1 CAPITULO DÉCIMO DOCUMENTOS Y ACTOS EXTRANJEROS 1.- Introducción. 2. Documentos redactados en idioma no nacional. 3. Clasificación de los documentos. 4. Autenticidad del documento extranjero. 5. Eficacia extraterritorial. La forma del acto. 6. Forma. Efectos. 7. Comunicaciones entre autoridades judiciales. Exhorto diplomático. Bibliografía sumaria. BIOCCA, Stella Maris. Derecho Internacional Privado. Editorial Lajouana, Buenos Aires, 2004, Tomo I. CALVO CARAVACA, Alfonso Luís y CARRASCOSA GONZÁLEZ, Javier. Derecho Internacional Privado. Editorial Comares, Granada, 2006, sexta edición, volumen I. COLOMBO, Carlos J., KIPER, Claudio M. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Anotado y Comentado. Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006, tomo IV. DE ARAUJO, Nadia. Direito Internacional Privado. Teoría e Prática Brasileira. Editorial Renovar, Río de Janeiro – Sao Paulo, 2003. DREYZIN DE KLOR, Adriana y SARACHO CORNET, Teresita. Trámites judiciales internacionales. Editorial Zavalía, Buenos Aires, 2005. DRUMMOND, Víctor. Internet. Privacidad y datos personales. Editorial Reus, Madrid, 2004. FALCON, Enrique. Tratado de la Prueba. Editorial Astrea, Buenos Aires, 2003, Tomo 1. FERNÁNDEZ ROZAS, Juan Carlos y SÁNCHEZ LORENZO, Sixto. Curso de Derecho Internacional Privado. Editorial Civitas, Madrid 1991. FEUILLADE, Milton C. Los documentos extranjeros en el proceso, LA LEY 2007-F, 805. _ Cooperación Jurisdiccional Internacional - Primer y Segundo Grado de Cooperación en la República Argentina. Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 2009. _ La Sentencia Extranjera. Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 2008. _ Competencia internacional civil y comercial. Elementos judiciales en el proceso internacional. Ábaco de Rodolfo Depalma, Buenos Aires, 2004. _ La prueba en el proceso con elementos extranjeros. JA 2008-IV-1516. GOLDSCHMIDT, Werner. Derecho internacional privado. Derecho de la tolerancia. Editorial Abeledo Perrot. Décima edición actualizada por PERUGINI ZANETTI, Alicia M. Buenos Aires, 2009. KALLER de ORCHANSKY, Berta. Nuevo Manual de Derecho Internacional Privado. Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1991. MOSSET ITURRASPE, Jorge. Contratos. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1998. PERUGINI, Alicia, La Validez y circulabilidad internacional del Poder de Representación Notarial. Editorial Depalma, Buenos Aires, 1988. PIEDECASAS, Miguel Ángel. Comercio Electrónico. Editorial EL Ediciones, Santa Fe, 2007. RAPALLINI, Liliana E. Temática de Derecho Internacional Privado. Editorial Lex, La Plata, Buenos Aires, 2002. SOTO, Alfredo Mario. Temas Estructurales del Derecho Internacional Privado. Editorial Estudio, San Martín, Provincia de Buenos Aires, 2009. VEGA VEGA, José Antonio. Contratos electrónicos y Protección de los consumidores. Editorial Reus, Madrid, 2005. WEINBERG, Inés M., Derecho Internacional Privado. Editorial LexisNexis, Buenos Aires, 2004. 2 1.- Introducción. Los documentos extranjeros pueden ser utilizados para acreditar y probar actos realizados en el exterior o bien como instrumento de ejecución de una sentencia extranjera. En el primer caso, se reconoce su autenticidad cumpliendo ciertas formas, pero en el segundo, es necesario recurrir al procedimiento judicial para registrar o ejecutar los derechos que surgen del veredicto judicial. Enrique Falcón1, señala que los documentos pueden funcionar como fuente o como medio de prueba. Son fuente, cuando su conocimiento es de modo inmediato, sin intermediario alguno, por lo tanto no requiere de otro elemento de corroboración y existencia que acceder al registro donde consta el documento. En cambio, son medio de prueba, cuando no se manifiestan por si o no surgen de manera directa sino que se limitan a reflejar o exteriorizar un acto o hecho. En el Derecho internacional privado, funcionan como fuente cuando se trata de una sentencia extranjera que se ejecuta en el país y son medio de prueba cuando muestra con su contenido la registración de un hecho o acto jurídico. Por ejemplo, para acreditar el nacimiento de una persona humana, su emplazamiento filial y nacionalidad, mediante la partida de nacimiento; para el estado civil de un sujeto, el acta de matrimonio; el transporte y entrega de la mercadería, con el conocimiento de embarque o remito; el pago del precio en la compraventa internacional, con el depósito o transferencia bancaria; etcétera. 2. Documentos redactados en idioma no nacional. Los artículos 115 y 123 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación2 [en adelante CPCC] disponen que los instrumentos o documentos cuando se presenten en juicio en idioma que no es el nacional, deban ser traducidos al castellano. Los códigos de procedimientos provinciales tienen igual normativa (artículo 115 y 123 Código Procesal Civil y Comercial de las provincias del 1 FALCON, Enrique. Tratado de la Prueba. Editorial Astrea, Buenos Aires, 2003, Tomo 1, p. 618. Expresa el artículo 115: Idioma. Designación de intérprete. En todos los actos del proceso se utilizará el idioma nacional. Cuando éste no fuere conocido por la persona que deba prestar declaración, el juez o tribunal designará por sorteo un traductor público. Se nombrará intérprete cuando deba interrogarse a sordos, mudos o sordomudos que sólo puedan darse a entender por lenguaje especializado. El artículo 123 dispone: Documentos en idioma extranjero. Cuando se presentaren documentos en idioma extranjero, deberá acompañarse su traducción realizada por traductor público matriculado. 