Documento 3820539

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ISBN: 978-84-000-0000-0
Depósito Legal: M-28295-2014
Edita: Fundación Estudios Financieros
INTRODUCCIÓN
FOROS DE DEBATE DE LA FUNDACIÓN
Documentos de Trabajo FEF Nº 6
Competitividad, eje de una expansión sostenida
El pasado 8 de julio se celebró en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona la Jornada de
Debate «Competitividad, eje de una expansión sostenida» organizada por la Fundación
de Estudios Financieros (FEF) con la colaboración de Banco Santander y de Telefónica.
El objetivo de la Jornada era debatir sobre la capacidad de competir de la economía española, que es y seguirá siendo un pilar clave para solidificar las posibilidades de desarrollo
económico en nuestro país y, más importante aún, para que ese crecimiento resulte sostenible en el tiempo. Para analizar este tema a fondo se invitó a prestigiosos economistas y profesionales, que debatieron sobre este asunto.
La apertura de la sesión fue realizada por D. Andreu Mas-Colell, Conseller de Economía
y Finanzas de la Generalitat de Catalunya clausuró el acto D. Jaime Pérez Renovales,
Subsecretario del Ministerio de la Presidencia.
La Jornada se organizó en tres mesas: (i) internacionalización, tamaño de la empresa e
innovación; (ii) imagen de España y competitividad y (iii) acceso a la financiación y
reforma fiscal. Cada una de las mesas contó con una ponencia, tras la cual se produjo un
amplio debate bajo la idea común de que la economía española puede volver al crecimiento, y debe hacerlo sobre bases correctas para que dicho crecimiento sea duradero,
sólido y consistente.
En el Anexo 1 se adjunta el programa de la Jornada de Debate.
Este Documento de Trabajo contiene un resumen de las presentaciones y los debates que
se realizaron en la Jornada así como las conclusiones de la Fundación de Estudios
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Financieros. La opinión reflejada en las conclusiones no tiene por qué coincidir con la
opinión individual de las personas que participaron en el debate ni con la de las instituciones o entidades en las que trabajan o colaboran.
La FEF agradece a las personas que han intervenido en esta iniciativa por su dedicación
y esfuerzo.
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PRESENTACIÓN
PRESENTACIÓN
El pasado 8 de julio tuvo lugar una nueva iniciativa de la Fundación de Estudios
Financieros que consistió en la celebración de una Jornada de Debate que tuvo lugar en
Barcelona bajo el título «Competitividad, eje de una expansión sostenida».
El motivo que nos llevó a celebrar esta Jornada fue porque nos encontramos en un
momento especialmente importante para nuestro país. Existe una expectativa muy generalizada de vuelta al crecimiento económico, basada en algunos indicadores positivos y
en un escenario financiero favorable que genera confianza y permite acceso más fluido
a la financiación. Precisamente por esto, es necesario insistir en los temas clave para que
esa recuperación sea sostenida y duradera, ya que los retos a los que se enfrentan la economía y la sociedad española para transformar en realidad esa expectativa son muy relevantes.
A lo largo de la Jornada diversos especialistas del ámbito académico, profesional y político trasladaron sus puntos de vista sobre estos temas, desde ángulos diversos como la
internacionalización, el tamaño de la empresa, la innovación, la imagen que proyectamos, el acceso a la financiación o el marco fiscal. Todas esas contribuciones situaron la
competitividad y la productividad en el centro de la agenda de crecimiento.
¿Por qué hay que poner el foco en la productividad y en la competitividad precisamente ahora, en un momento en el que la expectativa general es que lo peor ha pasado y
podemos estar encaminándonos hacia una nueva etapa de crecimiento?
Desde julio de 2012 en la zona euro las condiciones financieras han cambiado de forma
espectacular. Las famosas palabras de Draghi hace ahora dos años en Londres fueron
realmente un factor de cambio y erradicaron definitivamente la trampa financiera en la
que algunas economías de la zona euro, entre ellas la española, estaban atrapadas. Una
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
financiación difícil, a veces imposible, y en todo caso muy cara, ponía a las empresas
españolas y al Tesoro español contra las cuerdas, anulando las posibilidades de que las
ventajas competitivas de nuestra economía pudiesen ser puestas en escena.
Hoy todo eso ha cambiado. Hay confianza y hay dinero que desea invertir en la economía española y que desea participar en su futuro. Pero, de forma imperceptible, asoma
un peligro nuevo, o mejor dicho no tan nuevo, porque ya lo vivimos en 2007, que es el
peligro de confundir una condición necesaria con una condición suficiente y de pensar
que la confianza y el dinero son una solución en sí mismos.
La economía nos enseña que sin confianza y sin recursos no se hace nada, pero nos enseña también que la mala utilización de los recursos es tan dañina como la falta de los mismos. La asignación incorrecta de los recursos, el «misallocation», conduce a salidas en
falso y a problemas tan graves o más que los derivados de la falta de recursos.
Además, el modelo de salida de la crisis ha estado muy centrado en políticas monetarias
de estímulo de la demanda, en la cantidad de dinero disponible y no en la oferta, en la
producción de bienes y servicios que sean útiles para la sociedad.
Por eso es tan importante poner el foco en la competitividad, en la productividad. La
productividad es lo que permite que la confianza y los recursos generen un crecimiento
sostenido, largo, duradero. Si los recursos caen en economías o empresas poco competitivas, al final se malgastan. Si el crecimiento se basa solo en las condiciones financieras favorables, en el leverage, en el apalancamiento, no va muy lejos.
En la Jornada de Debate se repasaron algunas de las ideas que van indisolublemente asociadas a la competitividad: alcanzar lo antes posible los equilibrios macroeconómicos,
la necesidad de relanzar la inversión, aumentar el tamaño de la empresa y del mercado,
la existencia de un sistema financiero ya prácticamente saneado, la búsqueda de un
mayor equilibrio entre la financiación bancaria y la de los mercados de capitales, la
innovación, el emprendimiento, la estabilidad institucional y regulatoria, la unidad del
mercado, la generación de ahorro interno estable a largo plazo y una mejor educación
financiera.
Son, sin lugar a dudas, retos importantes, pero en España sabemos hacerlo y lo hemos
vuelto a demostrar recientemente. No obstante, hay que seguir insistiendo y ser vigilantes con que el modelo de crecimiento esté basado en la productividad y no en la deuda
y el apalancamiento.
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PRESENTACIÓN
En la Fundación creemos que en este momento es importante que nos acostumbremos a
ver las cosas más bajo el ángulo de la competitividad que desde el ángulo de la facilidad de obtención de recursos porque esa es, a nuestro juicio, la visión que permitirá una
expansión sostenida. En ese sentido, conviene recordar que las verdaderas políticas que
favorecen el crecimiento no consisten en aumentar el gasto público o en facilitar mayores inyecciones de liquidez sino en generar las condiciones más favorables para que fluyan la innovación, la inversión y el emprendimiento.
Juan Carlos Ureta
Presidente de la Fundación de Estudios Financieros
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ÍNDICE
I.
Resumen ejecutivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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II.
Internacionalización, tamaño de la empresa e innovación . . . . . . . . . . .
II.1. Internacionalización y tamaño de la empresa . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II.2. Innovación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
II.3. Reformas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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III.
Imagen de España y competitividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III.1. Imagen de España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III.2. Competitividad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
III.3. Condicionantes de la competitividad de las empresas españolas . . .
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IV.
Acceso a la financiación y reforma fiscal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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IV.1.
IV.2.
IV.3.
IV.4.
IV.5.
IV.6.
IV.7.
Unas consideraciones sobre la fiscalidad española . . . . . . . . . . . . . .
Unidad de mercado y neutralidad fiscal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Unidad de mercado y regulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Programa de Restructuración del sector financiero . . . . . . . . . . .
El desapalancamiento español sigue pendiente . . . . . . . . . . . . . . . . .
El problema del crédito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Espacio para la financiación no bancaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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ANEXO 1
Programa de la Jornada de Debate «Las reformas como clave para impulsar la
confianza y el crecimiento» celebrada el 7 de febrero de 2013 . . . . . . . . . . . . . . .
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V.
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I. RESUMEN EJECUTIVO
1. RESUMEN EJECUTIVO
La evolución de la economía española en los últimos meses ha sufrido un importante
ajuste que se puede calificar de exitoso. No obstante, dicho ajuste no ha finalizado y
deben continuar las reformas. La economía española ha vuelto a la senda de crecimiento impulsada principalmente por el sector exterior. Pero esta incipiente recuperación
puede ser insuficiente y de difícil prolongación si no se continúa con los cambios profundos que se necesitan.
No podemos esperar que la demanda interna sea el motor del crecimiento de nuestra
economía. El desapalancamiento de las empresas, familias y sector público es absolutamente necesario y va a provocar que la demanda interna sea débil por algún tiempo. Es
el sector exterior el que tiene que tirar de la economía en los próximos años como motor
de crecimiento. Tampoco se consideran adecuadas en estos momentos las políticas de
estímulo de la demanda interna.
Las políticas públicas deben orientarse a facilitar un entorno más competitivo y abierto
de nuestra economía. Las verdaderas políticas que favorecen el crecimiento no consisten en aumentar el gasto público o en facilitar mayores inyecciones de liquidez sino en
generar las condiciones más favorables para que fluyan la innovación, la inversión y el
emprendimiento.
Todos los diagnósticos macroeconómicos coinciden en destacar la importancia de la
competitividad para fomentar el crecimiento económico. La competitividad es un concepto multidimensional que requiere coherencia y comprensión por parte de la sociedad.
No solo atañe a una minoría sino al conjunto de la sociedad.
Para continuar avanzando en el nivel de apertura de nuestra economía se deben plantear políticas para incrementar la dimensión de nuestras Pymes y fomentar su internacionalización. Solo a partir de un determinado tamaño se puede innovar y exportar.
