INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE Giovanni Di Placido Economista Jefe, Fundación Microfinanzas BBVA INTRODUCCIÓN esta permite mejorar la desigualdad en un 30%, producto de las transferencias netas que reciben, en los países de América Latina lo hacen en apenas un 3%. Cuando se analiza el mercado laboral, se tiene que el 52% de la población se encuentra trabajando en el sector informal de la economía que ha su vez representa el 40% del PIB total de la Región. Al analizar con más detalle el mercado laboral y centrando la atención en la tasa de participación del estrato de menores ingresos, se observa que las mujeres lo hacen en apenas un 30%, es decir 2 de cada tres mujeres de bajos ingresos, están fuera del mercado laboral. Si vemos este segmento completo en detalle, tenemos que la tasa de desempleo se ubica en un 25%, mientras que para el segmento de mayores ingresos se ubica en solo un 3%. Un elemento transversal al tema de la pobreza está en la educación. A pesar que los datos de acceso al sistema educativo en la Región no son alarmantes, se tiene que en promedio solo la mitad de los jóvenes entre 20 y 24 años, han culminado su educación secundaria, mostrando ese segmento una tasa de desempleo superior al 20%. Este es un elemento central para explicar la inclusión social y económica. Para tener menor probabilidad de vivir en pobreza, se requieren de 12 años de estudios. La realidad esta lejos de esos umbrales, la mitad de los jóvenes están por debajo de ese nivel y si consideramos la totalidad de la población, esta tiene una media de apenas 8 años y los segmentos de menores ingresos de 4 años. Esto explica en gran medida el fuerte peso del empleo informal y el autoempleo en la Región. A finales de 1989, América Latina concluía su década perdida, con casi un 50% de su población en situación de pobreza, de estos, casi la mitad en niveles extremos. Desde 1990 a 2010, la economía latinoamericana ha crecido en promedio 3,2%, con importantes avances en el logro de una mayor estabilidad macroeconómica producto de una mejor gestión de políticas económicas y un compromiso político con las reformas en la mayoría de los países. Si bien este viraje ha tenido importantes avances macroeconómicos, en términos de reducción de pobreza los resultados han sido limitados. En la actualidad entre 180 y 200 millones de personas se encuentran en pobreza en América Latina y un 40% de estos están en niveles de pobreza extrema. Cuando se indaga quiénes son los pobres se encuentra que en su mayoría son mujeres y niños. Por cada adulto pobre en la región se tiene que en promedio 2,5 niños en situación de pobreza, mientras que por cada hombre adulto en pobreza, hay 1,3 mujeres. No sólo los niveles de pobreza son alarmantes, sino que además la Región se mantiene como la de mayor desigualad del ingreso en el mundo y siendo de las que menos mejoran en términos de desigualdad en los últimos 20 años. Para visualizar mejor de que se trata, tenemos que, mientras en los países del G7 los ingresos medios de los más ricos superan a los más pobres en 12 veces, en América Latina lo hacen en 34 veces. Esta situación es poco compensada por la gestión pública ya que mientras en los países del G7 99 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA Todos estos factores van configurando elementos que explican un nivel estructural de la pobreza y, que en gran medida, explican los menores avances logrados, en relación con las expectativas de la población. Si consideramos que la educación es un canal central para el logro de sociedades más igualitarias, permitiendo revertir las desigualdades de origen e igualar las oportunidades de bienestar para el conjunto de la sociedad, también es cierto que la falta de equidad de las dotaciones iniciales es muy probable que se transforme en resultados muy desiguales. Igualar las dotaciones iniciales con intervenciones tempranas (incluso antes de los 3 años) es superior a intentar corregir una pobre dotación inicial después cuando se produce la deserción escolar. Esto nos lleva a una importante conclusión, los factores estructurales de la pobreza y la desigualdad se deben a la alta concentración de la pobreza en las primeras etapas de la vida y la baja eficacia de los sistemas educativos para revertir desigualdades de origen. La mala noticia, es que esta tarea, si bien impostergable, sus resultados se verán en el largo plazo. El gran reto es que hacer con la actual generación de latinoamericanos que se encuentran en situación de pobreza y que constituye un caldo de cultivo para futuras generaciones de pobres, de no romperse las desigualdades de origen. Las políticas educativas y el gasto social