La Argentina lidera la expansión del GNC en el Mercosur Los empresarios de la industria del Gas Natural Comprimido tratan de aprovechar sus casi dos décadas de experiencia en el segmento para generalizar el uso vehicular del combustible entre las naciones del Cono Sur. Consideran que el país está en condiciones de liderar ese proceso debido a que cuenta con un alto desarrollo tecnológico, una normativa de avanzada y el mercado más grande de la región. La industria argentina del GNC estuvo trabajando silenciosamente durante casi dos décadas con el objetivo de aumentar paulatinamente el mercado para ese combustible a partir, entre otras cosas, del desarrollo de tecnología propia. Ese es el motivo por el cual el país se encuentra actualmente en una posición ventajosa para explotar los beneficios de un negocio que en otras zonas del mundo recién comienzan a descubrir. Basta como ejemplo el hecho de que los especialistas argentinos suelen ser consultados por la prensa mundial sobre las bondades del gas natural para vehículos. Varios factores colaboraron con el surgimiento y afianzamiento de este segmento. La Argentina, en primer término, tiene una larguísima tradición -que se remonta a los orígenes de la compañía pública Gas del Estado- en la utilización de gas natural para uso domiciliario. El sector privado, por su parte, supo sumar a esa tradición la búsqueda constante de oportunidades que permitieran utilizar al hidrocarburo en vehículos. De esa manera, el país es actualmente líder en el diseño y la producción de diversos insumos empleados por la industria, desde la instalación de estaciones de servicio -que requieren equipamientos de alta sofisticación- hasta la elaboración de equipos de conversión. El crecimiento del sector pudo darse, a decir de Fausto Maranca -secretario de la Cámara Argentina del GNC y uno de los mentores del consumo de ese combustible desde la primera hora- debido a que fue posible cristalizar un mercado de consumo lo suficientemente interesante como para justificar inversiones en investigación tecnológica. A esta altura de las circunstancias, el empresario asegura: “Sin dudas, la Argentina, que tiene un gran consumo de gas natural tanto a nivel industrial como domiciliario, un extenso parque de automóviles a GNC, una interesante plataforma industrial de producción de insumos y una larga trayectoria en el segmento, cuenta con los conocimientos suficientes como para liderar la expansión del uso del combustible en el Cono sur”. El despegue regional Por iniciativa de la Cámara Argentina del GNC, se iniciaron tiempo atrás conversaciones a nivel Mercosur para extender la utilización de ese combustible a toda la región. Para lograr ese objetivo se requiere, entre otras cosas, que los sistemas de carga sean los mismos en los diferentes países. Las tratativas se encuentran avanzadas, y los empresarios locales están animados por la ingente posibilidad de negocios que generaría el proyecto. Desde la Cámara trabajan en esa dirección desde hace tiempo, pero esta vez se sumó la colaboración de la Cancillería argentina. “Contamos con el total apoyo del Estado argentino debido a que asumió que las exportaciones de productos vinculados con el GNC ya suman un número muy importante dentro del sector de las no tradicionales”, asegura Maranca. La cifra a la que hace referencia el directivo asciende aproximadamente a los 100 millones de dólares anuales. Y aunque entiende que en términos absolutos no se trata de un número demasiado elevado, destaca su importancia estratégica: es moneda americana que ingresa al 1/2 La Argentina lidera la expansión del GNC en el Mercosur país mediante la venta de tecnología de punta puramente nacional. Entre otras cosas, los empresarios locales estimulan la creación de “corredores azules”. De esa manera se denomina a aquellos caminos estratégicos en los que se intentará asegurar al transportista el aprovisionamiento de GNC durante todo el viaje y con un tiempo de espera lógico para concretar la carga. “En las grandes ciudades -recuerda Maranca- el conductor de vehículos livianos y usuario de este combustible tiene la posibilidad de elegir dónde cargar, pero en la ruta es necesario planificar la cadena de abastecimiento”. El esfuerzo que demanda ese emprendimiento estaría justificado. Según los cálculos, la ruta más importante podría llegar a comercializar 1 millón de m3 por día. Sin embargo, persiste una preocupación en relación con el proyecto: aunque la Argentina, Chile, Bolivia y Brasil trabajan en su concreción, Uruguay -a pesar de contar con la normativa argentina- quedaría fuera del circuito. Uno de los grandes objetivos de la Cámara es sumar al país oriental en la iniciativa. Otros temas Más allá de su interés por propagar el uso del GNC puertas afuera, los empresarios del sector tienen la intención de continuar ganando posiciones en el mercado interno. En esa dirección, inaugurarán varios “gasoductos virtuales” en el futuro inmediato. Se trata de un sistema de transporte en camiones que lleva el hidrocarburo hasta aquellas zonas donde por su bajo consumo no es rentable colocar un ducto. Aunque en el lugar se tienden redes, su suministro no proviene de un caño sino de gas comprimido. Dado que en este caso la inversión es menor, el emprendimiento resulta factible en términos financieros y, además, inicia el desarrollo del mercado de manera que en algún momento pueda ser abastecido por el método tradicional. “Es una salida más para la tecnología argentina y, al mismo tiempo, implica la posibilidad de aumentar la utilización de gas dentro del país”, asegura Maranca. “Se trabaja como si hubiera un gasoducto, pero en realidad el gas se descomprime para distribuirlo. Estos desarrollos serán un nuevo semillero para más inversiones.” En poco tiempo más este servicio estará instalado en ocho localidades de la provincia de Córdoba, juntamente con una estación de servicio secundaria y un sistema de distribución para uso residencial, industrial y comercial en cada caso. En vías de aumentar su participación en la plaza local, los empresarios del GNC también agitan otra bandera. En efecto, ahora van por el transporte tanto de cargas como de pasajeros. “Más allá de los intereses antagónicos a nuestra propuesta, algo que resulta lógico, queremos estimular la sustitución del gasoil por GNC, sobre todo en el transporte pesado”, explica el ejecutivo. “Además, aspiramos a que la industria automotriz en el país luego tome esta posta y nazca un centro de desarrollo tecnológico que constituya una nueva manera de exportar”. 2/2