A Juan Ramón Jiménez 1.−LOCALIZACIÓN 1.1−Época y corriente literaria Modernismo,

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A Juan Ramón Jiménez
1.−LOCALIZACIÓN
1.1−Época y corriente literaria
Este poema pertenece al movimiento literario conocido como Modernismo, pero de manera suave.
Fue un movimiento de profunda renovación literaria, que apareció durante la década de 1880, tuvo su auge
hacia 1910 y toca su fin en el primer tercio del siglo; sus autores fundieron lo nuevo y lo antiguo, lo nativo y
lo foráneo tanto en la forma como en los temas.
La mayoría de los modernistas eran poetas, pero muchos de ellos cultivaron, además, la prosa, hasta el punto
de que la prosa hispana se renovó al contacto con la poesía del momento. El iniciador del movimiento fue el
peruano Manuel González Prada, ensayista de gran conciencia social. Entre los principales poetas modernistas
se encontraban el patriota cubano José Martí, el también cubano Julián del Casal, el mexicano Manuel
Gutiérrez Nájera y el colombiano José Asunción Silva, aunque fue el nicaragüense Rubén Darío quien se
convirtió en el más destacado representante del grupo tras la publicación de Prosas profanas (1896), su
segunda obra mayor, y él fue el verdadero responsable de conducir el movimiento a su punto culminante.
Tanto él como sus compañeros de grupo materializaron el mayor avance de la lengua y de la técnica poética
latinoamericana desde el siglo XVII.
Al mismo tiempo, otros muchos escritores ignoraron el modernismo y continuaron escribiendo novelas
realistas o naturalistas centradas en problemas sociales de alcance regional.
El relato breve y el teatro maduraron a comienzos del siglo XX de la mano del chileno Baldomero Lillo, que
escribió cuentos de mineros, como Sub terra (1904), y de la de Horacio Quiroga, autor uruguayo de historias
de la jungla en Cuentos de la selva (1918).
La instauración del modernismo en España se debe mucho a dos movimientos poéticos desarrollados en
Francia desde mediados del siglo XIX.
El Parnasianismo; así llamado porque se manifestó con su revista Le Parnasse Contemporain (1866−1876),
postula el arte por el arte, bien lejos de las ambiciones trascendentales y sentimentales del romanticismo . Sus
partidarios aspiran a crear poemas que sean objetos bellos, tratando temas exóticos y ornamentándolos con un
lenguaje musical y brillante, y con una solidez marmórea y , por tanto, fría casi siempre. El maestro de esta
escuela fue Leconte de Lisle.
El Simbolismo; posee una ambición trascendental; formulado, sobre todo, por Charles Baudelaire (Las
flores del mal, 1857) . Supone que todo el universo, físico y espiritual, forma un conjunto armonioso, que está
unido entre sí por invisibles correspondencias, y el poeta es quien se encarga de revelarlas. De ese modo, una
puesta de sol, por ejemplo, puede verla el escritor como símbolo de la decadencia de los seres. Este supuesto
sugiere al lírico comparaciones y, sobre todo, metáforas, de gran belleza a veces.
Contexto histórico en Europa
El siglo XIX había acabado apaciblemente para la burguesía europea (es la belle époque), con los grandes
imperios florecientes. Hubo, además, ciencia de primera magnitud (Einstein y Max Plank, por ejemplo, y su
teoría de la relatividad; teoría cuántica, avances en el estudio de la evolución planteada por Darwin; la
radiactividad de la que se ocuparon Pierre y Marie Curie; o la radio, inventada por el italiano Marconi.
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Norteamérica se incorporaba poderosamente a la investigación científica y técnica con inventores como
Edison(bombilla, gramófono) y el desarrollo de la aviación y el automovilismo. Pero todas estas
circunstancias positivas no impidieron que, en 1914, estallara la Gran Gerra o Primera Guerra Mundial,
durante la cual España se mantuvo oficialmente neutral, y en la uqe participaron treinta y dos países, entre
ellos, Gran Berta, Francia, Rusia e Italia contra Alemania y Austria−Hungría; terminó con la victoria de los
primeros (1918), decisivamente ayudados por los Estados Unidos.