dirigido a estos objetivos es mucho lo que podrían ayudar, pero políticas que impulsen el crecimiento y por ende incrementen el ingreso de forma sostenible, son quizás las más importantes para la actual generación de pobres. Cuando se analizan los factores que han incidido en la salida de la pobreza, para el conjunto de la población que lo ha logrado, tenemos que el 77% apunta a la iniciativa individual como principal motor, mientras que la actuación de los Gobiernos solo lo ven con el principal factor el 4% de estos1. Este hallazgo apunta que en la medida que buena parte de los «excluidos del sistema educativo» han logrado desarrollar actividades productivas que permitan florecer la iniciativa propia, constituye un factor determinante en la salida de la pobreza. En este sentido, la articulación de sistemas de formación para el trabajo constituye un elemento central que amplia las oportunidades para el futuro de las personas en situación de pobreza ya que amplia su capital humano y permite inclusive, de no ser absorbidos por el mercado laboral, la proliferación de autoempleo y pequeñas empresas, que incrementan considerablemente la probabilidad de salir de la pobreza. Esta situación podría ayudar a corregir una gran paradoja de la pobreza, los pobres no poseen las condiciones para emprender muchas de las actividades rentables que desencadenan la inversión y el crecimiento, lo que produce un círculo vicioso en el que el bajo nivel de crecimiento deriva en un alto nivel de pobreza y este último deriva a su vez en un bajo nivel de crecimiento. Según el Banco Mundial, si el nivel de pobreza disminuye en 10% y todos los demás factores permanecen inalterados, el crecimiento económico de largo plazo ó potencial puede aumentar en 1%. A su vez, un aumento de 10% en los niveles de pobreza hace descender la tasa de crecimiento en 1% y reduce las inversiones hasta en 8% del PIB. Sin embargo, si volvemos al 77% de los pobres que han logrado superar esta situación con la iniciativa individual, tenemos que el grueso reporta que la exclusión financiera ha constituido el principal freno para lograrlo. En América Latina el 65% de los adultos no usan los servicios financieros ya sea formales o semi-formales, esto representa aproximadamente 250 millones de personas. Esto explica la baja tasas de bancarización que tiene la Región. 1 Ver Deepa Narayan y Patti Petesch, editores (2007). «Moving out of poverty: Cross disciplinary perspectives on mobility», Washington, DC, The International Bank for Reconstruction and Development / The World Bank. 100 INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE La exclusión financiera es algo más que falta de acceso, es un factor que acentúa el «analfabetismo financiero» y la discriminación. Sin embargo la dimensión del rol del acceso a los servicios financieros ha sido menos explotada a pesar de la importancia central que se le asigna en los modelos modernos de desarrollo, en las decisiones relativas a la acumulación de capital (físico y humano) y opciones laborales. Cuando se destaca la acumulación de capital, las imperfecciones del mercado financiero determinan la medida en que los pobres pueden endeudarse para invertir en capital físico o humano. En aquellas que destacan el espíritu empresarial, las imperfecciones del mercado financiero determinan el medida que individuos talentosos, pero pobres pueden recaudar fondos externos para iniciar proyectos. Sin sistemas financieros incluyentes, los pobres y las pequeñas empresas deben valerse de sus propios recursos para invertir en educación o aprovechar oportunidades prometedoras de crecimiento. Por ende, las políticas financieras que fomentan los incentivos adecuados y ayudan a superar los obstáculos en el acceso al financiamiento son fundamentales no sólo para lograr la estabilidad sino también el crecimiento, en la reducción de la pobreza y la distribución más equitativa de los recursos y las capacidades4. El acceso financiero ha estado tradicionalmente asociado al canal del crédito, sin embargo el ahorro y los seguros juegan un rol central y cierran el circulo virtuoso del impacto de la inclusión financiera en la pobreza. El acceso financiero permite mediante el crédito que el capital humano que poseen los pobres se coloque en valor y en la medida que la relación se realice en condiciones de mercado, disminuye el riesgo moral y aumenta las probabilidades de éxito de los proyectos en relación de los esquemas de subvención. Por su parte no es menos importante el rol de los instrumentos de ahorro que permiten suavi- ACCESO FINANCIERO Y POBREZA Existe consenso en la literatura, que la presencia de sistemas financieros eficientes y que