INTRODUCCIÃ N

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INTRODUCCIÃ N
¿Por qué han fracasado las polÃ−ticas de mercado en América Latina?
Las polÃ−ticas económicas son siempre un producto de los modelos sociales según la época en cada
paÃ−s. AsÃ−, las cosas en historia no surgen porque si, sino que pasan por una serie de factores y coyunturas.
Ahora en América Latina se ha vuelto a lo anterior con el ascenso de Chávez, morales, etc, porque están
en contra de las polÃ−ticas neoliberales.
Pero lo más importante y clave es la presencia de Estados Unidos en América Latina aunque es simplista
también decir que todos los males de América Latina son culpa de USA.
Estados Unidos es una nación que nace en el siglo 18 y no quiere colonias, y una nación para egresa, su
burguesÃ−a tenÃ−a riqueza, etc., necesita colonias, y esto es precisamente lo que supuso América Latina
para Estados Unidos. Aún hoy dÃ−a América Latina es un continente neocolonizado por Estados Unidos.
Esto es asÃ− porque para que haya ricos tiene que haber pobres: hay que comprar materia prima barata y
manufacturar productos caros. Este es el intercambio desigual que existe en América Latina con productos
como el café, el azúcar o el tabaco.
Ganancias, renta, plusvalÃ−a, balanza de pagos, etc., son conceptos claves para la economÃ−a.
La historia americana es antes y después de la revolución cubana, el hecho más importante tras la
Segunda Guerra Mundial a nivel polÃ−tico, por todo lo que implicó para América Latina en plena Guerra
FrÃ−a. Además como revulsivo para revolución social cubana surgirán precisamente las dictaduras
militares en América Latina.
Sin el respaldo de la URSS la revolución cubana no se hubiera sostenido más de dos dÃ−as. A diferencia
de la revolución cubana, la revolución mexicana lo que hace es darle un papel más importante al
indÃ−gena.
¿Que es la discriminación social? ¿Que es el racismo?
Raza hay una, la humana, lo demás son etnias. La división étnica de América es muy importante. La
historia del negro en América es la historia de la esclavitud, porque los negros llegan a América por la
trata, ya que antes en América no habÃ−a negros.
Hay quien dice que la esclavitud está abolida, la esclavitud se abole porque en el siglo 18-19 se produce la
revolución industrial, quien para triunfar necesita una demanda de consumo muy alta, es necesaria que la
clase obrera acceda a poder comprar los productos, es necesario que otra masa laboral demandante aparte de
burguesÃ−a y el esclavo, no tiene salario, no puede comprar, no puede ser un consumidor por lo que no existe
porque con el sistema no funcionarÃ−a. Hay que convertir al esclavo en proletario para que pueda comprar;
asÃ− se convierten en consumidores y el mercado se amplÃ−a. Hoy cualquier proletario tiene acceso a todo
tipo de bienes, que antes eran monopolio de la burguesÃ−a, en Europa. Esto es lo que ha conseguido la
revolución industrial en Europa. AsÃ−, el capitalismo creó la esclavitud y también la abolió.
En América siempre la sociedad es dualista: indio-blanco, blanco-negro; y son sociedades cada una
totalmente distinta de la otra, dos culturas radicalmente diferentes en función de la capacidad de rentas de
cada individuo. Pero realmente negro e indÃ−gena se asocian a la pobreza, mientras que el blanco, aunque sea
pobre, siempre va a ser menos pobre.
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América en el siglo XVIII
Este siglo es fundamental para el mundo colonial no español solamente; el siglo 18 es la época de las
primeras revoluciones, del aumento demográfico. Económicamente es el siglo en que el mundo americano
se abre al comercio mundial, tanto por el pacÃ−fico como por el atlántico.
También es el siglo de los grandes virreinatos.
En Europa también hay un ciclo de crecimiento económico y demográfico sostenido. Es la época
también de las revoluciones.
En 1776-1781, surgen los Estados Unidos como primer imperio en América.
Desde el punto de vista europeo se asiste a un nuevo concepto de colonias a resultas de los inicios de la
revolución industrial en Inglaterra, Holanda y Francia.
El mundo americano se ve afectado por sus metrópolis. Se aprecia ya una diferenciación entre las
polÃ−ticas coloniales de éstas y la de España. Los Borbones reconocen en el fondo que España es una
realidad económica puente entre Europa y América. Los reglamentos de 1765, 1778 y el reglamento de
comercio libre de esclavos de 1789 implican que hay una conciencia de que España sólo puede obtener
beneficios fiscales con las imposiciones sobre el comercio, ante la incapacidad industrial y financiera
española. Por eso estos reglamentos buscan eliminar el contrabando, renunciando en parte a su
participación en la venta de productos.
Se busca recuperar el comercio perdido en el siglo XVII, verdadero siglo americano en el que América se
hace más autosuficiente respecto a Europa.
El comercio libre buscaba eliminar el monopolio, pero aumentar el tráfico naval entre España y
América a efectos fiscales.
Además, en el siglo XVIII, la capacidad de demanda en Europa es mayor por el crecimiento económico del
europeo. AsÃ−, a partir del siglo XVIII se demandan más géneros ultramarinos y exóticos para el
consumo europeo, como el azúcar, el tabaco, el cacao, el algodón, etc., que en los siglos XVI y XVII sólo
se consumieron por la alta burguesÃ−a.
Se puede decir que como consecuencia de ello en el siglo XVIII se produce una "revolución dietética",
pues hasta entonces la gastronomÃ−a ordinaria europea se basaba en gachas, carne salada, chacinas y los
conservadores de especias.
También hay una revolución en la vestimenta a fines del siglo XVIII gracias a la generalización del
algodón y el lino.
Esta nueva demanda de productos provoca que las zonas marginadas en los siglos anteriores comiencen a ser
cultivadas y a ser objeto de la preocupación de la corona. Junto a los caudales, ahora interesan los productos
de Cuba, Venezuela, RÃ−o de la Plata (que suministraba tasajo y bacalao al Caribe para los esclavos), etc.
En las dos centurias anteriores se desarrollarán los ejes Panamá-Callao-Lima y Veracruz. A partir del siglo
XVIII ya se van abriendo nuevas vÃ−as atlánticas, que explican las nuevas fortificaciones en España. A su
vez los ingleses, franceses, suecos, holandeses, etc., también se expanden en el atlántico y el Caribe, en
Jamaica, Barbados y las pequeñas Antillas.
Las pequeñas Antillas fueron intensivamente explotadas para su cultivo, en especial de azúcar, café y
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tabaco.
En realidad el Caribe, que no existÃ−a para España al no existir metales, es una creación de Europa
cuando se dio cuenta de que era una zona de inversión de capitales y de obtención de beneficios. Fruto de
esto serÃ−a la llegada masiva de esclavos negros activamente. Entre los siglos XV-XIX se importaron 20
millones de esclavos, cuyas condiciones de vida eran muy precarias (su vida media era de cinco años en
América).
En América en el siglo XVIII además, se crearán dos nuevos virreinatos: Nueva Granada (1739) y el del
RÃ−o de la Plata (1776). También se crearán nuevas "capitanÃ−as generales" para mejorar la defensa.
Por todos lo expuesto anteriormente, América y Europa tendrán una mayor relación colonial. Conforme
el capital comercial se desarrolle en Europa, habrá nuevas relaciones centro-periferia. América queda
controlada como fuente de materias primas y Europa consolida su economÃ−a manufacturera. A partir del
siglo XVIII los intercambios entre Europa y América superan a los del siglo XVI-XVII. Por otro lado los
Estados Unidos contribuirán a explotar América latina para desarrollar su economÃ−a.
En el siglo XVIII también Europa consolida su economÃ−a gracias a la inversión de capitales en
América, cuyo producto de mayor exportación, pese a todo, sigue siendo la plata. Este capital que sale de
América servirá a Europa para industrializarse.
Es, pues, una época de auge del capitalismo y de desarrollo de los bancos de Inglaterra y Holanda, que
poseÃ−an agentes en América. Esto permitió también un desarrollo del sistema crediticio que a su vez
consintió el desarrollo de los comerciantes ingleses, franceses, etc.
Es una época en la que se asentara el "pacto colonial": los americanos reciben manufacturas y los europeos
materias primas.
El siglo XVIII, tanto por causas internas como externas, es un siglo de convulsión polÃ−tica, social, etc.
Factores de crecimiento económico en Europa provocan un siglo de avance en las fuerzas del capital que se
traduce en un incremento del mercado. América es para Europa la principal fuente de acumulación,
comercio y de negocios. Las relaciones económicas entre Europa y América se incrementan de manera
extraordinaria en provecho del continente europeo, con fortÃ−simas repercusiones en la economÃ−a interna
de América.
El Caribe a partir del siglo 18 es una creación de las potencias europeas, en tanto que coloca una serie de
paÃ−ses para ser suministradores de productos muy demandados en Europa, creando plantaciones de cacao,
azúcar, café, etc., desde Cuba a Venezuela.
Es una creación económica con el respaldo de los criollos tienen asÃ− una forma de integrarse en el
mercado mundial y enriquecerse. Es una creación necesaria para surtir el mercado.
Aparte de las aristocracias económicas (criollas), también las hay sociales y polÃ−ticas, como son:
-La revolución francesa: con lo que implica ésta en la ruptura del antiguo régimen, con ideas
ampliamente desarrolladas y que han sido la columna vertebral hasta esa época, como las monarquÃ−as.
Esto es un hito trascendental en el nuevo concepto de sociedad, porque implica la aparición de las
burguesÃ−as y sus revoluciones burguesas, lo que hace que se trastoque la Europa de la época suplantando
a la esto gracias (tanto en la economÃ−a como en la sociedad y polÃ−tica). Esta revolución francesa
repercute mucho en América. De hecho, la primera revolución América latina (revolución de negros
en HaitÃ− frente a los amos coloniales) va a ser un producto de esta revolución francesa.
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-La revolución norteamericana: que tiene gran influencia en América Latina (decisiva). A raÃ−z de la
independencia, los paÃ−ses latinoamericanos intentan imitar el federalismo republicano de los Estados
Unidos.
-El siglo XVIII tiene mucho de revolución cultural: aparece la ilustración y se escriben los derechos del
hombre frente a los estados absolutistas. Todo esto crea un nuevo ambiente, una nueva trascendencia desde el
punto de vista ético y moral con respecto al Estado
-El siglo XVIII está marcado también por la palabra libertad, con la posibilidad que tiene una persona de
ser libre y feliz.
En definitiva, todo esto está envuelto por dos palabras claves que a partir entonces rigen nuestros destinos,
como son mercado y capital y burguesÃ−a (frente a la rancia y vieja aristocracia).
La ilustración es la modernidad y todo esto hay que verlo con el tamiz que no se puede olvidar de
metrópolis-colonias.
En América en el siglo XVIII el desarrollo de las palabras anteriores van a afianzar a una clase social (en
función de lo anterior) que es la que dispone en América de la capacidad de negociar con la burguesÃ−a
europea, la clase criolla.
Los criollos comienzan a tener tanta importancia en el siglo XVIII porque los españoles en América (los
emigrantes) moralmente no iban a trabajar la tierra ni las minas. La mayor parte de ellos se dedicaba al
comercio o a tener una ocupación burocrática, sobre todo a partir de la reforma polÃ−tica (del mundo
americano) borbónica, que crea nuevas organizaciones de control del Estado.
Esos criollos han heredado las tierras y son los principales dueños o propietarios de dicha tierra. Ha
conseguido tener el control de la propiedad de la tierra y con ese control se encuentran en la posición de
posesión del poder económico, pero no del poder polÃ−tico.
España a prohibir sistemáticamente a los criollos el acceso a la burocracia, administración, etc., pero sin
embargo va a permitir que tengan una gran fuerza, ya que tienen el uso y propiedad de la tierra, en una
época en la que cada vez se hace más fuerte la demanda de productos tropicales (ultramarinos). Los que
pueden poner esas tierras a trabajar y producir en gran cantidad para mercado europeo son obviamente los
criollos y estos comienzan a hacer grandes negocios con los comerciantes (bien españoles, bien franceses,
ingleses, norteamericanos, etc.).
Esa clase criolla ve cómo cada vez su capital se incrementa más en función de ese comercio europeo
(adquiere rentas y capitales).
La riqueza siempre lleva al poder y este poder se quiere para ejercerlo.
Esos criollos que ven su posición social y económica cada vez más fuerte en tanto en cuanto además los
Borbones se dan cuenta de que sin los criollos no se puede desarrollar América, realizan un pacto no escrito
con la corona, por el cual se les permite enriquecerse a cambio de que sigan manteniendo el status quo
colonial. Esto es tremendamente contradictorio porque el poder económico no se corresponde con el
polÃ−tico ni con el social (tener el poder económico a cambio de que no pidan poder polÃ−tico y social, a
pesar de que el poder económico suele dar poder polÃ−tico y social).
La corona hizo esto muy bien, porque emitió toda una serie de decretos para que el status económico que
tenÃ−an criollos se mantuviese (reglamentos de todo tipo).
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Este pacto tenÃ−a tremendas contradicciones porque la clase criolla estaba inmersa en un espacio que ni por
asomo se parecÃ−a al europeo, porque:
-estaba inmerso en un estado de castas (indios, negros y españoles) donde es muy difÃ−cil desarrollar un
concepto burgués de la sociedad.
-Además, no tienen el control polÃ−tico.
-Tampoco tienen los foros polÃ−ticos necesarios donde desarrollar su concepto burgués de clase y de
desarrollo de lo que fue la revolución burguesa.
Por ello, la sociedad criolla nace en una situación completamente maniatada por la dificultad para
desarrollarse como burguesÃ−a.
Al tiempo que se vertebra el grupo criollo como grupo dominante en América, surgen las reformas
borbónicas, que son un intento del estado español para controlar polÃ−ticamente el imperio americano,
que durante el siglo XVII permaneció por diferentes motivos bloqueado.
El criollo se convierte en la figura clave en el engranaje polÃ−tico y social americano.
Los Borbones y sus ministros (reaccionarios) inauguran estas reformas que van a controlar el poder del estado
de las Indias.
Se articulan mediante tres medidas básicas:
-De orden administrativo: la mayor medida tomada fue la inauguración o apertura de dos nuevos virreinatos,
Nueva Granada y RÃ−o de la Plata, inaugurándose un nuevo proceso administrativo en América. Esos
dos nuevos virreinatos se hacen con el intento de controlar territorios que hasta entonces estaban olvidados
por la administración española, que se habÃ−a centrado en Nueva España y Perú, obviamente por sus
riquezas naturales. Estos dos nuevos virreinatos hacen que España pueda controlar mejor
administrativamente América.
-De orden militar: al mismo tiempo se crearon las intendencias, figuras encargadas del control de la hacienda
pública y del ejército. Además, se pretende la creación de un ejército profesional, ya que hasta
entonces el ejército habÃ−a estado compuesto sólo por milicias.
En el siglo XVIII los primeros Borbones crearon los primeros regimientos. Estas figuras del ejército se
crean con una idea más de control interno de las poblaciones que de fuerzas ofensivas del exterior. Estos
regimientos se crearon no sólo para las campañas exteriores, sino también para controlar el sistema
polÃ−tico y el interior del imperio (para reprimir y controlar el interior).
Esta figura del ejército está formada principalmente por la oficialidad, por españoles (también
algunos criollos, aunque normalmente estaban en las milicias).
La administración acude al ejército como forma de controlar el Estado.
-De orden burocrático-fiscal: se dan diferentes reformasEn primer lugar, un control exhaustivo de las llamadas "cajas reales" (las oficinas de hacienda, utilizadas para
recaudar todos los tributos que recibÃ−a el estado) para pagar todos los gastos de la administración.
Los Borbones, para impulsar esa polÃ−tica de nuevos cargos burocráticos por el incremento de los
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virreinatos, para pagar el ejército y las diferentes autoridades y figuras burocráticas, reforman el sistema
de tributos e impuestos, colocando nuevos impuestos, sobre todo a partir de la creación de la figura del
intendente, que se encarga de que la gente para el tributo.
Se elimina la encomienda de servicio o trabajo personal, para que los indÃ−genas paguen impuestos cómo
tal, convertido recaudar más dinero.
La corona y España van a ser un número transportista de las mercancÃ−as para América. Se dan cuenta
de que solos no pueden con la demanda americana. Por ello, tienen que controlar la aduana y esto implica un
incremento de impuestos y nuevas creaciones. Esto va a llevar a un incremento de la burocracia
(exclusivamente peninsulares, no se permite a los criollos dentro de la burocracia).
Ahora se nombran profesionales de la hacienda para la recaudación de impuestos. Son los oficiales reales,
provenientes de la carrera burocrática peninsular, y que junto a ese ejército profesional con oficiales
peninsulares, forman un tejido peninsular muy fuerte en oposición al grupo criollo, con la idea clave del
control polÃ−tico de las Indias.
Los Borbones consiguieron articular por primera vez el continente americano, una articulación que iba desde
México a Tierra del Fuego junto al Caribe.
Hay un control además a través de la creación en España de SecretarÃ−as (ministerios) que llevan el
tema de América, como la SecretarÃ−a de Marina e Indias.
Hasta entonces, las dos grandes instituciones eran la Casa de la Contratación y el Consejo Indias. A partir de
ahora se crea esa SecretarÃ−a de Indias, que ayuda a Consejo Indias para controlar el mundo americano.
También se crean la SecretarÃ−a de Guerra, de Hacienda, etc. Son todos ministerios, a través de las
cuales se articula el control América.
Al mismo tiempo se incentiva por parte de los Borbones el comercio entre España y América bajo control
férreo de la corona, para evitar el contrabando que habÃ−a sido ley motive en los siglos XVI-XVII.
Los Borbones recurren a una medida sin precedentes, la de legalizar el contrabando, permitiendo que se
introdujeran mercancÃ−as extranjeras, pero a través de España y siempre pagando los impuestos. El auge
del comercio va a dan lugar en América a la aparición de los Consulados, a imitación del consulado de
Cádiz, como el consulado de La Habana, Veracruz, Caracas, etc., para que la corona, a través de los
consulados y los comerciantes españoles que los controlan, pueda fiscalizar ese comercio y conseguir de ese
importante comercio una renta considerable procedente de esos impuestos.
Dentro de toda esta serie de medidas los Borbones firman una serie de concordatos, mediante los cuales el
control de la iglesia mediante el regalismo borbónico pasa por el estado.
Uno de los hechos más importantes es la expulsión de los jesuitas (muy importantes económicamente).
Esta reforma en el siglo diecisiete de la iglesia en América es importante y se produce un control mucho
más importante de la iglesia por parte del estado.
También los Borbones dieron una serie de medidas para proteger los criollos, lo que favoreció aún más
las sociedades de castas. Por ejemplo, se permite la entrada libre de esclavos a América, sin obligación de
los Asientos.
Con una serie de reales provisiones o decretos a favor de los criollos, como conceder tÃ−tulos de nobleza a
los criollos más enriquecidos, se acentuó más la diferenciación de castas entre éstos y los
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peninsulares. Estas medidas se llevarán a cabo para dejar claro que el grupo favorecido de la corona eran los
criollos y que ellos eran los más importantes frente a las castas "inferiores", negros, indios, etc.
La sociedad en América en el siglo XVIII
Es la sociedad que da paso a la independencia a finales del siglo 18 y principios del siglo 19. Estaba
perfectamente jerarquizada y controlada desde el status de poder, de color y la procedencia.
Era una sociedad muy poco abierta, muy jerarquizada y los factores que marcaban el control, el poder, etc., no
tenÃ−an nada que ver con los patrones que existÃ−an en la Europa de ese tiempo.
Presenta un orden colonial marcado por una sociedad de castas y estamentos mucho más que de clases.
-En la cúspide de la pirámide está la gran administración virreinal, el virrey y toda su "corte", aparte de
todos los altÃ−simos burócratas de los territorios de las Indias (gobernador, intendentes, oficiales,
presidentes de audiencias, etc., además de obispos, arzobispos, etc.).