Contexto histórico en España
En el año 1898 España pierde Cubo, Puerto Rico y Filipinas, últimos restos de su imperio. Aal comenzar el
siglo XX, ocupa el trono español Alfonso XIII, hijo póstumo de Alfonso XII, pero al ser menor de edad,
desempeña la Regencia su madre María Cristina de Habsburgo−Lorena, hasta 1902 en que, con dieciséis años,
comenzó a reinar. Continúa desarrollándose la política del siglo anterior, que reconoce grandes poderes al rey,
y en que dos destacados políticos ocupan el centro del escenario político: Antonio Maura y José Canalejas. El
desastre del 98 pesa sobre los comienzos del siglo: es un país industrial, cultural, económica y técnicamente
atrasado y, por ello, ha perdido mucho prestigio internacional. Esta situación dará origen a los
Regeneracionistas, así llamados porque desean aprovechar la conciencia general de decadencia para presentar
planes de acción que regeneren el país, como el santanderino Ricardo Macías Picabea, y el aragonés Joaquín
Costa, que proponen enérgicas medidas de gobierno para paliar el presente y , sobre todo, preparar un futuro
digno de la patria. Costa afirma que el orgullo de nuestra historia no debe ser un pretexto para la inacción:
había que echar doble llave al sepulcro del Cid. La voz apocalíptica de Costa producirá honda impresión en
escritores más jóvenes, como Unamuno, Azorín y Ortega y Gasset. Estos jóvenes escritores reaccionan de
modos diversos al desastre.
Unos, preocupados sólo por el arte, se detienen de los asuntos públicos pero hallan en la derrota nuevos
argumentos para arreciar sus ataques contra la literatura anterior, y para buscar nuevos caminos. Siguen a
Rubén Darío, acentúan su inconformismo con formas de vida bohemia y no se vedan ninguna audacia. Serán
los modernistas propiamente dichos.
Otros, aunque inicialmente seducidos por las novedades del nicaragüense, hallan que aquel esteticismo
−princesa, lagos, cisnes, fantasía, exotismo− no les satisface en hora de tanto desconsuelo. Y aunque
comparten con los anteriores la misma inquietud estética, la misma rebeldía contra lo anterior− por eso los
llamaban también modernistas− se apartan de aquel formalismo. En un principio, algunos actúan como
regeneracionistas. Después, crean una literatura meditada y austera, cuyo tema central será España, sus
creencias, su pasado y su presente. Este grupo de escritores recibirá el nombre de Generación del 98.
La oposición a la injusta situación social va creciendo, alentada por ideas socialistas y republicanas. La guerra
contra Marruecos, con el desastre de Annual (1922) aumenta el descontento del pueblo.
Sobreviene la dictadura del general Miguel Primo de Rivera (1923−1930) que, con la anuencia del rey ,
suspende la Constitución y el ejercicio de las libertades. Tranquilizó algo al país, y se hicieron reformas
económicas y obras públicas importantes. Pero el régimen era rechazado por los intelectuales y un gran
número de ciudadanos. El resultado de unas elecciones municipales probó al rey que no contaba con las
grandes ciudades , y se expatrió. El 14 de abril de 1931 se proclamaba pacíficamente la II República.
Generación del 98
La frontera entre Modernismo y Generación del 98 no es fácil de fijar. Sus componentes fueron muchas veces
amigos, y compartieron unos mismos credos, unas mismas lecturas, idénticas admiraciones y repulsiones,
participaron en actos colectivos, colaboraron en las mismas revistas, etc.
Algunos fueron modernistas en su juventud, y evolucionaron después hacia una actitud noventayochista
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(Antonio Machado) o hacia otra postura estética nueva (Juan Ramón Jiménez). En otros, coexisten tendencias
noventayochistas y modernistas (Manuel Machado, Benavente). Por fin, hay escritores preferentemente
modernistas (Rubén Darío, Valle−Inclán), o preferente y austeramente noventayochista. Así pues, y solo a
efectos pedagógicos, se distinguen dos grupos de escritores, cuyas obras se publican por los mismos años:
ðModernistas: Rubén Darío, Valle−Inclán, Manuel Machado, Villaespesa y Marquina.
ðNoventayochistas: Unamuno, Baroja, Azorín, Maeztu y Antonio Machado.
El término Generación del 98 fue acuñado definitivamente por Azorín, en unos artículos publicados en el
diario ABC (1913); incluía dentro del grupo a Valle−Inclán, Unamuno, Benavente ,Baroja ,Maeztu, Rubén
Darío y, por supuesto, a sí mismo. Al establecerse posteriormente el concepto de Modernismo, se separó del
grupo a Rubén Darío y se consideró unánimemente al lírico sevillano Antonio Machado como miembro
preclaro del grupo noventayochista.
