La Función del Ahorro en la Economía Española

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2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA
ESPAÑOLA. EVOLUCIÓN Y PERSPECTIVAS
DEL CONSUMO Y EL AHORRO FAMILIAR
Ángel Laborda
Director del Gabinete de Coyuntura y Estadística de Funcas
1. INTRODUCCIÓN
pondiente al sector público ha disminuido en
mayor magnitud de lo que se ha recuperado el
privado. La reducción del déficit del conjunto
de la economía se está produciendo por la vía
de ajustar bruscamente a la baja la inversión en
capital fijo.
En este artículo se analiza el papel que ha
jugado el ahorro en la generación y desarrollo de
la crisis más importante desde la Gran Depresión
de los años treinta, y se presentan previsiones de
su comportamiento en los años iniciales de la
esperada recuperación. Tras esta breve introducción, se hacen unas consideraciones teóricas
sobre los factores determinantes del ahorro y su
relación con el ciclo económico. En el apartado 3
se presenta el marco económico general en el
que los agentes económicos han tomado sus decisiones de gasto y ahorro. En el apartado 4 se
estudia el comportamiento del ahorro de las
familias hasta la fecha y se adelantan las perspectivas a corto y medio plazo. Pero el ahorro familiar no es sino una de las variables de la función
del ahorro total. Por eso, este análisis y las predicciones se extienden al conjunto de la economía en el apartado 5 y último.
La coyuntura en la que desarrollaron los agentes económicos sus proyectos entre 1999, año
de inicio del euro, y 2007 fue muy favorable,
pero el contexto de condiciones financieras en
el que tomaron sus decisiones les llevó a reducir notablemente su tasa de ahorro y a financiar
cada vez en mayor proporción sus inversiones
mediante el endeudamiento, que, partiendo de
niveles notablemente inferiores, llegó a superar
ampliamente el promedio de la zona del euro.
Aunque esas decisiones fueran racionales en
dicho contexto, el caso es que generaron una
elevada vulnerabilidad a los cambios de coyuntura financiera. Esos cambios ya empezaron a
producirse en 2006 en forma de un endurecimiento de las condiciones de financiación, pero
se intensificaron extremadamente al estallar la
crisis de las hipotecas de alto riesgo en el verano de 2007 en los EE.UU.
Ante la falta de financiación, las cargas
financieras de intereses y amortización del principal se hicieron insoportables para muchos
hogares y empresas, resultando todo ello en una
fuerte contracción del gasto del sector privado y
una espectacular recuperación de su ahorro. En
dos años el ahorro de los hogares ha pasado de
un mínimo a un máximo históricos y el déficit
de las empresas no financieras se ha reducido a
la quinta parte. Ahora bien, el ahorro total
nacional no se ha recuperado, ya que el corres-
2. FACTORES DETERMINANTES DEL
AHORRO. AHORRO Y CICLO
ECONÓMICO
Las teorías sobre el ahorro personal se sustentan
básicamente sobre los trabajos seminales de
35
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
Modigliani y Brumberg (1954) y Friedman
(1957). De acuerdo con la Hipótesis del Ciclo
Vital, propuesta por los primeros, los individuos
intentan mantener un flujo constante de consumo a lo largo de su vida. De este modo, ahorran
durante su vida activa, y desahorran durante la
vejez. Según la Hipótesis de la Renta Permanente formulada por Friedman, los individuos distinguen entre la parte de su renta que es permanente y la que es transitoria. Si consideran que
un determinado incremento de su ingreso es
transitorio, será ahorrado casi en su totalidad.
De acuerdo con estos modelos, el nivel de PIB
per capita y la evolución demográfica desempeñan un papel clave en la determinación de la tasa
de ahorro y su evolución a largo plazo. Pero son
otros muchos los factores que la abundantísima
literatura empírica existente acerca de esta cuestión ha intentado identificar como determinantes del ahorro. Podemos asumir que existe una
serie de factores estructurales que pueden influir
en la tendencia a largo plazo de la tasa de ahorro
de las familias, como el nivel de riqueza, el envejecimiento de la población, el sistema impositivo,
el sistema de prestaciones sociales, la distribución
de la renta o el grado de desarrollo del sistema
financiero. Junto a estos, existe otro conjunto de
variables que actúan a corto plazo dando lugar a
las fluctuaciones cíclicas que la tasa de ahorro
experimenta por encima o por debajo de dicha
tendencia de largo plazo.
