Caracas, - Moucharfiech Abogados

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IMPACTO DE LA LEY ORGÁNICA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN LAS
EMPRESAS DE SEGURO
La presente tiene por objeto dar respuesta a la consulta efectuada por Usted con ocasión
de la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación 1 (en lo
sucesivo “LOCTI”) y el Reglamento parcial de la referida Ley2, (en lo sucesivo “El
Reglamento”).
Al respecto observamos lo siguiente:
1.- CONCLUSIONES
a.- El aporte establecido en la LOCTI es un impuesto.
b.- Los ingresos brutos sirven de base imponible a los efectos del impuesto establecido en
Ley Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación.
c.- En virtud de la naturaleza jurídica de la operación de seguros, puede interpretarse que
las empresas dedicadas a dicha actividad no están sujetas al impuesto establecido por la
LOCTI, ya que el hecho imponible se refiere a servicios o empresas productoras de
bienes
d.- En el supuesto que las Empresas de Seguros estuviesen sujetas al impuesto
establecido en la LOCTI, se consideran ingresos brutos los ingresos obtenidos por la
actividad técnica que realizan dichas compañías (primas cobradas menos primas
devueltas), más los ingresos obtenidos por la actividad financiera de las mismas.
1
2
Publicada en la Gaceta Oficial No. 38.242, del 3 de agosto de 2005.
Publicada en la Gaceta Oficial No. 38.544, del 17 de octubre de 2006.
1
2.- NATURALEZA JURIDICA DEL APORTE ESTABLECIDO EN LA LOCTI
El impuesto de la LOCTI, constituye un aporte para el desarrollo y fomento de la
actividad científica, tecnológica e innovadora, calculado en base a los ingresos brutos del
contribuyente. Dicho aporte puede realizarse en cualquiera de las formas previstas en el
artículo 44 de la ley en estudio.
En primer lugar debemos determinar que se entiende por impuesto para verificar si el
aporte establecido en la LOCTI concuerda con la definición del impuesto.
En este sentido en sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia, de fecha 27 de julio de 2006, se estableció la clasificación de los tributos y la
definición de impuestos, en tal sentido señalo la referida sentencia:
“…En tal sentido, se observa que la doctrina ha desarrollado el concepto de
tributo como el medio o instrumento por el cual los entes públicos obtienen
ingresos; es decir, es el mecanismo que hace surgir a cargo de ciertas personas,
naturales o jurídicas, la obligación de pagar a la Administración Tributaria de que
se trate sumas de dinero, cuando se dan los supuestos previstos en la ley. En otras
palabras, es la prestación en dinero que la Administración exige en virtud de una
ley, para cubrir los gastos que demanda el cumplimiento de sus fines.
En este orden de ideas, se debe enfatizar que las características de los tributos son
las siguientes:
1.- Son debidos a un ente público: por cuanto es el sujeto activo de la relación
jurídica-tributaria, y en definitiva es el órgano titular del crédito.
2.- Son coactivos: por que se consideran obligaciones que surgen con
independencia de la voluntad del contribuyente, por ministerio de la Ley, cuando
se da el supuesto de hecho previsto en ella.
3.- Se establecen con el fin de procurar los medios precisos para cubrir las
necesidades financieras de los entes públicos: su finalidad no es otra que el
sostenimiento de los gastos públicos.
Asimismo, la doctrina ha clasificado a los tributos en tres (3) grupos, a saber:
impuestos, tasas y contribuciones especiales. Entendiendo por impuesto, aquel
ingreso exigido sin contraprestación, cuyo hecho generador está constituido por
negocios, actos o supuestos de naturaleza jurídica o económica que ponen de
manifiesto la capacidad contributiva del sujeto pasivo (obligado por Ley al pago
2
del tributo), como consecuencia de la posesión de un patrimonio, la circulación
de bienes o la adquisición o gasto de la renta, y cuya característica primordial que
lo diferencia de las otras especies de tributos, es que la materia gravada resulta
independiente de toda actividad del Estado respecto del contribuyente, es decir,
se adeuda por el simple acaecimiento del presupuesto de hecho previsto en la
norma, indistintamente del destino concreto que la ley le haya asignado.