Valle−Inclán partió de una estética acendradamente modernista en temas y lenguaje; después evolucionó en
ambas cosas, y sometió a crítica la vida española.
La Literatura Contemporánea
La Revolución Mexicana, iniciada en 1910, coincidió con un nuevo interés de los escritores latinoamericanos
por sus características distintivas y sus problemas sociales. A partir de esa fecha los autores latinoamericanos
comenzaron a tratar temas universales y han llegado a conseguir una impresionante calidad literaria que ha
despertado la admiración internacional.
La poesía
En la poesía, numerosos autores reflejaron en su obra los ideales del arte europeo como el cubismo,
expresionismo y surrealismo y españoles como el ultraísmo, denominación que recibió un grupo de
movimientos literarios que se desarrollaron en España a comienzos del siglo.
Teatro
El teatro latinoamericano continuó su proceso de maduración en gran cantidad de ciudades como Ciudad de
México y Buenos Aires, en las que se convirtió en un importante vehículo cultural. En México pasó por una
completa renovación experimental, representada por el Teatro de Ulises (1928) y el Teatro de orientación
(1932).
Ensayo
Los ensayistas posteriores al modernismo han sido muy activos, han adoptado una dirección nacionalista y
universal, y han ofrecido una gran variedad de puntos de vista intelectuales.
Narrativa
A partir de comienzos de siglo, la novela latinoamericana en español se ha desarrollado en tres fases: la
primera en la que dominaba la concentración en temas, paisajes y personajes locales, y que se vio seguida por
otra en la que se produjo una extensa obra narrativa de carácter psicológico e imaginativo ambientada en
escenarios urbanos y cosmopolitas, para llegar finalmente a una tercera en la que los escritores adoptaron
técnicas literarias contemporáneas, que llevaron esta literatura a un reconocimiento internacional y a un
continuo interés por parte del mundo literario. La nueva novela mexicana evolucionó a partir del realismo
como consecuencia de la influencia de escritores como James Joyce, Virginia Woolf, Aldous Huxley.
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Entre los restantes novelistas latinoamericanos que han escrito en español y que han conseguido
reconocimiento internacional, el antiguo regionalismo ha sido superado por nuevas técnicas, estilos y
perspectivas extremadamente variadas. El realismo mágico se puede aplicar a los más destacados narradores
capaces de descubrir el misterio que se esconde tras los acontecimientos de la vida cotidiana.
Con la obra de estos escritores, la novela latinoamericana escrita en español no sólo alcanzó su madurez, sino
que parece estar atrayendo la atención de un público internacional cada vez más numeroso.
Poeta, dramaturgo y narrador español, nacido en Sevilla en 1875 y muerto en Coillure (Francia) en 1939. La
sencillez y sobriedad de su mensaje poético, unidas a las sinceras reflexiones que lo humanizan y acercan al
pueblo, han hecho de él uno de los poetas emblemáticos de los defensores del alcance popular de la poesía.
2.2 Autor, obra y etapa
Hijo del matrimonio del folclorista Antonio Machado Álvarez y de Ana Ruiz, nació en el Palacio de las
Dueñas de Sevilla. Tras pasar su niñez en su ciudad natal ("mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla /
y un huerto claro donde madura el limonero"), viajó con su familia a Madrid, donde su abuelo había sido
nombrado catedrático de la Universidad Central.
Realizó sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza, a cuyo fundador profesó siempre la mayor
veneración y a cuya muerte dedicó la elegía "A Don Francisco Giner de los Ríos", publicada en Campos de
Castilla; posteriormente, completó sus estudios en los institutos San Isidro y Cardenal Cisneros. En estos años
fue cuando conoció a Valle−Inclán. Fueron años de dificultades económicas: su padre tuvo que emigrar a
América, destino que siguió, posteriormente, uno de sus hermanos. Su padre volvió enfermo a Sevilla, en
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donde murió sin volver a ver a sus hijos, que permanecían −Antonio lo estará siempre− al lado de su madre.
En 1893, publicó por primera vez un texto literario, aunque en prosa; hasta 1901 no verán la luz sus primeros
versos. Dicha primeras prosas aparecieron en el periódico La Caricatura, firmadas con los pseudónimos de
"Cabellera" y de "Tablante de Ricamonte" (el segundo utilizado cuando la pieza estaba compuesta en
colaboración con su hermano Manuel). Sus primeros versos vieron la luz en revistas como Electra o Helios.