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
La fiscalidad también debe orientarse a facilitar la competitividad de la economía española, o, al menos, a que no sea un obstáculo que frene su capacidad de desarrollo. Por
ello, la política fiscal debe plantearse resolver aquellos elementos que supongan un
freno real a nuestra competitividad. En este sentido se debería aumentar la imposición
al consumo y reducir la carga fiscal de las cotizaciones sociales y del capital.
El nivel conjunto de deuda pública y privada no ha disminuido desde la crisis y es necesario avanzar en el desapalancamiento del Estado, las empresas y las familias. Como
consecuencia de ello, nuestro país necesita ahorro para permitir un crecimiento sostenible, más aún cuando nuestro déficit estructural es financiado principalmente desde el
exterior, siendo la posición neta con el exterior uno de los problemas más importantes
de nuestra economía.
El sector financiero ha salido reforzado tras su reestructuración y se prevé que el crédito dé señales más claras de crecimiento a partir de finales de año, una vez que concluya
el proceso de revisión de los balances de cara al establecimiento del supervisor único
europeo. En todo caso, el crédito no dará un salto cuantitativo relevante y la oferta deberá responder y seguir a una demanda solvente.
En este contexto, los empresarios tienen que acostumbrarse a trabajar con más recursos
propios, más autofinanciación, y menos deuda. Tras la restructuración del sector financiero, el modelo de negocio empresarial, tan dependiente de la financiación ajena, tiene
que cambiar y adaptarse a la nueva situación. De esta forma, el necesario desapalancamiento de la economía española se irá produciendo paulatinamente.
Por último, se considera oportuno apoyar de forma decidida políticas de desarrollo de
fuentes alternativas al crédito bancario para ir mejorando y reforzando el papel de los
mercados de capitales en la financiación de las empresas españolas.
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II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA
E INNOVACIÓN
Ponencia: Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad1.
Debate: Alejandro Beltrán, McKinsey & Company; Jordi Gual, la Caixa; Francisco Pérez,
Universidad de Valencia; Miguel Temboury, Ministerio Economía y Competitividad.
II. 1. Internacionalización y tamaño de la empresa
Según el informe recientemente presentado por el Consejo Empresarial para la
Competitividad, el crecimiento de las exportaciones ha sido espectacular en los últimos
años. Los datos referidos al periodo que abarca desde antes de la crisis hasta la actualidad, que se recogen en los gráficos siguientes, así lo reflejan:
1. Las exportaciones per cápita han aumentado un 25%.
2. Se ha avanzado en la diversificación por destino de las exportaciones, aumentando un 4% las exportaciones a países emergentes.
3. El número de empresas exportadoras ha aumentado un 56%.
4. Todo ello ha tenido un reflejo muy positivo en la mejora sustancial de la balanza
comercial en el periodo 2007 a 2013.
Se puede afirmar que las empresas españolas han desarrollado en los últimos años un
nuevo modelo de exportación que ha tenido efectos muy positivos para la recuperación
económica, en un momento en el que la demanda interna apenas aportaba. Este nuevo
modelo se refleja en la diversificación por producto y destino que muestra una mayor
propensión a exportar de las empresas españolas.
1
Los cuadros y gráficos de este apartado pertenecen a la ponencia presentada por D. Fernando Casado,
Consejo Empresarial para la Competitividad.
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Fuente: Ponencia de Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad.
Se considera que muchas empresas españolas tienen todos los ingredientes para tener
éxito: (i) tienen producto de valor y diferenciado; y (ii) tienen la tecnología necesaria.
Ahora bien, sólo les falta dar el salto hacia un entorno internacional, para lo que es necesario aumentar el tamaño de las empresas.
La cuestión clave en estos momentos es si se va a mantener esta evolución de las exportaciones en los próximos años. Si la evolución de la economía de la UE, que todavía
representa el 48% del total del destino de nuestras exportaciones, será lo suficientemente positiva para mantener el ritmo de exportaciones españolas. Por lo tanto, para contribuir al incremento de nuestras exportaciones lo que nos deberíamos plantear es qué políticas se tendrían que adoptar para incrementar la dimensión de
nuestras pequeñas y medianas empresas y fomentar de esa forma la internacionalización
de las mismas.
Recientemente, algunos sectores de la economía están demandando políticas con impulsos adicionales para fortalecer la demanda interna y reducir la tasa de paro. Sin embargo, en la situación actual estas políticas pueden ser muy peligrosas para España y sigue
siendo necesario que sean las exportaciones netas las que sigan liderando la recuperación. Si continuara esta tendencia la renta disponible terminará por crecer en algún
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II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
momento y con ello el consumo y la inversión, pero el origen de la salida de la recesión
tiene que basarse en las exportaciones porque nuestro país tiene que continuar reduciendo sus desequilibrios frente al exterior y reducir nuestra deuda externa. Estos desequilibrios son los más importantes porque nos sitúan en una situación incómoda frente a los
inversores internacionales de los que depende nuestra financiación y no conviene que
surjan dudas en ellos sobre la evolución de nuestra economía.
Fuente: Ponencia de Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad.
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Se considera factible seguir creciendo al 6% en nuestras exportaciones (algo por encima del crecimiento mundial del 5%) y seguir ganando cuota en los mercados internacionales. Lo fundamental es que el ajuste de competitividad de los últimos 6 años continúe y se mantenga.
Varios son los argumentos que permiten avalar esta continuación del ajuste. Entre otros,
por ejemplo:
(i) La ganancia de competitividad que se ha registrado por la reforma laboral, que ha
permitido un entorno más flexible y adaptado a la empresa. (ii) La consolidación fiscal que se está produciendo por la vía de incrementar los
ingresos y reducir los gastos, que ha rebajado sustancialmente el riesgo que se percibe desde el exterior sobre nuestra economía. (iii) La reforma y racionalización de las administraciones públicas que se ha iniciado y de la que pronto se verán sus resultados.
(iv) La reforma del sector financiero que está muy avanzada.
Base económica más atractiva de nuestro país
Por tanto, se considera que no hay marcha atrás, y que nuestra economía tiene que seguir
abriéndose más al exterior. Aunque hay que reconocer que se ha avanzado de forma significativa, aún queda mucho por hacer y se estima que todavía hay potencial de mejora.
Países como Bélgica u Holanda que multiplican por tres en términos relativos nuestras
cifras, son un claro ejemplo de ello.
Sin embargo, la clave es lo que pueda suceder en adelante con las importaciones. Hasta
ahora han crecido poco por la atonía de la economía pero si se recupera la demanda es
posible que esta situación se revierta y que el saldo comercial con el exterior se deteriore nuevamente. De hecho, esta situación podría estar sucediendo ya de acuerdo con
los últimos datos publicados de la balanza comercial.
Para continuar avanzando en el nivel de apertura de nuestra economía lo más importante es aumentar el tamaño de las empresas españolas. Su reducido tamaño es el verdadero talón de Aquiles de nuestro tejido empresarial ya que a partir de un determinado tamaño se puede profesionalizar, innovar y exportar. Cuando se analiza la productividad de las empresas españolas, se estima que si tuvieran
el mismo tamaño por término medio que el de las empresas alemanas, manteniendo la
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II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
actividad en los mismos sectores y con la misma producción, la productividad aumentaría un 30% aproximadamente. El valor añadido por empleado de una empresa de más
de 250 empleados es más de tres veces el de una pequeña y el retorno sobre el capital
también.
En el gráfico siguiente se observa que las grandes empresas españolas son las más productivas entre las de las grandes economías europeas. Sin embargo, en las pequeñas y
medianas ocurre justo lo contrario, está por debajo de la media europea, y ahí es donde
hay que incidir en eliminar las barreras para que nuestras empresas se vayan haciendo
cada vez más grandes.
Por otro lado, tampoco hay que olvidarse de la mediana y la gran empresa porque es
donde está la clave de la innovación y la exportación.
Fuente: Ponencia de Jesús Sainz, Círculo de Empresarios.
Tamaño de la empresa, internacionalización y productividad forman un triángulo en el
cual los tres elementos se refuerzan mutuamente: cuanto mayor es el tamaño de la
empresa más se internacionaliza y más productiva es. De estos tres elementos, donde la
política económica puede incidir más directamente es en el tamaño de la empresa, ya
que en nuestra regulación tenemos un efecto umbral que hace que, por razones fiscales
(para tener menos posibilidades de ser inspeccionado), por razones laborales (para no
tener comité de empresa), por razones de auditoría, etc., a partir de 50 trabajadores o de
6 millones de facturación, en lugar de seguir creciendo se crea una empresa nueva. Esta
situación contribuye a un minifundismo empresarial y, en el fondo, a la falta de produc-
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
tividad e internacionalización de nuestras empresas. Por tanto, es necesario eliminar
esos umbrales, sin que ello signifique que se esté actuando en contra de la pequeña
empresa. Si se dan incentivos a la pequeña empresa que sean condicionales a su crecimiento y que desaparezcan al cabo de un tiempo.
En este sentido, es necesario debatir sobre las medidas a adoptar para fomentar que
nuestras empresas ganen tamaño. Entre ellas estarían:
(i) Se debe revisar nuestra regulación eliminando las medidas que desincentivan el
crecimiento de la empresa. Nuestra regulación (fiscal y laboral) contiene numerosas
referencias al tamaño, lo que provoca que partir de un determinado umbral, para evitar los costes que supone ese mayor tamaño, se creen nuevas empresas en lugar de
permitir su crecimiento.
(ii) Se deberían incorporar en nuestra legislación laboral y fiscal incentivos condicionados al crecimiento, que desaparecieran al cabo de un tiempo y una vez alcanzado un tamaño determinado.
