A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 5 de octubre de 2011,
habiéndose establecido de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de votación: doctores Hitters, Pettigiani, Negri, Kogan,
Soria,
de
Suprema
Lázzari,
Corte
pronunciar
de
se
Justicia
sentencia
"Astilleros
reúnen
los
en
definitiva
Neptuno
S.C.A.
señores
acuerdo
en
la
jueces
ordinario
causa
contra
de
B.
la
para
64.613,
Municipalidad
de
Florencio Varela. Demanda contencioso administrativa".
A N T E C E D E N T E S
I.
promovió,
Astilleros
ante
el
fuero
Neptuno
civil
S.C.A.,
y
por
comercial
apoderado,
de
Quilmes,
demanda contra la Municipalidad de Florencio Varela, con el
objeto de que se le abonaran las facturas 1003, 1024, 1049,
1070, 1071, 1120, 1121, 0142, por un total de pesos cuatro
mil seiscientos siete con 69/100 ($ 4.607,68).
Peticionó,
además,
la
condena
al
pago
de
los
intereses desde la fecha del vencimiento de las facturas
hasta el día del pago, calculados según la tasa activa y la
imposición de las costas del juicio a la demandada.
Ofreció prueba (fs. 1/76).
II.
Corrido
el
traslado
de
ley
se
presentó
a
juicio la Municipalidad de Florencio Varela, también por
apoderada,
solicitando
el
rechazo
de
la
pretensión
deducida.
En
subsidio,
cuestionó
la
tasa
de
interés
requerida por el accionante.
Ofreció prueba (fs. 78/128).
III. Abierto el juicio a prueba, estando agregado
el expediente administrativo 4037-10.229/99 (fs. 185/242),
la parte demandada planteó una cuestión de competencia por
razón de la materia (fs. 278/280), la que fue rechazada por
el
juez
que
previno,
en
razón
de
su
articulación
extemporánea (fs. 281).
IV.
Habiéndose
deducido
contra
el
aludido
decisorio recurso de reposición con apelación en subsidio
(fs.
284/286),
295/296),
se
Apelaciones
Judicial
previo
elevaron
en
lo
Quilmes,
expediente
a
encontrarse
esta
traslado
las
Civil
órgano
involucrada
la
actuaciones
y
Comercial
que
Suprema
a
dispuso
Corte
su
en
demandante
a
del
la
razón
competencia
la
(fs.
Camára
de
Departamento
remisión
de
que
originaria
del
podía
(fs.
305).
V. Por resolución de este Tribunal de fecha 9-X2002 se radicaron las actuaciones ante la Secretaría de
Demandas Originarias y se otorgó a la parte actora un plazo
para
adecuar
su
pretensión
a
las
normas
del
proceso
contencioso administrativo (fs. 308), lo que se cumplió a
fs. 312/313.
VI. Corrido el traslado a la accionada (fs. 314),
ésta contestó la demanda y dedujo la excepción prevista en
el
art.
39
inc.
1°
del
Código
Varela
(fs.
315/321).
Conferido traslado a la contraria de esta última (fs. 324),
la replicó a fs. 325.
VII. Agregados los cuadernos de prueba (actora,
fs. 334/402 y demandada, fs. 403/412) y el alegato de la
demandada (fs. 414/415), sin que la accionante haya eso uso
de este derecho, la causa quedó en estado de pronunciar
sentencia, por lo que el Tribunal resolvió plantear y votar
las siguientes
C U E S T I O N E S
1°) ¿Es fundada la oposición formal al progreso
de la acción?
En caso negativo:
2°) ¿Es fundada la demanda?
V O T A C I Ó N
A la primera cuestión planteada, el señor Juez
doctor Hitters dijo:
I. Radicadas las actuaciones ante esta Suprema
Corte,
la
acción,
comuna
demandada
interponiendo,
se
opone
en
primer
no
se
al
progreso
término,
de
la
excepción
de
incompetencia.
Sostiene
exigidos
en
el
que
art.
28
respetaron
del
los
Código
Administrativo entonces vigente (ley 2961).
requisitos
Contencioso
a) Tras resumir los hechos antecedentes del caso
destaca
que
la
instancia
judicial
no
se
encuentra
habilitada porque la actora no agotó la vía administrativa.
En tal sentido pone de manifiesto que a partir
del
reclamo
de
la
accionante
administrativas,
en
las
documentación
que
se
se
respaldatoria
iniciaron
le
del
actuaciones
requirió
adjuntara
derecho
perseguido
(facturas originales, remito, orden de compra, pedido de
suministros, etc.)
Señala que por toda respuesta la empresa acompañó
documentación, en forma insuficiente e irregular, lo que
impidió a la Municipalidad acoger su pretensión.
Advierte
judiciales
la
que
empresa
previo
debió
a
iniciar
impugnar
en
las
acciones
legal
tiempo
y
forma el acto por el que se solicitaba la documentación
pertinente, como así también aquél que determinaba que la
acompañada
era
insuficiente
para
establecer
la
relación
contractual con el municipio.
Alega
que
la
habilitación
de
la
instancia
judicial requiere la existencia de un acto administrativo
que cause estado, en forma expresa o tácita, pero que en
autos no existió ningún pronunciamiento definitivo de la
Municipalidad,
ni
tampoco
la
aquí
actora
instó
el
procedimiento a ese fin.
b)
Por
otro
lado
y
para
el
caso
en
que
la
demandante
interpretara
que
existió
retardo
de
la
Administración en resolver, plantea que el silencio no se
configuró debidamente porque no se presentó solicitud de
pronto despacho.
Para demostrar el carácter prematuro que tiene -a
su juicio- la demanda, narra que su promoción ante el fuero
civil y comercial del Departamento Judicial Quilmes dio
origen al expediente administrativo ASSL y T 78/A/01, dado
que la actuación original no había concluido, y que esta
circunstancia
era
perfectamente
conocida
por
la
empresa
actora.
Manifiesta
que
el
propio
apoderado
de
la
accionante se presentó a declarar en el sumario 102/99,
instruido
solución
en
consecuencia,
conciliatoria
del
y
que
intentó
asunto.
Todo
arribar
lo
cual,
a
una
según
entiende, no hace más que confirmar la inhabilidad de esta
pretensión judicial.
Además,
demanda
a
administrativo,
denuncia
las
la
que
normas
parte
en
del
actora
la
adecuación
proceso
no
funda
de
la
contencioso
en
derecho
su
pretensión, ni individualiza cuál es la actuación estatal
que le causa agravio; por lo que a su juicio correspondería
su rechazo in limine.
En síntesis y con referencias jurisprudenciales,
manifiesta deducir la excepción de incompetencia prevista
en el art. 39 inc. 1° del Código de Procedimiento de lo
Contencioso Administrativo (ley 2961).
c) De manera subsidiaria y para el supuesto que
se
considerase
que
sí
hubo
un
acto
administrativo
definitivo, sostiene que la demanda fue iniciada fuera de
plazo, con cita del art. 13 del Código de rito mencionado.
A ese efecto refiere que la hoy actora tomó vista del
expediente tanto en la instancia administrativa como en la
judicial.
II. La accionante argumenta que inició un reclamo
en
su
oportunidad,
en
el
que
sí
agotó
la
vía
administrativa, por lo que entiende deben rechazarse los
planteos de inadmisibilidad opuestos por la representación
comunal.
III. Del expediente 4037-10.229/99, acumulado a
la causa, se desprenden los siguientes datos de interés
para la resolución de la cuestión bajo análisis:
a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A., por
apoderado,
envió
demandando,
una
carta
intimándolo
al
documento
pago
de
al
ocho
municipio
facturas
aquí
en
el
plazo de diez días (fs. 186).
b. Luego de varios pases por la Secretaría de
Salud, Legal y Técnica y Economía, en octubre de 1999 la
Contaduría municipal informó que sólo se registraba a favor
de la peticionante la liquidación de pago 223 por $ 217,80,
correspondiente
a
la
factura
1071.
Respecto
de
las
restantes, señaló que no existía asiento contable alguno
(fs. 187/188).
c.
El
29-X-1999
la
Secretaría
de
Servicios
Públicos manifestó que allí no existían antecedentes (fs.