Leonor Familia de Machado
En 1899 viajó por primera vez a París, donde residía su hermano Manuel y donde trabajó unos meses para la
editorial Garnier. En 1902 realizó un segundo viaje durante el que conoció a Rubén Darío. En 1893 publicó
Soledades. Mientras, participaba del mundo literario y teatral de Madrid. Conoció a Unamuno, Juan Ramón
Jiménez, etc. y formó parte durante unos meses de la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Díaz de
Mendoza.
En 1907 obtuvo la cátedra de Francés del Instituto de Soria y publicó la segunda edición de Soledades,
poemario ampliado ahora en Soledades, Galerías y otros poemas. Allí conoció a su mujer, Leonor Izquierdo,
con la que se casó en 1909. La juventud de la esposa (sólo dieciséis años frente a los más de treinta del poeta)
no fue óbice para que enfermara en 1911, durante un viaje a París con la beca que Machado había conseguido
de la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar filosofía con Bergson y Bédier, y que falleciera en 1912,
poco después de la publicación de la primera edición de Campos de Castilla. La desesperación que causó al
poeta la muerte de su esposa (a la que tantos poemas dedicó en la edición ampliada de Campos de Castilla,
publicada ya dentro de las Poesías Completas) lo impulsó a pedir el traslado a Baeza, donde impartió la
misma disciplina entre 1912 y 1919, fecha en la que se trasladó a Segovia buscando la cercanía de Madrid,
destino al que llegará en 1932. En 1917 publicó Páginas escogidas y la primera edición de Poesías
Completas, título que, desde ahora, llevará el conjunto de su obra, ampliado en sucesivas ediciones, salvo las
Nuevas Canciones, que aparecieron en 1924. Durante los años segovianos, colaboró en la universidad popular
fundada en dicha ciudad (entre 1915 y 1918 había obtenido la licenciatura en Filosofía y Letras). En 1927
ingresó en la Real Academia, y en 1928 conoció a su segundo gran amor: la poetisa Pilar de Valderrama, la
"Guiomar" de sus poemas, con la que mantuvo relaciones secretas durante años. Posteriormente, y hasta la
muerte de Guiomar en 1979, sólo se habló de ello con medias palabras, dado que ella estaba casada. Durante
los años veinte y treinta escribió teatro en colaboración con su hermano Manuel.
En 1936 publicó un libro en prosa, Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un
profesor apócrifo, en el que utiliza como portavoz de su pensamiento a uno de sus dos poetas "apócrifos",
inventados a finales de los años veinte (el otro es Abel Martín). La colección había aparecido en la prensa
durante 1934.
Durante la guerra civil, permaneció en Madrid participando en las publicaciones republicanas y haciendo
campaña −literaria, claro está− contra la sublevación, que cada vez avanzaba más. En 1939 fue evacuado a
Valencia (donde colaboró en Hora de España y participa en el Congreso Internacional de Escritores para la
Defensa de la Cultura) y de allí a Barcelona, desde donde, huyendo siempre de las tropas de Franco, pasó con
su madre el Pirineo, a pie a trechos, hasta Coillure, donde falleció al poco tiempo de su llegada, el 24 de
febrero de 1939. Su madre murió un día después.
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Machado en sus últimos días.
Fue notable la amistad que se consagró entre Machado y Juan Ramón Jiménez. Compartían ideología y el
mismo amor por la poesía que los demás integrantes de la Generación del 98.
En algunas etapas de su vida, Machado se carteaba con Juan Ramón, pidiéndole consejo o , incluso informarle
de su postura ante la Guerra Civil.
Carta de Machado a Juan Ramón Jiménez.
Obra:
La obra de Antonio Machado es fundamentalmente poética, a pesar de las incursiones en el teatro, siempre
básicamente poético, y en el ensayo, siempre con un tono bastante lírico. Con todo, es preciso establecer dos
apartados dedicados a poesía y teatro.
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La formación poética de Machado se puede resumir en tres puntos: el entorno intelectual de sus primeros
años, marcado primero por la figura de su padre, estudioso del folclore andaluz, y después por el espíritu de la
Institución Libre de Enseñanza; la influencia de sus lecturas filosóficas, de entre las que son destacables las de
Bergson y Unamuno; y, en tercer y último lugar, su reflexión sobre la España de su tiempo. A todo ello hay
que sumar, por supuesto, la influencia de Rubén Darío, al que conocería en sus años de triunfo en París.