2 3 Neuquén, Río Negro, del Chubut, Santa Cruz y artículo 115 de la Provincia de La Pampa). La traducción tiene que ser realizada por un profesional traductor matriculado en el idioma del documento extranjero3; por ese motivo, cada Tribunal Superior de provincia organiza listas de peritos traductores, donde se puede solicitar la designación del experto mediante un sorteo que efectúa el secretario del Tribunal donde se tramita el proceso; también puede ser cumplida privadamente y la parte interesada acompañarla ya traducida al juicio4. La traducción debe ser completa el instrumento, aunque el juez puede recurrir a medios propios para completar un concepto o fijar un sentido de interpretación. La Corte federal, tiene dicho que no hay objeción a que los jueces recurran a un diccionario extranjero para redactar un concepto, porque los jueces pueden examinar de oficio la traducción5. 3. Clasificación de los documentos. Los Códigos procesales designan genéricamente la palabra documento, a todo instrumento que se acompañe al juicio, tanto de naturaleza privada o pública, firmado o no firmado [artículos 332, 333, 387 y 388 CPCC]. La locución documento en el Derecho nacional es significativo, tanto en su sustancia como en su forma, en el primero porque la ley sustancial 6 lo designa como un modo para celebrar actos jurídicos bilaterales [artículo 1190 Código Civil] e inclusive el instrumento privado una vez reconocido tiene el mismo valor que el instrumento público [artículo 1026 del Código Civil]. Procesalmente, es el medio para probar en juicio los hechos cuando son negados por la parte a la que se le opone el documento7. Diversas normas evitan, que procesalmente se altere la validez de un instrumento, a tal fin establecen las cualidades que debe reunir y el momento de su presentación para facilitar el conocimiento por la otra parte. Así el artículo 332 del CPCC dispone: “Cuando procediere el fuero federal por razón de la nacionalidad o del domicilio de las personas, el demandante deberá presentar con la demanda documentos o informaciones que acrediten 3 Ley 20.305. Al traductor también se lo requiere para asistir a una persona que no hable el idioma nacional y deba prestar declaración. 5 CSJN, caso: Larrain Cruz, Carlos A., sentencia del 07/04/1992. Fallos Corte 315:576. La Ley 1993-A, 406. 6 COLOMBO, Carlos J., KIPER, Claudio M. Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Anotado y Comentado. Editorial La Ley, Buenos Aires, 2006, tomo IV, p.135. 7 Ibídem, p. 150. 4 4 aquella circunstancia”. También el artículo 333 del CPCC, establece: “Con la demanda, reconvención y contestación de ambas, deberá acompañarse la prueba documental y ofrecerse todas las demás pruebas de que las partes intentaren valerse. Cuando la prueba documental no estuviere a su disposición, la parte interesada deberá individualizarla, indicando su contenido, el lugar, archivo, oficina pública o persona en cuyo poder se encuentra. Si se tratare de prueba documental oportunamente ofrecida, los letrados patrocinantes, una vez interpuesta la demanda, podrán requerir directamente a entidades privadas, sin necesidad de previa petición judicial, y mediante oficio en el que se transcribirá este artículo, el envío de la pertinente documentación o de su copia auténtica, la que deberá ser remitida directamente a la secretaría, con transcripción o copia del oficio”. Otra disposición, el artículo 387 del CPCC instituye: “Exhibición de documentos. Las partes y los terceros en cuyo poder se encuentren documentos esenciales para la solución del litigio, estarán obligados a exhibirlos o a designar el protocolo o archivo en que se hallan los originales. El juez ordenará la exhibición de los documentos, sin sustanciación alguna, dentro del plazo que señale”. Enrique Falcón8, agrupa los documentos en: Instrumentos públicos o privados Transportables Facturas, remitos, hojas de computadoras a) Escritos No transportables - Archivos o Libros de comercio Transportables - Planos, fotografías, videos, DVD b) no escritos. No transportables – Monumentos, montañas, estacas de mensura A esa clasificación, puede agregarse operaciones que surgen del comercio 8 FALCON, Enrique. Tratado de la Prueba, obra citada, p. 857. 5 electrónico9, que es una modalidad de tráfico en el contrato actual, concretamente en compraventa de productos o servicios por medio de Internet o redes informáticas, aspectos que nos vinculan con la sociedad de información o sociedad tecnocomunicacional10. Como directiva se puede distinguir como género al término documento, comprensivo a todo elemento material que refleje un acto o hecho y, a modo de especie, al instrumento, cuando cumple con el requisito de firma como condición para su existencia sea bajo la forma privada o pública11. 4. Autenticidad del documento extranjero. Las censuras al documento extranjero, están fundadas ante la posibilidad de fraude o adulteración, ya que se piensa que para acreditar su autenticidad es más complejo cuando se lo debe hacer en el extranjero. En el ámbito nacional, la parte puede recurrir a la declaración de testigos para su reconocimiento o nombrar un perito calígrafo o recurrir a la prueba informativa para que la oficina donde esté registrado el documento informe de su existencia, pero con el instrumento extranjero no es tan sencilla su validación, por lo tanto su autenticidad y su fuerza probatoria para certificar el hecho o acto jurídico se exige la firma del funcionario que lo emite, y su finalidad es dar certeza de su legitimidad. Veamos los dispositivos que se utilizan: (A) La CONVENCION DE LA HAYA SOBRE LA APOSTILLA 12 aprobada por ley 23.45813 suprime la legalización de los documentos públicos extranjeros y recibe dos tipos de denominaciones como Apostillamiento o Superlegalización. Al año 2009, estaban adheridos a la Convención 92 Estados partes (Albania, Alemania, Andorra, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Barbados, Bielorrusia, Bélgica, Belice, Bosnia-Herzegovina, Botswana, Brunéi, Bulgaria, China, Colombia, Islas Cook, Corea del Sur, Chile, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, 9 PIEDECASAS, Miguel Ángel. Comercio Electrónico. Editorial EL Ediciones, Santa Fe, 2007. DRUMMOND, Víctor. Internet. Privacidad y datos personales. Editorial Reus, Madrid, 2004, p. 23. VEGA VEGA, José Antonio. Contratos electrónicos y Protección de los consumidores. Editorial Reus, Madrid, 2005, p. 57. 