190).
d. El 26-X-1999 la interesada acompañó copias de
todas
las
facturas
reclamadas,
más
los
remitos
correspondientes (fs. 191/220).
e. El 10-XI-1999 la Secretaría de Ceremonial y
Protocolo
negó
que
las
firmas
insertas
en
las
facturas
correspondieran al personal de esa dependencia, y el 16-XI1999
la
Secretaría
Privada
también
desconoció
la
contratación (fs. 222 y vta.).
f.
Social
El
informó
29-XI-1999
que
las
la
Secretaría
firmas
insertas
de
en
Desarrollo
las
facturas
correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación
de
Políticas
Sociales.
En
cuanto
a
la
factura
1071,
reconoció ser de esa dependencia y manifestó que ya había
sido abonada (fs. 223).
g.
Producción
El
30-XI-1999
aconsejó
evaluar
la
Secretaría
la
posible
de
Economía
instrucción
y
de
actuaciones presumariales para deslindar responsabilidades
y asimismo determinar quiénes habían recibido las facturas
para
proceder
a
su
reconocimiento,
lo
que
resolvió
el
Intendente el 6-XII-1999 (fs. 224 y vta.).
h.
El
27-XII-1999
la
Dirección
de
Dictámenes
sugirió responder la carta documento de la interesada (fs.
225).
i.
El
7-II-2000
la
Dirección
de
Compras
y
Suministros hizo saber que no se registraban requerimientos
vinculados con los servicios de Astilleros Neptuno S.C.A.
(fs. 225 vta.).
j. El 10-II-2000 la Municipalidad respondió la
carta
documento
a
la
hoy
actora,
solicitándole
que
adjuntara la orden de compra y el pedido de suministro (fs.
226) y el 6-III-2000 dispuso "reservar" el expediente (fs.
228).
k. El 18-IV-2000 la interesada acompañó una copia
del
presupuesto
remitido
a
la
comuna
el
12-VI-1998
y
solicitó, asimismo, "una pronta respuesta" del reclamo (fs.
230/231).
l. Después de sucesivos pases por las direcciones
de dictámenes, sumarios, contaduría, economía y producción,
compras
y
suministros
y
desarrollo
social
sin
que
se
agregaran datos concretos, el 16-IV-2001 la Dirección de
Dictámenes entendió que existían indicios de la prestación
de servicios al margen de lo establecido en el reglamento
de
contabilidad.
Aconsejó
recabar
información
de
las
actuaciones sumariales. El 27-IV-2001 el Departamento de
Sumarios produjo un informe, del que no resultan mayores
novedades (fs. 238 y vta.).
m. Finalmente, la Dirección de Dictámenes propuso
el
22-VI-2001
suspender
la
tramitación,
hasta
tanto
el
Tribunal de Cuentas fijara el criterio a seguir en un caso
análogo sometido a consulta (fs. 240).
IV. De acuerdo con los antecedentes reseñados y
los fundamentos que desarrollaré, adelanto que la defensa
formal opuesta debe ser desestimada.
a) De manera preliminar es menester recordar que
este
Tribunal
ha
declarado
la
aplicabilidad
de
las
disposiciones de la ley 12.008 -texto según ley 13.101- a
las causas iniciadas antes del 15 de diciembre de 2003, en
tanto resulten compatibles con la jurisdicción atribuida a
esta
Suprema
Corte
por
el
art.
215,
2°
parte
de
la
Constitución provincial, con las excepciones previstas en
el
referido
cuerpo
legal
(doctr.
causas
B.
64.996,
"Delbés", res. del 4-II-2004; B. 59.618, "Suárez", res. del
11-II-2004 y posteriores; art. 78 inc. 3°, ley citada).
De tal modo, la oposición de la demandada habrá
de ser analizada a la luz de lo establecido en el art. 35
inc. 1, "i" de dicha norma adjetiva.
b) Se encuentra fuera de discusión que en las
actuaciones
administrativas
no
fue
dictado
un
acto
definitivo, es decir, una resolución sobre el fondo de la
cuestión objeto de reclamo.
Cabe
supuesto
de
analizar,
retardación
entonces,
en
el
si
trámite
se
configuró
un
del
procedimiento
administrativo, presupuesto que -de encontrarse configuradodesplazaría la exigencia tanto del agotamiento de la vía, como
la necesidad de interponer la demanda dentro de los plazos de
caducidad (arts. 14 inc. 1 ap. d] y 16 y 18, a contrario,
C.P.C.A. ley 12.008 -texto según ley 13.101-, respectivamente).
1.
La
accionada
sostiene
que
la
empresa
no
configuró el silencio, porque omitió la presentación de un
pedido de pronto despacho.
Dispone el art. 16 de la ley 12.008 -texto según
ley 13.101-, en la parte pertinente, que "podrá promoverse
la pretensión sobre la base del silencio administrativo,
cuando alguno de los entes enunciados en el artículo 1° del
presente código omitiere o retardare el dictado de actos de
trámite o preparatorios. En tal supuesto, el interesado
podrá
solicitar
el
pronto
despacho
en
los
términos
establecidos en el inciso anterior y transcurridos treinta
(30) días hábiles administrativos desde esta solicitud, sin
que se dictare el acto correspondiente, se presumirá la
existencia de una resolución denegatoria o adversa para el
interesado y quedará expedita la instancia judicial".
Este Tribunal tiene dicho que la configuración
del
silencio
o
retardación
exige
que
la
inactividad
administrativa o la demora en resolver se concreten cuando
el
asunto
se
encuentre
en
estado
de
dictar
resolución
definitiva, o bien, cuando el trámite está paralizado por
inercia de la Administración, en virtud de la omisión en el
dictado de providencias de trámite. Además se precisa que,
urgido el procedimiento por el interesado, se produzca una
nueva
demora
(doctr.
Construcciones
"Bistolfi",
S.R.L.",
S.A.",
sent.
sent.
del
causas
sent.
del
del
B.
18-XI-1997;
23-III-1999;
8-III-2000;
55.121,
B.
B.
"Riblam
B.
56.062,
57.761,
53.312,
"Sirma
"Striebeck",
sent. del 7-XI-2001; B. 62.308, "Clemeno", sent. del 3-XII2003; B. 55.347, "Canaves", sent. del 18-VI-2008, entre
otras).
Pues bien, a la luz de la norma y doctrina legal
transcriptas, en virtud de los hechos corroborados en la
causa,
contrariamente
a
lo
sostenido
por
la
accionada,
advierto configurado el silencio aludido.
En
efecto,
como
surge
de
la
reseña
de
antecedentes, la aquí actora inició un reclamo el 24-IX1999 con el objeto de que le abonaran las facturas que a su
juicio le adeudaba la comuna demandada (fs. 186). Cinco
meses
después
documentación
la
(fs.
Municipalidad
226,
le
10-II-2000),
requirió
mayor
suspendiendo
el
trámite el 13-III-2000 (fs. 228), sin que se verificaran
circunstancias impeditivas para su continuación.
El procedimiento desplegado para decidir acerca
de la procedencia del reclamo dista de respetar las pautas
contenidas en los arts. 49 a 57 de la ordenanza general
267/80, no advirtiéndose en su sustanciación un impulso
verdadero y útil para definir la petición deducida. Por el
contrario, salvando la documentación aportada por la aquí
actora (fs. 191/220), los dictámenes de la Contaduría y el
requerimiento de fs. 226, la actuación municipal se resume
en una sucesión de pases y vistas a distintas dependencias,
sin que se haya producido prueba concreta en relación al
reclamo
planteado,
dilatándose
la
definición
del
procedimiento (v. fs. 187/190, 222/225, 228).
Producido el retardo mencionado, la parte actora,
el
18-IV-2000,
documentación
respuesta"
al
tiempo
requerida
(ver
fs.
que
a
230),
acompañó
fs.
226,
fotocopias
rogó
manifestación
a
"una
la
de
la
pronta
que
debe
asignársele el efecto de un pedido de pronto despacho (art.
16 inc. 2, ley 12.008 -texto según ley 13.101-).