-En segundo lugar, está la alta clase criolla, de alta consideración social, provenientes de control
económico de extensas zonas agrÃ−colas. Esta clase tiene muy buena relación social con el grupo
español (el más importante, el primero) y en muchas ocasiones está emparentado con ese grupo a
través de redes sociales (matrimoniales).
-Después están las clases de comerciantes y mineros, que forman una especie de grupo normalmente
opuesto a los criollos y en los que hay grandes fortunas.
Estos comerciantes van a ser los que suministren el capital a la clase criolla, porque la clase criolla no es
burguesa, ya que la caracterÃ−stica fundamental de la burguesÃ−a es la búsqueda de acumulación de
capital en base a la plusvalÃ−a adquirida por sus obreros. Eso en América no se va a dar porque los criollos
tienen esclavos e indÃ−genas que no reciben salario, por lo que no reciben plusvalÃ−a sino que son
plusvalÃ−a por sÃ− mismos, por lo que la renta del capital no tiene ninguna relación con el concepto de
burgués.
Además, la burguesÃ−a ansÃ−a tener dinero para obtener más dinero, le interesa el capital para tener
más capital.
La clase criolla hacienda no buscan esto, no pretende tener más dinero, sino que busca el control de la tierra,
que para ellos es todo.
La burguesÃ−a europea sÃ− se asemeja más a los comerciantes, que además de esto, eran los de
refraccionistas (los prestamistas) de los plantadores. Le venden su producción (el hacendado) a los
comerciantes, con unas relaciones comerciales especiales, porque el comerciante le adelanta el dinero al
hacendado, que a su vez se endeuda porque usa el crédito para gastos suntuarios principalmente. El
comerciante, por ello, compra con antelación los productos.
El comerciante compra el producto al precio que le parece rentable y hacendado se lo vende porque tiene una
absoluta y total deuda hipotecaria con él, porque no dispone de capital, por lo que es el comerciante en
última instancia el más beneficiado, ya que además de colocar los productos, es el prestamista y controla
el crédito de la plantación.
El comerciante español, con sus planteamientos del mundo de los negocios, es aquÃ−, en última instancia,
el burgués en su actuación.
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En cambio, el criollo no tiene esa concepción del trabajo como acumulación de capital y no tiene tampoco
la idea de control del crédito, que si la tiene el comerciante.
Los criollos tampoco relacionaran el concepto de poder con lo burgués. Para ellos el poder se orientaba al
control de su espacio local. Esta forma de pensar es lo que da el origen o la base de los caciques y caudillos.
Se abandonó cualquier concepto "cultural" o modo de desarrollar la sociedad burguesa basado en la
acumulación de capital y la influencia en las relaciones de poder (con este mecanismo obtiene beneficios y
dádivas del poder).
A diferencia de lo que ocurrÃ−a en el Antiguo Régimen, la burguesÃ−a relaciona el poder con los
negocios. Busca que el estado no coarte la evolución económica mediante un recorte de las limitaciones
hacia los individuos (liberalismo). Es difÃ−cil que esto existiese en América, porque indÃ−genas y
esclavos no eran proletarios. Para esto habrá que esperar al siglo XIX, ya que sólo avanzado éste se
incorporará el indÃ−gena al mercado (antes sólo cohabitaban con la economÃ−a capitalista).
En cambio, como ya hemos comentado, el comerciante si es un pequeño burgués, pues se basa en una
economÃ−a monetaria, el capital de los negocios, el control de los intercambios y el crédito. Esto le otorga
otra visión cultural, distinta a la de los grandes hacendados. Por ejemplo, esto se ve en la diferencia de los
grandes hacendados del sur y los comerciantes del norte de los Estados Unidos. La diferenciación se
manifiesta incluso en los estilos arquitectónicos, artÃ−sticos, etc.
Bajo estos grupos, que representan el 2% de la población, se encuentra el 98% restante, la masa que
compone las castas:
-Esclavos y mulatos libres: no son personas con el status de blanco. Son libertos, hijos de esclavos liberados
por manumisión y coartación. Se dedicaban a oficios urbanos (por ejemplo el de zapatero).
-IndÃ−genas: nunca fueron esclavos jurÃ−dicamente, pero fueron esclavizados. No eran esclavos para que
pudiesen tributar. Su condición era muy variada y dependÃ−a de su grado de hispanización.
-Esclavos: no forman parte de la comunidad libre.
¿Dónde se ubican los blancos pobres?: esa población está difuminada. Hay una "corte" de criados de los
grupos de la administración colonial. También hay otra parte en el ejército (suboficiales, tropa, etc.)
alrededor del comercio también encontramos una gran cantidad de blancos, por ser normal que el
comerciante español se llevase a América a sus sobrinos, primos, cuñados, etc., que llevaban una
precaria condición de vida.
Los grandes comerciantes tienen también asistentes blancos. Es por esto que se incluyen dentro del grupo
de blancos del 2%. En ocasiones, desde su precaria situación, llegaron a tener riquezas.
De toda esta sociedad, surge una idea, la nulidad de la sociedad civil. No hay una sociedad civil con influencia
polÃ−tica, económica y cultural, porque o bien esa sociedad de blancos estaba insertada en las instituciones,
o bien porque la mayor parte de la población se compone de castas, que no tenÃ−an acceso alguno a una
posible influencia en los asuntos polÃ−ticos, sociales, religiosos, etc.. No existÃ−a la posibilidad de efectuar
una revolución burguesa como ocurrió en Francia e Inglaterra. Una sociedad con una gran masa de esclavos
e indÃ−genas sin derechos no podÃ−a efectuar una revolución burguesa.
A lo largo de la historia americana contemporánea el concepto de multietnicidad será esencial para la
conformación social. El rasgo definitorio de su identidad es el carácter multiétnico: europeos, asiáticos,
africanos, etc. Algo más destacado si tenemos presente que estos grupos no son originarios de América,
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sino que fueron fruto de movimientos migratorios entre los siglos XVI y XXI.
-La llegada de los europeos se debió a la conquista, colonización y explotación del nuevo mundo. El
Caribe será paradigmático.
-Los chinos será masivamente en el siglo XIX, tras la abolición de la esclavitud, al igual que los japoneses.
En América Latina, al contrario de lo que dice Gilberto Freire, no existe una democracia racial. América
es una sociedad dualista. No se puede entender la revolución mexicana, por ejemplo, sin el apoyo de
indÃ−genas y mestizos. Otro ejemplo de dualismo fue la guerra de secesión, confrontación de dos sistemas
económicos. Lo mismo ocurre con la revolución cubana y con el gobierno de Chávez.
El dualismo es determinante sobre desarrollo polÃ−tico, social, económico y cultural. No es sólo un
fenómeno económico (renta). AsÃ−, el blanco tiene una cultura opuesta a la del negro pese a que ambos
sujetos puedan tener el mismo nivel económico.
El aporte blanco del s. XVIII: grandes migraciones europeas. Ahora se comienza a perfilar en América
cómo va a quedar configurada posteriormente:
-América Central: es un mundo de mestizos e indÃ−genas de segunda generación. IndÃ−genas de primera
generación quedarán pocos, y en todo caso, aislados.
-Caribe: es un horizonte negro; incluyendo a Venezuela. Esta población procede de la trata negrera.
-Mundo andino: está constituido por mestizos, con cierto aporte negro.
-Mundo vacÃ−o: constituido por Chile, Argentina y Uruguay actuales.
¿Por qué se configuró asÃ−? En función de su modo y relaciones de producción.
El mundo mexicano es el de la gran minerÃ−a y hacienda; el modelo económico se puede sostener con mano
de obra procedente de todo el territorio. La población aborigen era de cantidad y calidad para el tipo de
trabajo requerido; el capitalismo en esta región no exige la importación de mano de obra.
En el Caribe por el contrario, no hay una mano de obra para emplear en la plantación esclavista. Por ello, los
europeos llevarán 20 millones de africanos a poblar esos territorios.
En los Andes, también la minerÃ−a-hacienda es la clave, por lo que hay el mismo modelo que en
México. En determinados lugares y momentos del s. 16 llegaron a usarse esclavos negros en la minerÃ−a,
pero no tuvo importancia fundamental.
En cuanto a la América "vacÃ−a", el modelo productivo a fines del siglo 18 era de difÃ−cil integración en
el mercado mundial. No tiene minas de relevancia ni productos tropicales para intercambios con Europa. El
RÃ−o de la Plata es sobre todo un suministrador de productos pecuarios y agrarios a los centros mineros del
alto Perú. Este mercado interno será importante porque los centros mineros eran un núcleo de demanda
importante.
Sin embargo, el modo de producción tiene escaso acceso al mercado europeo. En Europa hay trigo, avena,
cebada, vinos, carne, etc. Entonces el desarrollo de esta región sólo se produce a raÃ−z del momento en
Europa demanda productos exigidos por las nuevas condiciones tecnológicas. AsÃ−, a fines del s. XIX, el
uso de buques frigorÃ−ficos europeos para la carne argentina fue fundamental. Por ello entre finales del siglo
diecinueve y principios del siglo veinte se produce un desarrollo importante del modelo exportador
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agrÃ−cola. Este modelo necesitaba de un aporte demográfico europeo, que implantará un modo de
producción en un hábitat propicio para el colono blanco. Esto ocurre en un momento en el que el racismo
de los gobernantes del RÃ−o de la Plata prefiere el aporte poblador blanco.
Otras etnias como la china se asentarán predominantemente en la costa pacÃ−fica. Sin embargo, también
llegaran a Cuba y Panamá. En los Estados Unidos trabajarán en la construcción de la red ferroviaria.
En el Caribe británico, hindúes, traÃ−dos a raÃ−z de la prohibición de la trata negrera, será lo
predominante. Incluso hubo un asentamiento de libaneses.
Los holandeses llevarán a grupos de indonesios, habituados al cultivo del azúcar, a Curaçao, Aruba, etc.
La consecuencia de todo ello será un Caribe multiétnico y multicultural.
Esto tendrá consecuencias muy importantes en el desarrollo histórico. El mundo mestizo crea una historia y
un modelo polÃ−tico. Lo mismo ocurrirá con el modelo de la negritud y con el mundo blanco del RÃ−o de
la Plata.
Cuando surge el concepto de Estado de los criollos, no se tiene en cuenta al negro ni al indio. Sólo en casos
concretos se tuvieron presente los mestizos. Sólo se consideró al blanco en la creación del estado, siendo
la excepción José MartÃ−, que vio la imposibilidad de crear una nación sin integrar a todos los
integrantes del territorio. En la actualidad esto se intenta practicar en Cuba y Venezuela. En la revolución
mexicana se intenta también integrar a los indÃ−genas. Hasta estos casos no tuvieron indÃ−genas y negros
ningún tipo de garantÃ−as.
La corona es la representante en dentro del orden jerárquico. En la crisis de la misma con la llegada de
Napoleón, el vacÃ−o de poder permitió a los criollos optar a diferentes posiciones polÃ−ticas.
Sin embargo, el prestigio monárquico era tal que el propio san MartÃ−n propondrÃ−a un gobierno
monárquico independiente en las Indias. Según sus intereses, los criollos tenderán al realismo o al bando
patriota (el principal bastión es Perú).
Los negros e indios quedarán al margen de la sociedad blanca criolla. De ahÃ− su indiferencia ante las
guerras de independencia. No será hasta la segunda mitad del siglo veinte cuando accedan al poder los
indÃ−genas y negros (en Cuba).
Por otra parte, los modelos polÃ−ticos que se implantan en los Estados americanos tienen influencia de
Europa o los Estados Unidos. Habrá que esperar a Evo morales o Chávez para que se aprecien ciertos
cambios, en muchos casos no comprensibles para los analistas europeos. Un ejemplo claro de ello es la
revolución cubana, que es más un movimiento nacionalista que comunista. Hay una disociación entre
"pueblo" y clase dirigente.
El "populismo", al no existir pequeña burguesÃ−a, es el único medio para algunos miembros de acceder al
pode, desde la revolución burguesa. En América no existe la dialéctica burguesÃ−a-proletariado. Sólo
hay una oligarquÃ−a y una enorme masa de desposeÃ−dos. Es imposible efectuar una revolución burguesa
en éstas condiciones.
La independencia sólo fue el paso de una colonia a una neo colonia, controlada económicamente por
Europa o los Estados Unidos. Esto provoca la huida de riquezas, de capital, que provoca a su vez el
subdesarrollo en América Latina. El capital sale de estos paÃ−ses porque la burguesÃ−a depende de las
inversiones extranjeras, que en último término son las que detraen el capital de América Latina.
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El aporte afroamericano: el término afroamericano se originó en los años sesenta del siglo veinte, como
consecuencia de la lucha por los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos, y el movimiento
descolonizador en Ôfrica. Surge un concepto de la negritud, que está influencia por el movimiento haitiano
del siglo XVIII.
Hasta los años sesenta, en los Estados Unidos se habÃ−a sido una polÃ−tica de segregación. A partir esta
década, los movimientos polÃ−ticos, sociales y culturales, de inspiración haitiana, reivindicarán a lo
negro (el "poder negro"). No obstante, la intelectualidad francesa ya habÃ−a tratado, a nivel literario, el tema
de la negritud.
En Santo Domingo y Cuba se eliminó la cultura del negro, si bien en el segundo caso esto obedeció a que
se pensaba que la revolución habÃ−a extirpado diferenciaciones raciales. En Puerto Rico, la influencia de la
cultura norteamericana creó un racismo fuerte. Será en Jamaica y, paradójicamente, en los Estados
Unidos, donde el movimiento de la negritud se desarrolle.
A partir del siglo XVIII la trata negrera se hará fundamentalmente en América Latina, debido al
desarrollo de la plantación en el área del Caribe. A medida que la demanda europea aumente, la necesidad
de esclavos será mayor.
La trata, es un negocio muy lucrativo para las potencias europeas. Es la actividad que más beneficios
proporciona y que une tres continentes, e incluso muy a fines del siglo 18 conecta con la Indias. Será clave
para el desarrollo de la revolución industrial inglesa.
Los orÃ−genes de la trata están en la expansión de los europeos por los archipiélagos atlánticos, donde
las plantaciones de azúcar, demanda en Europa, ofrecÃ−a grandes posibilidades para un cultivo antes
minoritario. Como el precio era alto, portugueses, españoles e italianos llevarán a estas islas la caña
(originario de la Indias). El problema fundamental es la falta de mano de obra, ante el descenso de la
población nativa de las islas. Los portugueses, que intervienen en Ôfrica, se dedicaron entonces a llevar
esclavos africanos a las islas atlánticas.
La expansión de la esclavitud llegará a América. AquÃ− se dedicaron al cultivo de la plantación. Sin
embargo, España quedará un tanto al margen de la trata, y serán ingleses, franceses y holandeses quienes
la desarrollen en el Caribe.
A medida que avance la trata, la presencia del libro se hará evidente. Un ejemplo claro está en HaitÃ−,
donde habÃ−a a mediados del siglo XVIII 600.000 esclavos y 30.000 blancos.
A medida que España se incorpore a la expansión del comercio ultramarino en la segunda mitad del siglo
XVIII los territorios de la América española verán la llegada masiva de los esclavos negros. Hasta
entonces en los territorios coloniales españoles la esclavitud negra habÃ−a sido escasa. Además, en un
primer momento el impacto no fue tan fuerte como en las colonias inglesas, por ejemplo, puesto que ya
existÃ−a en las colonias españolas un fuerte asentamiento blanco.
Será en el siglo XVIII cuando se asiente masivamente el negro en la plantación americana. AsÃ−, la trata
tendrá consecuencias fundamentales en Ôfrica, Europa y América.
En Ôfrica, supone un gran desplazamiento de etnias desde sus lugares de origen. La razón son las
cacerÃ−as que los reyezuelos africanos hicieron sobre otras tribus. Esto provocó el desplazamiento de tribus
del litoral al interior. Por ello, se deberá no razones culturales sino económicas. Antes habÃ−a existido
esclavitud por razones culturales, para quitar posibilidades de desarrollo a tribus enemigas (arrebatar mano de
obra y población fértil). Lo que hace el europeo es introducir un concepto nuevo, el de "el mercado de
esclavos". Se cambian esclavos por productos europeos (armas, alcohol, ropas, etc.). Esto no existÃ−a en
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Ôfrica. Los reyezuelos africanos entrarán en este intercambio buscando mayor poder sobre las tribus
vecinas.
A medida que estos reyezuelos hagan razzias al interior africano, las consecuencias serán desastrosas. Hoy
dÃ−a, los desplazamientos de tribus se deben a este fenómeno. Se produjeron invasiones de tribus al interior,
como consecuencia de la huida de la trata. Además, es el génesis del imperialismo europeo. Desde las
factorÃ−as de esclavos nacerán núcleos de penetración europea al territorio africano. Las consecuencias
demográficas también serán muy importantes, ya que desaparecieron del continente africano 20 millones
de sujetos jóvenes.
Las consecuencias de la trata en América fueron también importantes. Todo lo que es el mundo de la
negritud procedió de la trata. Los actuales negros americanos tuvieron antecedentes esclavos. Este aporte
africano es fundamental para comprender la América actual.
Lo mismo ocurre con la plantación. Sin ellos las islas del Caribe no se habrÃ−an colonizado, porque a los
españoles no les interesaba. Incluso Cuba y Santo Domingo habÃ−an pedido el interés frente a la
América continental. Un ejemplo de ello es PotosÃ−, que llegó alcanzar 160.000 habitantes, muchas
más de los que tenÃ−a Santo Domingo.
La repercusión de la trata en Europa llegó a tener tal importancia como fenómeno mercantil que sobrepasa
la propia actividad de proporcionar mano de obra a las plantaciones americanas para convertirse en un
negocio y en uno de los factores más importantes de acumulación de capital para Europa en el siglo XVIII.
Uno de los factores más importantes es como la trata negrera, a través del comercio triangular llegará a
unir las economÃ−as de tres continentes y es un factor clave para entender las revoluciones industriales en
Europa, principalmente la de Inglaterra.
El aporte de capital de la trata negrera se convierte en Inglaterra en un factor vital para su revolución.
España también participa en la trata, aunque no directamente, sino a través de los asientos. Cuando los
británicos declararon abolida la trata (no la esclavitud), España interviene más directamente, aunque con
menos fuerza e importancia que Inglaterra, porque su economÃ−a no se lo permitÃ−a.
En Inglaterra, en función del comercio negrero se desarrollan una serie de actividades industriales muy
significativas, como la construcción a gran escala de barcos especÃ−ficos para llevar a negros, los cuales se
fabrican con caracterÃ−sticas propias para "almacenar" en el menor espacio posible el mayor número de
negros.
El desarrollo industrial se "activa" principalmente gracias a los astilleros, que además son una fuente
importante de creación de empleos, tanto para construir los barcos como para temas subsidiarios. Se activan
también las industrias de armas, muy demandadas en Ôfrica. También se activa la industria de
destilerÃ−as, ya que el ron y la ginebra son también muy requeridos en Ôfrica. Igualmente se desarrollan
las industrias textiles con el mismo propósito.
Todo esto significa que la actividad industrial en Inglaterra comienza a incrementarse por esa demanda
africana. Esto provoca que haya una activación del empleo, de las rentas derivadas del empleo, etc.
También implica la inversión de capital en ese tipo de actividad por lo que se acelera el proceso crediticio,
ya que se crean bancos y casas de préstamos que financian las actividades.
De ahÃ− que se creen las compañÃ−as de comercio por acciones, donde hay capitalistas que invierten
capital para la producción de productos para la trata negrera. La más conocida es la "compañÃ−a de los
mares del sur".
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En las compañÃ−as por acciones invierten desde la corona hasta la burguesÃ−a, que de en estas
compañÃ−as posibilidades de enriquecerse.
Por ello, vemos un incremento de la industria y también un incremento de la renta. A la vez vemos que todo
esto es un gran paso para la burguesÃ−a que comienza una época de negocios en Ôfrica.
