CARLOS ALBERTO JIMÉNEZ V. Magister Comunicación y Educación PHD Profesor Titular Universidad Libre Seccional Pereira TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO DEL DESARROLLO Y DEL APRENDIZAJE ADD/ADHD. CARLOS ALBERTO JIMÉNEZ V “En los últimos 10 años estamos vivenciando una ola epidémica con la proliferación alarmante de niños a quienes se señalan poseedores de un desorden neurológico que limita o dificulta su aprendizaje escolar y su adaptación familiar y social. Este desorden es conocido como el ADHD”. (Evelyn Brachetti) Factores genéticos 8- Causal S-8 7- Sutil S-7 6- Psíquica S-6 Sistema inmunológico 4- Regla / rol (conop)(yo rol) 3- Mente Rep (yo conceptual) 2- Emocional (yo emocional) Disimbolia S-3 Purínico S-2 Celíaco 1- Sensoriofísica (yo físico ) S-1 0- Matriz Intrauterina (yo lúdico) S-0 Estructura básicas del desarrollo humano Afasia Sistema endocrino Sistema nervioso Familiar Dislexia Disgrafía Déficit de atención (DDA) Síndrome – tr astorno HIPERACTIVIDAD AUTISMO (Selfs) ESPECTR O (TPD) Alexía Agrafía Problemas del lenguaje (DDAN) ESTIMULACION NEUROPEPTICA S-4 LUDOTERAPIAS COGNITIVAS 5- Reflexivo – formal (formop) (yo S-5 universal) Correspondiente Patologías características Factores Ambientales Estrategias de intervención sugeridas (entre otras) TRANSTORNOS DEL COMPORTAMIENTO Y DEL DESARROLLO Y ALGUNAS MODALIDADES DE TRATAMIENTO DESDE LA NEUROPEDAGOGÍA, LA LÚDICA Y EL JUEGO (C arlo s Alberto Jiménez V. ) Los trastornos del comportamiento y del desarrollo (véase: figura: -), tienen una estrecha relación con las estructuras básicas del desarrollo humano vistas desde la epistemología genética de Jean Piaget y desde la visión del desarrollo espiritual que nos plantea Ken Wilber*. Las evidencias nos sugieren que una intervención pedagógica o terapéutica en forma unidimensional o disciplinar no tiene sentido, ya que sólo se atacan los síntomas de estos trastornos del desarrollo. Es así, como los síndromes ADD/ADHD deben ser resueltos por nuevos profesionales que logren hilvanar o tejer en forma teórica y práctica el paradigma de la neurociencia, el de la interioridad humana, el de la antropología y el de la sociología (véase: grafico). Hacia la construcción de un Paradigma Holoárquico - Holístico Paradigma de la interioridad humana Paradigma Biológico – Neurofisiológico Medico Patología c ausal Patología Sutil Trastornos Psíquic os Probl emas sr ate Patología existencial Neur otrans mis ores Neur osis de identi dad Neur ohor monas Patologí a de guiones Psiconeurosis Péptidos Narcisista – bordeline Trastornos del desarrollo – Conducta Psicosis Patología peri natal Homo-Habilis Homo-Sapiens Homo-Ludens Homo-Ludens Amans Homo-Amans Sapiens Problemáticas culturales Homo-Ludens Demens Homo-Computa mutante Homo-Racional Narratium Paradigma Antropológico Trastornos Biológicos Patologías clínic as Problemáticas sociales Fuerzas de Producción Instituciones Ubicaciones Geopolíticas Tribus, Aldeas, Ciudades, Naciones, Planetas Modalidades Tecnológicas Sociedades Globales Virtuales, Computantes Paradigma sociológico En consecuencia, podríamos destacar la necesidad de poseer una visión holoárquica* sobre los sistemas inmunológico, endocrino y nervioso que nos posibilite tener una percepción desde la ciencia sobre la necesidad de la integración del cuerpo, la mente, el espíritu, el alma, en el proceso de estas patologías y poder visualizar, de esta forma, cuándo un trastorno de la conducta o del desarrollo atraviesa un determinado estadio de desarrollo humano. * Ken Wilber en la actualidad es considerado uno de los científicos mas reconocidos de la psicología transpersonal, autor de un modelo jerárquico - estructural, basado en holoarquías, las cuales para el autor son jerarquías de orden creciente de desarrollo natural, donde la totalidad de un determinado nivel pertenece a la totalidad del siguiente nivel (jerarquías de desarrollo). Este modelo ha funcionado como matriz fundamental de la psicología transpersonal de los 70 a las 90. * La holoarquía es un ordenamiento de acontecimientos, en función de su capacidad holística De momento, basta precisar que las tradiciones místicas y contemplativas se encuentran de acuerdo con que el último nivel de desarrollo humano posible es la no – dualidad, es decir, la unidad de sujeto y objeto. Para Ken Wilber: “De la misma manera, oposiciones tales como la de sujeto y objeto, o la de tiempo y espacio, se revelan ahora en una recíproca interdependencia al punto de formar un continuo entretejido, una única pauta unificada. Lo que llamamos <<sujeto>> y <<objeto>> no son – comprar y vender – otra cosa que dos maneras diferentes