El gráfico 1 compara la evolución de la tasa de
ahorro de los hogares españoles desde 1985 con
la tasa de crecimiento del PIB. Como se puede
observar, dicha tasa presenta un comportamiento
cíclico muy marcado: se reduce en las etapas de
expansión económica, y aumenta en las recesiones. Es decir, en contra de lo que pudiera parecer, los hogares dedican más parte de su renta a
ahorrar cuando las cosas van mal que cuando van
bien. El proceso puede explicarse de la siguiente
manera.
GRÁFICO 1. AHORRO Y CRECIMIENTO DEL PIB
Variación anual en porcentaje (PIB) y porcentaje de la renta disponible bruta (ahorro)
Fuente: Series enlazadas por Funcas a partit de la CNE del INE.
36
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
Cuando, tras un periodo recesivo, se inicia la
recuperación, los agentes económicos van recobrando la confianza. Las personas que recuperan
su empleo aumentan su propensión a consumir y
lo mismo hacen los que ya lo tenían o aquellos
cuyas rentas provienen de fuentes distintas a las
salariales. Todo ello se ve complementado por la
revalorización de los activos financieros e inmobiliarios (efecto riqueza) que suele producirse al
calor de la recuperación como consecuencia del
aumento de su demanda y de la bajada previa de
los tipos de interés que, de forma endógena o
por la actuación de las autoridades monetarias,
se produce en las fases recesivas. Conforme la
recuperación se consolida, el paro va descendiendo, se crean empresas nuevas y aumentan los
beneficios y otras rentas no salariales. La confianza se va transformando en euforia, los
momentos de crisis se van perdiendo en la
memoria y los agentes económicos se perciben
más ricos y con el horizonte vital despejado. Si
los bancos centrales actúan con retraso, como
suele suceder, los tipos de interés siguen siendo
bajos en esos momentos. Es entonces cuando los
hogares y las empresas empiezan a aumentar su
gasto en consumo e inversión por encima de lo
que lo hace su renta disponible. La tasa de ahorro cae.
Cuando esta situación se prolonga, aparecen
diversos desequilibrios que a la larga frenan la
expansión y provocan el cambio de ciclo. El que
más nos interesa aquí es el déficit. Tanto los
hogares como las empresas, al tiempo que reducen sensiblemente su tasa de ahorro, aumentan
la de inversión, lo que acaba generándoles una
necesidad de financiación que, a nivel macroeconómico, se manifiesta en un déficit de la balanza
de pagos por cuenta corriente. Su endeudamiento, en relación a la renta disponible o al PIB,
aumenta, así como el grado de apalancamiento
financiero respecto a los recursos propios. En
función del nivel de los tipos de interés y de los
niveles de partida de la deuda, este proceso
puede prolongarse más o menos en el tiempo.
Así, en el último ciclo español, se puede observar
una duración más larga de la habitual de esta
situación de déficit y endeudamiento crecientes
respecto a ciclos anteriores (el déficit por cuenta
corriente ha alcanzado el 10% del PIB, el doble
que en cualquier ciclo anterior), lo que se explica
por los bajos tipos de interés reales de que se
viene gozando desde la integración en la zona
del euro, por el bajo nivel de endeudamiento de
partida de los hogares y las empresas y por la
desaparición, junto con la peseta, del riesgo-país.
Pero, a la larga, esta coyuntura no es sostenible.
Los niveles de endeudamiento tienen un límite
en la solvencia de los agentes económicos y las
cargas financieras de los mismos van erosionando su capacidad de gasto.
Este y otros desequilibrios tenderán por sí
mismos a frenar el crecimiento del gasto en consumo e inversión, iniciándose, así, un cambio de
fase cíclica. Poco a poco los mismos mecanismos
que llevaron a la situación de euforia, actuando
ahora en sentido contrario acaban por provocar
una recesión. El empleo se frena, primero, y disminuye después. Los precios de los activos financieros e inmobiliarios, inflados por unas expectativas de plusvalías insostenibles (exhuberancia
irracional, como llamó a esta situación el ex-presidente de la Reserva Federal norteamericana
Alan Greenspan), tienden a caer, lo que provoca
un efecto pobreza y pérdidas a los inversores y a
las instituciones financieras que pueden ocasionar una crisis del sistema con mayor o menor restricción de la oferta de crédito. Poco a poco la
confianza se va minando y de la euforia se pasa al
pesimismo, entrando en funcionamiento el efecto precaución y haciendo que los hogares y
empresas ahorren más. Es el ahorro del miedo.