Por otra parte, (…) la tasa origina el derecho de los particulares a una
contraprestación que equivale a la obtención de un servicio por parte del Estado.
En cuanto a las contribuciones especiales, se considera que son aquellos tributos
cuyo hecho imponible consiste en la obtención, por el sujeto pasivo, de un
beneficio o de un aumento de valor de sus bienes, como consecuencia de la
realización de obras públicas o del establecimiento o ampliación de servicios
públicos (...)
Es decir, que son exacciones recabadas por ciertos entes públicos para asegurar
su financiamiento autónomo, y tienen como características primordiales que: a)
No se incluye su producto en los presupuestos estatales; b) No son recaudadas
por los organismos específicamente fiscales del Estado; c) No ingresan a las
tesorerías estatales, sino directamente en los entes recaudadores y
administradores de los fondos. (Subrayado Propio)
Visto lo que entiende la Sala Político Administrativa por impuesto, podemos señalar
siguiendo al autor Arturo Banegas3, que el aporte establecido en la LOCTI, se refiere a
una prestación pagada sin que se reciba una contraprestación directa y especifica por
parte del Estado, no se genera de la interacción del sujeto pasivo y el Estado y surge de
forma independiente a esa relación, además su fin es contribuir con la ciencia, tecnología
e innovación, que es una obligación del Estado y finalmente, toma en cuenta la capacidad
contributiva del contribuyente, ya que entre mas ingresos genere la empresa mayor será el
impuesto, por lo cual posee todas las características de un impuesto.
Es importante destacar, que la interpretación a la que hemos llegado coincide con la
conclusión acogida por la Asociación Venezolana de Derecho Tributario, en el marco de
las VIII Jornadas Venezolanas de Derecho Tributario, celebradas recientemente en la
ciudad de Caracas, en la cual se abordo el estudio sobre la naturaleza jurídica del aporte
establecido en la LOCTI.
BANEGAS, ARTURO, “Contenido Tributario de la Ley Orgánica de Ciencia Tecnología e Innovación”, en
Carmona, Juan Cristóbal, Tributación Municipal y Exacciones Parafiscales, Asociación Venezolana de
Derecho Tributario, Caracas, 2006, p. 419.
3
3
3.- CARACTERISTICAS GENERALES DEL APORTE ESTABLECIDO EN LA
“LOCTI” y “EL REGLAMENTO”
En primer lugar debemos señalar que “La Ley”, crea en sus artículos 34, 35, 36, 37 y 38
un aporte anual, el cual deberán pagar:
a) Los integrantes del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, que comercialicen
propiedad intelectual de bienes y servicios, desarrollada con recursos provenientes parcial o
totalmente de los financiamientos otorgados a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología o sus
organismos adscritos (Art. 34);
b) Las grandes empresas del país que se dediquen a las actividades establecidas en las Leyes
Orgánicas de Hidrocarburos e Hidrocarburos Gaseosos (Art. 35);
c) Las grandes empresas del país que se dediquen a la explotación minera, a su procesamiento y
distribución o a la generación, distribución y transmisión de electricidad (Art. 36);
d) Las grandes empresas del país que se dediquen a otros sectores de producción de bienes y de
prestación de servicios diferentes a los referidos en los artículos anteriores (Art. 37);
e) Las sociedades, comunidades o entidades constituidas y domiciliadas en el exterior o
constituidas en el exterior y domiciliadas en Venezuela, que realicen actividades en el territorio
nacional, mediante cualquier modalidad, inversión directa, o contrato a ser ejecutados en Venezuela
y que a los efectos de la presente Ley sean consideradas Grandes Empresas (Art. 38).