Sin embargo, con posterioridad a esa intimación,
en
vez
de
decidirse
instructorias
condiciones
de
idóneas
ser
el
reclamo
para
resueltos,
o
poner
la
adoptarse
los
medidas
actuados
administración
en
comunal
continuó requiriendo informes que ningún dato aportaron (v.
fs. 231, 232 vta., 238 vta.), efectuándose pases internos
(fs. 232, 233 vta., 235, 236, 237). Casi un año después, al
momento de iniciarse la demanda judicial (30-III-2001), el
procedimiento seguía pendiente de decisión. En efecto, no
obstante haberse requerido a una integrante de la Dirección
de Dictámenes se expidiera sobre la situación planteada a
la
luz
de
la
emisión
de
los
evaluar
la
Reglamentación
pasos
y
aplicable,
requisitos
procedencia
de
que
hacer
incluyendo
tornaran
lugar
la
posible
o
no
al
reconocimiento y, en cada caso, el procedimiento que deberá
observarse en lo sucesivo ante situaciones como la presente
(fs. 239), la funcionaria se limitó a sugerir se reservaran
los actuados hasta tanto el Tribunal de Cuentas fijara un
criterio en un supuesto en alguna medida análogo (v. fs.
240),
criterio
que,
en
definitiva,
fue
adoptado
por
la
Dirección.
En tales condiciones, cabe recordar que conforme
doctrina
de
ulterior
a
realización
trámite.
esta
la
denuncia
el
Para
Suprema
de
Corte
la
no
mora
perfeccionamiento
lograr
eludirlo
se
cualquier
evita
del
actuación
por
su
silencio
requiere
que
sola
en
medie
el
un
progreso efectivo del procedimiento, dentro de los plazos
fijados
normativamente
o
de
aquéllos
que
sean
más
razonables en función de la etapas por las que aquél debe
transitar para arribar a la resolución y no una actividad
inconducente, que no basta para superar el estado inerte de
las tramitaciones (conf. doctr. causa B. 58.544, "Nicora",
sent. del 29-VI-2005; B. 57.873, "M. de M., C", sent. del
31-X-2007).
2. Me permito reiterar aquí que la técnica del
silencio aparece en nuestro país para contrarrestar los
supuestos de inactividad formal de la Administración en un
procedimiento, cuando ésta, simplemente, deja sin contestar
una petición; y por ende, ha tenido desde su nacimiento la
finalidad de posibilitar el acceso al proceso aunque la
Administración
no
haya
dictado
un
acto
expreso
(Muñoz,
"Silencio de la administración y plazo de caducidad", Ed.
Astrea, Bs. As., 1982).
En
tal
orden
de
ideas
comparto
la
tesis
que
sostiene que el fundamento del silencio como expresión de
voluntad consiste en evitar el estado de indefensión en que
quedaría el particular frente a la inactividad formal de la
Administración, ya que éste se encontraría imposibilitado
de
recurrir
(Zubiaur,
contra
Carlos,
un
no
"Algunas
accionar
carente
consideraciones
de
contenido
respecto
del
silencio positivo de la Administración", "El Derecho", 143325; Lima, Fernando J. y Sama, Miguel A., "El principio in
dubio pro actione y la interpretación del instituto del
silencio administrativo en un ajustado fallo de la Corte",
"El Derecho", 154-477). Por ello, juzgo que la figura del
silencio negativo se conecta directamente con la garantía
constitucional del acceso a la justicia (Diez Sánchez, Juan
J., "El procedimiento administrativo común y la doctrina
constitucional", Ed. Civitas, pág. 283, Madrid, 1992).
En tal sentido y como lo sostuve en anteriores
pronunciamientos (causas B. 55.392, "Rusconi", sent. del 4VII-1995;
B.
54.239,
"González",
sent.
del
28-III-1995,
entre otras) soy de la opinión que debe rechazarse toda
hermenéutica que limite el acceso a la justicia y cierre el
camino
a
la
jurisdicción
(art.
15,
Const.
prov.),
por
tratarse de una garantía que se erige en uno de los pilares
básicos del estado de derecho.
Estimo
que
una
interpretación
contraria
significaría imponerle al impugnante un "rigorismo ritual"
que
se
traduciría
en
un
cercenamiento
de
la
garantía
consagrada en le art. 18 de la Constitución nacional, en
cuanto requiere que no se prive a nadie arbitrariamente de
la adecuada y oportuna tutela de los derechos que pudieren
asistirle, sino por medio de un proceso conducido en legal
forma
y
que
concluya
con
el
dictado
de
una
sentencia
fundada (Fallos 268:266; 295:906; 299:421, entre otros).
Estoy de acuerdo con que la existencia de las
formas y su severidad hacen al orden, a la previsibilidad y
a la seguridad jurídica; no obstante ello, cuando ese rigor
excede el marco de razonabilidad y frustra el sentido de
justicia en la relación jurídica, las normas procesales
deben ser armonizadas con las fondales para alcanzar la
correcta composición del objeto litigioso (causa B. 51.837,
"Empresa Ingeniero Gustavo Serafín Marín", sent. del 2-VI1998).
3. Habiendo transcurrido "más de diez años" desde
la
presentación
Municipalidad
de
del
reclamo
Florencio
hasta
Varela
la
fecha
haya
sin
acreditado
que
la
haber
cumplido con su obligación de expedirse, no cabe sino el
rechazo de la excepción (art. 15, Constitución provincial;
doctr. de causas B. 59.559, "Álvarez Sabas", sent. del 27VII-2005;
B.
63.808,
"Sastre",
sent.
del
9-V-2007;
B.
59.316, "De Grazia", sent. del 21-V-2008, entre otras).
c) Como anticipara en el inicio del capítulo, el
modo
como
propongo
sea
votada
esta
cuestión,
torna
inoficioso abordar el tratamiento de la defensa vinculada
con la extemporaneidad de la demanda.
Ello por cuanto es doctrina de esta Suprema Corte
que ni en el anterior régimen procesal aplicable a las
causas
contencioso
administrativas
-ley
2961-
ni
en
el
actualmente vigente ley 12.008 -texto según ley 13.101-, se
ha previsto que la admisibilidad de la demanda deducida en
caso de silencio de la administración se halle sujeta a
algún plazo (arts. 7 y 13, ley 2961; 16 y 18, ley 12.008
-texto según ley 13.101-).
Refiriéndose al que consagraba el art. 13 de la
ley 2961, el tribunal decidió en forma reiterada que no
regía en el caso de la acción contencioso administrativa
"por retardación" (doctr. causas B. 54.951, sent. del 28III-1995
en
"Acuerdos
y
Sentencias",
1995-I-561
y
B.
62.308, sent. del 3-XII-2003, entre muchas otras).
La norma hoy vigente para reglar esta situación
se
limita
a
señalar
que,
cumplidos
los
recaudos
allí
establecidos, "se presumirá la existencia de una resolución
denegatoria o adversa para el interesado y quedará expedita
la instancia judicial" (art. 16.1 y 2, ley 12.008 -texto
según ley 13.101-) y la que establece el plazo de caducidad
para
deducir
la
pretensión
(art.
18,
ley
12.008
-texto
según ley 13.101-) claramente se refiere a la de anulación,
la
de
restablecimiento
intereses
tutelados
y
o
la
reconocimiento
de
cese
de
de
una
derechos
vía
o
rehecho
administrativa, sin que pueda inferirse de la enunciación
que
luego
efectúa
acerca
de
cómo
debe
computarse
el
término, que el legislador haya pretendido extenderlo al
supuesto de silencio en el cual, en rigor, no se impugna
ningún acto (conf. causa B. 63.055, "Dueñas", res. del 30VI-2004; B. 65.706, "Barrón", res. del 26-IX-2007).
Por tales razones, el reparo formal opuesto sobre
la base de la extemporaneidad de la demanda también debe
ser desestimado.
V.
Por
lo
expuesto,
juzgo
que
corresponde
rechazar la oposición a la admisibilidad de la pretensión
opuesta por la demandada, y consecuentemente, abordar el
tratamiento de la cuestión de fondo debatida.
Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc.
3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-).
Voto por la negativa.
Los
señores
jueces
doctores
Pettigiani,
Negri,
Kogan, Soria y de Lázzari, por los mismos fundamentos del
señor
Juez
doctor
Hitters,
votaron
la
primera
cuestión
también por la negativa.
A la segunda cuestión planteada el señor Juez
doctor Hitters dijo:
I. a) Señala la parte actora en su escrito de
inicio
que
se
dedica
a
la
venta
y
alquiler
de
baños
químicos destinados a distintas eventualidades y que además
provee
el
transporte,
servicio
de
desagote,
limpieza
y
reposición de productos químicos.
Afirma que por solicitud de la Municipalidad de
Florencio
Varela
dio
en
locación
a
ésta
doce
unidades
sanitarias con sus respectivos servicios de mantenimiento y
transporte, por el período comprendido entre el 16-VII-1998
y el 17-XII-1998.