Como se ve, las expectativas juegan un papel
importante, tanto en la fase cíclica ascendente
como en la descendente, pero no son ellas las que
provocan en primera instancia los cambios cíclicos del ahorro, sino que son una más de las variables endógenas del mecanismo de los ciclos.
3. CONTEXTO ECONÓMICO GENERAL
Durante 2008 y 2009 la economía española registró la fase de recesión más larga e intensa que se
recuerda desde que hay datos estadísticos. El
37
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
peor trimestre de este periodo fue el primero de
2009, en el que el PIB cayó un 6,2% en tasa trimestral anualizada. Desde entonces las caídas del
PIB se fueron moderando hasta alcanzar una tasa
ligeramente positiva en el primer trimestre de
2010, que se mantuvo en el segundo. La recesión
parece, pues, haber terminado técnicamente,
aunque la crisis continúa.
CUADRO 1. PREVISIONES ECONÓMICAS PARA ESPAÑA, 2010-2011 (FUNCAS)
Tasa de variación anual en porcentaje, salvo indicación en contrario
38
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
(a) Aportación al crecimiento del PIB, en puntos porcentuales.
Fuentes: 1996-2009: INE y BE. Previsiones 2010-11: FUNCAS.
Las cifras más importantes que definen este
periodo recesivo pueden concretarse en caídas,
entre los niveles máximos anteriores a la recesión
y los mínimos o el segundo trimestre de 2010
para los agregados que aún no han tocado suelo,
de casi cinco puntos porcentuales (en adelante,
pp) por lo que respecta al PIB, 6,4 pp del consumo, 26,2 pp de la inversión en capital fijo, 12,5
pp de las exportaciones, 24,3 pp de las importaciones y 10 pp de empleo (1.900.500 puestos de
trabajo equivalentes a tiempo completo); la tasa
de paro ha aumentado desde el 8% en el segundo trimestre de 2007 al 20,1% tres años más
tarde. La caída del PIB es comparable a la media
de la zona euro, pero las del resto de agregados,
especialmente el empleo y el aumento del paro,
han sido muy superiores en España, lo que indica que aquí la recesión ha sido más extensa y profunda. En el cuadro 1 se recogen con mayor detalle los resultados de la economía española en los
últimos años.
En Europa, EE.UU. y otros países desarrollados la recuperación se inició ya en el segundo
semestre del pasado año y ha proseguido con
relativa fortaleza en el primero del actual. No
obstante, todo apunta a que en la segunda mitad
del año se está produciendo una pausa en el
mismo. El crecimiento registrado en muchos de
estos países se había apoyado en gran medida
sobre factores transitorios (estímulos fiscales y
monetarios) que, una vez agotados, han dejado al
descubierto las limitaciones impuestas por las
condiciones del sistema financiero así como, en
muchos países, el elevado nivel de endeudamiento privado y la absorción de sus burbujas
inmobiliarias. A esto habrá que añadir, sobre
todo a partir de 2011, el efecto restrictivo a corto
plazo de las políticas de consolidación presupuestaria.
En el caso de Europa, además, existe un factor de riesgo adicional, procedente de la crisis
de la deuda pública que estalló a comienzos de
este año, con el mismo efecto paralizante de los
mercados financieros en algunos momentos que
la quiebra de Lehman Brothers. Los resultados
de las pruebas de estrés a los bancos publicadas
a finales de julio no parece que hayan calmado
los mercados, y las dudas sobre la situación del
sistema financiero europeo siguen pesando con
fuerza.
España, como se ha señalado, ha vuelto a
exhibir tasas positivas de crecimiento en los dos
primeros trimestres del año, gracias al repunte
de la demanda interna, tanto de consumo como
de inversión, cuya aportación al crecimiento ha
vuelto a ser positiva. La recuperación de la
demanda interna ha impulsado el crecimiento de
las importaciones por encima del de las exportaciones, revirtiendo también el signo de la contribución de la demanda externa al crecimiento,
que ha vuelto a ser negativa. Como consecuencia,
el proceso de corrección de algunos de los mayo39
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
res desequilibrios de la economía española se ha
detenido antes de completarse: el déficit exterior
ha vuelto a crecer y los hogares han reducido
bruscamente su tasa de ahorro, interrumpiendo
el saneamiento de sus balances. Es decir, la recuperación registrada en la primera mitad de este
año por la economía española ha supuesto la
vuelta al modelo de crecimiento anterior a la crisis. Por ello, puede calificarse de inconsistente e
insostenible como patrón de salida de la crisis.
