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NUEVA TEOLOGÍA
DE LOS VOTOS
FICHA
1
1
PRESENTACIÓN
A través de los procesos capitulares general y provinciales, la
Ruah divina nos ha revelado nuestra realidad bajo la mirada
bondadosa y misericordiosa del Padre, así como los retos que
nos presenta esta hora de la historia; nos ha invitado a potenciar
nuestra identidad y a retomar con ímpetu renovado la
dimensión discipular misionera que nos pide el seguimiento de
Cristo.
El acercamiento cotidiano a la Palabra de Dios y a la fuente rica
de humanismo evangélico de nuestra Madre Luisita va calando
cada vez más hondo y va tomando un lugar central en nuestro
corazón, fortaleciendo nuestro deseo de estar cada vez más
identificadas con el Carisma de Carmelitas del Sagrado Corazón
como una respuesta eficaz al mundo de hoy y como camino de
plenitud.
A través del estudio, profundización, oración y discernimiento
de cuatro fichas que trabajaremos a nivel personal y comunitario
durante los próximos tres años, queremos seguir impulsando
nuestro seguimiento de Cristo a través de una renovada teología
de los votos a la luz de la Palabra de Dios, del magisterio y
nuestro Carisma.
Estas fichas quieren ser el medio a través del cual vayamos
intensificando nuestra formación permanente y permanezcamos
a la escucha de Dios para vivir el dinamismo de la fidelidad
creativa.
2
El programa de formación será el siguiente:
Ficha 1
Ficha 2
Ficha 3
Ficha 4
Tema
Año
Nueva teología
de los votos
Nueva teología
del voto de
CASTIDAD
Nueva teología
del voto de
OBEDIENCIA
Nueva teología
del voto de
POBREZA
2010-2011
De sept-dic
2010-2011
De ene-may
2011-2012
2012-2013
Ejercicios
Espirituales
A nivel general
A nivel general
A nivel general
METODOLOGÍA
Para la profundización de cada tema, proponemos seguir un
método dinámico y participativo que nos lleve a hacer florecer
las semillas que Dios va depositando en nosotras a lo largo del
proceso.
Seguiremos cinco pasos consecutivos e interrelacionados entre sí
para el logro del objetivo propuesto. Para visualizar el itinerario
podemos graficarlo de la siguiente manera:
3
I. La ficha planteará el objetivo que queremos lograr en
este proceso de reflexión, fe y conversión.
Contemplaremos la semilla, la tierra y soñaremos con los
frutos que Dios en la historia desea de nosotras.
II. Nuestro punto de partida será contemplar la realidad del
tema que se va a tratar para escuchar en ella los clamores
de todo aquello que reclama ser fortalecido, consolidado
o redimensionado para vivir con mayor plenitud nuestra
vocación. Que nuestra mirada sea la del Padre amoroso
que quiere siempre nuestro bien y desea profundizar
nuestra alianza de amor con Él. Hay que preparar
nuestra tierra removiéndola.
III. De contemplar la realidad, abriremos el corazón de
discípulas misioneras, para adentrarnos a la reflexión
bíblica teológica de los votos, a la luz de la fuente viva
de la Palabra de Dios y de nuestro Carisma. Lo haremos
en un diálogo amoroso con Dios y con las hermanas.
Para ello tendremos la posibilidad de estudiar los textos
en una dinámica de oración, reflexión y diálogo.
4
Dejemos que esta parte vaya siendo meditada paso a
paso permitiendo a Dios hacer su obra a través del
silencio y la espera amorosa. La semilla ha de caer en
nuestra tierra y ésta ha de ser alimentada, cuidada y
abonada.
IV. Es tiempo de que la semilla germine. En este paso
haremos un discernimiento de nuestro modo de vivir los
votos, en un clima profundo de escucha amorosa de las
mociones del Espíritu. Tiempo de escudriñar, analizar y
optar. Como parte del proceso, discernir y consensar los
elementos comunes y significativos encontrados en la
ficha que serán enviados al gobierno general como parte
del caminar juntas en la profundización del Carisma.
V. Finalmente, volveremos la mirada a nuestra realidad
(paso II del método) para concretizar las mociones del
Espíritu que nos comprometa en un proyecto de
transformación, a nivel personal y comunitario, que forje
un nuevo estilo de vivir los votos como mujeres
consagradas, con la esperanza activa de una cosecha
abundante y generadora de vida.
Estamos en búsqueda, y quien busca no puede olvidarse de lo
más valioso: en la búsqueda está dando sentido a su vida. No
perdamos de vista que el Espíritu sigue suscitando en nuestros
corazones el dinamismo y entusiasmo para recrear nuestro
Carisma y su misión en el mundo. Deseamos de corazón recorrer
juntas, animosa y corresponsablemente, este itinerario espiritual,
sostenidas por el espíritu de Madre Luisita y fortalecidas por la
presencia amorosa de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Les pedimos que la animadora de cada comunidad proporcione
una copia de la ficha y organicen juntas el estudio y compartir
comunitario durante el año.
5
Los aportes comunitarios de la primera ficha serán entregados a
más tardar el 15 de enero del 2011, por entrega personal, correo
normal o electrónico a la casa general a nombre de la Hna.
Ramira Magdalena García Chávez y/o Margarita Castillo
Méndez, animadoras del secretariado de formación permanente.
Correo electrónico al que pueden enviar los aportes:
[email protected]
I. OBJETIVO DE LA FICHA
En esta primera ficha nos proponemos:
Con una actitud discipular misionera adentrarnos en la
profundización de la nueva teología de los votos, para
potenciar nuestra identidad de mujeres consagradas
Carmelitas del Sagrado Corazón y responder a los desafíos
de la historia.
II. CONTEMPLANDO LA REALIDAD
La vida religiosa es un estilo de vivir la vida cristiana. Ella tiene
como punto de partida un Carisma comunicado por el Espíritu
para seguir a Jesús en una consagración mediante los votos de
castidad, obediencia y pobreza, vivida en comunión para la
misión1. Nos parece muy importante iniciar con un análisis de la
situación actual de la vida consagrada y de la iglesia para poder
abordar ampliamente el tema de una nueva teología de los
votos.
1
MACCISE Camilo. Espiritualidad de la vida consagrada. Artículo.
6
2.1 Breve recorrido histórico de las formas
y teologías de la vida consagrada
La vida consagrada nace eremítica, luego monacal y cenobítica,
después va tomando otras formas: mendicante, reformada y
apostólica.
De los orígenes a la edad media
La teología de la vida religiosa durante los primeros siglos, desde
el origen hasta la edad media se concibe teológicamente como
sucesora de los mártires; imitadora de los apóstoles;
anticipadora de la utopía del Reino y de la Jerusalén celeste;
plenitud de la salvación bautismal y como exorcizadora en la
lucha contra el maligno y las estructuras de pecado.
De la edad media al Vaticano II
De la edad media siglo XII, hasta el Vaticano II, la vida
consagrada se desarrolla en el contexto de la teología y
eclesiología de cristiandad cuyas características son un creciente
influjo de las dimensiones institucionales y jurídicas y una
debilitación de sus aspectos más carismáticos y escatológicos.
Surge así, una visión más jurídica y escolástica de la vida
religiosa; una concepción más funcional que testimonial, como
una apreciación más aristocrática que comunitaria y eclesial.
En este contexto se dan las teologías de vuelta al Evangelio; la
teología de los dos estados o doble vía (la de los mandamientos
para la mayoría y los consejos evangélicos para los consagrados
como camino de perfección) y la teología de los tres votos
religiosos explicitados en votos públicos de castidad, pobreza y
obediencia. Estas formas de vida religiosa y diversas teologías
confluyeron, antes del Vaticano II en un modelo que se puede
denominar modelo clásico que se explicará en el siguiente
apartado.
7
Del Vaticano II a la actualidad
Ante un nuevo marco eclesial de apertura a la realidad, surgen
nuevas teologías de la vida religiosa como: la teología de vuelta
a los carismas; la teología del seguimiento de Jesús; la teología
del signo escatológico (la vida religiosa recupera su dimensión
simbólica). Después del Vaticano II aparecen otras teologías:
testigos de Dios en la ciudad secular; la vida religiosa como
profecía en un mundo de opresión; la teología de la refundación
o fidelidad creativa, y la última, vida religiosa mística profética.
Del Vaticano II a la fecha, se han ido dando diversas formas de
vida religiosa que responden a esas teologías como la vida
inserta en medios populares, institutos mixtos, movimientos
laicales, sociedades e Institutos de vida apostólica y muchos
otros2.
Este proceso histórico de la vida consagrada, nos revela su
dinamismo en la búsqueda por conservar su fuerza carismática y
responder a los signos de los tiempos en la historia.3
2.2 Acercamiento a los modelos
de vida religiosa contemporánea
Modelo clásico de vida religiosa
Es innegable que como humanidad estamos ante un cambio de
época que se caracteriza por un cambio radical de entender al
ser humano y su relación con el mundo y con Dios. La
postmodernidad y los cambios acelerados de nuestro tiempo
han hecho entrar en crisis muchos valores y estilos de vida
religiosa.
2
VC 6-12 y 63
Para mayores datos de la historia de la vida religiosa y sus diversas
teologías pueden consultar a CODINA Víctor y ZEVALLOS Noé. Vida
religiosa: Historia y teología. Madrid. Paulinas. 1987.
3
8
La vida religiosa participa de este cambio de época. Podemos
hablar de una crisis al interior de la misma, provocada por la
ineficacia de un modelo clásico y disciplinar, que también tuvo
sus aspectos positivos propios de la época como la fidelidad, el
espíritu de sacrificio, entrega y de trascendencia entendidas en el
contexto de una teología prevaticana. Sin embargo, podemos
ver un modelo poco funcional y obsoleto ante los grandes retos
del desarrollo humano y de las problemáticas sociales. Un estilo
de vida religiosa que apenas daba espacio para la libertad en
medio de tanta disciplina y estructura rígida, menguando el
dinamismo propio de la consagración que contenía los valores
de la ascesis, la espiritualidad y los deseos auténticos de
identificación y seguimiento de Cristo que se habían forjado
cuidadosamente a lo largo de muchos siglos.
De un modelo clásico a un modelo liberal
Otro factor que impactó a ese modelo clásico fue la cultura
liberal y postmoderna. La generación liberal luchó por destruir
las estructuras forjadas pero sin proponer nuevos modelos
evangélicos:
 Se desestabilizaron los cimientos de la vida regular, y no
hemos encontrado nuevas estructuras.
 Se rompió con la uniformidad en el seno de las
comunidades y congregaciones, y no se formó para recrear
la comunión en medio de la gran diversidad y riqueza de
pensamientos, culturas…
 Se terminó con muchos horarios y ritmos comunitarios,
comenzaron a funcionar los relojes individuales, y aún no
acabamos de recrear espacios cualificados de interrelación
comunitaria.
 Se pasó de la disciplina y control comunitario a la libertadresponsabilidad
personal,
y
muchas
veces
sin
acompañamiento y compromiso por el bien común.
9
 De una identificación alrededor de las estructuras y
formas, se pasó al individualismo, activismo y la
prevalencia de los intereses personales sin lograr un
verdadero espíritu de familia y sentido de pertenencia.
 Las costumbres o tradiciones absolutizadas en otros
tiempos fueron desacralizadas y menospreciadas, a veces
con gran ligereza y sin la delicadeza necesaria para quienes
las vivían como un valor o estaban habituadas a ellas,
tampoco se propusieron nuevas formas más apegadas al
Carisma de cada instituto y al Evangelio.
Comenzó el tiempo de las reivindicaciones:



Se comenzó a hablar de la dignidad de la persona, de los
derechos humanos y de la obediencia dialogada, muchas
veces desligadas de la perspectiva de la fe y la
trascendencia.
Surgió el valor de la autoestima y de la realización
personal, en contraposición a la sumisión ciega y la
represión en la manifestación de los afectos y sentimientos.
Todo este subjetivismo que tiene sus aspectos positivos de
una mayor autenticidad y humanización de las relaciones,
muchas veces nos lleva al egoísmo reconcentrado,
perdiendo el ímpetu misionero.
