14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS Javier Garrido. Subdirector del Servicio de Estudios de BME. Beatriz Alonso. Subdirectora del Área de Renta Variable de BME. pautas de comportamiento futuro a la luz del cuadro macroeconómico actual, las condiciones financieras esperadas y el perfil cualitativo de las familias que invierten en España. Actualmente, uno de los temas más recurrentes en los círculos económicos y en los medios de comunicación es la recuperación del ahorro familiar en el mundo desarrollado, especialmente en aquellos países que, como en el caso de España, se han visto golpeados simultáneamente por la crisis financiera y la inmobiliaria. Este proceso se está produciendo por una doble vía: la reducción del endeudamiento de los hogares y el aumento de la propensión al ahorro. Naturalmente, este fenómeno es objeto de especial observación por sus evidentes implicaciones en la evaluación de los diferentes escenarios de recuperación del crecimiento económico que se contemplan. En este artículo analizaremos una parte de la problemática que plantea el ahorro por los cambios que se producen en la composición de las carteras de inversión de los hogares, en este caso de los españoles. Trataremos de ver cómo se ha comportado la inversión directa en acciones de las familias españolas en los últimos años y cuáles han sido sus efectos sobre su posición financiera y patrimonial. Nos centraremos en la importancia que tienen los mercados regulados como mecanismo de acceso de los particulares al capital de las compañías y sus implicaciones. Haremos especial hincapié en las acciones y productos de renta variable cotizados (lo que en el ámbito anglosajón se denomina genéricamente como equity) y el gran valor de la liquidez, muchas veces ignorado en las decisiones de inversión de las familias. Y, por último, evaluaremos algunas TIPOS DE ACTIVOS: REALES VS FINANCIEROS El ahorro de las familias españolas está materializado mayoritariamente en activos no financieros (reales) en una proporción aproximada de 4 a 1 frente a los activos financieros (datos de 2008). De los cerca de 8 billones del valor total de los activos en manos de los hogares, 6 correspondían a bienes inmobiliarios y 1,7 a activos financieros, de los cuales sólo la mitad son de los calificados de inversión (en especial acciones, seguros y participaciones en fondos de inversión o de pensiones). Según la Encuesta Financiera de las Familias (EFF) españolas realizada por el Banco de España en 2005, el 87,4% de los hogares es propietario de algún activo real y el 96,5% de algún activo financiero. Sin embargo sólo el 18,7% poseen activos de inversión, siendo la propiedad directa de acciones cotizadas el activo de inversión más común entre las familias: un 11,7% son accionistas. El peso de los activos inmobiliarios en la riqueza neta de las familias españolas era del 86% en 2009, muy superior al 65% promedio en Europa. Por su parte el del equity (acciones, cotizadas o no) era del 5,4% frente al 11,4% europeo. 255 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA GRÁFICO 1. PATRIMONIO DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS (%) Fuente: Cuadernos de Información Económica GRÁFICO 2. AUMENTO DEL AHORRO Y DESCENSO DE LA INVERSIÓN DE LAS FAMILIAS Tasa de variación interanual (%) Fuente: BE español fue en 2009 del 567% del PIB (362% en Alemania, 403% en Italia y 595% en Francia). En ese mercado el valor de las acciones supone el 14,7% de los activos financieros totales y, en el caso de las familias, las acciones representaban casi el 21% de sus carteras financieras (un 45% de sus activos financieros netos frente a un 33% promedio en Europa). Sin embargo, la economía española tiene, en términos relativos, un tamaño de sus mercados de capitales bastante superior al del núcleo central de la zona euro y el peso del equity en ese entramado es muy relevante, y más en el caso de las familias. Según el último Informe de Estabilidad Económica del Fondo Monetario Internacional (FMI), el tamaño del mercado de capitales 256 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS CUADRO 1. ACTIVOS FINANCIEROS DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS Fuente: Banco de España CUADRO 2. PESO DE LOS ACTIVOS FINANCIEROS DE LAS FAMILIAS SOBRE EL TOTAL Fuente: Banco de España 257 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA LA PROPIEDAD FAMILIAR DEL CAPITAL: LECTURA DE LOS DATOS Al no disponer de este canal las empresas españolas no cotizadas, que crecieron a muy buen ritmo en número y valor entre el año 2002 y 2006 al calor del crédito barato y el dinamismo de la economía, comenzaron a sentir vertiginosamente los efectos de la crisis ya en 2007. Es más, sus problemas se han acrecentado por su escaso poder de negociación2 en un escenario de fuerte contracción crediticia, el principal sustento de su estructura financiera de crecimiento en los años precedentes. Sin duda la lectura de las cifras está influida por la fuerte destrucción de tejido productivo en los últimos años en el rango de pequeñas y medianas empresas, en una alta proporción de propiedad familiar. Una situación a la que se ha llegado por la confluencia en el tiempo de altos niveles de endeudamiento, escasez de capital, estrechamiento de las vías de acceso al crédito y circulante insuficiente para suplir estas circunstancias ante el hundimiento de sus mercados naturales de generación de ingresos. Una quiebra patrimonial masiva que se refleja en los datos de creación neta de empresas (negativo durante muchos meses), aumento del número de desempleados y número de procedimientos concursales abiertos. En 2009, cuando la capitalización de la Bolsa española recuperó el 30% de los 271.000 millones de euros perdidos en 2008, el conjunto de las empresas no cotizadas nacionales sólo recuperó el 8% de los 259.000 que se dejó el año anterior. En este comportamiento inciden además dos hechos que refuerzan la idea de que la presencia de las compañías en las Bolsas las fortalece. Primero que el dato favorable a las cotizadas se produce a pesar de haber digerido en su interior la práctica totalidad de la descapitalización del sector inmobiliario y constructor, en España mayori- Al cierre de 2009 los hogares españoles eran propietarios de acciones y otras participaciones de renta variable (excluidos los fondos) por un valor de 415.000 millones de euros. De ese importe 114.000 millones correspondían a acciones cotizadas y 243.000 a no cotizadas. Un 15% y un 30%, respectivamente, de su patrimonio financiero neto. En España se estima que hay 17 millones de hogares. Si extrapolamos a la actualidad (cierre de 2009) los porcentajes de tenencia de acciones encontrados en la EFF 2005, ello significaría que aproximadamente 374.000 familias (2,2% de 17 millones) apuntaban en su posición financiera 243.000 millones de euros de valor como acciones no cotizadas y que casi 2 millones de hogares eran propietarios directos de acciones cotizadas por valor de 114.000 millones. Resulta evidente que los movimientos de las cotizaciones afectan a un número mucho mayor de inversores, pero sin embargo, analizando con mayor profundidad los datos el impacto de las variaciones de valor de las acciones no cotizadas sobre la economía y las familias afectadas es sensiblemente superior al que correspondería en función del número de propietarios. El hecho de cotizar permite a las empresas crecer de una manera mucho más equilibrada desde el punto de vista financiero, por disciplina de mercado y por la posibilidad de combinar el crecimiento del endeudamiento crediticio externo con la captación de recursos en los mercados emitiendo o colocando acciones1 u obligaciones. 1 Fernandez, Martinez Abascal y Rahnema (1993) afirman que las ofertas públicas iniciales juegan un papel importante a la hora de proporcionar a las compañías acceso a recursos financieros cruciales para el crecimiento y para alcanzar ventajas sostenibles a largo plazo sobre los competidores. Apuntan, además, que entender el funcionamiento de las OPVs es importante para los emprendedores tanto de pequeñas compañías no cotizadas, que pueden necesitar esta figura en el futuro, como de compañías ya cotizadas como vía para operaciones de segregación de divisiones (spin-off) y posterior cotización o para captar recursos a la hora de abordar adquisiciones apalancadas (leverage buy-out). 2 De acuerdo con las teorías explicativas de la salida a Bolsa, el acceso al mercado y la publicidad de la información con destino a todos los inversores potenciales aumenta la competencia entre oferentes de fondos situando a la empresa en una posición de mayor fuerza negociadora frente a las entidades crediticias, lo que generalmente implica un menor coste en la obtención de crédito y un mayor acceso a fuentes externas de fondos o ambas ventajas. 258 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS 2008 y caída al 70,5% en 2009, en el primer caso, y del 64,7% al 76,8% para desplomarse hasta el 68% en 2009, en el caso de los hogares. De hecho el valor de la inversión familiar en acciones cotizadas creció en casi 39.000 millones de euros en 2009 (57% de lo perdido en 2008), mientras que la correspondiente a acciones no cotizadas disminuyó en 6.666 millones en 2009 después de perder cerca de 148.000 millones en 2008. Es decir, los mercados regulados son un paraguas protector para los inversores y los emisores y los beneficios de la transparencia y la diversificación de la base de capital de las compañías permiten acometer los planes de expansión de estas con mucha mayor potencia y flexibilidad3. De hecho, el conjunto de empresas nacionales cotizadas en la Bolsa española representan escasamente el 0,1% del total de sociedades anónimas (SA) y limitadas (SL) registradas en el país, pero en términos de valor acumulan el 28,5% del total y el 41% si sólo tenemos en cuenta las SA. tariamente cotizado. Y, segundo y parcialmente relacionado con el primer argumento, que para cualquier compañía la facilidad de acceso a mercados exteriores con sus productos es bastante superior cuándo se cotiza (aumenta la presencia exterior) que cuando no, lo que en un escenario depresivo de la demanda interior apunta a ser un factor especialmente relevante en el análisis. Estos hechos se reproducen con algunos matices en las carteras de acciones de las familias españolas con la particularidad de que al estar sectorialmente más diversificadas (no tan vencidas hacia las actividades ligadas a la construcción y promoción de vivienda) la recuperación del peso de la parte cotizada en el total de acciones mantenidas ha sido superior a la del conjunto de la economía. Las acciones no cotizadas fueron ganando progresivamente peso en el total acciones emitidas en el sistema y en los portfolios familiares entre 2002 y 2008 para caer espectacularmente en 2009. Del 61,4% en 2002 al 74,6% en GRÁFICO 3. PESO DE LAS FAMILIAS EN LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES (2009) % sobre el total de acciones listadas en cada región 3 Alvarez Otero (1995) postula que la salida a Bolsa proporciona un incremento de valor para el accionista, debido en parte al aumento de la liquidez y a que resulta más fácil obtener información acerca de la empresa y esta es más fiable. La cotización bursátil refuerza la reputación y supervisión de la empresa al someterla al escrutinio público y esto ayuda a la expansión de la misma en forma de nuevos clientes o acceso a financiación. 