ELECCIÓN DEL DIRIGENTE SINDICAL: RESPONSABILIDAD COMPARTIDA Dr. Raúl Enrique Altamira Gigena* Iº.- Presentación del tema: La elección de los dirigentes sindicales, con amparo legal, es un tema que tradicionalmente preocupa a las Organizaciones sindicales, sus dirigentes y candidatos, siendo “indiferente” o “desconocido” por los empleadores y los que conducen las relaciones laborales de las Empresas, que es un error, merece su aclaración, información y capacitación.Es así, porque a partir de la designación de un dirigente sindical, le genera al empleador particular, y al empresario de la industria, rama o profesión que tiene competencia esa Organización gremial, una limitación o restricción al ejercicio de los poderes de disposición y administración.Por tal motivo, consideramos que los funcionarios y empleados vinculados a la actividad laboral, y por lo tanto a lo gremial, deben estar capacitados de los derechos y deberes de las partes, con relación al derecho sindical. IIº.- Ejercicio de la libertad sindical Un “clásico” del derecho sindical, es el concepto de Justo López sobre “libertad sindical”, “como el conjunto de poderes individuales y colectivos, positivos y negativos, que aseguren la independencia de sus respectivos titulares en orden a la fundación, organización, administración, gobierno, y actividad externa ( actividad sindical) de las asociaciones profesionales...” (ver “Aspectos de la libertad sindical” en LT XX pag. 663) El ejercicio de la “libertad sindical” comprende tantos a las organizaciones de trabajadores como de empleadores; y así lo ha entendido la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), que la composición y conducción de la misma, es “tripartita”, integrada por los representantes del Estado, los empleadores y los trabajadores ( Declaración de Filadelfia de 1944, art. 1º). Tal como lo enuncia el concepto de Justo López, tiene un contenido “positivo” y otro “negativo”. El primero, es el derecho de constituir asociaciones gremiales, rigiendo su funcionamiento en forma autónoma e independiente de la injerencia del Estado y de la contraparte; como también de asociarse libremente a las mismas; en cambio el “negativo”, es el derecho de no constituir asociación alguna, no afiliarse o desafiliarse.- IIIº.- Desempeño de la actividad sindical por parte de los trabajadores. Tradicionalmente, tanto en el Derecho Patrio, como en el comparado, el dirigente sindical obrero goza de un amparo especial, para poder desempeñar el mandato gremial, evitando represalias o limitaciones por parte de los empleadores.Desde la vigencia de la primera reglamentación sindical, por parte del decreto ley 23.852 de 1945, el amparo ha sido por todo el tiempo que dure el mando, y un año más de concluido el mismo ( este año fue impuesto discrecionalmente por el legislador de facto, sin explicación técnica, consideró que un año era un plazo prudencial, razonable para evitar represalias, persecuciones o actos discriminatorios por parte del empleador, “en un año se olvida de lo que hizo como dirigente sindical”, y fue reiterado en todas las reformas posteriores, hasta la ley vigente 23.551 de 1988). Nuestra Constitución Nacional, en el art. 14 bis ( artículo 14 “nuevo”) determina que “los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de sus empleos...” ( 2ª parte). La 56ª Conferencia de la O.I.T., realizada en Ginebra, Suiza, en 1971, aprobó un convenio que tuvo un pronunciamiento favorable de la delegación argentina, en sus tres estamentos ( trabajadores, empleadores y gubernamental), cuyo art. 1º estable: “los representantes de los trabajadores en la empresa deberán gozar de protección eficaz contra todo acto que pueda perjudicarlo, incluso el despido por razón de su condición de representante de los trabajadores, de sus actividades como tales, de su afiliación al sindicato o de su participación en actividades sindicales, siempre que dichos representantes actúen conforme a las leyes, contratos colectivos u otros acuerdos comunes en vigor.” IVº.- Requisitos para el goce del amparo sindical - Para que el dirigente sindical pueda gozar del amparo especial, es necesario haber cumplido varios recaudos o requisitos, que la jurisprudencia ha resuelto que son acumulativos o taxativos, y no alternativos, es decir deben haberse cumplido la totalidad de las exigencias, y que es el momento de actuación del empleador, para “controlar” o “supervisar” el acatamiento normativo. Art.49 ley 23.551; Para que surta efecto la garantía establecida en la ley, se deberán observar los siguientes requisitos: 1º.- que la asociación goce de personería gremial ( art. 48 de la ley); 2°.- que la designación se haya efectuado cumpliendo los requisitos previstos en la ley, en el CCT ( si existiera), y los estatutos de la asociación; 3º.- que se haya notificado por escrito al empleador ( sea por nota, telegrama, carta documento o acta notarial), que deberá contener: a) nombre completo del trabajador; b) duración del mandato; c) cargo para el que fue electo; d) detalle de la sección o lugar de desempeño del cargo ( principalmente para los delegados) Estos recaudos fueron exigidos por la jurisprudencia, a partir de la ley 22.105 que lo imponía expresamente, porque la norma vigente no dice nada al respecto A partir de la postulación para un cargo de representación sindical, cualquiera sea dicha representación, gozará del amparo especial( art.50 de la ley 23.551). “El trabajador se tendrá como postulado como candidato, a partir del momento en que el órgano de la asociación sindical, con competencia para ello ( generalmente lo denominan “junta electoral”), tenga por recibida la lista que lo incluye como candidato, con las formalidades necesarias para pasar a expedirse acerca de su oficialización” Se considerará que el candidato no ha sido oficializado cuando: a) se haya agotado la vía asociacional se denegó el pedido; y b) el candidato incluido en una lista oficializada, obtenga un número de votos inferior al cinco por ciento (5%) de los votos válidos emitidos” (art. 29 del decreto reglamentario nº. 467/88) V°.