(iii) También se pueden adoptar medidas para mejorar la capacidad de competir
internamente y ganar tamaño. Para ello, la Ley de Unidad de Mercado es fundamental porque puede permitir que las empresas españolas agoten los medios en el mercado interior antes de salir al exterior.
(iv) Por último, la profesionalización de la dirección de las empresas es una condición necesaria para que el crecimiento sea mayor. Por otro lado, fomentar el crecimiento de la empresa resulta fundamental para mejorar
el acceso a la financiación extrabancaria. Como veremos más adelante, el acceso a los
mercados de capitales exige una gran transparencia y preparación que solo está al alcance de las empresas que tienen un determinado tamaño.
II.2. Innovación
El desarrollo de la innovación en nuestro país ha sido importante, tanto en activos intensivos en conocimiento en porcentaje del PIB como en el ratio de personas ocupadas con
titulación universitaria frente al promedio de la UE. Además, somos el décimo país en
producción científica por encima de Europa y de Norteamérica.
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II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
Fuente: Ponencia de Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad.
Otros datos que corroboran el papel de la innovación en la economía española son los
siguientes:
Ø El sector empresarial innovador representa el 73% de las ventas y el 65% del
empleo.
Ø Cuatro de las veinte mejores escuelas de negocios en red del mundo son españolas.
Ø Entre las empresas que más invierten en I+D en Europa, 21 son españolas.
Ø Creciente importancia del emprendimiento en la empresa española. Además el porcentaje de ocupados con titulación universitaria es mayor en España que
el promedio europeo, aunque ocupen puestos de trabajo por debajo del que les pudiera
corresponder de acuerdo a su formación.
A pesar de esta realidad, esta innovación no se ve reflejada efectivamente en un mayor
desarrollo empresarial. De hecho, el número de patentes es muy reducido en nuestro país
y además la innovación está muy concentrada en determinados sectores (farmacéutico,
químico, automotriz, comunicaciones y aeronáutica).
19
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Fuente: Ponencia de Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad.
¿Qué habría que hacer para fomentar la innovación?
Innovación es algo más que la generación de patentes, hay muchas innovaciones que no
dan lugar a una patente porque se producen en ámbitos en los que no hay espacio para
las mismas. Por ejemplo, hay sectores especialmente competitivos en España como el
turismo y el automóvil, en los que se da esta circunstancia, a pesar de que cuentan con
procesos de producción ágiles y competitivos. Por ello, se debe analizar este asunto
desde una perspectiva más amplia, por ejemplo observar con qué intensidad se usa el
conocimiento en las empresas y que resultados ofrece. Cuando se observa la economía española se advierten dos cosas a este respecto:
(i) La primera es que se avanza en el uso del conocimiento, aunque estamos atrasados con respecto de lo que hacen otros países, donde la mayor parte del valor añadido se dedica a retribuir el uso de dicho conocimiento. Por ejemplo, según los datos
de los países que más innovan éstos dedican más de tres cuartas partes a retribuir
capital humano en los niveles secundarios o superiores, a la utilización de las tecnologías del conocimiento (TIC) y a la maquinaria sofisticada. En nuestro país hemos
pasado recientemente del 55%, lo que denota que estamos muy lejos todavía de los
países que más innovan.
(ii) La segunda cuestión es hasta qué punto la conexión del tejido productivo / universidades es la mejor. En este tema se aprecian problemas por ambos lados. Por el lado
de las universidades, el punto de partida para advertir cual es la situación es el recono-
20
II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
cimiento de la heterogeneidad del sistema universitario. En nuestro país se ha aplicado
un traje de talla única a instituciones que son muy diversas y eso dificulta la percepción de que tenemos universidades con perfiles, niveles de productividad, internacionalización, calidad investigadora y presencia en el desarrollo tecnológico muy distintas. Sería muy bueno que esa clarificación se produjera para facilitar la identificación
de donde están los centros que muestran mejor capacidad y excelencia.
Pero también hay problemas en el lado de la empresa porque hay un parte muy
importante del sistema productivo que por sus características, su tamaño, su especialización, tiene dificultades para plantearse una interlocución con los ámbitos de
generación del conocimiento. El avance del tejido productivo hará más fácil que
existan puentes entre las dos partes. Algo que tiene que pasar por dos vías fundamentalmente: 1) por cambios en la especialización y 2) por la incorporación creciente de capital humano a las empresas. No es posible imaginar un cambio productivo en nuestro país sin que previamente no se haya producido una incorporación
masiva del capital humano más cualificado a las empresas y un compromiso de este
capital humano en la trasformación de dichas empresas.
Otra cuestión que suscita el debate es si es adecuada o no la gestión de los sistemas
públicos de investigación básica, por un lado, y la de centros de tecnología por otro, y
si es conveniente la liberalización de estos sistemas. Por ejemplo, en Cataluña se permitió una liberalización de los centros de investigación básica y esa competencia supuso que surgieran centros orientados a la excelencia basados en la contratación internacional de sus investigadores y no en funcionarios públicos. Esta orientación permite que
subsistan solamente los centros que sean eficientes internacionalmente y sean capaces
de conseguir recursos en competencia internacional, atrayendo fondos principalmente
de la UE. Se puede hacer lo mismo con los centros de investigación aplicada, los centros de tecnología, fusionándolos o permitiendo que desaparezcan aquellos que demuestran que no son competitivos. Esto es, sin duda, muy difícil de poner en marcha pero hay
que evitar lo que ocurre en España que se gastan cantidades importantes en investigación pública y eso no se traduce en mejoras de la productividad ni del rendimiento de
nuestras empresas.
Por otra parte, otra corriente de opinión considera que la investigación básica requiere un componente público y, por tanto, no hay que dejarla bajo las reglas del mercado. En esencia, es muy difícil que la investigación básica tenga una rentabilidad inmediata y es el caldo de cultivo necesario para que pueda haber políticas de desarrollo y
de innovación. Hay que fomentar la excelencia de estos centros y optimizar la utilización de fondos públicos a retos que puedan traducirse en mejoras productivas com-
21
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
petitivas, pero la política de investigación básica siempre va a tener, y es legítimo, un
componente público.
En cualquier caso, es necesario hacer un mayor uso de los fondos destinados a la financiación de proyectos existentes y no a la subvención directa. Esto puede requerir un
cambio en la cultura de investigación porque es donde realmente se puede ver que
alguien asume un riesgo y que considera que su idea puede ser viable y que puede generar beneficios futuros. En este sentido, la investigación privada es baja comparada con
la de otros países. También sería razonable focalizar el interés de la investigación más
en los resultados de la producción investigadora.
II.3. Reformas
Son muchas y numerosas las reformas que se han emprendido en los últimos años, sin
embargo hay que seguir profundizando en ellas. España debe seguir avanzando en las
reformas en marcha, fundamentalmente en las siguientes áreas:
(i) Reforma y modernización de la Administración Pública, buscando la eficiencia en
procesos y la priorización de la inversión pública productiva. A este respecto, es
importante eliminar la duplicación de las administraciones -central y territorial- y
mejorar el ámbito judicial.
(ii) Reforma energética que se ha quedado a mitad de camino. Se ha avanzado en la
solución del déficit tarifario de electricidad y del gas pero es clave avanzar en esa
reforma porque es un déficit que seguimos teniendo y que nos perjudica en la balanza por cuenta corriente y en las cuentas públicas.
(iii) Ajustes adicionales en la legislación laboral que simplifiquen contratos, reduzcan la fiscalidad y estimulen políticas activas eficientes de empleo. Se puede ir más
lejos y así lo han certificado el FMI, la OCDE y la Comisión Europea, en ámbitos
detectados hace ya muchos años que permitan mejorar los costes laborales unitarios. (iv) Políticas que favorezcan la transformación económica, como por ejemplo:
Ganancia de competitividad internacional con creación de empleo.
Colaboración eficiente Empresa-Universidad-Investigación.
Mejora del sistema educativo adoptado por consenso y orientado a la
obtención de mejores resultados.
Promover políticas que aumenten el tamaño medio de la empresa española.
(v) Mejorar la imagen de las instituciones, que no es un tema puramente económico
pero es importante para recuperar la confianza. Estas cuestiones institucionales es
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II. INTERNACIONALIZACIÓN, TAMAÑO DE LA EMPRESA E INNOVACIÓN
necesario resolverlas pronto para poder dedicar nuestra atención al resto de reformas.
Cuestiones que tienen que ver con la administración de la justicia, la transparencia,
la corrupción y la cuestión territorial, son necesarias dejarlas resueltas cuanto antes.
En el plano económico, nuestro país sigue presentando un déficit primario en sus cuentas públicas que es importante corregir lo más pronto posible. Por ello, la política económica debería orientarse a reconducir esta situación como principal objetivo. La evolución del marco reformista que debe tener nuestro sistema económico, visto
desde el Consejo Empresarial para la Competitividad, es que hay tres ejes importantes
que deben marcar esa evolución que son: la política de educación, la política energética
y la economía digital. Y deben ser focalizados hacia tres aspectos muy importantes: la
reindustrialización, la innovación y el uso de las tecnologías del conocimiento. Esto permitiría ir solucionando los problemas que merman nuestra competitividad y que se reflejan en el cuadro siguiente.
Fuente: Ponencia de Fernando Casado, Consejo Empresarial para la Competitividad.
Ahora bien hay una serie de reformas que no dependen del sector público sino de la
iniciativa privada. Cuestiones como la reorientación de la especialización productiva
o el uso intensivo del conocimiento, lo tienen que hacer las empresas, no la iniciativa
pública. En este sentido, la reindustrialización como alternativa sería muy buena para
el país pero tenemos que tener cuidado con lo que esperamos de estos procesos y en
23
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
qué indicadores nos fijamos. Afirmaciones recientes como que la industria tiene que
ganar peso en el tejido productivo y en el empleo es algo de muy difícil consecución.