Esos productos se llevan a las costas africanas, donde los agentes británicos de estas compañÃ−as cambian
esos productos por esclavos, introduciendo de esta manera en Ôfrica un comercio desigual, en tanto en
cuanto que esclavos hay muchos, por lo que los precios son bajos. Como la demanda de esos artÃ−culos
europeos es muy alta y como el proveedor es europeo, se da un intercambio desigual entre ambas partes
(esclavos hay muchos, fusiles hay pocos). Por ello las condiciones son magnÃ−ficas para los europeos, ya que
el negocio en Ôfrica está asegurado.
Los agentes reciben los productos que llegan de Europa y los venden a los africanos en función de la
demanda de los esclavos que hay en América.
Cuando hay mucha demanda se envÃ−an muchos esclavos y cuando hay poca demanda en América se
envÃ−an pocos. A la espera de ser enviados a América, los esclavos son almacenados en las costas de
Dakar, en "almacenes", para mantener siempre alta la demanda de esta manera Gran Bretaña colocar toda su
producción con un valor añadido "extraordinario".
Los agentes de las compañÃ−as tienen a su vez otros agentes, africanos, con los que comercian y tratan. Se
cierra aquÃ−, ya en Ôfrica, un circuito con ganancias espectaculares.
Después los esclavos son llevados al Caribe, donde también son muy demandados, porque no existen, y
son necesarios porque hace falta mucha mano de obra para las plantaciones. Si no hay mano de obra no hay
producción, por lo que es muy demandado.
Como los esclavos son muy demandados y los plantadores tienen gran cantidad de azúcar, tabaco o
algodón, etc., y esos productos son hechos para ser consumidos en el exterior, en Europa (tienen que sacar
obligatoriamente su producción, ya que su principal es ser exportada a Europa), los agentes de las
compañÃ−as en el Caribe consiguen cambiar grandes cantidades de esos productos por esclavos, fijando un
precio a esos productos ultramarinos, que es el que decide el comerciante o agente negrero y no el productor,
porque si no acepta el precio que impone el agente no consigue los esclavos, y sin los esclavos no obtiene la
producción necesaria.
Por ello el esclavo, ya en América, vuelve a tener un precio enormemente importante, muy superior al que
se obtuvo por él en Ôfrica, y a cambio se obtienen productos a un precio extraordinariamente menor del
que se podrÃ−a obtener de forma "normal".
Además de esto, los productos que llegan a Europa intercambiados por negros adquieren en el continente
europeo un precio extraordinariamente superior ya que además llegan sin procesar (sin elaborar), por lo que
se manipulan los productos (se trabaja el azúcar, el tabaco, etc) y se venden preparados y aptos para el
consumo.
Por todo esto la trata fue uno de los negocios más rentables de la historia y por este motivo la trata no se
acabó hasta muy avanzado el siglo XIX.
Este es el conocido como “comercio triangular”.
(1) Venta de negros (2) Plantación
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(3) Producción
y venta.
Este comercio triangular, de gran repercusión en Europa va tener consecuencias importantes para el
crecimiento de las economÃ−as europeas y también en su proyección (para después hacer fortÃ−simas
inversiones en las plantaciones americanas y obtener más beneficio, más capital.
EL PROCESO DE INDEPENDENCIA
CONFORMACIÃ N Ã TNICA
Si entendemos por conquista la total sumisión de la población indÃ−gena, esto no se consiguió
plenamente por la corona española. Incluso hoy cientos de miles de indÃ−genas no se incorporan al
concepto nacional. Además, la conquista se redujo a determinados núcleos geográficos, y hubo zonas que,
por su pobreza, no fueron incorporadas. Desde el siglo XIX ni el castellano, ni la forma republicana ni el
concepto religioso cristiano han llegado a grupos de población indÃ−gena. El indÃ−gena ha vivido bajo sus
normas económico-sociales.
En el siglo XIX la corona habÃ−a sometido al indÃ−gena a la explotación como mano de obra y lo habÃ−a
intentado evangelizar y controlar militarmente. Entre españoles e indÃ−genas no existió una mutua
comprensión: el español no pudo aportar una norma moral que aceptasen unos indÃ−genas que nunca
comprendieron el proceder y las aspiraciones de los conquistadores.
AsÃ− las relaciones fueron una carrera de hechos lamentables: la marginalidad, exclusión y vejación
indÃ−gena; la no adecuación moral europea para la explotación de los indios, etc.
Los indios huyeron de la integración conservando sus usos socioeconómicos y culturales. Incluso los
pueblos se conformaron habitacionalmente como en época prehispánica. à ste aislamiento nos permite
hoy conocer las comunidades campesinas que no aceptaron el modelo europeo. Es precisamente éste
aislamiento el origen de la resistencia campesino-comunal (ejemplo de Chiapas).
Esas comunidades campesinas no se adaptaron al mercado europeo y su sistema de trabajo. El indÃ−gena
trabajaba para su subsistencia solamente.
El golpe en la comunidad indÃ−gena fue muy fuerte demográfica, polÃ−tica y culturalmente, ya que
perdieron a sus jefes polÃ−tico-religiosos y su fe en sÃ− mismos. Los españoles les llevaron a perder su
estima, los calificaban de salvajes indolentes. Sin embargo, esto era inevitable ante la explotación excesiva
de los europeos (militar, repartimiento, espera). Con ello se buscaba destruir al indÃ−gena para crear un
nuevo sujeto al servicio del europeo (esto ha sido siempre asÃ− en las culturas dominantes respecto a las
otras).
El indÃ−gena incorporado a la hacienda podÃ−a conservar algo de su organización comunitaria, pero fue
poco, puesto que hubo de adaptarse a la convivencia del europeo en un plano de explotación elevado. Era un
estado intermedio entre la comunidad campesina y la explotación plena.
Los que se vieron trasladados a ciudades y minas en calidad de peones dejaron de ser indios, obligados por el
modelo conquistador, perdiendo su idioma, la forma de vivir y actuar, sus formas religiosas ancestrales, etc.
Fue una aculturación en condición de inferioridad respecto al europeo.
De todas formas esas comunidades, en ocasiones, huyen hacia la montaña y la selva como forma de
rebelión (su arma principal para no ser conquistado fue principalmente el aislamiento, rehusando a
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comportarse como europeos mediante el retraimiento y el silencio; el mejor modo de lucha era la soledad
respecto al europeo).
El resultado de todo esto fue una sociedad dual: una nación y una cultura dentro de otra. América en la
independencia, en su vertiente indÃ−gena, es dual: el indio ni participa ni quiere participar porque serÃ−a su
destrucción frente a una cultura material superior (no se entenderán los diferentes procesos sin entender
esta dualidad).
Ni siquiera algunos procesos revolucionarios se logró. La resistencia psicológica del indio al español fue
uno de los fenómenos más sorprendentes de la historia humana, adquiriendo rasgos de suicidio colectivo.
Esto habrÃ−a hecho del indio un mal latinoamericano. La reivindicación de lo indÃ−gena es un reto entre
estos paÃ−ses. Supone cambiar la historia que se ha hecho desde el siglo XVI. El indio no es, ni desea ser, a
principios del siglo XIX, blanco. Tiene claro quién es él y quién es el blanco. Este último es quién
gobierna, recauda tributos y explota. Por tanto, no puede haber comprensión mutua, pese a que blanco e
indio deben convivir sobre un mismo contexto geográfico, por lo que no se mezclan socialmente. Las
uniones nunca son legales (matrimonio), sino que proceden de una "lógica sexual" y no "social". Todo
proceso de fusión en América ha sido en base a la desigualdad, y esto ha redundado en la perdurabilidad.
No ha habido ningún proceso de fusión entre blanco e indÃ−gena, aunque sÃ− ha habido mayor
integración en la ciudad que en el mundo rural.
El indÃ−gena se encuentra en mayorÃ−a, y esto hace que el problema dual crezca más.
La realidad es que el elemento indÃ−gena es hoy una de las realidades sociales más conflictivas.
No se sabe a ciencia cierta cuántos indÃ−genas hay en América latina, porque no existen censos.
Depende, en cierta medida, de lo que consideramos como indÃ−gena. Se puede calcular en cifras muy
generales, que hay unos 50 millones de indÃ−genas, los cuales cada vez tienen más conciencia polÃ−tica,
social y cultural, aunque siguen siendo un grupo excluido.
Uno de los fracasos más importantes de España fue el tema de la comunicación, porque no se habla
castellano, y aún menos en sus hogares, donde utilizan su lengua. En México hay estudiados 77 lenguajes
diferentes. Existen indÃ−genas que si dominan el castellano, pero hay pocos europeos que dominen su lengua
indÃ−gena. Las lenguas comunes de Latinoamérica han dado lugar a estudiar y proteger las lenguas
prehispánicas.
Ser indio significa no ser europeo. La cultura prehispánica está muy viva, se estudia mucho, pero como
algo sociológico, no habiendo un sentido de humanidad, lo cual significa un tremendo error, ya que hay que
ser capaces de integrar al indÃ−gena para que las naciones se homogenicen y tengan un concepto de nación.
El mestizo
Es un subproducto de la conquista (no del amor), nacido en su mayorÃ−a de la violencia. No obstante es
importante para entender el paÃ−s, porque mestizaje ha habido en toda América. Es una figura muy
interesante, singular; es el más racista de todos, el factor dominante en toda América latina, es una etnia
nueva, una figura que nace con la conquista.
Nos habla de que el dominio colonial no fue capaz de mantener esa separación tan exigente que pedÃ−an las
leyes. Por ejemplo en España para poder viajar a han Nuevo Mundo habÃ−a una serie de exigencias, como
limpieza de sangre, pero realidad eso no se cumplió.
La figura del mestizo siempre ha sido observada por dominantes y dominados con recelo. Era considerado con
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las malas cualidades del español y del indÃ−gena. Más de un sociólogo de principios del siglo veinte ha
reseñado que las bajas realizaciones de Latinoamérica se deberÃ−an a ese hÃ−brido social, incapaz de
captar lo importante del europeo y el indÃ−gena (Carlos Octavio Bunge).
Independientemente de esto, el mestizo/mulato es un ser perturbado individualmente, en una sociedad colonial
tan jerarquizada, ya que es considerado ilegÃ−timo (fue educado por su madre indÃ−gena o negra, pero era
consciente de que no era ni una cosa ni la otra). Su escala de valores estaba dislocada entre el mundo paterno
y materno. CarecÃ−a de una tradición de un lugar y unos principios de una comunidad.
Su existencia por tanto era complicada; no querÃ−a pertenecer al mundo dominado sino al dominante, pero
no podÃ−a. Tampoco querÃ−a aislarse como indios o negros.
Su aspiración a fines de época colonial era la de vivir en el mundo del blanco. à ste o no lo aceptó o, si
lo hizo, fue marginalmente.
En la independencia el mestizo/mulato luchó al lado de los criollos, pero siempre de modo subordinado,
logrando sólo los grados medio-bajo de la oficialidad.
En el proceso de independencia el mestizo, en todo caso, fue fundamental. No va a adoptar nunca la defensa
del indÃ−gena, ni pretenderá llevar la cultura indÃ−gena al poder, ya que reniega de su pasado. Se situará
a favor de realistas o patriotas, sin patrocinar un cambio social en las aspiraciones indÃ−genas. El mestizo en
la independencia no actuará como fuerza independiente, sino que apoyará siempre al blanco. El problema
es que éste lo rechazará y no lo aceptará como lÃ−der. Esto explicará la posterior reacción del
mestizo y el mulato.
En definitiva, tras la independencia buscará crear una mejor situación social y enriquecerse a expensas del
indio, de despejarlo de la tierra y en intentar, en alianza con el blanco o en oposición con él, alcanzar unas
cotas de poder que esa sociedad no le habÃ−a ofrecido.
Integración del negro:
El negro es producto de la trata. Llegaron 20 millones de esclavos a América. Desde el punto de vista de la
integración, se puede analizar como el negro era oposición al indio.
El negro sincretizó más con su amo blanco. De hecho la cultura africana en América Latina es
sincrética.
Esto procede de:
• la esclavitud, porque negro era esclavos, cosa que el indÃ−gena no, que podÃ−a ser explotado al máximo,
pero no era esclavo.
• Porque el negro no es de América, sino que viene de fuera.
• No hay una sola cultura del negro en América, sino que llegarán muchas culturas negras a América,
de todas las etnias y de todos los rincones de Ôfrica.
Por ello, el negro crea una cultura propia nueva en América, la cultura afroamericana, y para llevarla a su
máximo desarrollo y creatividad, la sincretiza con el blanco. Ejemplos representativos de este sincretismo
son el idioma y la religión.
La religión que existe no es puramente la africana ni tampoco la católica, sino que es una mezcla, que se ha
llamado santerÃ−a en Cuba, Budú en HaitÃ−, etc, que procede de un universo ético de la mezcla de los
dos.
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La lengua también es sincrética. Por ejemplo en HaitÃ− es mezcla del africano y del francés.
Su modo de conservar la religión es sincretizandola con la católica (porque el blanco no le permite la suya
propia).
En cuanto a la liturgia, para el negro el sacerdote es sustituido por el Babalao, un sacerdote de la religión
Yoruba, que es quién pone en relación al hombre con el Dios.
En el sincretismo, el negro, para sobrevivir culturalmente, se sincretiza con el blanco.
Las cofradÃ−as, por ejemplo, que es una especie de sindicato de defensa de los intereses de los hermanos de
las cofradÃ−as, era una organización donde se integraban los negros.
También se crean los cabildos afroamericanos, que son reuniones de esos libretos (ya no hablamos de
esclavos, al igual que tampoco hablamos de esclavos en las cofradÃ−as), que en su intento de seguir
existiendo como personas se unen culturalmente. Son instituciones que defienden sus intereses frente a los
blancos, organizaciones jurÃ−dicas y administrativas.
También conservan su idioma y donde más se ve esto es en HaitÃ− o en las colonias holandesas. Lo
mismo que el inglés que se habla en Jamaica o las islas británicas también es mezclado. Lo que llama
más la atención es el caso de HaitÃ−, el creol, idioma sincrético con el francés de los siglos XVII y
XVIII.
También conservan la gastronomÃ−a y el vestido mediante el sincretismo. Hay una gastronomÃ−a afro en
América, como la yuca; también la bebida es diferente, ya que toman Ron y aguardiente en
contraposición al vino que beben los españoles.
En definitiva, todo es sincretismo, y hoy no se puede entender América sin este sincretismo afroamericano,
y todo ello en contraposición al indio, que se aisló como forma conservar su identidad y gracias a ello lo
consiguió, encontrándose islotes de cultura indÃ−gena aún hoy.
En definitiva, lo que hemos hablado del indio, el negro, el blanco, etc., nos viene a hablar de los prejuicios
raciales, que son altÃ−simos desde el punto de vista social, económico y cultural, determinados tanto por el
color como por la situación social.
El racismo en América implica un método perpetuo de actuación, como absoluto y total movimiento de
larga duración, a lo largo de toda la historia y que define la dinámica social y la dinámica histórica de la
vida.
Las oportunidades de un negro o un indio, pese a lograr riquezas, educación, instrucción, etc., para llegar a
la vida social y para distinguir socialmente, son más complicadas que para un blanco.
La distancia que hay entre un negro y un blanco en la sociedad latinoamericana es tan grande que no hay
ninguna posibilidad ni polÃ−tica, ni económica ni social que pueda salvarlo. La distancia es tan fuerte que es
imposible superarla.
En Estados Unidos en los años 60 todavÃ−a habÃ−a diferencia racial, en universidades, colegios,
autobuses, salarios, etc., diferenciados para blancos y para negros, y esto pese a ser la sociedad más
desarrollada del mundo.
De esta manera, la estructura jerárquica de la sociedad latinoamericana, la tradición aristocrática
estamental, el modo en que la gente se agrupa formando sectores sociales, etc., todo esto, viene marcado en
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parte por ese concepto racista de que negro o indio siempre van a ser inferiores por mucho que asciendan
socialmente, y que están unidos a tres siglos de esclavitud y dominación y que la diferencia entre clases
altas y sectores populares, además de por el hecho económico, también viene motivada por esa
diferencia que implica el pensamiento racial.
Eso hace que el racismo sea otra forma de diferenciación social y que además sea la coartada usada por el
explotador para seguir manteniendo explotadas a muchas personas. Es una coartada ético-moral.
Este es un concepto ampliamente difundido en América. Esa diferencia se da incluso entre el proletariado
blanco, porque el proletario blanco, dentro de las condiciones tan lamentables en las que vive, mira hacia
abajo y ve a gente más pobre que él, y la única forma que tiene de auto estimularse es saber que hay
gente más pobre y esclava y por ello en muchas ocasiones el proletario blanco es más racista que nadie.
Es muy difÃ−cil introducir en una sociedad tan prejuiciada una democracia básica donde todos sean iguales
ante la ley, donde no haya diferenciación racial.
Es difÃ−cil entender una democracia en una sociedad tan jerarquizada y tan diferenciada racial y socialmente.
De hecho, las constituciones que se hacen en América son para blancos y no amparan a las minorÃ−as. Un
ejemplo de ello es la constitución de 1976 de Estados Unidos.
Por ello, desafortunadamente la democracia es coartada en América, por todo eso que significa el racismo,
y esto hay que tenerlo en cuenta para analizar toda la sociedad, la economÃ−a, etc.
CONFIGURACIÃ N DE AMÃ RICA EN LA INDEPENDENCIA Y POST INDEPENDENCIA (S. XIX)
La rebelión que forja la América independiente fracasará en su intento de cambiar la estructura
polÃ−tica y social de América Latina. Hay quien dice que no lo intentará siquiera porque esa oligarquÃ−a
criolla que se revela frente al gobierno peninsular no tenÃ−a idea de cambiar las estructuras.
Es cierto que muchas cosas cambiarán como consecuencia de la independencia, pero en general se
mantuvieron esas estructuras neo coloniales.
La herencia colonial gravitaba tanto sobre el continente, que los criollos o no quisieron o no pudieron fabricar
una nueva realidad.
Todo es asÃ− en tanto en cuanto los conceptos fundamentales en cuanto a polÃ−tica en la colonia no
cambian, como el autoritarismo, las jerarquÃ−as y por supuesto el modelo económico y el modelo social,
que continuarán plenamente vigentes en función de toda esa tradición que no quisieron o no pudieron
cambiar. El autoritarismo proveniente de esa polÃ−tica colonial venÃ−a planteando porque toda ley
refrendada por la corona obligatoriamente no tenÃ−a contestación (no podÃ−a tenerla) popular, porque "yo
el rey" era la máxima fundamental con que las leyes se escribÃ−an y ejecutaban. Y este sentido de la
autoridad unipersonal, central, va a seguir siendo "ley motive” de la América latina de la independencia y la
post independencia.
El pueblo americano no habÃ−a tenido participación en el desarrollo y ejecución de la ley ni la iba a tener
en la formación de un cuerpo jurÃ−dico que administrase la ley en América Latina.
Es más, la ley secundada por el rey le daba un puesto a toda la sociedad. Todos tenÃ−an unos deberes
exigibles por la ley en nombre del rey. Todos aceptaron el principio de que la voluntad del rey era la suprema
ley de la nación.
El sÃ−mbolo de la autoridad real permanecÃ−a sagrado, pese a las crÃ−ticas. El rey, pues, no tenÃ−a
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competidor. Por ello, las revueltas se definÃ−an como "abajo el mal gobierno, y viva el rey".
La propia iglesia, es una institución que marca en América la ideologÃ−a y los principios polÃ−ticos,
puesto que tuvo el papel concedido por la corona de vigilar estrechamente la moral cÃ−vica y polÃ−tica de la
sociedad.
La iglesia, gozaba de un puesto definido dentro de la sociedad por la concesión del patronato a la corona, por
él que el rey estaba por encima de la iglesia, además de estar por encima de la ley. Era la verdad
polÃ−tica absoluta.
¿Qué significa en América la desaparición del rey?
Significa la desaparición del sistema, porque el rey define el sistema.