259 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA GRÁFICO 4. % HOGARES ESPAÑOLES QUE INVIERTEN SEGÚN EL TIPO DE ACTIVOS FINANCIEROS DE INVERSIÓN Fuente: BE. Encuesta Financiera Familias 2005 última década, el inversor particular, con menos acceso a la información sensible y menos formación que el profesional (predominante en el resto de sectores que compiten con él por la propiedad del capital bursátil), ha visto minada su confianza con dos potentes crisis que han golpeado las cotizaciones de manera muy contundente: la denominada de las «puntocom» en 2002 y la actual que tiene como detonante la conocida como «subprime» con inicio en 2007. A día de hoy las familias españolas detentan en propiedad el 21,1% del valor de la capitalización de las empresas españolas cotizadas. Un porcentaje que, según detectan los informes que cada dos años realiza la Federación Europea de Bolsas (FESE) desde 1999, es sistemáticamente superior entre 5 y 10 puntos a la media europea. Este dato parece acercar más la actitud y el comportamiento del inversor particular español al de una economía como la norteamericana, tradicionalmente más propensa al riesgo y con un modelo de mercados predominantemente market-oriented o más desintermediados. También es verdad que esta medida relativa se ha ido poco a poco diluyendo en el tiempo desde los máximos cercanos al 35% de la segunda mitad de la década de los 90, caracterizada por los fenómenos de privatización de las grandes compañías públicas españolas y la masiva incorporación de empresas a la Bolsa. Posteriormente, la fuerte entrada de capitales desde el exterior (inversión de no residentes), propiciada por la globalización de los mercados y la integración financiera, así como la acumulación de participaciones en las carteras de empresas no financieras para diversificar sus negocios y acometer procesos de consolidación (fusiones y adquisiciones), fueron impactando negativamente en la posición relativa de las familias españolas en la estructura de la propiedad de las acciones españolas cotizadas. Asimismo, en la HOGARES, FINANCIACIÓN Y EXPANSIÓN EMPRESARIAL EN EL MERCADO DE VALORES ESPAÑOL España es un buen ejemplo de la importancia del equity en el impulso de desarrollo de los países con economías de mercado y de cómo el ahorro familiar adecuadamente canalizado puede convertirse en un factor decisivo para consolidar procesos de expansión y consolidación empresarial de primer nivel, a la vez que el propio inversor4 y 4 Los procesos de toma de control (OPAs) acaecidos en la Bolsa española, en un contexto de mayor equidad y protección de los derechos de los accionistas minoritarios, han generado réditos extraordinarios en sus inversiones para muchos particulares. 260 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS dispares pero de enorme relevancia para la economía del país. El importe total colocado en todas esas operaciones ha sido de 85.000 millones de euros (cerca de un 20% de la capitalización actual de todas las compañías cotizadas) y en todos esos procesos las familias han aportado sus ahorros por valor de 34.220 millones, un 40% del total. Este fenómeno, en el que siguen participando los accionistas particulares activamente7, ha incrementado notablemente la profundidad y la liquidez del mercado y ha sido la catapulta que ha servido a un importante grupo de empresas para alcanzar una expansión y relevancia internacional sin precedentes. Hoy (2009) dos multinacionales españolas ampliamente participadas en su base accionarial por los hogares españoles (Telefónica y Santander) son los emisores con los títulos más negociados de la zona euro, BBVA es la quinta, Iberdrola la decimotercera y Repsol la vigésimo tercera. En términos de tamaño (capitalización) y actividad, estas y otras compañías (Inditex, ACS,…) ocupan posiciones líderes en sus respectivos sectores en el mundo. Entre 1986 y 2009 la Bolsa española es el mercado regulado desarrollado dónde más ha crecido la actividad y la capitalización, consiguiendo concentrar casi el 99% de la negociación de las acciones de sus empresas listadas. El volumen negociado se ha multiplicado casi por 100 veces y el tamaño es cerca de 14 veces superior. Asimismo, en términos relativos es el mercado por dónde mayores flujos nuevos de inversión han circulado entre 1998 y 2009: por un valor equivalente al 61% de la capitalización promedio del período señalado (unos 325.000 millones de euros). la economía5 se benefician. Por supuesto, para que esto ocurra es necesario contar con el marco regulatorio estable adecuado y un sistema financiero suficientemente desarrollado dónde los mercados regulados puedan llevar a cabo sus funciones en condiciones seguras de transparencia, igualdad de acceso y liquidez, elementos que refuerzan positivamente la confianza de los inversores. En los últimos 25 años el mercado de valores español ha registrado una intensa transformación en consonancia con el profundo cambio social, económico y cultural que ha protagonizado el país. La firma de nuestra adhesión a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986 marca el inicio de un proceso de apertura a múltiples niveles que, en el caso de nuestra base empresarial, ha conducido a la etapa de crecimiento y expansión internacional más grande y prolongada en siglos. La Bolsa ha sido testigo y protagonista de este fenómeno canalizando múltiples operaciones corporativas que han propiciado el trasvase y la reasignación segura de importantes flujos de capital y acciones, así como una importante ampliación de la base accionarial6. Entre 1986 y el año 2009 han tenido lugar en el mercado bursátil español 230 salidas a bolsa y ofertas de venta (OPV) o suscripción (OPS) de acciones acometidas por compañías de todos los sectores y tamaños que han anotado trayectorias 5 Según el informe del Ministerio de Economía basado en el «World Investment Report» de la UNTAD correspondiente a 2010, a pesar del impacto de la crisis en los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), no se ha frenado la creciente internacionalización de la producción. La mayor parte del descenso de la IED en 2009 se debió a la disminución de las fusiones y adquisiciones transfronterizas. Estas operaciones son más sensibles a las variaciones en las condiciones financieras que las nuevas instalaciones. A pesar de todo, en 2008 y 2009, las ventas y el valor añadido de las empresas transnacionales (ETN) registraron una reducción menor que la economía mundial. Tal vez por eso, la parte correspondiente a las filiales extranjeras en el PIB mundial alcanzó un máximo histórico del 11%. 6 Especialmente con las privatizaciones de las grandes corporaciones públicas españolas como Telefónica, Repsol, Endesa, Argentaria, Gas Natural, Tabacalera,…que se concentraron básicamente en la segunda mitad de la década de los 90. Entre 1996 y 1999 se colocaron 34.000 millones de euros en acciones. 7 En el año 2009 los inversores particulares españoles acapararon el 7% de la negociación de renta variable (acciones y otras participaciones) en la Bolsa española. No tenemos constancia de las familias no residentes que intervienen activa y directamente en el mercado, pero en 2009 los no residentes coparon el 65% de la actividad transaccional y al cierre mantenían el 40% de la propiedad de las empresas españolas cotizadas. 261 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA GRÁFICO 5. PASIVOS DE LAS SOCIEDADES NO FINANCIERAS ESPAÑOLAS Miles de millones de euros Fuente: BE GRÁFICO 6. ALTA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LAS COLOCACIONES EN BOLSA Volumen (millones euros) absorbido en las operaciones desarrolladas entre 1986 y 2009 GRÁFICO 7. FLUJOS DE INVERSIÓN EN ALGUNAS DE LAS PRINCIPALES BOLSAS MUNDIALES (ACUMULADO 1998-2009) %sobre promedio anual de capitalización 1998-2009 262 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS GRÁFICO 8. CRECIMIENTO ECONÓMICO, ACTIVIDAD BURSÁTIL Y VALOR DE LAS ACCIONES COTIZADAS % sobre el total de la UME Fuente: BCE y FESE los gestores de las empresas han generado valor y han conseguido incrementar la calidad de los activos objeto de inversión, las acciones. Cabría preguntarse por qué mas razones. La respuesta, probable y parcialmente, está en la combinación de factores de los que hablaremos a continuación. Siguiendo la estela de todos estos datos es fácil colegir que, como ya se ha apuntado, la participación directa de las familias españolas en la propiedad de las compañías cotizadas ha sido muy importante y tradicionalmente elevada. Sin duda en gran medida porque con decisiones acertadas GRÁFICO 9. PROPIEDAD DE LAS ACCIONES ESPAÑOLAS COTIZADAS EN BOLSA (1992-2009) 263 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA AVANCES EN LA DESINTERMEDIACIÓN FINANCIERA trumentos, instituciones, intermediarios y mercados que lo configuran tienden a cumplir su cometido y facilitar un continuo avance hacia una asignación más eficiente de los recursos. La evolución del sistema financiero español entre 1986 y 2009 se enmarca en esos parámetros de complejidad e importancia y entre los múltiples cambios experimentados destaca el paulatino proceso de «desintermediación financiera», término que hace referencia a la progresiva sustitución de la actividad intermediaria tradicional de las entidades bancarias por la financiación directa a través de los mercados de valores. Se ha vivido, en suma, la transición desde un modelo de sistema financiero en el que el papel preponderante y casi único en la financiación lo desempeñaban los intermediarios bancarios (banking-oriented), hacia otro en el que los mercados de valores han adquirido una importancia creciente, hasta convertirse en una de las principales palancas del sistema financiero por sus funciones de suministro de flujos de financiación a la economía y permanente valoración de activos (market-oriented). Cierto es que, como veremos posteriormente, la crisis ha frenado parcialmente el vigor de esta paulatina transformación. No obstante, en el camino las familias se han beneficiado de todo este proceso y lo han sabido aprovechar. Pero además, en este caso y para los productos de renta variable, se han producido cambios y novedades muy importantes en los esquemas de funcionamiento del mercado de valores español que han sido impulsados por los responsables de su gestión, al calor de una profusa regulación europea tendente a conseguir mayores niveles de protección del inversor, más transparencia, integración, equidad y fomento de la competencia entre centros de negociación. El primero de ellos tiene que ver con los cambios producidos en el modelo estructural y de funcionamiento de los mercados financieros en la eurozona en las últimas dos décadas8. Cambios que han aumentado la capilaridad del entramado que da acceso a los inversores particulares a los diferentes activos. El crecimiento de los intermediarios financieros no bancarios y el proceso de concentración e innovación en los mercados de renta variable han dado profundidad a los mercados y ampliado el sistema financiero, preparando el terreno para una mejor asignación del capital en la zona del euro. Parece que España ha sabido interiorizar ese proceso con un impacto muy positivo en la consolidación empresarial ya comentada y en el impulso inversor que ha procurado para España las altas tasas de crecimiento de su PIB en la mayor parte de la última década9. A medida que el país se ha desarrollado su sistema financiero se ha hecho más complejo y ha jugado un papel más relevante en todos los procesos relacionados con el ahorro y la inversión. Esto es consecuencia de que el conjunto de ins- 8 Según se dice en el artículo «Evolución reciente de las estructuras financieras de la zona del euro» publicado en el Boletín mensual del Banco Central Europeo (BCE) de octubre de 2003: «A finales de los años noventa, el sistema financiero empezó a depender menos de la intermediación bancaria tradicional a través de préstamos y depósitos, y comenzaron a aparecer otros tipos de intermediarios financieros, al destinar los inversores más fondos a los productos de ahorro a largo plazo y a la adquisición directa de valores. La subida de las cotizaciones a finales de los años noventa tuvo una incidencia clara en el sistema financiero de la zona del euro, al reforzar algunas de sus tendencias generales; por ejemplo, el aumento de las acciones mantenidas por hogares y empresas». 