Si observamos donde se crea el empleo cuando crece la industria, lo que nos encontramos es que un 50% se crea en los servicios y menos del 40% se crea en el propio
sector industrial. Por tanto no conviene fijar mal el objetivo porque podríamos perseguir retos inalcanzables.
Con respecto a las reformas, debemos ser conscientes de la importancia de las transformaciones que se han hecho en los últimos años, aunque sin autocomplacencia, y debemos esperar a que fructifiquen las medidas y pronto se vean reflejadas en resultados. De
hecho, según la OCDE, España es líder en espíritu reformista. Pero la tarea reformista
todavía no ha concluido y el riesgo de que se frene ahora, o no se concluya, cuando se
empiezan a ver los primeros frutos es importante.
De todas maneras las reformas continúan su curso y, por ejemplo, en el Ministerio de
Economía se está trabajando en las siguientes leyes que pronto se promulgarán: la de
servicios y colegios profesionales, la de auditoría, la de fomento de la financiación y la
ley concursal.
24
III. IMAGEN DE ESPAÑA Y COMPETITIVIDAD
III. IMAGEN DE ESPAÑA Y COMPETITIVIDAD
Ponencia: Eduardo Serra, Fundación Transforma España.
Debate: Jaime Malet, Cámara de Comercio Americana en España; Jesús Sainz, Círculo
de Empresarios; Juan Tugores Ques, Universidad de Barcelona.
El crecimiento de España en los últimos 60 años ha sido espectacular. Hemos pasado de
una renta per cápita de 300$ a una de 30.000$ en dicho periodo, lo que significa haberla multiplicado por 100. Solo existe un país que haya logrado un resultado semejante y
este es Singapur, que se considera el modelo de país emergente.
Se puede afirmar que el caso español es una de las cinco historias de éxito de los últimos cincuenta años. Pocos países han hecho el recorrido que ha hecho España. Solo la
ya mencionada Singapur junto con China, Noruega e Irlanda, presentan resultados parecidos al nuestro.
Otro dato para ilustrar esta afirmación es que el PIB per cápita de un ciudadano español
era en el año 1964 un 17% con respecto al de un estadounidense, mientras que ahora se
sitúa en el 76%.
Estos datos corroboran también que España era un país emergente, ubicado en un continente consolidado lo que representaba, y sigue representando, una posición geográfica
y estratégica privilegiada a la que tenemos que seguir sacándole partido. No cabe duda
de que esta posición privilegiada tiene algunos inconvenientes pero sobre todo tiene
grandes ventajas.
Por otra parte, en España estamos acostumbrados a construir nuestra sociedad de arriba
abajo, es lo que se ha denominado una tradición cortesana de la organización de nuestra sociedad. En lugar de la tradición ciudadana en la que la sociedad se hace de abajo a
arriba. En la concepción cortesana, se pretende que las cosas nos vengan impuestas (de
25
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
arriba) en lugar de crearlas por nosotros mismos (desde abajo). Esta forma de concebir
la sociedad puede resultar cómoda, porque nos permite criticar cuando las cosas no salen
bien, pero no es la ideal en un sistema desarrollado. No cabe duda de que es más fácil
criticar que crear, opinar que tomar decisiones y construir.
Por ello, sería muy beneficioso para nuestro país que adoptáramos una posición más
activa y que nos centráramos más en el emprendimiento, en la creación, en la competitividad y no contribuyéramos a nuestra sociedad en la forma pasiva como hemos estado
haciéndolo hasta ahora.
III.1. Imagen de España
En las encuestas que se hacen en Europa sobre cómo se califican a sí mimos los ciudadanos de los distintos países europeos, casi todos los países se califican mejor a sí
mismo que el resto de ciudadanos europeos los califican a ellos. En esta regla casi unánime solo hay una excepción: España. Nosotros nos vemos peor a nosotros mismos de
lo que lo hacen el resto de ciudadanos de otros países europeos. Como conclusión, se
puede afirmar que tenemos una mala imagen de nosotros mismos y esto no nos beneficia sino lo contrario.
Esta reducida confianza en nosotros mismos se traduce en que en ocasiones preferimos
productos elaborados en otros países que los mismos que se pudieran hacer en España.
No nos terminamos de creer que nuestros productos sean mejores y esto nos perjudica
claramente.
Esta actitud también nos lleva a veces a no mencionar en público los avances conseguidos y los méritos alcanzados por nuestra sociedad, en muchos ámbitos: social, empresarial, determinados servicios, sanidad, administración pública, etc. Existen numerosos
ejemplos que demuestran el éxito de la sociedad española en diversos campos. Por tanto
es aconsejable tratar estos temas con naturalidad y decir abiertamente (eso sí, sin caer
en la autocomplacencia) que hemos conseguido importantes avances de bienestar social
y que estamos en una situación mejor de la que creemos.
Analizándolo con cierta perspectiva y después de grandes fracasos históricos, hay que
reconocer que a España le ha ido muy bien en los últimos 40 años. Ahora quizás nos
falte un nuevo proyecto sugestivo de vida en común, en el que concentrar nuestros
esfuerzos y mejorar la confianza en nosotros mismos.
26
III. IMAGEN DE ESPAÑA Y COMPETITIVIDAD
Sin embargo, desde fuera se nos percibe mejor. Hoy estamos a nivel de imagen en un
momento que se puede calificar como dulce. Los expertos en cuestiones de comunicación e imagen utilizan el término resiliencia, que no es otra cosa que la capacidad
humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Este concepto se utiliza mucho ahora para indicar cómo salir reforzado de determinados periodos complejos o de graves crisis. Con este término se señala el proceso llevado a cabo
recientemente en España, país que ha hecho sus deberes y que está saliendo de la crisis fortalecida.
Se ha hecho una gran labor en reformas necesarias en nuestro país y los organismos
internacionales las han elogiado y están de acuerdo con las que se han acometido, aunque advierten que se puede profundizar en ellas. Se ha recorrido una parte importante de
este proceso pero el riesgo es que se frenen ahora las reformas cuando se empiezan a
verse los primeros frutos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la resiliencia ha sido impulsada también por factores ajenos como son la actitud de los bancos centrales, su política expansiva, y en especial la del BCE con su apoyo explícito al euro, que supuso el freno a las presiones que
empujaban a una ruptura de la moneda común europea hace aproximadamente dos años.
Por otro lado, hay que reconocer que este proceso de mejora de la competitividad ha
tenido un coste muy elevado y doloroso por la devaluación interna que ha implicado y
que ha tenido consecuencias muy negativas en el empleo y en la reducción del poder
adquisitivo de los españoles. No obstante, el hecho de que no haya habido graves disturbios demuestra la capacidad de adaptación a los cambios por parte de la sociedad
española y su alto nivel de madurez.
III.2. Competitividad
Competitividad es un concepto muy amplio y abarca cuestiones que van más allá de los
temas meramente económicos y empresariales, es un factor más complejo y poliédrico.
Tiene que ver con otras muchas cosas como la calidad institucional, con actitudes socioculturales y con el trabajo bien hecho, frente a maneras más oportunistas e interesadas.
A veces la mala imagen que tenemos de nosotros mismos en nuestro país o las dudas
que se aprecian desde el exterior, tienen más que ver con algunos parámetros socioculturales que se nos atribuyen que con datos económicos que sean objetivables.
27
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Conviene recordar que la competitividad es un concepto multidimensional que requiere
coherencia. Es una actitud que nos afecta a todos:
(i) A los poderes públicos que deben facilitar un entorno competitivo en todos los
sectores de la economía; un entorno meritocrático en el que se premie el talento sin
concesiones; y un entorno estable que sea perdurable en el tiempo. Todo ello, supone centrar las políticas públicas en el crecimiento, único elemento que puede aumentar el empleo y mejorar el bienestar social.
(ii) A la sociedad en su conjunto ya que cualquier reforma económica o fiscal
emprendida para mejorar la competitividad puede afectar a los derechos adquiridos
de determinados agentes, a sus posiciones relativas, y, por ello, es la propia sociedad
la que debe cuestionar en todo momento la situación presente de dichos derechos
adquiridos, aceptando el reto de la globalización.
Por tanto, se puede afirmar que la competitividad es una actitud necesaria para afrontar
con éxito el desarrollo económico, algo que no siempre es bien entendido y comprendido por la sociedad.
A su vez, con respecto a este concepto es necesario hacer una serie de aclaraciones:
1) La competitividad de un país no es solo lo que hagan sus 20 o 30 empresas excelentes a nivel internacional, siendo ello muy importante. Es fundamental que estas empresas tengan éxito en su desempeño, pero el concepto requiere algo más que eso. Es que
haya miles de pequeñas y medianas empresas que comprendan el entorno competitivo
en el que se desenvuelven.
Es un reto del conjunto de la sociedad y no de una minoría. La competitividad tiene que
ser del sistema, no de que haya unos pocos elementos punteros. Estos deben servir de
arrastre al resto, pero debe implicarse una amplia mayoría que asuma que tenemos que
competir en un mundo abierto y global.
No cabe duda de que la competitividad se alcanza más fácilmente cuando la empresa es
más grande. Pero, con respecto al tamaño, ninguna empresa grande nació así y numerosas entidades de pequeña y mediana dimensión tienen suficiente margen de mejora para
dar un salto cualitativo y mejorar el posicionamiento de nuestra economía.
2) Para mejorar nuestra competitividad es importante recuperar el valor y el papel del
sector industrial, pero hay que tener cuidado de no hacerlo a costa de otros sectores,
28
III. IMAGEN DE ESPAÑA Y COMPETITIVIDAD
especialmente el de servicios. Las estadísticas señalan que manufactura y servicios
van unidos, que detrás de la industria se crean numerosos empleos de calidad en el
sector servicios. Por ello, es importante buscar la complementariedad de ambos sectores.
