Guatemala, el primer lugar en desnutrición Por: Claudia Vásquez Guatemala continúa siendo el país con los índices más altos de desnutrición en Centroamérica, según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). “El 49 por ciento de los niños sufren de desnutrición crónica en Guatemala, lo cual demuestra que ocupa el peor puesto en materia de inseguridad alimentaria en la región”, dijo Enrique de Loma, coordinador del Programa Especial de Seguridad Alimentaria (Pesa) en Centroamérica. El plan, que comenzó en 1999 con apoyo de la FAO y la Cooperación Española, ofrece opciones tecnológicas, de recursos, capacitación y ayuda para la producción de alimentos y formas de subsistencia a las comunidades más necesitadas. Seguirá ayuda Una misión de evaluación de la FAO recorrió varias comunidades del área chortí en Chiquimula, los municipios de El Jícaro, en El Progreso, y Huité y Cabañas, en Zacapa, para evaluar los proyectos del Pesa A priori destacaron que ha habido avances, pero que todavía falta mucho por hacer. Entre lo positivo, De Loma resaltó los avances en materia de legislación y apoyo gubernamental con la creación de una ley y el Viceministerio de Seguridad Alimentaria. Informó que el programa seguirá por cinco años más. María Noguerol, del área de Organismos Internacionales de la FAO, aseguró que la ayuda de la Cooperación Española para los programas será de dos millones de euros al año para la región. A la fecha, en el país se han priorizado 41 municipios en 357 comunidades. César Fión, viceministro de Seguridad Alimentaria, expresó: “El gobierno del presidente Berger reconoce la crisis alimentaria y asume la seguridad alimentaria como su responsabilidad, instruyendo y apoyando acciones de forma integral”. El tema fue tratado en el Encuentro Subregional Lucha contra el Hambre en Centroamérica, que concluirá hoy en un hotel capitalino. Guatemala, miércoles 04 de mayo de 2005 Malnutrición causa retraso intelectual Indice de desnutrición crónica en niños es de 49.3 por ciento Por: Claudia Vásquez Periodismo comunitario El 49.3 por ciento de niños padece de desnutrición crónica en el país, la cual les causa cierto retraso intelectual, informó ayer Ofelia Arriaza, de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Sesan). “La desnutrición crónica provoca pérdida de neuronas en el cerebro y es un daño irreversible, derivado de una mala alimentación durante los primeros tres años de vida del niño”, aseguró Arriaza, quien coordina el eje Rompiendo el Círculo de la Desnutrición. La funcionaria expresó que la mala alimentación de la madre y la falta de lactancia materna son factores que agudizan los índices de desnutrición crónica, sobre todo en el área rural. Afirmó que ese problema requiere mejorar la alimentación de los niños durante los primeros tres años de vida, y de las mujeres en edad fértil. Según el Censo de Baja Talla de Escolares, del 2003, 48.6 por ciento de niños entre los 6 y 7 años presenta desnutrición crónica. Pérdida de genios Andrés Botrán, secretario de la Sesan, lamentó que por los altos índices de desnutrición crónica, la pérdida colectiva de inteligencia sea de un equivalente a 250 mil genios. Botrán resaltó: “El problema del hambre y la desnutrición no es de una sola dimensión, es multisectorial, por lo que coordinamos esfuerzos entre Gobierno, sector privado, organizaciones no gubernamentales y la cooperación internacional”. Puntualizó que en el país no ha habido hambruna, ya que ésta tiene que ver con la falta de acceso y disponibilidad de alimentos durante cierto tiempo. Sin embargo, algo cercano ocurrió en el 2003, en Jocotán y Camotán, Chiquimula, cuando se perdieron las cosechas. Cómo afecta al niño La desnutrición crónica provoca daños irreversibles en el niño. Estadísticas 49.3 por ciento es el índice de desnutrición crónica en Guatemala. Después de Haití, Guatemala es el país latinoamericano con los índices más altos de desnutrición crónica. Más de medio millón de niños no cuentan con una alimentación adecuada. Esta ha disminuido de 60 a 49 por ciento desde 1987. Tipos de desnutrición Crónica. No es tan visible. Se observa baja talla del niño para su edad. Presenta episodios