Se hablaba del derecho a equivocarse en aras de abrir
caminos y se falló en la comunión y en el respeto de quien
pensaba diferente.
Todos estos cambios descritos se pueden entender como un
modelo liberal al que no todas las congregaciones dieron paso,
se fue minando el anterior sistema en el que no tenía cabida la
dignidad de la persona, el diálogo y la autonomía. Se daban
casos de gente infantil, sin personalidad o dependiente
totalmente. Aunque este modelo parecía prometedor por su
sabor liberador, no dio los frutos esperados. Hemos logrado, en
términos generales, deshacer algunos elementos del modelo que
10
nos limitaban, pero aún no hemos encontrado una forma
adecuada que conserve e impulse lo esencial de acuerdo al
Evangelio y al Carisma que dé respuesta a los retos de este
momento histórico.
Del modelo liberal a la actualidad
Es evidente que estos cambios desestabilizaron y cuestionaron
fuertemente el modo de vivir los votos bajo el modelo clásico o
el liberal. Los teólogos/as de la vida religiosa nos presentan con
gran esperanza este tiempo de crisis, porque ante la
insatisfacción vivida al interior de la vida consagrada; la pérdida
de significatividad y relevancia evangélica percibida y manifiesta
en la iglesia-sociedad de hoy, podemos constatar que algo
nuevo está naciendo y que el Espíritu puede hacer “nuevas todas
las cosas” (Ap. 21,5)4.
PROFUNDIZACIÓN
Para la reflexión personal y comunitaria las invitamos a
profundizar en los siguientes textos de M. Luisita extraídos de
sus cartas, apuntes espirituales y testimonios:
Carta 69
“No olvide el contrato que ha hecho con todo un Dios, sus votos están
escritos en el libro de su vida y mejor es no hacerlos que no
cumplirlos”.
Carta 109
Procura arreglar todas tus cositas para tu matrimonio, tú eres la que
debes arreglarlas y no fiarte de nadie, has por gustarle a tu Esposo,
fíjate mucho y con seriedad en tus arreglos: ahora es tiempo, después
ya no, para que no se desilusione tu Señor. Se me hace que al ver tus
amiguitas tu ceremonia, alguna querrá hacer lo mismo.
4
Cf. CARAM María Lucía. Vida religiosa, vida de seguimiento. Artículo.
11
Carta 131
Por vida tuya prepárate con la oración y la humildad y muy necesario
el recogimiento, desprendimiento y sobre todo de tu propia voluntad;
pero de veras, para no tener más que la del Amado. Te falta mucha;
pero Dios Ntro. Señor te hará muy virtuosa y te dará lo que te falte,
humíllate y dile que El lo haga todo y tranquila sigue trabajando por el
bien de tu alma que es lo que te urge. Ve a tu Dios, a tu alma y a la
eternidad y lo demás no te preocupe, “para mayores cosas naciste”.
Pide mucho por mí, quiero ser lo que debo.
Carta 196
Con el gusto de siempre recibí tu cartita, Dios te pague. Muy de
corazón celebro se haya efectuado el matrimonio de Esperanza: ojalá
sea una excelente esposa, como debe ser.
De su Ofrecimiento
Señor, hazme la caridad de aceptarme por vuestra; yo no tengo
ninguna de las virtudes que se necesitan para ser por Ti aceptada, pero
atiende a tus méritos y a mis deseos. Aquí estoy, Señor, me ofrezco
vuestra sin condiciones, sin reserva, no quiero negarte nada. Ya
dígnate aceptarme, a ver si ya me pongo bien en mis relaciones
contigo. Aquí estoy, soy tuya, haz de mí lo que quieras; dame tu amor
y dame a sufrir todo lo que sea de tu agrado; no quiero ser nada,
quiero ser el blanco de tu justicia, donde descanse el brazo de tu ira.
Si te agrada mi vida, aquí está, Señor, como Tú la quieras, sin faltar
al cumplimiento de mis votos; me ofrezco a Vos por los pecadores, en
desagravio de los pecados que se cometen cada día, y por los
sacerdotes para toda mi vida.
Jesús mío, dame la fortaleza necesaria para sufrir lo que Tú quieras
darme, el sufrimiento o más bien, Señor, corta, quema, destruye,
aniquila como más te plazca, aun cuando mis deseos son que mi vida
pronto se consuma y si posible fuera poner yo los medios para ello,
me resigno a no hacer yo mi voluntad sino la tuya.
Señor, te prometo aceptar con gusto las penas interiores,
enfermedades, desprecios, calumnias, falsos y mi vida si te agrada.
Y por si algún mérito tienen mis sufrimientos, los ofrezco por los
sacerdotes y de un modo especial por HH”.
12
Testimonio de la Madre Carmen de Jesús
Madre Luisita preguntó a algunas hermanas en cierta ocasión
“¿Vuestras caridades, no se sienten muy felices en su vocación? A mi
nada me falta para ser feliz; me siento plenamente feliz en mi
vocación de Carmelita”.
REFLEXION PERSONAL
1. ¿Cuál ha sido mi experiencia en relación de los modelos de
vida religiosa expuestos en la reflexión?
2. ¿Qué dificultades he tenido en la comprensión y vivencia de
los votos en los modelos de vida religiosa dentro de la
congregación?
PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD
1. Tomando en cuenta las diversas generaciones que integran tu
comunidad ¿Cómo se han ido viviendo los votos en la
congregación?
2. ¿Cómo vivir hoy los votos religiosos para ser más
significativas en las diferentes realidades?
III. REFLEXION BIBLICO
TEOLÓGICA DE LOS VOTOS
3.1 VOTOS COMO SEGUIMIENTO DE CRISTO
3.1.1 Universalidad del llamado
al seguimiento de Cristo
El discipulado o seguimiento de Jesús, es el elemento esencial de
toda la vida cristiana. Esta centralidad ha sido profundamente
reflexionada en América Latina perfilando el modo de ser
creyente en este contexto de pobreza e injusticia estructural,
asumiendo desde la fe, opciones y compromisos ante los pobres
en la lucha por la justicia y la liberación.
13
El documento de Aparecida nos recuerda que todos estamos
llamados a ser discípulos misioneros de Cristo, Camino, Verdad
y Vida para que nuestros pueblos tengan Vida en El, y vida en
abundancia. Para el creyente, el acontecimiento de Cristo es, por
lo tanto, el inicio de un sujeto nuevo que surge en la historia, al
que llamamos discípulo. No se comienza a ser cristiano por una
decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un
acontecimiento, con una persona que es Cristo y la propuesta
del Reino que da un nuevo horizonte a la vida y con ello una
orientación decisiva5.
3.1.2 Seguimiento de Cristo en la vida consagrada
La vida consagrada se caracteriza por ser memoria viva y
liberadora de Jesús, que revela el amor paternal de Dios de tal
manera que su vivir transforma la historia y sus relaciones, para
que éstas sean de acuerdo al Reino. Esto es parte de la nueva
identidad de la vida religiosa que nos proponemos alcanzar6.
Los votos se van integrando en el proceso de hacer visible a
Jesús casto, obediente y pobre por el Reino, esto supone
establecer una relación muy personal de amistad y unión con
Jesús, para que vayamos configurando nuestra vida a su persona
y su proyecto, hasta que lleguemos a tener los mismos
sentimientos de Jesús. Como nos expresa el P. Simón Pedro
Arnold7, nuestros tres votos podrían resumirse en uno sólo: el
voto de la encarnación, haciendo de la Encarnación de Jesús el
enviado del Padre a este mundo, la inspiración de nuestra
opción. Los Evangelios nos van mostrando a Jesús en cada
5
Deus caritas est Dios es amor 12. Benedicto XVI.
Cf. FAGOT Bigas Carmen Margarita. Acoger la vida como misterio: Una
espiritualidad que relee los votos desde la corporeidad. Congreso de la VR y
TL, CLAR. Colombia. Mayo 2009.
7 Cfr. ARNOLD Simón Pedro OSB. El riesgo de Jesucristo. Una relectura
de los votos. Ed. Paulinas. Colombia. 2004.
6
14
palabra, gesto y acontecimiento el modo de ser casto, pobre y
obediente en su acción salvadora y liberadora.
El itinerario de la persona consagrada está marcado por el deseo
y la decisión de que Cristo viva en ella y ella en Él. En este
contexto los votos no podrían ser una práctica ascética sino los
ejes dinamizadores de la configuración con Jesús.
Conscientes del amor incondicional de Jesús que se hizo hombre
por nosotros (cf. Jn 15,13-15), la vida religiosa está llamada a ser
experta en humanidad. Por eso, la urgencia misionera de todo
su ser y quehacer -personal, comunitario e institucional- está
proféticamente identificada con la humanización de los nuevos
escenarios y de los nuevos sujetos emergentes8.
Este acercamiento supone una permanente dinámica de
conversión y reconciliación como opción de vida y salvación.
Nos constituye en tejedores y tejedoras de humanidad allí
donde la vida y sus relaciones están resquebrajadas; nos hace
capaces de caminar dejándonos acompañar y acompañando los
procesos pascuales de nuestro pueblo.
8
Al hablar de nuevos escenarios nos referimos a los acontecimientos
imprevistos y todavía poco descifrados en la actual coyuntura. Se trata de un
lenguaje evangélico, de un kairos, este momento sorpresivo y favorable que
propicia la irrupción del Espíritu en nuestra historia. La CLAR lo ha tomado
dentro de la reflexión y horizonte inspirador para el periodo 2009-2012:
Vemos la necesidad de abrirnos al Espíritu frente a los nuevos escenarios:
las nuevas pobrezas, el mundo global tecnológico virtual, los sujetos
emergentes (niños, jóvenes, migrantes mujeres, laicos comprometidos),
nuevas antropologías y formas de pensar, el desequilibrio ambiental,
espiritualidades seculares, nuevos excluidos. ¿No será que frente a eso
necesitamos una fuerte conmoción espiritual? Necesitamos atrevernos a ir a
esos nuevos escenarios, a los lugares de frontera, con audacia, coraje,
creatividad, libertad interior, sagacidad, humildad, asumiendo la
incertidumbre y rompiendo nuestros esquemas. Por ello es imprescindible
dejarnos conducir, sorprender, tocar por el impulso del Espíritu con actitud
de discernimiento (Mayo 2009).
15
A la luz del misterio de la Encarnación y de la historicidad de
Jesús comprendemos el misterio de la persona que se
compromete a vivir los votos como camino de configuración
con Él.
PROFUNDIZACION
Para la reflexión personal y comunitaria profundizar en los
siguientes textos de M. Luisita y derecho propio:
Carta 176
“Debe haberse hecho ya de virtudes sólidas, supuesto que ya es S.C.
de votos perpetuos. Debe vivir ya de tal modo que pueda decir: Vivo
yo, más no yo, Cristo es quien vive en mi. Dejémonos de virtudes de
oropel que brillan pero que con el menor toque se caen. Eso no es de
religiosas ni menos Carmelitas. Nuestra madre Santa Teresa enseñó a
sus hijas a ser fuertes como robles, no palillos que cualquier vientecito
las tumba”.
Constituciones n° 13
Consagradas a Dios por el bautismo e impulsadas por el amor del
Señor derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que
experimentamos en nuestra vida, respondemos libremente a su
llamado a seguir radicalmente a Cristo.
Constituciones n° 14
Nuestra consagración religiosa adquiere todo su significado en la
Iglesia por la participación en su vida y misión. En ella vivimos los
consejos evangélicos en comunión fraterna y los expresamos por la
profesión de votos públicos.
Plan general de formación n° 82
Acogemos los consejos evangélicos como un modo de concretar
nuestra configuración con Jesús casto, pobre y obediente por el Reino.
También los vivimos como un modo concreto de realización humana
trascendente de nuestro ser más profundo, camino de santidad y
expresión de nuestra consagración con los matices propios de la
riqueza de nuestra espiritualidad y Carisma.
