IAPG | El abecé del Petróleo y del Gas 06 | Exploración E xploración es el término usado en la industria petrolera para designar la búsqueda o prospección de petróleo y/o gas. Es una etapa que, de ser exitosa, concluye con el descubrimiento de un yacimiento de hidrocarburos. Desde el siglo XIX, con los primeros exploradores –verdaderos aventureros intuitivos– y hasta la actualidad, se han ido desarrollando nuevas y muy complejas tecnologías, acompañadas por la formación de técnicos y científicos especializados cuyos atributos esenciales son su alto grado de conocimiento en ciencias de la tierra, mucha imaginación y sentido común, paciencia y coraje. Sin embargo, el avance tecnológico –que ha permitido disminuir la incertidumbre– no ha logrado aún hallar un método que permita en forma indirecta definir la presencia de hidrocarburos. Por ello, para comprobar su existencia finalmente se debe a recurrir a la perforación de pozos exploratorios (no hay descubrimiento sin que un pozo lo pruebe). En la exploración petrolera participan principalmente geólogos y geofísicos, especialistas en ciencias de la tierra. Los métodos que emplean son muy variados: desde el estudio geológico de las formaciones rocosas que están aflorando en superficie hasta la observación indirecta, a través de diversos instrumentos y técnicas de exploración. Hoy las herramientas y los métodos utilizados en exploración han alcanzado niveles no imaginados unos pocos años atrás, especialmente debido al avance y la ayuda de la informática que permite almacenar y manejar millones de datos con rapidez y eficacia. Las imágenes satelitales, la detección por radar de manaderos de hidrocarburos en el mar, las herramientas de perfilaje de última generación y la sísmica tridimensional son algunos de los ejemplos de este avance en las técnicas de exploración. Una de las herramientas más utilizadas por los exploradores son los mapas. Hay mapas geológicos o de afloramientos (que | 70 Exploración muestran las rocas que hay en la superficie), mapas topográficos (que indican las elevaciones y los bajos del terreno, con curvas que unen puntos de igual altitud) y los mapas del subsuelo. Estos últimos son quizás los más importantes porque permiten mostrar la distribución, propiedades y forma que toman las capas rocosas en el subsuelo. Estos mapas de subsuelo se generan con la ayuda de información de pozos preexistentes y de sísmica de reflexión, una técnica básica en la exploración de hidrocarburos. La sísmica de reflexión consiste en emitir ondas elásticas (una vibración) en la superficie del terreno (con explosivos enterrados en el suelo o con camiones vibradores, en el caso de exploración en tierra, o con cañones de aire en el mar, en el caso de la exploración marina), las que se transmiten a través de las capas del subsuelo y se reflejan cada vez que haya un cambio importante en el tipo de roca. Las ondas reflejadas son recibidas en superficie y, conociendo el tiempo que tardan en llegar y la velocidad de las capas, se infiere la posición en profundidad y la geometría de las capas afectadas por las ondas emitidas. El producto final es una “imagen” del subsuelo. La adquisición de líneas sísmicas puede realizarse con un grillado 2D, es decir en dos dimensiones, o con grillado 3D, en tres dimensiones. La ventaja principal de la sísmica 3D radica en la IAPG | Instituto Argentino del Petróleo y del Gas La ventaja de la sísmica en 3D radica en la enorme cantidad de información que proporciona. 71 | IAPG | El abecé del Petróleo y del Gas enorme cantidad de información que proporciona con respecto a la 2D, con la cual se reducen las incertidumbres con respecto a la geometría y la posición de las capas en el subsuelo. La desventaja son los costos: el de un kilómetro de sísmica 3D es superior al de un kilómetro lineal de sísmica 2D. Además de la sísmica de reflexión hay otras técnicas geofísicas que tienen aplicación en la exploración, son los denominados métodos potenciales principalmente representados por la gravimetría y magnetometría, dos herramientas utilizadas durante las primeras fases de la exploración, que