3) La base de la competitividad es la mejora de la productividad, pero esta última no solo
se nutre de los avances tecnológicos sino también de la creatividad. Encajar con los gustos de los consumidores, anticiparse a las tendencias del consumo, también es productividad.
4) Sobre la educación y su nivel de eficiencia se ha debatido mucho desde siempre. A
este respecto conviene decir que no se debe juzgar a las nuevas generaciones con los criterios de las antiguas. Haciéndolo así siempre parecerá que la formación de los nuevos
estudiantes es peor que la de las generaciones anteriores, y la realidad nos indica que no
es así, que la sociedad avanza deprisa.
La principal crítica que se pudiera hacer a nuestro sistema educativo es que no sepa
aprovechar el talento y el empuje con el que llegan los jóvenes a nuestras universidades,
que se diluya ese espíritu decidido y se vuelva apático y funcionarial tras su paso por las
aulas, algo que algunas encuestas detectan.
III.3. Condicionantes de la competitividad de las empresas españolas
Recientemente se ha publicado un informe realizado conjuntamente por el Círculo de
Economía, el Círculo de Empresarios y el Círculo de Empresarios Vascos, «El
Barómetro de los Círculos», en el que se analiza el nivel de dinamismo de la economía
española considerando una serie de aspectos que condicionan la competitividad de nuestras empresas. El trabajo se ha hecho a través de encuestas realizadas a altos ejecutivos
españoles socios de los tres Círculos y del sector de automoción. En él se estudian cuáles son las debilidades y en qué aspectos tenemos que mejorar para incrementar el nivel
de competitividad de nuestras empresas.
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
A continuación se facilita el resultado agregado del estudio realizado en 6 grandes apartados2:
RESULTADOS AGREGADOS DEL BARÓMETRO 2014
Fuente: El Barómetro de los Círculos. Círculo de Empresarios.
En las encuestas se pedía a los empresarios una valoración de 1 a 7, siendo el 4 el aprobado, sobre seis parámetros distintos:
• Dinamismo de mercado: Resultado 4,9. Este parámetro nos indica el nivel de
competencia en el mercado de bienes. Los empresarios encuestados consideran
que la Ley de Unidad de Mercado va en el buen camino porque favorece la productividad y la competitividad de la economía. Se considera que la unidad de
mercado no está en contra de la competencia y no se rompe dicha unidad por la
aparición de competencia entre los agentes. Por el contrario, sí se rompe cuando
se introducen regulaciones por territorios que crean un efecto frontera. También
se considera que afectan negativamente al emprendimiento y al crecimiento, las
barreras de todo tipo establecidas en nuestra normativa y, sobre todo, la burocracia que genera su cumplimiento una vez creada una empresa.
• Recursos Básicos: Resultado 4,0. Se consideran buenas las infraestructuras con las
que contamos y también el capital humano disponible, sobre todo el de altos directivos e ingenieros. Sin embargo, se echa en falta un mayor conocimiento de idiomas y una formación profesional más adecuada para el desarrollo de la empresa. Se
aprecia un exceso de formación universitaria y un déficit de formación dual.
2
Gráfico aportado en la presentación de D. Jesús Sainz, Círculo de Empresarios.
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III. IMAGEN DE ESPAÑA Y COMPETITIVIDAD
• Contribución de las AAPP: Resultado 3,0. Nuestros empresarios critican el mal
funcionamiento de la administración, sobre todo el exceso de regulación por la
multitud de administraciones, y aprecian un alto intervencionismo público que
interfiere en la actividad económica. La justicia se critica no porque sea mala sino
porque es lenta. Del último proyecto de reforma fiscal aprobado por el Gobierno
se echa en falta una mayor devaluación fiscal y una rebaja de las cotizaciones
sociales, necesaria esta última porque España es el tercer país con mayor porcentaje de cargas sociales (de más del 30%), lo que dificulta la creación de empleo.
• Mercado laboral: Resultado 3,3. Aunque se valora positivamente la reforma laboral emprendida, todavía se aprecian carencias en la dificultad de movilidad geográfica y funcional de los trabajadores o en la falta de vinculación de los salarios
a la productividad.
• Mercado financiero: Resultado 2,9. Esta baja valoración se debe a las dificultades de financiación existentes. En una economía donde el 80% de la financiación
procede de la banca y con la crisis que hemos tenido es lógico que este aspecto
aparezca penalizado. También se critica la morosidad por parte de las administraciones públicas.
• Dinamismo empresarial: Resultado 4,4. Este último es un indicador más coyuntural donde se examina cuáles son las previsiones de crecimiento de la demanda,
de las exportaciones y de la inversión extranjera.
En definitiva, los mayores problemas, según la opinión de los empresarios, se detectan
en el mercado financiero, en la contribución de las administraciones públicas y en el
mercado laboral.
El estudio también refleja cómo se ven nuestros empresarios a sí mismos, cuales son las
ventajas competitivas que ellos aprecian y, lo que es más importante, cuál sería la imagen que tienen de nosotros los representantes en España de grandes compañías multinacionales.
Las ventajas competitivas según los directivos de compañías españolas son las siguientes (cómo nos vemos):
• Buena relación calidad-precio, gracias sobre todo a la reducción de los costes
laborales que ha habido en estos años de crisis.
• Adaptación a las necesidades de la demanda, en España la empresa es muy flexible, en parte a veces por la gran mortandad de nuestras empresas.
• Tecnología adecuada.
31
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
• Reducción de costes laborales unitarios. Este año nos hemos situado en el mismo
nivel de costes que en el año 2007 y con un nivel de competitividad relativa en el
entorno del euro del año 2000.
Las ventajas competitivas según los directivos de filiales de multinacionales extranjeras
son las siguientes (cómo nos ven):
• Importante tamaño de mercado, con 45 millones de habitantes. Aquí la unidad de
mercado es determinante porque si hubiera 17 mercados regionales esa ventaja
competitiva se perdería.
• Localización geográfica/plataforma internacional. Esta ventaja es importante porque puede servir de base para Europa, norte de África y América Latina. Hay
empresas europeas que establecen aquí sus bases para América Latina, y también
se establecen en España empresas de este último continente para atender sus
negocios en Europa.
• Mejoras derivadas de la reforma laboral. Gracias a la reforma y también a los
acuerdos alcanzados entre los empresarios y los sindicatos en algunos sectores se
ha evitado la deslocalización de algunas industrias relevantes. Este factor no
juega solo defensivamente sino también activamente al atraer la localización de
determinadas industrias a nuestro país. Ambos ejemplos se han dado recientemente en el sector de automoción.
• Existencia de proveedores de calidad.
• Cualificación de la mano de obra.
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iV. accesoa La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
iV. acceso a La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
Ponencia: Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School3.
Debate: Santiago Carbó, Bangor Business School; Pablo Hernández de Cos, Banco de
España; César Molinas, Multa Paucis.
La evolución de la economía española en los últimos meses ha sufrido un importante ajuste que se puede calificar como exitoso. No obstante, dicho ajuste no ha finalizado. La economía española ha vuelto a la senda de crecimiento impulsada principalmente por el sector exterior. Pero esta incipiente recuperación puede ser insuficiente y de difícil prolongación si no se continúa con los cambios profundos que se
necesitan, particularmente en un Estado complejo y mejorable, en muchos aspectos,
como el nuestro.
Además, como se puede observar en el gráfico siguiente, a pesar del entorno de crisis
que estamos viviendo en los últimos años, el producto interior bruto a nivel mundial ha
seguido creciendo. El episodio de recesión de los años 2008 a 2010 apenas se aprecia,
es casi anecdótico en el mundo. Esto nos indica que si nuestra economía no crece, otros
países lo están haciendo y continuarán haciéndolo por nosotros. 3
Los cuadros y gráficos de este apartado son de la ponencia presentada por D. Fernando Fernández Méndez
de Andés, IE Business School.
33
coMPeTiTiViDaD, eJe De UNa eXPaNsiÓN sosTeNiDa
FiGURe 2.1: GRoss WoRLD PRoDUcT 1980-2018
Fuente: Ponencia de Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School.
El siguiente gráfico nos muestra el gran ajuste de la economía española frente al exterior, que ha sido exitoso pero lleno de interrogantes y cuestiones pendientes. El problema de la competitividad en España se ha resuelto pasando de una inversión pública y
privada del 32% en 2007 al 18% en 2014 (ambos sobre el PIB), mientras que la tasa de
ahorro ha bajado del 23% al 18% del PIB en el mismo periodo. Este ajuste, ha reducido de forma importante nuestras necesidades de financiación, pero
a costa de reducir la inversión pública y privada, principal impulsor del crecimiento a
medio y largo plazo. Cierto que había excesos y que gran parte de la inversión de esos
años se fue hacia actividades no productivas, pero ahora tenemos una tasa de inversión
por debajo de nuestros socios y competidores.
Con ser eso preocupante, más lo es que el ajuste externo no se ha producido gracias a
un incremento de la tasa de ahorro del país, sino a pesar de su caída, porque el desahorro público ha más que neutralizado el aumento del ahorro privado. Por tanto, una primera reflexión relevante es que nuestro país necesita ahorro para permitir un crecimiento sostenible de nuestra economía y esto tiene mucho que ver con la reforma fiscal
y la reforma del sistema financiero.
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iV. accesoa La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
aJUsTe eXiToso PeRo LLeNo De iNTeRRoGaNTes
Fuente: INE, Cuentas No Financieras, Trim, 1, 2014.
Fuente: Ponencia de Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School.
DaTos De La coNsoLiDaciÓN FiscaL
Fuente: AEB, Ministerio de Hacienda 2014.
Fuente: Ponencia de Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School.
