Evaluación resumida del primer proyecto del MEM desde una perspectiva de la sociedad civil Este documento es un documento interno de preparación para las organizaciones de la sociedad civil que participen en alguna de las conferencias regionales de la FAO, que también tratarán y debatirán el recientemente publicado primer proyecto del Marco Estratégico Mundial para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (MEM), en un diálogo de actores múltiples para incorporar contribuciones desde una perspectiva regional al primer proyecto del MEM publicado a finales de febrero de 20121. Durante el último año, y en particular durante los últimos meses, muchas organizaciones de la sociedad civil se unieron al grupo de trabajo sobre el MEM del MSC para articular las posiciones de la sociedad civil en torno al MEM (véase el documento de trabajo de las OSC) y para participar activamente en el proceso de redacción del borrador 0 y del primer proyecto del MEM, haciendo contribuciones basadas en el documento de trabajo de las OSC sobre el MEM. Desde nuestro punto de vista: a) Pueden observarse algunos elementos muy positivos en el primer proyecto del MEM y estos logros deberían defenderse en la continuación del proceso; b) Otros elementos se incluyeron por nuestra insistencia, pero las OSC necesitan fortalecerlos y enfatizarlos aún más; c) Algunas posiciones, tal y como se presentan, claramente no están en línea con las nuestras, y tenemos que dejar muy claro que nos oponemos a estas posiciones desde una perspectiva de las OSC. A) ¿Qué elementos del primer proyecto hay que defender? 1. Se reconoce al CSA como la plataforma principal y más inclusiva para la coordinación y la coherencia El alcance del primer borrador integra ahora la visión más amplia del CSA como el foro principal y más inclusivo para la gobernanza mundial de la seguridad alimentaria y la nutrición, y el MEM como el marco general, establecido en el documento de reforma del CSA (párrafos 6-9). 2. Deben identificarse la responsabilidad y los papeles de los diferentes actores El MEM no debería limitarse a los responsables de tomar decisiones en los países en desarrollo y a los responsables de la seguridad alimentaria y la nutrición de los países desarrollados. Si queremos lograr coordinación y coherencia hacia la seguridad alimentaria y nutricional es imperativo que el MEM se dirija al amplio abanico de actores a nivel nacional e internacional que trabajan en la elaboración de políticas que tienen un impacto sobre la seguridad alimentaria y la nutrición y que aclare, en mayor medida, sus papeles y responsabilidades (párrafo 4). 3. Considerar el Derecho a la Alimentación y el enfoque de derechos humanos como elementos centrales 1 Véase: http://www.fao.org/cfs/cfs-home/global-strategic-framework/es/ El primer proyecto hace alusión al derecho a la alimentación ampliamente e intenta dar visibilidad e importancia a este concepto en todo el documento. Ahora se hace referencia a la definición contenida en la Observación General 12, incluyendo la Obligación de los Estados (párrafos 14-16). También hace referencia ampliamente a las Directrices sobre el Derecho a la Alimentación y propone un enfoque de siete pasos para la aplicación del derecho a la alimentación en las políticas y programas nacionales. B) ¿Qué se menciona por encima en el primer proyecto que la sociedad civil ha de enfatizar para que se incluya en el segundo proyecto del MEM? 4. La Soberanía Alimentaria como la principal reivindicación de la sociedad civil La Soberanía Alimentaria se menciona en la sección de principales lagunas existentes que requieren más debate (párrafo 74). La soberanía alimentaría para todos los pueblos, como se define en la Declaración de Nyelení, ha sido la reivindicación más importante de los actores de la sociedad civil desde 1996 y por lo tanto debería ser un principio rector del MEM. El MEM debería incluir y aumentar la presencia y visibilidad en todo el documento de la definición de Soberanía Alimentaria (en la sección C de definiciones) y de productores de alimentos a pequeña escala en lugar de “pequeños agricultores” (párrafo 17). 