Al desaparecer la figura del rey desaparece el pilar básico del sistema polÃ−tico legislativo en América.
Esa pérdida del sÃ−mbolo de autoridad universalmente aceptado significa la pérdida no sólo de la
máxima autoridad polÃ−tica, sino también moral, de tal manera que los movimientos de independencia se
hacen sobre la base jurÃ−dico-polÃ−tica real.
Como las Indias pertenecen a la corona, al no existir corona, es perfectamente legal que los criollos no acepten
a España. Están legitimados a revelarse contra el nuevo gobierno, porque las leyes que mueven a ese
sistema polÃ−tico son dadas por la corona, porque las Indias eran dominio de la corona y no de las
instituciones.
¿Cómo se sustituye el orden legal, la autoridad?
Esa autoridad y esas leyes en la nueva etapa deben ser llenadas por algo, y obviamente debe ser por el poder
americano, que una vez desaparecida la figura del rey son los criollos, que son el poder porque tienen el poder
económico.
El criollo es el que detenta la mayor parte de la riqueza de América, es el que tiene el poder económico,
frente al español, que posee el poder polÃ−tico.
Se establece aquÃ− una dialéctica entre el poder polÃ−tico y el poder económico, que habla del poder
económico como sustentador de una base jurÃ−dico-legal constitucional.
El criollo acude a las doctrinas de la época, y no pretende suplantar el poder del rey, sino que desarrolla un
cuerpo teórico basado en los principios de la época, como liberalismo, conservadurismo, republicanismo,
federalismo, etc., con influencias de la polÃ−tica de la época, como Francia, la revolución
norteamericana, etc., y se introduce un nuevo concepto polÃ−tico, totalmente prestado, que sólo está
escrito en las constituciones, y no hay ni tradición en América ni hay una sociedad formada y preparada
para ese cambio de la monarquÃ−a al nuevo régimen.
En América no hay revolución polÃ−tica, ni revolución industrial, ni desarrollo de la burguesÃ−a, ni
cambio de mentalidades, sino que se toma prestado el sistema europeo para reemplazar el autoritarismo del
rey, pero sin una base social que sea capaz de crear el cambio.
En América lo que hay es el autoritarismo (el rey), colonialismo, una sociedad de castas, etc., y un orden
económico totalmente colonial (no hay revolución, burguesÃ−a, progreso ni cambio social). En definitiva,
la independencia es "un prolongado, confuso y en muchos aspectos contradictorio proceso histórico", que en
cada lugar adquiere una forma diferente.
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En México hay una revolución popular, llegando Iturbide a rey.
En Argentina hubo otra realidad diferente.
Bolivia intenta otra rebelión, muy liberal frente a los principios conservadores.
En definitiva, cada parte del continente hizo la guerra a su manera desde 1810 a 1824.
Por ello Simón BolÃ−var murió camino del destierro diciendo "América es ingobernable, los que han
luchado por la revolución han arado el mar".
El regionalismo es de dónde sale los caciques. HabÃ−a una sociedad jerarquizada y BolÃ−var, una persona
que se adelantó a su tiempo, se dio cuenta de que la fortaleza de América estaba en la unión del
continente, y para ello reunió el primer congreso hispanoamericano, que fue boicoteado por los Estados
Unidos. La idea central de su proyecto era intentar la unión de todas las oligarquÃ−as criollas, la necesidad
de unir América. La idea era liberar América por completo, manteniéndola unida. Hacer lo que él
llamó "la gran Colombia". Se dio cuenta de que los regionalismos no eran buenos. QuerÃ−a que América
Latina fuese un gran estado. BolÃ−var se dio cuenta de que la presencia norteamericana no permitÃ−a que
América Latina se desarrollase por sÃ− sola. De hecho, es impensable estudiar la historia de América si
la presencia de los Estados Unidos.
La historia de América Latina es la historia del capitalismo y la lucha de clases, tanto a nivel interno como
externo.
La teorÃ−a centro-periferia está basada en relaciones desiguales. El imperialismo ha hecho desarrollase el
centro sobre la periferia; es imposible que un paÃ−s que se dedica exclusivamente a producir azúcar pueda
hacer la revolución industrial.
Caudillos y caciques
Los caudillos y caciques son productos directos del concepto de regionalismo y lo fuerte que es en América
latina la presencia de los regionalismos frente a los gobiernos centrales. Esto es lo que en última instancia
desarrolla y da importancia al papel de los caudillos.
Esto normalmente se produce porque el poder está muy asociado al poder o control de la tierra (el que
controla la tierra normalmente controla el poder).
Esos regionalismos tienen mucho que ver con lo que significa el orden jerárquico. DifÃ−cilmente podemos
hablar de clases sociales en América, sino que tenemos que hablar de castas, por lo que es difÃ−cil la
formación de clases sociales. Esa jerarquÃ−a, procedente de la tierra, unida al regionalismo, va creando a
"los señores de la tierra" que tienen un control de la tierra y también de las capas populares. Ese control
de estos señores de la tierra en un determinado espacio va a lugar a la formación de esos caudillos y
caciques.
Estos caciques siempre tuvieron mucha influencia en el orden polÃ−tico de Latinoamérica. Incluso grandes
familias llegaron a ser presidentes de las repúblicas forjando su poder desde el regionalismo y ascendiendo
después al gobierno central.
Esta entrada en escena de los hombres fuertes del regionalismo está vinculada a la crisis del estado que se
plantea a raÃ−z de la independencia. Este estado estaba centralizado por los españoles (aunque sólo estaba
centralizado ficticiamente porque el control efectivo era de los criollos, de los grandes señores, que
controlaban el poder económico), que controlaban el poder polÃ−tico.
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Los señores de la tierra, por su parte, tenÃ−an una total inmadurez polÃ−tica, porque los españoles no les
habÃ−an concedido cargos de la administración. No habÃ−an tenido nunca una participación efectiva en la
polÃ−tica. Esa cuestión se ha planteado por determinados historiadores como un retroceso y una vuelta a
estructuras polÃ−ticas elementales a raÃ−z de la caÃ−da de los españoles y su administración.
El vacÃ−o institucional y burocrático dejado por los españoles llevaba a una forma de gobierno señorial
de raÃ−z polÃ−tica muy elemental y arcaica.
Por ello, la caÃ−da del régimen administrativo español no dio entrada a un gobierno criollo capaz de
seguir desarrollando un nivel polÃ−tico de la misma talla, sino que da lugar a la entrada de señores y
caciques que hacen que el poder, el gobierno y la polÃ−tica sean mucho más arcaicas.
El cacique es un hombre económicamente muy poderoso, principalmente en la hacienda, que domina en su
región gracias a vÃ−nculos muy antiguos, en un clan familiar y con toda una red de influencias clientelares.
Este cacique es un punto principal para entender la polÃ−tica colonial. Es un personaje singular desde el
punto de vista sociológico, porque puede ser una persona muy instruida, como mucha formación, o puede
ser un analfabeto con poca idea sobre lo que significa el control social, el poder y donde su relaciones con los
indÃ−genas o sus antiguos esclavos adoptan una forma de servidumbre o vasallaje, algo impropio de las ideas
polÃ−ticas del siglo XIX.
Sin embargo, el cacique es la persona que la historia coloca en América latina como la persona de
transición entre el colonialismo y la independencia. Será el que incorpore a América el orden moderno al
proceso liberador, a la independencia.
Este cacique mantiene las órdenes del gobierno central pasandolas por el filtro que considera necesario.
Las órdenes que le vienen de la presidencia de la república las desarrolla en función del grupo social en el
que está implicado. Las va a desarrollar y adaptar dependiendo de dónde se encuentre y del lugar que ocupa
desde el punto de vista económico y social en la región.
Por otro lado, jamás le va a dar idea al gobierno central de debilidad. Va a permanecer con una actitud de
fuerza, en una especie de dialéctica de juego de poderes. Es una dialéctica difÃ−cil, que influye en el
desarrollo de un orden polÃ−tico nacional.
Estos caciques, y la imagen que generan en el siglo XIX, están siendo desplazados hoy por los notables
económicos, barones, con los que el gobierno central tiene que contar.
Estos caciques pueden llegar a convertirse en caudillos sobre todo cuando al cacique se le une un poder
militar, es decir, que además de tener un control económico, por circunstancias de las guerras, se ha
convertido en un jefe militar, y tiene su propio ejército controlado por él, que no depende del gobierno
central, financiado, armado y controlado por él mismo, partidas de militares que están a su servicio (los
Somoza, Pancho Villa, etc.). A veces son sus propios indios o esclavos los que conforman este ejército.
Estos caciques militarizados tienen más fuerza que el cacique normal, porque llevan a adscrito un poder
militar.
Estos caciques, pese a lo que se pueda pensar, se convierten en grandes liberales, porque ven en el federalismo
y liberalismo la forma de no estar tan controlados por el poder central, porque la voluntad popular que ellos
apoyan la necesitan para su función de poder. La voluntad popular es la de sus esclavos, sus indios, etc., que
tienen que votarlo si o si por obligación.
Se suele entender ese apoyo como obligatorio para que el cacique controle el poder de la región frente al
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gobierno central. Por ello, la mayor parte de las repúblicas hoy son federales, porque este cacique no va a
permitir que se le quite su poder.
Hay quien plantea la idea de que el presidente de la república tiene que ser el cacique de los caciques, el
caudillo de los caudillos (Páez en Venezuela, Porfirio DÃ−az en México).
El presidente de la república se coloca en la cúspide de una red de clientelismo y se convierte en un gran
caudillo de caudillos que centraliza el modelo a partir de dejar enriquecerse los caudillos locales a cambio de
su alejamiento de la polÃ−tica. Aparece por ello el caudillo ante el pueblo como el hombre capaz de controlar
el orden dentro del "caos" administrativo, polÃ−tico y social, en traer la seguridad y las inversiones de capital
del extranjero, y además como el gran personaje unificador a escala nacional, de la patria. Eso va a ser
complicado. Por ello, en el siglo XIX en Latinoamérica, las guerras, los golpes de estado y la anarquÃ−a no
son tanto por problemas polÃ−ticos, sino por luchas de poder para controlar el poder central entre caudillos.
La polÃ−tica es la misma, lo que cambia son los hombres y su poder y la capacidad de alianzas y amigos que
ese poder consigue aglutinar.
Ese poder del cacique, el caudillo, aparte de la tierra, ¿de dónde procede?
En el mundo latinoamericano son fundamentales las relaciones del grupo:
-En primer lugar los lazos de sangre, del hombre fuerte, del caudillo. Los parientes esperan favores, cargos, en
definitiva "posición social", pero la parentela es el "clan" familiar, no la familia nuclear, por lo que las
relaciones de poder son complicadas.
El cacique tiene "muchos" hijos. El machismo está muy desarrollado en este orden. El cacique tiene una
connotación antropológica de poder. El ser "hombre" es, sobre todo en el Caribe, algo totalmente inherente
del poder. Por ello, el clan es muy amplio.
A todos estos parientes es a los que se les reparte el poder, los cargos más importantes a los que tiene acceso
el cacique.
Existen casos importantes, como el de Trujillo, que nombra a su hermano presidente de la república.
En todo esto tiene mucho que ver (en las clientelas y redes) las alianzas matrimoniales, que contribuyen a
perpetuar en la sociedad más evolucionada el poder del cacique. Es una forma de conservar o desarrollar el
patrimonio.
-En segundo lugar, se añade otro lazo importante, el parentesco religioso, "el padrino", figura importante
para que el caudillo mantenga el poder. El padrinazgo es una figura institucional en América latina. Crea
obligaciones recÃ−procas de ayuda y asistencia, ya sea entre iguales, entre superiores o inferiores.
Por ejemplo, Trujillo se aseguró la ayuda de miles de habitantes a cambio de favores. A cambio, los
habitantes se veÃ−an obligados a mantener favores sociales.
Son relaciones de parentesco más importantes incluso que las de la propia familia, al igual que el
"amiguismo", importante para ejercer el poder, ya que los amigos ayudan en las necesidades.
-En tercer lugar, también es importante el tema de las cofradÃ−as, lugares de encuentro y donde el cacique
es el hermano mayor, el prior de esa cofradÃ−a. CofradÃ−a en América Latina supone el simbolismo
religioso y se encauza en relaciones clientelares y de amiguismo, que influyen en el poder. Para que los
clientes, los amigos, sigan rindiendo fidelidad al cacique y lo tengan como una figura clave de la sociedad,
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éste debe ser extraordinariamente generoso con ellos. El cacique debe gastar mucho dinero para complacer
y mantener contento a sus parientes, sus fieles, sus soldados, etcétera. Para ser generoso necesita ser rico. Si
un caudillo no es rico, jamás puede ser caudillo (igualmente pasa con el cacique).
No sólo debe ser rico en economÃ−a, sino en la posibilidad de generar riqueza para otros, como por ejemplo
en tierras (por ejemplo, gente que no tiene nada y pide un favor puede recibir un pedazo de tierra o puede ser
admitido como peón es su hacienda).
Para conseguir esta tierra, el cacique ocupa tierras indÃ−genas o confisca tierras eclesiásticas tras las
desamortizaciones, o bien mediante sus contactos con el poder central, a través de contratos de obras
públicas, monopolios de ventas al estado, etc., en definitiva una red de poder que le permite sobre todo
adquirir tierras.
El sistema de corrupción es lo que hace que la figura del caudillo se sustente. El caudillo coloca en puestos
estratégicos a su redes clientelares para ejercer su poder y su corrupción sin que nadie le vigile. No
obstante, no sólo se da corrupción en lo local, sino que también se puede dar a nivel internacional, ya que
por ejemplo Somoza o Trujillo fueron colocados en el poder por Estados Unidos sin elecciones ni consulta
electiva.
Sin corrupción no habÃ−a posibilidad de enriquecerse, porque para cacique es normal controlar
permanentemente las fuentes económicas de donde proviene el dinero y de esa manera es él quien decide
dónde se gasta ese dinero, adonde va y cómo se gasta.
Como ese dinero está obligado a repartirlo entre su redes clientelares, estas redes no protestan, porque
además, un cacique pobre serÃ−a poco respetado (y al cacique hay que tenerle temor) y también serÃ−a
poco admirado (por no tener dinero).
De todo esto sacamos una conclusión clara, y es la de "la corrupción como método".
Además el hombre fuerte no sólo tiene que ser rico, sino también parecerlo. Por ello tiene muchas casas,
muchos criados (por toda América), que además le están agradecidos, aunque a veces ni siquiera tengan
sueldo.
La mujer del cacique también es cacique y actúa como tal.
El cacique puede ser también un mecenas del arte, financiando por ejemplo el teatro de la ciudad,
financiando a los pintores, a los escultores (y con esto además aprovecha para tener su propio retrato, para
retratarse con grandes maestros, algo que le da significación social).
Todas las obras públicas que se hacen en la zona donde vive el cacique reciben el nombre del cacique o el
caudillo como forma de glorificarlo.
Además el caudillo debe inspirar temor. De hecho, habÃ−a caudillos y caciques que tenÃ−an sus cárceles
propias, donde llevaban a sus enemigos, como por ejemplo aquellas personas que pudiesen oponerse a su
gobierno.
El hecho de que se besara su mano era señal de servidumbre, pero a veces también de temor, de miedo, y
no sólo por la simpatÃ−a o por el agradecimiento.
Estos grandes caciques o caudillos fueron evolucionando en épocas posteriores, y la evolución del gran
cacique o caudillo es el dictador positivista. Las grandes dictaduras positivistas han marcado en América
una época definitiva y definitoria.
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Es curioso que el positivismo francés tuviese tanta aceptación y tanta influencia en Latinoamérica. Ese
dictador positivista al fin y al cabo es un caudillo de caudillos, un cacique de caciques.
Es una figura que desde su región, con todas sus influencias (clientes, familiares, amigos, el temor que
incluye, etc.) ha conseguido salir de su región y se ha convertido en presidente de la república,
consiguiendo que los demás caudillos o caciques le rindan pleitesÃ−a y se dobleguen ante él, aunque
siempre manteniendo el mismo sistema de redes clientelares y de corrupción, y consiguiendo que los
demás caciques sean "amigos" o "compadres" a cambio de favores.
Estas dictaduras positivistas también han recibido ayudas extranjeras económicas, porque han visto en
ellas la posibilidad de establecer un orden necesario para que sus inversiones estuviesen aseguradas y que se
produjese la introducción de este paÃ−s en el orden económico internacional, para permitir que
determinados bancos entrasen en la economÃ−a de estos paÃ−ses y para permitir una serie de negocios que
desarrollaran un capitalismo en función de los mercados externos, de esas grandes compañÃ−as
extranjeras.
Esta dictadura era, en última instancia, la que permitÃ−a este neo colonialismo y la presencia de la región
en el nuevo orden económico internacional (pero esto realmente hay que verlo desde la óptica de la
influencia del exterior).
Además el dictador ha servido para mantener una polÃ−tica cercana a los intereses norteamericanos. Estas
dictaduras preservaban a sus paÃ−ses del comunismo, de influencias polÃ−ticas ajenas a los intereses
económicos y comerciales de los Estados Unidos. Por ello, estas dictaduras son además de un producto del
paÃ−s, producto de la intromisión de los paÃ−ses extranjeros en la polÃ−tica latinoamericana.
Por ejemplo, Somoza no hubiese existido si no se hubiese creado la Guardia Nacional por los Estados Unidos.
En definitiva hay una relación entre esas oligarquÃ−as locales, el capital externo y las aportaciones
extranjeras.
Además, como estas dictaduras eran el Estado, todas estas formas de intromisión directa estaban
legitimadas por el Estado.
La presencia de estas dictaduras al no existir una burguesÃ−a propia capaz de desarrollar otra forma
polÃ−tica, son más fáciles de desarrollar.
Todo esto que hemos hablado anteriormente tiene una causa principal, el nulo desarrollo de la sociedad civil
en América Latina en el siglo XIX. No hay una aportación de la sociedad civil al mundo de las ideas, del
estado, a la vertebración del estado.
La sociedad civil tiene un papel nulo, debido principalmente a la diferenciación étnica, pero también
porque hay dos cuestiones que inciden mucho:
• la herencia colonial (todo lo que fue en el siglo XVII en el tema social).
• La ausencia de una burguesÃ−a, que tiene una cultura polÃ−tica y un régimen polÃ−tico en el que
puede desenvolverse y desarrollar su régimen social (como por ejemplo lo que hizo la burguesÃ−a en
Francia o Gran Bretaña en la revolución burguesa).
Además, la clase que crea el mundo moderno es la burguesÃ−a.
Todas las revoluciones del siglo XVIII son burguesas y hechas por burgueses. Buscan crear un modelo
distinto al que habÃ−a, empezando por la revolución inglesa, seguida por la Revolución Francesa y
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después por la revolución americana.
Esto no existÃ−a en América, al no haber una burguesÃ−a inspiradora de cambios polÃ−ticos, sociales y
económicos, que buscase acumular capital sin cortapisas del estado.
A la burguesÃ−a sin cortapisas del estado se le da la posibilidad de desarrollar una economÃ−a propia, en
función de la burguesÃ−a y no del estado.
Lo que busca la burguesÃ−a es acumular capital y desarrollar los negocios sin la intromisión del estado
(liberalismo).
En América Latina no existe para nada ese concepto de burguesÃ−a, y al no existir esa burguesÃ−a hay
que acudir a otros poderes, que cuando falta esta clase burguesa rectora son los terratenientes, la oligarquÃ−a,
el militar y la iglesia.
Esos poderes son los que sobreviven de la colonia y rellenan el vacÃ−o institucional que la burguesÃ−a no ha
creado.
Con ese vacÃ−o institucional falta la base social imprescindible para cumplir las tareas históricas obligadas
para la época en la que nos movemos, como demoler el antiguo orden económico, para integrar a
indÃ−genas, esclavos, mulatos, etc. dentro de un orden sociales y para integrar en los nuevos estados como
ciudadanos a todas esas masas desposeÃ−das y marginadas.