Según el artículo 44 de la Ley, una gran empresa es aquella que tenga ingresos brutos
anuales superiores a cien mil unidades tributarias (100.000 U.T.)4 y además tenga alguna
de las siguientes formas corporativas: a) compañías anónimas o sociedades de
responsabilidad limitada; b) Sociedades en nombre colectivo, en comandita simple, las
comunidades, así como cualesquiera otras sociedades de personas, incluidas las
4
Artículo 44: A los efectos de esta Ley, se entiende como grandes empresas aquellas que tengan ingresos brutos anuales superiores a
cien mil unidades tributarias (100.000 U.T.) , y que se señalan a continuación:
a) Las compañías anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada.
b) Las sociedades en nombre colectivo, en comandita simple, las comunidades, así como cualesquiera otras sociedades de personas,
incluidas las irregulares o de hecho.
c) Las asociaciones, fundaciones, corporaciones y demás entidades jurídicas o económicas no citadas en los literales anteriores.
d) Los establecimientos permanentes, centros o bases fijas situados en el territorio nacional.
4
irregulares o de hecho; c) Las asociaciones, fundaciones, corporaciones y demás
entidades jurídicas o económicas no citadas en los literales anteriores; d) Los
establecimientos permanentes, centros o bases fijas situados en el territorio nacional.
En vista de lo anterior, el hecho imponible se considera perfeccionado en este impuesto
cuando una empresa se dedica a una de las actividades mencionadas anteriormente y
obtiene ingresos brutos anuales superiores a cien mil unidades tributarias (100.000 U.T.).
Por su parte, la alícuota que deberá pagar las empresas varían dependiendo de la
actividad a la cual se dedique.
Con relación a la vigencia de este impuesto se ha generado una problemática, ya que los
funcionarios del Ministerio de Ciencia y Tecnología han manifestado que el primer año
en que se debe pagar dicho impuesto es el año 2006, tomando en cuenta los ingresos
brutos del año 2005.
Sin embargo, dicha posición del Ministerio, en nuestro entender estaría violando el
principio de irretroactividad de la ley, ya que la LOCTI fue publicada en agosto del 2005
y por ser un tributo anual entraría en vigencia a partir del ejercicio económico siguiente,
por lo cual si grava en base a los ingresos brutos obtenidos durante el año 2005, tendría
aplicación retroactiva.
4.- LAS OPERACIONES DE SEGURO Y EL HECHO IMPONIBLE
El contrato de seguro se define como “…aquél en virtud del cual una empresa de seguros,
a cambio de una prima, asume las consecuencias de riesgos ajenos, que no se produzcan
por acontecimientos que dependan enteramente de la voluntad del beneficiario,
comprometiéndose a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al
tomador, al asegurado o al beneficiario, o a pagar un capital, una renta u otras
5
prestaciones convenidas, todo subordinado a la ocurrencia de un evento denominado
siniestro cubierto por una póliza. ..”5
Por su parte doctrinarios como Ruben Stiglitz, definen el contrato de seguro como: “un
contrato por adhesión por el cual una de las partes, el asegurador, se obliga, contra el
pago o la promesa de pago del premio efectuado por el asegurado, a pagar a éste o a un
tercero la prestación convenida, tal como ha sido determinado, durante la duración
material del contrato…”6.
En tal sentido Sanchez Caleros señala que “…el contrato de seguro es aquel por el que el
asegurador se obliga, mediante el cobro de una prima para el caso de que se produzca el
evento cuyo riesgo es objeto de la cobertura, a satisfacer al asegurado, o a un tercero, las
prestaciones convenidas…”7.
Sin embargo, es preciso indicar que el artículo 18 de la Ley de Protección al Consumidor
y al Usuario8, establece que “…Las personas naturales y jurídicas que se dediquen a la
comercialización de bienes y a la prestación de servicios públicos, como las instituciones
bancarias y otras instituciones financieras, las empresas de seguros y reaseguros, las
empresas operadoras de las tarjetas de crédito, cuyas actividades están reguladas por
leyes especiales, así como las empresas que presten servicios de interés colectivo de
venta y abastecimiento de energía eléctrica, servicio telefónico, aseo urbano, servicio de
venta de gasolina y derivados de hidrocarburos y los demás servicios, están obligadas a
cumplir todas las condiciones para prestarlos en forma continua regular y eficiente…”.
