LA GUERRA CIVIL EN ESPAÑA El levantamiento militar que hubo el 18 de julio de 1936 fracasó intentando apoderarse  de España sin una resistencia seria. La República consiguió que no se le quitara la 

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LA GUERRA CIVIL EN ESPAÑA
El levantamiento militar que hubo el 18 de julio de 1936 fracasó intentando apoderarse de España sin una resistencia seria. La República consiguió que no se le quitara la parte más importante de España y logro que parte de la Guardia Civil y del Ejército permaneciera de su lado. En las semanas posteriores se estabilizaron los frentes y esto hizo comprender que había que prepararse para un largo enfrentamiento. Desde la perspectiva económica, todo se inclinaba hacia la República.
En el comienzo de la Guerra Civil, los militares profesionales y los soldados solo constituían una pequeña parte de la enorme masa de ciudadanos que cogieron las armas. El Ejército quedó dividido en dos partes, pero la República no tenía oficiales con experiencia en combates; y el ejército rebelde tenia a coroneles jóvenes.
En el bando rebelde había tres grupos: las banderas falangistas, los tercios requetés y los pertenecientes a las Juventudes de Acción Popular. En el bando republicano en cambio, los voluntarios se agruparon según su partido o sindicato.
El gobierno republicano no supo aprovechar la ventaja inicial y perdió el control a favor de los comités obreros. Para frenar el avance rebelde el ejército de Marruecos, a las órdenes de Franco cruzo el estrecho gracias a la ayuda de aviones alemanes e italianos. Tras ocupar Andalucía, Franco consiguió comunicarse con el ejército del norte, dirigido por el general Mola, las tropas del cual se habían orientado hacia Madrid. El gobierno seguía intentando controlar a los proletarios, que estaban muy enfrentados entre sí.
En la capital España vencía con ayuda de las Brigadas Internacionales. Los nacionales buscaron ayuda en Hitler y Mussolini para derrotarles, mientras que la República adquirió aviones y armas en Paris.
En el bando franquista, la dirección militar era estricta y estaban bajo las indicaciones del general Monasterio según el decreto de militarización. El bando republicano en cambio, estaba formado por el Quinto Regimiento.
Las ejecuciones fueron uno de los aspectos a destacar durante la Guerra Civil; en la zona republicana fueron selectivas (clérigos, patronos...) y en el bando rebelde fueron masivas, dejando la retaguardia sin enemigos.
Cuando el alzamiento militar se convirtió en guerra, los sublevados buscaron una coartada para justificar sus actos y lograr mayor número de adeptos.
Franco, tras no haber logrado la victoria en Madrid, se dirigió al frente norte, donde los nacionalistas vascos organizaron su propio ejército. El general Mola inicio la ofensiva contra Bizkaia, donde aviones alemanes a las ordenes de Franco bombardearon Gernika­Lumo tras lo cual el 19 de junio caía Bilbao en manos de las brigadas navarras, y fue entonces cuando los nacionalistas, al haber perdido Bizkaia se negaron a seguir luchando por la República en otros lugares. A partir de entonces los franquistas tuvieron a su favor la evolución de la guerra.
Tras la caída del norte, el suministro de armas de los republicanos, bloqueado por Francia, dependía de los envíos de la URSS. La debilidad de los republicanos era evidente. Franco no se dio prisa en concluir la guerra, ya que quería modelar a gusto el territorio español y Negrin no quería rendirse mientras tuviese un ejército en el campo de batalla. La República quería elevar la moral de sus partidarios y sorprender al enemigo con una ofensiva en el Ebro, que fue larga y reñida y tras la cual las mejores tropas republicanas quedaron destrozadas.
Tras la victoria del Ebro a Franco no le resulto difícil avanzar sobre Cataluña, defendida por un maltrecho ejercito. El frente de Cataluña desapareció en febrero, y a estas alturas las Brigadas Internacionales ya se habían retirado y muchos españoles estaban acogidos al exilio.
El coronel Segismundo Casado encabezo un golpe de Estado contra su gobierno, y puso fin a la política de resistencia, ordenando que Madrid se rindiera, donde entraron las tropas franquistas. El 1 de abril de 1939 terminó la guerra.
Para explicar la evolución política y social en el bando republicano se ha de mencionar que tras la sublevación el gobierno de Quiroga dimitió, tras lo cual Azaña le encargó a Diego Martínez Barrio la formación de un nuevo gobierno. Azaña le confió a José Giral la formación de un nuevo gobierno. En el bando republicano se dieron cambios y enfrentamientos como consecuencia de las posiciones y medidas políticas diferentes acerca de la guerra.