16
PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD
1. ¿Qué relación encuentran entre votos y seguimiento de Jesús?
2. ¿Qué significa vivir los votos como Encarnación de Jesús?
3. ¿Cómo podemos concretizar la recomendación que nos hace
N. M. Luisita en la carta 176?
3.2 DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA
En la actualidad no podemos abordar el tema de los votos si no
es desde la dimensión antropológica que nos ayuda a
comprender mejor a la persona que es llamada a vivirlos. Esta
profundización le ha dado un nuevo valor al ejercicio de la
libertad y la voluntad de la persona en relación a la acción de
Dios en ella.
Una sana antropología nos permite liberarnos de cualquier
dicotomía entre lo espiritual y lo humano; humanizando la
vivencia y ejercicio de los votos y al mismo tiempo
trascendiéndolos como un modo de unirnos al proyecto de
Dios, sin perder nuestra esencia humana.
El desarrollo antropológico surge por la profundización del
misterio de la Encarnación al ir reconociendo al Jesús histórico
en su realidad humana. Esto nos lleva a no angelizar la vivencia
de los votos sino a humanizarlos al modo de Jesús, verdadero
hombre, que solidarizándose con la condición humana se hizo
en todo semejante a nosotros menos en el pecado. “El Hijo de
Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo
hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia
de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de
hombre. Nacido de la Virgen María se hizo verdaderamente uno
de los nuestros"9
9
GS 22
17
3.2.1 Dimensiones de la persona
Abordar a la persona desde la antropología es contemplarla en
todas sus dimensiones que la integran. Una persona es una
unidad corporal-psico-afectiva-espiritual que no admite
reduccionismos o prevalencia de alguno de estos aspectos
porque están íntimamente unidos e interrelacionados10.
Dimensión corporal
El cuerpo es considerado hoy por la antropología como algo
más positivo para explicar y comprender al ser humano en su
totalidad, no como una parte externa y negativa, sino como
expresión y presencia de su todo, como el modo de ser y
realizar la propia existencia. La corporeidad femenina o
masculina nos lleva a vivir la vida de una manera diferenciada y
a la vez con infinitas posibilidades dialogantes11. Es a partir de su
corporeidad, que la persona es y se vive. El cuerpo expresa las
otras dimensiones internas y su estado de integración o
desintegración. Es, gracias a él que se hace posible toda relación.
Dimensión psico-afectiva
En la dimensión psicoafectiva se integran el rico mundo de las
ideas, de los afectos, sentimientos y emociones. Esta dimensión
desarrolla la capacidad de vinculación de la persona y la abre a
la relación. Es la esencia y el fundamento de la apertura a los
demás, de la empatía, la capacidad de acogida y donación. Aquí
es donde se da el acontecimiento del amor como experiencia
integradora.
Dimensión social
La dimensión social pone a la persona en relación con los demás
y la compromete a buscar la convivencia, la fraternidad y la
comunión. La antítesis de esta relación se revela en la crisis social
donde estamos llamadas a sanar y recomponer el tejido social
10
CHECA Rafael. La oración cristiana. Experiencia y contenido. México.
1993. Pág. 19-32
11
FAGOT B. Carmen Margarita, ibid.
18
maltratado por el egoísmo individualista, que contamina la
comunicación de persona a persona12.
Dimensión espiritual
La vida espiritual es la dimensión donde Dios actúa en la
persona a través de su Espíritu participándole de su Vida a través
de la fe, la esperanza y el amor. Así, la persona logrará captar
los movimientos de Dios que la llevan a ver la vida desde su
actuar salvador e integrar, en un itinerario humano espiritual,
todas sus dimensiones y sus relaciones.
El conocer estas dimensiones de la persona, nos ayuda a
comprender y a involucrarnos en un proceso gradual y
pedagógico de unir toda nuestra persona con Dios como
“vocación única” y “sentido último de su existencia”13.
3.2.2 La relacionalidad como camino
y realización personal
Superando las teorías reduccionistas de la persona, nos abrimos
a reconocerla desde la clave de su originalidad y dignidad. Es
merecedora de un respeto absoluto en cuanto que es persona, al
margen de su edad, condición, coeficiente intelectual, sexo,
género e, incluso, actuación moral. Es un quién, que está en
proceso, en camino que no tiene otro fin sino el de la
integración y el de la realización humana.
Para este proceso, la persona no se encuentra sola, ni es
autosuficiente. La persona está abierta constitutivamente al tú, a
los otros, al cosmos, al Otro. Su capacidad de relacionalidad la
transfigura en el amor y la hace capaz de consolidarse en su
identidad, de abrirse a lo diferente, a la alteridad, a la
comunicación profunda y a acoger lo diverso.
12
CHECA Rafael. Orar es amar, México, 1987, pág. 22.
HERRAIZ Maximiliano. La unión con Dios, gracia y proyecto. EDICEP.
Pág.10
13
19
El filósofo judío Lévinas propone considerar el primado del otro
como una verdad fundamental. Explica cómo el otro se revela y
manifiesta como una realidad propia que irrumpe en nuestra
existencia y que no podemos desconocer. Este reconocimiento
del otro en el mundo, implica un compromiso ético pues la
realidad del otro, en su grandeza y en su limitación, suscita una
inevitable respuesta. Todo ser humano quiere ser alguien ante
los demás: el pobre, la viuda, el hambriento, el desechado...
Esta propuesta filosófica engarza perfectamente con la verdad
teológica de que todos somos hijos/as de Dios, hermanos/as en
Cristo. Encontrarse cara a cara con el prójimo es también
encontrarse con Cristo y con el Padre, el cual, nos exige
reconocer al otro como hermano (1Jn 3,2; Lc 10,29-37; Mt
25,31-46).
Los sujetos con los cuales la persona entra en relación
Su propia realidad, su mismidad, el conocimiento, aceptación y
valoración de la identidad personal en todos sus rasgos,
potencialidades y limitaciones. Entrar en continua comunicación
consigo misma la lleva a vivir con autenticidad y autonomía el
proyecto de su originalidad con el cual enriquece al mundo. Este
espacio de relación es el principal y fundamental para poder
abrirse a los demás.
La creación.
El cosmos: el universo, los astros, la tierra, los
animales, las plantas, el agua… integran un espacio vital que es
el santuario del Dios de la Vida, revelación de Dios y revelación
de la capacidad del ser humano de recrear y humanizar todo
cuanto nos rodea en bien de la humanidad. La creación no debe
estar al servicio de los intereses egoístas de la tecnología y la
ciencia sino del bien común. Este momento histórico nos exige
entablar nuevas relaciones de respeto, compasión, salvaguarda y
restauración de este don de Dios.
20
El otro y la otra, semejantes a mí en igual dignidad, son los
sujetos privilegiados de las interrelaciones, que no sólo se dan en
función de la supervivencia y de la constitución de la sociedad
(culturas, religiones, ideologías, organizaciones socio económico
y político), sino del logro de la realización como persona.
Finalmente, la relación que nos plenifica en su totalidad es la
relación con el Otro. Desde esta relación personal e íntima
podemos comprendernos a nosotros/as mismos/as y el sentido
de nuestra existencia.
La persona, como vemos, es un ser esencialmente relacional, son
las relaciones las que la cambian y la humanizan. Desde esta
perspectiva los votos pueden expresar y retroalimentar la
relacionalidad creadora y transformadora de Dios en la historia.
PROFUNDIZACION
Reflexión personal y comunitaria:
Testimonio de la Madre Carmen de Jesús
Madre Luisita igualmente dejaba el escritorio para ir al locutorio a
donde la llamaban con frecuencia. Largas horas pasaba en él,
alentando, instruyendo en la vida espiritual a cuantas personas se
acercaban a ella, personas de la alta sociedad, sacerdotes, gente de la
clase media, pobrecitos; a todos escuchaba con igual bondad. Curioso
me parecía oír de distintas personas expresiones como estas: la madre
Luisita me tiene particular cariño. La madre Luisita quiere mucho a
mi hijo, cómo le acaricia, segura estoy de que es su consentido. Y de
similar manera se expresaban muchas más. Las primeras veces que oí
esto, creí que en realidad de verdad tenía sus preferencias naturales
pero al fin vine a caer en la cuenta de que todos se sentían preferidos
en su estimación.
REFLEXION PERSONAL
A la luz de la lectura de la dimensión antropológica
21
1. ¿Qué elementos novedosos iluminan mi percepción de la
persona?
2. ¿Cómo vivo la integración de las dimensiones corporal,
psicoafectiva y espiritual de mi persona?
3. Qué dimensiones de mi persona necesito trabajar e integrar
más? ¿Qué me siento invitada a mejorar?
4. A la luz de la relacionalidad de M. Luisita, analizar cómo es
mi relación conmigo, con los demás y con el cosmos. ¿Qué me
siento invitada a mejorar?
PARA COMPARTIR EN COMUNIDAD
1. ¿Cómo afecta la integración o desintegración de nuestra
persona en la vivencia de los votos?
2. ¿Cómo podemos concretizar la relacionalidad de cada uno de
los votos?
3.3 DIMENSIÓN BÍBLICO TEOLÓGICA
DE LA CONSAGRACIÓN A TRAVÉS DE LOS VOTOS
Aunque la concretización de la consagración en los consejos
evangélicos o votos de castidad, obediencia y pobreza, se va
explicitando como tal a partir del siglo XII, desde sus orígenes
históricos, ese modo alternativo de “abandonar casas, mujer,
hermanos, padre e hijos por causa del Reino de los cielos” va
caracterizando, el vivir totalmente consagrados al Dios de la
vida a través de una existencia célibe; en obediencia total a Dios
y en total desprendimiento de todo a través de la ascesis, la
oración, el trabajo y el servicio compasivo al hermano.
En la medida que se va estructurando este estilo de vida, se va
concretizando la teología de los votos. Este proceso se da a la
luz de la meditación profunda de la Palabra de Dios. Los
consagrados/as van encontrando en las Sagradas Escrituras la
fuente de su inspiración y la fuerza del Espíritu que les impulsa a
vivir con radicalidad místico profética su consagración en
comunión fraterna.
22
3.3.1 Teología profética y discipular
de la vida consagrada
Recogemos en esta ficha dos tradiciones bíblicas de la
consagración: la profética y la discipular. En los y las profetas del
antiguo testamento, así como en las y los seguidores de Jesús,
encontramos dos figuras de lo que un corazón consagrado
anhela vivir y que expresan el ofrendarse todo y en todo a Dios.
Las vetas espirituales que alimentan la vida consagrada, toda ella
profética y discipular, radican en estos elementos comunes: el
llamado de Dios, la alianza entre él y su profeta o discípula/o; la
exclusividad y seducción de esta relación que hace al profeta y al
discípulo/a portavoz enamorado y apasionado del proyecto de
Dios para con su pueblo y que lo lleva a meterse en las entrañas
de lo humano.
A la luz del profeta Elías y de los/as discípulos/as de Jesús nos
adentraremos en la tradición profética discipular de la vida
consagrada. Leamos los siguientes textos bíblicos:
1. Profeta y discípula/o viven en sí la trama de la condición
humana
 Stg 5,17; 1Re 19,1-8. Elías es un hombre con pasiones y
debilidades semejantes a las nuestras y en su
vulnerabilidad, Dios hace su obra.
 1Cor 1,26-31; 2Cor 12,7-10. Pablo reconoce su debilidad
y el protagonismo de Dios en su vida.
Podemos comentar en comunidad:
1. ¿Qué elementos importantes entresacamos
experiencia del profeta Elías y del discípulo Pablo?
de
la
El reconocimiento de nuestra realidad, el andar en verdad, es el
punto de partida de la persona consagrada que deja a Dios ser
Dios en su vida, porque toca el fondo de sus limitaciones y
23
comprende que es Dios el que actúa a través de sí mismo en
favor de los demás.
En estos momentos históricos en el que vemos la crisis moral de
la iglesia y también hacia adentro de la vida consagrada, las
pocas vocaciones y la pérdida de significatividad de la misma, la
disminución en cantidad y, muchas veces, en calidad; nos ubica
significativamente en la urgencia de hacer un itinerario de
kénosis, de abajamiento, de reconocimiento de nuestra
vulnerabilidad
como
camino
espiritual
y
real
de
empobrecimiento y humildad, sobre el cual, Dios pueda
reconstruir la validez y autenticidad de su llamada.