permiten determinar el espesor sedimentario. Un gravímetro y un magnetómetro de alta sensibilidad montados en un aeroplano resultan excelentes herramientas para la localización de cuencas sedimentarias al permitir inferir la ubicación de la sección sedimentaria de mayor espesor y delinear los límites de la cuenca. La aerogravimetría, en combinación con la aeromagnetometría, nunca podrán reemplazar la información sísmica, pero sí constituir una ayuda efectiva para una racional programación de los trabajos de prospección sísmica en la exploración de yacimientos. El costo de llevar a cabo una campaña de registro aerogravi/magnetométrico, cubriendo una concesión de 5.000 km2 de superficie ubicada en Sudamérica está entre los 200.000 a 300.000 dólares. El costo Las ondas de sonido emitidas desde la superficie del terreno y transmitidas a través de las capas del subsuelo rebotan nuevamente hasta la superficie cada vez que cambia el tipo de roca, lo que permite la confección de los “mapas” del suelo. | 72 Exploración La sísmica también permite la exploración de las cuencas marinas. de prospección sísmica 3D cubriendo sólo 250 km2 puede llegar a superar de diez a cincuenta veces aquel monto, de acuerdo con las características del terreno que se explore. La geoquímica de superficie consiste en la detección directa de hidrocarburos considerando que los yacimientos sufren pérdidas hacia la superficie. Se basa en la medición de los gases concentrados en muestras de suelos, cuyo mapeo permite inferir la ubicación de una acumulación de hidrocarburos en el subsuelo. Esta técnica se basa en el principio de que el gas acumulado en el subsuelo migra vertical y lateralmente hacia la superficie a través de las distintas capas de roca y también a través de fracturas, sin existir la roca sello perfectamente impermeable que pueda detenerlo. La complejidad de los servicios de alta tecnología y la capacitación y especialización de un verdadero equipo multidisciplinario de exploración convierten a este primer escalón en la búsqueda de hidrocarburos en un área industrial extremadamente cara. Sin embargo, todo resulta menos oneroso que perforar en el lugar equivocado y, aun así, la garantía total de éxito no existe. De esto último se deduce que en el negocio de la exploración se ponen en juego decisiones de riesgo que requieren grandes recursos financieros. Si la exploración ha sido exitosa y se ha efectuado un descubrimiento comercial con un pozo, se inician los trabajos de delimitación del yacimiento descubierto con la perforación de otros nuevos –en muchos casos con una registración de sísmica 3D previa–, para efectuar luego la evaluación de las reservas. Esto significa que desde el descubrimiento de un nuevo yacimiento hasta su total desarrollo IAPG | Instituto Argentino del Petróleo y del Gas Vista tridimensional de un volumen de información sísmica 3D donde se muestra los datos de los pozos, la sísmica propiamente dicha, la representación areal de un nivel interpretado y la expresión de un atributo sísmico. 73 | IAPG | El abecé del Petróleo y del Gas pueden ser necesarios varios años de trabajos adicionales en los que deben invertirse grandes sumas de dinero. Como se menciona en el primer párrafo de este capítulo, con la exploración comienza la relación entre el hombre y la tierra o su ambiente y el tan difícil equilibrio que permite que el hombre se abastezca y no dañe su entorno. Entre los especialistas que participan en todas las etapas de la industria, desde la búsqueda de los hidrocarburos hasta su consumo, se encuentran los que se dedican al estudio y protección de la naturaleza, a los efectos de conocer el impacto que pueden provocar las actividades en la región donde se localizan los trabajos y la forma de evitarlo o de minimizar el riesgo que éstos generan. Más adelante se trata puntualmente este tema tan importante, pero es indispensable saber que, en la actualidad, la industria del petróleo y del gas invierte grandes cantidades de dinero en el cuidado ambiental y en remediar la degradación del entorno, que el hombre, por necesidad, puede llegar a provocar. | 74