de abordar el mismo proceso. Y como lo mismo es válido para el tiempo y el espacio, ya no podemos hablar de un objeto que esté localizado en el espacio o que suceda en el tiempo, sino solamente de una ocurrencia espaciotemporal. La física moderna proclama, en una palabra, que la realidad no puede ser considerada más que como una unión de opuestos” (1999:43). El Autismo Ahora bien, enfermedades como el autismo pueden ser tratadas entendiendo mejor las primeras fases de desarrollo humano, en las cuales en estos niños hay dificultad en la formación de redes de asociación del habla e inclusive del movimiento fino, ya que el patrón de organización de la red permanece (lo que se experimenta es un cambio estructural). Seguidamente, en la fase sensorio motriz, en estos niños no se produce un alto grado de mielinización de los axones, de esta forma se dificulta los impulsos nerviosos, pero no su paso, lo cual permite deducir, que las estrategias pedagógicas en las cuales se utilice el lenguaje de señas*, puede ser altamente beneficiosas para estos niños, ya que este tipo de lenguaje desarrolla la percepción visual y por lo tanto la inteligencia viso espacial de estos niños. Al respecto Frijof Capra nos dice: “Esta teoría quedó espectacularmente confirmada cuando Roger Fouts comenzó a trabajar con niños autistas. Su trabajo con los chimpancés y el lenguaje por señas le había hecho darse cuenta de que cuando los médicos dicen que los niños autistas tienen <<problemas del lenguaje>>, quieren decir, en realidad, que los tiene con el lenguaje hablado. De modo que introdujo el lenguaje por señas como canal lingüístico alternativo, del mismo modo que había hecho con los chimpancés. Tras un par de meses de practicar con las señas, los niños autistas rompieron su asilamiento y su comportamiento cambió de modo increíble”(2002:90). De hecho, en el autista hay que reordenar sus patrones de conectividad interneuronal, especialmente estimulando la corteza cerebral en lo relacionado con la motricidad. Al respecto la Neuróloga Doreen Kimura descubrió que el habla y los movimientos manuales precisos están controlados por una misma región motriz del cerebro. Aún así, lo más importante del cerebro no son las representaciones del mundo externo sino que permanentemente se encuentra auto modificándose (autopoiesis). En este proceso de autorregulación biológica, en los niños autistas, existen desequilibrios en la secreción de * Al respecto en el Liceo Comercial Aquilino Bedoya de la ciudad de Pereira, se ha introducido el lenguaje de señas, desde preescolar hasta la básica secundaria como un método para poderse comunicar con la población discapacitada de la región. También se hace para que se conozca una nueva forma de comunicación. opiáceos endógenos que producen que las beta-endorfinas aumenten, de tal forma que estas endorfinas se conviertan en los responsables directas de los estados de desconexión* que tienen los niños diagnosticados con autismo, con el contexto ambiental. En el primer mes de vida se vive en un estado autista completamente indiviso. Para Freud el recién nacido se haya en un estado oceánico completamente indiviso, un estado de absorción carente de ego al que llamó narcisismo. Por el contrario para Melanie Klein* el narcisismo se basa en las relaciones objetales, no existe falta de objeto al nacer, sino que el narcisismo se origina como consecuencia del intercambio que tiene el bebé con un objeto fantaseado. Para los psicoanalistas seguidores de Klein el inconciente está compuesto por fantasías con respecto a los objetos, son primarios e innatos y constituyen la representación psíquica de los instintos. Y así, dentro del yo se anidan todas las características buenas y malas en el objeto. Para Klein es imposible saber directamente lo que siente un recién nacido, sin embargo resulta inquietante destacar que Freud descubrió que existía un niño en el adulto, mientras que Klein reveló que existía un bebé en el niño. Según Klein conforme el bebé madura y se convierte en un niño, pasan a primer plano los mecanismos neuróticos que ocultan a los “sicóticos”, aunque estos nunca desaparecen” (Citado por Hinshelwood: 89). En consecuencia, estas angustias subyacentes no se disipan en etapas posteriores, sino que se manejan de otra forma en los diferentes niveles de la mente. En síntesis, para Melanie Klein y otros autores de la escuela psicoanalítica inglesa plantean que al nacer ya existe un yo rudimentario y relaciones objetales. También autores como Daniel Stern (1985) nos dicen, que: “Los niños empiezan a experimentar, desde el nacimiento, el sentimiento de un sí mismo emergente. Están