11 La ley 25.506 reforma al Código Civil, y modifica el concepto de firma manuscrita para extenderla a otros medios de expresión de la voluntad, diferentes de la grafía clásica, como son los medios de identificación electrónicos (alfanuméricos y codificados). 12 Del 5 de octubre de 1961. 13 Sancionada el 29 de octubre de 1986 y promulgada le 1 de diciembre de 1986 (B.O. 21/04/1987). 10 6 Dominica, Republica Dominicana, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, España, Estados Unidos de América, Estonia, Fiji, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Granada, Honduras, Hungría, India, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Kazakstán, Lesotho, Letonia, Liberia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malawi, Malta, Islas Marshall, Mauricio, México, Moldova, Mónaco, Montenegro, Namibia, Nueva Zelanda, Niue, Noruega, Países Bajos, Panamá, Perú, Polonia, Portugal, Reino Unido, Rumania, Federación Rusa, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Samoa, San Marino, Serbia, Sudáfrica, Surinam, Swazilandia, Suecia, Suiza, Antigua República Yugoslava de Macedonia, Tonga, Trinidad y Tobago, Turquía, Ucrania y Venezuela). El artículo 1 establece que tipos de instrumentos pueden ser objeto de legalización y al respecto dispone: “La presente Convención se aplicará a los documentos públicos que hayan sido extendidos en el territorio de un Estado contratante y que deban ser presentados en el territorio de otro Estado contratante. De acuerdo con la presente Convención serán considerados documentos públicos: a) Los documentos emitidos por una autoridad o un funcionario perteneciente a un tribunal del Estado, inclusive los extendidos por un fiscal de justicia, un secretario o un oficial de justicia; b) Los documentos administrativos; c) Las actas notariales; d) Las certificaciones oficiales en documentos firmados por personas privadas, tal como la certificación del registro de un documento o de una fecha determinada y la autenticación de firmas en documentos de carácter privado. No obstante la presente Convención no se aplicará: a) A los documentos extendidos por funcionarios diplomáticos o consulares. b) A los documentos administrativos relacionados directamente con una operación comercial o aduanera. Cada Estado parte se obliga a eximir de legalización a esos documentos cuando se presenten en el territorio de otro Estado siempre y cuando se haya cumplido con la formalidad de autenticidad de la firma del otorgante, el carácter con que ha actuado el signatario del documento y, de corresponder, la identidad del sello o del timbre que lleva el 7 documento. Es decir, la autenticidad no se hace al contenido del instrumento sólo certifica que fue emitido por un funcionario o autoridad competente y que es su firma y sello. Se concreta con una hoja de papel que se agrega con un título escrito en idioma francés "apostille (Convención de La Haya du 5 octobre 1961)" y se detalla de que país procede el documento; quien lo firmó y en que calidad, el sello y aclaración; que día y quien apostilla el instrumento; cual es el número en que queda registrado la autenticación y el sello y firma del fedatario. Cada Estado designa una Autoridad Central encargada de refrendar el documento; en el país, esa función está a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que la delega en el interior de la República en los Colegios de Escribanos de provincia. La legitimidad y validez de la autenticación, puede verse reflejada en el fallo de la Cámara de Apelaciones del Noroeste del Chubut, que declara como derecho judicial: “Es válido para acreditar la personería invocada por la actora, el poder otorgado en el extranjero ante un notario público para ser ejercido en la República Argentina, el cual cuenta con la "apostille" que, según la Convención de la Haya, suprime la exigencia de legalización de los documentos públicos extranjeros, pues la validez intrínseca y los efectos del poder quedan sometidos a la ley del lugar de ejercicio y el documento en cuestión cumple con la forma impuesta por la ley argentina, ya que se trata de un instrumento público que resulta suficiente para cumplir la exigencia del artículo 1184 inc. 7 del Código Civil”14. (B) Otra modalidad la brinda la ley 25.935, que es un Acuerdo de Cooperación y Asistencia Jurisdiccional en materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa Entre los Estados Partes del MERCOSUR y las Repúblicas de Bolivia y Chile 15, donde se establece en su artículo 25 que “Los instrumentos públicos emanados de un Estado Parte tendrán en los otros la misma fuerza probatoria que sus propios instrumentos públicos” y en el artículo 14 CApel. Noroeste del Chubut, sentencia del 22/02/2005, in re: Massimino, Víctor H., LLPatagonia 2005 (junio), 1047. 15 Suscripto en Buenos Aires el 5 de julio de 2002. Establece igualdad de trato procesal. Cooperación en actividades de mero trámite y probatorias. Reconocimiento y ejecución de sentencias y laudos arbitrales. Exime de legalización a los instrumentos públicos. Información del derecho extranjero. Consultas y solución de controversias. La República de Chile lo promulgó por Decreto nº 71 del 07/08/2009; la República Federativa del Brasil por Decreto 1021 del 24/11/2005; la República del Paraguay por Ley 3036 del 26/10/2006 y la República Argentina por la ley 25935. Se encuentra pendiente con Bolivia y Venezuela. Rigen entre los países Argentina, Brasil, Chile y Paraguay. 