ser sus hospederos intermediarios.
Entre los miembros más importantes de este grupo se hallan los
Haemoproteus que son protozoarios hemáticos de la familia
Haemoprotidae que parasitan el citoplasma de los glóbulos rojos de las
aves provocando su destrucción, siendo transmitido por la picadura de
insectos vectores como la mosca de la Paloma (Pseudolynchia canariensis).
El Leucocytozoon es un protozoario reportado en diversidad de especies
de aves selváticas y domesticas que parasita todas las células hemáticas,
tanto los eritrocitos como los leucocitos, deformando el citoplasma celular
hasta provocar la destrucción, Los vectores del parásito son insectos del
género Simulidae. El Plasmodium: este parásito ha sido detectado en
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muchas especies aviares, pero más comúnmente en especies Paseriformes
siendo muchas de estas aves portadoras asintomáticas del parásito que es
transmitido a aves sanas a través de la picadura de mosquitos del género
Culex y Aedes. El Plasmodium ha causado grandes afectaciones en aves al
provocar un cuadro anémico hemolítico y de debilidad conociéndose como
Malaria de las aves.
CONCLUSIONES:
Ver las actividades de control sanitario dentro de un criadero de aves
mascotas o de adorno de un modo coherente, conscientes que sobre estas
acciones actúan diversos factores externos e internos y en las que se
pueden establecer metodologías de trabajo para evitar la entrada y
difusión de enfermedades a las instalaciones, da una importante
orientación del trabajo sanitario en estos criaderos que en la mayoría de
los casos son atendidos por propietarios apasionados en la reproducción de
estas especies aviares, con conocimientos muchas veces basados en la
experiencia personal a los que se pueden anexar las valoraciones
científicas de este trabajo.
Es de interés en este trabajo se comprenda la importancia de este tipo de
metodologías y acciones orientadas a proteger la salud de las aves,
mejorar su calidad de vida y garantizar la no difusión de enfermedades
entre estas y de ellas al hombre.
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Recibido 19.04.2012 / Ref. prov. JUN1208_REDVET / Aceptado 22.06.2012 / Ref. def. 071221_REDVET /
Publicado: 01.07.2012
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