Aspectos a tener en cuenta para la elaboración de la monografía Temática de la monografía La monografía debe abordar una tesis/hipótesis original que surja del análisis de diversos fenómenos simbióticos independientemente de los organismos involucrados. Por ejemplo, ‘los fenómenos simbióticos han jugado un papel esencial en la diversificación biológica’ – En otras palabras, la tesis/hipótesis es transversal a los contenidos de la materia y debe estar fundamentada por diversas evidencias de fenómenos simbióticos. ¿Cómo escribir una monografía? Si bien hay muchas formas y estilos de preparar una monografía, hay aspectos básicos comunes a todas. A continuación se ofrece una guía sobre estos aspectos. Para realizar la monografía hay que tener en cuenta: La tesis La tesis es un aspecto central de la monografía, es la hipótesis que el autor intenta probar con la misma. El argumento El argumento es el sistema lógico que utiliza el autor para probar la tesis de la monografía. Esto de ninguna manera es un resumen de la información recabada por el autor, sino la explicitación de la estructura lógica que el autor sigue para probar la tesis. La búsqueda del material Una vez definido el objeto de estudio o tesis de la monografía, es necesario valerse de fuentes, es decir, datos, libros, artículos científicos que hagan verificable la misma y, a la vez, permitan a los lectores profundizar el tema. Para la elaboración de la monografía hay que estar al tanto del "estado del arte", esto implica conocer los trabajos realizados sobre el tema y consultar las obras de síntesis relacionadas con el contexto temático que enmarca la tesis. Siempre es útil contrastar la tesis y los objetivos con las conclusiones como para tener una idea de la coherencia interna del trabajo. Estilo para la presentación del trabajo Se presentará el texto justificado a ambos márgenes. Las palabras deben ir separadas por un solo espacio. Los taxones genéricos e infragenéricos se escribirán en cursiva. La sangría, al comenzar cada párrafo puede ser de dos o tres espacios. Los nombres científicos se presentan en bastardilla. Oraciones y párrafos En lo posible, se trata de no escribir párrafos ni oraciones muy largos. Si en el borrador se han dejado fluir las ideas, esta es la hora de acotarlas, separarlas y evitar la profusión de pronombres y subordinadas. Es conveniente releer varias veces y desde le principio el escrito para comprobar su cohesión y mantener la unidad temática. La subdivisión en párrafos y la inclusión de subtítulos, en general, facilita la comprensión. Al elegir títulos y subtítulos debe pensarse que sean a la vez significativos respecto del contenido del texto y atractivos para el lector. Un título sugerente invita a la lectura, y es posible imaginar versiones más interesantes que la sola enunciación del contenido disciplinar. Aspectos gráficos Es importante que la información de las figuras no sea redundante con respecto a la que se presenta en el texto. Además, la leyenda de la figura debe ser autoexplicativa. Cómo citar Todas las referencias citadas en el texto deben estar enumeradas al final del manuscrito. La lista de referencia al final del manuscrito debe contener sólo aquellas citadas en el texto. Los autores se ordenan alfabéticamente; si existieran varios trabajos del mismo autor, se citarán en orden cronológico, adjuntando las letras a, b, c, etc., cuando corresponda. Si el número de autores es mayor de dos, agregar et al. al primero de ellos cuando se lo cite en el texto; empero, todos los autores deberán figurar en la bibliografía general. Las citas en el texto se efectuarán según los siguientes modelos: López (1948); (López, 1948); López (1947, 1965, 1986); López & García (1954); (López & García, 1954); López et al. (1948); (López et al., 1948). La bibliografía La bibliografía es una lista en la cual se describen las características editoriales de cada una de las fuentes consultadas por el autor sobre determinada materia. Se incluye al final del texto en orden alfabético y alineación francesa de acuerdo a los siguientes ejemplos: Gray, M. W., G. Burger & B. F. Lang. 1999. Mitochondrial evolution. Science 283: 1476-14 Jakobsen, I., S. E. Smith & F. A. Smith. 2002. Function and diversity of arbuscular mycorrhizae in carbon and mineral nutrition. In Mycorrhizal Ecology. Eds. M. G. A. Van der Heijden & I. Sanders. pp 75-92. Ecological Studies, Berlin.81. Smith, S. E. & D. J. Read. 1997. Mycorrhizal Symbiosis. Academic press, London.