8 26 se exime de legalización con el siguiente alcance: “Los documentos emanados de autoridades jurisdiccionales u otras autoridades de uno de los Estados Partes, así como las escrituras públicas y los documentos que certifiquen la validez, la fecha y la veracidad de la firma o la conformidad con el original, que sean transmitidos por intermedio de la Autoridad Central, quedan exceptuados de toda legalización, apostilla u otra formalidad análoga cuando deban ser presentados en el territorio de otro Estado Parte”. Los instrumentos que refiere el tratado son los que emanan de autoridades judiciales, administrativas, o notariales, pero deben estar colegiados por el Colegio de Escribanos respectivo. La indicación de la autoridad central, implica que sean remitidos o diligenciados por parte del órgano que se constituya como entidad de aplicación en cada Estado, en el caso argentino se trata del Ministerio de Relaciones Exteriores (C) También se autentica por medio consular o diplomático. Uno de los juristas que más se ha ocupado de los documentos extranjeros es el profesor rosarino Milton C. Feuillade, quien señala que la legalización, puede ser conceptualizada como un acto administrativo que consiste en la atestación o certificación que realza un ente o autoridad competente y jerárquicamente superior al autorizante o emisor del instrumento por el cual se afirma la existencia material del mismo, en el que lucen estampados firma y sello que coinciden con los registrados, como pertenecientes a un oficial público determinado que al momento de autorizarlo está en ejercicio de su función16. El autor citado indica que “uno de los requisitos para que la legalización proceda es la necesaria intervención de un oficial público en el Estado de origen, sobre un documento que revista el carácter de instrumento público, un acto jurídico privado no registrado por la autoridad pública no constituirá un instrumento a los fines del auxilio judicial internacional […] La legalización no confiere veracidad al contenido de un documento, sino que es la certificación de que son auténticas la firma o las firmas que obran al pie del mismo y que las personas a quienes pertenecen se hallan en ejercicio de las funciones atribuidas”. 16 FEUILLADE, Milton C. Los documentos extranjeros en el proceso, LA LEY 2007-F, 805. De mismo autor: Cooperación Jurisdiccional Internacional - Primer y Segundo Grado de Cooperación en la República Argentina. Buenos Aires: Ábaco de Rodolfo Depalma. 2009. La Sentencia Extranjera. Buenos Aires: Ábaco de Rodolfo Depalma. 2008. Competencia internacional civil y comercial. Elementos judiciales en el proceso internacional. Buenos Aires: Ábaco de Rodolfo Depalma. 2004. 9 En la República Argentina rige el Decreto 1629/200117, que modifica el Reglamento Consular Argentino referido a los Documentos extranjeros autenticados, regulado por Decreto 8714/63. El precepto, dispone que es suficiente la intervención de los diplomáticos argentinos en el exterior mediante su firma, sello aclaratorio y demás recaudos que las disposiciones administrativas del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, establezcan para legalizar un documento, sin necesidad de intervención posterior por parte de otra autoridad argentina. El límite de la actuación de la sección consular, lo contempla el artículo 225 del Reglamento Consular Decreto ley 8714/63 que dispone: "La certificación de firma tiene como único efecto autenticar la misma y el carácter del otorgante, sin entrar a juzgar el contenido del documento, no obstante lo cual, los funcionarios consulares se abstendrán de autenticar firmas en documentos probatorios de actos contrarios a la legislación argentina". Esta última expresión [actos contrarios a la legislación argentina] no debe interpretarse como “certificar o dar fe de su contenido” sino que según la naturaleza del acto debe el funcionario abstenerse de refrendar el documento; por ejemplo, una escritura pública extranjera donde se hace entrega para adopción a un niño de un país extranjero. (D) Los Tratados de Derecho Procesal de Montevideo de 1889 y 1940 (rigen entre Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Colombia, Perú) declaran legítima la legalización cuando es cumplida por los agentes consulares del país del otro Estado. El artículo 4 del Tratado de 1889 dispone: “La legalización se considera hecha en debida forma cuando se practica con arreglo a las leyes del país de donde el documento procede, y éste se halla autenticado por el agente diplomático o consular que en dicho país o en la localidad tenga acreditado el Gobierno del Estado en cuyo territorio se pide la ejecución”. De manera similar el artículo 4 del Tratado de 1940 establece: “La legalización se considerará hecha en debida forma cuando se practique con arreglo a las leyes del país de donde el documento procede, y éste se halle autenticado por el agente diplomático o consular que en dicho país tuviere acreditado el gobierno del Estado en cuyo territorio se pide la ejecución”. 17 Del 07/12/2001. Boletín Oficial 12/12/2001 - ADLA2002 - A, 77. 10 Como se desprende de ambos textos, el Reglamento consular modificado en al año 2001, sigue la misma solución que los Tratados de Derecho Procesal de Montevideo, porque basta la legalización del documento por medios consulares argentinos en el extranjero para refrendar su legitimidad en cuanto a su existencia y forma. (E) La Ley 2550618, de firma digital, en el artículo 16, incorpora bajo el requisito de reciprocidad con el país emisor del documento, la posibilidad de reconocer los certificados digitales extranjeros con igual estándar jurídico que el documento digital nacional. Para su reconocimiento se exige que: a) Reúnan las condiciones que establece la presente ley y la reglamentación correspondiente para los certificados emitidos por certificadores nacionales y se encuentre vigente un acuerdo de reciprocidad firmado por la República Argentina y el país de origen del certificador extranjero, o b) Tales certificados sean reconocidos por un certificador licenciado en el país, que garantice su validez y vigencia conforme a la presente ley. A fin de tener efectos, este