Machado se inicia como poeta, por tanto, sumando al modelo de poesía impulsado por Campoamor −que
marca toda la segunda mitad del XIX español− la estética del Simbolismo francés −que el poeta conoce de
primera mano y no a través del Modernismo−. De ahí que los elementos simbolistas de su poesía se no se
deban tanto a los hallazgos del Modernismo, con el que, sin embargo, tiene concomitancias evidentes, como
coincidencias en los modelos, lo que explicaría lo que tantas veces se ha llamado el "peculiar" Modernismo de
Machado. Así, Galerías es parco en los ricos elementos sensoriales con que la poesía modernista solía
engalanarse, pero abunda en elementos simbólicos, generalmente relacionados con el paso del tiempo,
obsesión constante de la poesía de Machado y causa última de la profunda melancolía que impregna su obra.
Así, Soledades se presenta como un libro que rompe con el prosaísmo de la poesía española, pero no abraza
de lleno la estética modernista triunfante:
"[...] Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla".
Campos de Castilla presenta un total cambio de perspectiva: el poeta de las galerías interiores se vuelca hacia
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el mundo exterior.
Coincidiendo con la reflexión acerca de España de los autores del 98 y a raíz de su encuentro con el paisaje de
Castilla, el poeta se vuelca hacia la naturaleza y hace, a partir de ella, una reflexión sobre la realidad española
a la que, como los demás autores del noventa y ocho, aspira a cambiar. Destacan en este aspecto poemas como
"Por tierras de España", "Campos de Soria" o "El dios ibero", aunque no falten poemas de carácter
descriptivo, como el bellísimo "Orillas del Duero", u otros en los que une la reflexión sobre el cainismo
hispano, tan noventayochista, con la afición por el folclore inculcada por su padre.
Primera edición de Campos de Castilla
Es el caso de su adaptación al romance de la leyenda recogida de labios de un carretero, y transcrita también
en prosa, titulada "La tierra de Alvargonzález". Otras veces, en fin, la contemplación del paisaje o de
cualquiera de sus elementos da pie a una sincera introspección que descubre las inquietudes más íntimas del
poeta:
"A un olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido [...].
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera".
El libro conoció una ampliación en la que aparecieron poemas escritos ya en Baeza en recuerdo de la tierra de
Soria y, sobre todo, de Leonor. De entre éstos destaca el enviado "A José María Palacio":
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"Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega...!".
Hasta 1924 no publicará Machado otro título, Nuevas Canciones. Esta tardanza parece indicio de un deseo de
variación y búsqueda de nuevos caminos dentro de la estética tradicional, toda vez que los experimentos de la
vanguardia no lo satisfacían. La heterogeneidad del contenido es, además, muestra del deseo de Machado por
no repetirse. Junto a la presencia del paisaje andaluz y de las estrofas tradicionales, en las que comienza a
volcar pensamientos de carácter filosófico ("Poned atención: / un corazón solitario / no es un corazón"), son
destacables, en las sucesivas ampliaciones, las primeras canciones a Guiomar. Gracias a ella, el tema amoroso
cobra nuevos pujos en la obra machadiana:
EL AMOR Y LA SIERRA
"Cabalgaba por agria serranía,
una tarde, entre roca cenicienta.
El plomizo balón de la tormenta
de monte en monte rebotar se oía.
Súbito, al vivo resplandor del rayo,
se encabritó, bajo de un alto pino,
al borde de la peña, su caballo.
A dura rienda le tornó al camino.
Y hubo visto la nube desgarrada,
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y, dentro, la afilada crestería
de otra sierra más lueñe y levantada
−relámpago de piedra parecía−.
¿Y vio el rostro de Dios? Vio el de su amada.
Gritó: ¡Morir en esta sierra fría!".
La obra poética de Machado, a falta de los versos perdidos durante la huida a Francia, concluye con un grupo
de poemas conocidos como "Poesías de la guerra", que añaden un último eslabón a la cadena mostrando la
visión de la España en guerra en aspectos tan diferentes como el amor (véase, al respecto, el estremecedor
soneto "De mar a mar y entre los dos la guerra", dirigido desde Valencia, pero nunca enviado, a Guiomar,
refugiada en Lisboa), o la suerte de los inocentes (así "La muerte del niño herido" o la elegía por García Lorca
"El crimen fue en Granada"). Aparecen también recuerdos de las tierras de Soria o coplas que reflejan el
ambiente popular que se vivió en los días de la guerra. En su bolsillo, después de su muerte, se encontró el
verso "Estos días azules y este sol de la infancia", que cierra siempre las ediciones de su obra poética.