9 En el estudio «La inversión empresarial en España y la posición financiera de las empresas» publicado en el Boletín Económico del Banco de España de diciembre de 2008 se afirma: «La inversión empresarial es una variable muy relevante, tanto como componente de la demanda agregada, pues representa casi un 20% del PIB, como desde el punto de vista de la oferta, ya que es un factor determinante de la evolución del producto potencial de la economía. En términos cualitativos, la importancia de la inversión se explica por su papel fundamental en la formación e intensidad de los ciclos económicos». INCORPORACIÓN DE MEJORAS EN LOS MERCADOS DE VALORES REGULADOS: ACCESO, TRANSPARENCIA Y LIQUIDEZ En la última década, la tecnología y el acceso a Internet han influido de forma significativa en los mercados financieros permitiendo no solo el 264 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS desarrollo de sistemas muy eficientes en cuanto al envío de órdenes y el proceso de formación de precios, sino también al facilitar el acceso a los mismos a una amplia variedad de inversores desde prácticamente cualquier lugar en comparación con el tradicional acceso limitado a los agentes especializados. Este desarrollo ha permitido una reducción de los costes de acceso, tanto en lo que se refiere a la negociación como sobre todo a la información, imprescindible para tomar decisiones de inversión bien fundamentadas. El desarrollo tecnológico ha ido acompañado de un cambio normativo de forma que la regulación de los mercados pudiera reflejar ese nuevo contexto caracterizado por mercados financieros globalizados, deslocalizados y abiertos a la competencia. En Europa, la Directiva de Servicios de Inversión, establece un conjunto de normas estrictas y armonizadas que garantizan al pequeño inversor un acceso ordenado y en iguales condiciones que los inversores profesionales. Los aspectos fundamentales de la Directiva, que son a su vez, los que definen la eficiencia de un mercado financiero son la transparencia y la liquidez. La liquidez es un concepto difícil de definir pero que se traduce básicamente en la posibilidad de comprar o vender un determinado activo en las mejores condiciones posibles en cuanto a precio en cada momento para un determinado número de títulos. Los mercados deben proporcionar los mecanismos que permitan para cada activo en ellos cotizado, alcanzar las mejores condiciones de liquidez posibles en cada momento. Estos mecanismos deben ir acompañados de niveles suficientes de transparencia (la información necesaria para la adecuada toma de decisiones). De esta forma, el inversor tiene a su alcance tanto la información para la toma de decisiones como el mecanismo de negociación que le permite plasmar su decisión de inversión de manera adecuada y a un coste razonable. A la hora de medir el coste, el inversor tendrá que tener en cuenta no solo los costes explícitos (los cánones de contratación y liquidación y el corretaje) sino también los costes implícitos plasmados en la horquilla de precios (la diferencia entre el precio de venta y el precio de compra) y asumido como el coste de encontrar títulos disponibles a la compra y a la venta de forma inmediata, al acudir al mercado. La liquidez juega un papel fundamental para reducir los costes implícitos. Cuanto mayor sea la liquidez del valor, o lo que es lo mismo, cuanto mayor sea el número de compradores y vendedores interesados en un determinado valor, menor será su horquilla de precios y por tanto menor el coste de operar en el mismo. Para aquellos valores con un menor grado de liquidez natural, se han establecido modelos de negociación que contribuyan a fomentarla. Así, en la mayoría de los mercados y para determinados tipos de activos, coexisten los libros centralizados de órdenes en los que las órdenes se ejecutan de acuerdo a la prioridad precio tiempo (la orden con mejor precio se ejecuta en primer lugar y a igualdad de precio se ejecuta la que haya llegado primero) con la presencia de proveedores de liquidez que contribuyen a reducir la horquilla de precios de esos valores al tener que cumplir unos requisitos de horquilla máxima para un determinado número de títulos mínimo y de presencia en el mercado a lo largo de la sesión. Asimismo, determinados valores no requieren una negociación continua por lo que se negocian de forma exclusiva mediante mecanismos de subasta. De esta forma la formación de precios de estos valores es más eficiente al concentrar la negociación de las órdenes en determinados momentos de la sesión. Además de lo anterior y teniendo en cuenta que a lo largo de una sesión de contratación se suceden, independientemente del tipo de valor, momentos con distintos niveles de volatilidad, en los últimos años en la Bolsa española se han establecido distintos mecanismos de negociación que minimizan el riesgo asociado a la misma. Así el inicio de sesión requiere un periodo de subasta de manera que todos los participantes en el mercado puedan incorporar a los precios de las órdenes que envíen al mercado, toda la información generada entre el cierre del día anterior y la apertura del día. Una vez superado este momento, la negociación pasa a ser continua, pudiendo verse interrumpida por subastas puntuales en 265 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA aquellos casos en los que la volatilidad sea elevada para un determinado valor, o valores, al aparecer nueva información que pueda ser relevante para los mismos. Esas subastas de volatilidad permiten dar tiempo al mercado a incorporar la información en los precios cotizados. El cierre del mercado se hace, igualmente, mediante un corto periodo de subasta que permite hacer balance de la sesión y fijar un precio de cierre ampliamente contribuido por los intervinientes en el mercado. Los mercados regulados (entre los que las Bolsas son históricamente las instituciones más reconocidas) juegan un papel fundamental a la hora de establecer los mecanismos descritos y de proporcionar acceso a los mismos a una diversidad de inversores, tanto institucionales como particulares, en igualdad de condiciones. La riqueza y eficiencia del mercado depende en gran medida de dicha diversidad. Los mercados regulados tienen, además, un rol protagonista a la hora de transmitir al conjunto de inversores la información necesaria para la correcta formación de precios en función de los objetivos y estrategias de cada inversor. A su vez, combinando los mecanismos de negociación y la disponibilidad de información, los mercados regulados tienen la flexibilidad necesaria para poner a disposición de los inversores una amplia oferta de productos en las mejores condiciones y para darles la visibilidad adecuada. Estos activos cuentan con los mismos elevados niveles de transparencia y garantías que las acciones. En los últimos veinte años la Bolsa española ha ido incorporando progresivamente nuevas figuras de inversión en su mercado de renta variable que, sin duda, han influido muy positivamente en la alta participación de los pequeños inversores en la negociación diaria. compañías latinoamericanas a través del mercado Latibex. También, a través del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), invertir en acciones de Empresas en Expansión, Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAVs) y otros tipos de Instituciones de Inversión Colectiva. Asimismo se puede acceder a la propiedad de otros activos de inversión como warrants, certificados o cestas de valores, cuotas participativas de las Cajas de Ahorro y, por último, lo que parece el producto estrella en los años más recientes: los Fondos Cotizados, conocidos como ETFs. Posteriormente hablaremos con más detalle de algunas de estas alternativas. De la lista mencionada, los ETFs son el producto que presenta mayor proyección de crecimiento a juzgar por sus cifras de actividad. Sus características los hacen muy apropiados para formar parte de las carteras financieras de inversión de las familias. Los más populares replican la composición de índices bursátiles10. Al ser productos paradigmáticos en el ámbito de la gestión pasiva conectan a la perfección con aquellos inversores que busquen diversificación y/o inversión a largo plazo en la Bolsa española. De esta manera pueden beneficiarse de algunas de las cuestiones que comentaremos a continuación. ACCIONES ESPAÑOLAS COTIZADAS: RENDIMIENTO DIVERSIFICADO A LARGO PLAZO Existen pues pocas dudas acerca de que el inversor medio español, con su participación directa en la Bolsa en todos estos años, ha facilitado la liquidez y se ha beneficiado de las mejoras del mercado. Sin embargo esto no se habría producido sin la calidad de la materia prima de base: los activos negociados. En este sentido el análisis histórico de la evolución del rendimiento conjunto de las acciones cotizadas en la Bolsa española AMPLIACIÓN DE LA OFERTA DE PRODUCTOS DE RENTA VARIABLE Además de sobre acciones nacionales y extranjeras, en la actualidad los inversores pueden efectuar compraventas de acciones de las principales 10 Actualmente en Europa los ETFs que tienen como subyacente índices bursátiles de acciones manejan cerca del 65% de los activos bajo gestión del total de ETFs disponibles. 