En 1936 Azaña encargo formar gobierno a Largo Caballero, que formó un gabinete de amplísima coalición. Era u hecho muy destacable que para luchar contra el movimiento anarquista, hubiese un gobierno con ministros de dicha ideología.
El 1 de octubre se aprobó el estatuto de Autonomía de Euskadi, y a principios de noviembre el Gobierno abandonó Madrid, amenazada por el sur, quedando Madrid bajo la autoridad de una Junta de Defensa dirigida por el general Miaja. El Partido Comunista de España, aumento su protagonismo y buscaba la unidad para enfrentarse a un enemigo que tenía mucha unidad de acción. El PCE buscaba la alianza con sectores de la burguesía media, mientras que los anarquistas y el POUM entre otros buscaba emprender medidas revolucionarias para contar con el apoyo revolucionario.
La movilización popular demandaba cambios económicos y sociales que fueron llevadas a cabo por el gobierno republicano desde el inicio de la guerra. El aspecto más llamativo fue la colectivización de empresas y explotaciones agrarias.
Desde 1937, el gobierno republicano paso a estar dirigido por el doctor Negrín apoyado en los comunistas. Este traslado la sede del gobierno de Valencia a Barcelona, buscando el control de las industrias bélicas de Barcelona. La política de concesiones y apaciguamiento mantenida por los británicos frente a Hitler se concretó en el Pacto de Múnich.
Pero un sector había decidido la rendición a Franco, y esto llevo a combates internos en Madrid y al hundimiento de la resistencia republicana en el centro.
La evolución política en el bando rebelde fue muy diferente, ya que tras la muerte del general Sanjurjo en accidente de aviación en 1936, puso en primer plano la figura de Franco, a quien solo podían hacerle sombra hombres como Mola, que fallecía en 1937.
Una reunión de generales acordó nombrar a Franco generalísimo y jefe de un nuevo Estado aun sin definir. En los próximos meses, franco lograría hacerse con la jefatura política y militar del nuevo Estado. La inexistencia de una dirección clara en la Falange, le permitió ponerse a la cabeza.
Todas las actividades políticas habían sido suspendidas y la España sublevada estaba preparada para ser liderada por el general más prestigioso, que era Franco. El generalísimo se constituyo en jefe del único partido, que respondía al nombre de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, que surgía para agrupar políticamente a toda la España rebelde a la República.
En enero de 1938 se constituyo el primer gobierno del nuevo Estado. Y en 1937 el episcopado español se dirigía a los católicos del mundo para explicar la naturaleza religiosa de la guerra, que dejaba entrever los rechazos de la Iglesia ante la estructuración totalitaria del nuevo Estado conforme al modelo de sus amigos, las potencias fascistas de Europa. En el bando franquista respecto a la sociedad y cultura, las medidas que se tomaron fueron las de abolir todas las medidas sociales aprobadas en los años de la Segunda República, y la creación de el Ministerio de Educación Nacional, que depuro a los maestros y los textos, suprimió la coeducación , y apoyó la enseñanza privada. Por otra parte la vida social estuvo marcada por una censura, y prohibición de pensamientos contrarios a los del integrismo católico.
En la zona republicana continuo el esfuerzo educativo; se creó la Cultura del Miliciano, y se desarrolló una escuela de diseñadores gráficos y cartelistas. La mayoría de la intelectualidad europea se solidarizó con la república. La guerra provoco daños en el patrimonio artístico español, entre ellos el asalto de templos y conventos, y ante esta situación el gobierno decidió evacuar el patrimonio de ciertos museos madrileños.
La Guerra Civil constituyó un precedente de la Segunda Guerra Mundial. A comienzos de la guerra se constituyó un Comité Internacional de No Intervención. Alemania, Italia y Portugal apoyaron al ejército franquista, mientras que la República contó con el apoyo de un voluntariado internacional, que constituyo las Brigadas Internacionales, pero que tuvo dificultades para adquirir suministros debido a la política de no intervención. En noviembre de 1938 las Brigadas Internacionales abandonaron España.
Las consecuencias políticas y culturales fueron las más importantes, ya que se perdieron las libertades políticas. El régimen era un Estado policial. En cuanto a las repercusiones económicas, fueron muy importantes, ya que fueron años de hambre
España no pudo beneficiarse de las ayudas del Plan Marshall por tener un régimen dictatorial, que provocó el aislamiento internacional.
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