En efecto, las condiciones actuales siguen sin
favorecer una reactivación sólida y sostenida de
la economía. Es probable que el ascenso del
consumo privado se haya debido en gran medida a un efecto adelanto ante la subida del IVA
en julio y el final de los planes de ayuda a la
adquisición de automóviles, por lo que en el
tercer trimestre se producirá probablemente
una compensación de dicho efecto que supondrá un nuevo retraimiento de esta variable. Al
mismo tiempo, se espera que el consumo y la
inversión públicos reflejen con mayor intensidad las medidas de ajuste fiscal, mientras que la
inversión privada no será capaz de sostener los
crecimientos observados en los últimos trimestres. De este modo, el PIB podría volver a presentar una tasa negativa en el tercer trimestre,
esperándose que se estabilice en el cuarto. En
media anual se espera una nueva caída del
mismo aunque muy inferior al 3,7% de 2009,
concretamente de -0,4%.
El próximo debería ser el año en el que se iniciara una recuperación sostenible, aunque a un
ritmo todavía muy alejado del tendencial de
largo plazo. Se contemplan tasas trimestrales
positivas desde el primer trimestre, aunque dado
el bajo nivel de partida y la escasa entidad de
dichas tasas, la media anual apenas alcanzará el
medio punto porcentual. La recuperación estará
apoyada fundamentalmente en las exportaciones
netas y en menor medida en el consumo de los
hogares, ya que la inversión en construcción y el
consumo público acentuarán su caída como consecuencia de los planes de consolidación fiscal.
Por lo que respecta al mercado laboral, las
pérdidas de empleo continuarán previsiblemente
hasta el tercer trimestre de 2011, ya que los crecimientos trimestrales del PIB no sobrepasarán
el umbral de creación de empleo. En 2010 el descenso medio anual de la ocupación será del 2,3%,
mientras que en 2011 el recorte alcanzará el
0,8%. A pesar de ello, el aumento de la tasa de
paro será moderado, dado que se espera una
caída de la oferta de trabajo. Dicha tasa se situará en el 20% de la población activa en 2010 y en
el 20,3% en 20111.
4. EL CONSUMO Y EL AHORRO DE LOS
HOGARES. SU PAPEL DURANTE LA
RECESIÓN Y EL INICIO DE LA
RECUPERACIÓN
La tasa de ahorro de los hogares, definida como el
porcentaje de la renta disponible que no se destina
a gastos de consumo, registró una notable caída
entre 1995 y 2001, del 15,8% al 11,1%. Tras recuperarse ligeramente durante la desaceleración del
crecimiento del PIB y el aumento del paro en
2002-2003, en 2004 recobró su tendencia a la baja
hasta situarse en el 10,8% en 2007 (gráfico 2).
Como se ha comentado anteriormente, es normal
que la tasa de ahorro familiar caiga durante las
fases cíclicas de expansión y se recupere en las
recesiones. Los factores cíclicos señalados llevaron
a los hogares a aumentar su gasto en consumo e
inversión por encima del crecimiento de su renta
disponible de forma persistente entre 1996 y 2007,
lo que provocó un deterioro del saldo de operaciones no financieras, que pasó de un superávit (capacidad de financiación) de casi el 6% del PIB en
1996 a un déficit (necesidad de financiación) del
2,4% en 2007 (gráfico 3).
Al estallar la crisis en 2007, muchos de los factores señalados cambian bruscamente. Se produce una aguda restricción crediticia, la riqueza de
los hogares disminuye notablemente y, sobre
todo, la recesión económica se traduce en una
fuerte pérdida de empleo y una intensa subida
1
Todas las previsiones comentas en este apartado están
hechas a partir de la información disponible hasta el 15 de
octubre de 2010.
40
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
del paro. Todo ello provoca un fuerte efecto precaución en el comportamiento de los hogares,
que reducen intensamente su gasto en consumo
e inversión en vivienda, con el consiguiente
aumento del ahorro y el reequilibrio de sus cuentas. En 2009 la tasa de ahorro se había elevado
hasta el 18,1% y el déficit se había trucado en un
superávit del 6,6% del PIB.
GRÁFICO 2. RENTA, CONSUMO
Y AHORRO DE LOS HOGARES
Variación anual en % y porcentaje de la RDB
GRÁFICO 3. AHORRO, INVERSIÓN
Y DÉFICIT DE LOS HOGARES
Porcentaje del Pi
Fuente: Hasta 2009, INE )CNE); para 2010-11, previsiones Funcas
(1) Incluye tranferencias de capital netas.