- Obligaciones de la Asociación Sindical de Trabajadores: La Organización sindical debe – y por lo tanto es un derecho del empleador de exigirlo y controlar su cumplimiento – notificar al empleador la convocatoria a elecciones, que deberá efectuarse con no menos de noventa (90) días de la fecha de terminación de los mandatos de los directivos que deban ser remplazados. El art. 15 del Decreto 467 - que reglamenta el art. 17 de la Ley 23.551 - dispone que la convocatoria de elecciones deberá ser resuelta y publicada con una anticipación no menor de cuarenta y cinco (45) días a la fecha del comicio. En la convocatoria de deberá establecer los lugares y horarios en que se efectuará el acto eleccionario, que no podrán ser alterados. Todos estos actos deben ser notificados fehacientemente a los trabajadores, a la autoridad de aplicación y a los empleadores. En el supuesto que la sociación sindical no efectuará la convocatoria en legal forma, el Ministerio de Trabajo de la Nación deberá intimar a la entidad a realizarlo en el plazo que disponga. Transcurrido el mismo sin cumplimentarlo, designará uno o más delegados electorales al sólo efecto de realizar la convocatoria y ejecutar todos los actos necesarios para cumplimentar el proceso electoral. En cuyo caso el delegado electoral sustituye a las autoridades sindicales (art. 56 inc. 4º de la Ley 23.551 y art. 15 del Dec. Reglamentario). Todo ello también deberá ser notificado el empleador. La organización sindical deberá confeccionar un padrón por orden alfabético, y otro por establecimientos, conteniendo los datos necesarios para individualizar claramente a los afiliados, conjuntamente con la denominación y domicilio del establecimiento, donde prestan servicio los trabajadores que participarán en el proceso electoral. Los padrones electorales y las listas oficializadas deberán encontrarse a disposición de los afiliados y de los empleadores en la sede sindical, con no menos de treinta días de anticipación a la fecha de la elección. Todo estos recaudos deben ser preocupación de los empleadores, lo que exige conocer en profundidad la Ley de Asociaciones vigente, el estatuto de la asociación sindical y el CCT que rige la actividad. Cada acto donde el empleador no esté de acuerdo, debe notificar su oposición a la asociación sindical, aclarando el fundamento legal de la oposición. La jurisprudencia – ante el vacío legal – considera que el silencio equivale a la conformidad de los actos realizados por la Organización sindical (“el que calla otorga”) VI°.- Duración del amparo sindical Para los candidatos, a partir de su postulación para un cargo de representación sindical gozan de amparo por el término de seis meses.(art. 50) Si el trabajador fuese un candidato no electo, tendrá derecho a percibir además de las indemnizaciones y de las remuneraciones por el término de seis meses no agotado, el importe de un año más de remuneraciones (art. 52, 5° párrafo) Para los otros dirigentes sindicales electos, el amparo dura por todo el tiempo del mandato y un año más concluido el mismo. (art. 48 de la ley) Los dirigentes que desempeñen cargos en la dirección de la organización sindical (comisión directiva, secretariado central, consejo directivo, etc.) los mandatos no podrán exceder de cuatro años, teniendo derecho a ser reelegidos (art. 17 de la ley) Para los delegados del personal, comisiones internas y organismos similares, la duración no podrá exceder de dos años, pudiendo ser reelecto indefinidamente.(art. 42 de la ley, y 25 de la Reglamentación). No está previsto en la ley la duración del amparo para los trabajadores que integran la junta electoral, la comisión revisora de cuentas y los delegados al congreso de la asociación, que deberá estar previsto en los estatutos de la entidad. VII.- Cargos amparados: El artículo 48 de la ley establece que gozarán del amparo legal los trabajadores que: 1.- ocupen cargos electivos o representativos en asociaciones sindicales con personería gremial; 2.- se desempeñen en organismos que requieran representación gremial; 3.- ocupen cargos políticos en los poderes públicos; 4.- sean representantes sindicales en la empresa; 5.- otros cargos previstos en los estatutos de la organización (comisión revisora de cuentas, junta electoral, delegados al congreso) VIII.- Alcances del Amparo: Los trabajadores que desempeñen cargos sindicales electos conforme a la ley, gozarán de los siguientes derechos: 1. no pueden ser despedidos sin justa causa; 2. no pueden ser suspendidos sin justa causa; 3. no pueden modificar sus condiciones de trabajo Ello demuestra que el amparo constituye una clara limitación a las facultades de disposición y administración del empleador, que lo faculta a ser notificado de todos los actos a realizarse durante el proceso electoral y supervisar el cumplimiento de los mismos. En el supuesto que el empleador con invocación de justa causa pretenda la suspensión, el despido o la modificación de las condiciones laborales del dirigente sindical, deberá promover acción judicial solicitando la exclusión del amparo sindical. En la justicia Nacional y federal será por el procedimiento sumarísimo establecido en el Código de Procedimiento Civil de la Nación; en cambio en la Provincia de Córdoba será por el procedimiento de los incidentes (art. 31 y 83 de la Ley Procesal del Trabajo N° 7987) * Profesor Titular Plenario de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en las Facultades de Derecho y de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba