Materiales y estructuras asociadas a erupciones de magmas poco viscosos: -Lava almohadillada. Cuando las lavas entran en contacto con el agua se forma una delgada capa vítrea, todavía plástica, que encierra el material fundido; al continuar fluyendo magma se individualizan en el frente y superficie de la colada unas protuberancias o bolsas que se separan y ruedan por la pendiente costera o por las suaves laderas de los edificios piroclásticos submarinos. La actividad erosiva del agua, que como hemos visto está en el mismo origen de La Caldera, ha creado numerosos barrancos tanto dentro como en los alrededores del Parque Nacional. El más importante de ellos es el Barranco de las Angustias, que desemboca en el Puerto de Tazacorte tras unos ocho kilómetros de recorrido. Su fuerza erosiva es de tal calibre que podríamos decir que ha conseguido escarbar la isla hasta los huesos: en algunas partes de su cauce pueden observarse las lavas almohadilladas que forman parte de su antiquísimo complejo basal. Bombas de Agua, Almendro Amargo, Ribanseras, Verduras de Alfonso y por supuesto Taburiente son algunos de los barrancos interiores de La Caldera. Son lavas basálticas solidificadas en un ambiente subacuático. Tienen una apariencia que se asemeja a almohadas apiladas. Esta denominación se debe a su sección aproximadamente esférica, semejante a almohadas. Las lavas en almhada se forman en las profundidades del marinas, pero también cuando las lavas subaéreas que se deslizan por las vertientes entran en contacto con el mar, ríos o lagos. La lava viscosa obtiene una corteza sólida de forma inmediata al entrar en contacto con el agua, la cual se rompe y rezuma más almohadas según llega más lava de la colada. Las superficies vítreas de estas lavas no son lisas, presentan grietas, arrugamentos y estrías lineares, muchas de las cuales se cortan en ángulo recto. Las lavas en almohada pueden encontrarse con una enorme variedad de formas, incluyendo bulbosas, esféricas, achatadas, alongadas y tubulares, variando su diámetro de varias decenas de centímetros a varias decenas de metros: No obstante, su tamaño típico va de 0,5 a 1 metros. El interior de las lavas en almohada se enfría más lentamente que la cobertura exterior vítrea y por ello es más cristalino. La cristalización de tasas de crecimiento progresivamente más lentas en dirección al interior produce una considerable variedad de texturas en las rocas. Puesto que la mayoría de la superficie de la Tierra está cubierta de agua y la mayoría de los volcanes están situados cerca (o debajo) de ella, este tipo de lava es muy común. -Lava cordada. Pahoehoe (del Hawaiano pāhoehoe, que significa "suave") o cordada son generalmente coladas de lavas basálticas. Las coladas de este tipo avanzan como una serie de pequeños lóbulos y dedos que rompen continuamente la superficie enfriada. También forma tubos de lava, donde la pequeña pérdida de calor mantiene su viscosidad baja. La textura de la superficie de las coladas de tipo pahoehoe es muy variable, presentando varias formas a menudo descritas como esculturas de lava. Según se alejan del origen, las coladas pāhoehoe pueden pasar a ser 'a'ā por una pérdida de calor y su consecuente aumento de viscosidad. La textura redondeada hace al pāhoehoe un mal reflector del radar y es difícil de ver desde un satélite orbital. Presenta rugosidades que se asemejan a cuerdas, lo que le da el nombre de lava cordada; también se las llama lavas en tripa, aunque posiblemente sea el término hawaiano pāhoehoe el que más se usa en su nomenclatura internacionalmente. Su superficie una vez solidificada es ondulada, encordonada e incluso lisa. Estas superficies se deben al movimiento muy fluido de la lava bajo una corteza que se va coagulando. Este fragmento es de una roca volcánica lávica. Es una lava cordada, en la que se observan las formas típicas originadas por el flujo de la lava a medida que se va enfriando. Es también evidente la gran porosidad