Con respecto a la consolidación fiscal, como se aprecia en el gráfico anterior, los ingresos se sitúan en 2013 en el 38% del PIB, mientras que los gastos ascienden al 44% del
PIB. Esto es lo que da lugar a unas necesidades de financiación de unos 50.000 millones de euros al año y refleja que, a pesar del esfuerzo fiscal realizado, seguimos tenien-
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coMPeTiTiViDaD, eJe De UNa eXPaNsiÓN sosTeNiDa
do un déficit estructural de aproximadamente el 5% del PIB, lo que tiene que condicionar, sin lugar a dudas, la política fiscal a desarrollar en nuestro país. Más aun cuando
este déficit es financiado principalmente por el exterior en estos momentos, aunque
finalmente tendrán que afrontar su pago las generaciones futuras.
iV.1. Unas consideraciones sobre la fiscalidad española
Todos los diagnósticos macroeconómicos coinciden en destacar la importancia de la
competitividad para fomentar el crecimiento económico. La fiscalidad también debe
orientarse a facilitar la competitividad de la economía española, o al menos a que no sea
un obstáculo que frene su capacidad de desarrollo. Por ello la política fiscal se debe plantear resolver aquellos elementos que supongan un freno real a nuestra competitividad.
Como se ha mencionado anteriormente, no podemos esperar que la demanda interna sea
el motor del crecimiento de nuestra economía. El desapalancamiento de las empresas,
familias y sector público es absolutamente necesario y va a provocar que la demanda
interna sea débil por algún tiempo. Es el sector exterior el que tiene que tirar de la economía en los próximos años como motor de crecimiento.
La reforma del sistema fiscal también puede jugar un papel importante para conseguir
este objetivo. Desde el inicio de la crisis se ha producido un ajuste de la competitividad
muy importante que se ha concentrado en la reducción de los costes laborales, en la mejora de la productividad y, en menor medida, en la reducción de los márgenes empresariales. Ahora es necesario utilizar también la fiscalidad para mejorar esa competitividad.
Analizando nuestro modelo fiscal, el problema aparece en el lado de los ingresos dado
que en nuestro país se recauda poco y de forma deficiente. Nuestro sistema impositivo
se caracteriza por tener una recaudación efectiva de las más bajas de la Eurozona, con
tipos nominales altos y tipos efectivos bajos, tanto en la recaudación de las personas físicas (IRPF) como de las sociedades (IS). Precisamente estos últimos son los impuestos
que más distorsionan el crecimiento y la creación de empleo.
Realizando un ejercicio de comparación de nuestro sistema impositivo con el de los principales países europeos, se aprecian importantes distorsiones en las siguientes cuestiones:
• España recauda proporcionalmente más por impuestos directos (IRPF e IS) y
menos por indirectos (IVA, específicos y transmisiones).
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iV. accesoa La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
• Financia su Estado de Bienestar con un impuesto imperfecto a las nóminas, con
unas cuotas a la Seguridad Social muy altas, que encarece el empleo y agrava el
paro.
• Grava poco la tenencia de la propiedad inmobiliaria urbana y rústica y mucho su
transmisión.
• Tiene una imposición sobre el capital más alta.
• Hace un escaso e ineficiente uso de la tributación ambiental.
Hay un acuerdo bastante amplio en la comunidad internacional y entre los académicos
españoles que las reformas fiscales necesarias para mejorar la competitividad de la economía española tienen que incidir en estos dos aspectos: aumentar la fiscalidad sobre el
consumo y la tributación ambiental, y reducir la carga fiscal de las cotizaciones sociales
y del capital.
La combinación de ambas políticas perseguiría que nuestros productos fueran más competitivos y facilitaría la internacionalización de nuestras empresas, ya que, por ejemplo,
el IVA no afecta a las exportaciones.
Otras reformas convenientes tienen que ver con el impuesto de sociedades. Por un lado,
la necesidad de generar incentivos para apoyar un mayor crecimiento de las empresas
resta cualquier justificación la aplicación de un tipo marginal y efectivo distinto en el IS
para las pequeñas empresas frente a las grandes, por lo que es necesario modificar esta
situación. Esta propuesta combinada con la reducción del tipo nominal del impuesto de
sociedades que se aproxime, o incluso se quede por debajo, del de otros países competidores, pueden ser las medidas más adecuadas para ganar tamaño y competitividad.
iV.2. Unidad de mercado y neutralidad fiscal
Con respecto a la competencia fiscal de las Comunidades Autónomas (CCAA) esta es
una de las cuestiones más difíciles en la literatura hacendística que todavía no ha sido
resuelta. Un país muy descentralizado como el nuestro en el que las CCAA son responsables del 40% del gasto público y en mucha menor medida de los ingresos públicos,
genera disfunciones e ineficiencias que es necesario corregir.
La doctrina federalista indica que si se tiene responsabilidad sobre el gasto público se
debe exigir también la responsabilidad sobre la generación de los ingresos públicos.
Nuestras CCAA tienen poca capacidad normativa para generar ingresos públicos y esto
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coMPeTiTiViDaD, eJe De UNa eXPaNsiÓN sosTeNiDa
es un problema porque esta situación puede generar incentivos perversos y provocar un
incremento del gasto público que es financiado por la agencia estatal.
No es fácil concretar cómo avanzar en una mayor corresponsabilidad fiscal de las
CCAA cuando se repasan los distintos impuestos. La capacidad normativa del Impuesto
de Sociedades se considera que no debe ser cedida a las CCAA, el IVA no lo permite la
normativa comunitaria y, por tanto, de los grandes impuestos básicamente el único en el
que se puede ceder dicha capacidad es en el IRPF. Este último ya está cedido en un 50%,
lo que parece adecuado, e incluso probablemente haya que reducirla más y limitarla de
alguna forma. En concreto, se debería limitar a los mínimos exentos y a la tarifa, que
son los que más visibilidad tienen para los ciudadanos. Por el contrario, no parece aconsejable ceder capacidad normativa a las Comunidades en las deducciones fiscales por las
distorsiones que generan al ser más factibles de ser capturadas por los grupos de presión
locales. Acercar la administración al administrado no es siempre una buena receta en
temas fiscales o de gasto público.
Parece pues necesario buscar otros mecanismos con capacidad recaudatoria para financiar
el gasto público de las CCAA y estos solo se encuentran en los mecanismos de copago de
los dos gastos públicos esenciales: la sanidad y la educación. Todo ello combinado con la
necesidad de buscar una mayor homogeneidad en el resto de tributos propios en los que
las CCAA ya tienen capacidad normativa. En la práctica, esta capacidad les ha llevado a
muchas ineficiencias en términos de definición de los impuestos y bases imponibles que
son muy heterogéneas entre CCAA y que afectan a la unidad de mercado.
En definitiva es preciso racionalizar las cesiones de competencias sobre impuestos, tanto
en los existentes como a exigir un examen previo en la creación de nuevos impuestos
autonómicos. A su vez, se deberían eliminar impuestos que no tienen justificación económica y que solo buscan definir bases imponibles políticamente fáciles, como los
impuestos a los depósitos bancarios o a las grandes superficies, pero que tienen un inmediato traslado al consumidor final de esos bienes o servicios y redundan en su pérdida
de bienestar.
iV.3. Unidad de mercado y regulación
La regulación también puede ser un elemento que afecte negativamente a la competitividad. Siempre tiene que haber un cierto coste regulatorio y de diversidad regulatoria, pero
la proliferación de normas locales específicas hacen que este coste sea en ocasiones
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inasumible y sobre el que sería preciso una reflexión general. Por ello, es necesario que
antes de impulsar una reforma legislativa, nacional o autonómica, se efectué un necesario análisis del coste/beneficio que representa para la sociedad y que solo se desarrollen
normas que efectivamente aporten valor en dicho análisis.
Convendría añadir una perspectiva de eficiencia económica al proceso de descentralización política que España inició en 1978. Si ya entonces fue difícil, hoy resulta casi imposible y sin embargo es más necesario que nunca.
También al Estado le corresponde racionalizar las normas que emite porque está demostrado que cuando un determinado sector se desregula aparecen efectos positivos que
favorecen el crecimiento económico.
iV.4. el Programa de Restructuración del sector financiero
Se puede considerar que la restructuración del sector financiero ha sido una de las reformas que ha tenido más éxito en los últimos años y que se encuentra prácticamente finalizada. Gracias al ajuste realizado, se ha atacado el problema de credibilidad de los
balances de las entidades bancarias y se ha abordado el exceso de capacidad del sector.
El programa de restructuración ha actuado forzando, junto con Basilea III, el aumento y
la mejora del capital a la vez que se ha avanzado sustancialmente en la trasparencia de
los balances de los bancos españoles.
Los resultados se han hecho notar y hoy tenemos unos bancos mucho más sólidos, solventes y capitalizados que hace 3 años y donde no parece que vaya a haber grandes problemas ni sorpresas en los ejercicios de revisión de los activos (AQR) ni en los ejercicios de stress test de finales de año, de cara a la supervisión única europea.
Este programa ha requerido una recapitalización significativa del sector con la aportación de fondos públicos (unos 60.000 millones de euros) y privados (unos 250.000
millones de euros, tanto en capital como en provisiones que han efectuado las entidades
bancarias desde el año 2007 detrayéndolos de sus resultados). En todo caso, en términos
comparados la contribución pública al saneamiento de la banca española ha supuesto el
5% sobre el PIB, cantidad inferior a lo que ha representado en la Unión Europea, 6%, y
muy inferior a la de algunos países concretos como Reino Unido y Alemania.
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Especial importancia han tenido en este proceso los avances que se han conseguido
hacia la Unión Bancaria, lo que ha permitido acotar el riesgo del sector. La puesta en
marcha del Mecanismo Único de Supervisión y del Mecanismo Único de Resolución
cerrará el bucle deuda bancaria / deuda soberana y permitirá a las entidades bancarias
competir en el mismo entorno regulatorio. No obstante, la lentitud del proceso y los múltiples interrogantes pendientes prolongan la etapa de incertidumbre y, con ello, la de un
crecimiento todavía insuficiente.