En esas condiciones los paÃ−ses latinoamericanos en el siglo XIX adquieren una fisonomÃ−a totalmente
primitiva, regidos por oligarquÃ−as, por el ejército (proveniente de los caudillos) y por la iglesia, que
actúa como catalizadora de una ética moral que se oponÃ−a a todo lo que significaba la concepción
burguesa moderna.
Esto dio lugar al caudillismo militar, a la anarquÃ−a social y polÃ−tica, que significó una atrofia, y a la
debilidad de la nación.
Por lo tanto, el Estado, que se constituye ya a finales del siglo XIX, a pesar de emanciparse de España,
nunca tuvo carácter burgués ni se convirtió en el moderador de la sociedad. Además vemos la enorme y
tremenda desigualdad existente entre ciudadanos que conformaban el nuevo orden en América Latina. De
hecho, cuando se llega a un sistema democrático parlamentario, en las votaciones siempre fueron excluidos
iletrados, mujeres, no propietarios, etc., por lo que toda esta disfuncionalidad del estado dio lugar a un
anarquÃ−a polÃ−tica absoluta y a una sucesión de golpes de estado y a la conformación de un orden
semiaristocrático, semifeudal, controlado por las oligarquÃ−as, que han imposibilitado una madurez
polÃ−tica de control de ese estado, de esa nación.
Cuando hubo burguesÃ−a en paÃ−ses más avanzados por su integración en el sistema económico
mundial (Argentina, Cuba, si le, México) se crea una burguesÃ−a dependiente, creada desde el exterior, por
los intereses foráneos, para que respondiera a sus aspiraciones. Surgen no del orden interno, sino de las
aspiraciones de los inversionistas extranjeros, que adoptan a América Latina como zona de influencia
económica, y donde necesitan crear una burguesÃ−a que lleve sus negocios, que desarrolle el capitalismo,
pero no en función de las naciones, sino de las multinacionales.
Por tanto las burguesÃ−as dependientes van a tener su razón de ser mientras existan las compañÃ−as
extranjeras, que son las que les han creado, las que les han dado razón de ser.
En el caso de Cuba, la gran burguesÃ−a desaparece cuando desaparecen las grandes compañÃ−as que
actúan allÃ−.
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Ese concepto de burguesÃ−a dependiente es un producto que no interfiere para nada en la composición
nacional estatal, porque su composición está relacionada con el orden capitalista y la creación de un orden
social capitalista.
Esa burguesÃ−a va a ser la gran alianza de las grandes compañÃ−as y va a ser quien sustente ese orden
social capitalista basado en la dependencia con el mercado exterior.
LA HACIENDA Y LA PLANTACIÃ N EN EL SIGLO XIX
A nivel microeconómico las dos grandes unidades económicas que funcionan en América son la
hacienda y la plantación.
La hacienda la encontramos en paÃ−ses con población fundamentalmente indÃ−gena, como México o
Perú, donde hay grandes ciudades, grandes focos de población.
La plantación, sin embargo, la encontramos principalmente en zonas como Venezuela, Colombia y las
Antillas.
La hacienda
Es una unidad económica agrÃ−cola destinada principalmente a la producción de productos para el
mercado interno y sobre todo los centros urbanos más cercanos.
Surge en época colonial, precisamente para suministrar todo tipo de artÃ−culos alimenticios y también
obrajes a los grandes centros urbanos, mineros, porque tienen pocos recursos de tierras y capitales dedicados a
producir esos productos alimentarios. Cerca de estos centros se establecen estas unidades económicas para
mantenerlos.
Se siembra maÃ−z, papa, también hay producción ganadera, etcétera.
La hacienda está trabajada por mano de obra indÃ−gena (peones) o también por mestizos, que hacen de la
hacienda además de un centro económico una zona de formación de modelos sociales y polÃ−ticos.
La mano de obra es indÃ−gena, y esta mano de obra no son obreros uno a uno, sino familias completas.
Cuando el obrero llega a la hacienda a trabajar no llega solo, sino con todo su familia, y además vive en la
hacienda, repartido por diferentes lugares de la misma según los tipos de cosecha.
El trabajador se construye su propia casa-cabaña y la hacienda le facilita y proporciona tierras, algunos
animales para la labor y simientes.
El peón deposita la parte que le corresponde al hacendado en el granero de la hacienda de lo que cultiva, y
él se queda con una pequeña parte de la cantidad cultivada.
Igualmente, si pastorea animales, se queda con una cantidad determinada mientras que el resto se lo entrega al
hacendado.
La aportación del individuo a la hacienda depende de la relación con el hacendado, al tipo de cosecha y el
vÃ−nculo del propietario con sus peones.
Para que se le facilite un pequeño trozo de tierra, excedentes, etc. en la hacienda, lo deberá pagar con su
trabajo, por lo que el indio debe al terrateniente una servidumbre no en forma de salario, sino en prestaciones
laborales, que varÃ−a según las relaciones del indÃ−gena, del tipo de trabajo, de producción, etc. Por este
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motivo, la hacienda cuenta con un tipo de prestación laboral enorme sin tener que gastar nada.
De tal manera, puesto que la hacienda en gran medida está fuera de las llamadas "economÃ−as dinerarias",
no hay relaciones salariales entre el dueño del hacienda y el trabajador, y esto significa que no puede
formarse un sistema capitalista, porque la cadena se rompe, puesto que no hay posibilidad de gasto, por lo que
no hay demanda, y al no existir demanda tampoco hay oferta, y por ello no hay desarrollo de la producción.
Además, la hacienda no incentiva el mercado interno, porque todo lo produce en la hacienda (herramientas,
ropaje, utillaje, etc.). Incluso es costumbre en la hacienda la llamada "tienda de raya", un almacén que tiene
el hacendado con una serie de productos como tabaco, alcohol, ropa suntuaria u otro tipo de artÃ−culos
consumidos por los indÃ−genas, que el dueño de la hacienda controla con unos precios fuera de cualquier
lógica de mercado, establecido por los hacendados y proporcionados por algún comerciante. El indÃ−gena
paga estos productos mediante prestación laboral y por ello se liga de esta manera a la tierra por deudas.
Incluso el terrateniente puede establecer una moneda local para comprar en la tienda "el toker", que
indiscutiblemente se utiliza para canjearla por horas de trabajo, dedicación laboral a la hacienda.
Todo esto desde el punto de vista de las relaciones de capital significa que es difÃ−cil la incorporación del
indÃ−gena al mercado.
El hacendado tampoco tiene dinero como tal, porque lo que él preside cuando vende en su tienda es trabajo
y no dinero lÃ−quido.
Todo esto en gran parte se produce porque el hacendado, el terrateniente, no ha necesitado capital inicial
inversor para poner a funcionar la hacienda. El hacendado se mueve en un cÃ−rculo económico en el que la
tierra ya la posee (la ha heredado), a los indÃ−genas no tiene que pagarles, y todo lo utilizado en la hacienda
procede de la misma hacienda, por lo que no establece relaciones capitalistas con el exterior, sino que en ese
modelo autárquico, ajeno a lo que significa la revolución industrial en Europa, las haciendas son islotes en
el mundo latinoamericano, de total y absoluta falta de modernidad económica e integración en el mercado.
En definitiva, la hacienda no es sólo una empresa económica, sino una institución social, polÃ−tica y
cultural.
Desde el punto de vista social, es una comunidad creada dentro de sus propios lÃ−mites, con unas
caracterÃ−sticas definidas desde el punto de vista arquitectónico y urbanÃ−stico, con una casa central, en
torno a la cual está la iglesia, el almacén, la tienda de raya, el colegio, todos los talleres de trabajo y
producción, etc. Los trabajadores a su vez, viven también alrededor de la hacienda, según su relación
con el hacendado (más o menos cerca de la casa según su relación con el hacendado). Los peones de
confianza viven cerca de los señores y al mismo tiempo son los criados de estos señores. Los recién
llegados y los peones de menos confianza con el señor, viven más alejados del centro de la hacienda.
Además, los contactos con el mundo exterior por parte de la hacienda son absolutamente escasos.
Los indÃ−genas no van nunca a la ciudad y el propio terrateniente se desplaza a la ciudad en muy pocas
ocasiones (a su casa solariega), a presidir alguna ceremonia, el cabildo, etc., pero normalmente vive en su
hacienda donde él es alguien más dentro del paisaje de esa hacienda. En la gran ciudad no tiene tanto
poder y posibilidad de desarrollo de poder.
El mundo de la hacienda también se ve afectado por las propias distancias y extensiones de la misma,
porque son enormes, sin muchos caminos, donde la dificultad de transporte es máxima. Además, todas las
actividades sociales y culturales se hacen dentro de la hacienda. Los domingos hay misa, entierros, bautizos,
bodas y otros acontecimientos sociales.
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Por ello, la iglesia no es sólo un lugar culto, sino también de concentración, de verse los indÃ−genas,
una ocasión de juntar a todos los indÃ−genas.
La fiesta más importante es la que corresponde al santo del nombre del dueño. De hecho, normalmente las
haciendas tienen el nombre de un santo, según el nombre del dueño. La fiesta de la hacienda es un dÃ−a de
máximo encuentro social y fiestas populares. A la población indÃ−gena se le permite incluso celebrar en
esa fiesta sus santos, sus tradiciones, sus antiguas creencias, y todo su modelo antropológico cultural. Se
convierte por ello también en un acontecimiento cultural de primer orden dentro del mundo indÃ−gena.
El hacendado por supuesto no participa en las fiestas indÃ−genas.
En esa fiesta el hacendado se reúne con su inmensa cantidad de prole y les demuestra su capacidad varonil.
Al hacendado se le presenta toda esta inmensa prole, hijos o ahijados nuevos, y el los va bendiciendo y
aceptando, porque obviamente los padres "artificiales" están encantados de que el niño sea ungido y
aceptado por el hacendado, porque a partir de ese momento su trato en la hacienda será diferente.
Por todo ello, la hacienda es el sÃ−mbolo más fehaciente de la estructura económica arcaica que reina en la
agricultura latinoamericana y en la sociedad indÃ−gena latinoamericana ligada a la hacienda, y nos hace ver
la enorme dificultad que significa para América la integración en el mercado internacional desde el punto
de vista del capital y de unas relaciones de igual a igual, porque estas haciendas, ni desde el punto de vista del
hacendado ni desde el punto de vista del obrero corresponden a las de la época de la unidad industrializada.
Para analizar (con los moldes y la mentalidad europea) el desarrollo productivo de la unidad económica
americana, hay que retrotraerse en el tiempo.
En una sociedad en la que la relación máxima es la de amo-servidumbre, donde se besa la mano del
dueño, donde no hay mejoras de la tecnologÃ−a, donde el hacendado es el dueño e impone el tono social,
donde el hacendado es el dueño central, donde el mundo indÃ−gena no va más allá de lo que es la
hacienda, donde conceptos como "posibilidad de ocio" o "vida social" están por encima de "poderÃ−o
económico" o "capacidad económica", se hace difÃ−cil para el analista europeo, sin estar allÃ−, poder
entender lo que significa ese modelo.
Naturalmente, con el tiempo, esa hacienda tiende a desaparecer y va a ser un producto fácilmente adquirible
por grandes compañÃ−as extranjeras y van a ser convertidas en presa fácil para inversionistas extranjeros,
que van a poner en funcionamiento estas tierras en función del sistema productivo mundial.
Por ello, el hacendado va a ser sustituido por las compañÃ−as, usando el mismo sistema.
La compañÃ−a es la que produce todo, el modelo sólo cambia en el sentido de que se introduce un
concepto diferente en la estructura de poder.
A principios del siglo veinte los grandes mercados internacionales no iban a permitir ya el tener en América
Latina grandes extensiones de tierra sin producir para este sistema capitalista.
Por tanto, la hacienda era una institución sin posibilidad de resistencia ni supervivencia al sistema de
producción capitalista mundial. El fin de esta hacienda llega normalmente mediante la revolución (por
ejemplo en México). En el caso de Perú también se debe a las diferentes reformas agrarias efectuadas y
a las transformaciones polÃ−ticas para adecuar la economÃ−a al sistema mundial.
En definitiva con la hacienda terminó la industrialización, la economÃ−a moderna y por supuesto el
capitalismo (incompatibles totalmente con la hacienda). Pero esto no quiere decir que las reformas
introducidas en la hacienda hayan cambiado las relaciones con el indÃ−gena, en la explotación a la que se
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ven sometidos, a la falta de integración en una sociedad más justa. Simplemente ha significado cambiar el
modelo, adecuarse a los tiempos, pero la situación del indÃ−gena, su abandono y el hecho de que las
estructuras polÃ−ticas hayan dejado de prestar atención al hacendado sólo significa que el mundo sigue
igual. La concepción del indÃ−gena sigue siendo la misma, explotado y subordinado socialmente.
La plantación
El otro modelo al lado de la hacienda indÃ−gena es el de la plantación de productos ultramarinos exóticos.
Una plantación es una unidad económica, mitad agrÃ−cola mitad industrial, destinada al consumo externo
de productos y con mano de obra esclava.
La plantación, al contrario que la hacienda, que tiene una serie de connotaciones polÃ−ticas y sociales,
coloniales, etc., es una unidad económica que requiere una fuerte inversión de capital inicial, algo que no
requiere la hacienda, porque tampoco es una actividad industrial.
El capital se requiere para comprar tierras que permiten el cultivo de un solo producto, de artÃ−culos muy
selectivos, como el azúcar (que requiere una tierra especial, cerca del mar).
Además se requiere una inversión de capital inicial para la industria, para la maquinaria del ingenio, y
también para comprar esclavos, hecho que no se da en la hacienda, que tiene una mano de obra indÃ−gena
autóctona, que no cuesta nada, que no hay que comprar ni mantener.El esclavo, sin embargo, hay que
comprarlo en el mercado y además hay que mantenerlo.
Esto quiere decir que el modelo de la hacienda y el modelo de la plantación son radicalmente diferentes.
No todos los caciques podÃ−an ser plantadores, sino que normalmente las plantaciones pertenecen a
compañÃ−as, a asociaciones y a banqueros, que deciden invertir en las plantaciones de las Indias
occidentales.
En Cuba, la oligarquÃ−a criolla acumula un gran capital por la geopolÃ−tica del Caribe, al ser La Habana un
lugar obligado de paso de las flotas Sevilla-América, por el cultivo de tabaco y también por ser fuerte
militar, lo que hizo que llegase un gran capital. Todo este capital se usó para invertir en plantaciones.
Además, el aporte de capitales norteamericanos, principalmente a finales del siglo XVIII, en forma de
préstamos, de comercio (porque necesitaba una colonia y se fija en Cuba), es importante.
Esta acumulación de capital es la que hace posible crear y mantener las plantaciones.
Obviamente la plantación es algo que no se desarrolla en América antes de la llegada de los españoles.
Es un invento de los europeos para conseguir muchos excedentes de los productos demandados en Europa, y
de ese modo aprovechar el capital comercial europeo para desarrollar una inmensa plataforma comercial que
les de beneficios vendiendo los productos en Europa.
El Caribe, como modelo económico, es un invento de las burguesÃ−as europeas para su provecho.
La plantación se extiende por toda la zona del Caribe, y es lo que le da unidad económica a la zona que va
desde Norteamérica a Brasil.
¿Por qué la plantación (o el ingenio azucarero, que es por antonomasia la máxima expresión de esta
plantación) tiene una parte agrÃ−cola y otra ganadera?
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CAMPO TRAPICHE
DE
CAÃ A Barracones, Iglesia
Casa del mayoral,
Tierras de animales
1) La mitad de la plantación (del ingenio, es de lo que estamos hablando) está ocupado por el campo de
caña.
2) La otra mitad se subdivide en dos:
-el trapiche, que son dos grandes mazas de cobre, en las que se coloca la caña cortada y se muele para
extraer el guarapo (el jugo de la caña) que da las melazas, que posteriormente se ponen a hervir y se pasa a
los reverberos (inmensos calderos). Después esto se llevaba a la purga (para purgar el azúcar).
Seguidamente se quedaba en unos conos, para separarla. La parte de arriba correspondÃ−a al azúcar blanco,
la parte del medio al azúcar moreno, que no está tan purgado (por ello tiene ese color, que es su color
original). Abajo quedaba la peor parte del azúcar, el mascabado, un "azúcar de pilón" que prácticamente
no se consume.
-La otra zona de la plantación es donde se ubican los barracones, la iglesia, la casa del mayoral y una serie de
tierras dedicadas a los animales, además de cuadras, etcétera.
Vemos la diferencia por tanto entre las dos zonas, la de cultivo y la zona industrial (donde se manipula la
caña de azúcar).
Los dueños y administradores de las plantaciones no solÃ−an vivir las plantaciones, sino en la ciudad y
apenas tenÃ−an una zona residencial para cuando visitaban esta plantación.
El campo de caña tiene unas dimensiones determinadas en función de la capacidad del trapiche.
Hasta que el trapiche sea impulsado por una máquina, el campo de caña tendrá que adaptarse al ritmo de
la molienda. Por ello, la plantación a principios del siglo XIX no significa gran propiedad, sino que está
adecuada a la capacidad de molienda, a la capacidad industrial.
Cuando la molienda tiene más capacidad de procesamiento, la plantación tiene necesidad de tener más
campo de caña, tiene necesidad de plantar más caña, por lo que se va haciendo más grande. De hecho,
cuando se introduce la tecnologÃ−a sofisticada preparada para este tipo de producción, la plantación
adquiere una nueva dimensión y la parte agrÃ−cola ya no está unida a la parte industrial (esto ocurre a
finales del siglo XIX y principios del siglo XX).
Ahora no hablamos de trapiche, sino del Central, que es sencillamente que grandes financieros e
inversionistas (norteamericanos en el caso del Caribe, también británicos) han instalado un modelo en el
que cuanta más caña sembrada más rendimiento se produce, porque cuanta más caña mejor se
amortiza la inversión en maquinaria.
A partir de ahÃ− la plantación se convierte en el mayor latifundio de América, y vemos grandes
extensiones en América sembradas de un solo producto, como el café en Colombia, algodón en el sur
de los Estados Unidos, azúcar en el Caribe, etcétera.
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Vamos a ver el incesante incremento de la monoproducción desde este momento.
A partir aquÃ− (finales del siglo XIX) es cuando desaparece la esclavitud y se da el fenómeno del asalariado
libre, la plantación se incrementa en tamaño y se produce un cambio espectacular en el modelo y en lo que
significa la plantación para estos paÃ−ses. De hecho, los paÃ−ses son las plantaciones. Sin las plantaciones
no hay paÃ−ses, y tampoco sin las exportaciones de esas plantaciones.
Las plantaciones pueden llegar a tener cientos de kilómetros y el ferrocarril se convierte en pieza clave
porque es el que transporta el material, el producto, hasta el Central.
Todo esto requiere unas inversiones de capitales enormes para desarrollar esas técnicas industriales tan
sofisticadas. Por ello, las grandes compañÃ−as van a realizar estas enormes inversiones de capitales, que
desvertebran el modelo primario que habÃ−an tenido estos paÃ−ses en la época de la esclavitud y se
convierten en colonias de las grandes compañÃ−as.
Esto significa que todo se amplÃ−a, siempre que el Central sea capaz de procesar toda esa cantidad de
producción. También significa el cambio de mano de obra esclava (de las plantaciones de trapiche) por el
de mano de obra libre (con el central).
En un principio, la plantación está compuesta en un 80% por trabajadores esclavos negros. Existe un
modelo de sociedad completamente arcaico, con una masa laboral que no recibe salario y por ello no puede
consumir, por lo que no tiene demanda y por ello no hay oferta, y debido a esto, se disloca cualquier atisbo de
desarrollo de una economÃ−a capitalista en el sistema social esclavista.
Pero con la ampliación de la plantación y la abolición de la esclavitud se consigue activar una demanda,
que hace que el modelo económico laboral sea cada vea de más subdesarrollo (con respecto a la pobreza)
pero desarrollado en cuanto al capitalismo y su formación.