Fuente: Hasta 2009. INE (CNE); para 2010-11, previsiones Funcas
En el cuadro 2 se recoge la última estimación
contable disponible de las cuentas de los hogares
para 2009, cuyo saldo por operaciones corrientes
es el ahorro. Las remuneraciones salariales disminuyeron un 2,7%, fruto de una caída del
empleo asalariado del 6,6% y de un aumento de
los salarios per cápita del 4,1%. Más aún, un 6,2%,
se redujo la segunda rúbrica por importancia de
la renta disponible, el excedente bruto de explotación y las rentas mixtas de los autónomos. Por
su parte, las rentas de la propiedad y de la
empresa netas aumentaron un 25,6%, debido a la
reducción a menos de la mitad de los intereses
pagados. Todo ello dio como resultado una
reducción de las rentas primarias del 2,5%. Sin
embargo, las operaciones de distribución secundaria de la renta fueron muy favorables para los
hogares, al igual que en el año anterior, destacando el aumento en un 11,7% de las prestacio-
nes sociales recibidas y las caídas de los impuestos sobre la renta y de las cotizaciones sociales
pagados. Ello posibilitó que, a pesar de la caída
del PIB y del empleo, la renta disponible bruta
de los hogares creciera un 1,7%. A pesar de ello,
su consumo final se contrajo un 4,1%, lo que se
tradujo en un aumento de la tasa de ahorro del
13,5% al 18,1%. En términos absolutos, el ahorro
ascendió a 131.325 millones de euros, un 36,7%
más que en el año anterior. Como punto de referencia, la tasa de ahorro media de la zona euro
también aumentó, pero en mucha menor medida, pasando del 14,1% al 15,6%.
Por su parte, la formación bruta de capital,
que en el caso de los hogares se materializa fundamentalmente en la compra de vivienda, se
redujo un 27,5% dando como resultado una
fuerte mejora de la capacidad de financiación
hasta el 6,6% del PIB anteriormente señalado.
41
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
Este saldo debería ser teóricamente igual al
ahorro financiero (operaciones financieras
netas), aunque difiere significativamente por
diferencias de clasificación entre la contabili-
dad nacional y las cuentas financieras. El ahorro financiero ascendió en 2009 a 58.708 millones, un 5,6% del PIB.
CUADRO 2. RENTA, CONSUMO, AHORRO Y CAPACIDAD DE FINANCIACIÓN
DE LOS HOGARES E ISFLSH
42
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
(a) Intereses, dividendos, rentas de la tierra y rentas de la propiedad atribuidas a los asegurados.
(b) Transferencias corrientes netas e indemnizaciones (primas) por seguros no vida.
(c) Incluye la adquisición neta de activos no financieros no producidos (terrenos).
(d) El ahorro financiero es el saldo de las operaciones financieras de las Cuentas Financieras. Teóricamente debería ser igual a la capacidad o
necesidad de financiación de la Contabilidad Nacional, pero no lo es en el caso de los hogares por diferencias de clasificación.
(p) Previsión.
Fuentes: Para 2009, INE (CNE) y Banco de España (Cuentas financieras); para 2010-11, previsiones FUNCAS.
Desde comienzos del año en curso la tendencia creciente de la tasa de ahorro familiar ha flexionado notablemente a la baja. La media de los
cuatro últimos trimestres, que se situó en el
18,1% al finalizar 2009, se ha reducido al 16,2%
en el segundo trimestre de 2010. Entre los factores que explicarían este rápido descenso, pueden
citarse el inicio de un modesto crecimiento del
PIB y la recuperación parcial de la riqueza mobiliaria y de los indicadores de confianza, que lleva
a las familias a ser menos precavidas. A ello se
añaden las medidas tomadas por el Gobierno
para reducir el déficit público subiendo impuestos y reduciendo algunas prestaciones sociales, lo
que provoca una reducción de la renta disponible. Por último, la subida del IVA a partir de julio
y la finalización de las ayudas a las compras de
ciertos bienes duraderos han provocado un efecto anticipación en el consumo durante la primera mitad del año, especialmente en el segundo
trimestre. Este efecto anticipación se descontará
en el segundo semestre del año, por lo que cabe
prever que la tasa de ahorro no continúe descendiendo como en el primero.
Las previsiones para 2010 en su conjunto (cuadro 2) contemplan un descenso de la tasa de ahorro hasta el 15,8%, que será debido a un estanca-
miento de la renta disponible conjugado con un
aumento del consumo nominal de un 3%. Por el
lado de las rentas, las remuneraciones de los asalariados y el excedente bruto de explotación/rentas
mixtas continuarán cayendo, aunque a mucho
menor ritmo que en 2009. Por su parte, el juego de
los ingresos y gastos de los flujos de distribución
secundaria de la renta volverá a ser favorable para
los hogares, pero en mucha menor medida que en
los dos últimos años. A ello habrán contribuido el
aumento de los pagos por IRPF, debido a la eliminación parcial de la deducción de los 400 euros
introducida en 2008 y la subida de los tipos de las
rentas del capital; la menor subida que otros años
de las pensiones y el descenso en las prestaciones
medias por desempleo. En términos absolutos, el
ahorro podría alcanzar una cifra del orden de
115.700 millones, un 12,7% menos que en 2009.
La capacidad de financiación y el ahorro financiero también se reducirán, aunque mucho menos
que el ahorro, dado que se prevé continúe descendiendo notablemente la inversión en viviendas.
En el contexto económico general comentado
en el apartado anterior, para 2011 se contempla
un ligero repunte de las rentas primarias de los
hogares, si bien el juego de la distribución secundaria de la renta jugará un papel negativo debi43
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
consumo crezca y tenga la potencia como motor
del crecimiento de la economía que ha tenido en
los años anteriores a la crisis es muy limitado.
do a las nuevas subidas impositivas, la congelación de la mayor parte de las pensiones, un
nuevo descenso de las prestaciones medias por
desempleo y la reducción de otras prestaciones y
subvenciones por parte del sector público. Por
ello, la renta disponible permanecerá estancada
o en ligero retroceso. Frente a ello, se espera que
continúe moderadamente la recuperación del
consumo, dando lugar a una nueva caída del
ahorro hasta el 13,7% de la RDB. La formación
bruta de capital también continuará cayendo,
aunque menos que el ahorro, de forma que la
capacidad de financiación se reducirá al 5% del
PIB.
Este año inicial de la recuperación económica
puede ser ilustrativo del comportamiento previsible del cuadro de rentas y su utilización por
parte de las familias en los próximos. Por un
lado, es previsible que el avance de las rentas
continúe siendo moderado, mientras, por otro,
las familias deberán mantener una tasa de ahorro
por encima de la media de los años de la última
fase expansiva con el fin de reducir su elevado
endeudamiento. Por eso, el margen para que el
5. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN
EL CONJUNTO DE LA ECONOMÍA
ESPAÑOLA
Con ser la partida más importante, el ahorro
familiar no es sino una parte de la función del
ahorro total de la economía. En 2009 el ahorro
familiar supuso las dos terceras partes del mismo,
pero el de las empresas, financieras y no financieras, aportó casi otro tanto. Obviamente, el
hecho de que la suma de los dos sea superior al
cien por cien deriva de que el sector público tuvo
un desahorro muy importante. En el cuadro 3 se
recogen las series históricas del ahorro nacional
total y por sectores, así como la capacidad o necesidad de financiación (teóricamente igual al ahorro financiero), todo ello como porcentaje del
PIB.
GRÁFICO 4. AHORRO NACIONAL: TOTAL, PÚBLICO Y PRIVADO
Porcentaje del PIB
Fuentes: Hasta 2009, INE (CNE); para 2010-11, previsiones FUNCAS.
44
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
La evolución desde mediados de los años
noventa hasta ahora de la tasa de ahorro nacional ha sido el resultado de evoluciones dispares y
asimétricas del ahorro público y el privado, como
se ve en el gráfico 4. Con la excepción de 2002 y
2003, la tasa de ahorro privado mantuvo una
marcada tendencia a la baja hasta 2007, año en
que se situó en el 14,1% del PIB, 9,4 pp menos
que en 1995. De estos, algo más de 3 pp correspondieron a los hogares y el resto, a las sociedades. El ahorro público, en cambio, aumentó en
8,7 pp del PIB. Estas tendencias cambiaron bruscamente en 2008 y 2009: el ahorro privado
aumentó en estos dos años en 10 pp del PIB y el
público descendió en 12,1 pp.
CUADRO 3. AHORRO Y CAPACIDAD (+) O NECESIDAD (-) DE FINANCIACIÓN.
