Robert Kiyosaki: mitos y verdades de las finanzas personales

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Robert Kiyosaki: mitos y verdades de las finanzas
personales
Conozca algunos mitos y realidades de las finanzas personales teniendo en cuenta la vida y
obra de Robert Kiyosaki- escritor del libro “Padre rico, Padre pobre”-.
por Jorge Iván Gómez
Robert Kiyosaki es uno de los escritores de mayor éxito editorial en los últimos
tiempos. Sus cerca de 15 libros han alcanzado más de 26 millones de copias vendidas en 80
países y se han traducido a 40 idiomas. Asimismo, se ha convertido en un gran
empresario del campo de la educación, se calcula que su empresa Cash Flow
Technologies tiene un valor neto de 80 millones de dólares. El mayor logro de Kiyosaki
es que ha popularizado sus consejos sobre las finanzas personales y se ha convertido en un
gurú muy convincente en temas de autoayuda financiera.
¿Cuál es la clave del éxito de Kiyosaki?
Kiyosaki logra usar un lenguaje sencillo y comprensible para todos los públicos y es capaz
de sintetizar sus ideas mediante gráficos y flujos. Su éxito radica en que sus libros están
escritos en una época en la que la riqueza y la posición socioeconómica son aspectos
muy apreciados social y culturalmente. Por esta razón, Kiyosaki conecta muy bien con
su audiencia porque brinda fórmulas y leyes para el éxito de una manera rápida y
sencilla.
El problema de la antropología de Kiyosaki es pretender reducir la vida y la propia
felicidad al éxito económico y, además, hacer creer que el fin de la vida es alcanzar
riqueza. Él tiene un ideal de felicidad en el que las personas se realizan solo con disfrutar
los placeres de la vida.
También se imagina que la libertad financiera es la capacidad de alguien para gozar de
playas y mar, paseos en yates, whisky y golf. Per se, estas actividades no son malas pero
no podemos tener una concepción del hombre reducida solamente al ocio, al placer y al
bienestar. Muchas veces acudimos a estos ideales, ávidos de encontrar sentido a nuestra
vida, como consecuencia de los imperativos y la presión social que terminamos aceptando.
El estilo de "Padre Rico y Padre Pobre"
Su principal libro se llama “Padre rico padre pobre”. En él cuenta mediante historias su
experiencia con dos tipos de padres, uno que brindaba consejos sobre el dinero y el éxito
económico y el otro que aconsejaba sobre la importancia de estudiar y tener buenas
calificaciones. Esta obra en realidad se parece mucho a uno de las grandes
publicaciones editoriales de los Estados Unidos en el siglo XVIII: “El pobre Richard”,
obra de Benjamin Franklin. En un almanaque daba consejos sobre virtudes y,
especialmente, el éxito en la vida cotidiana; de este texto provienen aforismos como “el
tiempo es dinero”.
Muchos historiadores y sociólogos señalan que la obra de Franklin ayudó a forjar la
cultura y el espíritu del pueblo norteamericano en el siglo XVIII y siglo XIX (Johnson
2007 y Bell 2010). Aunque los escritos de Franklin y Kiyosaki tienen similitudes, la gran
diferencia entre ambos es la idea que tienen del éxito de una persona.
Por ejemplo, Franklin creía en los valores como el trabajo, la laboriosidad y la
frugalidad mientras Kiyosaki, por el contrario, escribía sobre la importancia de
retirarse joven y rico, es decir, vendía la ilusión del retiro como una forma de
liberarse de la carga pesada del trabajo. De igual modo, Franklin veía en el trabajo un
medio de contribución a los demás y la riqueza un recurso para servir a las personas.
Kiyosaki creía que la riqueza era un objetivo y, a su vez, era un medio para alcanzar las
principales aspiraciones humanas como el acceso a bienes como el dinero y las posesiones
y, en última instancia, la felicidad.
¿Cuáles son los mitos de Kiyosaki?
Kiyosaki es un defensor de que el fin de la vida es la consecución de la riqueza y, como
una consecuencia no deseada, termina promoviendo una antropología de la codicia y
el egoísmo. La razón es sencilla: enfoca la vida a la consecución de ingresos y activos, lo
cual no deja mucho espacio para la generosidad y la magnificencia, porque la carrera
hacia la riqueza crea una racionalidad del cálculo individual que conlleva a
desdibujar instituciones sociales como el pago de los impuestos, el trabajo arduo y la
realización de actividades filantrópicas.
Bill Gates, por ejemplo, sabe que el mayor daño que le puede hacer a sus hijos es
heredarles tan importante fortuna. Gates ha acordado con su familia que la mayor parte
de sus riquezas las destinarán a la fundación que lleva sus nombres.
De otro lado, el logro de los objetivos que se propone Kiyosaki como la adquisición de
activos, el disfrute de ingresos pasivos y la libertad financiera no generan la felicidad
prometida, porque una vez se pierde la novedad del disfrute inicial de un bien, la
persona se acostumbra a él y el sentido de vacío aumenta, dado que, los esfuerzos no
dejaron las recompensas que se esperaban.
Algunos estudios sobre felicidad muestran la situación de los ganadores de la lotería: en un
comienzo experimentan grandes momentos de euforia y felicidad, pero con el tiempo
comprueban que antes de ganarse la lotería eran más felices (Sison 2008).
En mi próxima columna para Dinero.com presentaré la segunda parte de este artículo. Allí
veremos cuáles son las verdades de Kiyosaki y algunas conclusiones. Recojo estas ideas
a partir del estudio, la consultoría y mi actividad como profesor en INALDE Business
School.
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