funcionen correctamente es un elemento central para impulsar crecimiento y desarrollo en las economías (Levine, 2004). Además, Kirkpatrick y Jalilian (2005) muestran que el desarrollo del sector financiero juega un papel importante en la reducción de la pobreza. En consecuencia, una parte importante de la política de desarrollo se ha preocupado en el desarrollo de los mercados financieros para los pobres como una forma de mejorar el crecimiento (Demirgüç-Kunt et al., 2008). Un mayor desarrollo financiero induce a los ingresos de los pobres ha crecer más rápido que el promedio del PIB per cápita, disminuye la desigualdad de los ingresos y las tasas de pobreza. Todos estos resultados se mantienen al controlar por la tasa media de crecimiento, lo que sugiere que el desarrollo financiero alivia la pobreza más allá de su efecto sobre el crecimiento agregado2. La exclusión financiera en los países en desarrollo, es debido principalmente a fallas de mercado derivadas de información imperfecta y asimetrías de información (Stiglitz y Weiss, 1981; Barham et al., 1996). Un mayor acceso financiero fomenta el espíritu empresarial, genera un incremento medio de la productividad y las inversiones, así como un efecto positivo en el salario medio de la economía3. 2 Ver Di Placido, Giovanni (2011). «Finance and Poverty Alleviation: Cross-Country Evidence», Madrid, Fundación Microfinanzas BBVA, Mimeo. 3 Ver Lloyd-Ellis, H. y D. Bernhardt (2000). «Enterprise, Inequality and Economic Development,» Review of Economic Studies, 67; y Erosa, A. y A. Hidalgo Cabrillana (2008) «On Finance as a Theory of TFP, Cross-Industry Productivity Differences, and Economic Rents,» International Economic Review. 4 Ver World Bank Policy Research Report (2008). «Finance for All? Polices and pitfalls in expanding access», Washington, DC, The International Bank for Reconstruction and Development / The World Bank. 101 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA zar el consumo, generar auto-seguro en ausencia de éstos y como instrumento de protección ante dificultades en las inversiones. La dotación de seguros a estos segmentos, tradicionalmente se ha descuidado pero tiene una importancia capital ya que permiten disminuir las necesidades de ahorro e incrementa la inversión, disminuye la percepción de riesgo al generar colaterales. Estas tres dimensiones, tienen un atributo añadido que tiene una gran importancia; fomenta la formalización y los contratos en este segmento de la población, generando efectos de segunda ronda en el crecimiento. La otra dimensión es la construcción de capital social, que no son más que el desarrollo de confianza, normas y redes, que pueden mejorar la eficiencia de la sociedad (Putnan, 1993), facilitando acciones coordinadas que son particularmente útiles en países de bajos ingresos donde los seguros formales no esta disponible y las instituciones para la aplicación del contrato son débiles5. que es peor aun, en muchos casos estos créditos tuvieron otros destinatarios que capturaban políticamente a estas instituciones. A pesar de las buenas intenciones muchos de estos programas, terminaron en altos costos fiscales, incentivaron la cultura asistencialista y lo que es peor no ayudaron a los más necesitados, reforzando la idea que atender a los pobres estaba condenado al fracaso. En los últimos 30 años, esta visión ha venido cambiando. En la actualidad existe una amplia gama de instituciones financieras que ofrecen modelos alternativos de microfinanzas con diferentes filosofías y grupos. Sin embargo, y a pesar del éxito individual de un número notable de entidades, aun se está estamos muy lejos de lograr una aceptabe inclusión, la población pobre sigue estando alejada de los servicios financieros. Claramente la oferta ha sido desbordada por la demanda. Por el lado de la demanda, existen condiciones de entrada que hacen que muchos estén fuera del sistema tradicional, como de las microfinanzas y que tienen que ver con la presencia de empleo precario e informal, ausencia de garantías, poca capacidad de ahorro y escasa cultura financiera. En esta dimensión, la mejora de los derechos de propiedad y su aplicación y la disponibilidad de la información son especialmente importantes para incrementar el acceso de estos segmentos a los servicios financieros. Se debe avanzar en la creación de un marco normativo específico para este tipo de transacciones, avanzar en eficacia jurídica de las garantías, mejorar los registros de propiedad, construir ó mejorar las centrales de riesgo e impulsar la formalización de las microempresa. Por el lado de la oferta, la limitada escala de muchas de las instituciones que en algunos casos muestran una