Agrega
que
al
vencer
los
plazos
establecidos
emitió las facturas correspondientes, aclarando que entregó
los originales a la comuna, reteniendo copias de toda la
documentación.
Individualiza
los
instrumentos
con
los
números 1003, 1024, 1049, 1070, 1071, 1120, 1121, 0142, las
que suman un total de $ 4.607,68.
Manifiesta
que
el
24-IX-1999
intimó
a
la
Municipalidad, mediante una carta documento, al pago de los
créditos reclamados y que el organismo estatal le respondió
el 20-II-2000 solicitándole mayor documentación, aunque sin
negar la existencia de la deuda.
Expresa
que
cumplió
con
el
requerimiento
y
adjuntó las constancias pedidas, pero que aún así -en una
actitud que califica de mala fe contractual- el municipio
no pagó los servicios adeudados, pese a que las facturas se
recibieron
de
conformidad
y
no
fueron
objetadas
oportunamente.
Considera que frente a esta situación la comuna
se encuentra en mora con sus compromisos, razón por la cual
se ve obligada a iniciar este proceso judicial.
b) Al readecuar la demanda reiteró sucintamente
el
relato
de
los
hechos,
encuadrando
jurídicamente
su
pretensión en lo prescripto por los arts. 208, 209 y 218 y
concordantes del Código de Comercio y arts. 974, 1623 y
1627 del Código Civil (fs. 312/313).
II. a) Al contestar la acción la Municipalidad de
Florencio
Varela
sostiene
que
en
realidad
nunca
se
presentaron los originales de las facturas reclamadas, por
lo que no consta ninguna presentación al cobro de esos
créditos.
También aduce que las facturas deberían contar
con el sello y firma del funcionario municipal que debe
autorizarlas,
pero
que
en
los documentos
que
invoca
la
parte actora no lo están.
Desconoce
la
deuda,
la
prestación
de
los
servicios y sostiene que la interesada debió probar a qué
oficina brindó las prestaciones y en virtud de qué contrato
se realizó, lo que no consta en autos.
Cita
el
art.
241
de
la
Ley
Orgánica
de
las
Municipalidades y argumenta que el funcionario municipal
conoce perfectamente cómo deben intervenirse las facturas.
También refiere la investigación desplegada en el
expediente
4037-10.229-A/99,
Contaduría,
ni
la
del
Secretaría
de
que
resultó
Compras,
que
ni
contaban
la
con
información acerca de los créditos que peticiona la parte
actora, de todo lo cual deduce que el trámite de cobro fue
realizado de manera incorrecta.
Invoca el art. 140 del Reglamento de Contabilidad
municipal y sintetiza que nunca se reconoció la deuda que
la parte actora le atribuye, porque la misma no consta
registrada en los organismos correspondientes, como son la
Contaduría municipal y el área de compras.
b) En su presentación de fs. 316/321, niega la
existencia
de
accionante,
razón
operaciones-
relación
contractual
por
la
cual
registros
de
los
no
alguna
constan
créditos
que
con
la
-entre
sus
reclama
en
autos.
III.
administrativo
De
las
constancias
4037-10.229-A/99,
del
acumulado
expediente
a
la
causa,
surgen los siguientes elementos útiles para decidir:
a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A. envió
una carta documento a la Municipalidad de Florencio Varela
intimándola
$4.607,68
al
más
pago,
dentro
intereses,
del
plazo
de
actualizaciones,
diez
días
honorarios
de
y
gastos en concepto de locación de 12 unidades sanitarias y
54
servicios
de
mantenimiento,
desagote,
limpieza
y
reposición de productos químicos, más el transporte, por el
período comprendido entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998.
Todo ello según las facturas 142, 1121, 1120, 1071, 1070,
1049, 1024 y 1003 recibidas -según aduce- con anterioridad
(fs. 186).
b. La Contaduría municipal informó en octubre de
1999 que sólo se registraba, a favor de la interesada, la
orden de pago 223, correspondiente a la factura 1071, por
un importe de $ 217,80. Respecto de las demás, manifestó
que no existían antecedentes (fs. 188).
c. El 26-X-1999 la aquí actora acompañó una copia
de
las
facturas
reclamadas
junto
con
20
remitos
por
servicios de desagote, limpieza y repuestos químicos, más
el transporte (fs. 191/220).
d.
El
1-XI-1999
la
Contaduría
observó
las
facturas 1024 y 1070 por estar enmendadas (fs. 221).
e.
El
29-XI-1999
la
Secretaría
de
Desarrollo
Social informó que las firmas registradas en las facturas
correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación
de Políticas Sociales. También reconoció haberse recibido
en su área la factura 1071, aclarando que ya se encontraba
abonada (fs. 223).
f. La Secretaría de Economía y Producción sugirió
el
30-XI-1999
iniciar
una
actuación
presumarial
para
deslindar responsabilidades, individualizar a los receptores
de
los
documentos
y
responder
la
carta
enviada
por
la
interesada (fs. 224).
g. El Intendente municipal ordenó, el 6-XII-1999,
la instrucción del sumario pertinente (fs. 224 vta.).
h. El 18-IV-2000 la aquí actora envió una copia
del
presupuesto
junio
de
1998,
9806061
remitido
con
cotización
la
a
la
del
Municipalidad
alquiler
de
en
dos
unidades químicas, a razón de US$ 550 más IVA por mes,
disponibles todos los sábados desde junio a diciembre de
1998 (fs. 230/231).
i. El Departamento de Sumarios informó el 9-I2001 que en el expte. 102/99 se había identificado a los
receptores de algunos remitos y facturas -sin mencionarlospero que no se había individualizado a los responsables
(fs. 232 vta.).
j. La Dirección de Dictámenes opinó el 16-II-2001
que
la
documentación
acreditar
el
gasto,
recolectada
en
los
era
términos
insuficiente
del
art.
para
140
del
reglamento de contabilidad (fs. 233).
k. La Contaduría municipal observó el gasto que
se reclama en marzo de 2001, por no contar con antecedentes
válidos que lo respaldaran (fs. 234).
l.
manifestó
el
La
Dirección
19-III-2001
de
que
la
Compras
factura
y
Suministros
1071
se
había
liquidado el 23-XI-1998, por orden de compra 46.638/98 (fs.
236).
m. La Dirección de Dictámenes aconsejó el 22-VI2001
que
se
reservara
el
expediente,
hasta
tanto
el
Tribunal de Cuentas se expidiera en una consulta que se le
había formulado, por un caso similar (fs. 240).
IV.
La
cuestión
a
decidir
se
encuentra
circunscripta a determinar si la firma Astilleros Neptuno
S.C.A. tiene derecho a percibir la suma de dinero que reclama
a la Municipalidad de Florencio Varela ($ 4.607,68), en base a
una locación de doce (12) unidades sanitarias y los servicios
de
mantenimiento,
desagote,
limpieza
y
reposición
de
productos químicos, con más el transporte de las unidades y
equipos de limpieza, que afirma habría regido en el período
16-VII-1998 al 17-XII-1998.
V. Anticipo mi opinión adversa al acogimiento de
la pretensión.
a) Como lo señalara al dar mi parecer en la causa
B. 57.593, "Steciow", sent. del 9-V-2007, de acuerdo a una
consolidada doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación
la
validez
administrativos
formalidades
pertinentes
se
eficacia
supedita
exigidas
en
contratación
y
cuanto
(Fallos
por
a
la
de
al
contratos
cumplimiento
las
de
disposiciones
forma
308:618;
los
y
las
legales
procedimientos
316:382;
323:1515
de
"Más
Consultores"; sent. del 1-VI-2000; 323:3924; "Magnarelli",
sent. del 10-IV-2003).
En razón del carácter administrativo del acuerdo
que
la
accionante
químicos
y
desagote,
limpieza,
dice
servicios
celebrado
(locación
complementarios
reposición
de
de
baños
[mantenimiento,
productos
químicos,
transporte]), el caso debe ser juzgado con arreglo a los
principios y reglas propios del derecho público, para lo
cual debe acudirse a las normas sobre contrataciones que
regían en la Municipalidad de Florencio Varela.