debida al escape de los gases que contiene durante el proceso de cristalización. Textura vítrea. Fragmento. Timanfaya, Isla de Lanzarote (Canarias. Erupción de 1734). -Malpaís. Morfología de una colada lávica, caracterizada por la presencia de una superficie erizada de bloques escoriáceos. El término "aa" es originario del Hawaii y se relaciona con la dificultad de caminar sobre esta superficie. El vocablo "malpaís" oriundo de las Islas Canarias, hace referencia a las características de estas coladas, generadas a partir de lavas viscosas, que se mueven lentamente sobre el terreno. Las coladas escoriáceas presentan frentes abruptos y desarrollan paredes laterales (levées) que pueden alcanzar considerable altura. Malpaís en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide, Tenerife. Los materiales que forman el “malpaís” son de naturaleza basáltica y escoriácea. Este paisaje ocupa algunas hectáreas dentro del mismo Parque y es un típico paisaje Volcánico de las islas, constituido por un conjunto de coladas de lava que han fluido formando este paraje. -Colada en Bloques. Fragmentos angulares de lava de más de 256 mm de eje. Pueden formarse al inicio de las erupciones y se corresponden con tapones de lava solidificada. En coladas viscosas los bloques se producen por el agrietamiento y ruptura del conjunto de las mismas. En ocasiones, la salida y el posterior movimiento de las coladas pueden romper los edificios volcánicos, siendo transportados los fragmentos arrancados a modo de los bloques erráticos de los glaciares. Estas lavas,que tienen superficies cubiertas por fragmentos angulares, difieren de las aa en que los fragmentos tienen formas más regulares y lisas. Los bloques superficiales se acercan a menudo a la forma de un cubo. Los flujos de lava en bloque forman lavas más viscosas que los flujos aa, rompiéndose la parte superior del flujo enfriado mientras el magma aún móvil se mueve debajo de esa corteza. Estos flujos son lavas típicamente más gruesas que las aa (8-35 metros de grosor). Además estas superficies son generalmente muy escarpadas, con huecos de hasta 3-5 metros de profundidad. Esta imagen pertenece a una colada en Bloques situada dentro del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide, Tenerife. Los grandes fragmentos y la irregularidad del terreno hace que destaquen las formas pétreas de mayor tamaño. -Tubo volcánico. Los tubos de lava -o tubos volcánicos- son túneles formados en el interior de coladas lávicas mientras ésta fluye. La superficie de la colada, al entrar en contacto con el aire (que está mucho más frío) se solidifica creando un excelente aislante térmico para que el flujo de lava líquida pueda mantener su temperatura en el subsuelo. Dicha costra se convertirá en el techo del tubo volcánico. Poco a poco, el aporte de lava desciende y se empieza a formar la cavidad entre el techo sólido y el río incandescente. Dependiendo del tiempo que esté activo el tubo, éste adquirirá mayores dimensiones internas y complejidad morfológica, pudiendo formar una sola galería o verdaderos laberintos de redes interconectadas, con dimensiones desde unos pocos centímetros hasta decenas de metros de altura. Esto es un mecanismo muy corriente en la mayoría de coladas basálticas, y permite a la lava alcanzar distancias elevadas, llegando incluso a desaguar en el mar habiendo fluido únicamente por el interior del tubo. La costra de lava solidificada en contacto con el aire exterior se convertirá en el techo del tubo volcánico, cuyo espacio aéreo se irá creando conforme disminuya el volumen del flujo lávico. La imagen corresponde al tubo volcánico de Los Jameos del Agua,en Lanzarote, donde gracias al aislamiento de estas cámaras se han desarrollado una especie de cangrejo ciego y albino, único en el mundo ( los jameos). -Lapilli. La clasificación de los clastos solidificados se basa en el tamaño de los clastos: Las tobas compuestas solo de ceniza son muy comunes. Las rocas piroclásticas