Este rasgo esencial de la consagración es el fundamento del voto
de pobreza, pero también es la condición de vaciamiento
espiritual que posibilita la castidad y la obediencia por el Reino.
2. Los/las profetas y discípulos/as reconocen siempre que la
iniciativa y el sostenimiento de la llamada es de Dios.

Jer 20,7; 1,4-8; 31,3. Jeremías reconoce que ha sido
elegido desde el vientre de su madre y aquél que lo ha
llamado estará siempre a su lado. En medio de las serias
dificultades que enfrenta el profeta por el rechazo de su
pueblo, no podrá jamás resistirse, porque también
reconoce que, con amor eterno le ha amado a él, y a su
pueblo.

Hech 9,3-9.17-19; Flp 3,7-12. Al encuentro con el
resucitado Pablo cambia su proyecto radicalmente. Este
gran predicador, misionero y testigo del Reino pondrá
como referencia última en su predicación este encuentro
con Jesús por el que será siempre fortalecido y asistido.
Su vida la describe como una carrera cuya meta es
alcanzar a Cristo, que ya lo ha alcanzado a él.
24
Después de la lectura de los textos, reflexionar
personalmente y compartir en comunidad
1. ¿Cuál ha sido el encuentro más significativo con Jesús,
en tu vocación?
2. ¿Cómo te ha ido acompañando en tu proceso de
consolidación vocacional?
La vida consagrada y la llamada de cada persona a este estilo de
vida es una iniciativa de Dios, y es Él quien se encarga de
conducir pedagógicamente el itinerario espiritual y humano que
conlleva. La primacía de Dios y la confianza absoluta en Él serán
otros dos rasgos que se identifican con el voto de castidad y, a la
vez, configuran la obediencia y la pobreza por el Reino.
3. La misión del profeta y del discípulo es hacer presente el
proyecto de Dios en un contexto histórico que precisa
liberación.

1Re 18,16-19.40; 19,1-3.14. La vocación profética de Elías
nace en un contexto histórico de infidelidad al Dios de la
Alianza y de la traición de sus reyes Ajab y Jezabel, que
oprimen a su pueblo a través de los falsos profetas y de
una estructura opresora y violenta. Elías arde de amor
celoso por Yavhe, Dios de Israel. Toda su persona se
convierte en un signo de la llama de amor que exige la
justicia, la fidelidad y la reivindicación de los oprimidos.

Hech 22,3-12. La vocación apostólica y misionera de
Pablo nace en un contexto de persecución y de
expansión de la buena noticia a pueblos y culturas muy
diversas a la judía. Es un apasionado, un alma de fuego
que se entrega sin medida a un ideal. Dios es todo para
Él y a Dios sirve con una lealtad absoluta, primero
persiguiendo a los que considera herejes y luego
predicando a Cristo. Este celo incondicional se traduce
25
en una vida de abnegación total al servicio de Aquél a
quien ama14.
Después de la lectura de los textos, reflexionar
personalmente y compartir en comunidad
1. ¿Experimentamos en nuestro corazón el fuego ardiente
y apasionado por Jesús y el Reino?
2. Como consagradas ¿estamos dando respuesta a la
realidad del pueblo donde estamos insertas?
3. ¿Cómo concretizamos esta pasión por el Reino en la
vida y misión encomendada?
Recordemos que la vida consagrada como Carisma dentro de la
Iglesia, nace del Espíritu en un contexto histórico para ser
memoria viviente de la propuesta liberadora de Dios para la
humanidad. El voto de obediencia conlleva este apasionamiento
por encarnar el proyecto salvífico de Dios en fidelidad creativa
al Carisma específico y a la historia que le toca vivir. A la vez,
esta actitud de escucha y apasionamiento configuran la castidad
y la pobreza por el Reino.
Un nuevo enfoque bíblico de los votos
ante el contexto histórico de injusticia y violencia
En las Sagradas Escrituras abundan ejemplos de la infidelidad del
pueblo de Israel, de injusticias y violencia por un lado, y por
otro del amor perseverante e incansable de Dios, de su
compasión y justicia que salva. Existen varios textos que hablan
de la invitación continua de Dios y de su llamado a un cambio
de corazón. La perspectiva profética discipular de los votos se
condensa en el texto de Miqueas 6,8.
Miqueas presenta a Yavhé litigando con su pueblo por su
infidelidad, descrita de la siguiente manera:
14
Cf. Introducción a San Pablo en la Biblia de Jerusalén
26
1) Injusticias
En el capítulo 6, Yavhé se lamenta de la riqueza injusta, de las
medidas falsas, de las balanzas inexactas y de los pesos
fraudulentos; en el capítulo 2, enumera otras injusticias: el
pueblo roba los campos que le gustan y toma las casas; en el
capítulo 7, habla del oficial que es exigente, del juez que se deja
comprar y del poderoso que decide lo que le conviene.
2) Violencia (Mi 6,12 y 7,2)
Denuncia la violencia y falsedades de los ricos; planean
asesinatos y tienden trampas a sus hermanos; y, actúan con
soborno e injusticia para conseguir sus fines.
Tras haber escuchado a Yavhé, el pueblo quiere aplacar su "ira",
y está dispuesto a ofrecer varios tipos de sacrificios: traer
holocaustos ante Yavhe, terneros de un año, miles de carneros,
cientos de litros de aceite y hasta los hijos mayores. Lo que
quieren ofrecer es algo "externo", pero Yavhe dice claramente lo
que quiere: un cambio total de corazón y de actitudes. Lo que el
Señor quiere de su pueblo afecta todas las fibras de su ser. Es
todo un estilo de vida que lo expresa de la siguiente manera en
el versículo 8:
Tan sólo te pido esto:
Que practiques la justicia
Que ames con ternura
Que camines humildemente con tu Dios.
Podría hacerse una comparación de las injusticias y de la
violencia mencionada en el texto con lo que está ocurriendo
hoy. El mundo está lleno de injusticias y violencias, más
numerosas, variadas, horribles y mucho más sofisticadas que las
del siglo VII a. C., época de Miqueas.
En el curso de los años, las muchas normas y prácticas que se
fueron añadiendo para ayudarnos a vivir los votos, fueron
consideradas como remedios y prevención de los límites y las
debilidades humanas. Esto tiene ciertamente sus ventajas, pero
27
en este devenir los votos se han vuelto muy estructurados e
institucionalizados.
En el texto de Miqueas, descubrimos un itinerario similar: los
líderes religiosos, para ayudar al pueblo a que viviera más a
fondo su religión, introdujeron paulatinamente leyes y prácticas,
pero poco a poco, se convirtieron en norma y en camino de
vida. La gente empezó a manifestar su relación con Dios
mediante ofrendas externas, sacrificios y holocaustos. La
dimensión de la fe, que es el reflejo de una verdadera relación
con Dios, dejó de ser evidente. Dios recuerda claramente que no
le interesan las prácticas externas, celebraciones y sacrificios; lo
que quiere son relaciones justas del pueblo con Él: caminar
humildemente con Dios y relaciones de ternura y justicia con los
demás. Al aplicar este texto a nuestro contexto actual, vemos
una invitación a volver a replantear nuestra vida religiosa y
nuestros votos.
Se nos llama a vivir radicalmente nuestra vida religiosa
basándola en el llamado a amar con ternura (castidad), actuar
con justicia (pobreza) y a caminar humildemente con nuestro
Dios (obediencia).
No es el número de normas y prácticas lo que nos ayudará a ser
un SIGNO relevante en el mundo de hoy, sino más bien: la
calidad de relaciones que manifiesten la misma ternura y la no
violencia de un Padre que nos ama, y de Jesús nuestro
hermano15.
Después de reflexionar en este nuevo enfoque bíblico de
la teología de los votos, nos preguntamos ¿Cómo vivir
los votos hoy en este contexto de injusticia y violencia
que nos lleve a ser signos de la presencia de Dios?
15
Cf. FERNANDO Rose op. Reinventar los votos desde la perspectiva del
mundo actual. Artículo en vidimusdominum.org. 2010
28
3.3.2 Teología trinitaria de los votos
La dimensión antropológica relacional de los votos, nos puso en
perspectiva de cómo éstos posibilitan un camino de desarrollo y
realización humana. Esta dimensión ha de abrirse a otra que es
la trinitaria, en la cual encontramos su sentido más profundo y
auténticamente transformante de las realidades humanas16, según
el querer de Dios, desde nuestra vocación específica.
Para dar el paso entre la dimensión antropológica a la teológica,
profundizaremos desde la perspectiva trinitaria: la integración y
proyección de las dimensiones humanas; la relacionalidad; y los
tres ejes que atraviesan la vida de toda persona: sexualidadafectividad, libertad y verdad.
Dios es Trinidad-Relación
“Dios es Amor” (1Jn 4,8) y se ha revelado a la humanidad como
un Dios Trinitario, un Dios que es relación y reciprocidad. El
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se aman y participan de una
comunión perfecta en sus diferencias; involucrados con su acción
específica desde su identidad, en el plan de salvación para la
humanidad. Lo que permite vislumbrar por qué las tres divinas
personas son un sólo Dios es la perijóresis, significa la
interrelación eterna que existe entre la Trinidad. Cada persona
vive de la otra, con la otra, por la otra y para la otra. En virtud
de la interrelación (perijóresis) entre las tres divinas personas,
todo en ellas es ternario y participado, esto no impide que haya
acciones propias de cada una de las personas, por lo que, a la
vez, aparecen sus propiedades singulares.
Somos imagen y semejanza de la Trinidad
“Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza
nuestra” (Gn 1,26). Dios Trino nos ha creado a su imagen y
semejanza para que nosotros alcancemos la plenitud en el amor,
a través de relaciones de comunión guiadas por el amor.
16
Cf. VC 21
29
Los votos, son un don de la Santísima Trinidad y por lo tanto,
son medios a través de los cuales nos asemejamos a esa vocación
de amar17 en la relación. Dios es amor y el que permanece en el
amor permanece en Dios y Dios en él. Nosotros amamos
porque El nos amó primero (Jn 1,16b.19).
La relacionalidad como un hospedar al otro
con un corazón confiado y sanador
El texto de la teofanía de Mambré (Gn 18,1-15) nos ayuda a
comprender la manifestación trinitaria y sus invitaciones al ser
humano. Se apareció Yahvé en la encina de Mambré, estando
Abraham sentado a la puerta de su tienda, en la hora más
calurosa del día. Levantó los ojos y vio que había tres individuos
a la vera. Inmediatamente acudió desde la puerta de la tienda a
recibirlos, se postró en tierra y dijo “Señor mío, si te he caído en
gracia, no pases de largo cerca de tu servidor18. Las acciones
subsecuentes narran los gestos de hospitalidad propios de la
cultura judía: lavarles los pies, el descanso y la suculenta comida.
Primero notemos que Dios es el que visita, el que entra en la
historia de Abraham para anunciarle el inicio del cumplimiento
de la promesa. Sara dará a luz, en el próximo año, al hijo que
hará visible la fidelidad de Dios y a la vez el inicio del pueblo de
Israel que será tan grande como las estrellas del cielo o las arenas
del mar. Así comienza la interrelación y alianza de Dios con su
pueblo que se va conformando bajo la identidad de esa mutua
pertenencia “Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios” (Jer 30,22),
“pueblo de mi propiedad” (cf. Ex 19,5).
Por su parte, Abraham, abre el corazón y hospeda al mismo
Dios sin saberlo, pues este se manifiesta como un Dios oculto y a
la vez revelado en los tres individuos (teofanía de la Trinidad).