Dichas normas son las contenidas en los arts. 193
inc. 7° de la Constitución provincial; 151 a 156 de la Ley
Orgánica
de
las
Municipalidades;
31
y
156
y
sigs.
del
reglamento
de
Contabilidad
y
disposiciones
de
administración para las Municipalidades de la Provincia de
Buenos Aires, Acuerdo del Tribunal de Cuentas de fecha 23X-1991.
La aludida normativa establece como principio los
procedimientos de licitación -pública o privada- o concurso
de precios, para la selección del contratista (art. 151,
L.O.M.),
estableciendo
como
excepción
la
posibilidad
de
contratar directamente (art. 156, L.O.M.).
b) La accionante no ha invocado, ni probado, la
observancia
de
estas
disposiciones,
ni
tan
siquiera
la
existencia de una actuación administrativa donde se hubiera
decidido
contratar
directamente
los
servicios
que
alega
haber prestado.
Se limita a afirmar la existencia de un contrato
de locación de servicios (arts. 1623 y 1627), con cita del
art. 974 del Código Civil, según el cual "Cuando por este
Código, o por las leyes especiales no se designe forma para
algún acto jurídico, los interesados pueden usar de las
formas que juzgaren convenientes".
Conforme
lo
ha
sostenido
este
Tribunal
la
sujeción de la Administración al principio de legalidad
impone a sus órganos y entidades un obrar consistente con
el
ordenamiento
jurídico
(doctrina
causas
B.
66.693,
"Recovering", sent. del 6-VII-2005 y sus citas; B. 65.288,
"Pasturienzi",
sent.
del
21-V-2008;
B.
57.692,
"Gamma",
sent. del 5-V-2010), principio que importa el cumplimiento
de
las
disposiciones
reglamentarias
que
encauzan
los
procedimientos de selección del contratista estatal, las
modalidades de contratación y, en suma, la ejecución del
gasto público. De allí que se haya supeditado la validez de
los
contratos
requisitos
públicos
exigidos
al
por
cumplimento
las
estricto
disposiciones
de
los
vigentes
en
cuanto a la forma y procedimientos de contratación.
En sentido concordante el alto Tribunal federal,
reiteradamente
existencia
ha
de
señalado
un
que
contrato
"...
la
prueba
administrativo
de
se
la
halla
íntimamente vinculada con la forma en que dicho contrato
queda
legalmente
perfeccionado.
Cuando
la
legislación
aplicable exige una forma específica para su conclusión,
dicha
forma
debe
ser
respetada
pues
se
trata
de
un
requisito esencial de su existencia. Esta condición, que se
impone
ante
las
modalidades
propias
del
derecho
administrativo, concuerda con el principio general también
vigente
en
derecho
privado
en
cuanto
establece
que
los
contratos que tengan una forma determinada por las leyes no
se
juzgarán
prescripta
Fallos
probados
(conf.
323:1515;
arts.
si
975
323:1841;
329:809; 332:1651).
no
y
estuvieren
1191
323:3924;
del
en
Código
324:3019;
la
forma
Civil
y
326:1280;
En
consecuencia,
tal
como
lo
anticipara,
la
pretensión no puede prosperar, puesto que no es posible
admitir la existencia de una obligación que derivaría de un
supuesto
habría
contrato
sido
con
que,
las
de
haber
sido
formalidades
celebrado,
establecidas
no
lo
por
el
derecho administrativo local para su formación.
c)
posible
Finalmente
analizar
la
cabe
advertir
procedencia
que
de
no
la
resulta
pretensión
condenatoria desde los principios del enriquecimiento sin
causa, toda vez que -a diferencia de lo acontecido en el ya
citado precedente B. 57.593, "Steciow", sent. del 9-V-2007en el presente la actora fundó su demanda de "cobro de
pesos" en el supuesto incumplimiento contractual y no en la
institución
citada,
por
lo
que
avanzar
de
tal
modo
importaría una grave violación del principio de congruencia
(conf. C.S.J.N., Fallos 323:3924; 329:5976).
VI. Por las razones expuestas, entiendo que la
pretensión debe ser desestimada.
Voto por la negativa.
Costas por su orden (art. 17, C.P.C.A., ley 2961
en función del art. 78.3, C.P.C.A., ley 12.008 -texto según
ley 13.101-).
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez
doctor Pettigiani dijo:
I. En su escrito inicial, señala la parte actora
que se dedica a la venta y alquiler de baños químicos
destinados a distintas eventualidades y que además provee
el transporte, servicio de desagote, limpieza y reposición
de productos químicos.
Continúa
diciendo
que
por
solicitud
de
la
Municipalidad de Florencio Varela, dio en locación a ésta
doce unidades sanitarias con sus respectivos servicios de
mantenimiento
y
transporte,
por
el
período
comprendido
plazos
establecidos
entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998.
Agrega
que
al
vencer
los
emitió las facturas correspondientes y aclara que entregó
los originales a la comuna, reteniendo copias de toda la
documentación.
Individualiza
los
instrumentos
con
los
números 142, 1120, 1121, 1070, 1071, 1049, 1024 y 1003, las
que suman un total de $ 4.607,68.
Manifiesta
que
el
24-IX-1999
intimó
a
la
Municipalidad, mediante una carta documento, al pago de los
créditos reclamados y que el organismo estatal le respondió
el 20-II-2000 solicitándole mayor documentación, aunque sin
negar la existencia de la deuda.
Expresa
que
cumplió
con
el
requerimiento
y
adjuntó las constancias pedidas, pero que aún así -en una
actitud que califica de mala fe contractual- el municipio
no pagó los servicios adeudados, pese a que las facturas se
recibieron
de
conformidad
y
no
fueron
objetadas
oportunamente.
Considera que frente a esta situación la comuna
se encuentra en mora con sus compromisos, razón por la cual
se ve obligada a iniciar este proceso judicial.
II. En su oportunidad, la Municipalidad sostiene
que en realidad nunca se presentaron los originales de las
facturas
reclamadas,
por
lo
que
no
consta
ninguna
presentación al cobro de esos créditos.
También aduce que las facturas deberían contar
con el sello y firma del funcionario municipal que debe
autorizarlas, pero que los documentos que invoca la parte
actora no lo están.
Desconoce
la
deuda
y
la
prestación
de
los
servicios y sostiene que la interesada debió probar a qué
oficina brindó las prestaciones y en virtud de qué contrato
se realizó, lo que no consta en autos.
Cita
el
art.
241
de
la
Ley
Orgánica
de
Municipalidades y argumenta que el funcionario municipal
conoce perfectamente cómo deben intervenirse las facturas.
También refiere la investigación desplegada en el
expediente
4037-10.229-A/99,
Contaduría
ni
la
del
Secretaría
de
que
resultó
Compras
que
ni
contaban
la
con
información acerca de los créditos que peticiona la parte
actora, de todo lo cual deduce que el trámite de cobro fue
realizado de manera incorrecta.
Invoca más adelante el art. 140 del reglamento de
contabilidad municipal y sintetiza que nunca se reconoció
la deuda que la parte actora le atribuye, porque la misma
no consta registrada en los organismos correspondientes,
como son la Contaduría municipal y el área de compras.
En
su
presentación
de
fs.
316/321,
niega
la
existencia de contratación alguna con la accionante, razón
por la cual no constan -entre sus operaciones- registros de
los créditos que reclama en autos.
III.
administrativo
De
las
constancias
4037-10.229-A/99,
del
acumulado
expediente
a
la
causa,
surgen los siguientes elementos útiles para decidir:
a. El 24-IX-1999, Astilleros Neptuno S.C.A. envió
una carta documento a la Municipalidad de Florencio Varela
intimándola al pago, dentro del plazo de diez días, de $
4.607,68
más
intereses,
actualizaciones,
honorarios
y
gastos en concepto de locación de 12 unidades sanitarias y
54
servicios
de
mantenimiento,
desagote,
limpieza
y
reposición de productos químicos, más el transporte, por el
período comprendido entre el 16-VII-1998 y el 17-XII-1998.
Todo ello según las facturas 142, 1121, 1120, 1071, 1070,
1049, 1024 y 1003 recibidas -según aduce- con anterioridad
(fs. 186).
b. La Contaduría municipal informó en octubre de
1999 que sólo se registraba, a favor de la interesada, la
orden de pago 223, correspondiente a la factura 1071, por
un importe de $ 217,80.