de enfermedades permanentes. Dificultad de aprendizaje en la edad escolar. Aguda Pérdida de peso asociada con períodos de hambre. En ocasiones se observa el vientre hinchado del niño. Caída del cabello y baja talla. Qué provoca la Desnutrición crónica Daños en el desarrollo neurológico infantil. Cierto retraso intelectual. Baja talla para la edad del niño. Problemas en su correcto desarrollo. Estos daños son irreversibles. Principales causas Madre desnutrida. Corto espaciamiento de embarazos. Control prenatal inadecuado. Bajo nivel de escolaridad de la madre. Falta de lactancia materna o práctica inadecuada de ésta. Insuficiente ingesta de micronutrientes y proteínas. Falta de agua potable. Cómo prevenirla Adecuada alimentación de la madre y el padre, antes de concebir al niño. Un buen control prenatal. Lactancia materna hasta los 6 meses. Los tres primeros años de vida son clave para evitar la desnutrición crónica. Es necesario procurar que tenga una buena alimentación en este período. Fuente: Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan). Guatemala, miércoles 18 de octubre de 2006 “¿Habrá resultados en 2007” 50 por ciento de la infancia guatemalteca menor de 5 años padece desnutrición crónica Por: Leslie Pérez Andrés Botrán, encargado de Seguridad Alimentaria, habla de las acciones durante un año al frente de la Comisión Nacional contra el Hambre, la cual busca reducir ese flagelo. ¿Ha habido reducción en el número de personas que padecen desnutrición? Aún no lo podemos medir. Lo que sí podemos decir es que por cada mil niños nacidos, 43 mueren antes de cumplir un año. Reconocemos que la mitad de los niños y niñas padecen de desnutrición crónica. No se ven cambios en la nutrición de los niños guatemaltecos. Se ha atendido a la infancia. Otros gobiernos nunca hablaron de desnutrición, y ningún sector se interesó por los desnutridos. Es hasta ahora que nos hemos responsabilizado y hemos echado a andar planes y proyectos. ¿Y qué han hecho para reducir los índices? El problema es que no ha habido cultura de medición. Sabemos que de 1999 a 2002 aumentó la desnutrición crónica. Además, el 70 por ciento de la población indígena también lo padece, y eso es preocupante. ¿Podría explicar qué es la seguridad alimentaria? Tiene cuatro pilares: que haya disponibilidad de alimentos, que exista trabajo para tener dinero y, por lo tanto, acceso a ellos; el acceso físico, que significa la existencia de infraestructura y saneamiento ambiental, y por último, la educación para el consumo. Tenemos algunos casos en que las familias no saben comprar ni preparar los alimentos con los mejores nutrientes. ¿Hay hambruna en Guatemala? Hambruna es cuando no hay capacidad para producir alimentos. Guatemala no tiene hambruna, porque hay alimentos y hay capacidad de producirlos y acceder a ellos. Y en casos como los de Camotán y Jocotán, ¿cuál es el problema? Lo que tenemos son diferentes vulnerabilidades alimentarias. ¿Cómo están los datos de esa vulnerabilidad? Por la tormenta Stan desarrollamos una herramienta para medirla, se trata de un Sistema de Información de Seguridad Alimentaria y Nutricional en el país. Tenemos monitores a nivel municipal, quienes convocan a la comunidad y le preguntan sobre sus medios de vida, su trabajo o cómo ven la migración y las fuentes de agua, entre otros. ¿Qué avances ha habido? Con la mesa nacional alimentaria se logró definir una política de seguridad en ese aspecto después de seis meses de diálogo. ¿En qué se basa esa política? Es una política integral y no asistencialista, que involucra a todos los actores de la sociedad. Reconocemos que parte del problema era que no había continuidad en los programas, para lo cual es vital la participación de la sociedad. Pero el cuestionamiento es que sólo se han entregado alimentos. Hemos dado alimentos cuando la población está en extrema pobreza y con altos índices de desnutrición. A raíz de la tormenta Stan se los estamos dando a las familias que perdieron sus cosechas. ¿No son medidas de largo plazo? Son medidas de mitigación de los desastres y no estructurales, creo que eso tiene que verse así. Para muchas familias que fueron afectadas por Stan, la emergencia