266 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS GRÁFICO 10. RENTABILIDAD A LARGO PLAZO DE LA BOLSA ESPAÑOLA BASE 100 ENERO 1980. DATOS MENSUALES (1980-JUNIO-2010) anuales de rendimiento continuo del 16,87% y el 10,86%. En ese mismo período una inversión simulada de 100 euros en un bono de deuda pública a largo plazo se habría convertido en 2.608 euros corrientes, un 11,48% anual. muestra claramente tres elementos: que la diversificación favorece el rendimiento estable de nuestra inversión en el tiempo; que a largo plazo la Bolsa española es una inversión generalmente rentable y superior a otras alternativas de inversión (además de proteger el capital frente a la inflación); y, por último, que los dividendos son una parte importante del rendimiento de la inversión y un poderoso reclamo para la inversión en acciones de las familias. Según el estudio «Análisis del rendimiento histórico de la Bolsa y otras alternativas de inversión» publicado por el Servicio de Estudios de Bolsas y Mercados Españoles (BME) recientemente, el largo plazo es un brillante aliado de la inversión en Bolsa. En los últimos 30 años (entre enero de 1980 y enero de 2010) una inversión de 100 euros al Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 10.729 corrientes y en 2.103 euros reales (si descontamos el efecto de la inflación). Estos resultados equivalen a tasas Que invertir en Bolsa es un suceso frecuentemente positivo lo demuestra el hecho de que de los algo más de 62.300 períodos de inversión superiores a un año analizados en los últimos 30, sólo un 4,6% de las veces el resultado fue negativo. Es decir que, sin más consideraciones, en casi 60.000 ocasiones hubiésemos obtenido un rendimiento corriente superior a cero de nuestra inversión en acciones. En las tres décadas contempladas en el mencionado estudio, la inversión en Bolsa alcanza resultados positivos en todos los períodos superiores a 6 años en términos corrientes y de 11 en términos reales. La tasa anual mínima de rendimiento es del 4,57% para períodos de 12 años y 267 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA prima promedio entre la Bolsa y la deuda a largo se sitúa para cualquier período entre 4 y 6 puntos de rendimiento adicional para la Bolsa. Asimismo esa misma prima es de entre 7 y 9 puntos con respecto a la Renta Fija a corto plazo. Con las limitaciones que conlleva un análisis estadístico más amplio, estos valores se sitúan en los márgenes definidos por los principales expertos internacionales de la materia, para el análisis de diferentes períodos entre 1926 y 2005 en el mercado norteamericano. superior en todos los casos al 7,5% para períodos de 13 años o más. RENDIMIENTO SUPERIOR DE LAS ACCIONES FRENTE A OTRAS ALTERNATIVAS DE INVERSIÓN: LA PRIMA DE RIESGO HISTÓRICA A través de los índices de rendimiento utilizados, el trabajo desvela también que en los últimos 30 años el rendimiento de las acciones cotizadas en la Bolsa española ha sido anualmente 4,78 puntos porcentuales superior al de un bono indiciado a la Deuda Pública a 10 años y 7,35 superior al de un Depósito (deuda a corto plazo) reinvertido mes a mes. Podemos decir que ese valor era, a 30 de junio de 2010, la prima de riesgo histórica en España medida en el período que va desde enero de 1980 hasta junio de 2010, es decir, en los últimos 30 años y 5 meses. La prima de riesgo histórica es un instrumento extraordinariamente útil para aproximar el valor de la prima de riesgo estimada o requerida utilizada la hora de valorar proyectos de inversión o aplicar a la gestión de carteras de valores. Con datos mensuales y teniendo sólo en cuenta los períodos de 10 y más años contenidos en los últimos 30, de 30.381 casos en el 91% de las ocasiones el rendimiento de la inversión en el Índice Total de la Bolsa es superior al de la inversión en Deuda a largo. Este porcentaje supera el 95% a partir de períodos de 18 años (11.325 casos) y alcanza el 100% para períodos de 23 y más años (4.095 casos analizados). Pero, ¿en cuánto es superior ese rendimiento de las acciones cotizadas?11 A partir de 10 años la EL PODEROSO EFECTO DE LOS DIVIDENDOS Entre enero de 1980 y junio de 2010 una inversión de 100 euros al Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 9.254 euros corrientes. Esto equivale a un rendimiento promedio anual del 16,05%. En ese mismo período una inversión de 100 euros el Índice General ha pasado a valer 2.539 euros. Una tasa promedio anual del 10,74%. Esta diferencia demuestra el poderoso efecto de los dividendos y otras retribuciones asociadas a la inversión en Bolsa. Estos pagos aportan cerca de 5 puntos de rentabilidad promedio anual en los últimos 30 años. Las empresas españolas han mostrado en los últimos años generosas políticas de retribución al accionista que han contribuido a la fidelización de los mismos. Entre 1990 y la actualidad han satisfecho dividendos brutos por valor de casi 210.000 euros corrientes (un 20% del PIB de 2009). La mayor parte de ellos (182.000) corresponden a esta década en la que, por todos los conceptos catalogados como retribución al accionista, se han distribuido entre los accionistas 195.000 millones. Haciendo un juego grueso y sin tener en cuenta ningún tipo de implicación fiscal podríamos llegar a estimar que, si en promedio las familias han mantenido en la década un 25% de las acciones cotizadas, han recibido casi 50.000 millones de euros en forma de flujos periódicos de remuneración. 11 El estudio cuantifica esa diferencia para cada uno de los más de 62.000 períodos contemplados y para homogeneizar las comparaciones se traducen los rendimientos de cada alternativa de inversión a tasas acumulativas anuales. Sobre estas se calculan las diferentes primas. Después se calcula la media aritmética de todas las primas resultantes para cada período. 268 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS GRÁFICO 11. RETRIBUCIÓN AL ACCIONISTA EN LA BOLSA ESPAÑOLA (millones de euros) PERFIL DE LOS HOGARES ESPAÑOLES QUE INVIERTEN DIRECTAMENTE EN ACCIONES que es especialmente más significativa en el caso de aquellos hogares que invierten en acciones cotizadas (hay un mayor nivel de concentración en hogares dónde el cabeza de familia posee estudios superiores). ¿Cómo son los accionistas familiares españoles de empresas cotizadas13? ¿Cómo de diferentes frente a aquellos que poseen algún activo financiero de inversión?14 Sin duda las cifras obtenidas demuestran que la inversión en acciones cotizadas es significativamente menos arriesgada a medida que se amplia el horizonte temporal de inversión y, también, que la diversificación aporta positivamente en la vía de mitigar la exposición al riesgo de nuestros ahorros. La última Encuesta Financiera de las Familias (EFF) llevada a cabo por el Banco de España corresponde a 2005. En ella el 82% de los hogares manifiesta su deseo negativo de invertir en productos con algún riesgo mientras que, paralelamente, se obtiene una correlación positiva elevada entre el nivel educativo (formación) y la posesión de activos financieros de inversión12 La EFF revela que, en general, a mayor riqueza neta de los hogares, más tendencia a invertir en activos financieros que en reales15 y, dentro de los financieros, va aumentando de forma más sig- 13 Nos centramos especialmente en este grupo de accionistas por dos razones. Primero porque cuantitativamente es muy superior al de las acciones no cotizadas (tal como se ha comentado en este mismo artículo). Y segundo porque entendemos que la motivación por las que se poseen acciones no cotizadas están más ligadas a conceptos relacionados con proyectos empresariales particulares y menos al concepto de inversión financiera tradicional. 14 Para responder a estas cuestiones nos basaremos en la Monografía nº 40 de la CNMV (julio 2010) titulada «Perfil inversor de los hogares españoles: análisis de la Encuesta Financiera de las Familias» y realizada por Anna Ispierto Maté y Mª Victoria Villanueva Fresán. 15 Esto ocurre igual cuando se controla por el nivel educativo del cabeza de familia. 12 Poco menos del 20% de los hogares posee algún activo financiero de inversión, donde se incluyen acciones cotizadas en bolsa (11,4% de los hogares), acciones no cotizadas en bolsa y otras formas de participación en sociedades (2,2%), valores de renta fija (1,5%), fondos de inversión y otras instituciones de inversión colectiva (8,7%) y, por último, otros activos como pueden ser opciones, futuros, swaps, etc. (0,3%). 269 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA nificativa la tenencia de activos financieros de inversión en relación al resto de activos financieros. También se refleja un alto grado de concentración en función de la riqueza entre los propietarios de activos financieros de inversión: el 10% de los hogares españoles más ricos poseen entre el 75% y el 80% del total estos activos. Dentro de ese 10% es el grupo de hogares con cabeza de familia entre 45 y 64 años16 el que posee la mayor parte de los activos financieros de inversión. Por otro lado, en relación al nivel de educación del cabeza de familia, se puede ver que para cualquier nivel de riqueza neta, los hogares con estudios universitarios o superiores poseen niveles mayores de activos financieros de inversión. zadas: del 10,8% al 11,4%17. El 10% de estos hogares tiene acciones cotizadas de la empresa en la que trabaja algún miembro del hogar y, de éstos, más de la mitad sólo tienen acciones cotizadas de dicha empresa. POSITIVA INCIDENCIA DEL NIVEL DE RENTA Y LA FORMACIÓN En general, los inversores en acciones cotizadas son hogares con un nivel de renta y riqueza bastante superior a la media poblacional18. La edad del cabeza de familia es similar al promedio poblacional19, cuanto mayor es la edad del cabeza de familia del hogar mayor es la inversión en acciones cotizadas, y la educación es mayor, al igual que ocurre en los demás activos financieros de inversión, con la particularidad de que sólo se nota una diferencia significativa en aquéllos que han realizado estudios universitarios. Las acciones cotizadas son el activo más popular dentro de los activos financieros de inversión, aunque el importe mediano es significativamente inferior al resto. Entre 2002 y 2005 aumentó el porcentaje de hogares que poseen acciones coti- GRÁFICO 12. INCIDENCIA DE LA FORMACIÓN EN LA INVERSIÓN FAMILIAR EN ACCIONES COTIZADAS 17 La distribución del importe invertido en acciones cotizadas por los hogares españoles cambió de forma significativa en ese período, especialmente para los hogares con niveles altos de inversión. La misma aumentó de forma sustancial a partir de la mediana, siendo el tercer cuartil un 50% superior y el percentil 90, el doble. 18 La media también es mayor que la obtenida para los inversores en activos de renta fija y en fondos de inversión. 19 Los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 45 y 64 años suponen el grueso de los inversores en acciones cotizadas. 16 En general los resultados de la EFF controlando por la edad del cabeza de familia son coherentes con las teorías del ahorro basadas en el ciclo vital. Las encuestas hechas en este campo muestran que el porcentaje de hogares jóvenes, con una edad inferior a 35 años, que pueden ahorrar es menor que entre los más maduros, entre 35 y 45. 