constituidas solo de lapilli o solo de bloques son muy raras, puesto que los intersticios entre los lapillis (roca de lapilli) o los bloques (brecha volcánica) respectivamente se llenan usualmente con partículas de grano más fino. Más comunes son las mezclas consolidadas de lapillis y ceniza (toba de lapilli) y de bloques y ceniza (brecha volcánica tobácea). A veces se emplean el término aglomerado para depósitos no sorteados de bombas acumulados cerca del viento volcánico. El lapilli por tanto es un piroclasto de caída con un tamaño comprendido entre 2 y 64 mm, generado en erupciones explosivas a partir de la fragmentación de la lava que recubre las burbujas de gas que ascienden hacia la superficie y explotan por la diferencia de su presión interna con la del entorno. Los lapillis vinculados a erupciones estrombolianas son de color negro, pasando a tonalidades rojizas por oxidación, presentan diferente grado de vesiculación y se disponen en capas con poca dispersión lateral. Los lapillis asociados a magmas diferenciados (pómez) tienen color claro y muy baja densidad, la dispersión lateral es grande. Los lapillis pueden presentarse sueltos o soldados. La siguiente imagen ilustra detalladamente su génesis. El material va saliendo conforme al tamaño. Las rocas volcanoclásticas y piroclásticas ocupan una posición intermedia entre las rocas magmáticas y las rocas sedimentarias. El aspecto de su origen de una erupción volcánica es un argumento para considerar los piroclásticos como magmatitas, en el aspecto, que son transportados antes de su sedimentación los piroclásticos son parecidos a las rocas sedimentarias. La imagen siguiente corresponde a la vista del Teide desde Pico Viejo, en primer plano, el manto de pómez (lapillo) generado por la erupción distal de Montaña Blanca. -Bomba volcánica. Son también clastos pero de mayor tamaño que el lapilli. Las bombas volcánicas o bombas de lava son glóbulos de roca fundida (piroclastos) cuyo tamaño iguala o supera los 64 mm de diámetro. Se forman cuando un volcán expulsa fragmentos viscosos de lava durante una erupción. Las bombas volcánicas pueden ser lanzadas a kilómetros de distancia de la boca de erupción. Durante el vuelo, las más fluidas suelen adquirir formas aerodinámicas (trenzas o husos), a la vez que se enfrían en mayor o menor grado. Si el exterior de una bomba de lava solidifica durante su vuelo, puede desarrollar una superficie externa agrietada a medida que se expande desde el interior. Este tipo de bomba de lava se conoce como bomba de corteza de pan. Si la bomba sigue en estado plástico, en el impacto a tierra se deforma (plasta de vaca). Las bombas volcánicas representan un peligro significativo ya que pueden causar graves daños por impacto, quemadura e incendio en la zona de la erupción y proximidades. Un incidente de este tipo ocurrió en el volcán de Galeras en Colombia en 1993, donde seis personas resultaron muertas cerca de la cumbre y varias sufrieron heridas severas por las bombas de lava cuando el volcán entró en erupción de forma inesperada. Imagen tomada en Las Cañadas del Teide, donde se pueden apreciar las bombas volcánicas en contraste con el suelo cubierto de piedra pómez. -Ceniza. El término piroclasto se refiere a cualquier material volcánico sólido arrojado al aire durante una erupción. Si se eyecta magma líquido en forma de aerosol, las partículas se solidifican en el aire formando pequeños fragmentos de vidrio volcánico. La ceniza volcánica es una composición de partículas de roca y mineral muy finas (de menos de 2 milímetros de diámetro) eyectadas por un viento volcánico. La ceniza se genera a partir de la roca cuarteada y separada en partículas diminutas durante un episodio de actividad volcánica explosiva. La naturaleza normalmente violenta de una erupción, incluyendo chorros de vapor de agua (erupción freática), produce como resultado una gran cantidad de magma y tal vez roca sólida que rodea el viento volcánico, torneando