CERTIFICACIONES DE INCAPACIDAD Y LAS CONSTANCIAS DE ASISTENCIA MEDICA Con gran preocupación estamos notando que en las últimas fechas se ha desvirtuado completamente la expedición de las denominadas “Constancias de Asistencia médica” a tal punto que las mismas se han llegado a desnaturalizar, trayendo esto consecuencias nefastas en lo que respecta a la producción en muchas empresas en nuestro entorno. Con respecto a esta materia, la ley 44 de agosto de 1995 adicionó cuatro numerales al Artículo 128 del Código de Trabajo y entre ellos se encuentra precisamente el numeral 30 del citado artículo, el cual contempla la obligación por parte del empleador de conceder al trabajador con previa comprobación, permiso remunerado en jornada parcial de trabajo con el propósito de que éste asista a citas médicas ya sea para él o para sus hijos menores de dos años, en aquellos casos en que tenga que concurrir con éstos al médico. Es evidente pues que tales documentos se emiten por la institución respectiva cuando se dan los supuestos antes descritos, es decir o bien que el trabajador asista a la cita médica personal o bien que acompañe a un hijo que se encuentre en edad inferior a los dos años. En contraposición de lo anterior, la práctica muestra que muchas policlínicas de la Caja de Seguro Social están emitiendo sin control alguno las mencionadas constancias de asistencia médica para jornadas laborales completas, lo que a nuestro juicio resulta un total exabrupto habida cuenta que si realmente el trabajador o trabajadora se encuentra sufriendo un quebranto de salud que le inhabilite para prestar sus servicios, lo que procede es que el facultativo proceda con la emisión de la respectiva incapacidad, certificación ésta que si conlleva a diferencia de las constancias de asistencia médica, un procedimiento de control en su expedición. Lo peligroso en este tema es que a través de las constancias de asistencias médicas, muchos trabajadores han tratado de suplir los denominados “Certificados de Incapacidad” en aras de justificar ausencias en jornadas completas de trabajo. Lo importante a resaltar es que los certificados de incapacidad sí poseen un control, límite en cuánto a su pago, requisitos y en síntesis un mecanismo de expedición que permite en un momento determinado verificar por ejemplo cuándo los mismos han sido expedidos en debida forma, cumpliendo las formalidades para su expedición y cuándo han sido efectuados en detrimento de tales requerimientos. A tales efectos el Decreto Ejecutivo No. 210 de 26 de junio de 2001 consagra que tales certificados de incapacidad deberán efectuarse mediante certificado impreso, con enumeración continua y sucesiva; contener número de registro, nombre completo de la institución pública o privada en la cual se expida este. También estipula la norma en comento, con respecto a los certificados de incapacidad, que copia de dicho certificado deberá reposar en el centro en que se expidió y en el mismo se registrará el diagnóstico del paciente, así como la fecha y hora exacta en la que inicia y culmina la incapacidad. La omisión de cualquiera de las exigencias establecidas conlleva la nulidad del documento con las repercusiones que ello implica. Lo medular en el presente tema, objeto de reiteradas consultas e interrogantes por una y otra parte en la relación laboral, consiste en resaltar el hecho de que la obligación por parte del empleador, a menos que exista un reglamento de trabajo, convención o acuerdo laboral en el que se haya pactado lo contrario, radica única y exclusivamente en remunerarle jornadas parciales de trabajo a aquel trabajador que mediante la presentación de las denominadas constancias de asistencia médica pueda acreditar o comprobar que asistió a una cita médica personal o de su hijo menor de dos años. En el evento de que el trabajador se ausente por jornada completa de sus labores, por sufrir quebrantos de salud, éste deberá aportar a su reintegro al puesto de trabajo o dentro del término señalado en el reglamento de trabajo de la empresa, un certificado de incapacidad, documento legal que justifica la ausencia incurrida por el trabajador de que se trate. Por último y no por ello menos importante es bueno advertir que el tema de las ausencias injustificadas posee un fuerte impacto y cobra vital importancia en el desarrollo normal de la actividad de una empresa, situación esta que obliga a los entes encargados a tomar medidas pertinentes a efectos de regular la expedición de las mencionadas constancias de asistencia médicas como bien se ha hecho por ejemplo con los certificados de incapacidad, situación que a la postre otorga mayor certeza al empleador e incluso a los mismos funcionarios al momento de efectuar una investigación relacionada a la expedición de tales constancias. Lcdo. Francisco J. Iglesias. -o0o-