270 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS Se puede apreciar que el perfil del inversor tanto en acciones cotizadas como en fondos de inversión es muy similar. En una alta proporción de los hogares que poseen alguno de estos activos la edad del cabeza de familia está en torno a los 45-50 años y ha realizado estudios universitarios. Se observa que muchos hogares invierten en acciones cotizadas de forma residual si se compara con el resto de su cartera financiera (la mitad de los hogares que invierten en acciones cotizadas lo hacen con un importe que supone menos del 20% del total de los activos financieros del hogar). Esto parece coherente con la facilidad que ofrecen los mercados de valores, frente a otras alternativas de inversión, de elegir el tamaño de su inversión desde importes muy pequeños, lo cual favorece la flexibilidad (posibilidad de implementar estrategias diferentes) y estimula liquidez (facilidad para hacer y deshacer posiciones). Por su parte, la situación laboral del cabeza de familia parece una característica no muy trascendente. Esta disonancia con los determinantes del ahorro familiar20 puede tener su explicación por la concentración ya comentada de accionistas en los tramos de niveles superiores de renta y riqueza. Por otro lado, la mitad de los hogares que invierten en acciones cotizadas tiene sólo acciones de una única empresa, poco más del 20% tiene acciones de dos empresas, el 10% tiene acciones de tres empresas y el 20% restante tiene acciones de más de tres empresas. Cuanto más rico es el hogar, mayor es el número medio de empresas distintas (de 1,5 empresas distintas para el primer cuartil de riqueza neta hasta 3 para el último decil). También es significativa la diferencia entre los hogares más jóvenes y el resto de hogares: los primeros tienen un menor número de acciones cotizadas distintas. En lo referente a qué otro tipo de inversiones realizan los hogares que invierten en acciones cotizadas, tampoco el valor de la diversificación sale bien parado. Alrededor de una cuarta parte no posee ningún otro activo financiero (exceptuando los depósitos de pagos, que poseen más del 95% de los hogares españoles) y más de un 60% no posee otros activos financieros de inversión. De los hogares que además de acciones cotizadas poseen algún otro activo financiero de inversión, la mayoría optó por los fondos de inversión (especialmente la elección fue de fondos de renta variable). Tan sólo alrededor del 5% de los hogares con acciones cotizadas dentro de su cartera posee activos de renta fija o acciones y/o participaciones no cotizadas. ESCASA DIVERSIFICACIÓN DE LA INVERSIÓN FAMILIAR EN ACCIONES LOS COSTES DE LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES En cuanto a la diversificación de la inversión en Bolsa los datos demuestran que queda mucho trabajo de divulgación para lograr una protección más eficaz del ahorro familiar concretado en acciones cotizadas. Entre el 65% y el 70% de los hogares que invierten en acciones cotizadas lo hacen en acciones emitidas por una entidad bancaria, entre el 40% y el 50% en sociedades no financieras, y el 7% en instituciones financieras. A escala familiar los costes no son un elemento especialmente determinante (disuasorio) sobre la decisión de invertir en Bolsa, pero hay que tenerlos en cuenta, sobre todo si se opera con cierta frecuencia. A la hora de hablar sobre los costes de la inversión directa en acciones hay que distinguir, en primer lugar, entre los referentes al acceso o salida del mercado y los de mantenimiento de la inversión. En función de los horizontes temporales de nuestras estrategias, unos u otros tendrán mayor o menor incidencia. Para un inversor de operativa poco frecuente y de largo plazo, la inci- 20 Las evidencias postulan que la incidencia del nivel de ingresos sobre la capacidad de ahorro de los hogares es elevada y, de manera similar, la situación laboral influye sobre esa misma capacidad en la medida en que distintas situaciones impliquen niveles de renta también diferentes. 271 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA dencia de los primeros es escasa en términos relativos. En valor absoluto, sin embargo, al ir los costes normalmente referenciados al valor efectivo de los importes invertidos, la cifra puede ser más o menos relevante. Otra forma de contemplar los costes es clasificarlos como explícitos o implícitos. Los primeros son directamente observables (comisiones y cánones), mientras que los segundos son una estimación que resulta de sumar «ficticiamente» a los primeros los costes asociados a retardos en la ejecución de las operaciones (son costes de oportunidad). Lo cierto es que, debido al gran número de intervinientes en el proceso de compraventa y las diversas operaciones que se realizan para perfeccionar la operación con las garantías y seguridad jurídica necesarias, el coste final de invertir (operar) en productos de renta variable resulta ser un «precio» muy fragmentado. Esto hace que para el pequeño inversor sea un elemento de difícil cálculo y comprensión. Además, por este mismo motivo, el poder de influencia (negociación) del particular en el establecimiento de los costes finales asociados a su inversión es escaso y se limita a los que dependen de su intermediario (comisiones de ejecución y mantenimiento de la cuenta de valores). En la medida en que esto es así, si el inversor particular no es especialmente avezado, es preferible que un profesional le asesores sobre la optimización de costes en la materialización de sus estrategias de inversión directa en productos de renta variable negociados. Buscando la manera de proteger al inversor de posibles abusos en el coste asociado a su operativa en productos cotizados de rendimiento variable, la nueva regulación promovida a través de la transposición de la MiFID trata de abordar la cuestión por una cuádruple vía. De forma resumida podemos decir que el conjunto de medidas persiguen tres cosas: la primera es rebajar los costes mediante el fomento de la competencia en los diferentes escalones de la cadena de negociación; la segunda es aumentando la responsabilidad de los intermediarios financieros (ESIs) frente al cliente en la determinación de los costes operativos de este último; y la tercera es tratando de que el inversor particular enfrente a esos costes (precio) como uno sólo, sin que ello suponga quitarle el derecho a conocerlos en detalle. De las cuatro principales vías mencionadas, la primera es el incremento de la competencia entre centros de negociación. Una cuestión controvertida por el desequilibrio en las condiciones legales impuestas a los diferentes participantes21 y por el riesgo de fragmentación de la liquidez que supone, y que puede conducir a una elevación de los costes implícitos de las operaciones. La segunda vía es el incremento de los requisitos de información al inversor por parte de las Empresa de Servicio de Inversión (ESI) que intermedian sus operaciones, así cómo que estas establezcan internamente una clara separación entre las funciones de asesoramiento e intermediación cuándo realicen simultáneamente ambas. La tercera es el impulso al desarrollo de las Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFIs)22, que pueden orientar al cliente/inversor en la planificación y ejecución de sus operaciones en los mercados. Por último, la cuarta es el establecimiento de 21 Los mercados regulados, tradicionalmente las Bolsas, tienen muchas más obligaciones regulatorias tras años de mejorar sus procedimientos para fortalecer la seguridad de sus operaciones y, en consecuencia, la confianza de los inversores. Soportan, por tanto, unos costes regulatorios superiores a los de las nuevas figuras autorizadas a intervenir en los mercados: las plataformas de negociación o MTFs (Multilateral Trading Facilities). 22 Este tipo de entidades son muy comunes en los mercados de capitales típicamente anglosajones. Realmente el objetivo de impulsar el desarrollo de esta figura en toda la Unión Europea es introducir elementos que frenen el conflicto de agencia frente al cliente que se plantea en las entidades financieras (ESIs), cuando realizan simultáneamente las funciones de asesoramiento e intermediación. Aparte de regular con cierto nivel de detalle el desarrollo de estas actividades en el seno de las ESIs, con la nueva legislación se persigue introducir más de competencia (EAFIs) para conseguir una más efectiva separación de funciones. Nosotros lo mencionamos aquí porque, para el cliente/inversor esto puede tener repercusiones en sus costes de operar con productos financieros. 272 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS la obligación para las ESIs de conseguir para sus clientes la mejor ejecución o mejor precio (Best Execution), costes incluidos, en su operativa en mercados de valores por cuenta de los mismos. De esta forma el coste se aparece como «un todo» para el cliente y se traslada a la ESI la responsabilidad de asegurar este «precio mínimo final» para sus clientes, con la obligación de poder demostrar que esto es así ante requerimientos de los mismos o de terceros autorizados. En los últimos años los costes implícitos se han reducido sensiblemente para el inversor final por el aumento de la liquidez y la mejora de los sistemas de negociación. En cuanto a los explícitos, se aprecia una cierta tendencia a la reducción pero, por el momento, claramente apoyada de manera especial por la competencia introducida por las entidades financieras que ofrecen servicios a través de la red (brokers online). garse en 2010. ¿Qué factores pueden marcar las pautas de comportamiento de las unidades familiares en el futuro? Es conocida la especial sensibilidad al riesgo de las familias en sus decisiones de ahorro e inversión. Por tanto, dando por descontado un escenario de recuperación económica lenta, marcada por un alto nivel de desempleo y correlativamente por la incertidumbre sobre el mantenimiento de la principal fuente de renta de los hogares, ¿cuál puede ser la senda de su propensión a invertir en productos de renta variable (equity) en los próximos años?, ¿qué factores y que hechos pueden ser determinantes? A priori, y sin tener más elementos en cuenta, parece difícil que si el motivo dominante de ahorro de las familias es de precaución frente a las incertidumbres, al menos a corto plazo se reactive el impulso de estos agentes por aumentar su exposición al riesgo invirtiendo en productos de renta variable cotizados, precisamente, aquellos cuyo valor está más expuesto a fluctuaciones en horizontes temporales cortos. Frente a esto, estos productos pueden contraponer virtudes como la liquidez y la recurrencia de los dividendos, elementos muy valiosos pero escasamente definitorios bajo los parámetros de entorno descritos. LA INVERSIÓN EN ACCIONES DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS A PARTIR DE AHORA Las familias españolas han sido agentes decisivos en la transformación de la estructura empresarial y el crecimiento económico español. Con sus decisiones de inversión y participando activa y directamente en la propiedad de las compañías han contribuido también de manera importante a dinamizar las estructuras que soportan el funcionamiento de los mercados financieros y de valores en España. Sin embargo, en los últimos tres o cuatro años ese vigor se ha detenido. La incertidumbre sobre la senda de recuperación del crecimiento y las turbulencias en los mercados han provocado finalmente un trasvase del ahorro financiero en renta variable hacia activos con menor riesgo como los depósitos bancarios. Este fenómeno ha sido particularmente sostenido en el caso de los fondos de inversión mientras que para