reconocimiento deberá ser validado por la autoridad de aplicación. El documento digital y electrónico es un concepto jurídico que modifica la noción de documento contenido en el Código Civil (artículo 978 Código Civil) pues permite que cualquier expresión digital tenga carácter de documento. El artículo 6 de la ley 25506 expresa que "... se entiende por documento digital a la representación digital de actos o hechos, con independencia del soporte utilizado para su fijación, almacenamiento o archivo. Un documento digital también satisface el requerimiento de escritura." En síntesis, el soporte electrónico que permita almacenar información para su tratamiento electrónico (disco rígido, disco compacto, pendrive o similar) guarda paralelo al soporte papel, y en tal sentido de existir reciprocidad con el Estado extranjero mantiene equivalencia con el documento digital nacional. (F) Tienen vigencia otros convenios que simplifican los trámites de legalización, entre las que se encuentra, el Acuerdo sobre Simplificación de Legalizaciones en Documento Públicos Argentinos y Brasileños, firmado el 16 de octubre de 2003 y en 18 Vigente desde el 23/12/2001. Boletín Oficial 14/12/2001. 11 vigencia desde el 15 de abril de 2004. Este pacto se aplica a los siguientes instrumentos: a) los documentos administrativos emitidos por un funcionario público en ejercicio de sus funciones; b) las escrituras públicas y actos notariales y c) las certificaciones oficiales de firma o de fecha que figuren en documentos privados. La modalidad de la legalización es mediante un sello que debe ser colocado gratuitamente por la autoridad competente del país donde se originó el documento y en el cual se certifica la autenticidad de la firma, la calidad en que ha actuado el firmante del documento y la identidad de quien coloca el sello. Igualmente rige: (i) Acuerdo sobre Cooperación Judicial en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa Entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Federativa del Brasil, que es ley para la República N° 24.108, vigente desde el 28 de julio de 1992; (ii) con la República de Chile el Acuerdo para la Supresión de la Legalización Consular en las Venias y Autorizaciones de Viajes de Menores de Edad con la República de Chile, vigente por ley 24.831 desde el 11 de julio de 1997; (iii) Convención de Asistencia Judicial y de Reconocimiento y Ejecución de Sentencias en materia Civil, con la República Italiana, que para la Argentina es ley 23.720, vigente desde el 6 de octubre de 1989; (iv) Acuerdo sobre Intercambio de Actas de Estado Civil y la Exención de Legalización de Documentación firmado con la República Italiana, que para la Argentina es ley N° 23.728; (v) Convención suscripta con la República de Bolivia para suprimir las legalizaciones en los exhortos que en materia civil o criminal se dirijan entre sí los Tribunales de ambos países que es ley para la República por Decreto N° 11692/33; (vi) Convención celebrada con el Reino de España sobre Supresión de Legalización de firmas de las Cartas Rogatorias, que es ley para la República por Decreto N° 4188/03; (vii) Convención celebrada con la República de Perú sobre Supresión de la Legalización de exhortos, cartas rogatorias y demás documentos precedentes de uno y otro país, que es ley para la República N° 1080/16 y que se complementa con el Convenio Relativo a la Tramitación de Exhortos y Cartas Judiciales, que es decreto-ley para la República Nº 5749/63; 12 (viii) Convención con la República Oriental del Uruguay sobre Igualdad de Trato Procesal y Exhortos, que es ley para la República por Decreto N° 22410/81, que en su art. 2 suprime las legalizaciones19. (G) La directiva general, es que los documentos privados y públicos para ser válidos en la Argentina, deben estar legalizados, certificados o visados (visto) por el Consulado Argentino correspondiente en el exterior. Para ello, se debe legalizar todo documento en original, no se lo hace sobre fotocopias o faxes, convalidación que abarca únicamente a dar validez de la autoridad que lo emite, las firmas, pero no comprende el contenido del acto. En lo referente, a los certificados de origen20 y otros documentos comerciales relacionados, también deben ser intervenidos por las representaciones consulares con jurisdicción en el país de origen de las mercaderías cuando se trata de operaciones de exportación hacia la República Argentina. 5. Eficacia extraterritorial. La forma del acto. He mencionado que los documentos extranjeros pueden ser utilizados para acreditar y probar actos realizados en el exterior o bien como instrumentos de reconocimiento o ejecución de una sentencia extranjera. La eficacia extraterritorial o su valor jurídico se alcanza por un sistema distinto según se trate de un instrumento [que contiene un acto] o de una decisión judicial o arbitral. En ambos casos, la forma cumple una finalidad21. Cuando se presenta sólo como documento, la forma refleja y acredita la situación jurídica que describe el instrumento; pero cuando es un veredicto o fallo extranjero la forma no es suficiente porque se tiene que complementar con requisitos de fondo, ya que la sentencia extranjera es un encargo o auxilio judicial que le requiere un Estado a otro Estado para que concrete su decisión judicial o arbitral. En el primer supuesto, hay una función básica de fedatar, atestiguar y, en 19 20 Cfr. FEUILLADE, Milton C. Los documentos extranjeros en el proceso, ob. cit., p. 807. Es un documento que amparadas en él son originales de un determinado país. Lo emite entidades habilitadas en cada Estado, como ser la Cámara de Comercio dependiente del Ministerio de Economía de la Nación o Entidades relacionadas con la industria, comercio o producción. 21 FERNÁNDEZ ROZAS, Juan Carlos y SÁNCHEZ LORENZO, Sixto. Curso de Derecho Internacional Privado. Editorial Civitas, Madrid 1991, p. 572. 