TOTAL Y POR SECTORES INSTITUCIONALES
Porcentaje del PIB
45
AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
(p) Previsión.
Fuentes: Hasta 2009, INE (CNE); para 2010-11, previsiones FUNCAS.
vo en la fase de distribución secundaria de la
renta.
Como resultado de la evolución del ahorro
público y el privado, la tasa de ahorro nacional
mantiene una tendencia a la baja desde el
máximo cíclico de 2003, que se ha agudizado
en los tres últimos años de crisis. En 2009 la
disminución fue de 0,5 pp, hasta el 18,9% del
PIB, que se añaden a los 2,6 pp perdidos en los
dos años anteriores. Esta tasa sigue siendo ligeramente superior a la media de la zona euro y
su evolución desde 2007 es similar. Parece, por
tanto, que los eternos déficit por cuenta
corriente de la economía española no derivan
tanto de que su ahorro sea más bajo que el de
las economías de su entorno, sino de que su
tasa de inversión es mayor, lo cual, entre otros
factores, está directamente relacionado con el
papel que juega en España la inversión en
vivienda de primera y segundas residencias y el
hecho de que ésta constituya el instrumento de
ahorro favorito de los españoles en detrimento
del ahorro financiero.
Estos comportamientos parecen corroborar
en principio el cumplimiento en la economía
española del principio de equivalencia ricardiana
(Barro, R.,1974), si bien los estudios realizados
hasta el momento no son concluyentes. Esta
proposición mantiene, entre otras implicaciones, que el efecto contracíclico de la política fiscal sobre el gasto agregado (y por tanto sobre el
ahorro total nacional) es nulo o escaso, ya que el
aumento del gasto público es contrarestado por
la disminución del gasto privado, pues los hogares y las empresas descuentan en sus decisiones
actuales de gasto los mayores impuestos que en
el futuro tendrán que pagar para hacer frente a
la mayor deuda pública. En la práctica, al margen de la idoneidad de las distintas teorías, la
relación inversa entre los ahorros privado y
público se explica en gran medida por la actuación de los estabilizadores automáticos, que en
las economías europeas es muy importante por
la dimensión del sector público, en sus dos vertientes, como proveedor de servicios públicos
universales y como agente principal y muy acti46
2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
reales y 0,6% los precios). Al contrario que en
los años anteriores, la caída porcentual de la
renta nacional disponible bruta (RNDB) fue
cinco décimas inferior a la del PIB, ya que el
juego de las rentas y transferencias del exterior
fue favorable a la economía española. Desglosando este agregado entre el sector público y el
privado, las rentas públicas volvieron a disminuir fuertemente, un 24,8% y las privadas
aumentaron un 3,4%. Del total de la RNDB, el
80,4% fue destinado al consumo final nacional
(privado y público), y el resto constituyó el ahorro, el cual disminuyó un 5,8%, hasta 199.363
millones de euros. La tasa de ahorro nacional
descendió al 18,9% del PIB, como se ha señalado anteriormente. Este ahorro y las transferencias de capital del exterior netas dieron lugar a
unos los recursos de capital de 203.392 millones. Frente a esta cifra, el gasto en formación
bruta de capital (FBC) se elevó a 257.370 millones, un 18,7% menos que el año anterior, deduciéndose un saldo negativo o necesidad de
financiación de 53.978 millones, equivalente al
5,1% del PIB.
Como se ve en el gráfico 5, la necesidad de
financiación, que es igual al déficit por cuenta
corriente aumentado por las transferencias de
capital netas, alcanzó en 2007 un máximo histórico del 9,6% del PIB. Desde entonces, y a pesar
del descenso del ahorro, el déficit por cuenta
corriente y la necesidad de financiación de la
economía española se han reducido a la mitad,
alcanzando esta última una cifra equivalente al
5,1% del PIB en 2009 y un 4,4% en los últimos
cuatro trimestres que terminan en el segundo de
2010. Ello ha sido posible por el desplome de la
formación bruta de capital, cuyo peso en el PIB
ha caído 6,6 pp en los dos últimos años. De ellos,
3,5 pp corresponden a la inversión en construcción y el resto a la inversión en equipo y otros
productos.
En el cuadro 4 se presentan las cifras básicas
de la formación del ahorro nacional bruto en
2009 y las previsiones para 2010 y 2011. Durante 2009 el PIB nominal descendió por primera
vez desde que se dispone de contabilidad nacional, concretamente un 3,1% (-3,7% en términos
GRÁFICO 5. AHORRO NACIONAL*, INVERSIÓN Y CAPACIDAD (+) O NECESIDAD (-)
DE FINANCIACIÓN
Porcentaje del PIB
* Incluye transferencias del capital netas del exterior.