5. La agroecología y el papel de los productores de alimentos a pequeña escala como la principal vía para una producción sostenible de alimentos El primer proyecto hace referencia, solo una vez y ligeramente, al enfoque agroecológico y, con un lenguaje demasiado débil aún, a la Evaluación Internacional del conocimiento, ciencia y tecnología en el desarrollo agrícola (IAASTD), que destaca la importancia de la producción agroecológica. Por lo tanto, las referencias al Informe de la IAASTD deberían incluir recomendaciones concretas de políticas centradas en aumentar la inversión en la producción agroecológica de los productores de alimentos a pequeña escala (párrafo 39). Las recomendaciones deberían también tener en cuenta las consideraciones hechas por el relator especial sobre el derecho a la alimentación en torno al vínculo entre el derecho a la alimentación y la agroecología. 6. Defensa de la seguridad en la tenencia de la tierra y condena del acaparamiento de tierras y de sus efectos negativos sobre la seguridad alimentaria y la nutrición El primer proyecto del MEM habla del papel del uso sostenible de los recursos para la producción de alimentos, en particular la tierra, las pesquerías y los bosques, y del acceso seguro y equitativo a los mismos. No obstante, el primer proyecto no identifica el acaparamiento de tierras actual como una de las amenazas más peligrosas para la seguridad alimentaria y la nutrición en todo el mundo. En este contexto, el MEM ha de incluir plenamente los compromisos adoptados en la Conferencia Internacional sobre la Reforma Agraria y el Desarrollo Rural (CICARD) y el proceso actual para las Directrices Voluntarias sobre la Gobernanza Responsable de la Tenencia de la Tierra, la Pesca y los Bosques. 7. Defensa de los derechos humanos de las mujeres Ha de incluirse un enfoque basado en derechos más fuerte en la sección D, Abordar las cuestiones de género relacionadas con la seguridad alimentaria y la nutrición. El MEM debería mencionar que las mujeres, como productoras activas de alimentos, se enfrentan a muchas formas de violencia y discriminación estructural, privándolas de sus derechos a la autodeterminación. Las niñas y las adolescentes inducidas u obligadas a contraer matrimonio y al embarazo adolescente, sufren las consecuencias de una carga laboral doble o triple y de la privación de la nutrición adecuada para sus hijos y de sus derechos a la educación. El MEM debería también incluir el derecho de las mujeres a la lactancia, los derechos laborales, incluyendo el derecho a la baja por maternidad, los derechos hereditarios y de la tenencia de la tierra, y el acceso, control y propiedad igualitarios de toda la cadena agrícola (párrafo 43). 8. Relación entre el derecho a la alimentación y los salarios de subsistencia Muchos trabajadores agrícolas asalariados no pueden permitirse comprar alimentos, pero la asistencia no debería reemplazar a los salarios. La frase “Muchos trabajadores de la agricultura y la alimentación y sus familias padecen hambre y malnutrición debido a que las leyes laborales básicas y las políticas de salario mínimo no abarcan a los trabajadores rurales” se cita una vez, pero esta posición debe fortalecerse en el MEM. En 2008, la Conferencia Internacional del Trabajo reconoció el déficit de trabajo decente en las zonas rurales y las estadísticas de la OIT muestran que muchos trabajadores de la agricultura reciben menos de 1 USD al día. El MEM debería incluir el reconocimiento de los derechos básicos de los trabajadores, tal y como se menciona en los convenios de la OIT, que también abarcan a las zonas rurales, para que los trabajadores rurales puedan negociar un salario de subsistencia y alimentar a sus familias (párrafo 35). 9. Reconocimiento de la dimensión de derechos humanos de la protección social El derecho humano a la seguridad social, como se contempla en la DUDH, se reconoció y reafirmó en la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en 2011, y en el compromiso de la OIT de lograr una seguridad social adecuada para todos. Además, el PIDESC consagró el derecho de toda persona a la seguridad social. Los Estados están obligados a garantizar de forma progresiva el derecho a la seguridad social de todos los individuos. El MEM debería reconocer la dimensión de derechos humanos de la protección social. La protección social básica no debería reducirse a programas de seguridad y ha de extenderse a las zonas rurales. Hoy en día, no todos los países pueden permitirse una seguridad social completa, pero la protección universal debería mencionarse como un objetivo claro basado en métodos contributivos y no contributivos para evitar que las poblaciones rurales y sus hijos caigan en la trampa del hambre. 