A la hora de la formación y estructuración de las naciones hay un contingente enorme que no son
considerados ciudadanos, sino libertos y antiguos esclavos, que no participan como ciudadanos en la
formación de una nación. Son la carne de cañón utilizada por los grandes caciques para su desarrollo
personal, pero jamás van a ser admitidos dentro del orden polÃ−tico liberal en esos paÃ−ses, sino que van a
estar en condiciones de desigualdad, lo que influye a la hora de la creación de un sistema polÃ−tico
moderno.
Cuando se habla de los nuevos modelos democráticos, federalismo, etc, sólo se hacÃ−an para los blancos,
para nada se pensaba en los negros. Esas sociedades van a configurarse artificialmente por tanto dentro de un
orden polÃ−tico que mantiene unas formas muy democráticas, liberales, etc, pero en el fondo está
cimentada sobre un modelo social completamente desigual.
La consecuencia de este cambio de la plantación es el nacimiento del capitalismo puro y duro.
Hay una subordinación enorme al central, que es el que regula la vida y las condiciones en la plantación.
Lo importante es que a partir de la abolición de la esclavitud, el capitalismo toma una forma muy fuerte.
Además, esto requiere mucha mano de obra, y al no existir toda la necesaria en el Caribe hay que importar a
miles de braceros, muchos españoles, principalmente gallegos, para cortar la caña (operación golondrina:
van a cortar la caña y después vuelven a España). También llegaron obreros jamaicanos, haities e
incluso hindúes.
Gracias a esto se produce un gran crecimiento y desarrollo de los paÃ−ses implicados en las plantaciones. De
hecho, más del 50% de las inversiones de EE.UU. en América latina se hacen en Cuba, en el azúcar.
31
Esto significa una subordinación de los paÃ−ses a los Estados Unidos y, en última instancia, a las grandes
compañÃ−as inversionistas, que son las que tienen efectivamente el poder, pese al gobierno establecido y
constituido en esos paÃ−ses.
El capitalismo fue en su momento una forma de eliminar formas y estructuras tradicionales. Lo que hace
eliminar el feudalismo en Europa es que aparezcan las primeras formas precapitalistas en el mercado.
En América, el capitalismo moderniza las estructuras internas, arcaicas, incapaces de competir en el
mercado externo e interno.
Lo que se hace es una adecuación de las formas productivas tradicionales de la hacienda al capitalismo. Se
trataba de adecuar la realidad económica y social arcaica a una sociedad donde el mercado marca la pauta
para el mercado productivo.
El indÃ−gena, que vive en condiciones prácticamente feudales, y el señor, que vive de su desarrollo
personal, de su prestigio, más que de su desarrollo económico, todo esto está fuera de juego ya en el siglo
XX dentro de una sociedad que empieza a moverse y moldease con rasgos del capital.
Esa figura desaparece con una sola generación, no necesita más tiempo. De la misma manera, a veces "se
muere" y no se renueva, como los hacendados esclavistas del sur de EE.UU., que acaban desapareciendo por
no reconvertirse y no integrarse en el nuevo mercado.
El que tiene capital consigue integrarse en el nuevo modelo capitalista, mientras que el que no tiene es
eliminado.
El indÃ−gena se convierte ahora en un obrero. Va a seguir trabajando igual, en las mismas condiciones de
explotación, pero con un sueldo.
El dueño de la hacienda, o la vende a un extranjero, o renueva su hacienda tecnológica y estructuralmente
para ponerla en el mercado.
SOCIEDAD LATINOAMERICANA A FINALES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
El esquema tradicional estudiado es el siguiente:
Aristocracia (Alta burguesÃ−a)
BurguesÃ−a
Pueblo
à ste es el modelo clásico de sociedad, una sociedad que se caracteriza por su homogeneidad dentro del
sistema, donde cada cual tiene su papel.
En este modelo vemos las luchas de clase, de parte del pueblo por alcanzar cotas de bienestar y ocupar parte
del lugar de la burguesÃ−a.
Además, en estas sociedades existe la posibilidad de que haya un cierto movimiento social en función de
las actividades del propio sistema. Hay ciertas personas que desde el pueblo acceden a la pequeña o alta
burguesÃ−a incluso.
De la misma manera, pequeños burgueses que se han empobrecido pueden bajar a escala del pueblo.
32
Este esquema es aplicable a la Europa industrial, del capital industrial.
Pero en América latina hay que olvidarse de todo este modelo, de todos estos esquemas. El caso de
América Latina en el siglo XIX es radicalmente distinto en cuanto al modelo.
Ya no hay esclavitud en América, el indÃ−gena está proletarizado.
En América hay dos enormes divisiones, formadas por oligarquÃ−a y clases populares.
-OligarquÃ−as 1)Grandes compañÃ−as (burguesÃ−as
dependienes)
2) OligarquÃ−as polÃ−ticas.
-Clases populares
Los modelos de cada paÃ−s son diferentes, pero desde un punto de vista general encontramos estos dos
grupos diferenciados.
Dentro de las oligarquÃ−as, podemos ver dos niveles:
• Grandes compañÃ−as multinacionales (Shelf, Repsol, Nestlé, etc.): estas grandes compañÃ−as
tienen como referentes a burguesÃ−as dependientes, que es todo este entramado burocrático,
tecnológico, social, etc., que vive de esa compañÃ−a.
• OligarquÃ−as polÃ−ticas: los caudillos y caciques, avanzando en la historia, se van a convertir no
sólo en poderes polÃ−ticos, sino también en poderes económicos. Todas estas personas ponen su
poder en función de conseguir naturalmente riquezas. Las oligarquÃ−as polÃ−ticas no tienen el
concepto polÃ−tico que tenemos nosotros.
En América latina se es polÃ−tico para algo, no se entiende la polÃ−tica si no va acompañada del control
del poder para conseguir u obtener riquezas.
Estas oligarquÃ−as polÃ−ticas tienen relaciones recÃ−procas con las grandes compañÃ−as. Al igual que
las burguesÃ−as dependientes, les deben mucho a las grandes compañÃ−as, porque sin la aportación de
éstas difÃ−cilmente pueden mantenerse en el poder. Estas oligarquÃ−as polÃ−ticas, de la misma forma,
conservan su poder mientras las grandes compañÃ−as conserven su poder. Este poder lo quieren para
mantener el orden neo colonial, ya que serÃ−a imposible que siguiesen existiendo sin la conjunción de poder
local o interno con el poder externo, ya que las grandes compañÃ−as necesitan a personas que en su nombre
les representen en el paÃ−s donde se encuentran y los ayude a mantener el orden social.
El único elemento que puede cambiar o modificar en algo esa estructura dominante, ese modelo neo
colonial, son las anomalÃ−as de las burguesÃ−as dependientes. Dentro de los grupos burgueses dependientes
pueden aparecer grupos polÃ−ticos que intenten cambiar dentro de esa burguesÃ−a dependiente el modelo.
Ejemplos claros de esto, todos fallidos, son el de Salvador Allende, el de Carlos Andrés Pérez en
Venezuela, o el de Juan Bosch en República Dominicana.
Este intento de las burguesÃ−as de cambiar el modelo de sociedad difÃ−cilmente se podÃ−a conseguir sin las
clases populares.
Clases populares
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En América hay poco proletariado como tal. Es difÃ−cil hablar de proletariado en Venezuela, República
Dominicana, Guatemala, etc. Pero estas clases populares en América latina tienen una conciencia polÃ−tica
revolucionaria de clases, que les es muy difÃ−cil llevar a la práctica.
No hay una conciencia polÃ−tica porque no hay un desarrollo industrial lo suficientemente poderoso como
para crear un ejército de proletarios que tenga la fuerza suficiente para poner en duda al estado. Sólo
surgen las revoluciones en el mundo rural, con las revueltas campesinas principalmente.
No hay desarrollo industrial como para crear una conciencia de clase polÃ−tica lo suficientemente grande
como para actuar.
Como ya hemos comentado, solamente en el medio rural se consiguen desarrollar grandes cambios.
Además, hay algo que desune a las clases populares en América latina, que les impide tener una
conciencia fuerte, única y unida, las etnias. Un obrero blanco difÃ−cilmente va a aceptar se igual que un
obrero negro, y un obrero indÃ−gena va a ir de la mano de un obrero blanco. Este complejo étnico cultural
diferenciador les quita poder a las clases populares.
La organización de la sociedad, el modelo de la sociedad, desde la época colonial, se ha encargado de
hacer ver al blanco que él, pese a ser pobre y ser explotado, es superior (racismo) y mientras se conserve
este orden, aunque siga siendo pobre, explotado, etc., sigue siendo blanco, por lo que mira hacia abajo y ve a
gente peor que él. Esto significa, en última instancia, desunión.
Además hay problema, y es que el presidente de cada república, el gran aliado de las compañÃ−as, de las
oligarquÃ−as criollas y de la burguesÃ−a dependiente, no tiene ningún interés en cambiar el modelo,
principalmente porque a este grupo no le plantea contradicciones que lleven a una dialéctica
polÃ−tico-social, y además hay un sistema de vigilancia para que nada cambie por parte de los Estados
Unidos.
Cualquier cambio que pueda ocurrir en este modelo les parece incivilizado y atentatorio frente a los Estados
Unidos. Por tanto, es un modelo social que es constantemente vigilado. Cualquier interferencia que pueda
significa que en estos paÃ−ses se establezca un modelo que interfiera la seguridad de los Estados Unidos no
está bien visto.
Dentro de estos esquemas hay grupos que se salen de ellos, del modelo establecido, grupos contestatarios,
grupos revolucionarios, etc.
Hoy dÃ−a el modelo cambia poco a poco, surgen movimientos sociales contestatarios, la propia iglesia y el
ejército comienzan a ser modos de contestación al modelo polÃ−tico establecido.
Se produce un desarrollo de formas no tradicionales de acercamiento al movimiento social.
Las clases populares urbanas
La indigencia de las clases populares en América Latina es clara y se refleja no sólo en el aspecto
económico, sino en todos los actos de la vida humana. Cuando vivÃ−an en su comunidad no se sentÃ−an
marginados, ya que todos en el campo eran pobres, pero al llegar a la ciudad ven que hay una gran diferencia
entre pobres y ricos. El pobre quiere tener acceso al modo de vida del rico y el rico pretende que cada vez se
amplÃ−e más la diferencia entre su mundo y el de los pobres. Por ello, en la misma ciudad se da la miseria y
la riqueza.
Esta diferencia vital es una manera de aceptar la realidad, porque el campesino que vive en la ciudad va a la
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esa ciudad con la mentalidad del campesino, y no está acostumbrado a vivir en esa ciudad por lo que no sabe
cómo cambiar su realidad dentro de ella. Además, no entiende como el gobierno y las instituciones
oficiales pueden hacer algo por él.
No sabe trabajar en la ciudad, porque no conoce el trabajo de las ciudades, como el industrial y el del sector
servicios, por lo que no puede adaptarse y luchar por el desarrollo personal. Todo lo del mundo urbano le
resulta extraño, tiene una enorme falta de preparación, inmadurez mental, etc. El pobre, al no acceder a un
desarrollo social, no puede tener trabajo, y al no tener trabajo no accede al mundo laboral.
Para educar a las masas se necesita un proceso de maduración personal, se necesitan medios materiales y
culturales, para conseguir que esta masa esté preparada para tener una conciencia polÃ−tica.
La miseria estructural le impide el deseo de querer cambiar.
La burguesÃ−a lleva el control de las clases urbanas, pues los pobres y desposeÃ−dos no pueden acceder a
ese control, ya que carecen de conocimientos. La educación y la cultura serÃ−an una posible solución.
En la obra de Mariano Azuela "los de abajo" se sincretizarÃ−a la expresión inglesa “in group, out group”.
Esta expresión refleja la no aceptación por parte de los grupos urbanos la riada de población campesina,
que siempre será marginada y ubicada fuera del grupo.
A todo esto, además, hay que añadir la influencia de la etnicidad (dualidad). Estos campesinos son
indÃ−genas, mestizos, negros o mulatos. Este factor determina la estratificación urbana: en ello influye no
sólo la riqueza, sino también el color de la piel. Los indios, negros, etc., además, no gozan de
representatividad legal. En los cabildos el predominio de los sÃ−ndicos es de color blanco.
Este grupo no sólo vive en una miseria económica, sino que también está arruinado existencialmente.
El empobrecimiento de las clases populares hace esta ruina existencial más frecuente. Como consecuencia
de ello, se genera violencia, delincuencia, prostitución, algo aprovechado también por la burguesÃ−a.
Otro problema es la pobreza infantil. No tienen posibilidades de una educación o de una asistencia sanitaria
adecuada. Son incapaces de acceder a ella, en parte por el rechazo de sus padres, que sienten vergüenza de
llevar a sus hijos hacia una integración en la ciudad globalizada.
Dentro del grupo marginal hay una gran solidaridad. Ello se entiende porque varias familias viven dentro de
un mismo edificio (favelas, ranchitos, etc.). Es un concepto de familia distinto al del mundo del blanco en la
misma ciudad.
De este modo, el panorama urbano se halla determinado por esta situación de degradación progresiva de un
sector de la ciudad.
No es un grupo proletariado como el existente en Europa, sino un grupo que erosiona la sociedad de los
paÃ−ses de América Latina. Han visto su posibilidad emancipación económico-social destruida. La
apatÃ−a no es válida para el análisis, puesto que no tienen posibilidades de prosperar (negación de
desarrollo de la personalidad).
El talento humano no puede desenvolverse, no puede desarrollarse incluso una conciencia de superación de
su situación.
Los sueldos irrisorios, la falta de trabajo, el crimen, el alcoholismo, la falta de higiene, etc., provocaron una
miseria humana que choca con los principios de la civilización occidental. Sin embargo, en medio de esta
miseria poseen diferentes cualidades, como la bondad, la solidaridad, el amor, etc.
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Hay que analizar la incoherencia de los actos occidentales en este mundo; sus acciones lúdicas, afectivas,
etc., son incomprensibles para los mismos criollos. Las clases marginadas son en su mayorÃ−a vÃ−ctimas de
las circunstancias del sistema.
Pese a ofertar ideas como la libertad o la superación, éstas no pueden encajar bien en unas personas que
sobreviven a diario. Una persona asÃ− difÃ−cilmente puede ser libre o acceder a ello. Incluso puede que ante
esa incapacidad tenga felicidad dentro de su propia pobreza. El sistema europeo-criollo no servirá para
cambiar la situación de estas personas. De hecho, el mundo burgués no está interesado en erradicar este
sub-mundo urbano.
Esto no sucede en el mundo rural. El indÃ−gena puede estar sometido al hacendado, pero no padece estos
problemas que encontramos en el mundo urbano.
DEMOGRAFÃ A EN AMÃ RICA (1850-1930).
Entre 1850 y 1930 la población de Latinoamérica creció alrededor del 1% anual, porcentaje inferior al de
la EUA, y que estaba un poco en relación con la tasa de crecimiento de paÃ−ses europeos. Fue un
crecimiento demográfico incluso inferior al que se dio en tiempos del periodo colonial, y que se esperaba
que subiera tras la independencia. Este relativo poco crecimiento se debÃ−a sobre todo a la baja tasa de
crecimiento económico y al escaso poblamiento de grandes zonas ya despobladas en poca colonial y que
aún seguÃ−an asÃ−. Lógicamente sin el desarrollo económico hasta mediados del siglo XIX (1850-60) es
crecimiento demográfico se presentaba bajo.
Sin embargo, hacia la segunda mitad del siglo XIX y primeros decenios del siglo veinte (hasta 1930
aproximadamente) se experimenta un crecimiento económico y también demográfico en América
Latina.
Argentina por ejemplo sobresale. Prácticamente se triplicó su población: Las Pampas, por ejemplo
habÃ−an aumentado hasta un 250% su población desde principios y mediados del siglo XIX hasta antes de
la Segunda Guerra Mundial.
El crecimiento de la población uruguaya fue también extraordinario. En 1850 su población era de
132.000 habitantes, y 1930 alcanzaba 1.700.000 habitantes.
La Sudamérica tropical (Colombia, Ecuador, etc.) permaneció estancada.
El caso del Caribe fue distinto por la emigración forzosa de negros.
En Mesoamérica, México aumentó también desmesuradamente su población hasta su revolución.
A partir de allÃ− comienza a descender debido a la guerra y a la emigración a EUA.
Brasil en 1850 tenÃ−a 7 millones de habitantes, y 1930 ya rondaba los 34 millones. AquÃ− también tuvo
mucha influencia la emigración.
Cabe destacar que este crecimiento demográfico va unido a las exportaciones agrÃ−colas del RÃ−o de la
Plata (lana, cueros y carne) y a las exportaciones caribeñas (Cuba y Puerto Rico).
En este periodo (1850-1930) se produce una explosión de la inmigración en América Latina. No nos
referimos a la forzada, sino a la europea.
Entre 1900/1910-1930 a EE.UU. llegaron unos 10 millones de inmigrantes. En América Latina el impacto
también serÃ−a muy fuerte. Desde independencia, se produce un proceso de apertura a la inmigración,
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principalmente para poblar territorios vacÃ−os, como ocurrió en Argentina (que a principios del siglo veinte
era uno de los principales exportadores de carnes congeladas). Para poblar esos territorios se buscaron
inmigrantes blancos (suizos, vascos, canarios, etc.). Se buscaba blanquear el territorio, especialmente en
Argentina ("Facundo, civilización o barbarie", de Sarmiento, defiende al inmigrante europeo frente a la
cultura del gaucho; contra esta obra se sitúa el "MartÃ−n Fierro").
Esta población blanca civilizarÃ−a el paÃ−s. Muchos de sus integrantes se localizan en Buenos Aires y otras
ciudades, donde se dedicarÃ−an al comercio y a las profesiones liberales.
Estos inmigrantes trasplantaron las ideas polÃ−ticas europeas (socialistas, anarquistas y demás), además de
un sindicalismo claro. Esto fue el embrión de un futuro partido justicialista formado por obreros de la ciudad.
Es la punta de lanza del movimiento obrero en América Latina. El movimiento anarquista, que llegó vÃ−a
inmigración italiana, fue importante hasta los Estados Unidos, donde destacó Saco Vancetti).
Esa riada de inmigrantes transforma la realidad del cono sur americano, que desde entonces se diferenciarÃ−a
del resto del mundo latinoamericano. La población en este punto es determinante. AsÃ−, por ejemplo, entre
el Caribe y el cono sur hay diferencias gastronómicas, polÃ−ticas, etc.
Esta diferenciación es apreciable principalmente en lo cultural.
En Venezuela la inmigración más importante será la protagonizada por los canarios, que durarÃ−a hasta
los años cincuenta. En Cuba destacarÃ−a la inmigración gallega y vasca, además de la asturiana y la
canaria.
A fines del siglo XIX en Uruguay el 63% de los habitantes era extranjero. En Buenos Aires a fines del siglo
XIX y principios del siglo XX el porcentaje de extranjeros era del 35%.
En cuanto a los italianos, más de la mitad del total de los inmigrantes del RÃ−o de la Plata entre 1860 en
1920 era de esta nacionalidad.
A partir de los años 20 los inmigrantes españoles coparon el primer lugar en cuanto inmigración se
refiere, representando un tercio del total.
No todos estos inmigrantes se instalarÃ−an de forma permanente. Fue habitual el "indiano" que emigró
temporalmente a América para hacer fortuna durante unos 20 o 30 años, volviendo posteriormente a
España con el capitán amasado.
Un detalle a tener en cuenta es que en Latinoamérica desde 1936 se produce una gran relevancia de los
exiliados republicanos españoles. A partir de 1939 la inmigración española será predominantemente
obrera.
También se dio el hecho de que la inmigración fue diferente según se hiciese soltero o con la familia.
El soltero conseguirÃ−a matrimonio en América. Por lo general se practicó la endogamia entre los
inmigrantes, a fin de mantener una unión cultural. Era una forma de protección frente a la hostilidad del
medio urbano, pues en el ámbito rural era más frecuente la unión con criollos.