escasa formalización empresarial, un insuficiente desarrollo tecnológico, con sistemas de gestión rudimentarios, carencia de gobiernos corporativos sólidos y en muchos de ellos un enfoque asistencialista, todo ello dentro de un marco de poca competencia y lo que es MICROFINANZAS: EL MECANISMO PARA LA INCLUSIÓN El sector financiero tradicional se enfrenta a múltiples obstáculos para atender esta demanda, entre ellos la ausencia de información, las dificultades para contar con garantías y colaterales, elementos que imponen altos costes de transacción y de entrega. Todo esto generó una matriz de opinión que los préstamos a los pobres estaban condenados al fracaso. En el pasado, este mercado fue abordado tradicionalmente con bancos públicos que otorgaban créditos fuertemente subvencionados que lograban tasas de repago a lo sumo del 50% y lo 5 Ver Besley, Timothy, y Stephen Coate (2009). «Group Lending, Repayment Incentives, and Social Collateral.» Journal of Development Economics, 1995. y Feigenberg, Benjamin, Erica Field, y Rohini Pande. «Building Social Capital through Microfinance.» http://www.hks.harvard.edu/fs/rpande/ papers/Social%20Capital%20April18v8.pdf. 102 INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE peor de escasa sostenibilidad, es lo que más ha afectado a que la oferta acompañe a la fuerte necesidad de inclusión financiera. Los grandes retos del sector de las Microfinanzas es el de rentabilizar las operaciones a pequeña escala, dado el peso que pueden significar los costes fijos y los altos costos transaccionales asociados a volúmenes pequeños, así como los altos costos de ampliar el mercado, por su dispersión y por los pequeños montos involucrados. Todo ello en un entorno de elevados costes de capital, por los niveles de riesgo que el mercado suele asociar a este segmento. La construcción de economías de escala, una mejor gestión de costes para reducir los costes unitarios y un manejo adecuado de los distintos riesgos, son las claves que diferencian los distintos desempeños que observamos en el sector. El logro de estos objetivos impone la necesidad de introducir importantes innovaciones que apuntan a transformar el sistema financiero. Las buenas noticias son que las instituciones de microfinanzas están creciendo y se están haciendo más profesionales, transparentes y sostenibles. Cada año, cientos de instituciones obtienen clasificación crediticia y están recurriendo a los mercados de capitales. En medio de esta transformación, todas las instituciones de microfinanzas exitosas, cumplen con dos objetivos centrales: Impactar en la vida de los pobres y hacerlo con sostenibilidad financiera e institucional y este es el camino que permitirá que una porción de los 80 billones de dólares que se mueven en la punta de la pirámide y que atienen a 500 millones de personas, puedan ir a la base de la pirámide donde se encuentran 4000 millones de personas y solo se mueven el equivalente a menos del 0,001% de estos recursos. tienen por destino por lo general las mujeres y tradicionalmente utilizaron mecanismos de préstamos grupales, que han evolucionado en la mayoría de los casos hacia créditos individuales. Los efectos del microcrédito puede agruparse en tres amplias categorías: relajar las restricciones de crédito; desplazamiento de poder de negociación dentro del hogar por el mayor rol de las mujeres que mejoran la estructura de gastos del hogar. La motivación para la expansión del microcrédito, es la presunción que ampliar el acceso al crédito es una forma relativamente eficiente de luchar contra la pobreza y promover el crecimiento. Sin embargo, hay una fuerte discusión entre los académicos sobre los efectos del microcrédito, por la relativa poca evidencia convincente en cualquier dirección6. El problema con la evaluación del impacto de los microcréditos son los problemas de endogeneidad, la hetereogenidad de estrategias de los prestamistas y de selección, así como los factores inobservados, como el set de oportunidades, preferencias y riesgos de los clientes. No todo el mundo es un empresario natural y los pobres enfrentan otras barreras a la acumulación; la inconsistencia temporal. Esto hace que las evaluaciones de modelos «randomized» para ver los impactos de los microcréditos en grupos que tienen acceso a ellos vs otros que no tienen acceso, tengan el problemas de fondo a la hora de evitar los sesgos ya que los clientes son auto-seleccionados y por lo tanto no comparables a no clientes. Esto invalida las comparaciones con el tiempo entre los clientes y no clientes, que constituyen las clásicas pruebas que se hacen para evaluar los impactos de la microfinanzas y que han venido constituyendo las principales críticas a la hora de evaluar los impactos. Sin embargo, al realizar modelos de impactos, controlando por tipo de uso que se hace del crédito y por la capacidad emprendedora, es decir IMPACTO DE LAS MICROFINANZAS Las microfinanzas son un arma cada vez más común en la lucha para reducir la pobreza y promover crecimiento económico. Los microcréditos 6 Ver Karlan, Dean, y Morduch, Jonathan (2009). Access to Finance. In Handbook of Development Economics, 5: Vol. 5. editado por Dani Rodrik Mark Rosenzweig. Elsevier. 