(Subrayado Nuestro)
A pesar de lo establecido en la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario, la Sala
Constitucional en sentencia Nº 825 del 06 de mayo de 2004, en el caso Banco del Caribe,
C.A., expuso sobre lo que debe considerarse como servicio público:
5
Artículo 5 de la Ley del Contrato de Seguro
Stiglitz, Ruben, Derecho de Seguros, Abeledo-Perrot, Tercera Edición, 1998, p.44, Buenos Aires.
7
Stiglitz, Ruben, Derecho de Seguros, ob. cit., p. 44.
8
Gaceta Oficial N° 37.930 del 4 de mayo de 2004
6
6
“Resulta necesario señalar en el contexto del argumento desarrollado, que
esta Sala, en fallo n° 85/2002, del 24 de enero, caso: Asodeviprilara, indicó,
únicamente ateniéndose a lo previsto en el artículo 7 de la Ley de Protección
al Consumidor y al Usuario publicada en Gaceta Oficial n° 4.897,
Extraordinario, del 17 de mayo de 1995, lo siguiente:
“Hay actividades que son de interés general, de interés público o de
interés social, y para que los particulares puedan cumplir esas
actividades, es necesario -por mandato legal- que el Estado los
autorice o los habilite, lo que también es necesario para prestar
servicios públicos, como los que prestan -por ejemplo- la Banca y
otros entes financieros, servicio público reconocido como tal por el
artículo 7 de la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario, o por el
artículo 3 de la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social Integral,
en lo referente al subsistema de vivienda y política habitacional
(artículo 52 de la última ley citada)”.
Ahora bien, al estar la materia bancaria examinada en la presente causa
regulada por una ley distinta a la mencionada, a saber, por el Decreto n°
1.526 con Fuerza de Ley de Reforma de la Ley General de Bancos y Otras
Instituciones Financieras, que es ley especial y de aplicación preferente en el
sector según el principio lex specialis derogat legi generali (cfr. fallo n°
2081/2003, del 05.08) es menester atender a lo establecido en ella, y así
observa la Sala en esta oportunidad que aun cuando de acuerdo al
mencionado texto legal la actividad de intermediación financiera que
realizan sociedades mercantiles como el Banco del Caribe, C.A. Banco
Universal, no constituye una actividad de prestación de servicio público, ya
que, entre otros aspectos de derecho sustantivo, no existe en la mencionada
ley o en la Constitución una reserva a favor del Estado de dicha actividad
económica, es decir, no existe publicatio de la misma que excluya la libre
iniciativa económica en el sector (artículos 112 y 113 constitucionales),
además el título habilitante del cual depende el ejercicio de la misma no es
una concesión sino una autorización emanada de la Superintendecia de
Bancos y Otras Instituciones Financieras (artículo 10 del Decreto con
Fuerza de Ley); lo cierto es que dicha actividad sí está vinculada con la
preservación de un interés general como es la transparencia, estabilidad,
seguridad, eficiencia, solvencia y licitud de las operaciones efectuadas en el
ámbito de la intermediación financiera y de la cual depende el disfrute
efectivo, real, de derechos o intereses individuales y colectivos de la
población, y es por tal razón que el Estado tiene la obligación constitucional
de ejercer una serie de controles en el ámbito donde tiene lugar la
mencionada actividad de intermediación, a través de la legislación y de la
actividad administrativa de la autoridad competente, que permitan constatar
el cumplimiento de las obligaciones que tanto la Constitución como el
bloque de la legalidad imponen a los agentes del sector, así como el respeto
de los derechos subjetivos de los usuarios de los servicios privados que
7
prestan las instituciones bancarias y financieras, pero de cuya eficiente y
justa prestación depende, se insiste, la satisfacción de derechos e intereses
individuales y colectivos, lo cual, en definitiva, es el objetivo al que debe
dirigirse la regulación y la actuación de la Administración.”. (Subrayado
Nuestro)
En la sentencia anteriormente transcrita se señala que al no establecerse en la
Constitución ni en la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras, y por
interpretación extensiva tampoco en la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros una
reserva a favor del Estado, queda entendido que tanto la actividad de financiera y por
ende la actividad aseguradora no se constituye en un servicio público.