El arquetipo inmigrante era el varón, adulto y soltero. Se integró en el mundo del blanco, blanqueando el
territorio sin unión legÃ−tima con indios o negros. También utilizó los partidos polÃ−ticos, asociaciones
culturales de los paÃ−ses de origen, pero integrándose en el paÃ−s de América Latina al que habÃ−a
llegado.
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EstadÃ−sticas de población en América
1850 1930
Argentina 1.100.000 h. 12.000.000.h.
Brasil 7.000.000 h 34.000.000 h.
Estructura demográfica de América Latina desde 1945
El rasgo fundamental de la población en América Latina a raÃ−z de 1945 es un incremento demográfico
tremendo (tasa de incremento demográfico pasa del 2,3% anual del periodo 1940-50 al 2,9% en el decenio
1960-1970).
La población latinoamericana, que en 1970 era de 275 millones de personas, en 1980 ya llegaba a 352
millones.
Los paÃ−ses que más crecimiento tienen en esta etapa son México y Centroamérica, que casi doblan su
población en apenas veinte años.
México pasa de 35 a 70 millones de habitantes en el periodo 1950-1970, con una tasa de incremento del
3,1% aproximadamente.
Venezuela es el paÃ−s latinoamericano con una tasa de crecimiento más grande, con un 4% anual entre
1950 y 1960.
Un debate importante es el hecho del incremento demográfico como impulsor o factor negativo para el
desarrollo económico.
Hay quien piensa que cuanta más población hay, también mayores son las posibilidades de crecimiento
económico en un paÃ−s.
Otros sin embargo piensan lo contrario, que un paÃ−s no puede desarrollarse mientras mantenga una tasa de
crecimiento tan alta.
También hay quien dice que cuantas más personas existen en un paÃ−s más posibilidades de consumo
hay, más acceso a la mano de obra y más capacidad de demanda porque hay más consumidores.
Pero hay quien dice que la población no debe incrementarse irregularmente, sino que hay que frenar ese
crecimiento de población porque hay que introducir una serie de factores en función de la estructura
demográfica de América Latina, porque hay una enorme masa de población infantil y juvenil y sin
embargo la población en edades activas (20-50 años) es menor en porcentaje a la población en edades
infantiles y juveniles. Esto significa que hay un porcentaje de población grande que debe ser mantenida,
educada y formada por un tanto % menor, y si a esto le añadimos la escasa renta producida por el segmento
activo de población, que el Estado no tiene posibilidades de crecer ni mantener hospitales, educación, etc.
(no tiene dinero), resulta que la enorme masa de población infantil crece en unas condiciones difÃ−ciles y
además el segmento de población activa no tiene la suficiente renta para mantener al segmento infantil, lo
que provoca una bolsa de pobreza importante.
Por tanto se opta por controlar la natalidad, de forma decidida, con una polÃ−tica social, de salud pública,
que rechace el incremento de la población en función de la natalidad y opte más por el crecimiento de la
población en función de la inmigración, ya que los inmigrantes que vienen se encuentran dentro del
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abanico de edad activa.
Tasa de dependencia demográfica
Población <15 años y >65 años
Argentina 57'36 %.
Chile 67'84%.
El Salvador 98'43%.
Bolivia 82'06%.
La bajada de la tasa de mortalidad ha sido muy importante, por lo que la base de la pirámide no era tan
ancha, no habÃ−a tanta población infantil porque muchos morÃ−an.
A raÃ−z del descenso de la mortalidad infantil, el incremento en ese grupo demográfico es impresionante.
Sin embargo, la tasa de personas mayores de 65 años en América Latina es nula. En Bolivia es del 3,5%,
en México del 3,4%, en Brasil del 3,2%, y asÃ− sucesivamente.
Todo esto ha motivado este tremendo problema, que es indiscutiblemente un problema para el desarrollo.
Es imposible que una zona geográfica pueda crecer con una gran fuerza infantil y juvenil, rémora de
población activa, de la población que trabaja, dependencia enorme de una masa activa sin la suficiente renta
para mantenerlos y además imposible de ser educada y desarrollada.
Por ello se impone un control de la natalidad, que permite una homogenización de los sectores
demográficos (sólo en algunos sitios, porque la Iglesia Católica es muy poderosa en América Latina).
Al lado de todo esto hay que decir también que incluso en la época actual hay zonas de América
deshabitadas.
En América se dan dos problemas que inciden:
• grandes megalópolis: las capitales de los estados reúnen grandes contingentes de población, que llegan
a ser el 50% del porcentaje total de población de un paÃ−s. Esto para un Estado sin ingresos fiscales, sin
desarrollo de la sanidad, educación y servicios mÃ−nimos, en bancarrota en muchos casos y sin
posibilidad de mantener a esa población, es devastador.
• Zonas deshabitadas: otras zonas del paÃ−s están prácticamente deshabitadas. Un ejemplo claro es
Brasil, donde la población vive en una parte del territorio únicamente. En las otras zonas la densidad de
población es mÃ−nima o incluso nula. Las zonas portuarias han sido desarrolladas para exportar la
producción, pero no se han preocupado por desarrollar el interior, que se usa más para la producción
que para la población en sÃ−.
La despoblación y la superpoblación por otro lado no permiten tener una población equilibrada:
-porque en las grandes megalópolis no hay suficiente capital para mantener a la población.
-Porque la población de las zonas deshabitadas no tiene posibilidades de desarrollo.
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Este desequilibrio influye mucho en el poblamiento en América. Este factor es muy importante para
comprender el atraso y el poco desarrollo económico. Además, este modelo de sociedad, esta
fragmentación de la sociedad, hace que no haya un desarrollo económico equilibrado porque los jóvenes
que después se incorporan al mundo activo lo hacen sin una preparación suficiente como para poder
desarrollar la economÃ−a del paÃ−s.
ECONOMIA
Estructuras económicas en América Latina
Lo que determina o condiciona la vida de los hombres es el marco económico en el que se desenvuelven.
Para Vilar, historia es el comportamiento del hombre en sociedad.
La conformación de las clases sociales es radicalmente mediatizada por las estructuras económicas.
Una economÃ−a de enclave no puede funcionar igual que la metrópoli de esos enclaves.
Una economÃ−a de enclave se caracteriza por ser un territorio de enclave, especÃ−fico. Son paÃ−ses que
tienen una economÃ−a que han desarrollado otros paÃ−ses extranjeros para su propio provecho, y que viven,
se desarrollan y tiene su medio de producción basado y montado en su enclave económico (minero,
azucarero, bananero, etc.).
Cuando hablamos de economÃ−as arcaicas hablamos de territorios periféricos frente al centro.
Vemos con esto una división internacional del trabajo (teorÃ−a de Marx): centro-periferia.
En cuanto a capital, los grandes capitales se sitúan en el centro y en la periferia el capital es subsidiario de
los grandes capitales.
La moneda patrón es fuerte (euro, dólar) y la moneda de la zonas periféricas son débiles.
¿A que es debido la estructura subarcaica de Latinoamérica?
Los estados arcaicos están fundamentados en tres pilares:
• agricultura tradicional y dependiente.
• Muy escasa industrialización.
• Ausencia de burguesÃ−as nacionales con la suficiente capacidad financiera, económica, de poder, etc.
¿Cuáles son las causas de que en América Latina exista un agricultura tradicional, que no haya
industrialización ni burguesÃ−as?
En primer lugar y como introducción, la historia:
-de las relaciones económicas.
-Del desarrollo del capitalismo (que surge en Europa).
-De la burguesÃ−a (que surge en Europa).
1) La falta de capitales propios
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Para todo desarrollo económico es absolutamente necesario y fundamental disponer de un capital inicial,
tanto a nivel de empresa como a nivel estatal.
El mundo americano fue expoliado totalmente en la conquista y colonización, comerciando con Europa a
mejor precio los productos extraÃ−dos de allÃ−.
Esto, por contra, lleva a inversiones extranjeras, a que la mayor parte de los capitales invertidos para
desarrollar América Latina provengan del exterior, con el objetivo fundamental de apropiarse de las
riquezas principales de esos paÃ−ses donde invierten el capital (se invierte para obtener una plusvalÃ−a
fuerte).
2) la ausencia de polÃ−ticas económicas estatales
Al igual que hay un ideario polÃ−tico propio de cada continente (proveniente de la historia, los crea la
historia), hay polÃ−ticas propias de Europa que no son las propias de América.
En América Latina no ha habido polÃ−ticas económicas estatales con libertad de decidir sobre qué
polÃ−tica económica seguir, sino que las polÃ−ticas económicas que han surgido en los paÃ−ses
latinoamericanos lo han hecho en función de lo que les ha marcado Europa.
Quizás la polÃ−tica más importante fue el ISI (industrialización por sustitución de importaciones), que
no es ni más ni menos que intentar capitalizar, industrializar el paÃ−s, para evitar la salida de capitales para
las importaciones.
Al no existir una polÃ−tica económica propia de cada paÃ−s, el exterior les exige el tener una polÃ−tica
económica.
Por ejemplo, el Fondo Monetario Mundial obliga a que tengan una economÃ−a propia para pagar sus deudas
al exterior, y por ello les obliga a no tener gastos sociales o dependencia de su moneda, etc.
Esta debilidad o ausencia de polÃ−tica económica se debe a varios factores:
• propia debilidad del estado, que en América Latina tiene una debilidad estructural. El estado no tiene los
mecanismos necesarios para marcar el orden económico a seguir dentro de la nación. Por ejemplo, el
estado es incapaz de generar ingresos por fiscalidad (lo que hace que las arcas estén más o menos
cubiertas).
• No hay unos mecanismos burocráticos fiscales lo suficientemente desarrollados como para abrir una red
fiscal donde a través de los ingresos y los gastos se controle a la población. Los estados
latinoamericanos no tienen esos recursos. Tampoco hay una maquinaria fiscal lo suficientemente
desarrollada.
• A la supeditación de mercados externos, convenios comerciales con paÃ−ses extranjeros y aranceles. Es
decir, las polÃ−ticas económicas estatales están totalmente supeditadas a los grupos internacionales, a
las fluctuaciones del mercado internacional. Si el mercado internacional está muy necesitado de productos
primarios (por causas bélicas) la polÃ−tica económica va a tener un desarrollismo espectacular y por
ello la polÃ−tica económica va a estar supeditada a lo que ocurre en el exterior. En cuanto a los convenios
comerciales con paÃ−ses extranjeros, que determinan la polÃ−tica estatal, no es lo mismo un paÃ−s que
tengan firmeza con los paÃ−ses extranjeros que un paÃ−s que sea más flexible a la hora de plantear unos
convenios con esos paÃ−ses extranjeros o con las compañÃ−as foráneas. También influye mucho el
tema de los aranceles. Si se colocan aranceles proteccionistas de sus productos, significa algo diferente a si
se aplica el concepto del mercado libre. No es lo mismo que un paÃ−s tenga una polÃ−tica económica
propia a una polÃ−tica económica dirigida desde el exterior, que imponga todo, como el ALCA, un
proyecto patrocinado por Estados Unidos según el cual hay que establecer una polÃ−tica económica de
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acuerdo con el mercado. En contraposición encontramos el ALBA, proyecto que tiene la teorÃ−a
económica de que la polÃ−tica económica no debe ser regulada por el mercado, sino que debe ser
controlada desde el interior, con aranceles, etc. Es un proyecto proteccionista, que aboga porque el estado
controle estos convenios con el exterior.
• Presión polÃ−tica externa, que puede traducirse en condiciones dramáticas. Cuando un paÃ−s
latinoamericano impone una polÃ−tica económica opuesta o agresiva a los intereses de las grandes
compañÃ−as estadounidenses (Cuba, Nicaragua, Chile) hay una presión polÃ−tica brutal contra el
gobierno que impone esas medidas, que puede llegar a una rebelión o una intervención militar.
3) debilidad del mercado interno
Que es la base motora primaria para el desarrollo de una economÃ−a. El desarrollo del mercado interno es el
que hace el cambio del pluralismo al capitalismo. La demanda interior es la primaria para que un paÃ−s
desarrolle su sistema productivo.
Por ejemplo, una de las causas del crecimiento en España es la demanda interna de los españoles.
Esto en América Latina, sobre todo en las zonas más desfavorecidas, es un tremendo problema ya que no
hay demanda interna (debido a la falta de recursos propios, a la bajÃ−sima renta).
Al no haber demanda, no hay oferta (no es interesante para las empresas). Esta debilidad del mercado interno
provoca además que no pueda haber ingresos fiscales (porque el bajo salario provoca que no se pueda
generar un excedente en forma de ingresos fiscales en la renta).
SÃ− se podrÃ−an colocar impuestos indirectos (como el IVA), pero estos impuestos están dedicados a
productos de “lujo”. Los productos de primera necesidad apenas tienen impuestos o incluso no los tienen, y
esos son los productos propios de Latinoamérica.
Por otro lado esa debilidad del mercado interno impide que haya acceso a un sistema crediticio, porque para
que te preste un banco hay que tener una nómina, unos bienes que garanticen este préstamo. Al no haber
demanda de créditos, no hay inversiones de pequeño capital, por lo que el flujo económico inversor
está reducido a la gran banca en las grandes ciudades, que prestan el dinero a la pequeña burguesÃ−a (que
es la única que puede).
Esa debilidad del mercado interno provoca naturalmente el que al no tener la población acceso a
determinados bienes y servicios, las infraestructuras sean prácticamente inexistentes en los medios rurales.
Por ejemplo las carreteras están articuladas en función de las grandes compañÃ−as, ya que las crean para
unir sus empresas con las salidas al mar.
No se crea una red de carreteras o ferroviaria en función de la población (según sus necesidades), sino en
función de las grandes compañÃ−as (que son las que las construyen, y lo hacen según sus intereses).
4) Ausencia de una banca suficientemente desarrollada capaz de realizar inversiones mÃ−nimamente
aceptables.
La banca sirve como instrumento de crédito para empresas mineras y agrÃ−colas, además de otro tipo de
empresas (como por ejemplo las compañÃ−as aéreas que necesitan comprar aviones piden préstamos a
bancos que tienen acciones en la compañÃ−a). También existe un banco federal o nacional que regula el
flujo monetario.
En América Latina las instituciones bancarias grandes son extranjeras:
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-Por la debilidad de la economÃ−a, al no existir un mercado interno.
-Las grandes compañÃ−as son extranjeras por lo que acuden a bancos extranjeros.
-Porque el precio del dinero varÃ−a: lo fijan los bancos nacionales. Como las monedas americanas no tienen
cotización internacional, el valor del dinero lo pone el tejido industrial y la capacidad de cambio, como en
USA y Europa, donde hay más intercambios, por lo que es aquÃ− donde se determina el precio del dinero.
Existe un patrón monetario. Anteriormente era el peso de a ocho y hasta hace no mucho el oro. Actualmente
es el dólar, por la razón de que USA es el paÃ−s con mayor número de intercambios.
En América latina es difÃ−cil evitar polÃ−ticas deflacionarias desde el interior. Aunque exporte mucho, si
el valor de la mercancÃ−a ha bajado, el volumen de ingresos no es necesariamente elevado. Como el precio
del dinero de ese paÃ−s lo determina el dólar, los ingresos de penderán de ello.
Lo mismo ocurrirá como el gasto que experimente con las importaciones, cuya cuantÃ−a está en función
del precio del dinero.
Esta debilidad de las polÃ−ticas crediticias (a nivel nacional) hará que los paÃ−ses industrializados
impongan una polÃ−tica de créditos desde el Fondo Monetario Internacional. Estos préstamos se
efectúan para equilibrar la balanza de pagos (teóricamente). Sin embargo, es un medio para provocar la
deuda externa. En América Latina sólo las primera y segunda Guerras Mundiales posibilitaron la
acumulación de capitales, aunque estos capitales que entran en el paÃ−s no se quedan en el paÃ−s, sino que
van destinados a las compañÃ−as extranjeras.
5) burguesÃ−as dependientes
Con este volumen de negocios que llega a América Latina, debemos decir que el capital depende del
exterior. Las burguesÃ−as externas, que con el dinero entrante podrÃ−an haber industrializado sus paÃ−ses,
no lo hicieron porque esa acumulación de dinero no permaneció en los mismos. En Argentina, Cuba, etc., la
burguesÃ−a que recibe los grandes capitales es dependiente de las grandes compañÃ−as. Dependen en su
origen, formación y desarrollo, de éstas. La parte de capital que permaneció en estos paÃ−ses se dedicó
a bienes suntuarios, arquitectónicos o monumentales, pero nunca para el desarrollo del paÃ−s. Estas
burguesÃ−as además, no se enriquecieron a sÃ− mismas, sino que enriquecieron a las compañÃ−as.
Todo esto tiene como consecuencia la ausencia de polÃ−ticas empresariales. Sin empresarios no hay
capitalismo. El empresario genera conciencia de burguesÃ−a, quiere capital para generar más, tener el poder
y controlar el mercado, la polÃ−tica de cambios y, en definitiva, el gobierno. En América latina no existen
estos grandes empresarios.
6) problema estructural de falta de nuevas tecnologÃ−as, de inversiones en educación, en
universidades, en I+D
La consecuencia de esto es que esos paÃ−ses de América Latina tienen que importar esta tecnologÃ−a y
ese capital humano.
La educación y preparación de la población es lo más importante. Si no se tienen, difÃ−cilmente un
paÃ−s se puede desarrollar. En América Latina lo que ocurre es que los niveles de escolarización,
analfabetismo, etc., hacen muy escaso el capital humano.
Pese a que son paÃ−ses ricos (como por ejemplo Venezuela) deben recurrir a tecnologÃ−a extranjera para
subsistir. Esta falta de tecnologÃ−a sirve a Estados Unidos y Europa para hacer a esos paÃ−ses de
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Latinoamérica más dependientes, ya que sin el aporte tecnológico se producirÃ−a la caÃ−da de las
economÃ−as de América Latina.
Esta falta provoca que el atraso sea estructural.
Consecuencia de estos factores
El gran problema a nivel estructural de las economÃ−as latinoamericanas (en mayor o menor grado) es el
tema de la dependencia de la que se sigue incluso hablando hoy dÃ−a, fundamentalmente en base de dos
modelos teóricos:
a) La dependencia provocada desde el exterior (modelo externo). América Latina tiene una economÃ−a
que gravita constantemente sobre el exterior, en función sobre todo del modelo económico. Uno de los
teóricos de esta corriente es I. Wallerstein.
Se habla de modelo primario exportador, un modelo económico que está basado en la producción de
materias primas que tiene como objetivo ser destinado a los mercados externos (algodón, frutos, café,
cobre, estaño, carne, etc.).
Este modelo es dependiente del exterior, porque pese a toda la producción que pueda lograrse, pese a que esa
producción se puede incrementar en el interior, si el precio no incrementa también da igual el incremento
de la producción, y como el precio está en función del Comercio Exterior, de las economÃ−as exteriores
(de las fluctuaciones externas), la dependencia externa es total (no hay control propio de la producción, de
los precios ni de la economÃ−a propia).
b) Hay que tener en cuenta las relaciones de producción interna y lo que significa el orden productivo
interno, en tanto en cuanto ha sido formado por unas burguesÃ−as dependientes.
Hay que tener en cuenta el desarrollo económico planteado por las oligarquÃ−as criollas, que han sido muy
favorecidas por este orden interno.
En Latinoamérica nunca ha habido ninguna revolución económica que llevara al cambio interno que a su
vez produjera un cambio externo. Nunca las burguesÃ−as latinoamericanas se han preocupado por cambiar
este orden internacional.
Quizás el único ejemplo ha sido Cuba, que se sale de la órbita de Estados Unidos, pero realmente su
modelo surge siendo el mismo, porque lo único que cambia es el patrón (cambia a Estados Unidos por la
Unión Soviética). No ha habido una burguesÃ−a fuerte como para cambiar el modelo o para provocar una
revolución industrial.
