A finales del S. XVIII Francia viví una situación de bancarrota, lo que llevó a los ministros de Luís XVI a intentar modificar la legislación para recaudar impuestos, incluso a la nobleza y clero, que hasta ahora, habían tenido que bastantes privilegios. El tercer estado se unió a la nobleza para oponerse a estos pagos, y el tercer estado aprovechó esta situación para pedir que también tuvieran mayor poder político, así que ambos solicitaron que se convocaran los Estados Generales. El rey Luís XVI ignoró estas peticiones y por eso, el pueblo de París se relevó contra él, tomando la Bastilla. Aquí comienza la Revolución Francesa. Pasó por tres etapas: Gobierno de los Girondinos (momento moderado), Gobierno de los Jacobinos o El Terror (+ radical y violenta) y por último el Imperio de Napoleón (vuelta a la moderación). España se encuentra gobernada por Carlos IV, un hombre desinteresado por las cuestiones de Estado, y se apoyaba en Manuel Godoy, que tenía deseos de prosperar. Cuando Carlos IV llega al trono, se encuentra con el impacto de la Revolución Francesa en nuestro país. Tuvo influencias tanto el política exterior como en la interior. En la influencia en la política exterior podemos destacar 2 fases: la primera de hostilidad contra Francia (hasta mediados de los 90) y otra de alianza con Francia (hasta 1808). En la primera fase, gobierna Floridablanca y éste quiso aislar a España de cualquier información, publicación o viajeros franceses, para ello, creó un cordón sanitario en los Pirineos. En 1793, gobernando Godoy, guillotinan a Luís XVI, declarando por este motivo la guerra a Francia, ya que Luís XVI era un Borbón como Carlos IV, además así se defendía el catolicismo y la monarquía absoluta. España sufre una derrota y Francia obtiene Sto. Domingo y ciertas ventajas comerciales. En la segunda fase, la de alianza con Francia, las alianzas se invierten (1796) ya que Gran Bretaña representa a un gran peligro para el comercio español en América y como Francia y es mayor enemigo, pues España se alía con ella a través del Tratado de San Ildefonso. Pero los resultados no fueron muy positivos, se perdió la flota en Trafalgar, se paralizó el comercio con América creando una crisis en la industria algodonera que conllevó a una crisis en la economía española. En 1807 se creo el Tratado de Fontainebleu, y con la llegada de Napoleón, Francia quería derrotar a Portugal (principal abastecedor de Gran Bretaña) ya que a G. Bretaña tenía hecho un bloqueo continental, para ello, acudió a España, y le pidió a Carlos IV que le dejara entrar para invadirla y nuestro rey aceptó su petición. La invasión se llevó a cabo muy rápidamente, pero las tropas no se iban del suelo español. Godoy se dio cuenta demasiado tarde de cuales eran los planes de Napoleón, y quiso huir a América. La influencia de la Revolución Francesa en la política interior, podemos mirarla desde un punto de vista económico en el que las guerras han supuesto la ruina de la Haciendo española, donde hay que añadir las dificultades para comerciar con América y a esto, el Estado, para conseguir dinero se ve obligado a emitir deuda pública: los Vales Reales, y a iniciar tenues medidas desamortizadoras de ciertos bienes municipales y eclesiásticos; y por otra parte, desde un punto de vista político, se van a producir distintas intrigas para derrocar al rey o a Godoy fruto del ejemplo francés. La autoridad real va a ser cuestionada de forma continua, conocido por la crisis de la monarquía española y traerá como consecuencia última el inicio de una guerra contra la ocupación francesa. Tiene tres momentos claves: • El Motín de Aranjuez (marzo de 1808), organizado po la alta nobleza, consecuencia de la instalación permanente de tropas francesas en suelo español y del intento de huída del rey ante la desesperada situación política del país. Carlos IV abdica en su hijo, Fernando (Fernando VII) • Las abdicaciones de Bayona. Tras el motín Carlos IV acude a BArona a pedirle a Napoleón que le restituyese el trono. El emperador francés convoca a Fernando VII, pensando éste que le confirmaría el trono, Napoleón juega con los reyes españoles, en primer lugar, convence a Carlos IV para que renuncia a la Corona, Así que Carlos IV, cede el trono a Napoleón para que se lo entregue a su hijo, y Napoleón obliga a Fernando VII a que le devuelva el trono a su padre, así él, se queda en manos de la Corona española, 1 proponiendo a su hermano José Bonaparte a (José I) a ser rey de España. • El 2 de mayo, llegan noticias a España de que un extranjero va a ocupar el reinado y la capital del reino por tropas francesas, esto provocará el levantamiento del pueblo de Madrid. LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Existen 3 actitudes ante la ocupación: la de oposición al francés, siendo ésta la mayoría del pueblo español, también los afrancesados, que eran un grupo muy reducido partidarios de José I, y veían en Napoleón al líder que llevará a cabo con éxito las reformas que no supieron realizar los Borbones. Y por último nos encontramos con los oportunistas, aquellas personas que aprovecharon la situación para ascender. La invasión francesa y la guerra plantearon la aparición de dos gobiernos: el gobierno de José I, donde su gobierno estará mediatizado por Napoleón quien redactará las leyes desde Francia para España. Nos encontramos con el Estatuto de Bayona (julio 1808) que es una especie de constitución elaborada por el propio Napoleón, es por lo que se conoce como una carta otorgada y no como una verdadera constitución. Trato de llevar a cabo una serie de reformas, que no se pudieron aplicar por culpa de la guerra, éstas eran: • Abolición de los derechos señoriales • Abolición de la Inquisición • Supresión de las órdenes religiosas y militares • Continuación de una tímida desamortización de los bienes del clero y de los aristócratas que se resistieron a la dominación francesa. En conclusión, si todas estas medidas se hubieran llevado a cabo hubieran puesto el final del Antiguo Régimen, peor la guerra se encargó de imposibilitarlo. El otro órgano de gobierno era la Junta Suprema Central, que asumió toda la soberanía nacional, y más tarde se convirtieron en las Cortes de Cádiz. La guerra de la Independencia (1808−1814) puede ser considerada como guerra de liberación nacional frente a la ocupación francesa. Fue una guerra cruenta y prolongada, contó con una amplia participación popular y no con un auténtico ejército y se aprovecharon para realizar cambios que se pretendían hace tiempo. Podemos distinguir tres fases • Primera (Mayo 1808− finales 1808): se inicia con el levantamiento de Madrid el 2 de mayo de 1808 en contra de la ocupación francesa. Se organiza la resistencia en torno a las juntas provinciales y se inicia la etapa bélica. El ejército francés llega a España a las órdenes del general Murat pero no fueron capaces de ocupar el país rápidamente. En julio de 1808, el ejercito francés es derrotado en la Batalla de Bailén por las tropas españolas del general Castaños. G. Bretaña que va a apoyar el gobierno de la Junta Suprema, ataca a los franceses desde Portugal. Españoles e ingleses lograrán la retirada de Francia tras la línea del Ebro. • Segunda (finales 1808− finales 1811): Napoleón se ve obligado a intervenir personalmente en la batalla, al frente de la Grand Armee, penetra en la península y va derrotando todas las tropas españolas que encuentra en su camino hacia Madrid. Tras recuperar Madrid, Napoleón regresa a Francia. Poco a poco, el ejército se va apoderando del territorio español, exceptuando Cádiz. Los españoles se organizan en GUERRILLAS, un nuevo método de ataque, y vana dar origen al bandolero andaluz, que lucha a favor del pueblo, en contra de los franceses. Los más famosos fueron: Espoz y Mina, Martín Díaz el Empecinado y el cura Merino. La respuesta francesa a las guerrillas, será la represión indiscriminada de aquellos a los que captura o las apoya. • Tercera (1812− 1814): El desgaste francés comienza a hacerse presente. Como Napoleón tiene abiertos dos frentes, se ve mermados sus efectos en nuestro país. Las tropas francesas se repliegan hacia los Pirineos con el empuje español, anglo−portugués, liderado por el general Wellington. La derrota francesa va a ser 2 consecuencia de la suma de una sucesión de batallas perdidas. Por el Tratado de Valencia (diciembre 1813) napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España y de las Indias. España quedó deshecha como consecuencia de la guerra, con una enorme mortalidad (unas 300000 personas), las destrucciones generadas por las misma y los robos que llevaros a cabo las tropas francesas. Todo esto se agravó por la paralización de los recursos de América. La guerra peninsular contra los franceses fue aprovechada por los criollos americanos para sentar las bases de su propia independencia. A todo esto, se unía la inexistencia de un mercado interior, asfixiado por el peso excesivo de los impuestos, el considerable coste de los transportes la carencia de vías de comunicación y el desbarajuste de la Hacienda estatal. Todo ello contribuyó a extender la ruina a todas las actividades económicas. Creció muchísimo el número de desempleados, repitiéndose el espectáculo de un pueblo hambriento y de un ejército miserable al que no se le pagaban los sueldos. No obstante, la Guerra de la Independencia acabó de una vez por todas con el Antiguo Régimen. Las fuerzas del antiguo y nuevo orden se alternaban en el poder, con sucesivos altibajos hasta la revolución de 1868. 3