El teatro escrito por los hermanos Machado se escribe y estrena entre 1926 (Desdichas de la Fortuna o
Julianillo Valcárcel) y 1932 (La duquesa de Benamejí) y consta de otras cinco obras, además de las dos
citadas. Son éstas: Juan de Mañara (1927), Las Adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929) y La prima
Fernanda (1931), escritas todas en verso, lo mismo que Julianillo Valcárcel, y El hombre que murió en la
guerra, escrita en prosa y no estrenada hasta 1941. La Duquesa de Benamejí está escrita en prosa y verso.
Asimismo, adaptaron para la escena los hermanos Machado comedias de Lope de Vega como El Perro del
Hortelano o La Niña de Plata, así como Hernani de Víctor Hugo.
Su dramaturgia permanece dentro de los límites del teatro comercial del momento, aunque con el indudable
acierto de la lengua poética de ambos hermanos.
Etapa: Es de suponer que este poema se escribió poco después de la salida de Arias tristes en 1903, colección
que Machado reseñó en el País ,14−II−1904. Indudablemente corresponde a la época anterior de Campos de
Castilla en el desarrollo del poeta.
2.− PLANO DEL CONTENIDO
2.1− Resumen
Se describe una noche del mes de mayo con luna brillante, el suave canto de un pájaro, todo se desarrolla en
un jardín con una fuente expulsando agua ininterrumpidamente, luego escuchó la música de un violín , pero el
ruiseñor se calló y el violín dejó de sonar.
2.2− Tema
La soledad de una noche de verano.
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2.3− Estructura
ðExterna: ocho estrofas.
ðInterna: se distingue una estructura con un solo bloque temático, todo el poema corresponde a la descripción
de las cosas que observa el autor.
3.− PLANO DE LA EXPRESIÓN
3.1−Forma de elocución
El poema es una narración de todo lo que el autor experimenta esa noche de mayo, por lo tanto es un
monólogo, pero tiene toques de descripción al referirse a la triste melodía o al oculto ruiseñor.
3.2.−Género y subgénero literario
Pertenece al género de la lírica y al subgénero elegíaco , ya que a través del silencio y la soledad de la noche
que describe Machado da a conocer el sentimiento de soledad que él mismo experimenta.
4.−CONTENIDO Y EXPRESIÓN
4.1.−Métrica
Cada verso mide ocho sílabas; veros octosílabos de arte menor con rima consonante siguiendo el esquema:
abab . El poema lo componen siete cuartetas.
4.2.− Recursos estilísticos
Figuras de pensamiento: plano léxico−semántico ð descriptivas: enumeración: verso 2:
de mayo, azul y serena Describe mediante sustantivos el tipo de noche que quiere expresar.
ðOblicuas: reticencia: verso 22: y la fuente una quimera... La frase queda sin acabar.
Figuras de lenguaje: plano morfosintáctico ðpor combinación: hipérbaton: versos 3 y 10:
sobre el agudo ciprés de un oculto ruiseñor Se invierte el orden lógico de los adjetivos tras el sustantivo.
ðpor repetición: polisíndeton: versos 19 y 20:
para la luna y el viento, el agua y el ruiseñor Se repite la conjunción y.
Plano fónico ðAliteración: versos 7 y 29: sollozando sólo la fuente se oía Repetición del sonido s con efecto
eufónico.
Tropos: ðMetáfora: versos 24 y 17: un acorde lamento alma de la primavera Comparación entre dos
realidades.
ðPersonificación: versos 6,7,14 y 28: el agua surtía sollozando vagó por todo el jardín Se le atribuyen a
seres inanimados cualidades de seres animados.
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5.−CONCLUSIÓN
5.1.−Síntesis
Una vez más, Machado demuestra su gran personalidad como poeta interpretando la realidad de una noche
como un conjunto de sentimientos y sensaciones de tristeza que se intuyen por medio de palabras y sutilezas,
como hace en la mayoría de sus poemas es un genial poeta sentimental y de gran sensibilidad.
ÍNDICE:
• LOCALIZACIÓN
1.1 Época y corriente literaria.
• El Modernismo
contexto histórico en España y Europa. Generación del 98
• Literatura contemporánea
Poesía , teatro, ensayo y narrativa
• Autor, obra y etapa
• PLANO DEL CONTENIDO
• Resumen del contenido
• Tema
• Estructura
• PLANO DE LA EXPRESIÓN
• Forma de elocución
• Género y subgénero literario
• CONTENIDO Y EXPRESIÓN
• Recursos estilísticos
• CONCLUSIÓN
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