Fuentes: Hasta 2009, INE (CNE); para 2010-11, previsiones FUNCAS.
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AHORRO FAMILIAR EN ESPAÑA
CUADRO 4. RENTA NACIONAL, CONSUMO, AHORRO Y CAPACIDAD
DE FINANCIACIÓN FRENTE AL EXTERIOR
(a) Incluye operaciones de seguro de accidentes con el resto del mundo.
(p) Previsión.
Fuentes: Para 2009, INE (CNE); para 2010-11, previsiones FUNCAS.
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2. LA FUNCIÓN DEL AHORRO EN LA ECONOMÍA ESPAÑOLA ...
Las previsiones sobre el ahorro nacional son
que siga cayendo en el año en curso y se estabilice en el próximo. El PIB nominal volverá a crecer en 2010, aunque marginalmente, un 0,1%.
Tanto las rentas del trabajo como el excedente
empresarial y las rentas mixtas registrarán pérdidas a favor de las rentas públicas, al contrario que
en los años anteriores, pues la recaudación de
impuestos indirectos se recupera fuertemente.
Ello obedece a la «normalización» del IVA tras los
cambios normativos y de gestión llevados a cabo
en 2008 y 2009 y a la subida de los tipos normal
y reducido del mismo a partir de julio de 2010.
El consumo final nacional crecerá significativamente por encima del PIB y de la RNDB, aunque
con comportamientos diferentes para el consumo privado, que se recupera, y el público, que
cae ligeramente como parte del ajuste fiscal en
marcha. Ello se traducirá en una nueva disminución de la tasa de ahorro nacional en unos 0,8
pp, hasta el 18,1%. No obstante, la necesidad de
financiación seguirá reduciéndose, aunque no
con la intensidad de los dos años anteriores,
debido a que la formación bruta de capital volverá a caer más que el ahorro.
Para 2011 se espera que el PIB nominal y la
RNBD aceleren su crecimiento, aunque moderadamente, notablemente aún por debajo de su
tendencia histórica y del potencial a largo plazo.
En cuanto al consumo, se mantendrá la moderada recuperación del de los hogares, pero, en
cambio, se acelerará la caída del público. Ello se
traducirá en una estabilización de la tasa de ahorro nacional y, dado que la formación bruta de
capital aún continuará descendiendo, en una
nueva reducción de la necesidad de financiación
frente al resto del mundo hasta el 3,3% del PIB.
Tras el récord de casi el 10% del PIB en 2007,
este déficit puede parecer controlado. Ahora
bien, hay que tener en cuenta que el nivel de
deuda externa (168% del PIB en 2009) es muy
elevado y que dicho déficit, que difícilmente va a
ser financiado por entradas de inversiones directas netas, va a impedir que esta deuda no descienda, a no ser que disminuyan los activos españoles en el exterior, todo lo cual hace que la economía española siga siendo muy vulnerable a los
vaivenes de los mercados financieros internacionales, incluso estando integrada en la unión
monetaria europea.
Por otro lado, dada la alta propensión de la
economía a importar y la dificultad de ampliar su
cuota de mercado internacional, es previsible que
en cuanto el crecimiento de la demanda agregada se recupere, el déficit también recupere su
tendencia creciente. Para que ello no ocurra es
necesario un cambio en el patrón de crecimiento,
pero esto requiere de cambios estructurales y
ajustes en los costes relativos frente al exterior
que llevan tiempo cuando no se dispone de la
posibilidad de devaluar el tipo de cambio. Así
pues, este déficit exterior puede constituir una
restricción importante para el crecimiento en los
próximos años, como lo era antes de la integración en el euro, ya que puede obligar a mantener
perfiles de crecimiento bajos del consumo y la
formación bruta de capital. Por supuesto, los crecimientos de estos agregados van a ser negativos
en el ámbito del sector público, que está inmerso
en un proceso de reconstituir su ahorro y reducir
su déficit. Pero no parece que ello pueda ser contrarrestado por un crecimiento suficientemente
alto y compensatorio de la demanda del sector
privado, pues también este sector se enfrenta a la
necesidad de reducir, o al menos, no aumentar su
elevado apalancamiento actual. Todo ello está
detrás de las modestas previsiones de crecimiento de la economía española (por debajo de su
potencial) en los próximos años.
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