103 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA aquellos que no tienen acceso pero que ya han realizado alguna actividad productiva previa en el campo de utilización de los recursos, los resultados que se obtienen son claramente alentadores tanto en mejora en nivel de ingresos, así como en indicadores de bienestar como son permanencia en el sistema educativo de los hijos de los beneficiarios y mejoras en indicadores de salud7. La razón para controlar por esta población objetivo, es la presencia de costes fijos que debe pagarse para iniciar una actividad productiva que sugiere que se deberían ver los siguiente créditos para evaluar los verdaderos impactos. En una primera fase se produce una caída del consumo y un aumento de la inversión, por lo que tenemos comportamientos disímiles entre la evolución de estas micro-empresas y los hogares de los prestatarios. Luego de un período se observa un repunte en el consumo de bienes durables que constituyen una parte importante de los activos de los hogares pobres y una reducción de gastos superfluos de los hogares. Los resultados que se obtienen al evaluar el comportamiento de entre las familias que no eran propietarios de una actividad previa a la obtención del microcrédito ó con baja propensión para iniciar un negocio, es que estos no incrementan su gasto en bienes durables, pero aumentan el consumo de bienes no durables (por ejemplo, alimentos), consistente con el uso de microcrédito para pagar deuda más cara o endeudarse contra ingresos futuros. Al analizar en un plazo más largo los impactos, tenemos que los hogares que han recortado consumo para ejecutar una mayor inversión, generan un mayor incremento de sus ingresos y aumentan su consumo, en el largo plazo. En la otra parte, el segmento que aumentó su consumo cuando obtuvo el préstamo sin iniciar una actividad muestra una merma de ingresos. Sin embargo, en algunos casos el acceso a una fuente de financiación con tipos más bajos genera un efecto temporal de ingreso de corto plazo, al pagar su deuda a canales informales de financiación más costosa. Otra evidencia que se ha obtenido es que en las zonas pobres en los cuales se tiene presencia de sucursales, oficinas ó puntos de acceso, se registran un mayor nivel de apertura de empresas, mayor cantidad de compras de bienes duraderos relacionados con las empresas y mayores ganancias en las empresas existentes. Al evaluar los impactos de las microfinanzas en educación y salud., se tiene que en el corto plazo (12-18 meses) no se observan cambios importantes en indicadores de educación y salud, sin embargo al analizar los impactos en el medio y largo plazo, cuando los impactos de la inversión se han traducido en mayores gastos totales para hogares, se observa una mejora creciente en estos indicadores. Otro impacto positivo de las microfinanzas es el efecto que tienen sobre los hogares, en presencia de shocks negativos que podrían incluir una enfermedad, pérdida de bienes, la pérdida de un empleo o una muerte en la familia. En los casos de emprendedores los impactos de estos eventos adversos son sustancialmente inferiores a los observados en el resto. Otra dimensión al evaluar el impacto de las microfinanzas es el rol que juegan en disminuir la desigualdad de género en los países en desarrollo. Los datos apuntan, que los pobres son en su mayoría mujeres y sus hijos y la tasa de participación de ellas en el mercado laboral es muy baja, en los estratos de menores ingresos. En la práctica estamos en presencia de un mercado laboral «racionado o casi inexistente» para las mujeres a bajos niveles de capital humano y en caso que exista, los salarios no compensan en muchas ocasiones los costes transaccionales que implica el empleo. Es por ello que formas de autoempleo son las que mayor opción le otorga a las mujeres para insertarse en el mercado laboral. Para poder desarrollarlos, las mujeres tienen más probabilidades de padecer exclusión financiera, por lo que el canal de las instituciones de 7 Ver Di Placido, Giovanni (2011).«The impact of microfinance», Madrid, Fundación Microfinanzas BBVA, Mimeo. 104 INCLUSIÓN FINANCIERA: LA TAREA PENDIENTE son en esencia las que contribuyen a la acumulación de capital, tanto humano como físico, para los pobres. Los pobres carecen de acceso a créditos y seguros, por lo que una buena parte de la población no puede efectuar inversiones potencialmente rentables para la economía, a pesar de sus capacidades para hacerlo. Un sistema financiero más profundo, desarrollado e inclusivo, es un factor imprescindible para reducir la pobreza, disminuir la desigualdad de los ingresos y fomentar su cohesión e inclusión social, sobre la base de una mayor inclusión financiera. En los países en desarrollo, el 72% de los adultos, unos 2700 millones no tienen accesos al sistema financiero, de los cuales 250 millones se encuentran en América Latina. Las dificultades para contar con garantías y colaterales, elementos que imponen altos costes de transacción y de entrega. La presencia de empleo precario e informal, ausencia de garantías, poca capacidad de ahorro y escasa cultura financiera, son otros factores que explican la exclusión financiera. Las Microfinanzas han avanzado en rentabilizar las operaciones a pequeña escala, dado los altos costos transaccionales asociados a volúmenes pequeños, así como los altos costos de ampliar el mercado, por su dispersión y por los pequeños montos involucrados. Todo ello en un entorno de elevados costes de capital. Los resultados obtenidos muestran que las microfinanzas mejoran a los pobres en nivel de ingresos, la permanencia en el sistema educativo, mejoran los indicadores de salud y abren las puertas al acceso de las mujeres más pobres al mercado laboral. microfinanzas., es mayoritariamente su único canal de inclusión. Estas características del mercado laboral y la falta de acceso al crédito por otros canales hacen las mujeres tengan una alta tasa de repago, es decir menos probabilidades de default, a pesar que el grueso de actividades se realizan mayoritariamente en pequeñas empresas domésticas, en sectores de menor productividad, pero que les permiten la gestión familiar. A pesar de estos resultados, los impactos del acceso financiero de las mujeres son positivos en términos de impactos en indicadores de educación y salud, dotándolas de mayor poder de negociación dentro de los hogares e impulsando cambios hacia patrones de consumo y de ahorro más eficientes en éstos. Ciertamente, las microfinanzas no es una panacea que convierte a los pobres en los no pobres. En su lugar, es una plataforma que eleva la probabilidad de éxito para escapar de la pobreza, que aumenta en la medida que se enfocan en actividades productivas, agregándose además efectos spillovers que se verifican en incrementos de los ingresos del resto de la comunidad. Con crédito, ahorro y los seguros, las microfinanzas ayudan a los pobres a que se ayuden a sí mismos y esta manera, ayudar a mitigar la pobreza, de una forma menos costosa y sostenible. CONCLUSIONES El fuerte crecimiento que han mostrado en las últimas décadas muchas de las economías en desarrollo, evidencian como tarea pendiente enfrentar los altos niveles de pobreza, desigualdad y exclusión que se mantienen en la mayoría de ellas y que en el mediano plazo serán un factor que minará esos modelos de crecimientos al restarle viabilidad política y social. Al evaluar las distintas experiencias, podemos llegar a la conclusión que las políticas de combate de la pobreza que tienen el potencial para generar un efecto neto positivo en el bienestar, BIBLIOGRAFÍA Aghion, B y J. Morduch (2005). «The Economics of Microfinance», MIT Press. Aghion, B and J. Morduch (2000). «Microfinance Beyond Group Lending», The Economics of Transition, 8. 105 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA Erosa, A. y A. Hidalgo Cabrillana (2008). «On Finance as a Theory of TFP, Cross-Industry Productivity Differences, and Economic Rents,» International Economic Review, 49. Feigenberg, B., E. Field, y R. Pande (2009). «Building Social Capital through Microfinance.» http://www.hks.harvard.edu/fs/rpande/papers/ Social%20Capital%20April18v8.pdf Karlan, Dean, y Morduch, Jonathan (2009). «Access to Finance.» In Handbook of Development Economics, 5: Vol. 5. editado por Dani Rodrik Mark Rosenzweig. Elsevier. Jappelli, T., y M. Pagano (2000). «Information Sharing in Credit Markets: A Survey», University of Salerno: CSEF Working Paper Nº 36. Lloyd-Ellis, H. y D. Bernhardt (2000). «Enterprise, Inequality and Economic Development», Review of Economic Studies, 67. Luoto, Jill, C. McIntosh y B. Wydick (2007). «Credit Information Systems in Less-Developed Countries: Recent History and a Test», Economic Development and Cultural Change 55. Rosenzweig, M. R. y K. I. 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