las acciones y otros productos de renta variable cotizada el año 2009 pareció haber marcado un cierto punto de inflexión (recuperación de precios y actividad en menor medida) que, con mucha inestabilidad, parece querer prolon- CONDICIONANTES CON INCIDENCIA EN EL ESCENARIO A EVALUAR Fuerte exposición de los hogares al ciclo inmobiliario. La gran exposición de los hogares a la situación del ciclo inmobiliario introduce en el análisis un factor que podría modificar cualquier tipo de previsión. La caída de los precios de la vivienda ha situado ya en numerosos casos el valor de la misma por debajo del valor de la deuda pendiente (hipoteca). Para deshacer esta posición, aunque sea con pérdidas, ya no es suficiente con la venta del activo. Es necesario disponer de ahorro adicional para cancelar la deuda o realizar la pérdida y refinanciar la parte que va desde el valor real de la venta hasta el de la hipoteca. En cualquier caso, al igual que ocurre en las unidades empresariales con sus paquetes de deuda, en el seno de las familias se 273 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA están produciendo procesos de negociación con las entidades financieras para reestructurar las condiciones y el calendario de pago de sus deudas (principalmente las hipotecarias). Este hecho supone, en algunos casos, inmovilizar recursos para ampliar las garantías y, en la mayoría, alargar el plazo del reembolso de la deuda con la consiguiente elevación de la exposición al riesgo derivado de la elevación de los tipos de interés (aumento del coste de financiación). Retroceso del modelo. La crisis ha propiciado un paso atrás en el proceso de cambio del modelo de funcionamiento de los mercados financieros hacia uno más equilibrado entre la predominancia de los bancos (banking-oriented) y los mercados (market-oriented). La desconfianza ha redirigido enormes bolsas de ahorro familiar desde activos con algo de riesgo hacia los depósitos bancarios dónde la remuneración es baja pero prima la protección del capital. Es cierto que es un movimiento natural de los fondos en busca de seguridad a corto plazo, pero introduce dudas sobre cómo afectará esto al volumen de flujos de fondos desde los ahorros de las familias hacia los activos de inversión negociados en mercados en el futuro. En esencia esta retracción del ahorro hacia productos bancarios «seguros» apoya cierta sensación de reinstauración temporal de la supremacía del modelo «comprar para mantener»23 frente al de «originar para distribuir»24, cuya exu- berancia lo ha sentado en el banquillo internacional como uno de los principales causantes de la crisis financiera. Esta circunstancia favorece indirectamente el modelo banking-oriented que, a pesar de las intensas transformaciones de los últimos años, nunca ha dejado de ser predominante en España ¿Cómo puede esto afectar a la movilidad del ahorro de los hogares y, en especial, al que se materializa directamente en activos de renta variable cotizados? El reforzamiento internacional del modelo de banca tradicional («comprar para mantener»), sólidamente implantado en nuestro país, tiene un riesgo grande de cautividad de los capitales captados por cuanto gran parte de su éxito se basa en establecer relaciones estables con el cliente a largo plazo. Además, al disponer en sus balances nuevamente de un inusitado volumen de pasivos, los bancos ganan mucho poder en la definición o elección de los canales por los que puede discurrir y, lógicamente, tienden a buscar el beneficio mayor para la entidad: un caldo de cultivo mucho más propenso a la generación de conflictos de agencia y de interés en su seno25. ELEMENTOS CON INFLUENCIA POTENCIAL DIRECTA Con la economía contraída y fuertemente endeudada, una tasa de paro del 20%, un déficit público desbocado y la inversión empresarial encogida parece difícil esbozar un futuro medianamente halagüeño para la inversión de las familias en productos de riesgo, típicamente acciones o activos de renta variable. Sin embargo, tal como se 23 El modelo bancario de «comprar para mantener» es el que todos conocemos: bancos que se financian con depósitos (en parte, con vencimientos de corto plazo) para prestar en el largo plazo a clientes con los que también mantienen relaciones de largo plazo. La inestabilidad que induce el desalineamiento de plazos entre activo y pasivo se mitiga con elementos como la relación a largo plazo con los clientes propia de la banca de relación (relationship banking), la existencia de sistemas de garantía depósitos y, por último, mediante la función de prestamista en última instancia de los bancos centrales. Estos dos últimos elementos (garantía de depósitos y función de prestamista en última instancia) son, quizás, los más conocidos, pero no se debe olvidar que la relación entre banquero y cliente (junto con unos altos niveles de recursos propios) fue el principal elemento de estabilidad durante el siglo XIX en el que, sí, tuvieron lugar multitud de crisis financieras, pero en el que el modelo bancario se expandió con intensidad. 24 En el modelo de «originar para distribuir» los bancos son meros intermediarios entre los clientes (generadores de riesgo de crédito) y los financiadores (demandantes de dicho riesgo). En la medida en que ese riesgo de crédito esté poco correlacionado con otros riesgos (por ejemplo, si ese surge de actividades de banca minorista y, por tanto, es un riesgo granular y diversificado), existirá una demanda natural por motivos de diversificación. 25 Para quien desee más información sobre los riesgos de un sobrepeso del grado de influencia de la banca en la definición de los flujos de inversión futuros, se recomienda la lectura del informe «Investor behaviour in the post-global financial crisis era», realizado en septiembre de 2009 por Bella Caridade-Ferreira (Directora de Desarrollo de Mercado de Lipper FMI) para el Observatorio del Espacio Europeo. 274 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS ha demostrado a lo largo de este artículo, la potencia del ahorro familiar debidamente encauzado a través de su participación en los procesos de desarrollo empresarial es tremendamente beneficiosa para el sistema en su conjunto26. Hay factores actuales que deberían propiciar esa intervención de las familias, aunque hay otros que operan en contra. El desapalancamiento (delevering). En un ensayo escrito por Werner G. Seifert y Hans-Joachim Voth27 en 2003, a raíz del análisis de los hechos que llevaron a la crisis bursátil de las «puntocom», los autores afirmaban que lo que desestabilizaba a los mercados de capitales es la deuda, no la renta variable. Argumentaban con datos que, al contrario de lo que popularmente se piensa, los años de auge de los mercados de valores no provocaron una enorme falta de adecuada asignación de capital y sobrecapacidad. Decían que la verdadera razón de la crisis del mercado de valores y la drástica caída en los beneficios empresariales se remonta al cambio en la vía de financiación empresarial, cuando se sustituyó la financiación con acciones por la deuda, acelerada por los históricamente bajos tipos de interés, los generosos incentivos fiscales que hicieron de los préstamos la vía más barata de financiación y la promesa académica de rentabilidades seguras. En esta ocasión no se ha producido un descalabro en cadena de los beneficios empresariales, tal vez por la mayor diversificación geográfica de los negocios de muchas compañías, pero sin duda hay un consenso prácticamente generalizado entre los expertos de que uno de los grandes problemas a resolver en el futuro es el enorme volumen de deuda acumulado por las empresas no financieras en el mundo desarrollado, dónde se afinca España28. El diario económico Expansión publicó el 17 de marzo de 2010 un artículo del profesor Nouriel Roubini titulado «Estados de Riesgo» dónde, a nuestro juicio, se explicaba la situación con claridad29. Su conclusión es que se deben resolver los problemas que plantea la deuda privada insostenible mediante quiebras, reducciones de la deuda y conversión de esta en acciones. También el catedrático Paul Krugman, en un reciente artículo publicado por el diario El País el 3 de octubre y titulado «¿Por qué seguimos cayendo?», sostiene que la estabilización del sistema financiero sólo ha servido para alejar a la economía del abismo y los déficits presupuestarios han servido para suplir la parálisis de la actividad económica y financiera, sin embargo hay un problema general de volumen de deuda sin pagar, especialmente en el sector empresarial no financiero y los hogares, que obliga a plantear soluciones alternativas para el desapalancamiento progresivo del sistema. No es nuestra intención aquí juzgar lo acertado o no de las vías de acción sobre las que Roubini y Krugman advierten, sino simplemente apuntar que la opción de conversión de deuda en acciones30 se muestra 28 El endeudamiento del conjunto de sociedades no financieras españolas ha crecido algo más del 50% entre 2005 y 2009 (actualmente es 1,4 veces el PIB). Por su parte, el correspondiente a las cotizadas de este grupo se ha multiplicado por 2 en ese período y ha pasado de suponer 2,90 veces su EBITDA a 4,82 veces. 29 Decía: «El saneamiento de una elevada deuda del sector privado y la disminución de los coeficientes de deuda pública tan sólo mediante el crecimiento resulta particularmente difícil, si una crisis de balances generales –incluye aquí a los hogares- provoca una recuperación anémica y la reducción de los coeficientes de deuda se presta a una paradoja: la de que un aumento demasiado rápido de los ahorros ahonda la recesión y empeora los coeficientes de deuda. A fin de cuentas, la resolución de los problemas creados por el apalancamiento del sector privado mediante la socialización de las pérdidas privadas y el reapalancamiento del sector público es arriesgada. Habrá que aumentar impuestos, tarde o temprano, y reducir gasto, con su consiguiente efecto negativo sobre el crecimiento.» 30 En España esta opción se ha apoyado por los poderes públicos en los procedimientos concursales. Con la publicación del RDL 3/2009 se modificó parcialmente la Ley Concursal de julio de 2003. A fin de facilitar la conversión 26 Según el estudio «La inversión empresarial en España y la posición financiera de las empresas», publicado en el Boletín Económico del Banco de España de diciembre de 2008, en el período de mayor presencia del equity entre las familias españolas (1994-2007) «la inversión empresarial registró un crecimiento medio anual del 6% y ha explicado el 30% del crecimiento del PIB frente a un 2% y un 12%, respectivamente, en el ciclo anterior». 27 En aquel momento CEO de Deutsche Börse AG (Frankfurt), el primero, y profesor asociado de Economía de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona y director asociado en el Centro de Historia y Economía del Kings College de Cambridge, el segundo. 