A pesar de todo, los resultados ya se han hecho notar: (i) Se ha reducido espectacularmente la prima de riesgo, lo que sin duda beneficia a
la financiación privada y pública y permite suavizar el ajuste fiscal.
(ii) Se han normalizado los mercados financieros, permitiendo emitir nuevamente
deuda privada aumentando la liquidez y aliviando la restricción financiera.
(iii) Se ha recuperado la demanda exterior por los activos financieros españoles.
(iv) Se ha facilitado el desapalancamiento a muchas empresas españolas.
Los resultados son evidentes pero las tensiones financieras continúan en el seno de la
UEM, como se refleja en el gráfico siguiente:
iNDicaDoR siNTÉTico De iNTeGRaciÓN FiNaNcieRa DeL Bce
Fuente: Ponencia de Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School.
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iV. accesoa La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
Se aprecia una mejora significativa en la evolución del indicador sistémico de integración financiera que elabora el BCE. Aunque seguimos teniendo indicadores de
fragmentación importantes que nos indican que en la integración financiera se ha
avanzado más en términos de cantidades que de precios, estando aún lejos de la
normalidad.
iV.5. el desapalancamiento español sigue pendiente
En el gráfico siguiente se aprecia la evolución de la deuda pública y privada sin
incluir a las instituciones financieras. En él se observa un importante repunte del
endeudamiento público y una reducción de la deuda de los hogares y de las empresas en menor medida. En su conjunto, la deuda alcanza 3.369 miles de millones de
euro, lo que equivale al 329% del PIB, y, lo que es más sorprendente, no ha disminuido desde la crisis.
Estas enormes cifras alguien las está financiando, tanto en el mercado doméstico como
en el internacional, lo que hace que la posición neta con el exterior siga siendo uno de
los problemas más importantes de nuestra economía.
eL DesaPaLaNcaMieNTo esPaÑoL siGUe PeNDieNTe
Fuente: Banco de España e INE Cuentas Financieras de la Economía Española 2013.
Fuente: Ponencia de Fernando Fernández Méndez de Andés, IE Business School.
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iV.6. el problema del crédito
En este contexto surgen varias interrogantes. La primera, si es posible una recuperación
de la economía sin que fluya el crédito. La segunda, si puede haber crecimiento del crédito en una economía que tiene un nivel de endeudamiento tan alto como el nuestro. Y
la tercera, si es posible que el crédito vuelva en la situación de atonía actual de la demanda. Todas ellas están directamente relacionadas entre sí.
El desapalancamiento de la economía española es necesario. Venimos de ritmos de crecimiento del crédito de cuatro veces el crecimiento del PIB nominal, con tipos de interés reales negativos y en un entorno en el que las empresas españolas están acostumbradas a operar con pocos recursos propios y mucha deuda.
La experiencia nos indica que sí pueden existir recuperaciones económicas sin crédito o
con un crédito muy reducido. Por tanto, la respuesta al primer interrogante es sí, las
recuperaciones sin crédito son posibles, pero generalmente están acompañadas de depreciaciones significativas del tipo de cambio. Esta última posibilidad no está a nuestro
alcance en la Unión Económica y Monetaria por lo que es necesario continuar nuestro
proceso de reformas con el objetivo de conseguir una devaluación interna que alcance
objetivos parecidos.
Además, conviene recordar que el crédito bancario es por definición conservador, más
aún cuando se solicita después de una crisis bancaria. El crecimiento de crédito normalmente sucede a las recuperaciones económicas pero raramente las anticipa. Por ello, en
fases iniciales recuperación el crédito puede venir:
(i) De la autofinanciación y la recuperación de los balances de las empresas.
(ii) De la inversión extranjera, por la doble vía de vender compañías y activos o
incorporar socios.
(iii) Del acceso directo al mercado de capitales por la vía de acceder a la financiación sin la intermediación de la banca.
Las interrogantes que nos hacíamos anteriormente están muy relacionados entre sí. Una
vez iniciada la recuperación, nos encontramos en una situación más favorable. Tanto por
el lado de la oferta ya que los oferentes están en mejores condiciones una vez avanzado
el proceso de restructuración de la banca, como por el lado de la demanda, la propia
recuperación de la economía hace que surjan nuevos proyectos de inversión que sean
viables.
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En este contexto es muy difícil que se vuelvan a observar los crecimientos del crédito del
20% que alcanzamos antes de la crisis y además no es deseable que eso ocurra. El crédito está volviendo paulatinamente para financiar actividades productivas, según reflejan
todos los indicadores. Pero conviene recordar que tenemos un problema de elevadísimo
endeudamiento que es necesario que se vaya corrigiendo con el paso del tiempo.
Se prevé que el crédito dé señales más claras de crecimiento a partir de finales de año,
una vez que concluya el proceso de revisión de los balances de cara al establecimiento
del supervisor único europeo. Existen retos importantes todavía de aquí a fin de año por
dicha revisión, aunque se espera que el sector español salga bien de estas pruebas. No
obstante, los niveles de solvencia de los bancos españoles no son más elevados que los
de la media de los bancos europeos, no estamos tan holgados aunque superemos los ejercicios de estrés. También hay que tener en cuenta que los retos de cumplimiento de
Basilea III son muy exigentes en cuanto al aumento de los recursos propios de calidad
exigibles y requieren cierta cautela antes de iniciar el lanzamiento del crédito.
Para entonces, es posible que se produzca un mayor acercamiento entre la oferta y la
demanda de crédito, ahora bien, la oferta de crédito deberá seguir y responder a la demanda pero no al revés. Pensar que los bancos son los que tienen que dar el primer paso y
empezar a dar crédito es una estrategia poco probable. Hasta que no se vea una percepción
de crecimiento económico y de demanda más solvente, los bancos tienen que ser cautelosos porque vienen de en una situación difícil y el calendario regulatorio es muy exigente.
El escenario más previsible es que asistamos a un proceso continuo y suave en el que
irán aumentando los flujos de financiación de la banca, pero el crédito no dará un salto
cuantitativo relevante como lo dio al principio de la década pasada y nos trajo a la situación de excesivo endeudamiento en la que nos encontramos.
También se considera que el crédito será más sofisticado, requerirá un mayor conocimiento del cliente, con unas cuentas más transparentes y un mejor entendimiento del
negocio por parte de los bancos.
Por su parte, los empresarios tienen que empezar a acostumbrarse a trabajar con más
recursos propios, más autofinanciación, y menos deuda. En nuestro país hemos tenido
que afrontar una importante restructuración del sector financiero y el modelo de negocio empresarial tan dependiente de la financiación ajena también tiene que cambiar y
adaptarse a la nueva situación. De esta forma el desapalancamiento de la economía española se irá produciendo paulatinamente.
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iV.7. espacio para la financiación no bancaria
En esta situación hay espacio para el desarrollo de la financiación no bancaria. Tanto
por su reducido tamaño en nuestro país como por la necesidad de que los proyectos
empresariales cuenten con una base más sólida de capital, a la que antes nos hemos
referido.
Los datos que se conocen nos advierten de grandes diferencias en el tamaño de la financiación no bancaria en España con respecto a otros países de nuestro entorno. Por ello,
se considera útil apoyar iniciativas que persigan un mayor desarrollo del mercado de
capitales en nuestro país. Una de estas medidas tiene que ver con políticas decididas de
aumento del tamaño empresarial. Toda la evidencia empírica apoya la tesis de que
empresas más grandes tienen mejor acceso a la financiación extrabancaria, y son además más productivas y exportadoras. Características todas ellas que incidirían favorablemente en la competitividad de la economía española.
Estas alternativas a la financiación bancaria van a suponer un aumento de la competencia para los bancos que tendrán que adaptarse a una nueva competencia, a las nuevas
tecnologías, o deberán reinventarse y encontrar su sitio en el desarrollo de ese mercado. Es difícil hacer predicciones sobre el éxito de estas iniciativas en las que las grandes
empresas tendrán -ya la están teniendo- mejor acogida que otras empresas de menor tamaño. A su vez el acceso a los mercados exige gran transparencia y preparación que no siempre está al alcance de todas las empresas. No obstante, se considera que el desarrollo de
estas iniciativas será lento y va a requerir varios años. No se transforma el sistema de
financiación de un país en poco tiempo, por lo que el crédito bancario seguirá siendo determinante y va a contar con una presencia muy notable en el futuro.
Una cuestión que suscita el debate es si en nuestro país existe un mercado doméstico de
profundidad y tamaño suficiente para el desarrollo del mercado de capitales y de iniciativas como el MAB y el MARF, o si es más conveniente el desarrollo de plataformas de
renta variable y renta fija a nivel europeo. Conviene señalar que en EE.UU. estas plataformas han tenido un gran desarrollo porque cuentan con un mercado interior de gran
tamaño.
En todo caso, se considera muy oportuno apoyar estas iniciativas de forma decidida en
nuestro país para ir mejorando y reforzando el papel de los mercados de capitales en la
financiación empresarial. A pesar de que se haya producido recientemente algún caso
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iV. accesoa La FiNaNciaciÓN Y ReFoRMa FiscaL
aislado embarazoso de alguna sociedad que cotiza en alguna de estas plataformas,
España es un país seguro para invertir y este episodio no debe hacer variar la estrategia
de impulsar su desarrollo. En todo caso, estas situaciones se dan también en otros mercados similares en países desarrollados.
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V. CONCLUSIONES
V. CONCLUSIONES
Las principales conclusiones de la Jornada de Debate son las siguientes:
Sector exterior
Las empresas españolas han desarrollado en los últimos años un nuevo modelo de
exportación que ha tenido efectos muy positivos para la recuperación económica, en un
momento en el que la demanda interna apenas aportaba.