las partículas hasta reducirlas al tamaño de granos de arena. La pluma que se ve a menudo sobre un volcán en erupción está compuesta principalmente de cenizas y vapor. La eyección de grandes cantidades de ceniza provoca un cono de cenizas. La acumulación de cenizas tiende a cementarse hasta formar capas de una roca llamada toba volcánica. Las partículas más finas pueden ser arrastradas por el viento a lo largo de muchos kilómetros, que dan al paisaje un aspecto "polvoriento" al depositarse. La imagen es tomada del cultivo de vid en Lanzarote (La Geria), donde tradicionalmente y debido a la aridez de la isla y la presencia de estos suelos volcánicos se ha aprovechado la ceniza volcánica (y lapilli) tradicionalmente para actividades agrícolas de este tipo. -Bloque. Estas lavas,que tienen superficies cubiertas por fragmentos angulares, difieren de las aa en que los fragmentos tienen formas más regulares y lisas. Los bloques superficiales se acercan a menudo a la forma de un cubo. Los flujos de lava en bloque forman lavas más viscosas que los flujos aa, rompiéndose la parte superior del flujo enfriado mientras el magma aún móvil se mueve debajo de esa corteza. Estos flujos son lavas típicamente más gruesas que las aa (8-35 metros de grosor). Además estas superficies son generalmente muy escarpadas, con huecos de hasta 3-5 metros de profundidad. La imagen de estos bloques es tomada de Lanzarote (Parque Natural de Timanfaya). -Cono de piroclastos. Las erupciones centrales originan montículos, debido a la acumulación de materiales diversos (bombas, lapilli, cenizas) alrededor de un orificio central que actúa al mismo tiempo como orificio de salida de todos los materiales. Su forma más o menos regular depende de la dirección del viento más que de la erupción. En geología se llama piroclasto a cualquier fragmento sólido de material volcánico arrojado al aire durante una erupción. Petrológicamente los piroclastos son fragmentos de roca ígnea volcánica, solidificados en algún momento de la erupción, lo más a menudo durante su recorrido aéreo. En sentido "estricto" el término alude a un determinado tamaño de fragmento; se distingue así, por ejemplo, una bomba volcánica de un piroclasto (en sentido estricto), aún cuando en “sentido amplio” una bomba volcánica tiene carácter piroclástico. Etimológicamente la palabra deriva de dos raíces griegas que significan literalmente fuego (pyro) y fragmento (klastos). En el sentido amplio del término, los piroclastos pueden tener tamaños muy variados, desde metros a µm (micrómetros, millonésimas de metro). Por su tamaño se distinguen clásicamente tres categorías: Cenizas. Partículas de menos de 2 mm de “diámetro”. Pueden ser microscópicas. Lapilli. Término de origen italiano, plural, usado así en Geología (el singular sería lapillo). Se trata de fragmentos de entre 2 y 64 mm (64 mm son 26 mm). Bombas volcánicas. Fragmentos de más de 64 mm. Las partículas piroclásticas más pequeñas, las cenizas de menor tamaño, pueden ascender con el movimiento convectivo de los gases y el aire calientes que forman la pluma volcánica, pudiendo llegar a la estratosfera, desde la que ausencia de viento puede facilitar el lento viaje a regiones muy remotas. Los piroclastos más grandes se acumulan por gravedad en el área circundante del cráter y van construyendo el cono volcánico, según la modalidad de vulcanismo, a medias o no con coladas de lava. Cuando alternan los dos tipos de emisión se forman conos estratificados, donde alternan capas de cenizas, poco coherentes, con otras de roca dura derivada de la solidificación. Se llama rocas piroclásticas a las formadas por agregación de piroclastos; por ejemplo, la toba volcánica, formado por cenizas, o las ignimbritas, formadas por fragmentos heterogéneos arrastrados por flujo piroclástico. Las rocas piroclásticas son clasificadas entre las ígneas volcánicas, de acuerdo a su composición; pero por la forma en que se depositan, en estratos, presentan rasgos