predestinados a ser concientes de procesos autoorganizativos. Nunca experimentan período alguno de total indistinción entre sí mismos y los demás. No hay confusión entre uno mismo y otro, ni al principio, ni en ningún momento de la infancia. También están predestinados a ser capaces de responder selectivamente a sucesos sociales externos y nunca experimentan un estado similar al autismo” (1985:10). Refiriéndose a este hecho, Joseph Lichtenberg (1981), argumenta que, aunque el recién nacido carezca de autorepresentación simbólica, sus modos de experiencia son sin embargo sumamente diferenciados, relacionados con un objeto e interactivos. Trastornos del desarrollo y de la conducta ADD/ADHD * Estos son algunos de los motivos, por los cuales se usa naltrexona como tratamiento para inhibir el exceso de betaendorfinas, lo anterior permite que se mejoren las relaciones del niño con su entorno cotidiano. Que sienta más tranquilidad y se reducen también las tendencias a lastimarse. * Melanie Klein fue la precursora de la escuela de las “relaciones objetales”. Sicoanalista que utilizó la terapia con los juguetes a través de los cuales los niños al jugar planteaban claramente las relaciones recíprocas de los objetos (las personas). De este modo los juguetes demostraban de qué manera operan las fantasías inconcientes en la mentalidad del niño. El origen de las relaciones objetales para Klein parten del uso de juguetes, de los cuales son pequeños muñecos con forma de hombre y de mujer, apuntaban a la relación con los objetos. Esta autora subrayó la angustia del niño con respecto a las personas y cosas con las que se relaciona o provocada por estas. De esta forma se rechaza la noción de pulsión y se concentra en relaciones con el objeto. Los principales síntomas de la problemática del síndrome de déficit de atención, con o sin hiperactividad (ADD/ADHD), son: la inatención, la impulsividad, la hiperactividad emocional y en algunos casos la agresividad. Lo anterior puede ser producto de trastornos biológicos – genéticos o debido a factores externos de tipo ambiental (algunos relacionados con el contexto intrauterino). Al respecto, es necesario señalar que estos problemas actualmente son padecidos por más del 5% de la población infantil, y por más del 50% de los padres de los niños con estos síntomas. No obstante, existen países donde el porcentaje es más alto. Es necesario decir que este tipo de trastornos del desarrollo no sólo tienen causales de orden biológico, debido a que la complejidad humana en la esfera de los sentimientos, las emociones, las conductas y los pensamientos, no se puede reducir al problema biológico, por ejemplo, de un receptor de dopamina. Desde este punto de vista es imposible limitar el comportamiento humano a la patología de uno o de varios genes. En otras palabras, también podríamos afirmar que este síndrome tampoco es originado sólo por factores externos relacionados con la familia, la escuela y la sociedad. A pesar de que las investigaciones más recientes plantean que el ambiente juega un papel más determinante que lo biológico en estos problemas. Habiendo llegado a estas primeras conclusiones es necesario plantear que también existen muchos factores que tienen incidencia en estos trastornos, y se refieren específicamente al nuevo estrés de la post-modernidad y a las influencias internas y externas de los ambientes intrauterinos, en especial relacionado con que un “mal útero”, que pueden producir desequilibrios químicos y deficiencias en el flujo de la dopamina, la serotonina, la noradrenalina, acetilcolina, glutamato y algunos otros neurotransmisores que segregan las neuronas de ciertas zonas del cerebro para inhibir o modular la actividad de otras neuronas. La situación anterior, puede tener una gran influencia en la desorganización de la cartografía genética encargada de los procesos de estimulación e inhibición de estas sustancias endógenas. Estas son algunas de las razones, por las cuales en este libro, se ha hecho tanto énfasis en la química cerebral, sin desconocer la influencia del entorno social, cultural y educativo en que el que viven los niños con ADD/ADHD. En consecuencia, se asume de entrada que estos trastornos son una intricada red de procesos y de sucesos relacionados con el mapa genético y los factores ambientales. Para los procesos de diagnóstico y tratamiento de este síndrome se utilizan exámenes clínicos, tecnológicos, observaciones, escalas de conducta, test psicológicos y pedagógicos, tareas de ejecución, entre otros. Sin embargo, en este libro se presentan dos instrumentos para diagnosticar estos problemas, un poco diferentes de