Es por ello absolutamente necesario interesarse por el tema interno.
En el caso argentino, se produce una debacle debido a la integración del modelo neoliberal, que deja el
mercado en función de la economÃ−a (todo se privatiza). Esto se provocó desde el interior (la ruina de
Argentina no está provocada solamente por las economÃ−as centro-periferia, sino también por la
polÃ−tica seguida desde el interior).
Esto es algo que no será tenido en cuenta por parte de los historiadores (la polÃ−tica interna, las
economÃ−as internas).
Por ello hay que analizar no sólo el mercado externo, sino también el interno.
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El modelo tiene que ir en función también de la utilización de la clase obrera. Mientras se tenga una
clase obrera tan explotada, tan oprimida, no se podrá desarrollar el mercado interno (primer motor del
paÃ−s) y si el nivel de renta es tan bajo, no se puede desarrollar el potencial del capital, ni capitalismo dentro
de la esfera interna, y sin ese desarrollo, no se puede tampoco desarrollar el mercado externo.
Para lograr ese desarrollo hace falta que se elimine la dependencia exterior y un proceso polÃ−tico de
integración de las clases, y mientras las burguesÃ−as sean dependientes y obedezcan a los intereses externos,
esto no se logrará.
La deuda externa viene provocada por el tremendo déficit de la balanza de pagos. Esto se produce
principalmente por un hecho básico, que el precio de las materias primas mantiene una regularidad
constante. En cambio, el precio de los artÃ−culos manufacturados se va incrementando mucho. Como el nivel
salarial en América Latina sigue siendo bajÃ−simo, cada vez hay una diferencia más grande entre el
precio de las exportaciones y el precio de las importaciones, además del precio de la hora salarial.
Implantación de polÃ−ticas neoliberales en América
Se basa principalmente en una profundización del mercado, dejar que sea este mercado el que regule la
actividad económica y no sea el Estado quien actúe directamente en este sentido.
En 1992 el presidente Bill Clinton decÃ−a que el 1% de los norteamericanos tenÃ−an más riqueza que el
90% de la población.
A pesar de que la economÃ−a mexicana ha crecido muchÃ−simo en estos últimos años, la distancia entre
ricos y pobres se ha incrementado más en 47 de los 52 estados.
En la actualidad, en el mundo, unos 300 grandes monopolios ejercen un poder de mercado abrumador en la
economÃ−a internacional. Una de las gigantes compañÃ−as percibe de ganancias del orden de los 2.600
millones de dólares, aproximadamente igual que el PIB de Tanzania.
Una cifra impresionante es que 358 personas en el mundo disponen de más ingresos de los equivalentes a los
de las 2.300 millones de personas más pobres del mundo.
Incluso en Estados Unidos, 35 millones de personas viven por debajo de la lÃ−nea de pobreza.
Si vemos algunas multinacionales y las comparamos con los paÃ−ses latinoamericanos, compilando una lista
de empresas y paÃ−ses, en la cabeza estarÃ−a Brasil, con 360.000 millones de PIB, después irÃ−an
México y Argentina, después que estarÃ−a General Motors, Ford, Shelf, Toyota, y después
Venezuela.
Argentina tiene una deuda de 140 mil millones de dólares en la época de Menem, y hoy, el 50% de los
hogares argentinos percibe menos de 900 pesos mensuales, mientras que el costo mÃ−nimo de la canasta
familiar está calculado en 1090 pesos. El salario medio de los trabajadores está en 450 pesos. Además, el
20% de la población argentina debe afrontar sus gastos disponiendo de dos pesos al dÃ−a.
La cifra de desempleo en época de Menem estuvo entre el 5% y el 6% de tasa, superando a la tasa
registrada diez años antes.
La caÃ−da o impago del personal de la administración, la caÃ−da de los salarios, etc., llevó a Argentina a
una situación trágica.
Por otro lado, toda la privatización (educación, sanidad, transportes, etcétera) llevó a la incapacidad de
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la población a acceder a estas cuestiones.
Se dice que unos 15.000 niños morÃ−an en Argentina en la época de Menem anualmente, por
enfermedades "curables" por culpa de la privatización de la sanidad.
Estas cuestiones hacen desaparecer de Argentina un número siete veces mayor que las desapariciones por el
terrorismo de estado. 15 millones de personas vivÃ−an con Menem por debajo de la lÃ−nea de pobreza (el
47%). Sin embargo, en 1974 sólo el 3% estaba por debajo de esa lÃ−nea de pobreza.
A mediados de 1999 el nivel de pobreza era semejante al que existÃ−a en 1980.
Margaret Tatcher habló de las polÃ−ticas neoliberales y dijo que "la sociedad no existe, existen los
individuos particulares y concretos nada más, la sociedad sólo es una abstracción".
Este capitalismo con rostro humano (definido asÃ− por los teóricos que hablan del neoliberalismo)
demostró ser apenas una piadosa mentira.
El capitalismo demostró que su nueva polÃ−tica neoliberal llevó, principalmente en Latinoamérica, a un
enorme retraso en las economÃ−as.
El caso de México es parecido:
En 1999 el PIB habÃ−a caÃ−do al de 1976. El ingreso per cápita entre 1980 y 1990 declinó un 12,4% y los
salarios cayeron un 40%.
Según Jorge Castañeda, cuando en 1992 el gobierno mexicano decidió publicar estadÃ−sticas sobre la
distribución de riqueza en los últimos 15 años, los datos fueron espeluznantes.
En 1984 el 40% más pobre de la población recibÃ−a sólo el 14% del total de los ingresos del paÃ−s. En
1989 sólo recibÃ−an el 12% del total de los ingresos.
Sin embargo, el 10% de los más ricos tenÃ−an entre el 32% y el 40% del PIB nacional.
Igualmente, las tasas de mortalidad habÃ−an ascendido a lÃ−mites increÃ−bles.
En los municipios rurales el 43% de la población recibÃ−a ingresos que no llegaban a los tres dólares
diarios, y la tasa de analfabetismo superaba el 40%.
Según diferentes autores, se ha llegado a una democracia sin ciudadanos.
Las precarias redes de solidaridad social fueron demolidas al compás de la fragmentación social, provocada
por el neoliberalismo y el individualismo.
Los actores y fuerzas sociales, como sindicatos, asociaciones populares, etc., fueron también aniquilados.
En el nuevo estado de este capitalismo sin ciudadanos se divide todo lo que es colectividad para ensalzar al
individuo con derechos en la capitalidad del mercado.
Todo esto ha llevado a que en 1967 en Chile el absentismo entre los jóvenes llegase al 91% en las urnas.
Los altos ejecutivos en Brasil tienen un salario 93 veces superior al ingreso per cápita de su paÃ−s. En
Venezuela el salario es 49 veces mayor y en México 45 veces.
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Por comprobar el contraste, basta decir que en Canadá, Francia o Alemania este salario es solamente siete
veces superior al ingreso per cápita.
Vemos una ciudadanÃ−a descontrolada, una economÃ−a descontrolada y muchos se preguntan qué tipo de
democracia es esta. En el pasado, la burguesÃ−a se jactaba de haber constituido una sociedad a su imagen y
semejanza (una Europa desarrollada), pero ¿de qué puede jactarse la burguesÃ−a latinoamericana?
Hoy en dÃ−a se está viendo una contrarreforma social dispuesta a llegar a cualquier extremo para reproducir
las desigualdades sociales.
En Venezuela, Argentina, etc., este neoliberalismo, que duró hasta el año 2000, hace que la esperanza de
vida del 10% de los más ricos de Latinoamérica se encuentre en torno a los 72 años aproximadamente,
mientras que los que están en el 40% más pobre se encuentran con una esperanza de vida que ronda los 48
años.
Relaciones entre América Latina y Estados Unidos
No serÃ−a posible emprender la historia de América Latina si no se estudia y entiende su relación con el
mundo anglosajón.
Estados Unidos ha desarrollado desde 1898 hasta la actualidad un conjunto de intervenciones polÃ−ticas o
actuaciones que han conducido a una separación entre el mundo latino y los gringos.
Desde 1898 hasta la actualidad las relaciones iberoamericanas han sido muy importantes. Se ha puesto de
manifiesto la supremacÃ−a de Estados Unidos el cual, desde principios del siglo XIX, con la doctrina Monroe
de "América para los americanos" rechazaba el colonialismo y defendÃ−a la libertad de América Latina,
pero a su vez desarrollando un imperialismo que convirtió a los paÃ−ses latinoamericanos en un campo de
acción de los intereses económicos de Estados Unidos y los utilizó para incrementar su soberanÃ−a
nacional y para incrementar su imperialismo económico.
Este intervencionismo ha sido polÃ−tico, económico, cultural y también moral.
Esta influencia ha marcado una brecha enorme entre Estados Unidos y lo que es el mundo latino, de
incomprensión mutua, "de buenos y malos" (pese a que los criollos y la burguesÃ−a dependiente tengan
mucho que ver con la influencia norteamericana).
No toda la responsabilidad de la influencia ha sido de los Estados Unidos, sino que las burguesÃ−as criollas
han influido mucho.
Se ha abierto una tremenda zanja entre lo que es el pensamiento latinoamericano y el pensamiento
norteamericano, de lo que debe ser una sociedad.
Hay una incomprensión enorme. América del Norte ha visto un continente atrasado, al que hay que
abastecer y América Latina ha visto a Norteamérica como el opresor, el imperialista que intenta
ahogarlos.
De hecho, muchos nacionalismos se han basado en América Latina en la lucha contra los Estados Unidos y
su imperialismo (nacionalismo antiamericano).
Pero estas posturas son a veces muy simples y hay que analizarlas para buscar algo más allá.
Hay que partir de la base de que los Estados Unidos, cuando llegan a su momento álgido, en 1865
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(después de la guerra de secesión) se convierten en una potencia importante, pero sin colonias. Sin ellas,
es muy difÃ−cil desarrollar el imperialismo (sin colonialismo es imposible el imperialismo).
Esa ausencia de colonias hace que Estados Unidos mire al sur con la necesidad de controlar y desarrollar sus
polÃ−ticas económicas usando el territorio ajeno y ocupando mercados de otros.
De ahÃ− la declaración de Monroe de 1823 de sentir miedo de que los europeos expandiesen su poder y
declaraba la necesidad de una América libre de Europa, para los americanos.
Esta teorÃ−a la utilizarán también en 1898 para ocupar Cuba, Puerto Rico, etc.
En esto hay una serie de factores extraordinarios. El periodista John Sullivan desarrolla "el destino
manifiesto", que es la idea de que la historia le ha dado al pueblo americano la obligación de democratizar y
civilizar el mundo. Siempre habÃ−a una frontera hacia la que avanzar. Turner habló de la frontera sobre la
que siempre habÃ−a que avanzar.
El destino de Norteamérica era llevar la luz a otros paÃ−ses americanos. Era para ellos una misión
civilizadora y altruista.
Por ello, el intervencionismo norteamericano desde la etapa de Roosevelt fue una constante.
REVOLUCIÃ N CUBANA
En Cuba nunca ha habido comunismo, más bien fidelismo.
La revolución cubana tiene mucho de nacionalista. En 1898 cuando Estados Unidos entra en la isla, impone
un gobierno militar. Todo está en manos de un representante militar norteamericano que toma el poder y es
el jefe de todo.
Esta ocupación total dura poco (1902-3), hasta que se le entrega el poder al presidente Céspedes. Pero
Estados Unidos impone una enmienda, planteada por el senador Platt, a la constitución cubana, según la
cual Estados Unidos se agencia el derecho a intervenir en los asuntos cubanos si se ve comprometida la
defensa de Estados Unidos. Esto llega hasta 1933.
Después, a pesar de que esa enmienda se abole, la influencia norteamericana va a ser determinante y
extraordinaria, tanto en lo polÃ−tico como en lo económico, lo social, lo ideológico, etc.
A su vez, alquilan también Guantánamo de forma permanente como base militar estadounidense.
La penetración norteamericana en el terreno económico es absoluta. Cuba era una potencia azucarera
mundial, y el control de la producción azucarera estaba en manos de Estados Unidos. De la misma manera,
ningún presidente podrÃ−a serlo en Cuba sin la confirmación del gobierno americano.
El propio Baptista llega al poder porque los americanos lo permiten, tanto la primera vez de forma
democrática como en el año 1952 con el golpe de estado.
Entre 1960 y 1981, cuando triunfa la revolución, la CIA organiza una penetración en Cuba, para invadir el
territorio cubano "invasión de bahÃ−a Cochinos".
La brigada tenÃ−a como misión hacer una cabeza de puente en bahÃ−a Cochinos, instaurar un gobierno
provisional y una vez instaurado reconocer ese gobierno e iniciar la invasión total propiamente dicha.
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Es en este momento cuando la revolución cubana dice que es socialista, marxista-leninista, y que la
revolución es de los pobres, para los pobres.
Ahora se instalan cohetes militares en Cuba (por parte de la Unión Soviética).
Todo esto en medio de la Guerra FrÃ−a, en el momento más determinante.
La Unión Soviética usó la isla como el arma más certera para influir militarmente en los asuntos
internos norteamericanos.
En este momento hay tropas armadas cubanas en Siria, Angola e Israel, en Bolivia con Che Guevara, etc.
El principal enemigo desde un punto de vista tanto ideológico como polÃ−tico y militar era Cuba, que se
convierte en el enemigo público número uno.
En ese momento la relación Cuba-Estados Unidos está rota, hay una ruptura comercial total, con la ley
Hells-Burton, incluso el comercio con terceros paÃ−ses a través de Estados Unidos también se rompe.
Cuando se realiza la revuelta contra Batista, el movimiento 26 de julio está compuesto por un elenco
ideológico amplio (todos menos el Partido Comunista cubano estaban frente a Batista).
Después del asalto al cuartel Moncada, la Unión Soviética llamó a eso infantilismo revolucionario.
Cuando se produce el desembarco de che Guevara, algunos comunistas se marchan a la sierra para unirse a la
revolución, pero no hay ningún comandante comunista.
Fidel crea nuevamente el Partido Comunista, y es la revolución la que incorpora el Partido Comunista de
Cuba al movimiento 26 de julio, y Fidel se hace Secretario General del partido. Por tanto, es un partido
refundado, no es el Partido Comunista que existÃ−a antes.
Hay muchas deserciones (Gutiérrez Menolles, Carlos Frequi, etc.) que abandonan la revolución cuando
ven la unión con la Unión Soviética
Hay quien dice que Fidel se "entrega" a la Unión Soviética (acepta el apoyo) cuando Estados Unidos
piensa en cortar la revolución, en el aislamiento, como manera de salvaguardarse, para tener protección y
poder vender el azúcar y tener ayudas económicas, financieras, etc.
Fidel nunca fue amigo de la URSS, sino que el pacto fue de conveniencia.
Cuba, de hecho, nunca fue un satélite de Moscú. Siempre tuvo una polÃ−tica interior y exterior propia,
fuera de las redes de la Unión Soviética y por ello, en Cuba, hay más un “fidelismo” que un
"comunismo".
Los orÃ−genes de la revolución cubana no era militares, no hay grandes militares en ejército, sino que la
mayorÃ−a de los revolucionarios son civiles.
Hay quien habla de la revolución como un movimiento regeneracionista, de "salud pública" frente al
gobierno de Batista, para salvar Cuba, para mejorar la decadente situación originada por la dependencia de
las inversiones de los Estados Unidos.
¿Cómo es posible que a una isla sin recursos estratégicos sea a la única que Estados Unidos le haya
hecho un embargo comercial?, ¿Cómo se explica que China y Vietnam hayan sido reconocidas
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diplomáticamente y Cuba no?, ¿Por qué este paÃ−s es objeto de la atención de la prensa?, ¿Por
qué otros acontecimientos de la historia americana apenas ha sido objeto de atención y la revolución
cubana si lo ha sido?
Geográficamente Cuba presenta una proximidad a Estados Unidos. Desde 1898 el Caribe ha sido el
"Mediterráneo" americano, con bases en Puerto Rico y Guantánamo. Los Estados Unidos han controlado
económicamente toda la economÃ−a de plantación de Centroamérica y el Caribe, bajo diferentes
polÃ−ticas.
Desde Panamá se formó a la contrainsurgencia, ya que allÃ− existÃ−a un cuartel general americano.
Además, con el canal se controla el tráfico interoceánico (militarmente).
La influencia no sólo fue económico-social y cultural, sino que también intervinieron militarmente en
Santo Domingo, HaitÃ−, Nicaragua, etc., llevando una nueva "pax romana" a su esfera de influencia.
Este intervencionismo dio lugar a personajes como Leónidas Trujillo, la dinastÃ−a de los Somoza, Machado
y Batista en Cuba, etc.
La presencia de Estados Unidos en el Caribe era clave.
De pronto en esa isla de Cuba se produce un movimiento nacionalista, después comunista, que rompió la
situación instaurada en 1898. Estados Unidos controlaba la polÃ−tica, pero también el desarrollo
económico de estos paÃ−ses. Controlaba las cuotas de productos que se podÃ−an enviar a los Estados
Unidos, constituyendo éstas la base de la prosperidad de los paÃ−ses citados.
Sucede que en Cuba se provoca una revolución, que cambia esta estructura económica; se nacionalizan los
medios de producción. Estos eran de los Estados Unidos, por lo que antes de la revolución el 80% del suelo
cultivable les pertenecÃ−a, al igual que el sistema financiero. La nacionalización y la reforma agraria
anularon a esas grandes compañÃ−as. El control de la salud, la educación, los transportes y demás,
tuvieron también un impacto fuerte.
Los conceptos de radicalismo, partidos liberales y conservadores, se dejaron atrás. Se creó un partido
único en el que se engloba a los partidos que participaron en el movimiento del 26 de julio, incluido el
Partido Comunista.
De la misma forma, los partidos más conservadores quedaron fuera de juego polÃ−tico. El que no se
integraba en el partido único no existÃ−a. El sentido de la polÃ−tica cambia profundamente.
Hasta entonces la participación se habÃ−a desarrollado dentro del sistema. Todo esto cambia, pues desde
entonces en el Caribe se aprecia que es posible un modelo revolucionario.
La derecha se radicaliza hacia gobiernos duros militares y represivos para evitar su extensión por América
Latina. La izquierda, sin embargo, se radicaliza tendiendo a la lucha armada.
En 1965 los Estados Unidos intervendrán en Santo Domingo para evitar una nueva Cuba con Juan Bosch, y
posteriormente en Nicaragua.
El contexto era el de un imperialismo soviético, que vio en Cuba un posible aliado en el corazón de la
zona de influencia de los Estados Unidos. Se rompÃ−a asÃ− el status quo.
Todo esto significaba que era la primera vez que un paÃ−s de América Latina se enfrentaba, en todos los
órdenes, a los Estados Unidos, diciendo no a la historia transcurrida desde 1898 a 1960. Al mismo tiempo, el
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gobierno cubano mostró que otro mundo era posible. Se rompieron los esquemas del Departamento de
Estado y de las burguesÃ−as dependientes. En el Caribe, salvo en HaitÃ−, no habÃ−an existido revoluciones.
Estos hechos se complicaron más, dando un giro a las relaciones Estados Unidos-URSS, cuando Estados
Unidos observó que en Cuba existÃ−an cohetes con cabezas nucleares, lo que suponÃ−a un peligro bélico
en el territorio norteamericano.
Entonces, los Estados Unidos movilizaron al comando estratégico (entre ellos estaban los B-52 con bombas
nucleares), porque por primera vez la URSS podrÃ−a amenazar al paÃ−s.
Esto tuvo repercusión mundial. Por eso, la CIA ha intentado 34 veces acabar con Castro, ha bombardeado
con sustancias quÃ−micas a la población cubana, etc. Cuba es un paÃ−s del "eje del mal".
Desde un punto de vista teórico, el modelo cubano presente, tiene un antes y después de la revolución. El
pensamiento de izquierda y derecha cambió. Todos los intelectuales estuvieron influidos por este
acontecimiento polÃ−tico.
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