ya terminó, pero para otras no. ¿Qué otras acciones han logrado? Logramos que se aprobara la Ley de Seguridad Alimentaria, la primera en América Latina. Además, el 30 por ciento de los integrantes de la mesa directiva del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria forman parte de grupos sociales, lo cual garantiza que las medidas sean de largo plazo. ¿Qué instituciones están involucradas? Los ministerios de Agricultura y Salud, la Secretaría General de Planificación de la Presidencia, la de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (Sosep), el fondo de Inversión Social (FIS) y el Nacional para la Paz (Fonapaz), organizaciones no gubernamentales y las iglesias. ¿Qué hay de acciones concretas? Se ha desarrollado una estrategia de atención de riesgo en áreas de vulnerabilidad a fenómenos climáticos. Hemos dado capacitación a las familias para que convivan con la sequía o enfrenten sus propios problemas. ¿Son los 41 municipios? En todos tenemos un fortalecimiento de la red de educación, extensión de cobertura del Ministerio de Salud. También tenemos un monitor por cada 20 familias. La Sosep está desarrollando su programa Creciendo Bien. Además, se ha buscado mejorar la capacidad en la madre. ¿Y de qué manera está involucrada la entidad a su cargo? Nosotros no ejecutamos. Tenemos delegados departamentales que acompañan en los procesos. Se han formado comisiones de seguridad alimentaria con los comités municipales de desarrollo en 18 departamentos. Ahí participamos a las instancias involucradas. Parece ser más un aspecto de organización. El problema no es que nosotros lo hagamos. En Jocotán, en la comunidad chortí, por ejemplo, estamos trabajando con los cuatro alcaldes. Ellos tienen una mesa de desarrollo de seguridad alimentaria en la cual participan representantes de ONG, del sector privado, con quienes se ha tratado de integrar y coordinar esfuerzos. ¿Qué beneficios han recibido las comunidades directamente? El eje más complicado es el de generación de empleo, aunque lo ha habido en el ámbito agrícola. Ha habido capacitación en la producción de hortalizas, en viveros. Se ha entregado bolsas pecuarias, huertos escolares, huertos familiares; se ha entregado el vaso de leche. ¿Y cómo lo han focalizado? Por vulnerabilidad alimentaria, en los 41 municipios. Si logramos integrar los recursos municipales, del Gobierno y de la comunidad internacional, da para mucho. Conguaco, Jutiapa, es un ejemplo de éxito. Hace un año y medio ahí no había nada. Se integró una mesa donde todos reconocieron qué podían hacer. Ahora tienen caminos, adquirieron préstamos con el Fondo Guatemalteco para la Vivienda y las mujeres atienden la salud de sus hijos. ¿Qué meta se han propuesto? Reducir la desnutrición crónica en el país. Reconocemos que tenemos ese talón de Aquiles. Al final, la medida tendría que ser a cuánta población sacamos de la vulnerabilidad alimentaria y de la pobreza. ¿En cuánto tiempo podrían verse los cambios? En mayo del 2007. Entonces podremos ver cómo estábamos en 2002 y cómo en 2006. Con esos datos vamos a tener una mejor información para focalizar los esfuerzos e ir a los lugares con mayores problemas. Acciones: En ejecución El combate a la desnutrición está en manos: La Sosep y el Ministerio de Salud han atendido a 63 mil 853 mujeres en edad reproductiva y a 64 mil 162 niños menores de 5 años, en dos mil 267 comunidades de 18 departamentos. El Ministerio de Salud ha hecho un monitoreo de crecimiento (toma de peso mensual) en niños de 0 a 24 meses, y realiza vigilancia alimentaria y nutricional. Afectados por Stan. Fueron atendidas 75 mil 481 familias de mil 501 comunidades en 10 departamentos. Recibieron 14 mil 50 toneladas métricas de alimentos, bajo la coordinación de Sesan, PMA, y ejecutado por el FIS, el Fonapaz, el Ministerio de Agricultura y la Sosep. Ministerio de Agricultura resalta el programa de la entrega del vaso de leche. Lo han recibido 436 mil 685 niños de tres mil 262 escuelas. Además, se han entregado 30 millones de vasos de leche, de los 63 millones previstos. La inversión asciende a Q119.1 millones. Ministerio de Agricultura apoya a escuelas primarias con la distribución de