17
18
Cf. VC 20
Cf. Gn 18, 1-4
30
Pudiendo quedarse sentado a la puerta de su tienda por la
inclemencia del tiempo o del momento histórico, donde las
esperanzas podrían extinguirse, Abraham, al ver a estos
peregrinos, realiza el primer gesto de acogida, va a su encuentro
y se postra en tierra para pedir ser bendecido por su presencia
suplicando que no pasen de largo. Hospedar no es sólo un gesto
cultural, es un gesto de fe que involucra la confianza al
extranjero, diferente a sí mismo; es un compartir solidario con el
desprotegido y abandonado; y es caminar humildemente con
Dios, quien acepta ser hospedado. De esta manera, Dios coloca
a Abraham en rumbo de su proyecto de vida, no sólo para el
pueblo que descenderá de él sino para toda la humanidad.
En el silencio de tu corazón acoge las invitaciones que te
provoca este texto.
Los votos son la huella de la Trinidad
en las realidades históricas
Hospedar es el verbo que nos explica la apertura de la persona a
la presencia trinitaria y a la relacionalidad plenificante para dejar
a Dios y a las/los hermanos/as habitar en el centro de la vida
cotidiana. Al vivir los votos como un hospedar a Dios y a todo
lo creado queremos ser imagen del gesto trinitario, superando
las relaciones heridas por la desproporción del poder/
sometimiento.
Sin embargo no basta hospedar, hay que hospedar con
compasión y bondad para dar vida.
Leamos el texto de la sirofenicia en Mc 7,24-30.
En este pasaje contemplamos un encuentro fascinante entre Jesús
y una mujer extranjera y por lo tanto pagana. Jesús nos muestra
el proceso de abrirse a alguien en todo distante a él, por su
condición femenina, cultural y religiosa.
Es sin duda un choque con la mentalidad de Jesús el judío, que
lo obliga a colocarse en el corazón de la otra, que es persona,
31
hija de su Padre amado, y al cual hubo de preguntar ¿qué y
cómo hacer ante su dolor?. El encuentro con su condición
marginal, siendo Él también un judío marginal, le llevó a tener la
mirada del Padre amoroso, misericordioso y providente sobre
esa mujer… que aún siendo cananea… era su hermana, hija del
mismo Padre. Muchos teólogos/as ven en este encuentro el
momento crucial de la misión de Jesús que le hace ampliar con
toda claridad el horizonte de la misión: toda la humanidad es su
hermana y ha venido a liberar no a los justos sino a los
pecadores. ¿Cómo no contemplar la infinita ternura con la que
Jesús entra en la vida de esta mujer para darle la salud a su hija
y por lo tanto, devolverles la dignidad y condición de vida e
incorporarlas al plan salvífico del Padre? ¿Cómo no contemplar
el retemblar de las entrañas de Jesús que se conmueve ante el
dolor del ser humano y logra trascender las diferencias y
prejuicios, para ver sólo a la persona que necesita vida?.
Así, el hospedar nuestro ha de estar marcado por la apertura a
lo diferente y el acoger con entrañas de mujer misericordiosa al
otro-a que cuando se siente acogido, entendido y aceptado,
abre su corazón a la acción sanadora de Dios.
Reflexionemos
Qué implicaciones y qué actitudes tiene para nosotras el
hospedar con un corazón confiado y sanador:
1. Mi realidad
2. La realidad de la otra, mi hermana
3. De los otros y otras, nuestros hermanos y hermanas en la
misión; la realidad social, política y cultural del pueblo donde
estamos insertas?
4. La naturaleza
5. A Dios mismo?
Podemos concluir que la comunión, que es la naturaleza de la
Trinidad, nos lleva a denunciar todas las formas de exclusión y
de no-participación que existen y persisten en la sociedad y
32
también en la Iglesia. Propugna, además, las transformaciones
necesarias para que haya comunión y participación en todas las
esferas de la vida social, comunitaria y religiosa y seamos la
huella de la Trinidad en la historia dando a los votos este
dinamismo de comunión, reconciliación y corresponsabilidad
transformadora.
3.3.3 Teología de la Encarnación
La teología profética discipular y trinitaria, están íntimamente
ligadas al misterio de la Encarnación que es también su
fundamento. El hacer presente la misión de Jesús es la finalidad
más liberadora de los votos. A la luz de Fil 2,6-11, vemos que
toda la vida de Jesús se comprende como un proceso de
vaciamiento, para acoger en su condición humana el amor del
Padre y su querer; esta experiencia de amor absoluto configura
el corazón obediente del Hijo quien expresa “ha de saber el
mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha
ordenado” (Jn 14,31).
Una persona consagrada que hace un proceso de vaciamiento,
acoge el amor del Padre y entra en la misma dinámica de Jesús,
de encarnar en su vida lo que Dios Padre va manifestando como
su voluntad. Los votos de castidad, obediencia y pobreza,
entran en esta perspectiva de escuchar, acoger y hacer vida lo
mismo que Jesús haría en estos momentos históricos,
introduciendo el amor encarnado y real de Dios Padre. Así los
votos serán camino, a la vez que un proceso nunca acabado,
siempre por estrenar y entregar19. Los votos expresan tres
condiciones importantes del seguimiento radical de Jesús por
ello son irrenunciables para la vida consagrada, no porque nos
separan y distinguen, sino porque nos acercan a la vida
evangélica, nos introducen en el seguimiento radical de Jesús y
nos comprometen a mantenernos en el mundo desde sus
19
CARDONA Hernán, sdb, Enfoque bíblico de los votos. Artículo.
33
actitudes, sus sentimientos de cara a Dios Padre, haciendo en
todo su voluntad creadora desde nuestra condición de hijos/as.
La experiencia fundante de M. Luisita es la de haberse sentido
amada por Dios Padre. De ella brota el fuerte deseo de hacer
vida la Voluntad de Aquél que la ama y quiere siempre su bien
“Procuren estar contentas donde Dios las tiene y cómo las tenga,
fíjense en hacer la voluntad de Dios y háganla suya.” (Carta 61)
¿Cómo están presentes los votos en esta actitud de M. Luisita?
Dios nos integra como personas
A través de los votos
Dejarse amar por Dios y amarle con todo el corazón, alma y
mente es a la vez un proceso de integración de la persona en
todas sus dimensiones y ésta, se puede realizar a través de los
votos.
Jesús condensa su mensaje del Reino en dos principios: “Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente…” y el segundo, semejante al primero: “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22,37-39). El evangelista
nos hace ver que la semejanza con la Trinidad, nos posibilita un
amor absoluto e integral por Dios (con todas las dimensiones de
la persona humana: corazón, alma y mente), cuya marca de
autenticidad es un amor real e incondicional al prójimo (al
próximo) y a sí mismo.
El lenguaje del texto evangélico en relación al corazón, alma y
mente puede hoy traducirse por las dimensiones que trabajamos
en la dimensión antropológica: corporal, psicoafectiva y
espiritual. La corporeidad, lo psicoafectivo y el sentido de
trascendencia del ser humano se ven integrados y redimidos
cuando nos relacionamos con nuestra identidad personal, con
los otros/as, con toda la creación y con Dios. Tres claves para
hacer este proceso de integración en la relacionalidad son: el
34
amor, la libertad y la verdad como valores del Reino
estrechamente vinculados a la vida teologal y a los votos.
La
integración
de la
persona en
sus
dimensiones:
Corporal
Psicoafectiva
Trascendente
VOTOS
RELIGIOSOS
VALOR QUE
PARA LA VIDA TRANSFIGURA
CONSAGRADA (Antropología)
Castidad
Obediencia
Pobreza
Amor
Sexualidadafectividad
Libertad
Verdad
VIRTUD
TEOLOGAL
QUE LO
DINAMIZA
Caridad
Fe
Esperanza
 A través del voto de castidad, el amor humano se plenifica en
la caridad. El verdadero amor integra y transfigura la
corporeidad, la sexualidad y el corazón. Leamos 1Cor 13,1-13
y luego, el testimonio de la Hna. Margarita María Hernández
del Sagrado Corazón respecto a M. Luisita: “¿Quién puede
vivir sin amar? ¿Puede un cristiano vivir sin orar? ¿Puede un
alma religiosa vivir sin amar al Amado, sin conversar con Él?
¿Con aquel Dios que desde la eternidad la escogió para sí y a
quien ella se ha consagrado sin reserva, para ser partícipes a
los que la rodean de los dones sin medida que continuamente
recibe?. Muchas veces oí a Madre Luisita repetir en distintas
ocasiones: “Mire, mi hija, nuestro Jesús es muy celoso. Hay
que dárselo todo; no hay que amarle a medias”. Y todos
estos puntos que refiero se le pueden aplicar a ella ciento por
ciento. Se dio a Dios por entero; se dio a sus hijas, se dio al
prójimo, particularmente a los más pobres de los pobres”.
 A través del voto de la obediencia, la libertad del ser humano
se ve transfigurada por la Fe, al descubrir al Dios presente en
todas las realidades humanas. El cuerpo se libera para estar
disponible a donde el Padre le lleve; la mente se abre para
amar y optar por lo que Dios quiere. Leamos Flp 2,8 y
35
Apuntes Espirituales de N. M. Luisita, pág. 871: “Mi deseo:
encontrarte, seguirte y agradarte por donde me lleves, pues
quiero a todo trance cumplir tu santísima voluntad, un
abandono completo en las manos de Dios”.
 A través del voto de pobreza, la verdad aparece como
criterio de vida, no poner nuestra esperanza en los bienes de
la tierra o criterios del mundo, sino en el bien supremo que
es la posesión de Dios y su Reino, única verdad. Enfrentar la
vida con la riqueza de sí mismo y no con falsas expectativas
ni manifestaciones pues Dios es nuestra esperanza. Leamos
Gal 2,20; 2Cor 8,9 y Apuntes Espirituales de N. M. Luisita
pág. 870: “¡Dios mío, yo os amo! Esta palabra expresa todos
los deseos de un corazón entregado a Dios para quien Dios es
todo y a quien Dios solo basta”.
Las hermanas refieren en sus testimonios cómo se mostró
enteramente desprendida de todo aún de su querida
congregación que entregó antes de su muerte al Sr. Arz. Garibi
Rivera20.
Así la vivencia de los votos nos lleva a una identificación entre el
Ser de la Trinidad, el proyecto que nos ofrece y el deseo que ha
grabado en nuestro corazón humano.21 Nos hace seres
integrados en todas nuestras dimensiones y relaciones
asumiendo un proyecto de amor inclusivo y liberador,
colocándolo en nuestro interior como necesidad, deseo, meta y
En las crónicas se narra “Un día manifestó deseos de hablar con el
entonces Exmo. Sr. Arzobispo de Guadalajara, Dr. Dn. José Garivi Rivera.
Como no se encontraba en la ciudad, acudió al llamado el Sr. Vicario, Dn.
Alejandro Navarro. Solamente era para poner en sus manos su
congregación. Como fiel hija de Santa Teresa quería dejar lo que más
amaba en manos de su madre la Santa Iglesia. Poco después quisieron
tratarle sus religiosas un asunto importante y ella contestó simplemente “Yo
ya entregué” (Cartas y Apunte Espirituales de N. M. Luisita, pág. 66).
20
21
ZUBIRÍA Georgina, Los votos a la luz del profeta de Nazaret. IX
Semana de vida consagrada. CIRM México.
36
elemento configurador de nuestra persona, como seguidoras de
Cristo22.
PROFUNDIZACIÓN
Compartir en comunidad
¿Qué luces encontramos en este apartado de la reflexión bíblico
teológica, para la vivencia de nuestros votos?
3.4 DIMENSIÓN MÍSTICA PROFÉTICA
Esta dimensión está a la raíz de nuestra consagración;
profundizarla y actualizarla permanentemente nos llevará a vivir
con mayor radicalidad nuestra vida y misión como Carmelitas
del Sagrado Corazón, que estamos llamadas a “Mantener viva
en el mundo la experiencia contemplativa de Dios Padre
providente, bondadoso y misericordioso”.
Estamos convencidas que el reto principal no es la santidad en el
sentido ascético de la palabra, ni la misión como expresión de la
entrega generosa de todo el ser, sino la búsqueda de Dios y el
caminar en su presencia.