Es fundamental que el ajuste de competitividad de los últimos seis años continúe y se
mantenga y, para ello, nuestra economía tiene que seguir abriéndose más al exterior.
Se considera factible seguir creciendo al 6% en nuestras exportaciones (algo por encima del crecimiento mundial del 5%) y seguir ganando cuota en los mercados internacionales.
En estos momentos no se consideran adecuadas las políticas para fortalecer la demanda
interna. Estas políticas pueden ser muy peligrosas para España y sigue siendo necesario
que sean las exportaciones netas las que continúen liderando la recuperación. El origen
de la salida de la recesión tiene que basarse en las exportaciones porque nuestro país
tiene que continuar reduciendo sus desequilibrios frente al exterior y disminuir la deuda
externa.
Tamaño de la empresa
Para continuar avanzando en el nivel de apertura de nuestra economía se deben plantear políticas para incrementar la dimensión de nuestras Pymes y fomentar su internacionalización. Solo a partir de un determinado tamaño se puede innovar y exportar.
47
COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
Entre las medidas que se pueden adoptar para conseguirlo estarían:
(i) Se debe revisar nuestra regulación eliminando las medidas que desincentivan el
crecimiento de la empresa. Nuestra regulación (fiscal y laboral) contiene numerosas
referencias al tamaño, lo que provoca que partir de un determinado umbral, se creen
nuevas empresas en lugar de permitir su crecimiento.
(ii) Se deberían incorporar en nuestra legislación laboral y fiscal incentivos orientados al crecimiento, que desaparecieran al cabo de un tiempo o una vez que se alcanzara un tamaño determinado de la empresa.
(iii) También se deben adoptar medidas para mejorar la capacidad de competir internamente y ganar tamaño en el mercado interior antes de salir al exterior.
(iv) Por último, la profesionalización de la dirección es una condición necesaria para
que el crecimiento de las empresas sea mayor.
Innovación
La mejora de la innovación en España ha sido importante y sin embargo está muy concentrada en determinados sectores y no se ve reflejada en un mayor desarrollo empresarial. Los datos indican que aunque se avanza en el uso del conocimiento, aun estamos
atrasados en cuanto a su retribución con respecto a otros países.
Se considera necesario mejorar la conexión entre el tejido productivo y las universidades, donde se aprecian problemas en ambas partes. Con respecto a la investigación
pública, en España se gastan cantidades importantes que no se traducen en mejoras de
la productividad ni del rendimiento de nuestras empresas. Por ello, hay que fomentar la
excelencia de los centros de investigación y optimizar la utilización de fondos públicos
a retos que puedan traducirse en mejoras productivas competitivas.
También es necesario hacer un mayor uso de los fondos destinados a la financiación de
proyectos existentes, en vez de apelar a la subvención directa, lo que puede requerir un
cambio en la cultura de investigación focalizando su interés en los resultados.
Imagen de España y reformas
La capacidad que ha demostrado nuestro país para salir de la crisis fortalecida es notable. Se ha realizado una gran labor reformista y los organismos internacionales así lo han
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V. CONCLUSIONES
reconocido. A su vez, los inversores internacionales también lo han reconocido y han
regresado a nuestro país aumentando la liquidez y aliviando la restricción financiera.
Pero la tarea reformista todavía no ha concluido y el riesgo de que se frene ahora, o no
se termine, cuando se empiezan a ver los primeros frutos, es elevado. Se considera que
las reformas más urgentes son: la de las administraciones públicas, la energética, ajustes adicionales en la legislación laboral, las políticas que favorezcan la transformación
económica (mayor tamaño e internacionalización de la empresa) y la recuperación de la
confianza en las instituciones.
Competitividad y condicionantes
La competitividad es un concepto amplio que abarca cuestiones que van más allá de los
temas meramente económicos y empresariales. Es multidimensional, requiere coherencia y nos afecta a todos:
(i) A los poderes públicos que deben facilitar un entorno competitivo en todos los
sectores de la economía, lo que supone centrar las políticas públicas en el crecimiento.
(ii) A la sociedad en su conjunto ya que cualquier reforma económica o fiscal
emprendida para mejorar la competitividad afecta a los derechos adquiridos de determinados agentes. Es la propia sociedad la que debe cuestionarse en todo momento
los derechos adquiridos, aceptando el reto de la globalización.
La competitividad es una actitud necesaria para afrontar con éxito el desarrollo económico, algo que no siempre es comprendido por la sociedad. Sobre este concepto conviene precisar lo siguiente:
(i) La competitividad de un país no es solo lo que hagan sus mejores empresas a nivel
internacional, aunque sea muy importante. El concepto requiere algo más, es un reto
del conjunto de la sociedad y no de una minoría. Debe implicarse una amplia mayoría que asuma que tenemos que competir en un mundo abierto y global.
(ii) La competitividad se alcanza más fácilmente cuando la empresa es más grande.
(iii) Para mejorar nuestra competitividad es importante recuperar el valor y el papel
del sector industrial, pero hay que tener cuidado de no hacerlo a costa de otros sectores, especialmente el de servicios. Es importante buscar la complementariedad de
ambos sectores.
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COMPETITIVIDAD, EJE DE UNA EXPANSIÓN SOSTENIDA
(iv) La base de la competitividad es la mejora de la productividad, pero esta última
no solo se nutre de los avances tecnológicos sino que también de la creatividad.
Encajar con los gustos de los consumidores, anticiparse a las tendencias del consumo, también es productividad.
Fiscalidad, corresponsabilidad fiscal y unidad de mercado
La fiscalidad debe orientarse a facilitar la mayor competitividad de la economía española. Para ello la política fiscal debe incidir en dos aspectos: aumentar la imposición
sobre el consumo y la tributación ambiental y reducirla de las cotizaciones sociales y del
capital.
Para ganar tamaño y competitividad hay que reformar también el impuesto de sociedades. No tiene justificación la aplicación de un tipo marginal y efectivo distinto en el IS
para las pequeñas empresas frente a las grandes, por lo que es necesario modificar esta
situación. Esta propuesta combinada con la reducción del tipo nominal del impuesto de
sociedades que se aproxime, o incluso se quede por debajo, del de otros países competidores, pueden ser las medidas más adecuadas.
Nuestras CCAA tienen poca capacidad normativa para generar ingresos públicos y esto
puede generar incentivos perversos y provocar un incremento del gasto público. Por
ello, es necesario avanzar en una mayor corresponsabilidad fiscal de las CCAA.
También se requiere buscar otros mecanismos con capacidad recaudatoria para financiar
el gasto público de las CCAA a través de los mecanismos de copago de los dos gastos
públicos esenciales: la sanidad y la educación.
Por último, es necesaria una mayor homogeneidad en el resto de tributos en los que las
CCAA ya tienen capacidad normativa. En la práctica, esta capacidad les ha llevado a
muchas ineficiencias en términos de definición de los impuestos y bases imponibles que
son muy heterogéneas entre CCAA y que afectan negativamente a la unidad de mercado.
La reestructuración financiera y la vuelta del crédito
La restructuración del sector financiero ha sido una de las reformas que ha tenido más
éxito en los últimos años y que se encuentra prácticamente finalizada.
50
V. CONCLUSIONES
Pero el nivel conjunto de deuda pública y privada no ha disminuido desde la crisis y es
necesario avanzar en el desapalancamiento del Estado, las empresas y las familias.
Como consecuencia de ello, nuestro país necesita ahorro para permitir un crecimiento
sostenible, más aún cuando nuestro déficit estructural es financiado principalmente
desde el exterior, siendo la posición neta con el exterior uno de los problemas más
importantes de nuestra economía.
Se prevé que el crédito dé señales más claras de crecimiento a partir de finales de año,
una vez que concluya el proceso de revisión de los balances de cara al establecimiento
del supervisor único europeo. Pero el crédito no dará un salto cuantitativo relevante y la
oferta deberá responder y seguir a una demanda solvente.
En este contexto, los empresarios tienen que acostumbrarse a trabajar con más recursos
propios, más autofinanciación y menos deuda. Tras la restructuración del sector financiero el modelo de negocio empresarial, tan dependiente de la financiación ajena, tiene
que cambiar y adaptarse a la nueva situación. De esta forma el necesario desapalancamiento de la economía española se irá produciendo paulatinamente.
Financiación no bancaria
En esta situación hay espacio para la financiación no bancaria en nuestro país, por su
reducido tamaño y por la necesidad de que los proyectos empresariales cuenten con una
base más sólida de capital, a la que nos hemos referido antes.
Estas alternativas a la financiación bancaria van a suponer un aumento de la competencia para los bancos que tendrán que adaptarse a ella y a las nuevas tecnologías. No obstante, el desarrollo de estas iniciativas será lento porque no se transforma el sistema de
financiación de un país a corto plazo, por lo que el crédito bancario seguirá siendo determinante en el futuro.
A pesar de ello, se considera oportuno apoyar las iniciativas de desarrollo de fuentes
alternativas al crédito bancario de forma decidida para ir mejorando y reforzando el
papel de los mercados de capitales en España.
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ANEXO 1
ANEXO 1
Programa Jornada de Debate
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FOROS DE DEBATE
FOROS DE DEBATE – DOcumEnTOS DE TRABAjO DE lA
FunDAción DE ESTuDiOS FinAnciEROS
Nº 1. Informe sobre el mercado hipotecario español. Febrero 2013.
Nº 2. Las reformas como clave para impulsar la confianza y el crecimiento. Marzo
2013.
Nº 3. Las finanzas públicas españolas en el inicio del siglo XXI: Los efectos de la crisis financiera de 2007. Julio 2013.
Nº 4. La economía sumergida en España. Julio 2013.
Nº 5. Las finanzas públicas españolas y los efectos de la crisis financiera. Homenaje a
David Taguas. Septiembre 2014.
Nº 6. Competitividad, eje de una expansión sostenida. Octubre 2014.
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