COMENTARIO AL PROCESO NO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Establecen subsidiaridad para la procedencia de estas demandas constitucionales por trabajadores. En adelante no procederán las demandas constitucionales de amparo cuando existan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado. Así lo preciso el Tribunal Constitucional (TC) en la sentencia recaída en el Expediente Nº 0206-2005-PA/TC. Con ello, el máximo órgano de control de la constitucionalidad modificó sustancialmente su competencia para conocer controversias en materia laboral individual. Sean privadas o públicas, en aplicación del artículo 5º, inciso 2 del Código Procesal Constitucional. Esto supone un cambio en el régimen legal del proceso de amparo al establecer, entre otras cosas, la subsidiaridad para la procedencia de las demandas de amparo. Se modifica, de ese modo el anterior régimen procesal del amparo que establece un sistema alternativo. En consecuencia, el tribunal declara que las demandas de amparo sobre las materias laborales de carácter individual. Sean del régimen laboral público o del privado, deberán ser conocidas mediante el proceso laboral ordinario para resolver las controversias de carácter laboral individual privado, y el procedimiento especial contencioso administrativo para las materias de carácter laboral individual de naturaleza pública. El TC señala que en la jurisdicción constitucional comparada es pertinente asumir que el primer nivel de protección de los derechos fundamentales corresponde a los jueces del Poder Judicial. Mediante los procesos judiciales ordinarios, luego conforme establece el artículo 138º de la Constitución política, los jueces administran justicia con arreglo a la Constitución y las leyes, puesto que ellos también garantizan una adecuada protección de los derechos y libertades reconocidos por la carta fundamental. Sostener lo contrario, precisa el colegiado, significaría afirmar que el amparo es el único medio para salvaguardar los derechos constitucionales, a pesar de que con otros procesos judiciales es posible obtener el mismo resultado. Solo en las controversias en que estas vías ordinarias no sean idóneas, satisfactorias o eficaces para la tutela del derecho, o por la necesidad de protección urgente, o en situaciones especiales que han de ser analizadas, caso por caso por los jueces, será posible acudir a la vía extraordinaria del amparo. Sin embargo corresponde al demandante la carga de la prueba para demostrar que el proceso de amparo es la vía idónea y eficaz para restablecer el ejercicio de su derecho constitucional vulnerado, y no el proceso judicial ordinario de que se trate. El TC estableció, además que el proceso contencioso administrativo será la vía idónea en el caso de los despidos de los servidores públicos o del personal que sin tener tal condición labora para el sector público. Lo mismo sucederá con las pretensiones por conflictos jurídicos individuales respecto a las actuaciones administrativas que se deriven de las pretensiones que por pertenecer al contenido esencial del derecho a la pensión, o estar directamente relacionados a él, merecen protección mediante el proceso de amparo. En el ámbito de competencia municipal, declaró que para desarrollar alguna de las actividades o servicios regulados por esta administración, y con el propósito de ejercer válidamente el derecho a la libertad de empresa mediante el proceso de amparo, se debe contar antes con la respectiva licencia municipal, en caso contrario, la demanda será declarada improcedente. Así lo precisa el TC en la sentencia recaída en el Exp. Nº 2802-20050PA/TC, que declara improcedente la demanda, encausándola a la vía contenciosa administrativa, que cuenta con una adecuada estación probatoria a fin de poder hacer uso de los medios que permitan dirimir la controversia. Esta será la vía cuando existan dudas acerca de la actuación de los gobiernos locales al momento del otorgamiento o denegatoria de licencias de apertura de establecimientos comerciales, industriales y actividades profesionales. También el caso de concesión de rutas de transporte y cualquier otro tipo de licencia o certificación municipal. El colegiado determinó. Asimismo que la dimensión plural o colectiva de la libertad sindical garantiza no solo la protección colectiva de los trabajadores sindicalizados, sino que también reconoce una protección especial para los dirigentes sindicales, toda vez que representan a los trabajadores sindicalizados. Por lo tanto, todo acto lesivo no justificado e irrazonable que afecte a los trabajadores sindicalizados y a sus dirigentes y que haga impracticable el funcionamiento del sindicato, deberá ser reparado. Los despidos originados en la discriminación por razones de sexo, raza, religión, opinión, idioma o de cualquier otra índole, también tendrán protección mediante el amparo, así como los despidos producidos con motivo, el Estado protege especialmente a la madre. Las acciones de amparo representan el 72.8 por ciento de la carga procesal del TC. De ese porcentaje cerca del 90 por ciento tienen relación con el tema laboral. JUECES LABORALES. A partir de la fecha el amparo no será la vía idónea para evaluar: La falta de pago de la remuneración en la oportunidad correspondiente. La reducción inmotivada de la remuneración o de categoría. El traslado del trabajador a lugar distinto de aquel en que preste habitualmente servicios, con el propósito de causarle perjuicio. El acto de violencia o el de faltamiento grave de palabra en agravio del trabajador o de su familia. Los actos contra la moral y todos aquellos que afecten la dignidad del trabajador. Estos supuestos conforme al artículo 30º del Decreto Supremo Nº 003-97-TR, TUO del Decreto Supremo Nº 728, ley de Productividad y Competitividad Laboral, son considerados actos de hostilidad y su conocimiento corresponde a los jueces laborales. El TC reitera la línea jurisprudencial respecto a que el amparo no es la vía idónea para el cuestionamiento de la causa justa de despido imputada por el empleador cuando se trate de hechos controvertidos, o cuando existiendo duda sobre tales hechos, se requiera la actuación de medios probatorios a fin de poder determinar la veracidad, falsedad o la adecuada calificación de la imputación de la causa justa de despido, que es evidente no pueden ser dilucidas mediante el proceso de amparo. Atentamente, MG. GILBERTO IRIGOIN RAFAEL