Respecto de las demás, manifestó que no existían
antecedentes (fs. 188).
c. El 26-X-1999 la aquí actora acompañó una copia
de
las
facturas
reclamadas
junto
con
20
remitos
por
servicios de desagote, limpieza y repuestos químicos, más
el transporte (fs. 191/220).
d.
El
1-XI-1999
la
Contaduría
observó
las
facturas 1024 y 1070 por estar enmendadas (fs. 221).
e.
El
29-XI-1999
la
Secretaría
de
Desarrollo
Social informó que las firmas registradas en las facturas
correspondían al personal de la Secretaría de Coordinación
de Políticas Sociales.
También reconoció haberse recibido en su área la
factura 1071, aclarando que ya se encontraba abonada (fs.
223).
f. La Secretaría de Economía y Producción sugirió
el
30-XI-1999
deslindar
iniciar
una
responsabilidades,
actuación
presumarial
individualizar
a
para
los
receptores de los documentos y responder la carta enviada
por la interesada (fs. 224).
g. El Intendente municipal ordenó, el 6-XII-1999,
la instrucción del sumario pertinente (fs. 224 vta.).
h. El 18-IV-2000 la aquí actora envió una copia
del
presupuesto
junio
de
1998,
9806061
remitido
con
cotización
la
a
la
Municipalidad
del
alquiler
de
en
dos
unidades químicas, a razón de US$ 550 más IVA por mes,
disponibles todos los sábados desde junio a diciembre de
1998 (fs. 230/231).
i. El Departamento de Sumarios informó el 9-I2001 que en el expte. 102/99 se había identificado a los
receptores de algunos remitos y facturas -sin mencionarlospero que no se había individualizado a los responsables
(fs. 232 vta.).
j. La Dirección de Dictámenes opinó el 16-II-2001
que
la
documentación
acreditar
el
gasto,
recolectada
en
los
era
términos
insuficiente
del
art.
para
140
del
reglamento de contabilidad (fs. 233).
k. La Contaduría municipal observó el gasto que
se reclama en marzo de 2001, por no contar con antecedentes
válidos que lo respaldaran (fs. 234).
l.
manifestó
el
La
Dirección
19-III-2001
de
que
la
Compras
factura
y
Suministros
1071
se
había
liquidado el 23-XI-1998, por orden de compra 46.638/98 (fs.
236).
m. La Dirección de Dictámenes aconsejó el 22-VI2001
que
se
reservara
el
expediente,
hasta
tanto
el
Tribunal de Cuentas se expidiera en una consulta que se le
había formulado, por un caso similar (fs. 240).
Además resulta relevante la copia de la orden de
compra
46.639
librada
el
5-VIII-1998
a
nombre
del
Astilleros Neptuno S.C.A., acompañada por la parte actora
junto con el escrito de demanda.
Por ella se solicitó la prestación del servicio
de limpieza de baños químicos hasta un importe de un mil
pesos, con destino a la Dirección de Protocolo y Ceremonial
de
la
Municipalidad
imputaron
a
la
de
Florencio
partida
Varela.
Los
gastos
1.1.2.1.1.02.14.03.01
se
"gastos
generales varios" y las condiciones de pago se fijaron en
sesenta días (fs. 66).
IV. La cuestión a decidir consiste en determinar
si Astilleros Neptuno S.C.A. tiene un crédito a su favor,
contra la Municipalidad de Florencio Varela.
A
la
luz
de
los
antecedentes
reseñados
cabe
destacar, en primer lugar y para delimitar correctamente la
litis, que en el caso de autos se reclama el cumplimiento
de dos obligaciones con distinta causa: por un lado, el
pago del alquiler de unidades sanitarias y por el otro el
pago
del
servicio
de
limpieza,
desagote
y
provisión
de
productos químicos.
Esta última tiene por antecedente la orden de
compra 46.639 del 5-VIII-1998, mientras que la invocada
locación no cuenta con respaldo contractual alguno.
Sin embargo, ambas prestaciones fueron facturadas
en
forma
conjunta
en
la
mayoría
de
los
documentos
presentados al cobro (v. fs. 373/380).
V. Frente a tal estado de situación, me adelanto
a
señalar
que
la
demanda
habrá
de
prosperar
sólo
parcialmente.
a. En primer lugar abordaré la pretensión de pago
correspondiente
a
la
alegada
locación
de
unidades
sanitarias, señalando que tal como se han planteado las
posiciones de ambas partes, la accionante pretende que le
sea reconocida y abonada por "legítimo abono".
En tal sentido tiene dicho el tribunal que ante
la falta de formalización de la contratación y como etapa
ineludible y previa al reconocimiento de cualquier tipo de
derecho pecuniario frente a la Administración comunal, es
menester
haber
realizado
una
tramitación
idónea
para
acreditar la efectiva prestación del o los servicios cuyo
pago se reclama. En particular, resulta de toda necesidad
que
surja
de
la
actividad
probatoria
cumplida,
la
comprobación de la recepción por la Administración comunal
de
los
servicios
que
la
empresa
litigante
dice
haber
prestado por encargo de aquélla (conf. causa B. 63.951,
"T.C. Haedo S.R.L.", sent. del 3-XII-2008).
A ese respecto, también debe tenerse en cuenta
que el apartamiento del principio de legalidad justifica,
como
contrapartida,
una
mayor
estrictez
a
la
hora
de
admitir reclamos basados en la realización de prestaciones
efectuadas al margen de los procedimientos reglados de la
contratación administrativa, de modo de no trocar en regla
aquello
que,
por
excepción,
para
consumados
al
esencia,
evitar
margen
debe
la
de
ser
un
temperamento
convalidación
la
de
juridicidad,
de
hechos
normalmente
asociados a prácticas contrarias a un elemental criterio de
transparencia en el manejo de los asuntos públicos (doctr.
causas B. 66.693, "Recovering", sent. del 6-VII-2005; B.
65.288, "Pasturienzi", sent. del 21-V-2008, entre otras).
Sin
desplegada
embargo,
por
la
de
interesada
la
no
actividad
surge
probatoria
ni
mínimamente
probada la prestación de los servicios invocados, por lo
que esta parcela del reclamo no puede prosperar.
En efecto, en las facturas 142, 1120, 1070, 1049,
1024
y
1003
se
incluyó
la
provisión
de
dos
unidades
químicas portátiles (las que sumarían doce en total), pero
de los remitos acompañados no se desprende que hayan sido
realmente enviadas al municipio (fs. 363/372).
Sólo en el presupuesto 9806061 confeccionado en
junio
de
1998
están
mencionados
estos
elementos,
pero
semejante documento no es hábil para demostrar la efectiva
recepción de los mismos. Sólo indica, a todo evento, la
existencia de negociaciones o consultas previas, lo que no
es suficiente para demostrar la existencia de la conducta
posterior alegada.
El
testimonio
de
Jorge
Alfredo
Juich
(fs.
175/176) tampoco arroja luz alguna sobre el punto. Aparte
del
valor
meramente
indiciario
de
su
exposición
por
su
carácter de empleado de la parte actora, sólo se limitó a
exponer que se habían proporcionado baños químicos a la
Municipalidad,
pero
sin
brindar
razón
de
sus dichos
ni
precisar la fecha o circunstancias en que el suministro se
produjo.
La declaración de Aurelio García (fs. 177), si
bien es más concreta y podría funcionar como presunción a
favor de la prestación del servicio, por cuanto manifestó
que
"llevó
dos
baños
a
la
Municipalidad
de
Florencio
Varela", tampoco aporta mayor detalle acerca de la fecha en
que esa actividad fue realizada, ni cuántas veces fue hecha
-nótese
que
la
empresa
demandante
facturó
en
seis
oportunidades la provisión de dos unidades sanitarias-.
En
el
expediente
administrativo
4037-10.299-A-
1999 acumulado a la causa, tampoco se aportó documentación
que permita arribar a una solución diferente; y respecto de
la prueba pericial (fs. 260/261), considero que el mero
asiento contable de que existen facturas pendientes de pago
no sirve para acreditar la real prestación de los servicios
que pretenden cobrarse.
De modo tal que, a la luz de la prueba rendida,
considero que la invocada locación de baños químicos no se
encuentra
suficientemente
presupuesto
ineludible
probada,
para
la
lo
cual
procedencia
era
del
un
pago
pretendido.
b. En lo sucesivo me referiré a la prestación de
limpieza,
desagote
y
provisión
de
productos
químicos,
adelantando en forma preliminar que el pago de las facturas
142, 1120, 1070, 1049, 1024 y 1003 no puede reconocerse, en
tanto en ellas se incluyen el anterior rubro ya declarado
improcedente -provisión de unidades sanitarias- lo que las
transforma en documentos inhábiles para el cobro.