los tradicionales, y específicamente, son los siguientes: Diagnóstico de estilos de pensamiento Si asumimos de entrada que la mente de un niño hiperactivo es similar a la de un niño creativo (Cramond:1994), es decir, usa un estilo de pensamiento, caracterizado no sólo por la alta actividad y velocidad del pensamiento, sino por la capacidad cognitiva de poder observar y analizar las cosas de forma diferente a las de un sujeto que no tenga dicho trastorno. Refiriéndose a esto situación, T. Armstrong, nos dice: “Si planteamos que el niño con este síndrome tiene una mente que no se queda quieta, sino que se centra en cualquier cosa que le interese, y que lo hace de un modo muy global e idiosincrásico, entonces, nos acercamos mucho al tipo de mente que parece caracterizar a la persona creativa” (2001:46). Es así, como a través de la historia muchos individuos hiperactivos fueron rotulados como “locos”, o como “enfermos con daño cerebral mínimo” y en muchos casos han sido mal medicados por instituciones relacionadas con la salud. Son muy pocas las investigaciones que hay sobre estilos de pensamiento y de inteligencias múltiples* que pueden tener estos niños. De hecho el diagnóstico, que se presenta en este libro (ver: apéndice), utilizando la teoría del cerebro total de Ned Herrmann (ver: libro del autor: Neuropedagogía Lúdica y competencias), lo que pretende es intentar detectar cuáles son las dominancias cerebrales y las inteligencias múltiples respectivas, de los niños con problemas. De esta manera, se podría detectar cuáles son los ambientes de aprendizaje ideales para fortalecer las debilidades encontradas en estos niños. Ahora bien, los diagnósticos cerebrales, hechos para intervenir otro tipo de problemas, se sugiere consultar al respecto la obra del autor (Ver: Bibliografía alrededor de la Neuropedagogía). Matriz de registro lúdico Los mecanismos e instrumentos empleados para diagnosticar el ADD/ADHD, son múltiples y muy limitados. Las evidencias nos sugieren que para evaluar en forma más profesional e idónea estas problemáticas es necesario abordarla desde un enfoque interdisciplinario que incluya: Neuropediatras, Neurólogos, Pedagogos, Psicólogos, Pediatras, Terapeutas Lúdicos, Médicos Familiares, etc. En consecuencia, el instrumento que se presenta en este libro (ver: apéndice), para elaborar diagnósticos con niños que tengan el síndrome de déficit de atención con o sin hiperactividad ADD/ ADHD, desarrolla tres ejes evaluativos en una misma hoja de registro. El primero sobre observaciones básicas del niño cuando juega y los otros dos ligados a comportamientos cognitivos un poco más complejos. Los mecanismos de observación y de evaluación del instrumento son de fácil manejo y sólo se requiere que después de una observación metódica se elabore una hipótesis primaria, en la cual sólo es necesario el manejo de una variable (causa – efecto), de la siguiente manera: “Si tal cosa ocurre…..tal cosa sucede….”. De igual forma, para el manejo de la segunda hipótesis de corte Para Howard Gardner existen ocho inteligencias: lógica – matemática, lingüística, musical, espacial, corporal – cinética, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Para el autor de este libro, fuera de las anteriores existen cuatro más: inteligencia lúdica, inconsciente instintiva, investigativa y espiritual (ver libros del autor: “Neuropedagogía Lúdica y competencias” * cognitivo, se sugiere la utilización de dos o más variables (causa 1, causa 2 – Efecto 1, efecto 2), es decir, si tal causa, y tal causa ocurren, tal efecto y tal efecto suceden. Seguidamente, para el nivel cuatro de la matriz se sugiere la intervención de profesionales en el área de la educación y de la Psicología que logren diagnosticar los mapas comportamentales y las estructuras más profundas del síndrome. La Ritalina En lo relacionado con el tratamiento de este trastorno con el clorhidrato de metil fenidato (ritalina), dexedrina, cafeína, SR20, Cylert, y otros fármacos utilizados por la psiquiatría, como el prozac y el trofanil, etc, se han conseguido algunos resultados que se hace necesario destacar, como la disminución de la hiperactividad emocional, de la inquietud motora, el aumento de la atención, la disminución de la impulsividad, agresividad, la ansiedad, el control de los desarreglos emocionales, etc. (dependiendo del tipo de hiperactividad). Al respecto, J.M. Swanson (1993), sobre una de las drogas más utilizadas nos dice lo siguiente: “la ritalina, es una droga de acción breve, cuyos efectos desaparecen a las pocas horas de haberla ingerido. En consecuencia, no es de ninguna manera, una cura o si quiera un intento