harina de frijol y bebida fortificada. Se tiene contemplado entregar 62 mil quintales, con lo cual se beneficiaría a 444 mil 209 personas. También han entregado huertos escolares. De igual forma, esta cartera es la encargada de entregar las bolsas pecuarias familiares, que consisten en 12 aves de corral cada una. Fonapaz desarrolla el programa alimentos por trabajo. Ha beneficiado a dos mil 126 personas en seis municipios de Huehuetenango, con 248 toneladas métricas de aceite, maíz y leguminosas. Empresario: José Andrés Botrán Briz Es el encargado de la Seguridad Alimentaria de Guatemala. Es ingeniero en manufactura, título obtenido en EE.UU. Se ha destacado como empresario en los sectores agroindustrial y azucarero. Esta labor también la desempeñó en París, Francia, y Nueva York, como especialista en comercialización de azúcar. Comenzó a tratar los problemas del hambre en el año 2001, como miembro de la Cámara de Industria. Al inicio de este Gobierno fue nombrado comisionado del Frente Nacional contra el Hambre. Escasos recursos y falta de políticas integrales para combatir la desnutrición La falta de recursos y de políticas integrales para combatir la desnutrición crónica es uno de los factores que instancias de la sociedad civil observan como obstáculos para reducirla. De acuerdo con algunos dirigentes sociales, las acciones impulsadas por la Secretaría de Seguridad Alimentaria son simples paliativos a la inseguridad alimentaria que padece el 50 por ciento de los niños menores de 5 años. El secretario de Seguridad Alimentaria, Andrés Botrán Briz, admite que reducir la desnutrición crónica en Guatemala no será una tarea fácil y para lograrlo debe integrarse el trabajo del Gobierno con el de la sociedad civil. Recursos escasos Rubén Mazariegos, coordinador de la Unidad de Acción Sindical y Popular (Uasp), afirma que uno de los problemas que se afrontan para reducir los altos índices de desnutrición se debe a la falta de financiamiento. “Es preocupante que sólo el 0.9 por ciento del total del presupuesto nacional sea destinado a la salud, que es uno de los componentes de la seguridad alimentaria”, explica Mazariegos. Según el encargado del área de derecho a alimentos, del Centro Internacional de Investigaciones en Derechos Humanos (CIIDH), Ricardo Zepeda, el problema del hambre no se ha abordado de manera integral. Asegura que la entrega de alimentos es sólo una medida para paliar la situación de emergencia en algunos puntos críticos del país. A principios de 2006, el relator especial sobre el Derecho a la Alimentación de las Naciones Unidas, Jean Ziegler, presentó un informe sobre Guatemala, en el cual destacó que más de la mitad de los niños menores de 5 años padecen raquitismo. Esta cifra se eleva al 70 por ciento en los indígenas. Asimismo, el documento registra que dos terceras partes de los guatemaltecos son demasiado pobres para alimentarse adecuadamente. En más del 60 por ciento de los hogares, el gasto en alimentos no es suficiente para cubrir los requisitos dietéticos diarios, pues el salario mínimo no es fijado con relación al costo de los alimentos. Sí hay hambruna Las autoridades de Gobierno afirman que en el país aún no se sufre de hambruna, sino de desnutrición crónica. Sin embargo, Mazariegos dice que un gran porcentaje de la población vive con menos de Q7 por día. “Eso es hambruna, porque aunque hay capacidad de producir alimentos, la población no tiene acceso a ellos”, reflexiona Mazariegos. Similar opinión tiene Zepeda, quien enfatiza que los índices de extrema pobreza en los que se encuentra la mayoría de la población no permiten tener suficientes alimentos. Agrega que con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la situación podría agravarse, por la fuerte competencia en la que deberán entrar los pequeños productores. Guatemala, domingo 16 de julio de 2006 FAO insta a luchar contra el hambre Problema aumentó en 50 por ciento desde 1990 Por: Luisa Rodríguez, Crista Kepfer Invertir más recursos para el desarrollo del sector agropecuario y demostrar voluntad política fueron las peticiones de Jacques Diouf, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a los gobernantes de la región, para