10. La nutrición desde una perspectiva de derechos humanos La iniciativa SUN ha sido eliminada como una referencia en la sección de nutrición, pero la referencia a la necesidad de que las estrategias de desarrollo apoyen esta controvertida iniciativa está implícita en el texto (párrafo 63). Las organizaciones de la sociedad civil argumentaron que era necesario un debate más amplio en el CSA sobre esta iniciativa. Una perspectiva de derechos humanos en la nutrición implicaría que la seguridad nutricional se base en la producción de alimentos diversos y en asegurar que todas las personas tengan acceso a estos alimentos diversos para satisfacer sus necesidades de nutrición de forma adecuada. La seguridad nutricional tiene que enfatizarse de nuevo con un mayor acento en los determinantes sociales clave de la malnutrición, incluyendo el acceso al agua potable, la atención maternoinfantil, los servicios sanitarios y una asistencia sanitaria de calidad. C. ¿Qué elementos incluidos en el primer proyecto del MEM deben llevarse a la “sección de lagunas” (asuntos controvertidos que han de incluirse en el programa del CSA)? 11. Congruencia en el papel del libre comercio (Ronda de Doha) y en el papel de la inversión privada No podemos aceptar que el primer proyecto del MEM pida la conclusión de la Ronda de Doha de la OMC. Sugerimos más bien que la relación entre el comercio y la seguridad ha de debatirse en mayor profundidad en el CSA (párrafo 74). La idea de que los flujos comerciales libres se consideran como algo positivo para la seguridad alimentaria y la nutrición es tan simple y parcial como la reivindicación de que la conclusión de la Roda para el Desarrollo de Doha ayudaría a lograr un comercio internacional de alimentos transparente y predecible para reducir la excesiva volatilidad de los precios (párrafo 42). La definición del papel de los mercados y del comercio en relación con la seguridad alimentaria y la nutrición, de igual forma que los actores del sector privado (y su regulación), debe ser congruente en todo el documento. 12. Bioenergía y biocombustibles El MEM hace referencia a la necesidad de evaluaciones científicas equilibradas de las oportunidades y los retos en materia de biocombustibles (párrafo 42). Debería evaluarse el impacto sobre la volatilidad de los precios y el derecho a la alimentación de los mandatos y subsidios para biocombustibles. Sin embargo, como los impactos negativos de la expansión de los biocombustibles son tan evidentes, especialmente teniendo en cuenta el fenómeno del acaparamiento de tierras, debería imponerse una moratoria sobre la expansión de biocombustibles hasta que no puedan descartarse los efectos negativos observados. 13. Mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas en el MEM Sabemos que los Estados, las instituciones intergubernamentales y las empresas transnacionales son reacios a aceptar mecanismos de seguimiento que les obliguen a rendir cuentas o a asumir sus responsabilidades. En estos momentos, esta sección es muy débil en el primer proyecto del MEM y se centra en una metodología de gestión basada en resultados. Como sociedad civil, estamos convencidos de que sin una mayor rendición de cuentas basada en derechos humanos, no podemos esperar cambios importantes en las políticas nacionales e internacionales que tienen un fuerte impacto sobre la seguridad alimentaria y la nutrición. Si creemos que el hambre es en gran medida resultado de los fracasos de las políticas para cumplir las obligaciones de derechos humanos y de la falta de coherencia y coordinación en dichas políticas, debemos tener un mecanismo de seguimiento y rendición de cuentas incluido en el MEM que sea propicio para descubrir los fracasos específicos de las políticas y la incoherencia entre ellas para poder detenerlos.