Por lo cual, podría considerarse que con este fallo ni la Constitución, ni la Ley General de
Bancos y Otras Instituciones Financieras, ni la Sala Constitucional consideran que la
actividad de intermediación financiera constituye un servicio público, sino una actividad
privada en la cual se encuentra presente el interés general, interpretación que es
perfectamente aplicable a la actividad aseguradora.
Así mismo, la Sala Constitucional estableció las características que contiene todo servicio
público, a saber: “…los servicios se materialicen de manera gratuita, universal, integral,
equitativa, continua, ininterrumpida, solidaria y de calidad, no obstante que tal gestión
puede ser realizada por los particulares bajo la rectoría del Estado, en ejecución de los
principios de corresponsabilidad, colaboración, solidaridad y participación, y en
observancia del sistema de derechos y libertades económicas que propugna el texto
constitucional (…) pues la actividad privada –subyugada al interés general- coadyuva
en la ejecución de las políticas públicas en materia de salud…”9.
9
Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, de 5 de junio de 2003, caso Colegio
de Médicos del Distrito Metropolitano de Caracas
8
En virtud de lo anteriormente señalado, podemos inferir tanto de la definición dada por la
propia Ley del Contrato de Seguros, como por los distintos autores y la jurisprudencia
vinculante, que el contrato de seguro en ningún momento puede calificarse como un bien
y mucho menos como una prestación de servicio, sino una simple obligación contractual
que contrae el asegurador en virtud del cobro de una prima, a pagar la prestación
convenida al asegurado o un tercero.
a.- DE LA NO SUJECION DE LA OPERACIÓN DE SEGUROS EN LA
LOCTI
La no sujeción o llamada también no incidencia se origina cuando el hecho generador no
se configura, es decir una determinada conducta no llena los requisitos exigidos por la
norma tributaria para que nazca el hecho imponible.
En tal sentido, señala el tratadista argentino Rodolfo Spisso “…en la no sujeción el hecho
o acto no se encuentra alcanzado o aprehendido por el hecho, o circunstancia, definido
por la ley para hacer nacer la obligación tributaria…”10
Esta circunstancia hace que desde el punto de vista de la técnica legislativa sea innecesaria la
consagración expresa de los supuestos de no sujeción, ya que basta con establecer los hechos
imponibles para que, por argumento en contrario, puedan determinarse los supuestos que no
están dentro del ámbito de aplicación de la ley (por ejemplo, tipificar como hecho imponible
sólo la venta de bienes muebles, es suficiente para considerar como no sujeta al impuesto la
venta de bienes inmuebles)
Como señalamos anteriormente en el punto No. 3, el hecho imponible se considera
perfeccionado en este impuesto cuando una gran empresa, es decir, aquella empresa que
obtiene ingresos brutos anuales superiores a cien mil unidades tributarias (100.000 U.T.),
se dedica a una de las actividades establecidas 34, 35, 36, 37 y 38,
10
a saber: a)
Spisso Rodolfo, Derecho Constitucional Tributario, Ediciones De Palma, 2000, p. 149, Buenos Aires,
9
comercialización de propiedad intelectual de bienes y servicios; b) que se dediquen a las
actividades establecidas en las Leyes Orgánicas de Hidrocarburos e Hidrocarburos
Gaseosos; c)se dediquen a la explotación minera, a su procesamiento y distribución o a la
generación, distribución y transmisión de electricidad; d) se dediquen a otros sectores de
producción de bienes y de prestación de servicios diferentes a los referidos anteriormente;
y; e)Las sociedades, comunidades o entidades constituidas y domiciliadas en el exterior o
constituidas en el exterior y domiciliadas en Venezuela, que realicen actividades en el
territorio nacional, mediante cualquier modalidad, inversión directa, o contrato a ser
ejecutados en Venezuela y obtiene ingresos brutos anuales
En el caso de la operación de seguros como se señalo anteriormente, tiene características
muy particulares y no se puede considerar como un bien o servicio. Además la Ley de
Empresas de Seguros y Reaseguros señala en el artículo 42 ordinal b, de que toda
empresa de seguros debe establecer como objeto fundamental la realización de
operaciones de seguros o de reaseguros. Por lo cual y a nuestro entender la operación de
seguros no estaría sujeta al impuesto establecido en la LOCTI.