275 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA los recursos de capital demandados. El fenómeno podría pues repetirse a gran escala como parte del proceso comentado. La recapitalización del sector no financiero. En el caso de las empresas no financieras españolas la descapitalización también ha tenido lugar por una triple vía: la quiebra de empresas (especialmente pequeñas y medianas), el descenso de las cotizaciones y el mantenimiento de una tasa elevada de reparto de beneficios entre los accionistas. Esto ha ocurrido principalmente a partir del año 2007. Las empresas deben ahora buscar un balance patrimonial más saneado31 sin la oportunidad de acudir masivamente a endeudamiento externo (el que sirvió para crecer intensamente años atrás). Para ello tienen básicamente dos opciones: captar dinero nuevo de su entorno o aumentar la retención de beneficios. Aunque hasta la fecha las condiciones de mercado (volatilidad y desconfianza) no son muy favorables, en el mundo se aprecia una sostenida recuperación del número de operaciones de colocación en Bolsa tal como muestran los datos del Observatorio de OPVs que trimestralmente realiza la consultora PriceWaterhouseCoopers. Hay una retracción generalizada de los capitales privados en la economía (tras las fuertes pérdidas sufridas y el efecto del «dinero miedoso») que conduce a una escasez que no sólo se ha notado en los mercados, sino de forma especial y muy directa en la fuerte caída experimentada por las operaciones de capital riesgo en 2008 y 2009. Por tanto la primera alternativa de las comentadas no es desdeñable por la potencia y la diversificación que se consigue apelando al gran público inversor a través de las Bolsas. como un lugar común de expertos de diversas tendencias. De producirse en alguna medida podría contar con el apoyo del ingente volumen de ahorro de las familias españolas. La recapitalización de entidades financieras. Ligado a este crecimiento acelerado del endeudamiento se ha producido una creciente descapitalización en el sistema. Este fenómeno generalizado en todos los sectores ha sido muy intenso en el de las empresas y obliga a reconsiderar a futuro varias cuestiones. En el caso de las instituciones financieras han sido ampliamente respaldadas con recursos públicos en los últimos dos años en todo el mundo para asegurar su solvencia. En España la reestructuración del sector de las Cajas de Ahorro abre indudables oportunidades para los planes de inversión en equity de las familias españolas. Con Basilea III se aumentan las exigencias mínimas de core capital (recursos propios de primera calidad) desde el 2% hasta el 4,5%, más un 2,5% adicional como colchón anticíclico. Según cálculos de la entidad Analistas Financieros internacionales (AFI), eso va a suponer unas necesidades de captación de recursos del orden de 35.000 millones de euros y, de ellos, se estima que alrededor de 15.000 se deberán captar en los mercados en los próximos años. La fórmula principal para cumplir este vaticinio es la emisión y colocación en el mercado de cuotas participativas (las «acciones» de las Cajas) o directamente acciones, según como se articule finalmente el proceso. Ya existe una experiencia de cotización en la Bolsa española de cuotas participativas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. En aquella ocasión, la Caja aprovecho su extensa red de sucursales para obtener entre sus clientes (la mayoría inversores particulares) una parte importante de 31 El empeoramiento de la situación patrimonial de las empresas se ha producido en dos fases. Entre 2005 y 2007 el aumento del endeudamiento fue superior al aumento de valor del capital y entre 2007 y 2009 no se produce aumento ni disminución del volumen de deuda pero si un acusado descenso de la capitalización. Para las empresas cotizadas, en el conjunto del período, el ratio deuda/patrimonio pasa de 1,27 veces a 1,63 tras alcanzar un máximo de 1,71 en 2006. Las empresas del sector Construcción e Inmobiliario tienen un gran protagonismo en este comportamiento agregado. de deuda en acciones en acuerdos de refinanciación, los límites de consideración de persona especialmente relacionada con el concursado (5% participación en el capital en sociedad cotizada y 10% en no cotizada) se establecen en el momento de nacimiento del derecho del crédito. De esta manera se evita la subordinación de la deuda que pueda quedar pendiente de repago tras el acuerdo de refinanciación. 276 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS En cuanto a la segunda alternativa, retener más beneficios, plantea a las empresas una gran dicotomía. Como refleja el elevado payout de las compañías cotizadas en 2009 (cercano al 50%) a pesar de las dificultades, los gestores han intentado «sostener» las cotizaciones con el reparto de beneficios y buscando luego un reequilibrio con recompras de acciones. Esta política es difícilmente sostenible en el tiempo excepto si hay hechos contundentes que inviten razonablemente a pensar que la empresa es capaz de generar un beneficio recurrente a medio y largo plazo de manera sólida. Si no es el caso, y las cotizaciones no remontan, algunas deberán acudir a la primera vía o explicar a los accionistas que la combinación del refuerzo de sus recursos propios conservando en su seno una porción mayor de los resultados y la oportunidad de sus planes de negocio, revertirá en el valor de la compañía a través de la cotización. Es decir, buscar que la prima de riesgo exigida por los accionistas sea menos y rebajar así el coste de financiación de los recursos propios. Nuevos mercados y otros productos. En otro orden de evaluación, el propio impulso innovador de los responsables de Bolsas y Mercados Españoles (BME), así como el interés de importantes compañías financieras en poner a disposición del ahorrador productos de inversión en renta variable que generan exposición a un variado número de subyacentes, son elementos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de atisbar el futuro de la inversión directa en acciones y otros productos de renta variable de las familias españolas. Hace dos años que BME puso en marcha el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión. Se trata de una iniciativa que trata de conseguir que compañías de un tamaño relativamente pequeño puedan aprovechar las bondades del mercado32 para captar recursos y llevar a cabo sus planes de crecimiento del negocio. Aparte de gozar de unas condiciones especiales de acceso y permanencia en el mercado, aunque respetando unas exigentes requisitos de transparencia informativa, para apoyar el acceso de estas empresas al mercado se ha creado la figura del Asesor Registrado. Actualmente hay 27 entidades realizando por toda España esta labor de captación de potenciales compañías para cotizar. Los Asesores se ocupan de guiar todo el proceso de inserción en el mercado y ayudan en el cumplimiento de los trámites frente a los reguladores y los inversores antes y después de la cotización efectiva. Hasta la fecha son 9 las empresas que se han incorporado al MAB y las perspectivas de crecimiento son buenas. Las Administraciones Públicas Territoriales han recibido el proyecto con buenos ojos como medio de incentivar el dinamismo de su tejido productivo local. Cuatro Comunidades Autónomas (Madrid, Cataluña, Galicia y Murcia) han establecido algún tipo de ayuda económica y/o incentivo fiscale para las empresas que decidan dar el paso y para los inversores que quieran participar en los proyectos. El reducido tamaño inicial de las empresas complica la participación masiva de las familias en estos procesos pero se están haciendo esfuerzos e implementando ideas para tratar de fomentar la liquidez e incrementar la presencia de los hogares en el accionariado de estas compañías. En cuanto a nuevos productos destacan los ETFs o Fondos Cotizados. Son productos financieros de aceptación creciente entre los inversores33. Las cifras de actividad así lo demuestran. de valores supone toda una revolución en sus planes estratégicos y modifica de manera radical tanto la composición de su entorno relacional como la manera en que esa relación se produce. Por su relevancia es pues un paso no exento de complejidad en el camino de la transparencia y del contraste público de la estrategia empresarial y financiera de una compañía. 33 Los primeros ETFs surgieron a principio de los años 90 en Estados Unidos con el objetivo de replicar a los principales índices de su economía. Poco a poco fueron ganando popularidad como alternativa a los fondos índice tradicionales, por la ventaja de ganar liquidez intradía y por sus menores comisiones. Con el tiempo llegaron más allá de replicar 32 La salida a Bolsa y la venta pública de acciones es un paso decisivo e innovador en la trayectoria de las empresas. Si la innovación es el motor de futuro para generar riqueza y nuevas oportunidades de negocio, sin lugar a dudas la colocación de una empresa en el escaparate de los mercados 277 AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA Su éxito radica en su simplicidad operativa. Se compran y venden como una acción pero reúnen en un sólo activo un amplio grado de exposición y diversificación de la inversión. Además cubren diferentes opciones estratégicas según las expectativas de cada inversor. En España el mercado acaba de celebrar su cuarto aniversario y los emisores están apostando cada vez más fuerte por el potencial de crecimiento de estos productos en la Bolsa española. Las últimas adaptaciones normativas de la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva permiten la incorporación al mercado de nuevas referencias con forma jurídica de SICAV. En estos cuatro años el recorrido de los fondos cotizados en el mercado español ha resultado espectacular, pasando de negociar 1.827 millones de euros en la segunda mitad de 2006 a los más de 4.390 millones en el primer semestre del año actual, lo que supone un incremento del 140%. Su atractivo como producto de inversión es innegable, tanto que, además de haber sobrevivido a una gran crisis financiera, se han desmarcado de la corriente de reembolsos triplicando su patrimonio desde finales de 2007 y manteniendo previsiones muy optimistas para los próximos años. La juventud de este mercado en España le confiere un gran potencial de desarrollo en el corto y medio plazo. Tanto los emisores como los gestores, los señalan como uno de los activos con más potencial de crecimiento de nuestro panorama financiero. Sus posibilidades de crecimiento son inmensas, por lo que en los próximos años el reto es situarse al nivel de sus homólogos europeos más significativos34 y alcanzar en este segmento una cuota semejante al peso que tiene España en el mercado europeo de valores. Cambios en la fiscalidad. En este terreno hay dos variaciones ya aprobadas que pueden tener incidencia en el posicionamiento de las familias ante la decisión de invertir directamente en acciones. La primera es la subida del tipo impositivo de las plusvalías y rentas derivadas del ahorro con ocasión de la lucha contra el déficit público. El tipo pasa del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros y llega hasta el 21% para el resto. Esta reforma fiscal de las rentas y ganancias de capital se incluyó en la Ley de Presupuestos de 2010. Al producirse simultáneamente para todos los productos financieros de ahorro/inversión no provoca efectos discriminatorios contra las acciones, pero de forma general la medida contribuye negativamente en la decisión familiar de invertir en productos financieros. La segunda obedece a cuestiones que exceden el ámbito de este análisis pero marginalmente pueden tener un efecto positivo sobre el importe del ahorro que las familias destinan directamente a la compra de acciones. A la luz de los datos comentados a lo largo del artículo y sin entrar en consideraciones de tipo social, la decisión del Gobierno de eliminar las deducciones correspondientes a la inversión en vivienda en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a partir de un determinado nivel de renta (24.0000 euros brutos anuales)35 parece acertada como elemento de reestructuración futura de las carteras de ahorro de los hogares. La excesiva dependencia del ahorro de las familias de un bien tan ilíquido como la vivienda es uno de los lastres que todos los expertos señalan como determinante en el retraso de la recuperación de la economía española por varios motivos. El principal porque nada hace presagiar que se vaya a producir una recuperación de los precios y en muchos casos ya el valor de los inmuebles es inferior al de la hipoteca. Es decir que la interacción entre los precios del crédito y las garantías ha propiciado un auge excesivo de sólo a índices de acciones para abarcar una gama más amplia de índices subyacentes, incluyendo renta fija, monetarios e incluso de materias primas. Esta evolución también ha dado lugar a los llamados ETFs de estrategia o de segunda generación que permiten tomar exposición inversa o apalancada. 