Hábitos de lectura en México

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INTRODUCCIÓN
Las condiciones culturales hasta ahora en las que está construido México, se dieron gracias a una escena
oscura y cruel desde la conquista española, la confusión y persecución de quienes aspiraban a cambiar las
formas de gobernar han sido suprimidas en muchos de los casos con un solo tiro y sepultados por los vientos
del olvido. La instrucción y formación de nuestros pueblos ha sido relativamente escasa y manipulada,
misma que desgraciadamente ha dado concepción al sistema corrupto y elitista, que ya todos conocemos, el
planteamiento de este ensayo es describir primero el objeto y consecuencia de la lectura, qué ventajas tiene,
observar que tan favorable ha sido la difusión cultural, como otras naciones se han beneficiado de ella,
cuales son las estadÃ-sticas en las que nos encontramos, pero sobretodo develar cual es el contexto histórico
que nos mantiene donde estamos, porque no se puede esperar un cambio de un solo dÃ-a, o exigir un
compromiso social, cuando arrastramos siglos de control y pobreza en todos los términos, y que aclaro no
fue asÃ- en un principio, puesto que provenimos de una gran civilización que desarrolló avances
cientÃ-ficos sorprendentes, hoy en dÃ-a son inconcebibles para el mundo entero.
Siempre es más fácil cuando algo sale mal, culpar a alguien, y escudarse al mismo tiempo al decir que los
mexicanos son simplones, que son flojos, que sus hábitos de lectura no son más que otras de sus tantas
fallas, pero esto como lo he dicho no es más que algo que se remonta a hechos en el pasado y una nefasta
costumbre que fue enseñada por quien les conviene, la manipulación y el control de masas.
La cultura no es atributo exclusivo de la burguesÃ-a.
Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos,
a los que se les ha negado el derecho de expresarse
y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio"
PAULO FREIRE
La lectura es una riqueza universal, puesto que esta es quien ofrece un acervo cultural para el hombre,
ganamos en autonomÃ-a e independencia porque fomenta el sentido crÃ-tico y provoca la inquietud
intelectual al aportarnos ideas nuevas, proporcionarnos conocimientos y argumentos, lo que viene a
estimular el razonamiento y la imaginación, muestra un panorama universal basado en las perspectivas
geográficas y sociales. Cabe señalar que representa el punto de partida para entender la realidad que nos
rodea, pero sobre todo una orientación adecuada para las decisiones más significativas a lo largo de nuestra
vida y que se han ido plasmado paulatinamente por personajes que participaron en los acontecimientos
históricos seriamente representativos sobre todo en lo que se cimenta la actualidad en todas las culturas.
Por consiguiente, si afirmamos que el origen y la transformación de una civilización han radicado
principalmente en su cultura y educación, mismas que se engloban inmortalizadas desde sus comienzos
conocidos como códices y después libros, nos serÃ-a fácil el responder ante las diferencias que existen
entre las naciones tanto, económica, polÃ-tica, cultural−social, psicológica, organizacional, etc. Dado que
en base a sus acciones nos permiten entrever como los paÃ-ses crecen y con qué tanta brillantes y
formación desarrollan a sus hombres o en contraparte con que tanta ignorancia se gobierna a sus actos.
Los libros son como las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra
James Russell Lowell
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La lectura se convierte en una actividad eminentemente social y fundamental para conocer, comprender,
consolidar, analizar, sintetizar, aplicar, criticar, construir y reconstruir los nuevos saberes de la humanidad y
en una forma de aprendizaje importante para que el ser humano se forme una visión del mundo y se apropie
de él y el enriquecimiento que le provee, dándole su propio significado.
¿Pero quién tiene la culpa?
EstadÃ-sticas que provienen de la OCDE y la Unesco en su estudio Hábitos de lectura le otorga a México
el sitial 107 en una lista de 108 paÃ-ses. De acuerdo a datos de la UNESCO, Japón tiene el primer lugar
mundial con 91% de la población que han desarrollado el hábito de la lectura. En segundo lugar está
Alemania con un 67%, seguido muy de cerca por los Estados Unidos con un 65%. Mientras que en México
se calcula que únicamente el 2% de la población tiene el hábito de la lectura.
Esto nos deja en claro que existe una falla, separando un poco acerca de que somos un paÃ-s de tercer mundo
por ejemplo, una principal, la pobreza, Y eso es que podrÃ-a justificarse un poco si decimos que el número
de mexicanos en condiciones de pobreza patrimonial se situó en 44.7 millones (42.6 por ciento del total de la
población), es decir, cada uno tiene un ingreso mensual hasta de mil 625 pesos, monto menor al necesario
para cubrir el patrón de consumo básico de alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, transporte
público y educación, expone un estudio elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la PolÃ-tica
de Desarrollo Social (Coneval).