En nuestra opinión si el legislador hubiese tenido la intención de gravar las empresas o la
operación de seguros, se hubiese establecido en un artículo especifico, tal y como lo hizo
con otras actividades que no son consideradas servicios como lo es las actividades
establecidas en las Leyes Orgánicas de Hidrocarburos e Hidrocarburos Gaseosos, y la
actividad minera.
Por otra parte, es importante destacar que el principio de legalidad tributario esta
consagrado principalmente en el artículo 317 de la Constitución de la Republica
Bolivariana de Venezuela11, el cual establece que “…no podrá cobrarse impuestos, tasas,
ni contribuciones que no estén establecidos en la ley…”, por lo cual solo a la ley le
corresponde la creación de los tributos y la definición de los elementos que conforman el
mismo.
11
Artículo 317: No podrá cobrarse impuestos, tasas, ni contribuciones que no estén establecidos en la ley,
ni concederse exenciones y rebajas, ni otras formas de incentivos fiscales, sino en los casos previstos por
las leyes. Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio.
10
Dicho principio de legalidad viene a ser complementado por el artículo 3 del Código
Orgánico Tributario el cual establece que solo a la ley le corresponde regular con
sujeción a las normas generales de este código las siguientes materias: 1. Crear, modificar
o suprimir tributos, definir el hecho imponible, fijar la alícuota del tributo, la base de su
cálculo e indicar los sujetos pasivos del mismo; 2. Otorgar exenciones y rebajas de
impuesto; 3. Autorizar al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones y otros beneficios
o incentivos fiscales; 4. Las demás materias que les sean remitidas por este Código.
También hay que tomar en cuenta lo establecido en el parágrafo segundo del artículo 3
del Código Orgánico Tributario, el cual establece que en ningún caso se podrá delegar la
definición y fijación de los elementos integradores del tributo así como las demás
materias señaladas como de reserva legal.
Podemos señalar, siguiendo al autor Fraga Pittaluga12, que el alcance del principio de la
reserva legal tributaria afecta la creación del tributo, la definición del hecho imponible,
establecer la alícuota del tributo, la definición de la base imponible, el elemento subjetivo
del tributo, el otorgamiento de rebajas, las exoneraciones entre otros.
Como se pudo observar la LOCTI no establece un impuesto especifico a las operaciones
de seguro, es decir, no se establece ninguno de los elementos que conforman el tributo,
por lo cual no puede considerarse que dicha actividad aseguradora está sujeta al impuesto
en estudio, ya que de lo contrario se estaría violando el principio de legalidad tributario..
Al haberse establecido situaciones específicas para actividades que no son servicios,
como las vistas anteriormente, y no existir tal norma para la operación de seguros,
conjuntamente con lo establecido en el principio de legalidad tributaria, no queda duda
que dicha actividad aseguradora no esta sujeta al impuesto establecido en la LOCTI.
12
Fraga, Luis, Principios Constitucionales de la Tributación,Fraga Sanchez & Asociados, Caracas, p.27,
2006.