3.4.1 La mística de los votos
La mística, es una experiencia vital y dinámica del misterio
divino en toda su amplitud, tal como se manifiesta en lo
cotidiano, en la relación fraterna, en la prueba y el fracaso, y,
centralmente, en la oración permanente y vigilante23, que no se
reduce a tiempos de oración sino a una permanente percepción
y relación con Dios a través de todos los acontecimientos y
mediaciones. Es el encuentro con Él, quien está siempre
presente, en una relación de total intimidad. Es la Palabra
gustada, meditada y convertida en acciones concretas. Nos
22
FAGOT. Ibid.
Cfr. ARNOLD Simón Pedro OSB. El riesgo de Jesucristo. Una relectura
de los votos. Ed. Paulinas. Colombia. 2004. Pág. 51-54.
23
37
parece claro que la mística es el encuentro íntimo y personal con
el Señor que marca un estilo de vivir según el Espíritu, es decir
por una profunda espiritualidad encarnada.
No hay mística sin profecía
La auténtica experiencia de Dios de una persona mística no
significa intimismo, sino estar inmersas en la realidad pero desde
el mirar y el corazón de Dios. Esta nueva conciencia del Dios
que está haciendo de la historia, una historia de salvación,
coloca al creyente como un profeta que interpreta la realidad a
la luz del Espíritu. La persona mística se convierte en profeta que
anuncia la verdad, denuncia la injusticia y es testigo del proyecto
de Dios.
La mística profética de los votos
Los votos han sido leídos desde una dimensión de alianza
esponsorial, en la cual, la figura del matrimonio ha ayudado a
comprender cómo éstos explicitan un compromiso de amor con
Dios. Ya hemos visto que una clave de relectura de esta relación
esponsorial es vivir los votos desde la kénosis (vaciamiento).
Desde la dimensión mística profética, los votos florecen como
un proceso de desprendimiento, de humildad, de dejar el yo…
para no–casarse: ni con objetos (pobreza), ni con personas
(castidad), ni con el propio yo (obediencia). O si se quieren
mirar en positivo, se trata de casarse con el desprendimiento y la
opción permanente de compartirse en la solidaridad (pobreza);
con la itinerancia afectiva, es decir, amar sin esperar
recompensa, corriendo el riesgo incluso de ser olvidado, sin
dejar por ello de seguir amando con la misma confianza y
apertura de la primera vez (castidad); es casarse con la voluntad
del Padre, y con la voluntad del otro, en actitud de
discernimiento personal y comunitario (obediencia). Por eso los
consejos evangélicos asoman ahora como un camino de
38
conversión, crecimiento y entrega para con Dios y los/las
hermanos/as24.
El proceso de conversión que conlleva esta dimensión, nos invita
a desenmascarar los efectos de algunas teologías y
espiritualidades reduccionistas, que merman el compromiso y
coherencia en la vivencia de los votos; espiritualidades que nos
llevaron en el pasado, a la uniformidad y al servilismo y, en este
tiempo, a otro polo opuesto e igualmente antievangélico
caracterizado por el individualismo, el escape y la pérdida del
sentido de pertenencia al grupo de convocadas por la fe en
Jesús, bajo un Carisma para servir a su Reino, desde la
itinerancia afectiva de personas, lugares y seguridades.
3.4.2 Dimensión profética misionera de los votos
No existe consagración sin misión. La vida consagrada es para la
misión. La primera misión de la vida consagrada es anunciar a
Cristo, hacerlo presente, reproduciendo los rasgos existenciales
de su vida por los consejos evangélicos.
La acción profética misionera exige una apasionada búsqueda de
nuevos caminos para construir el Reino de Dios. Por eso, el
verdadero profetismo se nutre de una profunda experiencia de
Dios y de su Palabra, de la amistad con dios que madura en el
diálogo de la oración, en la búsqueda apasionada de su
voluntad y en el testimonio coherente de vida.
Somos conscientes que las estructuras de pecado parecen rebasar
nuestras capacidades y posibilidades, nos azota el miedo y la
impotencia frente a tanta violencia y muerte, o muchas veces, la
indiferencia y el conformismo. Ante este horizonte, lo esencial es
creer y confiar en solo Dios, y que, desde nuestro barro, seamos
en lo cotidiano de nuestras vidas, luz y sal, con un corazón que
transparente el ser providentes, bondadosas y misericordiosas
24
Cf. CARMONA Ramírez Hernán sdb. Enfoque bíblico de los votos.
Colombia. Articulo.
39
(cf. Mt, 5,17-48). No basta con cumplir con nuestras “prácticas”:
oración, apostolado y horario, lo decisivo está en la rectitud
interior (Cf. Mt 6,1-18) y en el hacer procesos de éxodo hacia los
lugares de frontera, insertas en medio del pueblo para gestar con
ellos la vida nueva.
Es este modo místico profético de los votos, por lo que son
anuncio y novedad, pero también denuncia desde la propuesta
evangélica de Jesús en este estilo de vivir nuestro ser mujeres
consagradas, discípulas misioneras, donde ponemos de relieve
los anhelos de Dios Padre Madre para una nueva humanidad.
Así nuestros votos en su compromiso místico profético, dan un
enfoque particular a las exigencias fundamentales del
seguimiento de Jesús (Cf. Lc 14,25-35).
3.4.3 Dimensión ética
La dimensión ética de los votos enfatiza la coherencia entre los
actos y opciones de nuestra vida y nuestra consagración. Si la
ética es el conjunto de valores que rigen nuestros actos, el
seguimiento de Jesús no es otra cosa que conformar todo
nuestro ser y hacer de acuerdo a los valores y principios que
Jesús nos enseñó. En relación a los votos, éstos deben de
manifestar de manera especial algunos valores que configuran
nuestro estado de vida y compromiso ante la Iglesia y la
realidad. La vida religiosa de naturaleza esencialmente
carismática, al ser obra del Espíritu y mediadora de su acción
libre y recreadora, está llamada a ser signo y revelación de esta
acción en la vida concreta.
A través del voto de castidad elegimos el valor del amor
universal y la entrega por el Reino ante la posibilidad de formar
una familia. Valor auténtico en sí mismo. El amor universal con
el voto de castidad conlleva otra serie de valores que serán
descritos en el apartado correspondiente. Por el voto de
pobreza elegimos el compartir solidario por el Reino ante el
humano derecho de poseer. Y con el voto de obediencia
40
elegimos el valor de la libertad en interdependencia para buscar
y hacer vida el proyecto liberador de Dios sobre la humanidad,
en lugar de la libertad al servicio de la autonomía y de la
individualidad.
Podemos reflexionar ¿Cuáles son los valores éticos que elegimos
vivir en cada uno de los votos?
La realidad actual nos exige de manera especial vivir de acuerdo
a lo que profesamos y comprometernos ante todas las
estructuras de pecado para humanizarlas y transformarlas. Esta
dimensión nos compromete a dar nuestra palabra e implicarnos
con ella a través del testimonio de vida haciendo una propuesta
ético cristiana a la sociedad de hoy que está envuelta en un
conjunto caótico de “valores” que destruyen, deshumanizan,
atentan contra la vida y dignidad de las personas.
Esta dimensión nos lleva a reencontrar la significatividad de los
votos al comprometernos con los nuevos escenarios y sujetos
emergentes como responsabilidad ética que oriente la vida
personal y comunitaria hacia la acción misionera. Estamos
llamadas en nuestras vidas a un radicalismo ético pues el
mensaje liberador de Jesús a favor de marginados, pecadores y
deshumanizados por el mundo global y anti ético, es inseparable
de su mensaje y de la transformación del discípulo/a que ha de
aprender a vivir como Jesús, su maestro, quien nos invita a orar,
contemplando y discerniendo el hoy ante sus compromisos
éticos y su estrategia para cambiar el mundo. Nos invita a ver su
corazón, su modo de estar ante Dios Padre y los hombres y
mujeres de su tiempo así como la forma de presentar la
propuesta del Reino, es decir, su pedagogía.
Ser mujeres de ética interior, de un corazón sencillito y recto,
nos urge a buscar nuestra seguridad en Dios Padre. Cada día
optar entre Dios y nuestros intereses, centrando nuestra vida en
las cosas del Padre y la vida en y para el Reino. “Una alma recta
41
y deseosa de agradar al que debe, no ambiciona más de lo que
Dios Nuestro Señor le proporciona y siempre está contenta y
alegre”25
La ética cristiana es fruto de la interioridad, fruto de lo que
abunda en nuestro corazón; es el reflejo de lo que el Padre en
Jesús por su Espíritu, va creando y transformando en nuestro
corazón. Requiere de un proceso de conocimiento de sí misma y
de la realidad; de una conciencia crítica que cuestiona, a la luz
del Evangelio y de la identidad vocacional y da una respuesta
libre, consciente y responsable constituyéndose así en discípulo/a
privilegiado/a del Evangelio.
3.4.4 Discernimiento y oración encarnada
La dimensión mística profética de los votos, se nutre y purifica a
través de una profunda y auténtica espiritualidad encarnada,
cuyo fundamento es la oración contemplativa y el
discernimiento.
Una oración en la cual podamos profundizar la relación de
amistad con Jesús y a la vez los modos de ir configurando
nuestra vida con la de Él, motivadas por la experiencia de ir
descubriendo la verdad. Un encuentro que nos abra el oído de
discípulas para escuchar los clamores de la realidad y dejarnos
conmover por ella, para asistir y encargarnos de los desafíos de
la historia; hacernos participes de un camino de sanación que
ayude a colocar nuestras miserias y dificultades y los diversos
rostros de desechados, ya no sólo como victimas sino en un
proceso que logre revertir la historia, haciéndonos una con
nuestro propio emerger, el de las y los otras/ otros y el cosmos,
como sujetos desde y en el ejercicio del amor solidario26.
25
Carta 486 a la M. Josefina del Niño Jesús
Cfr. FIDALGO Antonio Gerardo. En camino hacia donde el amor nos
lleve. Pag. 337
26
42
Vivida la oración así, no puede sino ir acompañada del
discernimiento a través del cual vamos descubriendo la acción
del Espíritu en nuestras vidas y su querer en cada una de las
circunstancias, donde nos revela qué y cómo hacer vida su
proyecto a través de la vivencia de los votos. Nuestra Madre
Luisita vivió y recomendó con mucha claridad la necesidad de
discernir constantemente nuestra vocación frente al Señor y la
historia: “…medite en la situación presente de su caridad, lo que
pide, la gracia que por favor de Dios desea y espera, el amor de
Dios nuestro Señor hacia su caridad, cómo ha pasado estos años
que ha vivido de religiosa y cómo deberá vivir en lo sucesivo
pero todo esto con paz, hágalo allí junto al Sagrario, sin
inquietarse por esto, pues la inquietud es mala, viene de la
soberbia”27.
Discernir cotidianamente nuestra consagración nos plantea
actitudes de:
(Leer y reflexionar los textos descubriendo las actitudes propias
del discernir)
 Mt 7,1-6. Cambiar nuestros juicios de condenación, en
juicios de compasión
 Lc 12,22-31. Cambiar nuestras preocupaciones de la vida,
en motivo de confianza, “El sabe lo que necesitamos”.
 Jn 21,18. Cambiar nuestros intereses por sus intereses.
 Mc 4,26-29. Entregarnos al fruto que se va dando por
dentro, cuando vamos notando que el Evangelio se nos
hace luz, vida y transformación.
 Mt 10,8. Abrirnos a la gratuidad, confianza y fidelidad
como lo esencial de donde surgen la vida, la libertad y la
verdad.
El discernimiento nos llevará a un proceso de conversión hacia
los valores humanos a la luz del Evangelio que nos plantea vivir
desde las raíces y no desde lo superficial (cf. 2Tes 1,11-12); a la
eficacia del amor que vence el mal haciendo el bien “Todo lo
27
Carta 181 a la Madre Josefina del Niño Jesús
43
cree, lo espera, todo lo perdona” (1Cor 13,1-8). La clave de
nuestro cambio a largo plazo es la transformación del corazón y
las raíces que sustentan el sentido de nuestra existencia, y que
son la base de nuestra convivencia humana, ámbito prioritario
del Reino y único modo de transformar el mundo y la sociedad.