34 Actualmente existen en la Bolsa española alrededor de 40 referencias de ETFs listadas, frente a un rango de entre 300 y 400 existente en las principales plazas europeas. 35 Sujeto a la definitiva aprobación de la Ley de Economía Sostenible. 278 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS un sector donde la especificidad de su producto (alto valor unitario e ilíquido) ha generado distorsiones en la asignación de los recursos y genera evidentes problemas en la necesaria velocidad de su reasignación. Sin duda esta dificultad de desapalancamiento de los hogares unida a la práctica devastación de la actividad en el sector inmobiliario español, tienen una enorme repercusión sobre las perspectivas de nuestra recuperación económica36 y es necesario anotarlo para tratar de evitar una repetición en el futuro. En este sentido, es importante promover y dar a conocer a la población que existen instrumentos más versátiles y accesibles para participar en el rendimiento de proyectos de inversión en el sector inmobiliario, sin necesidad de poseer directamente el bien físico objeto de la inversión. Las nuevas SOCIMI37 que cotizaran en Bolsa pueden perfectamente ser ese activo de diversificación, sin necesidad de renunciar a una exposición sectorial que puede ser deseable. • • • RESUMEN DE CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES CONCLUSIONES El ahorro de las familias españolas ha estado tradicionalmente dominado en exceso por la posesión de activos inmobiliarios. Los riesgos que ello conlleva han quedado patentes tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y el excesivo endeudamiento de los hogares asociado a los inmuebles. • El volumen de ahorro familiar destinado a activos financieros en España es menor que en el conjunto de Europa. Sin embargo la participación de las familias en acti- • • Según se dice textualmente en el último Informe de Perspectivas del FMI (octubre 2010), «en general parece haber una relación entre los niveles de actividad inmobiliaria antes de la crisis y la evolución económica después de la crisis: cuanto más alta fue la inversión en vivienda como proporción del PIB en 2006, mayor fue la caída entre el nivel máximo y el nivel mínimo del PIB real». 37 Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario. 36 • 279 vos financieros de inversión es, en términos relativos, superior. El activo más popular de este grupo son las acciones cotizadas. El importe destinado por las familias españolas a la inversión directa en acciones es elevado y superior al de los países de nuestro entorno. El hogar tipo español que invierte directamente en acciones cotizadas posee un nivel de riqueza medio-alto, el cabeza de familia tiene una formación elevada (universitaria preferentemente), una edad de entre 40 y 64 años y no diversifica mucho su inversión accionarial, si bien esta última característica mejora a mayor formación y riqueza. Se ha demostrado que la inversión en acciones de las unidades familiares constituye una palanca decisiva en el crecimiento y la generación de valor en la base del tejido productivo español. Son flujos de ahorro que dinamizan de muy distintas maneras la inversión y el gasto de los diferentes agentes económicos y engrasan el funcionamiento correcto de los mercados financieros y los mecanismos de financiación. El papel de las Bolsas en este proceso ha sido y es muy relevante. Las mejoras introducidas en el funcionamiento de los mercados regulados han apoyado decisivamente esta mecánica de interacción positiva entre las familias y el mercado. Estas mejoras se han apoyado centralmente en la tecnología y el modelo de negociación para ampliar los accesos al mercado con seguridad, reducir los costes operativos y aumentar sensiblemente la liquidez. La liquidez es un bien esencial que favorece el crecimiento en fases del ciclo alcista y contribuye a reajustes y reasignaciones ordenadas de recursos cuando este se invierte. La mejora de la protección al inversor debe ser un proceso continuo. Con la AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA • • • • nueva regulación se ha avanzado mucho en este sentido. En el caso del mercado de renta variable se ha ganado transparencia y equidad. Esto se traduce en un poso de confianza, que permanece cuando la inestabilidad en la actividad económica cesa y al que son especialmente sensibles las familias. El avance de la desintermediación financiera también ha favorecido la conformación de un escenario de competencia entre productos financieros más equilibrado, en el que las acciones han captado especialmente la atención del inversor particular. El atractivo de los dividendos se revela, en este punto, como un determinante muy importante. En los últimos 30 años, las acciones cotizadas de empresas españolas se han mostrado como una alternativa de inversión rentable a largo plazo. Superan el rendimiento de inversiones alternativas similares y protegen el capital en períodos de tiempo elevados. El comportamiento de los índices bursátiles potencia el valor de la diversificación. Las alternativas de diversificación en productos de renta variable se han ampliado mucho en el mercado español en los últimos años. La llegada de los ETFs al mercado español da a las familias la opción de aprovechar conjuntamente los valores de la diversificación y el largo plazo con liquidez, transparencia y a un coste reducido. Además favorece la exposición a activos exteriores de las carteras financieras de los hogares. Existe un riesgo cierto de que la ingente cantidad de recursos familiares que han buscado seguridad en los depósitos bancarios modifique, en alguna medida, el grado de desintermediación financiera alcanzado. Esto podría sesgar interesadamente la dirección de los flujos de inversión de las familias españolas a corto y medio plazo. • • • • El alto grado de endeudamiento del sistema, pero especialmente el del sector no financiero, es un extraordinario freno para el crecimiento económico. La conversión de deuda en acciones puede ser una buena contribución a la solución de los desequilibrios financieros planteados. El actual desequilibrio patrimonial del conjunto de empresas españolas no sólo procede del aumento de la deuda. En los últimos dos años el incremento de este desbalance ha venido por el lado de la descapitalización. Es probable que las empresas apelen al mercado en los próximos años para revertir una situación que, a futuro, se antoja insostenible. La reestructuración del sector financiero español y la aplicación de los nuevos coeficientes de capital de calidad exigidos por Basilea III, pueden generar un importante flujo de títulos hacia el mercado en forma de acciones y cuotas participativas. Las familias aparecen aquí como un potencial prestamista de último recurso con un perfil bastante adecuado. La elevación del tipo impositivo a las rentas y plusvalías procedentes del ahorro financiero son factores que coyunturalmente desincentivan a las familias a invertir en acciones, pero en la misma medida que lo hacen con otros productos financieros alternativos. RECOMENDACIONES • • 280 Conseguir un balance más equilibrado entre activos reales y financieros en las carteras de ahorro de las familias españolas ayudaría a suavizar los impactos sobre el crecimiento de la economía en los cambios de ciclo. Hay que buscar recetas para evitar el desarrollo de procesos donde el crecimiento se base en el uso excesivo de la financiación con deuda. Equiparar el tratamiento 14. LA INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES POR PARTE DE LAS FAMILIAS ESPAÑOLAS • • • • • • fiscal de la financiación con deuda y con acciones o fijar un límite de deuda con relación al capital (tal como sucede en el sector financiero), pueden ser algunas de las alternativas a considerar. La recapitalización de una parte importante del sector financiero español es inevitable. Contemplar el proceso con el nivel de participación que las familias tuvieron en las privatizaciones de las grandes compañías públicas españolas en los 90, puede ser una manera apropiada de abordarlo a la luz de los ejemplos de expansión precedentes. En este mismo sentido, promover la participación del ahorro familiar en los proyectos de negocio de pequeñas y medianas compañías que quieren crecer apoyándose en los beneficios de la cotización, es impulsar la innovación y el crecimiento de la base económica del país. Debería tener continuidad. En beneficio de la competitividad y la protección del inversor hay que supervisar el buen cumplimiento de los requisitos de transparencia e información, así como dar soporte efectivo al proceso de desintermediación financiera ya iniciado, mediante el establecimiento de un marco adecuado para el desarrollo de las nuevas figuras y productos surgidos en el seno de los mercados financieros y de valores. Las familias españolas manifiestan cierta predilección por la renta variable en sus activos financieros de inversión. La diversificación y el largo plazo son elementos que favorecen el binomio rentabilidad/ riesgo en estos productos. Trasladar este mensaje con más fuerza a la sociedad puede contribuir a mejorar la confianza de los hogares en las ventajas de los mercados de valores. Hay que seguir apoyando y trasladando a la comunidad inversora las ventajas que, para la gestión de sus ahorros, se derivan de la liquidez y la transparencia de los mercados. Son evidentes los beneficios de la formación en la participación de las familias en los mercados de valores. Esto es especialmente cierto en la inversión directa en acciones. Apoyar iniciativas en este ámbito favorece la estabilidad de las estructuras financieras que soportan el crecimiento económico. 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