serio de atacar de raíz lo que sea que fuere el ADHD. Sólo sirve para aliviar los síntomas”. Aunque, hoy en día, la industria farmacéutica ha logrado elevar sus efectos entre seis y ocho horas. Al respecto es necesario reiterar sobre la necesidad de buscar otras alternativas diferentes al uso de fármacos, como las ludoterapias que se plantean en este libro. Las Terapias Lúdicas El problema del tratamiento con estos fármacos es que al disminuir los síntomas del trastorno (hiperactividad, inatención, impulsividad), muchos de los profesionales especialmente relacionados con el área de la salud, descartan la posibilidad de utilizar otros métodos que requieren de por sí más tiempo y mucha paciencia como las terapias lúdicas que se presentan en este libro. Estas básicamente lo que intentan es hacer que el cuerpo del niño y su cerebro produzcan mayor cantidad de opiáceos que van actuar de forma similar o superior que los fármacos tradicionales usados como la ritalina que químicamente se ha demostrado que actúan en forma similar a la “cocaína”, con contraindicaciones entre muchas otras como las relacionadas con la predisposición y la adicción al uso inclusive de otro tipo de sustancias psicoactivas. Armstrong (2001:28), afirma: “La dificultad con la ritalina no es que los niños la tomen, sino que muchos profesionales y padres recurran a ella con demasiada rapidez y recomienda su uso para demasiados niños que podrían no necesitarla si se les diera acceso a una gama mas amplia de estrategias (véanse Breggin, 1998: Diller, 198; Divoky, 1989 Garber, Garber y Spizman, 1997). Actualmente nuestras culturas, debido al proceso de modernización y globalización, tienden a establecer pautas educativas y culturales muy por encima del grado de desarrollo humano de sus habitantes (competitividad, calidad, competencias, etc.). Para D. Elkind (1988), escribe al respecto: “Pareciera que estamos empujando a nuestros niños a que crezcan con demasiada rapidez, haciéndolos avanzar, a través de las etapas del desarrollo antes de que estén listos para superarlas”. De la misma forma para Armstrong “las tareas que antes se esperaba que realizaran los escolares de primer grado se están proponiendo ahora en el nivel preescolar. Las destrezas antes correspondientes al nivel preescolar han retrocedido al jardín de infantes (2001:53). A medida que aceleramos o adelantamos el desarrollo normal del niño (ver: etapas de desarrollo cognitivo de Piaget), esto fácilmente puede ser al causa del ADD/ADHD, que actualmente poseen entre el 3 y el 10% de los niños en edad escolar. Sin embargo, los planteamientos de este libro se refieren a otra serie causales neuro-sicoafectivas, que se gestan desde un “mal útero” y que pueden ser en gran medida causantes de la hiperactividad, desatención, e impulsividad. En este sentido, las emociones fuertes, la ira, el pánico, la ansiedad, la angustia, la melancolía, la depresión, la tristeza y los malos hábitos y comportamientos de la madre gestante y del contexto familiar influyen en el embrión y en el feto para que exista un desequilibrio de sustancias endógenas, que fácilmente producen este tipo de trastornos biológicos – genéticos. El contexto familiar, social y educativo son fundamentales para poder elaborar estrategias de prevención y de educación*, más que estrategias de curación, que son muy difíciles y muy costosas. Por último, tal como hemos venido planteando en forma reiterativa, no basta para solucionar estos problemas, ponerse las gafas desde el paradigma biológico – médico o desde el paradigma de la interioridad humana, sino que estos trastornos deben ser diagnosticados y tratados desde una visión holística – holoárquica, que logre articular los planteamientos de los diferentes profesionales de la salud y de la pedagogía, para poder de esta forma, interiorizar esta problemática en su totalidad, es decir, como nos expresa Armstrong: “En el marco de su psicología, personalidad, género, nivel de desarrollo, estilos de aprendizaje, antecedentes educacionales, origen cultural y medio social, si queremos comprender la naturaleza de su conducta y determinar qué instrumentos, enfoques y métodos pueden ser lo más eficaces para ayudarle” (2001:60). CARLOS ALBERTO JIMENEZ V. www.ludicacolombia.com www.ludica.com.co www.youtube.com/conexionludica www.worldtv.com/conexionludica [email protected] * Entre estas estrategias cabe mencionar: manejo de las conductas, terapias emocionales, estrategias modales de intervención, técnica cognitiva – conductual, técnica de autocontrol, estrategias pedagógicas, educación para la diversidad, educación inclusiva, neuropedagogía, entre otras.