combatir el hambre en el Istmo. “Desde inicios de los 90 al fin de este período, hemos visto un aumento del número de hambrientos del 50 por ciento en toda la región”, indicó Diouf, quien presentó ayer, durante la Cumbre de Centroamérica, un panorama sobre la inseguridad alimentaria en el área. Diouf instó a los mandatarios centroamericanos a dar seguimiento a la meta de la Cumbre Mundial sobre Alimentación, de reducir a la mitad el número de hambrientos en el mundo. La niñez de Chiquimula ha sido afectada por la crisis de hambruna, la cual se evidenció en agosto del 2001. Se mostró preocupado porque el porcentaje del presupuesto nacional promedio destinado a la agricultura no es el adecuado, en una región donde el 35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) proviene del sector agroalimentario. “Representa el 50 por ciento de los empleos y el 70 por ciento de las exportaciones”, explicó Diouf. Al finalizar la cumbre, los mandatarios acordaron dar seguimiento a sus recomendaciones. Tres demandas urgentes Estas recomendaciones hizo ayer el director de la FAO a los presidentes del Istmo. 1Demostrar más voluntad política en la aplicación de políticas para combatir el hambre. Desarrollar el sector agropecuario y la seguridad alimentaria de cada país. 2Aumentar los recursos del presupuesto nacional destinados al desarrollo de la agricultura, de un dos por ciento —que es el porcentaje promedio nacional— a un siete por ciento. 3Invertir en proyectos de seguridad alimentaria a nivel de las comunidades rurales pobres. Seguir el ejemplo de los programas de la FAO. Acosados por desnutrición y pobreza Las siguientes estadísticas muestran una radiografía de la pobreza y el hambre en Guatemala y el resto de Centroamérica. • El número de personas que sufren hambre en Centroamérica aumentó en 50 por ciento desde la década de los 90, según la FAO. • La desnutrición crónica en niños en Guatemala aumentó de 46.4 por ciento, en 1998, a 48.7 por ciento, en 2002, según el Informe Nacional de Desarrollo Humano (INDH) 2003. • Ese índice empeora entre la niñez indígena, ya que 68.8 por ciento presentó desnutrición crónica en 2002. • Guatemala es el segundo país con mayor índice de pobreza de la región, después de Honduras. • La pobreza afecta al 57 por ciento de la población y la pobreza extrema al 21.5 por ciento, según datos de 2002. • En el área rural, la situación se agrava, ya que el 72.2 por ciento de la población es pobre. • El 60 por ciento de los hogares del país no tienen capacidad para adquirir la mitad del costo de la alimentación mínima, según datos del Informe sobre Seguridad Alimentaria 2003, del Sistema de Naciones Unidas. Guatemala, 30 de Junio de 2004 Plan para frenar desnutrición Reducir en 50 por ciento la desnutrición crónica infantil Por: Irving Escobar Calito Periodismo comunitario •Secretaría de Seguridad Alimentaria dará prioridad a los 83 municipios del país con mayores índices de pobreza. _________ Sanidad, educación en salud reproductiva y mejorar la nutrición de las familias serán los ejes en los que centrará la Secretaría de Seguridad Alimentaria su plan para reducir en 50 por ciento la desnutrición crónica infantil. “Estamos evaluando algunas áreas para priorizar los recursos”, dijo Andrés Botrán, secretario de Seguridad Alimentaria, quien el lunes por la noche presentó el plan a la comunidad internacional. “La atención en el periodo de gestación y en las jovencitas será una de las prioridades, porque el problema comienza cuando la mujer está desnutrida”, detalló Beatriz Villeda, directora del programa. Otro objetivo será orientar a las familias para que conozcan la mejor forma de alimentar a sus hijos, de acuerdo con sus posibilidades y pertenencia cultural. El costo del plan, que dará prioridad a los 83 municipios con mayores índices de pobreza, se calcula en unos 70 centavos de quetzal al día por persona. “La desnutrición es un problema invisible, porque el niño no presenta síntomas de hambre, pero los daños son irreversibles en su estatura y sus destrezas físicas y mentales”, advirtió Carmen de Mejicanos, subsecretaria de Seguridad Alimentaria. Llamado a participar Durante la presentación, Botrán