Ello
sentado,
también
cabe
despejar
la
controversia en torno de la factura 1071, por haber sido
reconocida
expresamente
por
la
parte
demandada
reconocimiento
de
deuda
surge
en
el
expediente administrativo.
Ese
tanto
del
informe de la Contaduría de fs. 188, en el que se hizo
saber que existía orden de pago 223 por $ 217,80 a favor de
la demandante en autos; como del informe de fs. 223 de la
Secretaría
de
Desarrollo
Social,
el
de
la
Dirección
de
Compras de fs. 236 y el de la Subsecretaría de Desarrollo
Social de fs. 237.
Por otra parte, de la prueba producida en autos
no surge que esa aceptación haya estado fundada en error
alguno y del dictamen de fs. 409 se desprende que aún no
fue cancelada.
Frente
a
las
circunstancias
apuntadas,
la
municipalidad accionada no puede válidamente desconocer en
esta instancia ese crédito toda vez que, como tiene dicho
esta Corte, de consuno con la doctrina de los propios actos
cuadra
desestimar
la
pretensión
contradictoria
con
la
conducta pasada de la accionada, jurídicamente relevante y
plenamente
eficaz,
con
arreglo
al
principio
general
de
buena fe (conf. causas B. 56.249, "Rico", sent. del 25-X2000; B. 60.898, "Fiscal de Estado", sent. del 18-II-2004;
B. 60.323, "Ascensores Servas S.A.", sent. del 23-II-2005;
B.
56.694,
"Tissot",
sent.
del
18-V-2005;
B.
61.325,
$
217,80
"M.E.", sent. del 26-VIII-2009, entre otras).
Por
lo
correspondiente
al
tanto,
el
referido
crédito
de
documento
sí
deberá
ser
abonado.
Subsiste
factura
1121.
Por
aún
la
ella
controversia
se
pretende
respecto
el
cobro
de
de
la
dos
servicios de desagote, limpieza y repuestos de productos
químicos
correspondientes
al
remito
71.885,
más
el
transporte, por un total de $ 72,60.
El
documento
fue
suscripto
por
Fernando
Androniuk, sin fecha de recepción (v. fs. 374).
La
demandada
sostiene
que
la
factura
no
está
conformada en debida forma, puesto que no tiene el sello y
firma del funcionario municipal que debe autorizarlas, ni
tampoco cuenta con el sello de la oficina que recibió la
prestación.
También
niega
que
los
servicios
hayan
sido
realmente prestados (fs. 126 vta./127).
Respecto de la aptitud del documento presentado
para el cobro, el decreto ley orgánico de municipalidades
(6769/1958) regula la competencia de la oficina de compras
y
específicamente
los
artículos
198
y
199
prevén
la
actuación en materia de suministros. El primero establece
que "[e]l jefe de la oficina de compras, con asesoramiento
de
las
tendrá
reparticiones
a
su
cargo
técnicas
y
bajo
en
los
su
casos
necesarios,
responsabilidad,
el
diligenciamiento de los suministros que deban efectuarse a
la municipalidad con arreglo a las normas establecidas para
la
adquisición
directa,
el
concurso
de
precios
y
las
licitaciones públicas y privadas" y el segundo dispone que
"[e]s obligación del jefe de compras comprobar y certificar
la efectiva recepción de los artículos adquiridos por la
municipalidad.
Será
personalmente
responsable
de
los
perjuicios que se produzcan a consecuencia de los ingresos
que
certifique
sin
estar
fundado
en
la
verdad
de
los
hechos. El intendente lo podrá autorizar, cuando el volumen
del trabajo lo justifique, a delegar dicha tarea en otros
funcionarios,
quienes
asumirán
establecida precedentemente".
la
misma
responsabilidad
Es
reseñadas,
decir,
es
que
de
competencia
acuerdo
del
jefe
con
las
de
normas
compras
el
diligenciamiento de los suministros y la certificación de
la efectiva recepción de los servicios.
De la prueba producida en autos surge que el jefe
de compras, al momento en que se verificaron los hechos
materia de esta litis, era Hugo Oscar Hoffman (fs. 66, 225
vta., 236) y que Fernando Androniuk -receptor de la factura
citada-
si
bien
era
empleado
municipal,
no
pudo
determinarse qué puesto ocupaba, ni mucho menos que se le
hubiera atribuido expresamente la función de certificar la
prestación
de
los
servicios
y
conformar
las
facturas
presentadas al cobro (v. fs. 223, 232 vta., 260 vta.).
Más aún, el responsable de tales trámites -jefe
de compras- solicitó el 19-III-2001, que se realizaran "las
averiguaciones necesarias entre el personal encargado de
contratar
dichos
servicios,
a
fin
de
saber
si
fueron
recibidas las facturas reclamadas y dónde fueron giradas a
los efectos de su liquidación" (fs. 236), lo cual demuestra
su
ignorancia
respecto
de
la
factura
que
se
intentaba
cobrar.
Para más, la factura 1121 no está debidamente
intervenida con el sello de la Municipalidad ni cuenta con
fecha de recepción alguna, por lo cual estimo que no se
trata de un título apto para que proceda su pago.
En
virtud
de
las
circunstancias
expuestas,
resulta aplicable la doctrina de esta Corte que señala que
las omisiones probatorias del actor limitan los alcances de
la decisión final del tribunal, dado que en el ámbito del
proceso
administrativo
el
interesado
debe
aportar
los
elementos de convicción que permitan tener por acreditada
la circunstancia que invoca, en tanto no actúa en simple
instancia
recursiva,
debiendo
entonces
respectiva
(conf.
sino
en
cumplir
art.
proceso
con
375,
la
C.P.C.C.;
de
conocimiento,
carga
probatoria
doctr.
causas
B.
61.339, "José Antonio Piazza Construcciones", sent. del 23III-2002; B. 57.668, "Cruces S.A.", sent. del 4-VII-2007;
B. 65.288, "Pasturienzi", sent. del 21-V-2008; B. 63.951,
"T.C. Haedo S.R.L.", sent. del 3-XII-1998, entre otras), lo
que no ha sucedido en la especie.
c. Sentado lo anterior cabe abordar el planteo
referido a los intereses, aunque circunscripto a la factura
1071.
La
parte
actora
solicitó,
en
la
demanda
presentada ante el fuero civil y comercial, la aplicación
de la tasa activa por ser la "receptada por el fuero" (fs.
75).
La
demandada
se
opuso
y
sostuvo
que
debían
calcularse, en caso de corresponder, de acuerdo con la tasa
pasiva del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Citó
jurisprudencia.
Con posterioridad, al readecuar las posiciones al
proceso contencioso administrativo, nada se agregó (v. fs.
312/313, 315/321).
Recientemente al votar en el ámbito casatorio, la
causa
L.
94.446,
"Ginossi",
sent.
del
29-X-2009,
tuve
oportunidad de abordar nuevamente la temática relativa a la
fijación del tipo de tasa de interés a aplicar en los
términos del art. 622 del Código Civil, a efectos de la
liquidación de las deudas derivadas de obligaciones como
las reclamadas en el sub lite, cuando ni las partes, ni la
legislación especial prevén una alícuota determinada.
La
mayoría
del
Tribunal
que
integro
decidió
ratificar, como doctrina legal, la postura según la cual la
tasa que aplicaba a partir del 1° de abril de 1991, es la
que paga el Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus
operaciones de depósito a 30 días (tasa pasiva).
2. Así las cosas, ubicado en el ámbito de la
competencia
originaria
de
esta
Suprema
Corte
y
ante
la
necesidad de resolver la cuestión de autos -y ahora repito,
como juzgador prístino- he de plegarme, en el caso aquí
juzgado y según las circunstancias particulares de este
expediente, a la doctrina legal favorable a la tasa pasiva.
Por todo lo expuesto, considero que en el sub
lite corresponde -tal cual señalé- aplicar la tasa pasiva
desde la fecha del inicio del reclamo administrativo, es
decir, desde el 24-IX-1999 hasta el día del efectivo pago
(v. fs. 186), en atención a que la factura impaga no tiene
fecha de recepción (fs. 376).