y propiedades más característicos de las rocas sedimentarias. Los conos piroclásticos se forman por la acumulación de piroclastos alrededor del cráter de un volcán, ya sea lapillo o cenizas. Un claro ejemplo es la montaña mostaza, en Las Cañadas, cerca de los 2000 metros de altitud y de forma casi perfecta. -Dorsal volcánica. Se trata de una serie de volcanes encadenados que forman una línea. En la isla de Tenerife se forma lo denominado símbolo de Mercedes Benz,puesto que existen dos dorsales volcánicas que se entrecruzan asemejándose mucho a dicho símbolo. Su génesis puede deberse a una grieta fisural por el que sale el magma en determinados puntos, provocando la formación de volcanes alineados y dando origen a estas formaciones. En un principio tendría un origen oceánico para luego convertirse en dorsales subaéreas. Las islas bajas son relieves asociados a los macizos antiguos y dorsales. Si hablamos de dorsales, aquí se forman las islas bajas rectangulares ya que la red de drenaje está poco jerarquizada( barrancos independientes), favoreciendo la dispersión de los derrames. No tienen un carácter de añadido. Es una unidad morfológica más en la configuración de una dorsal. No tiene modificaciones evidentes, ya que son muy jóvenes. -Estafilito. Se llama estafilito al racimo de piedra solidificado por goteo de lava. Este nombre fue puesto por el Gran Catedrático y Vulcanólogo Canario D. Telésforo Bravo, ya fallecido. En una cavidad volcánica de grandes dimensiones debajo del Pueblo de Icod (uno de los tubos de la Cueva del Viento) se encontraron, a raíz de un desmonte de terreno, varios "estafilitos" que se habían partido por derrumbres de obras (entre otras cosas). Al unir dichas partes pudo saberse que se estaba ante el descubrimiento del MAYOR "Estafilito" de Canarias, llamado por eso ESTAFILITÓN. El tubo Principal de la "Cueva del Estafilitón" (que pasa por debajo del pueblo de Icod de los Vinos, Tenerife) perteneció en unos de sus momentos a las coladas que formaron el Gran Complejo volcánico de la Cueva del Viento-Sobrado. Tiene 18 km. de desarrollo pero en su antigüedad desde la cumbre donde están las bocas superiores hasta la Cueva de San Marcos y Punto Blanco se estima debe haber contado con más de 50 km. de desarrollo total. -Volcán en escudo. Un volcán en escudo es un volcán de grandes dimensiones y está formado a partir de las capas de sucesivas erupciones basálticas fluidas, por este motivo tienen una pendiente suave. Junto con los volcanes compuestos –conocidos como conos compuestos–, los volcanes en escudo tienen erupciones recurrentes que pueden durar millones de años. Cuando la lava expulsada por el volcán es fluida, del tipo haiwaiano, el volcán adquiere una forma de una estructura amplia y abovedada, que por su apariencia se los denomina en escudo. Un volcán en escudo está formados principalmente por lavas basálticas (ricas en hierro) y poco material piroclástico. Los geólogos creen que las primeras etapas de formación de los volcanes en escudo consisten en erupciones frecuentes de delgadas coladas de basaltos muy líquidos. A medida que prosiguen las erupciones también se producen erupciones laterales. Normalmente con el cese de cada fase eruptiva se produce el hundimiento del área de la cima. En las últimas fases, las erupciones son más esporádicas y la erupciones piroclásticas se hacen más frecuentes. A medida que esto sucede, las coladas de lava tienden a ser más viscosas, lo que provoca que sean más cortas y potentes. Todo esto a su vez ayuda a aumentar la pendiente de la ladera del área de la cima. Esta imagen corresponde al volcán de Teneguía en La Palma, formado por sucesivas erupciones y acumulación de estratos. El informe debe contener los siguientes aspectos: -Nombre de la forma volcánica. -Lugar dónde se encuentra. -Descripción detallada del afloramiento. -Explicación de su génesis. Se valorará especialmente la descripción realizada y la interpretación genética de la forma.