13 el segundo, su propósito es hacer posible la tutela judicial efectiva a nivel internacional 22 [cooperación]. La Profesora Alicia Perugini Zanetti23, piensa que en ciertos tipos de documentos no se le deben hacer sólo un control formal, sino que corresponde verificar que requisitos impone el Derecho donde se pretenda hacer valer el instrumento extranjero. Da el ejemplo, del poder otorgado en el extranjero para celebrar un contrato en el país, y donde el Derecho argentino imperativamente establezca exigencias sustanciales para su perfeccionamiento, por esa causa, propicia completar el requisito de legalización con el control de la ley aplicable a algunos documentos. Mientras no sean cuestiones como las mencionadas y, el instrumento extranjero, no sea una sentencia, sino un elemento que acredita un acto o relación jurídica, su examen se ciñe con respecto a su legalización, ya que para otras cuestiones su control está limitado por el principio que dice que el lugar de celebración rige el acto (locus regit actum). El artículo 12 del Código Civil, dispone “Las formas y solemnidades de los contratos y de todo instrumento público, son regidas por las leyes del país donde se hubieren otorgado”24 y el artículo 950 de dicha ley, de manera coincidente expresa “Respecto a las formas y solemnidades de los actos jurídicos, su validez o nulidad será juzgada por las leyes y usos del lugar en que los actos se realizaren [art. 12]”. Para la eficacia extraterritorial de un documento extranjero, tal como lo indica el profesor Santos Cifuentes, el Principio locus regit actum se admite como principio indiscutido, de que la forma de los actos jurídicos queda sujeta a las prescripciones del 22 Existe dos grandes sistemas teóricos de validez extraterritorial de decisiones judiciales: (a) el sistema conflictual, que sus defensores sostienen que la norma de conflicto del país es la que determina que efectos tendrá la sentencia en otro Estado y (b) el sistema procesal, sus seguidores [entre los que me incluyo] dicen que existen reglas especiales diferentes que las normas de conflicto y esas reglas son las que establecen que efectos tendrá la decisión en un país de las resoluciones dictadas en otro país. Cfr. CALVO CARAVACA, Alfonso Luís y CARRASCOSA GONZÁLEZ, Javier. Derecho Internacional Privado. Editorial Comares, Granada, 2006, sexta edición, volumen I, p. 284. 23 PERUGINI, Alicia, La Validez y circulabilidad internacional del Poder de Representación Notarial. Editorial Depalma, Buenos Aires, 1988, pp. 78 ss.. 24 La nota del artículo 12 cita como fuentes al Código de Luisiana, art. 10, Código francés, art. 293 (sólo respecto a los testamentos). STORY, " Conflict of Laws", desde el párr. 260 -larga e importantísima discusión del artículo-, L. 18, § 4, tít. 20, lib. 10. Nov. Rec.; L. 2. tít. 32, lib. 6, código romano, y L. 6, tít. 2, lib. 21, Dig. 14 lugar donde se realizan, el que únicamente alude a la forma [apariencia] del acto pero no a su contenido. Aun cuando el precepto se refiere a los contratos, el mismo principio rige para toda clase de actos jurídicos (art. 950 Código Civil). Esa directiva es la que sigue de manera uniforme la jurisprudencia 25. A modo de ejemplo reseño un fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala B 26, donde dispuso incluir en la declaratoria de herederos a quien acompañó una partida de nacimiento extranjera, porque “… el tema de la validez de las partidas extranjeras como prueba de la justificación del vínculo en el proceso sucesorio debe ser tratado a la luz de lo establecido en el art. 12 del Código Civil, que dispone que "las formas y solemnidades de los contratos y de todo instrumento público, son regidas por las leyes del país donde se hubieren otorgado. Las partidas extranjeras constituyen un instrumento público y en virtud de lo dispuesto en esta norma, el juez de la sucesión debe reconocer pleno valor probatorio a la partida extranjera extendida por las autoridades de un país extranjero, siempre que cumpla con las formalidades exigidas por las leyes del país en el cual el instrumento fue otorgado y que se encuentre debidamente legalizado (conf. Medina, Proceso sucesorio", t. I, p. 130)”. […] Se ha resuelto, con criterio que se comparte, que si el peticionante acompañó un certificado del cual surge que es hijo de ambos causantes, con lo cual cabe presumir que de la partida surge el reconocimiento voluntario o declaración judicial en tal sentido, si la expresión que surge del certificado no concuerda con la realidad, o si se cuestiona la veracidad del contenido que surge del título, es un problema de prueba que debe ser invocada y producida por quien desconoce el vínculo (conf. CNCiv. sala "A", julio 24/1985, en LA LEY, 1985-D, 404; íd. SCJBA, agosto de 1982, in re Abadie, José /Aabadi, Ale M s/ sucesión, citado por Medina, en op. cit. t. I, p. 130)”. […] Véase que con los elementos aportados a este expediente, desconocer el derecho a ser incluido en la declaratoria de herederos, cuando se ha acompañado un instrumento público extranjero formalmente inobjetable para tener por acreditado que el apelante es hijo del causante, 25 C. Nac. Civ. y Com. Fed., sala 2ª, 30/12/2004, PILOT CORPORATION v. PILOT PEN S.A. Y OTRO s/CESE DE USO DE MARCA. Lexis Nº 7/14561; C. Nac. Civ. y Com. Fed., sala 3ª, 27/03/2007, FORTIS CORPORATE INSURANCE v. FLUVIALMAR S.A. s/faltante y/o avería de carga transporte marítimo. Lexis Nº 7/18485; SCBuenos Aires, 08/11/2000, SOMOZA, Silvia v. BUSTELO, Elena. 26 CNCiv, Sala B, 21/02/2007, G., A. L., La Ley 2007-C, 597 - DJ2007-II, 1223. 15 importaría asumir una solución formalista, carente de sentido de realidad y alejada del propósito de propender al establecimiento de la verdad material. Máxime si se valora que aportó un valioso elemento de ponderación en orden al vínculo biológico del apelante con el "de cujus””. 