Para nosotras Carmelitas del Sagrado Corazón el criterio
determinante de nuestro discipulado, es la obediencia al Padre.
Nuestro ser hijas en el Hijo nos lleva a apoyarnos afectivamente
en las manos de Dios, que todo lo dispone para nuestro bien y
nos lleva a ser fermento del Reino allí donde se nos ha enviado.
La actitud básica de la hija es la obediencia amorosa al Padre y
el hacer su voluntad con corazón sencillo y recto como cauce
por el que damos paso a la salvación de Dios.
Sugerimos retomen el contenido que acabamos de estudiar, en
un día de retiro para lograr una mayor asimilación y oración
contemplativa.
3.4.5 Conciencia de género
La nueva presencia de las mujeres prácticamente en todos los
campos del acontecer humano, constituye una rica novedad que
exige revisar las relaciones sociales y afectivas como también
replantearse la cuestión de la identidad femenina y masculina
más allá de los prejuicios históricos28.
Esta nueva conciencia de género nos lleva a recrear nuestras
relaciones de reciprocidad desde la igualdad, la confianza, el
respeto y la alteridad. Contribuirán notablemente en la vivencia
de una nueva comunión, superando la violencia machista y la
discriminación en todos sus sentidos.
28
Cf. ARNOLD Simón Pedro, El riesgo de Jesucristo: Una relectura de los
votos. Paulinas. Colombia. 2004. pag.125
44
Los estudios bíblico teológicos nos dan una nueva mirada sobre
el papel y protagonismo de la mujer en la historia de salvación a
la luz de: Eva, las parteras de Egipto, Sara, Raquel, Tamar,
Débora, Esther, Rut, María de Nazareth, las discípulas de Jesús,
María Magdalena, las colaboradoras de Pablo, las diaconizas y
otras más. Esto nos va ayudando a valorar nuestro aporte
específico femenino en el cuidado, en el nutrir y acompañar la
vida y la urgencia de reubicar los votos enriquecidos y
modificados por esta perspectiva. Definitivamente vivir la
castidad, obediencia y pobreza desde nuestro ser femenino, nos
presenta una amplia gama de posibilidades y nuevas expresiones
que afirmarán nuestra identidad y riqueza para la iglesia y el
mundo.
PROFUNDIZACIÓN
¿Cómo expresar la mística profética, lo ético y la perspectiva del
género de nuestros votos?
Puedes llenar el siguiente cuadro, primero a nivel personal y
luego elaborar uno a nivel comunitario.
Nuevas
concretizaciones
mística
proféticas
Nuevas
concretizaciones
éticas
Nuevas
concretizaciones
desde nuestro
ser femenino
Castidad
Obediencia
Pobreza
3.5 DIMENSIÓN FRATERNA DE LOS VOTOS
La profesión religiosa es expresión y don de la persona a Dios y
a la Iglesia, pero un don vivido en la comunidad de una familia
religiosa. La religiosa no es sólo una “persona llamada” con una
vocación individual, sino que es una “persona convocada”, es
45
llamada junto con otras, con las cuales “comparte” la existencia
cotidiana. Por este motivo, también el compromiso personal,
que asume por los consejos evangélicos mediante los votos,
tiene una dimensión comunitaria, en cuanto que ayuda a vivir la
comunión y es sostenida por la fraternidad, toda ella centrada
en Cristo.
Vita Consecrata nos hace una llamada a poner los votos en
relación con el misterio trinitario para encontrar su sentido más
profundo. Desde esta referencia trinitaria vemos que los votos
son, en primer lugar, un don del amor de Dios. Los consejos
evangélicos se convierten, así, en una confesión de la Trinidad,
en huella de Dios en la historia. La expresión de esta confesión y
testimonio profético se manifiesta en la vida fraterna y en la
misión apostólica encaminada a acoger y construir el Reino de
Dios29.
El Reino es la encarnación de las relaciones trinitarias en la
historia, es el misterio de la filiación y de la fraternidad
encarnado en nuestra vida. Los votos como signos del Reino
quieren profundizar en nuestra vida estas relaciones de filiación
y de fraternidad. Veamos cómo cada uno de los votos tiene una
íntima conexión y expresión en la vida fraterna:
La castidad consagrada al servicio del Reino recrea la comunidad
como familia reunida en el nombre del Señor. La comunidad
religiosa está llamada a ser un testimonio de la alianza de Dios
con su pueblo. La castidad se manifiesta como una opción por
crear, cuidar y fortalecer la vida en relaciones de amistad
recíproca, gratuita y amorosa, libre de dependencias, violencia y
opresión. Esta opción implica creer y aceptar el amor primero
de Dios que nos transfigura y nos recrea como personas amadas
para impulsarnos a ser amantes audaces, cauces limitados –pero
apasionados- de su ilimitado amor. Nos compromete a aprender
29
CF. VC 20 y 21
46
a amar los deseos y amores de Dios que asume la suerte del
pobre, marginado y excluido30.
El voto de pobreza, se manifiesta como una opción por
compartir la responsabilidad que tenemos de hacer de nuestra
historia, una historia conforme al querer de Dios31. Entre otras
cosas, lleva a compartir los bienes en la comunidad mostrando
que una persona vale no por lo que tiene, sino por lo que es. A
través de este tipo de pobreza religiosa se aprende la apertura a
Dios y a los demás; se expresa el valor social de los bienes y se
percibe la exigencia de trabajar por la transformación de las
estructuras injustas de la sociedad que crean miseria y
marginación. La fraternidad que se vive en la comunidad
conduce a una profunda solidaridad en el compartir que exige la
pobreza. Testimonia así la solidaridad de Cristo, quien siendo
rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cf. 2Cor
8,9).
La obediencia religiosa, es vivida como búsqueda comunitaria y
fraternal de la voluntad de Dios junto con quienes tienen el
servicio de la autoridad. Buscando en la oración y el diálogo
fraterno los caminos del Padre, a semejanza de Cristo, la
comunidad denuncia todo individualismo y autoritarismo.
Desde la fraternidad y para la fraternidad se acepta la mediación
de quién funge como superiora, quien, además de ayudar a la
comunidad-familia a escrutar los signos de los tiempos y de los
lugares, tiene la función de favorecer la fraternidad en Cristo
creando condiciones para la comunicación, la aceptación mutua
y la desdramatización de los problemas y tensiones
interpersonales. Además de la obediencia a la legítima
autoridad, existe la obediencia que podemos llamar fraterna
que, desde la apertura a Dios procura cumplir su voluntad que
se resume en el amor a Él y al prójimo32.
30
Cfr. ZUBIRÍA Georgina. Ibid.
Ibid.
32 MACSICE Camilo. “Cristo centro de la vida fraterna en comunidad”.
31
47
Con lo expuesto anteriormente, parece claro que la dimensión
comunitaria de los votos abarca la totalidad de la persona y sus
relaciones. Es preciso pues, pasar de una experiencia rígida, a
una vivencia humanizadora de los tres votos, a la luz de la
relacionalidad y comunión trinitaria.
Reflexión personal
1. Cuál es la dimensión fraterna de los votos?
2. La vivencia de los votos ¿Cómo nos unen a Dios y a los
demás?
3.5.1 Caminos de transfiguración
de la fraternidad en comunidad
El XIV capítulo general, pone de manifiesto cuatro líneas de vida
que animan, orientan y apoyan la puesta en práctica de las
determinaciones para fortalecer nuestro ser discípulas misioneras
desde nuestro Carisma. La segunda de ellas nos invita a renovar
nuestro estilo de vida fraterna en comunidad, llamado que nos
urge a tomar conciencia de nuestra realidad y a encaminarnos
en un proceso de transfiguración, que nos lleve a recuperar el
sentido de la comunidad como escuela y taller de Encarnación33
a través de la caridad infundida por Dios en nuestros corazones.
Escuela del servicio evangélico
La comunidad es cristocéntrica por excelencia, en torno a Jesús
se forja, se nutre y fortalece. Esta centralidad de Cristo se hace
real principalmente en el servicio y en la celebración litúrgica
(Leamos Jn 13,1-15). Es en comunidad donde se aprende a amar
hasta el extremo en el servicio a la hermana y a los hermanos en
sus necesidades más apremiantes.
2002. Artículo.
33
Así lo define ARNOLD Simón Pedro. Vivir el riego de Jesucristo: una
relectura de los votos. Paulinas. Colombia. 2004. Pág. 129-137.
48
Nos sentimos invitadas a acoger el dinamismo que propone el
texto: Dios me lleva al servicio y éste a Dios. Esta escuela supone
también la práctica del discernimiento comunitario en la misión
apostólica de la comunidad para servir con amor a nuestros
hermanos más necesitados y participarles el Carisma de nuestra
congregación para que a través de él se encuentren con Dios y
hagan un proceso integral de liberación. También conlleva la
creatividad en los ritos, rituales y ritmos comunitarios que
favorezcan el sentido de pertenencia y fidelidad en el servicio34.
Escuela de humanidad
En medio de un mundo que cosifica las relaciones y pretende
sacar provecho de las mismas, la comunidad religiosa es un taller
por excelencia de humanidad y humanización de las relaciones.
Ver a Cristo en cada hombre y en cada mujer implica a su vez,
reconocerlo, dejarlo crecer y restaurarlo constantemente, en sí
misma, en el otro y en la comunidad.
Es también espacio privilegiado para la sanación desde la
perspectiva del amor fraterno acompañado de la corrección
mutua. La clave de este proceso integrador está en la confianza,
en el conocimiento y la aceptación personal así como en los
procesos de un sano amor y autonomía que posibilitan el
crecimiento mutuo.
Es necesario hacer caminos de madurez afectiva y sólo el
encuentro y las relaciones de amistad y fraternidad nos permiten
ir aquilatando y perfeccionando nuestras emociones y
sentimientos en el amar y ser amado. La humanización de
nuestras relaciones fraternas, implica el globalizar la inclusión35 y
solidaridad así como promover la igualdad y la alteridad.
34
Testimonio # 234 Julio-Agosto 2009. CENCCINI Amadeo. Ritos y rituales
de la comunidad religiosa. Pág. 64-75
35 Cf. CC 48
49
Escuela de verdad
Seguir a Jesús camino, verdad y vida nos lleva a reconocer a la
comunidad como una escuela de verdad. Hacer la verdad es la
principal y más ardua tarea del amor comunitario, que
desenmascara toda doblez, hipocresía, ocultamientos y
mecanismos de defensa que dañan las relaciones y crean un
clima de desconfianza y soledad. Toda relación en la fraternidad
y en la misión, ha de ser un continuo esfuerzo de vivir en la
verdad y reconstruir juntos y juntas la verdad de la Palabra y de
la realidad.
El mejor servicio que nos podemos hacer unas a otras es crear
un clima de sinceridad que nos ayude a conocernos y enriquecer
la comunidad con el don de cada una36. Esto no significa
ausencia de discrepancias y conflictos los que deben resolverse
desde la bondad y la misericordia como caminos de relación e
interacción fraterna y apostólica.
Escuela de obediencia y humildad
Toda obediencia cristiana es necesariamente mutua y
comunitaria. Es el aprendizaje de la humildad de quien toma la
vida en serio. Nos invita a integrar nuestra historia personal,
superar el infantilismo y la culpabilidad paralizante, para
abrirnos a la dinámica de orientación, decisión y proyección
comunitaria de nuestra vida y misión.
Discernir juntas implica una comunicación dialógica desde los
valores éticos de la comunicación como la sinceridad, respeto,
confianza en el otro/a que supone dialogar con lo diverso y
tejer, en lo cotidiano, redes de reconciliación y compromiso
corresponsable con lo decidido, orientado hacia el proyecto de
Dios Trinidad.
36
Cf. CC 46
50
Reflexión personal
Después de haber reflexionado y estudiado a la
comunidad como una escuela de servicio evangélico, de
humanidad, de verdad, de obediencia y humildad;
preguntémonos:
 ¿Qué es lo que necesitamos seguir aprendiendo?