Con estas cifras difÃ-cilmente podrÃ-amos exigir al 40% de nuestra población que lea por ejemplo.
¿Y los demás?
México es uno de los paÃ-ses con mayor desigualdad en la distribución del ingreso en el mundo, donde el
40 por ciento de la población, vive debajo de la lÃ-nea de pobreza, en tanto que el 10 por ciento más rico
concentra el 41 por ciento de los ingresos, según un informe oficial de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) de Estados Unidos.
A estos por ejemplo, si les alcanza para enciclopedias inmensas aunque solo las usen para la decoración,
pero a la clase media por ejemplo tiene que andar cuidadosa de sus gastos por ejemplo, o me compro un libro
o empleo esos recursos en mis colegiaturas por ejemplo.
A que se puede dedicar una familia promedio la cual con el salario mÃ-nimo que según la ley debe llenar
todos estos requisitos para comprar por lo menos, además de vestido, alimentación, vivienda,
entretenimiento, salud, educación, etc. ¡Un libro al mes a todos en casa¡ Suena ridÃ-culo pero es cierto,
en México no se puede fomentar un nuevo hábito si no tenemos para financiarlo, por lo tanto, toda esta
mayorÃ-a recurre a conformarse y llenar todas estas expectativas con el televisor. El cual siempre tiene su
espacio y por lo regular es el centro en donde radica la convivencia familiar.
No leer es como no caminar y no hacer ejercicio: forma obesos mentales, que tienen la cabeza llena de
chatarra televisual.
¿Pero a que hemos sido sometidos para ser como somos?
Hemos pasado por la conquista española, el sometimiento de los indÃ-genas, la colonización, el mestizaje,
la organización polÃ-tica, la iglesia, el virreinato, la independencia, el porfiriato, caudillismo, Intervención
estadounidense, la revolución, la integración del estado, la conformación de los partidos, la
industrialización, el PRI, el milagro mexicano, el neoliberalismo, la devaluación, la globalización, etc. Y
asÃ- llegamos hasta nuestro presente, donde nuestro contexto histórico, o modelo de desarrollo está basado
principalmente entonces en saqueos, y una lucha intensa de intereses, sobre todo en el PODER.
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Me atrevo a afirmar que la ambición ha cegado de toda forma a la tan necesaria cultura que este paÃ-s tanto
necesita.
¿Quiénes pagan los platos rotos?
Como siempre se ha sabido las clases más pobres sufren las consecuencias, esto es la realidad, los libros son
esos fragmentos de la realidad, los libros son los escudos más nobles ante la amenaza de la ignorancia, y los
enemigos más temibles de los gobiernos injustos, pero a quien le interesa cuando en un México
malinchista, discriminatorio, divisionista, personalista y moderno, no hay cabida para tales representaciones.
Las personas que no leen presentan las siguientes consecuencias:
• Falta de concentración
• Baja retención
• Problemas de aprendizaje
• Dificultad para solucionar problemas
• Baja capacidad de discernimiento
• Bajo puntuación en inteligencia creativa
• Los problemas reflejados en el quehacer diario de la vida personal y profesional.
• La automotivación y auto−estima se ven seriamente afectadas durante el crecimiento.
• Una posición crÃ-tica ante los descontentos
• Problemas en la libertad de elección y en la toma de decisiones
• Conformismo y mediocridad ante la adversidad
• El México de hoy
CONCLUSIONES
Con todas estas bases históricas, literales y hasta pretenciosas quizás, no es mi intención el pasar por alto
las condiciones que conllevan a crear un punto de partida por los acontecimientos históricos que hemos
experimentado en la transformación del paÃ-s, ni pretendo solapar por ningún motivo las coyunturas mas
latentes que se manifiestan desde tiempos remotos hasta el modo de vida que llevamos dÃ-a a dÃ-a, entre
ellas está la fiel intención o esperanza de que la concientización de las personas sea activa que logre una
influencia en la conducta de las acciones que van marcando y dejando huella en el desarrollo de la vida en este
paÃ-s.
Pero de forma concreta, el estar integrado a la concientización, y a la búsqueda de soluciones, por lo regular
florecerá inminentemente de los libros, y solo nos queda ante tal adversidad, −si asÃ- se le puede considerar
a la programación de masas que obedecen ordenes, que no generan pensamientos, ni mucho menos persiguen
ideales− decir que ahÃ- donde haya una chispa de lucidez también existe una frontera entre la prudencia y
la conducta del caos.
El estudio no se mide por el número de páginas leÃ-das en una noche,
ni por la cantidad de libros leÃ-dos en un semestre.
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Estudiar no es un acto de consumir ideas,
sino de crearlas y recrearlas
PAULO FREIRE
La lectura en México
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