11
5.- DE LOS INGRESOS BRUTOS
A pesar del criterio antes expresado en relación a que las empresas de seguros no están
sujetas al impuesto establecido en la LOCTI, pasamos a determinar cuales serían son los
ingresos brutos de una compañía de seguro para el caso que dicha empresa fuesen
contribuyentes del aporte establecido en la señalada ley
En primer lugar debemos señalar que el “Reglamento” en el artículo 2 ordinal 7mo, nos
da la definición de ingresos brutos:
“7. Ingresos Brutos:
Se refiere a los beneficios o proventos económicos que obtiene la gran
empresa o sujeto obligado e integrante del Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación, por cualquier actividad que realice, sin tomar en
consideración los costos o deducciones en que haya incurrido para obtener
dichos ingresos…”
De la referida definición, solo se puede interpretar que la determinación de los ingresos
brutos se obtienen sin considerar los costos o deducciones en que haya incurrido una
empresas para obtener los mismos.
Sin embargo, en el caso concreto de las empresas de Seguro tenemos que determinar
cuales son los ingresos brutos de las referidas empresas.
En tal sentido, debemos señalar acudiendo a los criterios generalmente aceptados, que los
ingresos brutos de una empresa de seguro vienen determinados, en primer lugar por los
ingresos obtenidos de la actividad técnica, que son aquellos que se originan de restarle a
las Primas Cobradas las Primas Devueltas.
PRIMAS COBRADAS
-
PRIMAS DEVUELTAS = INGRESO POR ACTIVIDAD
TECNICA
12
Además de dicho ingreso por actividad técnica, se deben determinar los ingresos
obtenidos por la actividad financiera que realizan las empresas de Seguros.
Por lo tanto, al sumarle a los ingresos obtenidos por la actividad financiera de una
Empresa de Seguro, los ingresos por actividad técnica obtendremos los Ingresos Brutos
de las referidas empresas.
INGRESOS POR ACTIVIDAD TECNICA + INGRESOS POR ACTIVIDAD
FINANCIERA = INGRESOS BRUTOS
Es importante destacar que en el impuesto creado por la Ley Orgánica de Ciencia
Tecnología e Innovación a diferencia del impuesto municipal a las Actividades
Económicas, si tomaría en cuenta los ingresos obtenidos por actividades financieras, en
virtud de que dicha actividad es de naturaleza eminentemente civil13, y al ser de
naturaleza civil, se traduciría en ganancias de capital, por lo tanto dichas ganancias solo
podrían ser gravadas por la Republica, ya que es competencia exclusiva del Poder
Nacional, según lo establecido en el artículo 156 ordinal 12 de la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela.
En conclusión para el aporte establecido en la LOCTI, si tomaría en cuenta como
ingresos brutos los obtenidos por las actividades financieras de las empresas de seguros,
además del obtenido por la actividad técnica.
6.- RECOMENDACIONES
a.- Intentar un recurso de interpretación por ante la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, para que interprete el artículo 317 de la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela, conjuntamente con el artículo 42 ordinal b, de la
Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros, el artículo 5 de la Ley del Contrato de
13
Sentencia del Tribunal Superior Tercero de lo Contencioso Tributario, de fecha 1 de Marzo de 2002.
13
Seguros y el artículo 37 de la LOCTI14, tomando como base el criterio vinculante de las
sentencias casos Banco del Caribe y Colegio de Médicos del Distrito Metropolitano de
Caracas, identificadas anteriormente, y así establecer si la operación de seguros está
sujeta al pago del aporte establecido en la LOCTI.
b.- En caso de no intentar el Recurso, invertir el monto establecido en la LOCTI, en
cualquiera de las actividades señaladas en el artículo 42 de la referida ley.
c.- En caso de invertir en las actividades ya señalada, se recomienda altamente, que en
primer lugar, se presente el plan anual de inversión ante el Ministerio, con el objeto de
que este se pronuncie sobre el mismo en los siguientes sesenta días.
Carlos Mouriño
David Moucharfiech
14
Artículo 37 Aportes Provenientes de Empresas en Otros Sectores Productivos
Las grandes empresas del país que se dediquen a otros sectores de producción de bienes y de prestación de
servicios diferentes a los referidos en los artículos anteriores, deberán aportar anualmente una cantidad
correspondiente al medio por ciento (0,5%) de los ingresos brutos obtenidos en el territorio nacional, en
cualesquiera de las actividades señaladas en el artículo 42 de la presente Ley.
14
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