6. Forma. Efectos. Ahora bien, ¿que debemos entender por forma?. La respuesta la obtenemos del maestro Jorge Mosset Iturraspe quien enseña que “la forma como exteriorización de la voluntad es el elemento estructural de los negocios jurídicos y, en particular, del contrato. Sin el complemento exterior y sensible las voluntades que concurren a originar el consentimiento quedarían asiladas, desconocidas entre sí, carentes de trascendencia jurídica. En un segundo alcance, la forma se vuelve formalidad entendida como el modo de una determinada declaración para producir un cierto efecto27. Esa diversidad de la forma, se las puede clasificar en28: (a) Formas habilitantes: remueven una prohibición (por ejemplo autorización para viajar de los padres a su hijo menor edad); (b) Formas extrínsecas: necesarias para su prueba (el mutuo si es negado sólo se prueba por escrito, el instrumento público); (c) Formas intrínsecas: cuando son necesarias como elementos esenciales para la existencia del acto (el consentimiento en el matrimonio); (d) Formas de ejecución: necesarias para ejecutar una sentencia o laudo (copias certificadas o notificaciones o intimaciones); (e) Formas de registración o publicidad: son los instrumentos que emite el Registro de la Propiedad inmueble del folio real o folio real electrónico de un inmueble29 27 MOSSET ITURRASPE, Jorge. Contratos. Editorial Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 1998, p. 221. 973. El artículo 973 del Código Civil expresa que “La forma es el conjunto de las prescripciones de la ley, respecto de las solemnidades que deben observarse al tiempo de la formación del acto jurídico; tales son: la escritura del acto, la presencia de testigos, que el acto sea hecho por escribano público, o por un oficial público, o con el concurso del juez del lugar”. 28 Sigo en este aspecto a Inés M. WEINBERG. Derecho Internacional Privado. Editorial LexisNexis, Buenos Aires, 2004, p. 319 y Stella Maris BIOCCA. Derecho Internacional Privado. Editorial Lajouana, Buenos Aires, 2004, tomo I, p. 418. 29 La ley 17.801 creó el Folio Real, donde cada Inmueble deberá tener su Ficha y en ella se asienta de manera cronológica los asientos generados por los documentos que se presentan para su inscripción o anotación y los Certificados de Dominio. El Folio Real registra y agrupa la información de cada inmueble, facilita su publicidad de la situación jurídica y da seguridad en lo informado. Los métodos son dos: Folio Real: se 16 Werner Goldschmidt enseñaba que la forma “viste al acto”30, lo cubre para hacerlo visible, pero obviamente ese ropaje tiene un contenido. Liliana Rapallini31, expresa que no existe forma sin contenido ni contenido sin forma. De allí, que puede sugerirse como principio: los documentos extranjeros están regulados en cuanto a su forma por la ley del lugar en que el acto se otorgue o celebre [artículos 12 y 950 del Código Civil] y su autenticación se produce por algunos de los sistemas de legalización que admita el país donde se pretenda hacerlo valer. La excepción es, cuando el negocio jurídico que contenga el instrumento, le sea impuesto imperativamente una forma especial por la ley de fondo del Estado donde se procure el reconocimiento32. 7. Comunicaciones ente autoridades judiciales. Exhorto diplomático. Hay veces que el documento extranjero debe obtenerse por medio de la cooperación internacional; es decir a través del sistema judicial quien sitúa al Derecho internacional privado “como parte de un sistema protector de la persona humana y no apenas para disciplinar o relacionar a los Estados”33. El sistema que la ley dispuso se encuentra regulado en el artículo 132 del CPCC que, bajo el título “Comunicaciones a autoridades judiciales extranjeras o provenientes de éstas”, establece: “Las comunicaciones dirigidas a autoridades judiciales extranjeras se harán mediante exhorto”. “Se dará cumplimiento a las medidas solicitadas por autoridades judiciales extranjeras, cuando de la comunicación que así lo requiera resulte que han sido dispuestas por tribunales competentes según las reglas argentinas de jurisdicción internacional y siempre que la resolución que las ordene no afecte principios de orden público del derecho asienta de forma mecanográfica en las fichas, a partir de cada movimiento que se produce en un inmueble y Folio Real Electrónico: se inscribe mediante el sistema informático los datos de los inmuebles y se los almacena en una base de datos, por lo cual facilita el acceso inmediato a la información. 30 GOLDSCHMIDT, Werner. Derecho internacional privado. Derecho de la tolerancia. Editorial Abeledo Perrot. Décima edición actualizada por PERUGINI ZANETTI, Alicia M. Buenos Aires, 2009, p. 383. 31 RAPALLINI, Liliana E. Temática de Derecho Internacional Privado. Editorial Lex, La Plata, Buenos Aires, 2002, p. 263 32 PERUGINI, Alicia, La Validez y circulabilidad internacional del Poder de Representación Notarial, ob. cit. p. 78. Inés M. WEINBERG. Derecho Internacional Privado, ob. cit., p. 320. SOTO, Alfredo Mario. Temas Estructurales del Derecho Internacional Privado. Editorial Estudio, San Martín, Provincia de Buenos Aires, 2009, p. 167. 33 DE ARAUJO, Nadia. Direito Internacional Privado. Teoría e Prática Brasileira. Editorial Renovar, Río de Janeiro – Sao Pablo, 2003, p. 195. La traducción me pertenece. 17 argentino. En su caso, se aplicarán los demás recaudos establecidos en los tratados y acuerdos internacionales, así como la reglamentación de superintendencia”34. La primera parte de la norma citada, como lo señala la doctrina 35, es cooperación jurisdiccional internacional, se trata de “el auxilio que se prestan las autoridades pertenecientes a distintos Estados es una manifestación de la comunidad jurídica existente entre los pueblos y se denomina auxilio judicial internacional”36. Milton Feuillade, indica que lo normal es que los actos procesales se desarrollen en la sede del órgano judicial que está conociendo, pero puede suceder […] que deban desplegarse actuaciones fuera de la frontera, para integrarse posteriormente al proceso argentino37. En esos casos, se recurre al exhorto diplomático como medio de requerir el diligenciamiento de la medida y en primer lugar lo que se debe consultar es si existe con el país requerido algún tratado vigente para su tramitación. En caso, que no tenga vigencia un convenio de esa especie, se aplica el artículo 132 del CPCC y el artículo 38 del Reglamento para la Justicia Nacional38 que estatuye “Las comunicaciones a los agentes diplomáticos extranjeros, se harán por oficio dirigidos al Ministerio de Relaciones Exteriores. Los exhortos a las autoridades judiciales extranjeras podrán remitirse directamente a los agentes diplomáticos argentinos o, en su defecto, a los cónsules acreditados en el país respectivo”. Adriana Dreyzin de Klor y Teresita Saracho Cornet39, precisan que el auxilio de un juez extranjero a las autoridades nacionales ingresa por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el que lo remite al Ministerio de Justicia y Derechos humanos, el que a su vez envía la solicitud al tribunal, que según las reglas de competencia interna posea jurisdicción y una vez cumplimentada la medida se devuelve por 34 En sentido igual lo contemplan en el artículo 132 la Provincia del Neuquén, de Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur y La Pampa artículo 152. 35 FEUILLADE, Milton C. Los documentos extranjeros en el proceso, ob. cit., p. 805. 36 KALLER de ORCHANSKY, Berta. Nuevo Manual de Derecho Internacional Privado. Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1991, p. 477. 37 FEUILLADE, Milton C.. La prueba en el proceso con elementos extranjeros. JA 2008-IV-1516. 38 Acordada del 17/12/52 texto ordenado al 01/12/1998. Lino PALACIO, menciona que mediante la adopción de normas concebidas en términos sustancialmente semejantes, todas las Constituciones provinciales acuerdan a los respectivos Tribunales Superiores o Cortes de Justicia la potestad de dictar reglamentos internos aplicables tanto a su propio funcionamiento cuanto al de los órganos judiciales inferiores. Con mayores o menores especificaciones, tales normas se hallan reproducidas por las leyes orgánicas locales (Derecho Procesal Civil. Abeledo Perrot, Tomo I. Lexis Nº 2504/000889). 39 DREYZIN DE KLOR, Adriana y SARACHO CORNET, Teresita. Trámites judiciales internacionales. Editorial Zavalía, Buenos Aires, 2005, 601 p. 99. 18 la misma vía. En cambio, cuando el pedido es de las autoridades nacionales a las extranjeras, cumplimentados los recaudos de orden formal [traducción y legalización de firmas] el exhorto internacional es remitido al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para su tramitación. La República Argentina tiene suscriptos acuerdos internacionales, que la obligan a prestar colaboración en esta materia y los más relevantes son: (i) Tratados de Derecho Procesal de Montevideo de 1889 (artículo 9) y 1940 (artículo 11). El primero nos vincula con Bolivia, Perú y Colombia y el segundo con Paraguay y Uruguay. (ii) CIDIP I. Sobre Exhortos o Cartas Rogatorias de Panamá, de 1975, regula las notificaciones, citaciones y emplazamientos (artículo 2.a) como también la recepción y obtención de pruebas de informes en el extranjero, salvo reserva expresa al respecto (artículo 2.b)40. Según el artículo 10 “Los exhortos o cartas rogatorias se tramitan de acuerdo con las leyes y normas procesales del Estado requerido. A solicitud del órgano jurisdiccional requirente podrá otorgarse al exhorto o carta rogatoria una tramitación especial, o aceptarse la observancia de formalidades adicionales en la práctica de la diligencia solicitada, siempre que ello no fuera contrario a la legislación del Estado requerido”. En razón, que la ley aplicable resulta ser la ley procesal del juez requerido, es conveniente dejar precisado cuando se envía un exhorto al extranjero el plazo procesal de prueba que regula el proceso, lex fori del juez requirente, a efectos de urgir una mayor rapidez en la tramitación; ya que generalmente no se obtiene antes de 120 días. Esta Convención nos vincula con Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. (iii) Convenio de La Haya, del 15 de noviembre de 1965, sobre el servicio en el extranjero de documentos judiciales y extrajudiciales en materia civil41, que con ciertas reservas [fundamentalmente de interpretación] nos vincula con Albania, Alemania, Belarús, 40 Efectuada por EEUU en las pruebas a rendir en su territorio. 41 Aprobada por ley 25.087. 19 Bélgica, Bosnia Herzegovina, Bulgaria, Canadá, República Popular de China, Chipre, Corea del Sur, Croacia, Dinamarca, Egipto, España, Estonia, Estados Unidos de América, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, India, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, La Antigua República Yugoslava de Macedonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, México, Mónaco, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa; Rumania, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Federación de Rusia, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, Sri Lanka, Gamuza, Suiza, Turquía, Ucrania y Venezuela. (iv) Luego, existen acuerdo en el ámbito del MERCOSUR (Protocolo de Las Leñas, OURO PRETO) otros bilaterales; por ejemplo, con Brasil referido al Acuerdo sobre Cooperación Judicial en Materia Civil, Comercial, Laboral y Administrativa, suscripto en Brasilia el 20/8/199042. Como conclusión, o bien los particulares obtienen los documentos por vías particulares y los incorporan como instrumentos extranjeros [legalizados] o se solicita en el proceso judicial, el libramiento de un exhorto, o cartas rogatorias, para que a través de medios consulares se los obtenga; en esos casos, son incorporados ya legalizados en virtud de la actuación diplomática. 42 aprobado por ley 24108 , sancionada el 1/7/1992 y promulgada el 28/7/1992,