 ¿A qué escuela necesitamos inscribirnos?
 ¿A qué nos comprometen estas escuelas?
La comunidad es el espacio teológico en donde la vivencia de
los votos se concretiza y expande. Así como los votos nos unen
al Padre a través de Jesús, al construir la comunidad, también
nos unen a las hermanas en fraternidad y a los hermanos en la
misión. Esta unión es una alianza que implica un profundo
sentido de pertenencia, no sólo pertenencia institucional sino
como íntima comunión de vida37.
Pertenencia que nos lleva a ser entusiastas por la misión del
instituto; a amar a sus destinatarios con una generosa
disponibilidad; a vivir una profunda experiencia de
agradecimiento a Dios por el don de la vocación; a sentir el
gozo de ser parte de una comunidad; a experimentar la alegría,
el entusiasmo y el compromiso de pertenecer. Es así que la vida
se convierte en propuesta vocacional porque Jesús es el que
convoca a vivir en fraternidad y expande los corazones a un
amor universal y gozoso.
37
Cf. ARROBA Conde Manuel. Los consagrados: Una comunidad para la
comunión. En Vida Religiosa vol. 82 n° 2. 1997. Pág. 122.
51
PROFUNDIZACIÓN
Leer el testamento de M. Luisita
J.M.+J.T.
Mi despedida a mis hijas las Carme1itas Descalzas Terciarias
Ante todo os manifiesto mi gratitud y doy las gracias por lo sumisas,
respetuosas y cariñosas que fuisteis con la que Dios Ntro. Señor os dio
por madre, por lo que también os felicito, pues no otra cosa hacen las
buenas religiosas. Os exhorto a que así os portéis con mis sucesores
pues de ahí depende la prosperidad de la comunidad.
Pido perdón a todas por lo que las haya hecho sufrir y por el mal
ejemplo que les di y les ruego no lo toméis.
Os encargo encarecidamente por el amor de Dios Ntro. Señor seáis
muy unidas; que cada cual vea a las demás como si de ella dependiera
la unión; que os ayudéis mutuamente y os soportéis con paciencia
vuestras faltas.
Os suplico os fijéis mucho en la obediencia a vuestras superioras pues
es el seguro medio de vuestra santificación.
Os aprovechará mucho hacer todas vuestras obras y sufrir lo que Dios
Ntro. Señor os mande únicamente por amor a Él y para su mayor
honra y gloria.
Trabajad con empeño con las niñas, enfermos y en las conversaciones
por hacer amar al Smo. Sacramento y a Ntra. Sma. Madre.
El legado que dejo a la comunidad de herencias que recibir, es para la
casa Noviciado de Guadalajara y las casas necesitadas de la
Congregación, todas tendrán igual derecho en caso de verdadera
necesidad. La Superiora con su Consejo proporcionarán mesadas a
dichas casas según lo necesiten y se pueda. Estos fondos procurarán
conservarlos siempre. Que Dios Ntro. Señor os bendiga.
Ma. Luisa Josefa del Smo.
Compartir en comunidad:
1. ¿Cómo están expresados los votos en el testamento de M.
Luisita?
2. ¿Cómo nos comprometen a construir la comunidad?
52
IV. PARA DISCERNIR NUESTRA VIDA
EN ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN
MOTIVACIÓN
Después de haber dedicado un largo tiempo a la escucha del
Espíritu a través de la reflexión bíblico teológica, las invitamos a
hacer un silencio mayor, para dejar que Dios hable al corazón
de cada una y poder discernir lo que nos pide.
Sugerimos dediquen un día de retiro para el encuentro amoroso
con Dios y adentrarse en el discernimiento, siguiendo los
siguientes pasos:
1. Ponerse en la presencia del Señor
Relectura del salmo 136
Doy gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor.
Doy gracias al Señor de los señores,
porque es eterno su amor.
Hizo los cielos con inteligencia porque es eterno su amor:
sobre las aguas tendió la tierra, porque es eterno su amor.
Hizo las grandes lumbreras, porque es eterno su amor:
El sol para dominar el día, porque es eterno su amor:
La luna y las estrellas para dominar la noche,
porque es eterno su amor.
Él me trajo a la vida porque es eterno su amor.
Me puso en una familia buena, porque es eterno su amor.
Me enseñó a pronunciar su nombre, porque es eterno su amor.
Me reveló sus escrituras, porque es eterno su amor.
Me llamó a su servicio, porque es eterno su amor.
Me envío a ayudar a su pueblo, porque es eterno su amor.
Me visita cada día, porque es eterno su amor.
Me ha llamado amiga suya, porque es eterno su amor.
53
Mi vida se hace oración,
mis recuerdos son letanía sagrada y mi historia es un salmo.
Y tras de cada suceso grande o pequeño,
alegre o penoso, oculto o manifiesto,
viene el verso que los une a todos
y da sentido y alegría a mi vida
en la dirección eterna y única de la íntima providencia de Dios,
porque es eterno su amor.
Doy gracias al Dios de los cielos porque es eterno su amor.
A luz de de este salmo toma conciencia de cómo ha estado Dios
presente en tu/nuestra vida consagrada. Haz tu propio salmo.
Escríbelo.
2. Ahora nos remitimos al II paso de la ficha, cuando
contemplamos nuestra realidad de cómo vivimos
nuestros votos a nivel personal y comunitario (pág 13).
Hagamos memoria de cómo estábamos y qué despertó
en nuestro corazón como cambio de vida.
Podemos sintetizar a través del siguiente recuadro:
Mi situación
en la
vivencia de
los votos
Elementos que me dan
vida en la vivencia de
los votos
Dificultades y carencias
en la vivencia de los
votos
54
3. Meditemos el siguiente texto de M. Luisita y dejemos
que ella hable a nuestro corazón:
“Nuestro Señor de quien somos, todo lo dispone admirablemente
bien… Él velara por ustedes y no les faltará nada; les hablará a su
corazón ya sea corrigiéndolas, consolándolas y ayudándolas de la
manera que lo necesiten. Debemos estar contentas y tranquilas con
lo que disponga nuestro Señor”. (Carta 125 a M. María de la
Divina Eucaristía).
Retomar el cuadro y subrayar aquello donde me siento más
invitada por el Espíritu a fortalecer o bien, a cambiar y/o
corregir.
4. A la luz de la meditación del texto de N. M. Luisita, de la
oración inicial, y del cuadro que he trabajado en la pág.
13, propiciar un espacio prolongado de silencio,
preguntándole a Dios nuestro Padre bueno, providente y
misericordioso ¿Qué deseas de mí? ¿Cómo puedo
agradarte? ¿Qué me pides?.
Para concretizar las mociones del Espíritu, puedes trabajar el
discernimiento con el siguiente cuadro.
Situaciones tocadas
por el Espíritu en
relación a la
vivencia de mis
votos
(Lo que Dios me
invita a fortalecer,
cambiar o corregir)
Luces del Espíritu
recibidas a través
de la reflexión de
toda la ficha
Anotar cómo
puedo concretizar
en mi proyecto
personal las luces
recibidas
55
5. Terminar con una oración que complemente la relectura
del salmo con el que iniciamos nuestro discernimiento.
6. Habiendo terminado el discernimiento personal, nos
reunimos como comunidad para discernir el paso de
Dios y preguntarle qué y cómo hacer vida a través del
proyecto comunitario sus llamadas. Podemos seguir el
siguiente esquema:
a. Preparar un letrero con la frase “porque es eterno su amor”
rodeado de velas según el número de hermanas de la
comunidad
b. Cada una vamos a compartir la oración que realizamos en el
paso 5 y encendemos la vela, mientras hacemos la lectura de
la misma.
c. Dialogamos acerca de lo que nos inspiró el estudio de esta
primera ficha para la comunidad
d. Dialogamos sobre cómo podríamos ayudarnos para vivir con
mayor profundidad las diversas dimensiones de los votos
propuestas en esta ficha.
e. Consensamos dos formas a través de las cuales podríamos
apoyarnos, las escribimos en un cartel y las colocamos en la
sala comunitaria mientras tanto entonamos un canto al
Espíritu Santo.
56
V. HACIA UN NUEVO ESTILO DE VIVIR LOS VOTOS
COMO MUJERES CONSAGRADAS CSC
Las invitamos a disponernos para profundizar las siguientes
fichas que se seguirán enviando. En enero, Dios mediante, les
haremos llegar la ficha del voto de castidad.
No dudemos en dedicar el tiempo suficiente para la
profundización y asimilación de las nuevas luces y elementos
que nos orientarán para ir recreando nuestra vida consagrada.
APORTES DE LA COMUNIDAD
PARA ENVIAR AL GOBIERNO GENERAL
1. Rescatar dos elementos nuevos que nos ha aportado la
reflexión de esta ficha para la vivencia de los votos, en cada una
de las siguientes dimensiones:
a. Antropológica
b. Bíblico Teológico
c. Místico profética
d. Fraterna
2. De acuerdo a todo lo reflexionado y compartido en
comunidad, respondiendo a la determinación del XIV Capítulo
General n° 65, ¿Qué nuevos elementos podríamos integrar a
nuestro proyecto comunitario?
Les recordamos que la fecha límite para entregar los aportes será
el 15 de enero del 2011, por entrega personal, correo normal o
electrónico a la casa general a nombre de la Hna. Ramira
Magdalena García Chávez y/o Margarita Castillo Méndez,
animadoras del secretariado de formación permanente.
Correo electrónico a los que pueden enviar los aportes:
[email protected]
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ESPACIO PARA ANOTACIONES PERSONALES
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INDICE
Presentación
Metodología
I. OBJETIVO DE LA FICHA………………………………………………………………….
II. CONTEMPLANDO LA REALIDAD..…………………………………………………
2.1 Breve recorrido histórico de las formas
y teologías de la vida consagrada..…………………………………………….
2.2 Acercamiento a los modelos de la VR contemporánea..……….
PROFUNDIZACIÓN……………………………………………………………………..
III. REFLEXIÓN BÍBLICO TEOLÓGICA DE LOS VOTOS
3.1 VOTOS COMO SEGUIMIENTO DE CRISTO.………………………………….
3.1.1 Universalidad del seguimiento de Cristo……………………………
3.1.2 Seguimiento de Cristo en la vida consagrada…………………….
PROFUNDIZACIÓN..…………………………………………………………………….
3.2 DIMENSION ANTROPOLÓGICA..…………………………………………………
3.2.1 Dimensiones de la persona……………………………………………….
3.2.2 La relacionalidad como camino y realización personal..…….
PROFUNDIZACIÓN..…………………………………………………………………….
3.3 DIMENSION BIBLICO TEOLÓGICA..……………………………………………..
3.3.1 Teología profética y discípula...………………………………………….
Un nuevo enfoque bíblico de los votos ante el contexto histórico
3.3.2 Teología trinitaria de los votos..…………………………………………
3.3.3 Teología de la Encarnación..………………………………………………
Dios nos integra como personas a través de los votos..………………
PROFUNDIZACIÓN..…………………………………………………………………….
3.4 DIMENSION MISTICA PROFÉTICA..……………………………………………..
3.4.1 La mística de los votos……………………………………………………….
3.4.2 Dimensión profética misionera de los votos..…………………….
3.4.3 Dimensión ética..……………………………………………………………….
3.4.4 Discernimiento y oración encarnada….………………………………
3.4.5 Conciencia de género..………………………………………………………
PROFUNDIZACIÓN…………..………………………………………………………….
3.5 DIMENSIÓN FRATERNA DE LOS VOTOS………………………………………
3.5.1 Caminos de transfiguración de la fraternidad en comunidad
PROFUNDIZACIÓN
IV. PARA DISCERNIR NUESTRA VIDA
EN ORACIÓN Y CONTEMPLACIÓN……………………………………..……………..
V. HACIA UN NUEVO ESTILO DE VIVIR LOS VOTOS
COMO MUJERES CONSAGRADAS…………………………………………………….
APORTES PARA ENVIAR AL GOBIERNO GENERAL………………………
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