exhortó a todos los sectores a involucrarse, en especial a la comunidad internacional, sin cuyos aportes no se podría lograr las metas. El programa fue bien recibido por los asistentes a la reunión. “Es un paso adelante en la reducción de la pobreza. Sólo falta que sea una política de Estado sostenible”, opinó Pedro Medrano, director regional de Programa Mundial de Alimentos (PMA). De acuerdo con las cifras de este organismo de las Naciones Unidas, Guatemala es el país de la región con el mayor índice de desnutrición: 49 por ciento. Lo sigue Honduras, con 29 por ciento, y Nicaragua, 20 por ciento. Opiniones •“La pobreza y la desnutrición crónica no se resuelven con darle bolsas de alimentos a la gente necesitada”. - Andrés Botrán, secretario de Seguridad Alimentaria. •“Debe ser un esfuerzo del Estado, pero la población también tiene responsabilidad, porque se trata de sus hijos”. - Pedro Medrano, director regional de PMA. Guatemala, miércoles 19 de julio de 2006 Desnutrición crónica Ministerio de Salud efectúa encuesta en Huehuetenango Por: Mike Castillo En municipios de Huehuetenango el Ministerio de Salud detectó que siete Una encuesta nutricional efectuada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social reveló que en Huehuetenango siete de cada diez niños menores de 5 años de edad padecen desnutrición crónica. de cada diez niños padecen desnutrición crónica. (Foto PL: Mike Castillo). Karla Mendoza, de la Jefatura de Área de Salud de San Marcos, informó que la aludida encuesta se tomó en una muestra de tres mil 269 infantes comprendidos entre seis y 59 meses de edad. Agregó que fueron tomados en cuenta para el estudio 10 municipios de Huehuetenango y los resultados demostraron que 68 por ciento de los menores tienen desnutrición crónica. Los resultados reflejaron que las regiones más afectadas son San Mateo, con 85 por ciento de desnutrición y San Juan Atitán, con 78. “Es lamentable que Huehuetenango sea el departamento con más municipios que tienen problemas de niños con desnutrición”, citó Mendoza. Plan contra el hambre En tanto, Brenda Sáenz, de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Sesan), explicó que el Gobierno cuenta con un plan piloto contra el hambre que consiste en la entrega de alimentos en 18 municipios a nivel nacional identificados como de alto riesgo. Agregó que en esta vasta región se han incluido a ocho municipios y se estudia la inclusión de otros, pues se cree aún hay más niños con este problema. Guatemala, miércoles 15 de febrero de 2006 Programa contra desnutrición crónica Por: Francisco Gonzalez Arrecis El Programa para la reducción de la desnutrición crónica fue presentado ayer. Andrés Botrán, secretario de Seguridad Alimentaria, explicó que el programa comprende servicios básicos de salud, educación alimentaria, lactancia materna, agua y saneamiento, organización comunitaria y mejoramiento de la economía en 83 municipios del altiplano y oriente del país. Se pretende disminuir a 21 por ciento los índices de desnutrición. Botrán explicó que ha recibido invitaciones de varios presidenciables para continuar al frente de la Secretaría durante el siguiente gobierno, y que si se lo piden, aceptará. Guatemala, jueves 10 de mayo de 2007 Padecen desnutrición Fenómeno natural de hace siete meses arrastró todas sus pertenencias Por: Genner Guzmán Sibinal /.-Unas 30 familias del caserío Los Laureles, de la aldea El Malacate, jurisdicción de Sibinal, San Marcos, padecen de desnutrición porque la tormenta Stan destruyó todo lo que poseían. La topografía del lugar cambió luego que el fenómeno natural provocó desbordes de ríos, deslaves, destrucción de viviendas, caminos vecinales, cultivos agrícolas y dejó como secuela A siete meses de la tormenta Stan, el la psicosis de terror. panorama es desolador en el caserío “Nosotros necesitamos un programa de vivienda, Los Laureles, de la aldea El un proyecto de agua entubada, una escuela, un Malacate, de Sibinal, San Marcos. Foto Prensa Libre: Genner Guzmán. puesto de Salud y, lo más urgente, comida, porque niños, adolescentes, jóvenes y adultos no tienen con qué alimentarse”, explicó Ariel Morales, presidente del Consejo de Desarrollo (Cocode) local. Algunos de los campesinos indicaron que la tormenta que se produjo en 2005 arrastró, además de sus casas, con ropa de dormir, vestir, camas, trastos de cocina y otros enseres, por lo que al quedarse a la intemperie y vivir en pobreza extrema pensaron en avecindarse en territorio mexicano. Por lo anterior, Morales mencionó que asumió la responsabilidad de hacer un préstamo de Q150 mil para adquirir un predio y asentar improvisadamente a la comunidad, pero lo único que han logrado es construir champas para pernoctar, y temen que algo grave les pueda ocurrir con los intensos aguaceros de los días anteriores. “He detectado que lo más urgente es combatir el hambre y la desnutrición para que la gente, especialmente los niños, no mueran de inanición. Los adultos no lo quieren todo de regalado, pero necesitan incentivos económicos para emprender proyectos agrícolas”, citó el maestro Marco Tulio Pérez Roblero. Guatemala, lunes 08 de mayo de 2006 Desnutrición incide en niñas El 64 por ciento de indígenas del área rural están en riesgo Por: Claudia Vásquez Las niñas indígenas del área rural menores de 5 años son las más afectadas por la desnutrición crónica. Una investigación de la Universidad de Cornell, Nueva York, presentada ayer, señala que 64 por ciento está en riesgo, cifra que se compara con países de África y Asia. “Existen diferencias contundentes de género en la alimentación de los menores de 5 años en Totonicapán. Encontramos que 64 por ciento de niñas sufren desnutrición, en comparación con 34 por ciento de niños”, reveló Alison Tmilowicz, autora del estudio. A criterio de la experta, este fenómeno se repite en la gran mayoría de las zonas rurales del occidente del país. “Las niñas lactan menos, se enferman más y tienen menor crecimiento”, según el estudio Diferencias de género en el crecimiento en niños indígenas de Guatemala: un vistazo cerrado, que contó con el apoyo del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap). “La situación nutricional de la niñez guatemalteca, sobre todo de las niñas, es alarmante; en algunos casos supera a India y Etiopía”, expresó Tmilowicz. Representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) confirma este extremo. La desnutrición crónica en Guatemala es del 45 por ciento. En países de Asia y África, los indicadores se sitúan entre 40 y 60 por ciento. La investigadora agregó que el estudio se llevó a cabo en 20 cantones de Totonicapán. “Esta es una muestra de la realidad nutricional en el área rural del occidente del país”, afirmó. Patricia Palma, del Incap, indicó que el análisis recomienda mejorar los programas de educación nutricional, de lactancia y seguridad alimentaria. Guatemala, martes 22 de noviembre de 2005 Preocupa hambre y sequía en el país Los altos índices de desnutrición y la sequía registrada en algunos departamentos del oriente del país preocupan a viceministros y directores de Salud, según afirmaron al concluir la decimotercera reunión del Consejo Consultivo del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap). Durante la cita, que se llevó a cabo en el país, los expertos lamentaron que el índice de desnutrición infantil se mantenga en 49.3 por ciento. Coincidieron en la necesidad de llevar a cabo programas de prevención, entre sociedad civil, empresarios y Gobierno, ante la sequía. “El propósito de la reunión también fue dar a conocer los avances, logros y resultados de la gestión del Incap en 2005 y analizar las prioridades de cooperación técnica en la región”, informó Verónika Molina, de esa entidad. Los participantes instaron al Incap a presentar iniciativas de cooperación técnica de acuerdo con las prioridades de cada país, al señalar que Guatemala, Honduras y Nicaragua son las naciones con los peores indicadores en materia de nutrición. Nancy Perla, de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, indicó que conscientes de esos problemas, coordinan programas de desnutrición crónica, de alimentos por Stan, procesos de mesas intersectoriales con educación e información, entre otros. Esto con el apoyo de los ministerios de Salud Pública y de Agricultura, Fis y Fonapaz. Guatemala, miércoles 22 de marzo de 2006