VI. En síntesis, soy de la opinión que deberá
hacerse lugar parcialmente a la demanda, condenando a la
Municipalidad
Astilleros
factura
de
Florencio
Neptuno
1071-
en
S.C.A.
Varela
de
concepto
$
al
pago
217,80
de
a
favor
-importe
servicios
de
de
de
la
desagote,
limpieza y repuestos químicos, más el transporte del equipo
de limpieza.
A
dicha
cantidad
se
le
adicionarán
intereses,
computados según la tasa pasiva del Banco de la Provincia
de Buenos Aires en sus operaciones de descuento a treinta
días, desde el 24-IX-1999 -fecha en la que se inició el
reclamo
(arts.
administrativo7
y
10,
ley
hasta
el
23.928,
día
del
texto
efectivo
según
ley
pago
25.561
-coincidente en ambas redacciones en sus contenidos-; 622,
Código Civil y 5, ley 25.561).
La
suma
que
resulte
de
la
liquidación
a
practicarse, deberá ser abonada dentro de los sesenta días
de quedar firme la resolución que la apruebe (arts. 163 y
215, Constitución provincial).
Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc.
3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-).
Con el alcance indicado, voto por la afirmativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez
doctor Negri dijo:
I.
Adhiero
a
la
relación
de
antecedentes,
desarrollo argumental y solución propiciada por mi colega,
doctor Pettigiani, en los puntos I, II, III, IV, V -aps. a)
y b) y VI de su exposición.
II.
accionante
En
cuanto
tendiente
a
a
la
la
pretensión
aplicación
de
de
la
firma
intereses
de
acuerdo a la tasa que establezca el Banco Provincia en su
cartera activa, no advierto en la especie circunstancias
que
conduzcan
a
variar
el
tradicional
criterio
de
esta
Suprema Corte respecto a que los intereses por el período
posterior al 1 de abril de 1991 deben ser liquidados a la
tasa que fije el Banco de la Provincia de Buenos Aires para
sus depósitos a treinta días -tasa pasiva- (conf. doctr.
causas Ac. 49.439, "Cardozo", sent. del 3-VIII-1993; Ac.
53.734, "Fisco de la Provincia", sent. del 23-VIII-1993; B.
60.749,
"Lenzi",
sent.
del
13-III-2002
y
Ac.
88.502,
"Latessa", sent. del 31-VIII-2005, entre otros).
Cabe destacar que la aludida doctrina legal ha
sido mantenida pese al abandono de la paridad cambiaria
producida a partir de la sanción de la ley 25.561, habiendo
sido ratificada recientemente por esta Corte al fallar la
causa
L.
94.446,
"Ginossi"
(sent.
del
21-X-2009)
y
posteriores.
Tal como lo señalé en este último precedente, el
interés moratorio es el que se paga por el incumplimiento
de la obligación dineraria. Es, en realidad, la reparación
por
mora
prevista
por
el
codificador
para
el
caso
de
incumplimiento de ese tipo de obligaciones (excluidas del
ámbito de aplicación de los arts. 519 a 522 del Código
Civil referidos a los daños e intereses en las obligaciones
que no tienen por objeto sumas de dinero -Título III de la
Parte Primera de la Sección Primera del Libro Segundo del
Código Civil- y por tanto ajenas al sistema general de los
daños de ese Código).
En
ese
marco,
soy
de
la
opinión
que
la
tasa
pasiva continúa abasteciendo de modo razonable la finalidad
reparatoria contenida en la norma del art. 622 del Código
Civil.
Con tales alcances, doy mi voto también por la
afirmativa.
Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc.
3, ley 12.008, texto según ley 13.101).
La señora Jueza doctora Kogan, por los mismos
fundamentos
del
señor
Juez
doctor
Pettigiani,
votó
la
segunda cuestión también por la afirmativa.
A la segunda cuestión planteada, el señor Juez
doctor Soria dijo:
Adhiero al voto del doctor Hitters.
Simplemente
he
de
adunar,
como
factor
que
apuntala el rechazo de la demanda en la especie, que a
diferencia de otros casos ventilados ante este Tribunal,
aquí no se ha invocado que las actividades que se dicen
cumplidas por la empresa reclamante deban serle reconocidas
como
"legítimo
abono"
o
"aprobado
de
gastos",
o
con
fundamento en el principio del enriquecimiento sin causa.
A más de tratarse de modalidades que ciertamente
justifican seguirse en asuntos verdaderamente excepcionales
(doctr. causas B. 57.652, "Gamma Producciones Artísticas y
Publicitarias", sent. de 5-V-2010; B. 64.068, "Investigaciones Médicas S.A., sent. de 24-V-2011) su acogimiento en
juicio presupone la identificación adecuada de los extremos
pertinentes
al
incoarse
la
demanda,
desde
que
sería
impropio trocar en regla lo que debe ser una específica y
documentada excepción. Debe haber, pues, la articulación de
un planteo expreso en tal sentido (C.S.J.N., doct. Fallos
310:2278, cons. 10° in fine). Sí, como acontece en autos,
ello no se verifica, pues se está en presencia de una
demanda por cobro de pesos únicamente fundada en el alegado
incumplimiento
contractual
de
la
comuna,
una
solución
contraria, que variase oficiosamente la estrategia procesal
del reclamante, desbordaría los confines de la litis, con
afectación del principio de congruencia (doct. 323:3924,
cons. 10; causa B. 57.593, "Steciow", sent. de 9-V-2007 y
B.
63.370,
"Estudio
de
Profesionales
en
Ciencias
Económicas", sent. de 29-X-2008).
Voto por la negativa.
A la segunda cuestión planteada el señor Juez
doctor de Lázzari dijo:
Adhiero al voto del doctor Pettigiani.
Con relación a la tasa de interés, en las causas
L. 94.446, "Ginossi" del 21-X-2009 y C. 101.774, "Ponce"
del
21-X-2009,
recientemente
esta
Suprema
Corte,
por
mayoría, ha determinado la aplicación de la tasa pasiva,
reiterando su doctrina anterior.
No he suscripto esa posición, por las razones
vertidas en el voto en minoría obrante en dichos autos, que
por razones de economía y celeridad doy por reproducidas
aquí.
Sin embargo, en el caso concreto de autos, ubicado
en el ámbito de la competencia originaria de esta Suprema
Corte y ante la necesidad de resolver la cuestión de autos, no
encuentro en la demanda (fs. 50) motivaciones suficientes para
sostener la aplicación de la tasa activa, no incorporando a la
causa elementos idóneos ni circunstancias especiales en tal
sentido,
de
suerte
que
no
se
revela
entidad
jurídica
suficiente para apartarme del criterio enunciado.
Con
el
alcance
indicado
doy
mi
voto
por
la
afirmativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
rechaza
la
excepción
de
incompetencia
deducida
por
la
accionada y, por mayoría, se hace lugar parcialmente a la
demanda, condenando a la Municipalidad de Florencio Varela
al pago a favor de Astilleros Neptuno S.C.A. de $ 217,80
-importe de la factura 1071- en concepto de servicios de
desagote, limpieza y repuestos químicos, más el transporte
del equipo de limpieza.
Asimismo, por mayoría de fundamentos concordantes
se condena a la Municipalidad a adicionar, a la cantidad
mencionada en el párrafo anterior, los intereses computados
según la tasa que pague el Banco de la Provincia de Buenos
Aires por los depósitos a treinta días, desde el 24-IX-1999
-fecha en la que se inició el reclamo administrativo- hasta
su efectivo pago (arts. 7 y 10, ley 23.928, texto según ley
25.561 -coincidente en ambas redacciones en sus contenidos; 622, Código Civil y 5, ley 25.561).
La
sesenta
días
sentencia
de
quedar
deberá
firme
cumplirse
(arts.
163
dentro
y
215,
de
los
Const.
prov.).
Costas por su orden (arts. 17, ley 2961; 78 inc.
3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-).
Difiérase
la
regulación
de
honorarios
para
la
oportunidad en que se encuentre firme la liquidación (art.
54, dec. ley 8904/1977).
Regístrese y notifíquese.
EDUARDO JULIO PETTIGIANI
EDUARDO NESTOR DE LAZZARI
DANIEL FERNANDO SORIA
HILDA KOGAN
HECTOR NEGRI
JUAN CARLOS HITTERS
JUAN JOSE MARTIARENA
Secretario
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